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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


VICEMINISTERIO DE EDUCACIÓN
UNIVERSIDAD MILITAR BOLIVARIANA DE VENEZUELA
INSTITUTO DE ESTUDIOS ESTRATEGICOS OPERACIONALES DE LA
FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA

CONCIENCIA ÉTICA Y MORAL

Autor: Tcnel. Zabala Moronta Juan Carlos

Caracas, Abril 2021


INTRODUCCIÓN

La ética como disciplina filosófica procura la delimitación de las conductas humanas,


separándolas en dos tipos: las conductas moralmente correctas y las conductas
moralmente incorrectas.

En tal sentido, la protección de los inventos por la vía de patentes se basó en la


premisa moral que consideraba que toda innovación era provechosa para la
humanidad, por ser sinónimo de desarrollo y progreso. Sin embargo, en la
actualidad no sólo dicha premisa ha ido modificándose, hasta el punto de
establecerse prohibiciones genéricas sobre ciertas clases de innovaciones, sino que
algunas innovaciones referidas a la salud humana y otras materias surgidas de los
nuevos desarrollos propios de las ciencias biológicas, han traído conflictos sociales
que han obligado a replanteamientos filosóficos sobre los conceptos de ética y
moral e incluso, a la creación de nuevas disciplinas como la bioética. Frente al
creciente poder manipulador de la vida humana por parte de muchos científicos, se
ha vuelto inevitable preguntarse si todo lo que es técnicamente posible puede ser
éticamente justificable, y dentro de qué límites jurídicos”.

Una limitación jurídica lo constituiría la exclusión de la protección por parte del


derecho a la invención desarrollada, lo cual haría en la práctica muy poco atractivo
esta área de investigación para la inversión privada, y por ende, sería una
manifestación del Estado, de una postura bioética (entendida esta como una ética
aplicada) referida a la materia, sin que se violente o entre en conflicto, el derecho a
la libertad de investigación y los principios bioéticos imperantes en un momento
dado.

El presente trabajo se divide en dos partes. La primera podría denominarse como la


parte general, la cual busca el análisis de las materias que pudieran entrar en
conflicto, y la posible simbiosis que resulta entre el sistema de patentes y la ética, la
moral y en especial, la bioética, no para limitar a la investigación científica (libertad
que representa un derecho humano), pero sí para orientarla.

La segunda parte, está referida a las normas ya regladas en la materia (propiedad


industrial) donde se ven reflejada algunas limitaciones impuestas por la sociedad,
para evitar la protección de ciertas innovaciones, respondiendo a nociones éticas,
morales o bioéticas y la función de la Oficina Nacional Competente en materia de
protección a las invenciones, como actor importante en la praxis bioética actual.
Autor: Tcnel Zabala Moronta Juan

UNA DE LAS FORMAS DE SALVAR AL MUNDO ES EL RESCATE DE LA ÉTICA


Y LA MORAL DEL SER HUMANO

"La excelencia moral se produce como resultado de la costumbre. Nos convertimos


apenas haciendo actos justo, templados haciendo los actos templados, valientes haciendo
actos valientes"
-Aristóteles.

La ética es importante para toda sociedad, ya que juega un papel fundamental en la


configuración de los comportamientos de los individuos dentro de la misma.
Mientras la leyes se usan para gobernar, la  actúa como un sistema de auto
gobierno para mantener el interés humano y el equilibrio de la sociedad. La ética
desde la perspectiva sociológica se materializa en el desarrollo de valores que
acompañan al individualismo son la libertad, la igualdad y la autonomía. Así, la ética
del servicio social muestra que en el ámbito de las profesiones se ha cancelado el
concepto religioso por el que se comprendía el cumplimiento de las actividades
profesionales como un deber religioso, y se sustituye por un deber u obligación
moral mediante el cual responden al interés social. Este interés es de gran valor y
alcance porque, al prestar un servicio a una persona que carece de los
conocimientos y habilidades que tiene un profesional, no solo están contribuyendo a
resolver sus necesidades particulares, sino que están aportando a una causa social
de gran trascendencia: la sobrevivencia y el desarrollo de la sociedad. En relación
de la ética y conciencia social se relaciona con la conciencia moral es la capacidad
de reflexión del ser humano sobre aquello que es correcto en relación con el obrar.
En consecuencia, se relaciona de manera directa con la ética; puesto que acerca de
la bondad o maldad de nuestros actos. La ética en la sociedad de hoy en día juega
un papel imprescindible debido a que, a través de ella los seres humanos pueden
ser dirigidos por normas y costumbres que les permitan valorar el comportamiento
de los mismos y de sus semejantes en una comunidad. Cuando la ética está
presente en la sociedad, se nota; ya que en la misma se observa  un cambio en la
conducta de sus pobladores. Por tanto, no se puede dejar de mencionar que la ética
mantiene un cierto equilibrio social, permite que los hombres puedan convivir con
sus semejantes y sobre todo preserva un ambiente de convivencia entre todas las
personas que componen esta sociedad. La función pública nos permite solucionar
conflictos, crear puentes entre posturas contrarias en una sociedad de tantos
contrastes como es en la que vivimos. La ética nos permite además innovar y crear
soluciones cuando ni la tradición ni las autoridades son una opción.
La responsabilidad se define como la cualidad que profesan las personas que ponen
cuidado y atención en lo que hacen o deciden, y como tal implica la libertad. Una
persona responsable es aquella que está obligada a responder de ciertos actos y a
su vez indica la competencia de un individuo.

La geopolítica es el estudio de los efectos de la geografía humana y la geografía


física sobre la política y las relaciones internacionales. Lo ético es producir, el
sistema produce su propia moral y ética: utilitarismo, la ética protestante y el espíritu
del capitalismo. El fin justifica los medios. Todas estas acciones han llevado a
debilitar los cimientos propios del Estado, al llevar a la ética y a la política a un grado
mínimo, deplorable respecto de lo que la gente conoce, entiende, valora, aprecia, o
práctica de estos dos conceptos en su vida cotidiana. Entonces, ¿son la ética y la
política conceptos similares, complementarios o totalmente diferentes? Una
respuesta rápida nos llevaría afirmar tajantemente que son conceptos totalmente
distintos: pues mientras la ética es un conjunto de normas y reglas encaminadas al
aseguramiento del bien común, la política es el arte del dominio sobre otros
hombres, mientras la ética busca como último fin la “felicidad”4, la política busca el
control y conservación del “poder” 5. Sin embargo, si observamos con mayor
profundidad la cuestión de la ética y la política, no sólo enfocándonos a la mera
observación lógica racional de sus fines, sino más bien, hacia la derivación natural
de los ámbitos de los dos conceptos, en el terreno de las acciones comunes, donde
nos encontraríamos con que no podemos dejar de valorar la vinculación intrínseca
que tiene la política con la ética, al ser la primera la encargada de la adecuada
interpretación institucionalización y aseguramiento público de las aspiraciones y
normas éticas de la sociedad. Esto es, a la política y en especial a los políticos les
corresponde transformar en instituciones públicas, ya sea mediante la promulgación
de leyes o la creación de organizaciones públicas, los máximos deseos y más puras
aspiraciones que como sociedad en conjunto queremos. Por este motivo es que la
política y la ética deben ser consideradas eternamente presentes y se deben llevar
sobre y fuera del tiempo, compartiendo el ideal revolucionario de lo imposible como
posible y permitiendo de nuevo el fijar nuestros objetivos como sociedad más allá de
la simple sobrevivencia.

Es el conjunto de conocimientos técnicos, ordenados científicamente, que permiten


diseñar y crear bienes y servicios que facilitan la adaptación al medio ambiente y
satisfacer tanto las necesidades esenciales como los deseos de las personas.
Conforme la sociedad se hace más dependiente de la informática, se hace también
más vulnerable a los fallos que se produzcan en este sistema, bien sea por un mal
funcionamiento de los ordenadores o bien sea por un mal uso por parte de las
personas que deben manejar dichos conocimientos. Los fallos informáticos han
creado un nuevo repertorio de problemas sociales, proliferando términos como
crimen por ordenador, robo de software, piratas y virus informáticos. Estas son
realidades cada día más frecuentes y comienzan a significar un problema importante
que obstaculizan el desarrollo social.

En los tiempos actuales, la ética es el tema del valor se ha vuelto un punto obligado
a tratar en los distintos escenarios. No puede hablarse de política, de educación, de
comportamiento ciudadano u organizacional, sin caer de inmediato en el campo de
los valores. Esto es debido a que cada cierto tiempo las sociedades requieren de
una reafirmación y renovación de los valores producto de sus cambios dinámicos y
evolutivos. El comportamiento de las sociedades y el nivel de vida que alcancen se
ven cada vez más afectadas tanto por el desempeño de las grandes corporaciones
como por los programas que surgen de las políticas públicas que lleva a cabo el
Estado. En la tarea de lograr el bien común se comienza a discutir la visión
tradicional del contrato social, pues ya no sólo sería el Estado sino también las
corporaciones las que atenderían problemas de carácter social. Sabemos que no
pocas corporaciones obtienen utilidades muy superiores al PIB de muchas
economías, su influencia es notable, sea a través de lo que hacen o lo que dejan de
hacer. Este escenario plantea la necesidad de la aplicabilidad de normas éticas para
aquellos que toman decisiones que tienen un alto impacto en el bien común, ya sea
en el contexto privado como en el de las instituciones públicas. La incidencia de las
actividades de las grandes corporaciones en las economías donde despliegan sus
actividades origina una nueva demanda hacia el comportamiento socialmente
responsable tanto para las compañías, como para el gobierno que debe fomentarlo.
La Ética y modos de vida, esta situación encuentra su cobijo en la tradición y en las
estructuras educacionales, que pese a las exigencias formales, repletas de estadísticas y
pruebas que miden la concurrencia de esta normalidad, se resisten a la imaginación, ya que
se forma a los sujetos para adaptarse a lo que ya está y no para transformar. Se les hace
asimilar esquemas de comportamiento que configuran la marca de la sociedad de la que se
forma parte y que se hacen una condición para su socialización. Quedamos al margen de
controlar estas expectativas y no se dota al individuo de herramientas para que aprenda a
ser, sino que sólo para ponerlo “al servicio de”. No hay ningún interés en formar líderes, sino
que sólo empleados, en una dinámica social que premia al sumiso, rastrero y zalamero que
no arriesga nada. Para muchos la introducción de la tecnología y la inteligencia artificial
responde simplemente a perfeccionar el modelo ideal que se pretende, ya que las máquinas
no contestan y sólo basta con programarlas para que ejecuten lo que se les pide sin
protestar por el tedio de una labor o por las exigencias de la rutina laboral. La existencia se
transforma en un currículum, en el que se espera que los individuos trabajen, consuman, se
endeuden, sean productivos y disciplinados, enmarcándonos en lo “políticamente correcto”.
Esto golpea a todo el sistema ético, por cuanto el marco del mismo se construye sobre la
base de este modo de vida, haciéndolo impotente, de carácter testimonial, construido sobre
la base de principios generales con muy poco efecto práctico, por cuanto la formación del
individuo y su estilo de vida además de amansarlo, lo anestesia.

Durante los últimos veinte años, han surgido una nueva generación de teorías, las
mismas se basan en conceptos como: autodesarrollo, responsabilidad social,
elevación de las expectativas y conciencia de los subalternos, visión compartida,
compartir poder y dejarse influenciar por los subalternos, etc. Los estudios e
investigaciones pueden ser clasificados según hagan énfasis en las características
del líder, su conducta, su poder e influencia o en factores situacionales. Si la
reflexión se centra en los aspectos éticos, tema no menor, el campo se restringe
aun más, la deontología militar y su relación con el liderazgo. Un líder debe
corroborar su aptitud y competencia a través del éxito repetido de su desempeño y
de la satisfacción de sus seguidores (o subordinados). La corroboración mantiene el
reconocimiento. El liderazgo es fundamentalmente el resultado de la percepción
social, son las conductas esperadas de una persona que tiene como misión
conducir a otros. El mismo es la variable o modo que junto con la estrategia generan
el mayor impacto en la transformación de cualquier institución u organización. 
Liderar un grupo o equipo, no tener miedo a los cambios, poseer iniciativa,
comprender el entorno que rodea a una situación y sus circunstancias, o esforzarse
al máximo en cada objetivo o proyecto, son algunas de las características que
reúnen los buenos líderes. Sin embargo, su éxito o efectividad también se verá
influenciado por la situación en la que se encuentre y la relación con sus
subordinados, y la misma se mide por el grado de aceptación que tengan los
subordinados de su líder.

Los lideres en la Guerra, probablemente la mayor manifestación de caos y de


violencia que el ser humano puede llegar a ocasionar, es para muchos un torbellino
sincronizado y panificado, pero torbellino al fin que causa destrozos y pérdidas
humanas y materiales a su paso. Poder, Estado y Política; Conducción del Poder:
eficacia y competencia; Ataques al Poder: doctrinas negatorias. Sin embargo, la
conducción de este fenómeno social es muy por el contrario dejado al azar o a los
designios de la providencia, es el producto de un estudio y una minuciosa
planificación efectuada por los encargados de dirigiría la guerra es un trabajo de los
militares, de los comandantes en los ampos de batalla, es una tarea que combina
arte y ciencia; Primero debemos definir epistemológicamente que es el poder para
ello acudimos a uno de los autores en política internacional que dedico su obra al
estudio de este fenómeno Michael Foucault. Para Foucault, el poder no es algo que
posee la clase dominante; postula que no es una propiedad sino que es una
estrategia. Es decir, el poder no se posee, se ejerce. En tal sentido, sus efectos no
son atribuibles a una apropiación sino a ciertos dispositivos que le permiten
funcionar plenamente.

En Venezuela, actualmente, se ha desarrollado una descomposición social que se


vive en la actualidad, abarca todos los ámbitos de la vida diaria,se ha exacerbado la
ambición, la deshonestidad y la inmoralidad, y ha hecho de la ley y de la Constitución
algo inútil porque, si bien todos la invocan, muy pocos la cumplen. Hoy, asistimos a
un fuerte debilitamiento de la ética, donde cada uno decide lo que se puede hacer o
no se puede hacer. El fin justifica los medios. Hoy más que nunca adquieren sentido
palabras (principios, valores) como empatía, justicia, responsabilidad y bien común.

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