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JORGE HERNÁN DÍAZ SOTO

Magistrado Ponente

STP-2023
Radicación nº 132918
(Aprobado Acta n° 170)

Bogotá, D.C., doce (12) de septiembre de dos mil veintitrés


(2023).

I. ASUNTO

1. Se pronuncia la Sala en relación con la demanda de tutela


presentada por ERNESTO GAMBOA MORALES y JORGE LUIS
BARONE GONZÁLEZ, contra la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial, por la presunta vulneración de sus derechos
fundamentales al interior del proceso disciplinario No.
76001110200020190094501, que se adelantó en su contra.

2. A la presente actuación fueron vinculados como terceros


con interés las partes e intervinientes del proceso disciplinario
76001110200020190094501, al Consejo Seccional de la
Judicatura, a la Comisión Seccional de Disciplina Judicial del
Radicado 11001023000020230099600
Número interno 132918
Tutela de primera instancia
Ernesto Gamboa Morales
y Jorge Luis Barone González

Valle del Cauca, a la Unidad Nacional de Registro de Abogados y


Auxiliares de la Justicia y a la oficina de cobro coactivo de la
Dirección Ejecutiva de Administración Judicial Seccional Valle
del Cauca.

II. ANTECEDENTES Y FUNDAMENTOS DE LA ACCIÓN

3. De acuerdo con el escrito de tutela y los documentos


anexos, se aprecia lo siguiente:

3.1. Desde finales del año 2013, Pinturas y Adhesivos S.A.


Pyasa S.A. (en adelante Pyasa S.A) contrató la asesoría legal de
la firma de abogados Gamboa y Acevedo, producto de tal
servicio la citada empresa otorgó poder a los abogados
ERNESTO GAMBOA MORALES y JORGE LUIS BARONE
GONZALÉZ con el fin de presentar una demanda civil por
responsabilidad extracontractual contra Hexión Química S.A.
La actuación fue radicada el 29 de noviembre de 2016 ante el
Centro de Servicios Judiciales de Bogotá que asignó mediante
reparto al Juzgado 8° Civil del Circuito de la misma ciudad.

3.2. El Juez 8° Civil del Circuito de Bogotá remitió por


competencia a los Juzgados Civiles de Cali, donde correspondió
el conocimiento de las diligencias al Juzgado 14 Civil del
Circuito de la Capital del Valle del Cauca.

3.3. El 11 de abril de 2018, JORGE LUIS BARONE


GONZALÉZ renunció al poder otorgado sin informar a su
poderdante. El 5 de junio siguiente se aceptó la renuncia y se
ordenó a la demandante notificar a la demandada, acto que no
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y Jorge Luis Barone González

se llevó a cabo y provocó que a través de auto del 5 de junio de


2018 se declarará el desistimiento tácito de la demanda.

3.4. El 19 de diciembre de 2018, José Gregorio Contreras,


en calidad de representante legal de Pyasa S.A, presentó una
queja disciplinaria contra los abogados ERNESTO GAMBOA
MORALES, JORGE LUIS BARONE GONZÁLEZ y Eduardo
Gamboa Mahecha, relacionada con la gestión profesional
adelantada en relación con la demanda civil promovida en
contra de Hexión Química S.A.

3.5. Correspondió la actuación a la Comisión Seccional de


Disciplina Judicial del Valle del Cauca, la cual, el 28 de junio de
2022, en audiencia de pruebas y calificación provisional,
formuló cargos contra GAMBOA MORALES y BARONE
GONZÁLEZ por faltas disciplinarias contra la debida diligencia
profesional, establecidas dentro los numerales 1° y 2° del
artículo 37, y contra la lealtad con el cliente, fijada en el literal c
del articulo 34 la Ley 1123 de 20071.

3.6. El 19 de agosto de 2022, la citada autoridad profirió


sentencia en la que declaró responsables disciplinariamente a
JORGE LUIS BARONE GONZÁLEZ y ERNESTO GAMBOA
MORALES por cometer falta contra la debida diligencia
profesional establecida en el numeral 1 del artículo 37 a título
1
ARTÍCULO 37. Constituyen faltas a la debida diligencia profesional:

1. Demorar la iniciación o prosecución de las gestiones encomendadas o dejar de hacer


oportunamente las diligencias propias de la actuación profesional, descuidarlas o
abandonarlas.

2. Omitir o retardar la rendición escrita de informes de la gestión en los términos


pactados en el mandato o cuando le sean solicitados por el cliente, y en todo caso al
concluir la gestión profesional.
[…]
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de culpa. En consecuencia, los sancionó con dos meses de


suspensión en el ejercicio de la profesión y multa de dos
salarios mínimos legales vigentes para el año 2018.

3.7. ERNESTO GAMBOA MORALES apeló la anterior


determinación arguyendo: i) la falta de competencia funcional de
la primera instancia debido a la intervención de un mismo
magistrado en las etapas de instrucción y juzgamiento, ii) falta de
competencia territorial de la Seccional del Valle del Cauca debido
a que los hechos ocurrieron donde se recibió el encargo, a saber,
Bogotá y iii) incongruencia entre la formulación de cargos y la
adecuación por la cual se sancionó ya que, en la primera, el cargo
consistía en dejar de hacer oportunamente las diligencias propias
de la actuación, mientras que la sanción fue por demorar la
prosecución de las gestiones encomendadas.

Aunado a lo anterior, señaló actuar en cumplimiento del


deber legal de no ejecutar acciones perjudiciales al cliente, siendo
aplicable la causal de exclusión de responsabilidad disciplinaria
fijada en los numerales 2 y 4 del artículo 22 de la Ley 1123 de
2007.

Por su parte, el apoderado de JORGE LUIS BARONE


GONZÁLEZ también presentó recurso de apelación. Reiteró los
argumentos dados por GAMBOA MORALES y adujó que la
supuesta demora en la prosecución de las diligencias
encargadas se debió a la dilación de Pyasa S.A., en la
contratación de un perito para la tasación de daños y perjuicios
imprescindible para la prosperidad de las pretensiones y la
omisión de cumplir los requerimientos del despacho judicial
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para que se notificara a la parte demandada meses después de


aceptada su renuncia.

3.8. Mediante sentencia de 1 de marzo de 2023 la Comisión


Nacional de Disciplina Judicial confirmó el fallo de primera
instancia bajo los siguientes fundamentos:

3.8.1. En materia del cuestionamiento a la competencia


funcional, aseveró que el proceso se cumplió con estricto apego al
marco legal aplicable, especialmente ajustado a las reformas de la
Ley 2094 de 2021 y Ley 1123 de 2007. A lo dicho sumó que la
sentencia C-440 de 2022 declaró exequibles los artículos 103 y
106 de la citada Ley 1123, con énfasis en que la imparcialidad no
se ve afectada unívocamente por el solo hecho de participar un
mismo funcionario de las etapas de instrucción y juzgamiento.

3.8.2. En cuanto a la violación del factor de competencia


territorial, afirmó que en consideración a que las sanciones están
vinculadas a conductas irregulares dentro de un proceso de
conocimiento de un Juzgado Civil de Cali, se concluye que los
hechos ocurrieron allí y por ende la Comisión Seccional de
Disciplina del Valle del Cauca era la autoridad competente para
adelantar la acción disciplinaria.

3.8.3. En lo que versa frente a la falta de congruencia entre


la formulación de cargos y la sentencia, expresó que el fallo
apelado se sustentó en que los sancionados omitieron notificar al
demandado de la admisión de la demanda. Por consiguiente, la
declaratoria de responsabilidad disciplinaria se basó en un «dejar
de hacer» que guarda plena identidad con los cargos
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formulados. Además, destacó que el uso del verbo «demorar»


dentro de la providencia bajo análisis fue intrascendente y no
implicó un cambio en los cargos.

3.8.4. Finalmente indicó que la demanda de responsabilidad


civil extracontractual objeto del servicio jurídico dado por los
disciplinados a Pyasa S.A., fue admitida el 30 de agosto de 2017 y
la renuncia al poder fue presentada el 11 de abril de 2018, es
decir, corrieron más de 8 meses sin llevar a cabo la gestión.

3.8.5. Ahora, frente a la justificación de no llevar a


cabo la notificación por necesidad de adjuntar un peritaje
con la tasación de daños y perjuicios, recordó que la relación
profesional entre los disciplinados y la persona jurídica
quejosa data -según lo obrante en el proceso- desde finales
de 2013. Conforme a lo expuesto, los recurrentes en
apelación tuvieron más de 3 años antes de la presentación
de la demanda encomendada -29 de noviembre de 2016-
para exigir a la poderdante la realización de la experticia
bajo comento.

3.8.6. Corolario de lo anterior, los 8 meses de


inactividad de los abogados GAMBOA y BARONE no es una
dilación razonable e implica que los citados juristas no
obraron en consonancia con la relevancia que predican tenía
la pericia para la procedencia de las pretensiones. Inclusive,
no es lógico que de alguna forma la notificación de la
demanda pueda ser perjudicial para los demandantes.

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4. ERNESTO GAMBOA MORALES y JORGE LUIS BARONE


GONZALÉZ promovieron la presente acción de tutela para que se
declaré que la providencia de segunda instancia proferida por la
Comisión Nacional de Disciplina Judicial vulneró su derecho al
debido proceso2 dado que, en su criterio, se configuró un
defecto procedimental absoluto «al haberse evidenciado una
variación entre los cargos presentados en el auto de formulación
de cargos y los cargos por los cuales fueron condenados los
procesados en primera y segunda instancia».

Apuntaron que esta variación fue relevante, pues fue con


base en la misma que se llevó a cabo la tipificación de la
conducta al momento de sancionar en primera instancia el
proceso disciplinario. Tanto así que por este motivo el
magistrado Juan Carlos Becerra salvó su voto en la decisión
cuestionada en la presente acción constitucional, ya que a su
juicio era procedente la nulidad alegada.

5. Consecuente con lo anterior, pidieron revocar la sentencia


de segunda instancia del proceso disciplinario
76001110200020190094501 y ser absueltos de las sanciones
impuestas.

III. TRÁMITE Y RESPUESTAS


DE LAS AUTORIDADES ACCIONADAS

6. Mediante auto del 31 de agosto de 2023, esta Sala avocó


el conocimiento y ordenó correr traslado de la demanda a los

2
Cabe advertir que la sentencia de primera instancia fue objeto de otra acción
Constitucional de Conocimiento de la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito
Judicial del Valle del Cauca que declaró improcedente tal líbelo.
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accionados y vinculados, a efectos de garantizar su derecho de


defensa y contradicción.

A su vez, se requirió a la accionada y a la Comisión


Seccional de Disciplina Judicial del Valle del Cauca, para que
aportaran copia integra del expediente del proceso disciplinario
llevado contra los accionantes.

6.1. La Comisión Nacional de Disciplina Judicial arguyó que


«los accionantes pretenden hacer valer en un escenario de amparo
constitucional, los mismos postulados que fueron objeto de análisis por
parte de esta corporación, desconociendo que el resguardo tutelar no
puede instrumentarse a manera de recurso de instancia, pues insiste en
tópicos debidamente atendidos en el marco ordinario de la actuación
disciplinaria»

Al respecto, reiteró que los recurrentes pretenden fundar


un error procedimental absoluto a partir de la presunta
variación en la formulación de cargos, basados en el uso del
concepto «demorar» en la sentencia de primera instancia. De la
lectura completa de la providencia, en cambio, es claro que la
tipicidad fue abordada respecto al verbo rector «dejar hacer» y la
mención a la demora responde a que ambos verbos rectores se
presentan dentro de la conducta descrita en el numeral 1 del
articulo 37 de la Ley 1123 de 20073.

3
No esta demás referir la literalidad de precepto legal:

ARTÍCULO 37. Constituyen faltas a la debida diligencia profesional:

1. Demorar la iniciación o prosecución de las gestiones encomendadas o dejar de hacer


oportunamente las diligencias propias de la actuación profesional, descuidarlas o
abandonarlas.
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Ese organismo agregó que en toda la actuación es ostensible


que la defensa se encaminó a cuestionar si se dejó o no de hacer
oportunamente una diligencia propia de la actuación profesional y
también se enfocó en explicar la dilación en notificar el auto
admisorio de la demanda civil entablada en contra de Hexión
Química S.A.

6.2. La Comisión Seccional de Disciplina Judicial del Valle


del Cauca hizo un recuento del trámite impartido por esa
Corporación al proceso disciplinario y adujo que no vulneró los
derechos fundamentales alegados por el accionante.

6.3. Por su parte, la Unidad de Registro de Abogados y


Auxiliares de la Justicia, expresó, en cuanto a los derechos
invocados por los doctores ERNESTO GAMBOA MORALES y
JORGE LUIS BARONE GONZÁLEZ como vulnerados, que su
competencia se limita al registro de la sanción, que solo se
puede efectuar con el respectivo fallo y constancia secretarial;
en consecuencia, solicitó que la Unidad del Registro Nacional de
Abogados y Auxiliares de la Justicia del Consejo Superior de la
Judicatura sea desvinculada, teniendo en cuenta que no ha
vulnerado algún derecho fundamental a los accionantes.

6.4. Los demás vinculados guardaron silencio durante el


término de traslado.

IV. CONSIDERACIONES

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7. De conformidad con lo establecido en el numeral 8º del


artículo 2.2.3.1.2.1 del Decreto 1069 de 2015 (modificado por el
Decreto 333 de 2021), la Sala de Casación Penal de la Corte

Suprema de Justicia es competente para resolver la demanda


de tutela formulada por ERNESTO GAMBOA MORALES y
JORGE LUIS BARONE GONZÁLEZ.

8. Dispone el artículo 86 de la Constitución Política, y así


lo reitera el artículo 1º del Decreto 2591 de 1991, que toda
persona tendrá acción de tutela para reclamar ante los jueces la
protección inmediata de sus derechos fundamentales, cuando
quiera que estos resulten vulnerados o amenazados por acción
u omisión de cualquier autoridad pública o de los particulares
en los casos que la ley contempla; amparo que solo procederá si
el afectado no dispone de otro medio de defensa judicial, salvo
que se utilice como mecanismo transitorio para evitar un
perjuicio irremediable.

9. En atención a la censura formulada por los accionantes,


es necesario acotar que la acción de tutela es un mecanismo de
protección excepcional frente a providencias judiciales; y su
prosperidad va ligada al cumplimiento de estrictos requisitos de
procedibilidad (generales y específicos), que implican una carga
para el demandante, tanto en su planteamiento, como en su
demostración.

9.1. Los primeros se concretan a que: i) la cuestión que se


discuta resulte de evidente relevancia constitucional; ii) se
hayan agotado todos los medios –ordinarios y extraordinarios–
de defensa judicial, salvo que se trate de evitar la consumación
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de un perjuicio irremediable; iii) se cumpla el requisito de la


inmediatez; iv) cuando se trate de una irregularidad procesal,
debe quedar claro que la misma tiene un efecto decisivo o
determinante en la sentencia que se impugna y que afecta los
derechos fundamentales de la parte actora; v) el accionante
identifique de manera razonable tanto los hechos que generaron
la vulneración como los derechos vulnerados y que hubiere
alegado tal vulneración en el proceso judicial siempre que esto
hubiere sido posible y; vi) no se trate de sentencias de tutela4.

9.2. Mientras que los específicos, implican la demostración


de, por lo menos, uno de los siguientes vicios: i) defecto
orgánico (falta de competencia del funcionario judicial); ii)
defecto procedimental absoluto (desconocer el procedimiento
legal establecido); iii) defecto fáctico (que la decisión carezca de
fundamentación probatoria); iv) defecto material o sustantivo
(aplicar normas inexistentes o inconstitucionales); v) error
inducido (que la decisión judicial se haya adoptado con base en
el engaño de un tercero); vi) decisión sin motivación (ausencia de
fundamentos fácticos y jurídicos en la decisión); vii)
desconocimiento del precedente (apartarse de los criterios de
interpretación de los derechos definidos por la Corte
Constitucional) y viii) violación directa de la Constitución (CC C-
590/05).

10. Por el contrario, cuando lo único que se pretende es


insistir en puntos que ya fueron planteados ante los jueces
ordinarios, con el ánimo de que el juez de tutela aborde
nuevamente el debate, la acción resulta improcedente.
4
CC C-590/05; T-780/06; T-332/12 -entre otras.
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Del caso en concreto

11. Sobre los requisitos generales, se evidencia lo


siguiente: (i) el presente asunto es de relevancia constitucional,
en la medida que la decisión censurada involucra derechos
superiores como el debido proceso; (ii) los accionantes no
cuentan con otros medios de defensa judicial, pues contra la
decisión emitida por la Comisión Nacional de Disciplina Judicial
no proceden recursos; (iii) se encuentra acreditado el requisito
de inmediatez, toda vez que acudieron a esta vía excepcional
dentro de un término razonable; (iv) identificó los hechos que
generaron la presunta vulneración de su derecho fundamental;
y (v) no se dirige contra un fallo de tutela. Así las cosas, se
observan acreditados los requisitos generales.

Sin embargo, aunque tales exigencias se verifiquen, los


reclamos que de fondo postulan los demandantes no tienen
vocación de prosperar.

12. Del examen de las providencias del proceso


disciplinario objeto de análisis, en especial la emitida en
segunda instancia que le puso fin, muestra que, contrario a los
fundamentos medulares del libelo de tutela, la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial adoptó su decisión sin vulnerar
la congruencia entre la formulación de cargos y la sentencia,
como a continuación se expone.

En la referida sentencia se indicó:


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De la imputación plasmada en los cargos, advierte la Comisión


que el magistrado instructor enrostró el “dejar hacer la gestión
profesional” toda vez que los acusados durante el tiempo que
tuvieron el encargo no realizaron la notificación del auto
admisorio de la demanda. Ahora si bien es cierto la sentencia en
algún aparte señaló “… que ambos profesionales del derecho
incurrieron en la falta de diligencia que predica el articulo 37
numeral 1 como quiera que demoraron la prosecución de las
gestiones encomendadas”, ello no traduce en afectación al
debido proceso, pues el análisis integral de la providencia sin
duda apunta a demostrar que la tipicidad estuvo reafirmada por
“dejar de hacer” el encargo, tal como lo demuestran los
siguientes apartes de la decisión:
“...”
Con fundamento en lo anterior y continuando con el tema objeto
de debate, se evidencia que, la conducta de los abogados,
referente al incumplimiento del deber de hacer
oportunamente las diligencias propias de la actuación
profesional, se hace visible al no haber actuado de ninguna
manera a favor de su cliente al interior del proceso de
responsabilidad civil extracontractual que se tramitó en la
ciudad de Cali ante el Juzgado 14 Civil del Circuito de Cali bajo
radicado 76-001-31-03-14-2017-00178-00, pues no realizaron
actividad alguna con miras a que tan siquiera se notificara sobre
la admisión de la demanda a la parte demandada mucho menos
a obtener la indemnización por la cual el señor Contreras había
contratado sus servicios, incurriendo con ello en la descripción
típica de dicho postulado.

En ese orden de ideas, a consideración de esta Sala, no existe


motivo exculpante de responsabilidad disciplinaria que
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favorezca a los doctores Jorge Luis Barone González y Ernesto


Gamboa Morales, pues en principio, los abogados en mención
dejaron de hacer las actuaciones propias relacionadas
con la gestión encomendada como quiera que, después de
haberse repartido la demanda a los Juzgados del Circuito de
Cali en julio del 2017, que esta le correspondiera al juzgado 14
Civil del Circuito, se admitiera la misma el 30 de agosto
ordenándose notificar a la parte demandada, no lo hicieron
durante el tiempo que en adelante siguieron representando al
señor José Gregorio, esto es, hasta el 11 de abril del 2018- casi
ocho meses después-; además de que no se le informó –no hay
constancia de ello-, que debía de proceder con la notificación a
efectos de evitar se decretara el desistimiento tácito, como en
efecto aconteció.

13. De lo anterior es claro que la decisión de sancionar a


los libelistas no devino de un cambio en la tipicidad por la cual
se formularon los cargos y aquella por la que se sancionó, sino
que siempre existió identidad respecto de la acción “dejar de
hacer” y la mención a “demorar la iniciación o prosecución de las
gestiones encomendadas”. No aparece, entonces, que haya habido
mutación de la imputación fáctica o jurídica, pues lo que hubo
fue una expresión secundaria, aislada, dentro de la providencia
de primera instancia que no desdice de todo el análisis de
tipicidad hecho dentro del marco de los cargos formulados.

14. Ahora bien, sobre la invocación de la causal excluyente


de responsabilidad debido a que la no notificación del auto
admisorio de la demanda obedeció a evitar un acto perjudicial
del cliente porque faltaba realizar un peritaje para tasar los
daños y perjuicios, la Sala observa que la sentencia objetada
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analizó tal argumento y lo descartó debido al injustificado


periodo de tiempo en que los sancionados no exigieron al
gerente de su representada el aporte de la experticia y porque
dejó en claro que ese argumento exculpatorio no explica por qué
hubiese sido perjudicial notificar el auto admisorio de la
demanda a la contraparte.

15. Bajo ese panorama, no observa esta Sala que se hayan


desconocido los derechos fundamentales alegados por los
censores pues: (i) la decisión de hallarlos responsable de la falta
disciplinaria atribuida está soportada en una valoración
razonable de las pruebas aportadas, (ii) los reclamos que ahora
elevan por esta vía excepcional también fueron propuestos al
interior del proceso disciplinario y resueltos de fondo en sede de
apelación por la entidad demandada, (iii) contrario a lo
sostenido por los quejosos, sí se hizo una valoración jurídica y
probatoria imparcial, suficiente, sin que mediaran en
irregularidades procesales o errores fácticos ostensibles.

Así, es claro para esta Corporación que la providencia


reprochada no se fundamentó en argumentos irrazonables o
con desconocimiento del ordenamiento jurídico o del debido
proceso. Por ende, no se configura el requisito de procedibilidad
de la acción de tutela contra providencias judiciales.

16. Finalmente, es importante recordar que cuando se


presenta una acción de tutela contra una providencia judicial,
no solo se debe demostrar la concurrencia de los requisitos
generales de procedibilidad; sino también la existencia de al
menos un defecto específico, pues de no ser así se estaría
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empleando este medio excepcional como si se tratase de una


tercera instancia a la cual acudir cuando no sale avante la
pretensión en el proceso ordinario, estrategia defensiva que
resulta abiertamente improcedente.

17. Como los censores desconocieron dichos lineamientos,


y lo resuelto por la autoridad judicial demandada se advierte
razonable al amparo del principio de libre formación del
convencimiento, lo procedente será negar el amparo de tutela
invocado.

18. No puede olvidarse que la aplicación sistémica de las


disposiciones normativas, su interpretación ponderada, así
como la apreciación de las pruebas, hacen parte de la órbita de
autonomía e independencia del funcionario judicial y no es
jurídicamente acertado debatirlo en el marco de esta acción
constitucional.

Asumir una postura como la pretendida por los


accionantes, implicaría desconocer y omitir los procedimientos
establecidos, en el caso concreto, en la Ley 1123 de 2007, pues
el mecanismo constitucional ha sido instituido para la defensa
de los derechos constitucionales fundamentales, pero no es una
instancia adicional a la de los jueces u organismos
competentes.

19. Corolario de lo anterior, al no observarse ninguna vía


de hecho en la providencia cuestionada, ni la trasgresión de
derecho fundamental alguno, la demanda no está llamada a

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prosperar. En consecuencia, se negará el amparo constitucional


invocado.

En mérito de lo expuesto, la Sala de Decisión de Tutelas


No. 1 de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de
Justicia, administrando justicia en nombre de la República y
por autoridad de la Ley,

V. RESUELVE

1. Negar el amparo constitucional reclamado por ERNESTO


GAMBOA MORALES y JORGE LUIS BARONE GONZÁLEZ, con
fundamento en lo expuesto en la parte motiva de esta decisión.

2. Notificar este fallo a las partes de conformidad con el


artículo 30 del Decreto 2591 de 1991.

3. Enviar el expediente a la Corte Constitucional para la


eventual revisión de este fallo, en caso de no ser impugnado.

NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE

FERNANDO LEON BOLAÑOS PALACIOS

JORGE HERNÁN DÍAZ SOTO

CARLOS ROBERTO SOLÓRZANO GARAVITO

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NUBIA YOLANDA NOVA GARCÍA


Secretaria

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