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Bolilla 2: La Capacidad de Producción y la Ociosidad (Osorio)

Capacidad de un proceso productivo: es la posibilidad máxima que tiene un ente o un


determinado sector de el (centro de actividad) para generar uno o más productos (bienes o
servicios), tanto en la función de transformación como en cualquier otra que implique la
creación de utilidad o “adición de valor”.
Esta expresa en términos de una unidad adecuada las posibilidades de un ente para producir
y/o vender determinados bienes o servicios.
Nivel de actividad: es el grado de uso de la capacidad posible o disponible y depende de
una decisión, ya sea esta libre, impuesta o condicionada. Esta decisión puede estar referida
al futuro (nivel de actividad previsto) o estar impuesta por hechos o acontecimientos
distintos que motivaron el primero (nivel de actividad real).

Diferencias: la capacidad es la posibilidad para producir u obtener uno o más productos de


una calidad determinada (en la función de transformación) o para vender (en la función de
comercialización) que tiene un ente o un determinado sector de el. El nivel de actividad
resulta del uso que se prevé o decide hacer de aquella posibilidad (obedece entonces a una
decisión racional con vistas al futuro) o bien del uso que realmente se ha hecho de ella (es
entonces consecuencia de circunstancias no previstas o programadas).
Si bien la capacidad es única y es un concepto ex ante, el nivel de actividad puede ser
considerado desde dos puntos de vista: como el volumen que se prevé o decide alcanzar, y
en este caso pueden haber magnitudes diferentes, o como el volumen que realmente ha sido
logrado, de ahí que al primero se lo denomine nivel de actividad prevista y el segundo nivel
de actividad real, pero ambos consisten en el uso de la capacidad, uno como concepto ex
ante y el otro como concepto ex post.

Factores condicionantes: la elección del volumen de producción a alcanzar no es


generalmente una decisión libre, independiente o arbitraria sino condicionada. En lo
interno, por la capacidad potencial existente para producir o vender o por ambas, y en lo
externo fundamentalmente por el mercado, o sea, la posibilidad de colocar el producto a un
cierto precio.
Existen también otras que pueden incidir en el planeamiento o en el uso real de volumen
planeado y que presentan distintos grados de controlabilidad y de importancia.
Como ejemplo de estos condicionantes del volumen o nivel de actividad previsto o del
realmente alcanzado podemos citar la disponibilidad de materia prima o mano de obra
especializada, o de ciertos insumos que pueden adquirir relevancia distinta según el tipo de
empresa, tales como la energía eléctrica o el gas.
Otro factor condicionante del volumen puede ser el financiero, ya sea medido en términos
de disponibilidad del recurso o en términos del costo que representa su obtención o uso.

Capacidad máxima teórica: seria la producción posible de alcanzar por una planta o sector
determinado de ella, en un periodo definido, trabajando el 100% del tiempo total disponible
en ese periodo y en condiciones de máximo o absoluta eficacia en el aprovechamiento en
los medios existentes.
Esta suposición implica lógicamente que no existe ninguna restriccion por demoras o
esperas de ninguna clase, así como tampoco ineficacias de ningún tipo, es decir, una
operación también 100% efectiva.
Como puede verse, esta capacidad es absolutamente ideal y casi imposible de alcanzar lo
que nos lleva a denominarla “capacidad de catalogo”.
Capacidad máxima practica: este representa la utilización posible de los medios físicos
disponibles prescindiendo del destino de la producción máxima, considerando las
interrupciones consideradas normales en la operación, tales como tiempo perdido en
reparaciones, mantenimiento preventivo, preparación de equipos por iniciación o cambio de
tareas, espera en el aprovisionamiento de material por problemas o detenciones en el flujo
operativo, ausencia de operarios o abandono temporario normal del equipo.
Este concepto sigue refiriéndose a la capacidad máxima para producir, operando el 100%
del tiempo posible, pero deduciendo de aquella producción teórica definida anteriormente
la perdida por tiempos muertos normales y constituye la capacidad máxima real de producir
por parte de la empresa, considerando una cierta ineficiencia o normal de difícil o
imposible eliminación.

Factores determinantes de la capacidad máxima de producción:


Los determinantes de la capacidad son, en gran parte, consecuencia del planeamiento
concretado en el proyecto de inversión y pueden responder a circunstancias distintas, de su
combinación surgirá el quantum o magnitud de la misma expresada en una unidad dada
representativa de la cantidad de producto a obtenerse de ella.
Estos determinante son tres:
1) Disponibilidad de los recursos físicos, medios de producción o factores fijos de
capacidad o estructura adecuados. Denominamos recursos físicos o medios de producción
al conjunto de los que hemos caracterizado como factores fijos de capacidad. Seria
redundante hacer notar que para su uso integral se requiere el complemento de otros
factores fijos o variables específicos, tales como mano de obra especializada, energía
eléctrica, etc., sin los cuales su simple existencia solo expresa un concepto abstracto
imposible de concretarse. Normalmente estos medios físicos son los necesarios para
satisfacer una demanda proyectada a largo plazo. Por razones tecnológicas, la satisfacción
de esa demanda exige un equipamiento que suele ser, en ocasiones, superior a la demanda a
corto plazo, lo que supone que durante un lapso mas o menos prolongado puede anticiparse
una capacidad ociosa dada por la diferencia entre el potencial de producción existente y su
utilización, ante las diferentes magnitudes de la demanda en el tiempo. La opción por estos
equipamientos rígidos que generan sobredimensionamiento puede no reconocer un origen
exclusivamente tecnológico, pues también puede estar vinculada con decisiones políticas de
la empresa orientadas hacia el mercado, tal es el caso cuando por ejemplo, la demanda
proyectada se ubica en un campo internado entre dos limites de equipamiento o puede
provocar la adopción de tecnologías alternativas y la empresa opta por el mayor, pensando
en una captación del mercado a largo plazo, ya sea por la adopción de una política de
precios que tenga en cuenta este objetivo, o bien dándole al producto, incluso por acción
publicitaria, estas características de insustituibilidad o por tratarse de demandas
insatisfechas. Los casos citados de equipamiento superior, durante un lapso prolongado, a
la demanda del mercado, generan costos fijos estructurales altos que no podrán ser
absorbidos por los costos de producción, si no se observan políticas de precios o de
comercialización que coadyuven al incremento de la demanda y por ende de la producción,
lo que no ocurre dadas las estructuras oligopolicas o monopolicas de los mercados.
2) Uso máximo posible de los recursos que se poseen: la definición de la capacidad máxima
lleva consigo indiscutiblemente el concepto de uso ininterrumpido durante todo el tiempo
para el cual han sido construidos los equipos sin que se acusen deterioros mecánicos o
pierda eficacia productiva, lo que supone también una adecuada política de mantenimiento.
En principio podría decirse que el tiempo de uso de los recursos físicos en la actividad
industrial debería ser de 24 horas diarias durante los 365 días del año, o sea, 8760 horas
pues no cabe ninguna duda que, salvo limitaciones impuestas por el proceso y otros
condicionantes técnicos en otras circunstancias, es el tiempo de uso para el que fueron
diseñados los equipos. Esto se cumple casi sin excepción en aquellas actividades que por
sus características especiales impiden, por razones tecnológicas, económicas o por el objeto
mismo de la producción, la detención del proceso, por ejemplo, en la siderurgia, industria
cementera, cerámica y otras, en las que el enfriamiento de un horno puede producir
profundos deterioros en el revestimiento, o en otros en que la perdida de temperatura
genera altos costos para después del paro lograr las temperaturas de trabajo necesarias. No
obstante, para las actividades en que esta continuidad no es una condicionante técnica,
algunos autores utilizan como tiempo para medir la capacidad una menor cantidad de días y
horas, suponiendo dos turnos de trabajo y aun solo uno, lo que no constituye el
aprovechamiento máximo posible, aunque si sea valida esa limitación para determinar el
nivel de actividad, o sea, el grado de uso previsto de la capacidad. No obstante,
prácticamente en todas las actividades se requiere periódicamente una detención del
proceso, para efectuar tareas de mantenimiento correctivo, en ocasiones por tiempos
relativamente prolongados, por lo cual, ni aun en los procesos continuos, puede decirse que
el tiempo de uso es de 8760 horas/año, sino que habría que deducirle el tiempo de paro para
la realización de acciones para mantener la aptitud productiva y durante el cual no se
produce. Por lo tanto el tiempo es un factor primordial para definir la capacidad máxima de
producción y que este no puede fijarse en términos de la voluntad de uso de los factores
fijos, sino que en todos los casos será el máximo posible en que seria dable usarlos para
producir, según las características de cada actividad o área de la misma, dependiendo su
limitación solamente de exigencias técnicas o legales, en algunos casos.
Mayores precisiones sobre la definición del concepto tiempo en general:
a) Tiempo calendario, cronológico o posible: este se refiere al lapso entre dos momentos en
forma continuada sin ninguna interrupción, medido en una unidad conveniente, años, días,
horas o alguna otra unidad compleja que obligue a su definición, tal como por ejemplo,
turnos de trabajo que podrán ser d distinta duración. Este concepto es valido para algunos
factores en los que el simple transcurso del tiempo cronológico puede ser útil para medir su
uso, tal como en el caso de edificios o construcciones. Pero si bien para los factores
mencionados es valido, no lo es para otros en los que el uso tiene mayor importancia en
cuanto a su perdida de aptitud técnica o económica.
b) Tiempo de uso disponible: es el que resulta de reducir al tiempo máximo posible los
tiempos no utilizados por lo que puede considerarse como paros normales o ineludibles por
razones legales o convencionales o por razones técnicas. Es decir, seria todo el tiempo
durante el cual se pueden afectar los medios de producción a su destino especifico.
c) Paros por tiempos perdidos ineludibles: aquí tendremos: 1) paros por tiempo no
laborables por razones legales o convencionales. Pero esta causal puede ser subsanable. Por
lo tanto, no seria valido su uso como una retracción en la medición de la capacidad, pues no
se trata de un factor limitante absoluto sino relativo, puesto que es subsanable aunque con
mayores costos, pero puede serlo para la fijación del nivel de actividad, ya que esta
depende de una decisión que podría exteriorizarse en la limitación del tiempo de trabajo a
través de la adopción de una menor cantidad de días o tiempos diarios de labor. 2) Paros
por razones técnicas para conservación del factor o factores.
3) Máxima eficiencia productiva posible.

Nivel de actividad:
La capacidad de producción máxima esta generada por dos variables, un tiempo máximo de
operación posible y una productividad técnica que se estima como la posible de alcanzar
luego de que la curva de aprendizaje haya llegado al limite optimo.
Aquel limite máximo prescinde totalmente del mercado, es decir, de la demanda de la
empresa y aun de otras variables que hacen al planeamiento empresario, tales como las
políticas de stocks, de comercialización, de acuerdos de distribución de mercados, o cupos
de producción asignados, ya sea por disposiciones gubernamentales o por acuerdos
empresarios, etc., e incluso de otras magnitudes tales como la disponibilidad de factores
variables. Podría decirse que es nivel de actividad es consecuencia de la conjunción de
diversas alternativas circunstancias que generan o bien una decisión o bien de un hecho o
una serie de hechos reales en el tiempo. De ahí que debamos hacer una distinción entre dos
figuras distintas: la actividad prevista y la actividad real.
Concepto: si aceptamos lo dicho mas arriba, el nivel de actividad será para una capacidad
existente, la producción que puede alcanzarse o ha sido alcanzada por una combinación
dada de los dos factores condicionantes: tiempo de trabajo y productividad técnica;
supuesta la disponibilidad sin modificaciones, de los factores fijos de producción.

Nivel de actividad prevista:


Puede definirse como el uso que, para un periodo de tiempo, se espera hacer de la
capacidad máxima practica, o sea, del potencial productivo disponible. Es decir que es un
concepto referido al futuro, y depende de una decisión de la dirección, condicionada
especialmente por la demanda del mercado hacia la empresa, la política de stocks y
adicionalmente, por otras circunstancias tales como las posibilidades de abastecimiento de
insumos, disponibilidad de mano de obra, y también, en ciertos casos por aspectos
financieros, tales como posibilidad de acceso al mercado de capitales o de dinero y del
costo del mismo, destinado a financiar, fundamentalmente el capital de trabajo.
Si ya hemos dicho que: Capacidad máxima practica = Tiempo de uso máximo de los
factores * Eficiencia máxima.
Será: El nivel de actividad previsto = Tiempo de uso previsto de los factores * eficiencia
prevista.
La decisión de usar la capacidad disponible en algún grado tendrá como limite superior a la
capacidad máxima, que no podrá ser superada, pues, si se alteran los medios disponibles o,
por circunstancias diversas, puede aumentarse el tiempo de utilización o la eficiencia, se
modificara la capacidad máxima.
Por ello puede decirse que: 0 <= q prevista <= Q máxima, o sea que qp será siempre
positiva aunque menor a Qm y excepcionalmente nula, lo que ocurrirá cuando se decida no
operar.
La fijación de un nivel de actividad no determina solamente el grado de uso de los factores
fijos estructurales, sino que define también a la elección de los factores fijos necesarios
para cumplir el objetivo de producción propuesto, tanto en su cuantía o magnitud como en
las características cualitativas de los mismos, o sea, los factores fijos de operación.
Nivel de actividad real:
Si consideramos como parámetro la permanencia de los recursos físicos que condicionan la
capacidad, es evidente que la actividad real, que podría ser mayor o menor que la prevista,
se deberá a un empleo distinto del tiempo previsto de operación o a una productividad
distinta a la prevista.
Podemos decir que: q real = Tiempo real * Productividad técnica real.
En la que: 0<= q real< > q prevista <= Q máxima.
Pues como consecuencia de que: Tr<>Tp y Ptr<>Ptp.
La producción real no necesariamente será menor a la prevista, sino que puede ser igual o
mayor que ella y hasta igual a la capacidad máxima, aunque esto seria excepcional.

Diferencias entre capacidad y nivel de actividad: la producción es la consecuencia de la


combinación racional de los factores fijos estructurales y de la operación con los factores
variables necesarios y disponibles por medio de la aplicación de una técnica determinada.
Los factores fijos estructurales determinaran el máximo del producto a obtener, pero el
volumen realmente producido dependerá del tiempo e intensidad con que se los use.
Supuesta la existencia de los demás factores requeridos en la cantidad y calidad necesaria.

Coeficientes de ocupación: la decisión de fijar un nivel dado de actividad prevista implica


con respecto a la capacidad máxima la fijación de un nivel de ocupación de ella. Ese nivel
de ocupación se define por la relación q prevista/ Q máxima, que se define como
coeficiente de ocupación.
Esto determinara el coeficiente de capacidad ociosa anticipada, o sea: Qm- qp / Qm = 1-
Qp/Qm o sea que es la reciproca del coeficiente de ocupación, lo que es natural, pues si de
la capacidad máxima solo se ocupan una parte en términos relativos, la parte no utilizada en
iguales términos será el coeficiente de capacidad ociosa anticipada respecto de la capacidad
máxima posible de sus utilidades.
Ambos coeficientes revisten una especial importancia en las decisiones de planeamiento y
aun de presupuesto, pues permiten medir en forma global la magnitud de los factores fijos
de estructura que no serán utilizados al proveerse un uso menor al posible de los mismos.
Para determinar que parte de la capacidad ociosa anticipada es consecuencia de las
decisiones que afectaran al primero y la eficiencia bastara con relacionar la influencia de
cada una de ellas con la capacidad máxima.
1- qp/QM= Tp/Tm *(1-Ep/Em)+ (1-Tp/Tm)
(1-Ep/Em): variación de la eficiencia
(1-Tp/Tm): variación del tiempo.

La capacidad ociosa: suele denominarse capacidad ociosa a la capacidad de producción no


utilizada, o, lo que es lo mismo, a aquella parte de los factores fijos, tanto estructurales
como operativos, no usada en la producción. Es también común definir la capacidad ociosa
como la diferencia entre la producción posible de alcanzarse (sinónimo de capacidad
máxima practica de producción) y la producción realmente efectuada (volumen de
producción real). Estas dos definiciones son validas en cuanto se refiere a un concepto “ex
post”, es decir que relaciona la producción que podría haberse realizado con aquella que se
ha realizado realmente. Llamaremos a este concepto capacidad ociosa total.
Capacidad ociosa anticipada:
Es la que se conoce y define en el momento en que se fija el nivel de la actividad al que se
prevé operar. Siendo la fijación del nivel de actividad previsto consecuencia de una
decisión, resulta ser aquella parte de la capacidad de producción que se resuelve no utilizar.
Acá puede apreciarse la importancia de la decisión u opción por un nivel de actividad
determinado, pues el momento de decidir este sé esta definiendo, por el mismo plazo, que
porción de los factores fijos estructurales no será utilizada, o, lo que es lo mismo, que parte
de los costos fijos de capacidad o estructura no serán transferidos a los costos de
producción.
Por la vinculación que existe entre esta decisión y el planeamiento de la gestión y el
presupuesto, pude denominarse también a esta capacidad ociosa anticipada capacidad
ociosa planeada o presupuestada.

Capacidad ociosa no anticipada, o capacidad ociosa operativa.


Cuando se decide fijar un nivel de actividad futura cualquiera sean las circunstancias
condicionantes que redundaran en la fijación del mismo, normal o esperada, es porque se
tiene el firme propósito de alcanzarlo, lo que significa la utilización, juntamente con los
factores fijos estructurales, de factores fijos de operación, los que generaran costos que
deberían ser absorbidos por la producción.
Pero la realidad puede diferir de los propósitos que llevaron a fijar un determinado nivel de
actividad, por lo tanto, como consecuencia de la diferencia entre el nivel de actividad
realmente alcanzado y el fijado “ex ante” como objetivo o nivel de actividad previsto, en
cualquiera de sus dos postulaciones, surgirá un nuevo desaprovechamiento de los factores
fijos de producción, y por ende, de sus costos, pero en este caso no solo de los vinculados
con la capacidad, sino también de los previstos o vinculados con la operación. Por lo tanto,
esta es una magnitud “ex post”.
Por eso a esta parte de la ociosidad total se propone llamarla ociosidad propiamente dicha o
capacidad ociosa operativa por inactividad.

Composición de la capacidad ociosa total o grados de la ociosidad.


Como hemos señalado:
Qm: capacidad máxima
qp: nivel de actividad prevista.
qr: nivel de actividad real.
Será siempre: Qm=> qp<>qr.
En consecuencia tendremos que:
La capacidad ociosa total será:
COT= Qm-qr.
Pero también sabemos que al definirse el grado de ocupación previsto de la capacidad,
cuando se fija el nivel de actividad previsto, sé esta definiendo que parte de los factores
fijos estructurales dejara de utilizarse, o sea, sé esta definiendo una ociosidad anticipada
que puede en consecuencia expresarse así:
COA= Qm- qp.

Como henos visto, existen dos criterios para definir el nivel de actividad futura y
consecuentemente, estos dos niveles tendrán distinta magnitud. Si bien puede ocurrir
excepcionalmente lo contrario, en la mayoría de los casos el nivel de actividad normal será
mayor que el nivel de actividad previsto o esperado a corto plazo, con lo cual la capacidad
ociosa anticipada será menor en el primer caso que en el segundo:
Si hacemos:
COAnan: capacidad ociosa anticipada a nivel de actividad normal
COAnae: capacidad ociosa anticipada a nivel de actividad esperada a corto plazo.
Qpnan: nivel de actividad normal
Qpnae: nivel de actividad esperado a corto plazo.
Siendo Qm constante será generalmente:
COAnan< COAnae
Pues generalmente
Qpnan>Qpnae
Luego:
Qm – Qpnan> Qm – Qpnae.
La COA será siempre positiva y excepcionalmente nula:
Pues: Qm > qp y en el caso excepcional Qm = qp por lo tanto COA > 0.
En cuanto a la capacidad ociosa operativa o de inactividad propiamente dicha se dará un
caso similar pero a la inversa.
COO= qp-qr.
En este caso, como el volumen real de operación podrá ser, con respecto al nivel de
actividad prevista:
qp>qr, qp=qr, qp<qr.
Será: Para que qp > qr COO > 0 (positiva)
Para qp=qr COO= 0 (nula) o sea no habrá capacidad ociosa
operativa.
Para qp<qr COO < o (negativa).
En el primer caso, él más común, dejaran de aprovecharse parte de los factores fijos de
operación que se introdujeron al proceso y aun parte de los factores fijos de estructura mas
allá de la parte que no se había previsto utilizar, salvo que COA=0.
En el segundo caso, los factores fijos operativos se aprovecharan en su totalidad y se
mantendrá la ociosidad en el uso de los factores fijos estructurales, si COA es positiva.
En el tercer caso, se lograra un mayor aprovechamiento de los factores fijos operativos
definidos al fijar el nivel de actividad previsto y aun se disminuirá la COA al aprovecharse
mejor que lo previsto los factores fijos estructurales.
Por otra parte si:
COT= COA + COO
O lo que es lo mismo:
Qm – qr = (Qm – qp) + (qp – qr)
Entonces:
Para qp> qr resultara COT > COA
Para qp = qr resultara COT = COA
Para qp< qr resultara COT < COA

Valuación de la capacidad ociosa anticipada.


Esta valoración se hará a través de la asignación de los costos fijos de capacidad que
corresponden a los medios de producción que se decide no utilizar.
Los costos fijos de estructura al condicionar la capacidad máxima de la empresa para
cumplir su objetivo existirán aun cuando no exista ninguna actividad, por lo tanto al planear
el grado de ocupación de un centro de actividad estamos presupuestando una capacidad
ociosa, que deberá ser valuada en función de aquellos costos de estructura que son propios
de la porción de capacidad que se decide renunciar a utilizar.
Por ello podemos decir que:
Costo COA = (Qm – qp) * CFC / Qm = (1- qp/Qm) CFC
O sea, la capacidad máxima no utilizada (medida en términos de la unidad elegida) y que
surgirá de una combinación entre tiempo de trabajo y productividad técnica, multiplicada
por la tasa unitaria que corresponde al total de los costos fijos de capacidad con relación a
la capacidad máxima de operación posible.
O lo que es lo mismo que el costo de la capacidad ociosa anticipada en igual a los costos
totales de capacidad por el coeficiente de ociosidad presupuestada (1- qp/Qm)

Valuación de la capacidad ociosa operativa o inactividad propiamente dicha


La capacidad operativa o inactividad propiamente dicha es la que se produce al no
alcanzarse el nivel de actividad previsto, como consecuencia de que el tiempo o la
productividad técnica real, o ambas, han sido inferiores a las previstas.
Suele ocurrir que el volumen real de producción sea mayor que el previsto porque las
variables mencionadas, individual o simultáneamente, superan las magnitudes previstas al
fijarse el nivel de actividad, con lo que la capacidad ociosa operativa puede ser negativa.
Como esta ociosidad se refiere solamente a las diferencias producidas entre los niveles de
producción real y previsto, pareciera sol afectar en principio a los costos operativos
planeados, aunque veremos que también tiene relación con los costos fijos de capacidad
que se había previsto utilizar (total de los costos fijos de capacidad menos los costos fijos
de capacidad propios de la capacidad ociosa anticipada).
Tratamiento contable de los costos de capacidad ociosa:
Método de contabilidad propuesto:
1) Creación de una cuenta transitoria de costos aplicados que se acreditara por el importe
resultante de:
a) La incorporación a la producción de los costos fijos presupuestados.
b) Los correspondientes a la capacidad ociosa operativa resultante al fin del periodo.
c) capacidad ociosa anticipada al principio del periodo
Y se debitara: por los costos fijos reales o reexpresados, además el saldo resultante hasta
este momento el correspondiente a la variación producida entre el componente monetario
presupuestado y el componente monetario real respecto de los costos absorbidos, que será
trasladado o las cuentas que servirán de costeo.
a)
b)
c)
a costos aplicados
Costos aplicados
A costos reales
a), b), c) por las variaciones.

2) La apertura de dos cuentas: Costo capacidad ociosa anticipada/ costo capacidad ociosa
operativa. Que se debitaran en momentos diferentes la primera al iniciarse el periodo y la
segunda al cierre del periodo cuando se conozca el nivel de actividad real y por
comparación con el nivel de actividad prevista puede alcanzarse el volumen previsto de
actividad no utilizada. El débito de la primera será igual a la capacidad que se decide no
aprovechar multiplicado por la tasa de costos fijos de capacidad presupuestada. El débito de
la segunda corresponderá al volumen previsto de actividad que no ha sido utilizado
multiplicado por las tasas unitarias de costos fijos de capacidad, costos fijos de operación y
de costos semifijos de operación. Al fin del periodo ambas cuentas serán debitadas o
acreditadas por la variación del componente monetario presupuestado. El saldo de estas
cuentas, normalmente deudas, será expuesto en el estado de resultados. El quebranto
producido del no uso de la capacidad no puede ser siempre considerado extraordinario,
pues tiene orígenes diferentes:
a) Una decisión de la empresa de usar una determinada proporción de su capacidad
(capacidad ociosa anticipada).
b) Una caída en el volumen en el periodo por circunstancias ajenas a la empresa y no
previstas por ella y que razonablemente la misma no puede controlar.

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