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La ética política puede definirse etimológicamente como la ética propia del estado o la
organización social. En este sentido estaría constituida por las normasde acción que
efectivamente permiten la convivencia y la cooperación social y coordinan las acciones
individuales para fomentar el bienestar general. Por otro lado, desde un punto de vista
moderno podemos definir la ética política como la parte de la ética que se ocupa de los
principios o normas de acción que deben regir el comportamientodel político en su calidad de
gobernante o legislador, responsable, en última instancia, del bienestar y seguridad de todos
los miembros del estado.
La ética política adquiere su personalidad a partir de las difíciles relaciones históricas entre
ética y política. Mientras la ética filosófica se halla comprometida con la formulación de
principios universalmente válidos, que han de generar obligaciones (y, en contrapartida,
derechos) irrenunciables, la práctica política se ve abocada a la toma de decisiones que, para
hacer compatibles valores en conflicto, han de negar o limitar algunos de los derechos que la
ética considera inalienables. Aspectos tópicos de esta vieja disputa son el debate libertad
vsseguridad; derecho individual vs interés nacional; derecho de resistencia vs obediencia
política, etc
ETICA Y CIUDADANIA
Ética
Ética teológica. Los juicios éticos no emanan del ser humano, su vigencia y criterio de verdad
se basa en la existencia de un Dios bueno, perfecto e incontrovertible, su utilización, a
derivado en muchas interpretaciones fatalistas sobre el ser humano sociedad y el mundo,
también se ha utilizado para defender y justificar diferencias sociales por siglos y se ha
incorporado, también a pesar de sus fundamentos, en la historia para mantener posiciones de
conservación del estado de las cosas, principalmente, en el Estado que se encarga de
implantar estos principios en la población para su propia conservación, los llamados Estados
Teocráticos o basados en los preceptos religiosos usan como principio de legalidad la ética
teológica.
Ética pragmática,los valores tienen definición científica, lo que plantea un profundo dilema
debido a que valores esenciales para las persona, como: la vida, lo bueno, la libertad, la
justicia, el amor, la belleza, humildad, honestidad, la paz, la tolerancia, etc., no pueden
ajustarse a los parámetros rigurosos del conocimiento científico ni aun, ser iguales para todas
las culturas.
En primer lugar, debemos aceptar que la responsabilidad de los políticos orgánicos (los que
ocupan funciones públicas) es el fundamento para la democracia; todos los actos del
gobierno, para que sean democráticos tienen que ser responsables. La responsabilidad es la
obligación del gobierno para con el pueblo, y para evitar la corrupción es obligación del pueblo
echarlos del poder mediante el voto. Ese simple acto de ejercer responsablemente el derecho
del sufragio es un rasgo característico de la irresponsabilidad, no ya de los funcionarios, sino
del pueblo mismo.
En un sistema democrático existen varios niveles de la responsabilidad gubernamental. La
responsabilidad inspira confianza en la forma de gobierno. El deterioro de de la
responsabilidad en el ejercicio del poder se refleja en las altas de desempleo, cultura de
fraude más que de corrupción, protestas sociales que parecen nunca resolverse. Esos
elementos ocurren porque se ocultan las informaciones, se alteran los pactos políticos o no su
cumplen, se le oculta al pueblo la verdad. Esta responsabilidad se llama política, y ocurre
porque somos una sociedad que ha evolucionado sin planes, ni programas sociales
sostenibles, además de una educación aparejada a intereses particulares. Para ser
responsables con la educación pública, la básica y la universitaria, debemos acceder a
esfuerzos moralizadores. (Nuestra generación joven aprende la demagogia en las aulas
universitarias, y nuestros niños son víctimas de los colegios privados, centrados en el dinero
exclusivamente). La escuela básica debe ser gratuita y obligatoria, y las universidades hay
que arrebatarla al sector privado, si queremos un futuro con ciudadanos democráticos.