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Bloqueadores Neuromusculares
Bloqueadores Neuromusculares
FACULTAD DE MEDICINA
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD
LICENCIATURA EN ANESTESOLOGIA E INHALOTERAPIA
MODULO VIII, CICLO 2023
BLOQUEADOES NEUROMUSCULARES
INTEGRANTES
JENNIFER GABRIELA CAMPOS MONTERROSA CM19142
ROBERTO CAMPOS VALLE CV14021
GRUPO #5
INTRODUCCION .................................................................................................... 3
OBJETIVOS ............................................................................................................ 4
ASPECTOS FISIOLOGICOS Y FARMACOLOGICOS DE LOS BLOQUEADORES
NEUROMUSCULARES .......................................................................................... 5
SISTEMA NEUROMUSCULAR............................................................................... 7
CLASIFICACIÓN DE LOS BLOQUEADORES NEUROMUSCULARES ................. 8
INDICACIONES DE LOS BLOQUEADORES NEUROMUSCULARES .................. 9
REVERSIÓN DE BLOQUEADORES NEUROMUSCULARES ............................... 9
BROMURO DE PANCURONIO (PAVULON)......................................................... 10
BESILATO DE ATRACURIO (TRACRIUM) ............................................................ 11
CLORHIDRATO DE MIVACURIO (MIVACRON) .................................................... 11
BESILATO DE CISATRACURIO (NIMBEX) .......................................................... 12
BROMURO DE VECURONIO (NORCURON) ...................................................... 13
SUCCINILCOLINA ................................................................................................ 14
CONCLUSIÓN ...................................................................................................... 17
INTRODUCCION
En el campo anestésico, la capacidad de modular la actividad muscular de manera
precisa y temporal es esencial para diversos procedimientos. Los bloqueadores
neuromusculares, una categoría de fármacos diseñada con este propósito,
desempeñan un papel significativo en la práctica clínica.
Este informe tiene como objetivo examinar de cerca estos agentes farmacológicos,
explorando su mecanismo de acción, aplicaciones clínicas y consideraciones
relevantes en su uso. A través de un enfoque objetivo y práctico, buscaremos
comprender mejor la contribución de los bloqueadores neuromusculares al ámbito
anestésico y las consideraciones importantes para su aplicación segura y eficaz.
OBJETIVOS
General
Estudiar los fármacos utilizados en la práctica anestésica denominados como
bloqueadores neuromusculares usados en la práctica pediátrica.
Específicos
1. Explicar de manera clara y precisa aspectos generales de los bloqueantes
neuromusculares.
2. Reconocer los bloqueadores neuromusculares despolarizante y no
despolarizantes.
3. Identificar las dosis de los bloqueantes neuromusculares en población
pediátrica.
ASPECTOS FISIOLOGICOS Y FARMACOLOGICOS DE LOS BLOQUEADORES
NEUROMUSCULARES
Para iniciar una contracción muscular, un potencial de acción va desde el sistema
nervioso central hacia la terminal nerviosa, en donde ocasiona una entrada de calcio
para iniciar la liberación exocitótica de acetilcolina dentro de la hendidura sináptica.
La acetilcolina libre se difunde a través de la hendidura sináptica y se une a los
receptores de acetilcolina en la terminación motora de la fibra muscular.
Una vez hecha esta unión, los receptores pasan por un cambio conformacional que
ocasiona una breve apertura en los canales de sodio. Cuando los receptores de
acetilcolina han sido activados en suficiente cantidad el potencial de membrana
desciende, activándose el voltaje dependiente de los canales de sodio, adyacentes
a la membrana muscular; de este modo se propaga el potencial de acción a través
de la fibra muscular, lo que resulta en una contracción muscular. La acetilcolina se
separa de su receptor y es hidrolizada por la acetilcolinesterasa que se encuentra
en la unión neuromuscular, lo que conduce a la repolarización inmediata del
músculo y lo mantiene listo para la siguiente contracción muscular.
La unión neuromuscular atraviesa por diferentes cambios durante su desarrollo
durante los dos primeros meses de vida, al inicio de su desarrollo numerosos
receptores de acetilcolina se encuentran dispersos a lo largo de su longitud. Cuando
ocurre la inervación, los receptores de acetilcolina se agrupan en las áreas de
contacto con el nervio y los receptores de salida extrasinápticos; en esta etapa
existe un incremento en su actividad metabólica. Los receptores también presentan
cambios funcionales y fenotípicos en su etapa de receptor inmaduro--receptor
maduro. Estos cambios se presentan a nivel de la transcripción.
Existen dos situaciones en las cuales la presencia de receptores inmaduros tiene
relevancia clínica importante. La primera es en el recién nacido; la mayor parte de
la maduración de la transmisión neuromuscular es en los dos primeros meses de
vida pos-concepcional. La maduración de la transmisión neuromuscular resulta en
una mayor variabilidad en la respuesta a la administración de los bloqueadores
neuromusculares.
La segunda es en el músculo denervado. Cuando un músculo pierde su inervación,
los receptores de acetilcolina se revierten a isoformas inmaduras y los receptores
de acetilcolina extrasinápticos inmaduros, que se encuentran en estado latente, se
activan. Estos cambios pueden alterar la respuesta clínica de los bloqueadores
neuromusculares.
Los bloqueadores neuromusculares impiden la transmisión de un impulso eléctrico
hacia el músculo, alterando la interacción normal de la acetilcolina con los
receptores postsinápticos de acetilcolina. Los bloqueadores neuromusculares
agonistas se unen a los receptores de acetilcolina, ocasionando despolarización de
la membrana; los fármacos antagonistas son inhibidores competitivos que ocupan
los receptores de acetilcolina, pero no despolarizan a la membrana. Estos agentes
son los bloqueadores neuromusculares no despolarizantes.
Los bloqueadores neuromusculares se administran por vía endovenosa y se
distribuyen en el espacio extracelular antes de llegar a los receptores; esto influye
en la concentración final de los fármacos, que se distribuyen poco en los tejidos,
son metabolizados en el hígado y eliminados por vía renal. El inicio de acción, vida
media y eliminación son alterados por patología hepática y renal, trastornos
hidroelectrolíticos, administración previa de esteroides, disminución de la
temperatura, empleo de anestésicos inhalatorios y disminución en el volumen
circulante.
Respecto a lo anterior, existe un gran número de diferencias entre neonatos,
lactantes, escolares y adolescentes que pueden alterar la dosis requerida para un
efecto deseado.
Los lactantes tienen un mayor espacio extracelular (40 a 44% del peso corporal) y
la resultante es un mayor volumen de distribución, por lo que los neonatos
requerirán dosis más altas de bloqueadores neuromusculares para alcanzar el
efecto deseado. Sin embargo, debe considerarse el número relativo de receptores
de acetilcolina. En los neonatos la fase de distribución de un fármaco está influida
por la mayor cantidad de agua corporal y menor cantidad de grasa y músculo.
Los escolares presentan una mayor relación de músculo--grasa que los lactantes y
los adultos; por ende, los escolares tienen una mayor cantidad de receptores de
acetilcolina. A mayor número de receptores también se incrementa la concentración
plasmática de un bloqueador neuromuscular, necesaria para mantener la parálisis
neuromuscular. A los 12 meses de edad el niño ya tiene los valores de líquido
extracelular de un adulto (18%).
Tomando en cuenta que el volumen del líquido extracelular está más relacionado
con la superficie corporal que con el peso, las dosis de los fármacos administrados
son relativamente mayores cuando se administran con relación al peso corporal. A
mayor volumen extracelular, la concentración del fármaco en la placa
neuromuscular es menor (considerando una misma dosis). Esto es compensado en
un inicio por el aumento de sensibilidad de la placa motora, de tal manera que un
neonato necesita la misma dosis de bloqueador neuromuscular que un escolar para
obtener el mismo efecto.
SISTEMA NEUROMUSCULAR
El desarrollo y la maduración del sistema neuromuscular se dan con relación a la
edad; la mielinización de las fibras nerviosas aumenta después del nacimiento, y la
completa ramificación y segmentación proporcionan una inervación completa de la
unión neuromuscular. La masa muscular del prematuro representa 15% del peso
corporal, en el neonato de término es de 20% y en el adulto es de 50%.
Durante el proceso de maduración existe una variabilidad de respuesta clínica a los
fármacos bloqueadores neuromusculares, y son diversos los factores que
contribuyen a la maduración de la transmisión neuromuscular. En el neonato las
unidades motoras son amplias y difusas, un nervio motor se ramifica e inerva
muchas fibras musculares.
El área de superficie de la unión neuromuscular es inmadura y pequeña y la
distribución de los receptores de acetilcolina de la membrana postsináptica está
confinada a un área pequeña. Los canales iónicos están inmaduros, la velocidad de
apertura es superior entre dos y cuatro veces a las que presentan los receptores
maduros; las reservas de acetilcolina son escasas con relación a las del adulto. La
velocidad de contracción muscular de los neonatos y lactantes es menor en los
preescolares; la respuesta a la estimulación sostenida de un nervio motor difiere
entre los escolares y los adultos. La maduración de la placa neuromuscular se
alcanza entre los dos y los tres meses de edad.
Las fibras musculares están formadas por dos grupos: las fibras de tipo I, de
contracción lenta, altamente oxidativas y necesarias para el mantenimiento de la
actividad muscular, y las fibras de tipo II, de contracción rápida, actividad glucolítica
anaeróbica y que manifiestan respuesta de actividad inmediata. La resistencia de
un músculo a la fatiga se correlaciona con la proporción de fibras de tipo I.
El desarrollo de las fibras de tipo I es de gran relevancia para mantener la función
ventilatoria. El diafragma de un prematuro de 30 semanas de edad gestacional tiene
14% de fibras de tipo I, un neonato de término cuenta con 26% y un preescolar con
55%, similar al adulto. Los músculos intercostales son otro grupo muscular
importante para la ventilación; una proporción de fibras de tipo I en la musculatura
intercostal del prematuro con relación al neonato de término es de 19 a 46%.
La maduración de estos grupos musculares ocurre a los dos meses de vida. Estas
características explican por qué la musculatura ventilatoria de un prematuro es más
propensa a la fatiga que la de un lactante. Las fibras de tipo I son más sensibles a
los bloqueadores neuromusculares no despolarizantes que las fibras de tipo II.
El diafragma neonatal tiene pocas fibras musculares de tipo I con relación al
diafragma del escolar y del adulto. Por lo tanto, el diafragma de los lactantes
permanece más activo con relación a los músculos periféricos durante el bloqueo
neuromuscular. El resultado de estas diferencias es que los requerimientos de
fármacos bloqueadores neuromusculares con relación a su administración en
miligramos por kilogramo de peso son más altos en los preescolares y los escolares
que en los lactantes y los adultos.
CLASIFICACIÓN DE LOS BLOQUEADORES NEUROMUSCULARES
De acuerdo con su efecto podemos dividir a los bloqueadores neuromusculares en
despolarizantes y no despolarizantes.
Bloqueadores neuromusculares despolarizantes
SUCCINILCOLINA
(Bloqueador neuromuscular despolarizante)
Dosis para neonatos y lactantes: 3 mg/kg
Dosis para preescolares: 2 mg/kg
Adolescentes: 1 mg/kg
Tiempo de Inicio: 40-60 segundos
Tiempo de Acción: 5 a 10 min
Tiempo de Eliminación: 12-24 h
La succinilcolina es el único bloqueador neuromuscular de este grupo que aún se
sigue empleando en el campo clínico. En el paciente pediátrico su uso rutinario es
limitado en el momento actual. Este fármaco debe emplearse únicamente en
situaciones clínicas muy bien seleccionadas, debido a que sus efectos colaterales
son más acentuados en este grupo etario.
La concertación plasmática de esta enzima puede estar alterada por diversos
factores, como trastornos genéticos y aparición de colinesterasas atípicas, edad
menor de dos meses, desnutrición, pacientes con grandes quemaduras y patología
hepática.
La duración del bloqueo se incrementa si existe una disminución en colinesterasas
plasmáticas (colinesterasas plasmáticas atípicas homocigotas) o una reducción en
su actividad ocasionada por anticolinesterasas o fármacos que antagonicen a las
colinesterasas plasmáticas.
En lactantes y escolares se requieren dosis mayores de succinilcolina por kilogramo
de peso con relación al adulto para alcanzar el mismo grado de bloqueo
neuromuscular, a causa de su mayor volumen de distribución. Se sugiere
administrar una dosis de 3 mg/kg para neonatos y lactantes, 2 mg/kg para escolares
y 1 mg/kg para adolescentes, para alcanzar un grado profundo de parálisis
necesario para facilitar la intubación endotraqueal con estas dosis el bloqueo
neuromuscular se da en menos de 60 seg, y su duración es de 5 a 10 min.
La succinilcolina puede ocupar no sólo los receptores de acetilcolina en la placa
neuromuscular, sino también los receptores a nivel del sistema nervioso central,
ganglios autónomos, médula adrenal, las glándulas secretorias, el músculo cardiaco
y el músculo liso. La administración de succinilcolina a niños puede ocasionar
bradicardia, paro cardiaco y arritmias, por lo que se recomienda administrar una
dosis de atropina previa a la dosis de succinilcolina para prevenir la presentación de
bradicardia.
Dosis mayores o dosis repetidas podrían estimular los ganglios simpáticos
causando taquicardia, arritmias ventriculares o hipertensión arterial; por lo tanto, no
deben emplearse estas dosis.
Es un relajante de gran potencia y de rápido efecto, a las dosis usuales (1 mg/kg)
produce un bloqueo del 100 % que se prolonga por 8-10 min. Aunque a dosis
repetitivas no se observa acumulación de su efecto, se ha descrito que dosis
mayores que 4 mg/kg o por su administración en forma continua en un período
mayor de 30 min puede cambiar su respuesta a la neuroestimulación y producirse
el denominado bloqueo fase II.
En este caso particular este bloqueador neuromuscular despolarizante adopta
características propias a la de un agente no despolarizante con respuestas similares
para la estimulación tetánica y de facilitación postetánica.
La hiperkalemia es una complicación importante. La despolarización inducida por la
succinilcolina resulta en un incremento en los niveles de potasio mayores o similares
a 0.5 mEq/L en pacientes sanos. La hipertermia maligna se presenta en pacientes
susceptibles a manifestar esta patología. Se considera una enfermedad hereditaria
autosómica dominante del músculo esquelético y es más frecuente en el sexo
masculino.
CONCLUSIÓN
La seguridad y eficacia de los bloqueadores neuromusculares se han vuelto
evidentes, pero no sin desafíos. La necesidad de una administración precisa, la
consideración de posibles efectos adversos y la importancia de revertir sus efectos
al término del procedimiento son aspectos críticos que merecen atención continua.
Es importante destacar la importancia de un uso reflexivo y basado en evidencia de
estos agentes. Su capacidad para facilitar intervenciones quirúrgicas más seguras
y eficientes es innegable, pero solo a través de una comprensión profunda y una
aplicación prudente podemos maximizar sus beneficios y minimizar sus riesgos
asociados.
BIBLIOGRAFIA