DE LARGO PLAZO 1-INTRODUCCION A LA PROBLEMATICA DE LA CAPACIDAD
• Aunque existen diferentes matices a la
hora de hablar de la capacidad, se da un denominador común a la hora de definirla. Este lleva a considerarla como la cantidad de producto o servicio que puede ser obtenido en una determinada unidad productiva durante un cierto período de tiempo. • Consideraremos únicamente la capacidad a largo plazo la cual estará fundamentalmente marcada por la estructura fija de la empresa. • Es por ello que las decisiones sobre cambios en la capacidad a largo plazo son de tipo estructural y suelen implicar importantes inversiones, debiendo ser tomadas al más alto nivel de la Dirección empresarial. • La importancia de dicha decisión es enorme. tanto más cuando, una vez ejecutada, es difícil de alterar sin incurrir en elevados costes. • En gran medida, marcará la posibilidad de respuesta de la empresa al mercado, el coste de sus estructuras • Puede decirse que condiciona los límites de la competitividad de la firma; su falta puede provocar disminución del servicio y pérdida de clientes, reducción de la cuota de mercado, decremento del nivel de calidad, etc.; • su exceso puede llevar a una disminución de precios para estimular la demanda, a mantener equipos y personal ocioso, a un exceso de inventarios, etc., con el consiguiente perjuicio en los márgenes obtenidos • Lo dicho anteriormente no debe hacemos pensar que un cierto volumen de estructura fija implique necesariamente una determinada capacidad a largo plazo. • De hecho, puede ocurrir que una empresa mantenga como estrategia la subcontratación de una parte de las actividades necesarias para la consecución de los productos finales. • Es interesante resaltar que la determinación de la capacidad a largo plazo es una decisión compleja, no sólo en sí misma, sino por su interdependencia con otras decisiones importantes de diseño, como pueden ser las que se refieren al producto y al proceso productivo o a la localización de las instalaciones • Dado la importancia del tema antes de seguir adelante, conviene hacer algunas precisiones sobre las unidades de medida de capacidad a largo plazo y sobre su concepto. • En la definición dada inicialmente, la palabra producto o servicio debe considerarse en sentido amplio como salida/output de la firma. • Para muchas empresas resulta fácil emplear una medida de capacidad agregada especialmente en procesos, claramente repetitivos, como por ejemplo, automóviles/año, barriles de cerveza/año, toneladas de cemento/mes, kilómetros/año. • Sin embargo, en otras ocasiones (como puede ser el caso de una fábrica de electrodomésticos, de un taller de reparaciones, de un hospital o de un restaurante) nos encontramos con compañías que se dedican a la fabricación de múltiples productos o que administran diversos tipos de servicios, con procesos menos repetitivos. • En dichas circunstancias, resulta difícil encontrar una medida común claramente representativa, pues una determinada capacidad puede dar lugar a infinitas combinaciones posibles en cuanto a cantidades de los productos o servicios mencionados. • Sabemos que, para un determinado sistema productivo, la cantidad de producto, o servicio obtenido en un período de tiempo depende de los recursos disponibles para su obtención. • Este hecho hace que, en el caso mencionado, pueda encontrarse una salida al problema de la medición de la capacidad. • Esta consistiría en definirla (sobre todo en el medio y corto plazo), desde el lado de los inputs, como cantidad de recursos disponibles en un cierto período de tiempo (por ejemplo: horas máquina/mes, horas hombre/mes, etc.). • En cualquier caso, a nivel estratégico, que es donde nos situamos ahora, es conveniente contar, cuando ello sea posible, con alguna medida agregada de capacidad del lado de los outputs, pero cuidando de que, en su caso, ésta incorpore, de alguna forma, la diversidad de los mismos (por ejemplo: millas-asiento/mes en el caso de unas líneas aéreas o clientes servidos/día en el de un restaurante). 2-LAS DECISIONES SOBRE CAPACIDAD Y ALGUNOS FACTORES INFLUYENTES • Las preguntas básicas a resolver al tomar la decisión sobre capacidad son cuánta y cuándo se necesita. • También debemos hacemos otra pregunta, interrelacionada con las anteriores: ¿qué tipo de capacidad hace falta? • La respuesta a esta última cuestión depende directamente del (de los) producto(s) o servicio(s) que la empresa haya elegido para desarrollar su actividad . • Para responder a dichas cuestiones siempre encontraremos en la vida de una empresa una decisión inicial seguida de un conjunto de decisiones sucesivas, interrelacionadas con la primera, las cuales perseguirán adecuar la capacidad a la necesaria en función de la demanda que la empresa desee satisfacer en el futuro. • La frecuencia de estas últimas decisiones puede ser muy variable según el tipo de empresa y el sector al que pertenezca, dependiendo de factores como la estabilidad de la demanda, la velocidad del cambio tecnológico en equipos y/o productos, las características de la competencia, etc. • Esta adecuación continua entre capacidad disponible y necesaria se denomina planificación y control de la capacidad, la cual consiste en realizar la conversión de los planes y programas de producción en necesidades de capacidad, estimar la capacidad disponible y desarrollar las acciones pertinentes para la adecuación de ambas. • Esta actividad debe llevarse a cabo tanto a largo, como a medio y corto plazo, dependiendo de los mismos el tipo de soluciones que se adopten. • En el ámbito del largo plazo, que es el que interesa en el presente capitulo, la dificultad en las previsiones suele ser grande (piénsese en la posible evolución de la demanda, de los productos y servicios, de la tecnología, etc.), lo cual complica las decisiones sobre capacidad. • Estas suelen estar marcadas por dos posibilidades: la expansión o la contracción de las instalaciones, en función de las condiciones actuales y previstas. • La contracción, que, en general, trae consigo cierre de plantas y despido de personal. suele emplearse como último recurso. No hay que olvidar que ello implica sacrificar esfuerzo, instalaciones, capital humano y sus conocimientos, • . Es por ello que, cuando es posible, los productos cuya demanda va cayendo, son sustituidos por otros nuevos a los que se transfieren los recursos en cuestión (figura 2.1) • Por lo que se refiere a la estrategia de expansión, conviene resaltar que lo primero que debe hacerse es asegurarse de que la capacidad actual se está utilizando de la mejor forma posible. Figura 2.1-Sustitución de Productos • Por lo que se refiere a la estrategia de expansión, conviene resaltar que lo primero que debe hacerse es asegurarse de que la capacidad actual se está utilizando de la mejor forma posible. • Deberá estudiarse, por tanto, si nos encontramos ante una falta de capacidad instalada o ante una defectuosa utilización de la misma, en cuyo caso, habría que proceder primero a corregir los factores que inciden en el mayor o menor aprovechamiento de la misma. Entre otros, podemos citar: • Factores ligados al diseño del Subsistema de Operaciones: La similitud o la diversidad de los productos o servicios (la primera mejora generalmente el aprovechamiento de la capacidad a través de una más fácil estandarización de métodos y de materiales, influencia el efecto aprendizaje, etc; la complejidad del diseño del producto; la calidad permitida por el proceso; la propia capacidad (tipo y cuantía); aspectos de localización (fuentes de energía o de personal. distancia a los mercados, espacios disponibles para expansión, etc.): distribución en planta; etc. • Otros factores: Aspectos humanos (variedad de las actividades, entrenamiento, experiencia, motivación, etc.); aspectos operativos (programación de operaciones, políticas de mantenimiento. gestión de materiales, etc.); causas externas (estándares de producción, iní1uencia sindical. regulaciones sobre seguridad, etc.), entre otros. Figura 2.2- Los costes internos como función de la producción. Figura 2.3- Economías y deseconomías de escala al cambiar de dimensión. • Se supone, pues, que si una firma se encuentra en la dimensión más pequeña de la Figura 2.3, a un nivel de producción sostenido y a la derecha de OE1 y con una estimación clara de que la demanda permanecerá creciente, decidirá expandirse a una dimensión superior y aprovechar las economías de escala. Tendrá que decidir además si lo hará en saltos pequeños y más numerosos (por ejemplo: P1 * P2 * P3 * P4 *) o grandes y menos numerosos (por ejemplo: P1 * P4 *). Figura 2.4- Tamaño y programación de los incrementos de capacidad. Cuadro 2.1- Influencia de distintos factores en el tamaño de los incrementos de capacidad • Hay que señalar que, sin embargo, al ir creciendo, puede llegar un momento en el que aparezcan deseconomías de escala, provocadas, entre otras causas, porque existen factores tales como la comunicación, la gestión, la organización y administración, que se vuelven más complejos y costosos con el tamaño de la empresa, contrarrestando las ventajas obtenidas con el crecimiento (Figura 2.3, OE5) y cobrando relevancia, además, el sentimiento de pérdida de enfoque por parte de los directivos al aumentar la dimensión • Es curioso observar que, en los últimos años, las deseconomias de escala suelen aparecer antes de lo que podría suponerse; ello, unido a las mejoras tecnológicas que permiten hacer más con un determinado tamaño de planta y a la mayor posibilidad de especialización en plantas más pequeñas, ha hecho que no esté tan clara la ventaja de crecer hacia plantas grandes y que exista una tendencia a preferir, en muchos sectores, varias plantas de dimensiones más reducidas en lugar de una o pocas de gran tamaño. Figura 2.5- Actitudes ante el incremento de capacidad. • Cualquiera que sea la estrategia elegida en cuanto al tamaño y programación del crecimiento, podemos encontramos con tres actitudes típicas de reacción en cuanto a los aumentos de capacidad Lógicamente, los factores que llevan a una u otra situación difieren. En el primer caso (Figura 2.5a), éstos podrían ser: • Demanda variable. • Ir por delante de la competencia en la consecución de la cuota de mercado. • Altos costes derivados de una posible insatisfacción de la demanda. • Cambios frecuentes en el mix del producto. • Bajo coste por capacidad ociosa. • Altos beneficios esperados por la introducción de nuevos productos, etc. En el lado opuesto, factores que frenan la expansión hasta el último momento (Figura 2.5b) pueden ser: • Alta inversión inicial. • Incremento de los costes fijos. • Poca fiabilidad de la previsión de demanda. • Disminución del riesgo derivado del cambio tecnológico que provocaría obsolescencia. etc. • Un concepto de interés relacionado con lo anteriormente expuesto es el denominado economías de alcance, las cuales se obtienen cuando es posible ofrecer mayor variedad de productos en una planta flexible a menor coste que si se hiciesen en varias plantas separadas. • Entre otras causas, ello es posible hoy día al enorme desarrollo de la automatización programable. que permite cambiar de un producto a otro de forma rápida y poco costosa, y tenemos un abaratamiento de costes análogo al que encontrábamos en las economías de escala, con la diferencia de que, en el presente caso, gracias a la flexibilidad. los costes se reparten entre un mayor número de líneas de productos. • Otro factor a considerar a la hora de decidir cuánta capacidad añadir es la competencia. Así, por ejemplo, un gran aumento de capacidad puede ser aconsejable si ésta coloca a la empresa en posición de liderazgo y puede hacer desistir a la competencia de posibles expansiones por temor a una posible situación de exceso de capacidad. • Si, por el contrario, es nuestra empresa la que tiene dicha situación, podríamos renunciar a una hipotética expansión para evitar la depresión de precios y de rentabilidad. • La forma en que se incrementa la capacidad no debe ceñirse únicamente a aspectos de coste, pues se trata de una decisión multicriterio en la que hay que tener en cuenta simultáneamente distintos factores, cuya importancia relativa dependerá de cada caso y de la subjetividad del decisor al considerar cada una de ellas. • Los comentarios anteriores muestran que, además del problema de decidir cuánto y cuándo crecer, también aparece el derivado del cómo hacerlo, el cual llevará a tomar el camino de una o pocas plantas grandes o de un mayor número de plantas más reducidas. • Es importante resaltar que la percepción de una necesidad de capacidad en la empresa no tiene por qué llevar necesariamente a invertir en nuevas plantas o a expandir de forma general las plantas actuales. • Así, por ejemplo, debe tenerse en cuenta que la capacidad de una instalación viene marcada por el(los) centro(s) de trabajo (CT) que representa(n) cuello(s) de botella pues, en el resto, existe capacidad ociosa y sería inútil incrementarla aún más). Por tanto, si se localiza(n) dicho(s) cuello(s) de botella y se aumenta su capacidad, veremos que, paralelamente, subirá la del conjunto de la instalación a medida que va utilizándose la capacidad ociosa del resto de los CT. Otra posibilidad de incrementar la capacidad de forma no muy costosa puede proceder de algún tipo de reestructuración y mejora de los productos y/o actividades actuales. Así: • El rediseño del producto puede llevar a la reducción de los tiempos de preparación y de operación, a cambios en el tipo de equipo necesario, etc. • La mejora en la fiabilidad de los componentes puede reducir el número de productos defectuosos y de los reprocesamientos, las paradas en el proceso, etc. • Cambios en el mix de productos (por ejemplo: reduciendo el número de los mismos se reducirán los tiempos de preparación y se producirán las ventajas derivadas de series más largas. Ello podrá hacerse cuando sea posible combinarlo con una elección de clientes que acepten dicho mix de forma que no se dañe la demanda). • Cambios en la tecnología de los procesos empleados pueden resultar en distintos tiempos de preparación, cambio y operación y, consiguientemente en la cantidad de productos obtenidos por unidad de tiempo. • Cambios en las técnicas de programación de la producción pueden mejorar la ejecución y, de forma indirecta. la capacidad de las instalaciones, etc. 3- PLANIFICACION y CONTROL DE LA CAPACIDAD A LARGO PLAZO. ASPECTOS DE INTERES . • Recordemos que el objetivo de la planificación y control de la capacidad no es otro que el de adecuar la capacidad existente con las necesidades derivadas de la demanda a satisfacer, y ello de la forma más eficiente y económica posible • Aunque en el presente capítulo nos ceñiremos al largo plazo, esta definición, así como las fases a seguir en el proceso de planificación y control, también son válidas a medio y corto plazo. Estas son: • Realizar una evaluación de la capacidad actual y proyectarla hacia el futuro, obteniendo así las disponibilidades de la misma. • Hacer una estimación de las necesidades de capacidad en el horizonte temporal elegido, basada en las previsiones sobre la demanda o en los planes de producción a satisfacer durante aquel • Observar las divergencias entre necesidades y disponibilidades y definir las posibles alternativas que permitirían su eliminación. • Evaluar las distintas alternativas teniendo en cuenta las implicaciones cuantitativas y cualitativas de cada una de ellas. • Seleccionar una alternativa. • Implementar y controlar los resultados. 3.1-Cálculo de la capacidad disponible a largo plazo • Una vez en posesión de una medida correcta actual, debemos realizar una proyección de la misma hacia el futuro de acuerdo con el horizonte temporal elegido. • A la hora de hacerlo ha de tenerse en cuenta que la capacidad no permanecerá constante a lo largo del tiempo. • Por lo que respecta al largo plazo, dos factores de cambio importante son la reducción provocada por el envejecimiento de las instalaciones y el incremento producido por el efecto aprendizaje, • A medida que pasa el tiempo, aumentan las averías en los equipos, éstos dan lugar a más defectos, son más lentos y van desgastándose. provocando todo ello una paulatina disminución de la capacidad. Esta puede frenarse con una adecuada política de mantenimiento preventivo y reposición, basada fundamentalmente en inspeccionar los equipos y reemplazar las partes vulnerables de los mismos antes de que se produzca la avería, bien cada vez que transcurra un cierto período. bien al cabo de un cierto tiempo de utilización. • Por lo que respecta al efecto aprendizaje, éste implica una mejora en el tiempo de proceso, la cual tiene lugar como consecuencia de la experiencia adquirida en la realización de las tareas.. Este efecto se suele ver en las denominadas curvas de aprendizaje 3.2-La determinación de las necesidades de capacidad • La base de una correcta planificación a largo plazo es tener una buena previsión de la demanda • ¿quién puede asegurar que, después de tanto tiempo, estaremos desarrollando exactamente los mismos productos o servicios? • ¿Se mantendrán los gustos de los consumidores? • ¿cómo estar seguros de cuáles serán las futuras tecnologías?, • ¿podemos asegurar que los procesos de producción seguirán siendo los mismos? • Además de los aspectos mencionados, se añaden otros factores que incrementan la complejidad de la decisión, tales como las posibles acciones de la competencia, la evolución de los precios de productos alternativos (por ejemplo, para una compañía eléctrica, las energías alternativas a la electricidad), cambios demográficos, etc. • La previsión de la demanda a largo plazo servirá para algo más que para determinar las necesidades de capacidad de los productos actuales; así, por ejemplo, una demanda en declive sería indicativa de la necesidad de introducir nuevos productos y/o de actuar sobre los existentes de forma que se altere la tendencia. • Del mismo modo, demandas cíclicas pueden indicar la necesidad de buscar la introducción, de productos con ciclos complementarios de forma que se logren unas necesidades de capacidad más estables. Figura 3.1-Ilustración de una curva de aprendizaje. • Existen autores que opinan, con bastante sentido, que los métodos cualitativos y los métodos causales de previsión son los más apropiados, aunque también los más costosos para prever la demanda. • La selección del método más apropiado a cada caso concreto dependerá de distintos factores, tales como: el grado de sofisticación del usuario y del método, el tiempo y los recursos disponibles, la utilización o las características de la decisión a tomar, la disponibilidad de datos y la forma de las series temporales. • Con frecuencia, la previsión de demanda a este nivel se hace a partir del (de los) producto(s) o servicio(s) en cuestión para el total del mercado; multiplicándola por la cuota de la empresa en concreto (estimada previamente) llegaremos a la demanda de la misma. • A partir de la demanda estimada y de los objetivos y estrategias de la empresa se desarrollará el Plan Financiero y el Plan de Producción a largo plazo. Para determinar las necesidades de capacidad para desarrollar este último en términos agregados, se pueden emplear las mismas unidades utilizadas para medir las disponibilidades de la demanda. • Teniendo en cuenta las consideraciones anteriores se llegará a la determinación de las necesidades de capacidad a largo plazo, las cuales no tienen por qué constituir la traducción exacta de la demanda estimada. • En algunas ocasiones puede ocurrir que no existan suficientes recursos para satisfacer esta última, en cuyo caso podría renunciarse a una parte de ella, lo cual repercutiría en la capacidad necesaria. En otros casos, por el contrario, la empresa puede decidir (suponiendo recursos suficientes) mantener un cierto colchón de capacidad por encima de la estimada con objeto de permitir, entre otros alguno(s) de los siguientes objetivos: • Tener capacidad extra para ocasiones en que la demanda supere a la esperada, lo cual es posible dada la aleatoriedad de la misma. • Posibilidad de satisfacer la demanda en los períodos pico. • Aumentar la flexibilidad en cuanto a permitir cambios en las necesidades de productos o en su demanda por parte de los clientes. • Garantizar las cotas de calidad de los productos o servicios, que, a veces, se deterioran cuando se trabaja al límite de capacidad. En cualquier caso, y al igual que ocurría en el cálculo de la capacidad disponible, también habrá que tener en cuenta los factores de eficiencia y utilización, así como los posibles productos defectuosos que resultarán del nivel de calidad que caracterice a la empresa. En general. si la medimos en unidades de recursos, la capacidad necesaria se obtendría como : • El sumatorio de los productos de las demandas anuales (en unidades de productos) por los recursos necesarios para cada unidad. • Más el colchón de capacidad (por ejemplo, un porcentaje de la cifra anterior). • Dividido por el producto de los factores mencionados. 3.3-Alternativas para adecuar a largo plazo la capacidad disponible a la necesaria
• La elección correcta a las distintas alternativas posibles
para eliminar la divergencia entre capacidad disponible y necesaria a largo plazo no es tarea fácil, debido sobre todo, al cambio acelerado que caracteriza la actividad económica en nuestros días y al horizonte temporal en el que nos moveremos. • A ello se une el que a cada alternativa estará ligada la respuesta a varias preguntas interrelacionadas, ¿cuánta capacidad?, ¿de qué tipo?, ‘en qué momento?, ¿dónde?. La naturaleza a largo plazo de esta decisión empuja hacia la alternativa de instalaciones flexibles, que permitan adaptarse a posibles cambios futuros. De esta modo, en el caso de una expansión, puede ser importante prever condiciones que faciliten un futuro crecimiento y que minimicen los costos del mismo; Para el caso de expansión, posibles alternativas no excluyentes para adecuarse a los cambios de capacidad a largo plazo pueden ser: • Construir o reabrir nuevas instalaciones • Expandir, modificar y actualizar las instalaciones existentes y/o su forma de uso, de modo que se pueda obtener mayor capacidad. • Establecer redes de subcontratación para el suministro de componentes o incluso de productos terminados • Reabrir instalaciones que estén inactivas. Para el caso de contracción de capacidad, posibles vías de actuación pueden ser: • Dar otro uso a parte de las instalaciones o ponerlas en reserva de forma que permanezcan inactivas en espera de una posible utilización ulterior. • Vender instalaciones e inventarios y despedir o transferir mano de obra. • Desarrollar nuevos productos o servicios de forma que sustituyan a aquellos con demanda en declive. Aunque el número de alternativas y combinaciones puede resultar elevado, siempre será posible reducirlas antes de iniciar el proceso de evaluación a partir de las características de la empresa y del sector asi como del marco estratégico de aquéllas. 3.4- Evaluación de alternativas • Antes de evaluar las distintas alternativas deben tenerse claros los distintos criterios a emplear. Entre ellos, son especialmente importantes los económico-financieros, los cuales reflejarán la conveniencia de la decisión de inversión en capacidad bajo dicho punto de vista. Métodos como las gráficas de punto muerto, el valor capital o la tasa de rendimiento interno pueden ser útiles para este propósito. Factores fundamentales a considerar. según el método empleado, serían los distintos costes, ingresos y gastos, valor capital de la alternativa en cuestión, etc. • Dado que difícilmente dichos datos podrán conocerse con certeza, deberemos introducir la aleatoriedad en la evaluación; para ello, métodos como los árboles de decisión podrían ser de utilidad. La elección de una u otra técnica dependerá, en cualquier caso, del tipo de problema de capacidad a resolver y de las características que li definan, tanto de la propia empresa como del entorno en que desarrolle su actividad. • Al evaluar las distintas alternativas no sólo deberán tenerse en cuenta, a pesar de ser fundamentales, criterios cuantitativos y medibles en unidades monetarias. Siempre existirán factores cualitativos de gran importancia que deberán estar presentes en la toma de decisiones definitivas. Por ejemplo • Grado de compatibilidad con el personal existente. • Posibles reacciones de la opinión pública (por ejemplo, no será lo mismo construir una planta hidráulica que una nuclear). • Grado de reacción de la competencia. • Riesgo de obsolescencia tecnológica, etc.