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Edipo Rey de Sófocles

Edipo Rey de Sófocles es una de las obras clásicas del teatro griego, cuya importancia
es capital para la civilización occidental. Además de constituir una pieza maestra desde
el punto de vista teatral, Edipo Rey representa una serie de conflictos humanos y valores
sociales que son considerados arquetípicos desde el punto de vista psicológico y
sociológico. Veamos de qué se trata.
Resumen de Edipo Rey
La peste se ha desatado sobre Tebas y el pueblo está muriendo. En su desesperación,
todos acuden al ágora para pedir la intervención de Edipo Rey. A fin de comprender la
causa y remedio de tan terrible flagelo, Edipo solicita la ayuda de Creonte, hermano de
su esposa Yocasta.
Tras consultar el oráculo de Delfos, Creonte le informa que la peste es el castigo de los
dioses por el asesinato de Layo, el antiguo rey de Tebas a quien Edipo no llegó a
conocer. Por lo tanto, hasta que el responsable no expíe sus culpas, la peste seguirá
azotando a la ciudad.
Edipo ordena una investigación y exhorta al pueblo a entregar al culpable. Entre tanto,
el rey consulta al ciego Tiresias por consejo de Creonte. Tiresias le hace saber que él es
el asesino de Layo, y que además vive en incesto con su madre, Yocasta. Edipo, que se
tiene por hijo de Pólibo, rey de Corinto, y Mériba de Doria, concluye que Creonte se ha
confabulado con Tiresias para destronarlo.

Edipo y la esfinge. 470 a.C. aprox. Cerámica pintada con figuras rojas, alt. 7,2 cm;
diám. 26,3 cm.
Creonte y Edipo discuten acaloradamente, hasta que se hace presente Yocasta. Con el
propósito de disipar las preocupaciones de Edipo, Yocasta le hace saber que Layo
murió en manos de unos bandidos en el cruce de tres caminos. Asimismo, le anima a no
temer de las profecías del oráculo, ya que en tiempos pasados el oráculo predijo que
Layo y ella tendrían un hijo que mataría a su padre y se desposaría con su madre. Para
evitarlo, se deshicieron de la criatura.
Una profecía semejante había recibido Edipo en su juventud, razón por la cual se exilió
de Corinto para evitar su suerte. Edipo recuerda que en su exilio mató a alguien en el
cruce de tres caminos, pero lo hizo por sí mismo y no en grupo. Aun así, comienza a
temer que él sea el asesino de Layo.
Un mensajero aparece para anunciar que Pólibo ha muerto y que este debe ir a tomar
su cargo como sucesor. En la conversación, Edipo descubre que no es hijo de sangre
de Pólibo, ya que el mismo mensajero le explica que lo recibió de un pastor cuando era
niño y lo entregó al rey de Corinto.
Inmediatamente, hacen comparecer al pastor quien, finalmente, confiesa que ese niño
se trataba del hijo de Layo, y que este se lo había confiado para que lo matara. Sin
embargo, tuvo piedad de la criatura y lo entregó al mensajero confiado de que se lo
llevaría lejos de allí.
Ante la terrible verdad, Yocasta se suicida. Edipo, consternado, decide romper sus ojos
con los broches del vestido de Yocasta, de modo que cuando muera no pueda mirar a
sus padres a los ojos en el Hades. Ciego, le pide a Creonte que lo exilie, de modo que
Edipo se condena a vivir para siempre como un extranjero, desprovisto de todo poder,
afecto y consideración.
Personajes
• Edipo, rey de Tebas
• Un sacerdote de Zeus
• Creonte, cuñado de Edipo
• Coro de ancianos tebanos
• Corifeo
• Tiresias, adivino
• Yocasta, reina de Tebas
• Un mensajero
• Un pastor, criado de Layo
• Otro mensajero
Análisis
Como género dramático Edipo rey es, ante todo, una tragedia. Por principio, la trama
gira en torno a un elemento fundamental: el ser humano no puede escapar de su
destino. Sea del tipo que sea, el destino se representa en la cultura griega como un sino
ineludible, inevitable. Conozcamos ahora cómo Sófocles construye esta idea para
haberse convertido en una obra referencial no solo de la Antigua Grecia, sino de la
civilización.
Estructura
La obra de Edipo Rey se estructura en un solo acto, respetando el principio de unidad
de tiempo y unidad de acción, del cual Aristóteles hablara en su poética. Aunque la
obra contiene ocho episodios, todos estos se suceden y concatenan uno con el otro en
una sola línea temporal.
Para lograrlo, Sófocles aplica un recurso utilizado ya por otros autores: lo que
Sófocles representa no es una secuencia de acciones o sucesos propiamente dichos,
sino la exposición verbal de una serie de noticias, es decir, hechos ya ocurridos, ante
los cuales solo queda develar y descubrir sus implicaciones y, finalmente, esperar el
desenlace que resulta de la revelación. Esto nos hace saber el investigador Javier de la
Hoz en un ensayo titulado "La composición de Edipo Rey y sus aspectos tradicionales".
En efecto, el relato comienza con la aglomeración del pueblo de Tebas que exige una
solución al problema de la peste. Tras consultar al oráculo, se comprende que el
sufrimiento del pueblo es consecuencia de algo que ocurrió en el pasado y que todos
ignoran, unos deliberadamente, otros por desconocimiento absoluto.
Retóricamente, es lo que se conoce como una elipse o elipsis: la información ha sido
elidida deliberadamente para generar un efecto dramático en el espectador. Este no ve
tales acciones representadas en la escena en ningún momento. La información
develada es siempre parcial, lo cual va creando expectativa a lo largo de la obra. Así,
entre la exposición del argumento en la primera secuencia y el desenlace, el espectador
solo tiene ante sí un relato de palabras a partir del cual va construyendo el hilo de la
trama.
Cada personaje que se incorpora a la escena va revelando más información sobre el
curso de los hechos. Así, en esta obra se ve que Sófocles ya recurre a tres actores en la
escena, entre los cuales la información se triangula y genera mayor tensión y conflicto.
Destino y conocimiento

Hemos dicho que la tragedia griega se fundamenta en la representación del destino


como un sino ineludible. Es eso lo que experimentan tanto Edipo como Layo y Yocasta.
Cada uno de ellos, al conocer el oráculo, ponen todo su esfuerzo en torcer su fortuna y
evitar el desenlace terrible. Al hacerlo, apenas se aseguran que todo ocurra tal como ha
sido profetizado. Habrá quienes, en el mundo de la psicología, llamen a esto "profecía
autocumplida".
De la Hoz comenta lo siguiente en su ensayo:
Sófocles (...) ha transformado la narración de un mensajero omnisciente, épico, en una
investigación de la verdad en que se enfrentan la voluntad de conocer, la ignorancia que
impide comprender el sentido real de las noticias, la interesada ocultación de datos, y en
la que se progresa en parte por inesperadas iluminaciones que surgen al entrar en
contacto dos verdades a medias que mutuamente se completan, en parte por la mera
voluntad e incluso violencia ejercidas por Edipo sobre los posibles informantes.
En todo caso, se presenta también una paradoja: en la medida en que estos personajes
tienen información sobre su futuro, más se aseguran el cumplimiento de la profecía. Ni
siquiera eso los puede eximir. Tener acceso a los videntes y oráculos no les da ningún
margen de salvación. Tal como se puede observar, para el pensamiento de la antigüedad
clásica no era posible al ser humano sustraerse a la voluntad de los dioses o al destino,
por más esfuerzos que hiciera. Así, saber sobre el futuro no sería una ventaja en ningún
caso.
Mito, sociedad, justicia y castigo
En el sentido originario del término, en su sentido antropológico, el mito es un relato
fundacional que explica, a través de símbolos y alegorías, el orden del mundo y el
sentido de la existencia. En cada mito, hay una explicación para justificar por qué el
mundo funciona como funciona.
Esto quiere decir que los mitos son un reservorio de un sistema de valores y, a la vez,
cada expresión artística es un reservorio de los mitos de cada cultura, por lo cual son
responsables de mantenerlos actualizados y vigentes. Sófocles recrea a través del teatro
el mito de Edipo, que encarna los valores sociales de su civilización, y expone un
sentido de justicia, castigo y orden para que el grupo social pueda tomar buen rumbo.
El principio fundamental es la creencia en el destino humano, tal como ya hemos dicho.
Nadie puede evitar su destino, por más que crea que tiene el "poder" de hacerlo. De él
no escapan ni siquiera los poderosos. Allí, en el texto dramático y en la virtual
representación, la obra representa la realidad tal como ella es: nadie controla su destino
y el poder es solo una ilusión. La condición humana es esta y todos están igualmente
sometidos a su ley. Pero no solo eso.
El oráculo se pronuncia ante una posibilidad absolutamente abominable desde el punto
de vista cultural y moral para Grecia: el incesto y sus consecuencias que pesan no solo
sobre los que han caído en él, sino sobre la sociedad entera. Junto a esto, el peso del
orgullo, la confianza desmesurada en el poder temporal y los apegos también hacen su
parte. El peso moral de las acciones de los individuos recae sobre la sociedad en su
conjunto. No hay, por tanto, una prefiguración del individualismo, pero sí una reflexión
sobre la condición humana.
El sentido mítico de Edipo Rey llega a trascender de tal manera que hasta construye la
imagen de un arquetipo: la relación de Yocasta-Layo-Edipo pone en evidencia un
arquetipo de personalidad y de las relaciones humanas que se prefigura universal. Esto
fue recogido y sistematizado en el psicoanálisis por Sigmund Freud, que vio claramente
cómo esta obra simboliza, en realidad, el modo de funcionamiento de la psique, al
menos hasta cierto punto.
De este modo, Edipo Rey demuestra a los detractores del mito, es decir, a quienes ven
los mitos como "mentiras", que los mitos encarnan verdades universales, lo que explica
que esta obra se haya vuelto una referencia fundamental para la cultura occidental.
Sófocles

Sófocles es un dramaturgo griego que nació en Colono en 496 y murió en Atenas en


406 a.C. Destacó en la escritura del género teatral conocido como “tragedia”, gracias a
lo que ganó más de una docena de competencias dramatúrgicas celebradas durante las
fiestas dionisíacas.
Sus obras estuvieron basadas en los mitos de la antigüedad griega, lo cual es propio de
su tiempo histórico, toda vez que el teatro nace en la Antigua Grecia enlazado a los
relatos míticos fundacionales.
En sus casi 90 años de vida, Sófocles escribió más de una centena de tragedias, de las
que sólo han perdurado siete hasta la actualidad. Estas son:
• Edipo rey
• Edipo en Colono
• Antígona
• Electra
• Áyax
• Las traquinias
• Filoctetes
Además de haber tenido una obra prolífica, a este dramaturgo se le recuerda por haber
impulsado importantes transformaciones en el teatro. Entre sus muchos aportes, se
cuenta la inclusión de escenografía, así como el aumento en el número de actores en
escena de 2 a 3, lo que supuso la composición de obras más complejas y tramas más
enervadas. También aumentó el número de coristas por obra. Asimismo, rompió con la
tradición de escribir trilogías. Esto dio entrada a la valoración individual de cada pieza
de teatro.

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