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RETRIBUCIÓN Y MOTIVACIÓN
DETERMINACIÓN DE CRITERIOS DE REMUNERACIÓN
Una retribución muy por encima de los niveles percibidos como justos tiene
también malas consecuencias:
Los criterios utilizados para definir los niveles de retribución han de ser
susceptibles de objetivación y ajenos a todo tipo de arbitrariedad.
Una de las formas más usuales de objetivar los criterios de retribución consiste
en ajustar éstas a las funciones realizadas o a las exigencias de éstas; para
ello existen dos opciones claras:
Responsabilidad:
Libertad para actuar.
Magnitud (económica).
Impacto.
A cada uno de ellos se le asigna una puntuación, bien directamente o bien
en forma de porcentaje sobre otro factor; por ejemplo, es posible asignar en
“Competencia técnica” una puntuación al grado de destreza que se estima
necesario para la realización de cualquier actividad imaginable.
En la última fase, los puntos obtenidos, procedentes de factores objetivos,
son transformados en cantidades de dinero lo que permite definir escalas
salariales ajustadas a cada posición.
Hasta el momento se han tratado factores en base a los cuales se define una
escala salarial, con independencia de la calidad de ejecución, es decir,
considerando ésta como promedio; es frecuente, sin embargo, que las escalas
salariales sean algo más complejas de lo que significaría asignar un único
salario para cada posición ocupada.
Es habitual que para una posición dada exista un abanico salarial donde entre el
salario más bajo y el más alto puedan llegar a darse diferencias en torno a un 30%;
es asimismo habitual que puedan producirse pequeños solapes (en torno a un 5%)
entre una posición y la inmediatamente inferior en la organización.
La Dirección por objetivos, tal como suele aplicarse, tiene las siguientes
ventajas e inconvenientes:
(+) El trabajador tiene una idea clara de cuál es el criterio de medición que
le aplican.
(-) Los objetivos suelen definirse a corto plazo (anual, semestral e incluso
trimestral) produciéndose un desinterés en el desarrollo a largo plazo
de la empresa.
(-) Los factores que son difíciles de medir son difíciles de integrar a un
esquema de Dirección por objetivos.
algún interés por su efecto fiscal y en los pagos a la Seguridad Social resulta
hoy poco interesante por los siguientes motivos:
El salario variable garantizado sigue siendo un coste fijo y, por tanto, se incurre
en él con independencia de los resultados obtenidos; su único interés desde
el punto de vista económico es la rebaja que representa en las cotizaciones
empresariales de la Seguridad Social.
No hay ninguna receta mágica para conseguir que el salario variable obtenido
un año no sea considerado por el trabajador un derecho adquirido al año
siguiente; en consecuencia, los salarios variables tienen una tendencia a
consolidarse contra la que es difícil resistirse desde la empresa y su valor es,
básicamente, de incentivo más que como fórmula de flexibilización de costes
laborales.
Por último, es necesario contar con los hábitos propios del sector; en sectores
habituados a trabajar con salarios variables, es posible adoptar el modelo sin
asumir ningún coste añadido mientras que en sectores con escasa cultura de
salario variable será habitual la aceptación de éste siempre que como mínimo
se garantice el salario fijo actual.
Hasta el momento se han tratado los criterios para la determinación del salario
y la composición de éste; hemos podido ver que existen componentes
subjetivos en la percepción de un nivel salarial como justo o injusto y, en última
instancia, se hace necesario tener algún criterio objetivo para determinar
salarios.
Existen estudios estadísticos que pueden dar también una información general
sobre situación del mercado aunque, en general, estos estudios son más útiles
para determinar la retribución de directivos y profesionales que de personal de
base. Los estudios suelen establecer diferencias entre los niveles salariales
promedio dependiendo de sector y tamaño de empresa; un sector en alza
tratará de atraer a los mejores profesionales elevando los niveles retributivos y
una empresa de gran tamaño tendrá una gestión más compleja que una PYME,
lo que requerirá profesionales más expertos. Debe tenerse en cuenta, sin
embargo, una variable más: el “cosmopolitismo” de determinadas
Dirección Estratégica de Recursos Humanos