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TEORÍAS DEL CONTRATO SOCIAL

Aunque todas las teorías del contrato social derivan o tienen que ver con muchas de las
afirmaciones del Iusnaturalismo moderno (que consideraba que todos los seres humanos
por el hecho de ser racionales poseen ciertos derechos inalienables y universales) todos
los teóricos del contrato social (o contractualistas) desarrollan sus teorías en
confrontación crítica con él. El Iusnaturalismo consideraba que, previo a todo Derecho
positivo (y originado en él) hay un Derecho natural que emana de la naturaleza del ser
humano y que es previo al establecimiento de toda Ley y Estado. Es considerada la
matriz teórica de los Derechos humanos. El Iusnaturalismo racional es laico y
progresivamente ilustrado; considera que el ser humano posee previamente una
racionalidad práctica. Uno de sus primeros y principales exponentes fue Hugo Grocio
(1583-1645).
Para Thomas Hobbes (1588-1679) en el Leviatán, en el Estado de Naturaleza el ser
humano posee igualdad y libertad; guía sus acciones por el instinto de conservación,
pero no es feliz: está inmerso en una lucha feroz, en una guerra perpetua de todos contra
todos. Homo homini lupus (“El hombre es un lobo para el hombre”) –dice Hobbes- y
vive en un estado lamentable, presa de la violencia, aislado, y esclavo del temor a la
muerte violenta. Además, para Hobbes, el ser humano es malo por naturaleza y requiere
de un poder fuerte que le obligue mediante la Ley a obrar bien. El Estado civil se
establece para paliar la situación indeseable de guerra perpetua y garantizar la Paz. El
individuo cede toda su libertad y soberanía al Estado y no la recupera. Hobbes realizó
en su obra una apología de la Monarquía Absoluta basándose en su visión pesimista
sobre la maldad y el egoísmo natural del ser humano: “homo homini lupus”.
Samuel Pufendorf (1632-1694)
A medio camino entre las teorías del contrato social y el Iusnaturalismo (fue filósofo
pero también jurista) comenta críticamente a Hugo Grocio y a Hobbes. Sus
conclusiones, sobre todo en lo relativo a un “doble pacto” fueron ampliamente
influyentes en los teóricos contractualistas posteriores como Locke (contemporáneo
suyo) y Rousseau. Para Pufendorf –quien desarrolla estas opiniones en su obra El
derecho de la naturaleza y de gentes- el Estado de Naturaleza no es la guerra perpetua
de Hobbes y se describe de un modo similar a como lo hará Locke donde hay una
racionalidad práctica previa a la sociedad y derechos inalienables de los individuos
como la Libertad, que deberá ser asegurada en el Estado civil. Así, hay dos momentos
en el paso del Estado de Naturaleza a la sociedad civil:
1º Pactum Asociationis: primer pacto o asociación para integrarse los individuos en la
sociedad civil o pueblo. Se pierde la Multitudo disoluta.
2º Pactum Subiectionis: la sociedad civil pacta con un individuo o una Asamblea la
constitución de un soberano monárquico, aristocrático o democrático un pacto
(Subiectionis) con el que se aliena el poder soberano de cada cual y se cede a un
individuo o una Asamblea quedando los individuos en estado de sujeción total. Aquí se
decide una forma de gobierno.

John Locke 1632-1704 Dos tratados sobre el gobierno civil y Carta sobre la
Tolerancia.
Consideraba que en el Estado de Naturaleza opera una ley natural que es moral; una
racionalidad práctica que, en última instancia depende de Dios. el ser humano no era
malvado, como decía Hobbes, ni el Estado de Naturaleza tan indeseable (no es la guerra
de todos contra todos sino el imperio de la Ley natural). Desde una visión más teológica
que antropológica, Locke considera que en el Estado de Naturaleza el ser humano
gozaba del supremo derecho de la Libertad y en tanto criatura de Dios de la igualdad
entre todos los seres. Ahora bien, la vida en el Estado de Naturaleza no siempre era fácil
y, a menudo se ponían en peligro sus bienes más preciados que le pertenecían por
Derecho natural (derecho a la propiedad, a la vida y a la libertad, también a la salud).
Locke considera que en el Estado de Naturaleza reina la incertidumbre y la precariedad
de la vida (y de sus bienes) y, en ese sentido, la racionalidad práctica que existe en el
Estado de Naturaleza junto a sus derechos inalienables, le conduce al consentimiento o
contrato civil para que se asegure la Paz y la Seguridad de los individuos. La decisión
del pacto es la precariedad, la inseguridad y la incertidumbre que sufren los individuos.
En su obra Dos ensayos sobre el gobierno civil, Locke establece la existencia de una
racionalidad práctica que conduce por pleno y libre consentimiento de todos los
individuos, a la firma de un contrato social liberal donde desarrolla una apología del
Estado Liberal en la forma de una Monarquía parlamentaria. A diferencia de Hobbes,
Locke hizo hincapié en el consentimiento de los individuos al pacto social y en la cesión
solo parcial de su libertad y de su poder (el ejecutivo básicamente) al Estado civil. Para
él una monarquía absoluta no sería legítima y no cumpliría su función de sacar al
individuo del Estado de naturaleza al no haber separación de poderes. Sigue la teoría del
doble pacto de Pufendorf y explica que:
1º El primer pacto (lo que hoy se llama poder constituyente) es el Originario en el que
se da el consentimiento (agreement, contract) y es irrevocable. El pacto y el cuerpo
político constituido por la mayoría. Ahí se prefigura ya qué tipo de gobierno considera
mejor.
2º El segundo pacto (lo que hoy se llama poder constituido) sí es revocable y es el
Estado concreto, el gobierno efectivo y concreto.
Con el Consentimiento constituyente del pacto social el individuo por un acto de su
voluntad libre se somete legítimamente a un estado de sujeción, pero es un acto
inherente a su propia libertad, de modo que ésta no se elimina: no se renuncia al
supremo derecho inalienable del cual emana la sociedad civil, la libertad, sino que solo
se renuncia al Estado de Naturaleza. La sujeción es a un Estado (poder político
constituido desde la sociedad civil que será la que decida el modo de gobierno –la
mayoría-). El Estado debe cumplir su función que no es otro que garantizar y proteger lo
que en el Estado de Naturaleza era inseguro, incierto y precario, mediante la Ley y el
Derecho civil. Debe ser un Estado de Paz y de Seguridad. El individuo solo pierde su
facultad de “ejecutar la ley natural”. Los individuos del pacto (la voluntad u opinión de
la mayoría) forman el cuerpo político del Estado que debe funcionar como “un solo
cuerpo” (Recordad aquí que Spinoza hablaba del Estado como “una sola mente”).
Rousseau (1712-1778)
Considera que el hombre es bueno por naturaleza y que en el Estado de Naturaleza
gozaba de Libertad y de igualdad. El Estado de Naturaleza es descrito en el Discurso
sobre el origen de la desigualdad entre los hombres. El Estado de Naturaleza es previo
a la racionalidad, al derecho y a la moralidad; de ahí que, en esta obra, el Estado de
Naturaleza sea definido como pre-humano. En el Estado de Naturaleza el individuo era
feliz, o al menos, menos infeliz que tras la imposición de la sociedad, la educación y el
Estado, fuente de toda desigualdad y de toda maldad e infelicidad humana.
Aunque no había una razón en el Estado de Naturaleza sí que había un rudimento de
moralidad, gracias al sentimiento natural que le brotaba de PIEDAD y en las mujeres,
también, a través del cuidado de los hijos, el sentimiento de protección y empatía. Por lo
demás el ser humano era puramente instintivo. Rousseau consideró a la propiedad
privada como el origen de toda desigualdad entre los hombres. A partir de ésta es
cuando la vida comenzó a degenerar en el Estado de guerra perpetua donde los
individuos son malvados y egoístas, tal y como describe Hobbes. Esta situación hizo
que se firmara un contrato social ilegítimo que ha conducido al ser humano a la
infelicidad. En el Contrato social, otra de las obras fundamentales de Rousseau,
establece la necesidad de llevar a cabo un segundo contrato social basado en esa
moralidad natural y en los derechos que por naturaleza debería tener el ser humano:
Igualdad y Libertad. En ella la propiedad privada no sería considerado un derecho
natural. En El Contrato social establece que la República democrática, basada en dichos
principios y en la Soberanía popular sería la más adecuada para ello. Se basa en una
antropología optimista del ser humano, desarrollada, sobre todo, en El Emilio, donde
habla también de los efectos de la educación en el individuo: "Todo está bien en la
naturaleza; todo degenera entre las manos del hombre” (ROUSSEAU, El Emilio)

El contrato social

Supongo a los hombres llegados a un punto en que los obstáculos que perjudican a su
conservación en el estado de naturaleza logran vencer, mediante su resistencia, a la
fuerza que cada individuo puede emplear para mantenerse en dicho estado. Desde este
momento, el estado primitivo no puede subsistir, y el género humano perecería si no
cambiase de manera de ser. (L.I)

DIFERENCIAS PRINCIPALES ENTRE ROUSSEAU Y EL PLANTEAMIENTO


SOBRE EL ESTADO NATURAL EN HOBBES
-En el Capítulo I de Tratado sobre el origen de la desigualdad entre los hombres deja
muy claro que del estado natural del ser humano no se debe extraer las conclusiones
antropológicas de Hobbes: los seres humanos no son “malos y viciosos”.
-En la misma referencia habla además de que Hobbes hizo muy bien en criticar las ideas
de su época sobre el Derecho natural (iusnaturalismo) que exageraban el papel del
derecho y la racionalidad en el Estado Natural. Hace bien, pero sus conclusiones –dice
Rousseau- no son menos falsas.

DIFERENCIAS PRINCIPALES ENTRE ROUSSEAU Y EL PLANTEAMIENTO


SOBRE EL ESTADO NATURAL DE SPINOZA
-Spinoza se diferencia de todos los Contractualistas en que en ellos, en los
contractualistas, hay una ruptura más radical entre el Estado de Naturaleza y el Estado
civil (sobre todo, Hobbes), más moderado en Locke (por el consentimiento y la
representación (y la separación de poderes) y en Rousseau (por el papel de la soberanía
popular). Aun así, en todo ellos, hay una diferencia entre el communi consensu a partir
de la racionalidad utilitaria que procede del Conatus y el contrato social. En el primero
la racionalidad que conduce a la ciudad y a la ciudanía emerge de forma progresiva de
la misma naturaleza; en el segundo hay una ruptura más radical entre el Estado de
Naturaleza y el Estado civil.
-La diferencia más acusada entre el planteamiento de Rousseau con respecto al de
Spinoza, además, tiene que ver, precisamente, con la Racionalidad: para Rousseau no
hay racionalidad alguna en el Estado de Naturaleza y lo que conduce a los individuos
para que ese estado no sea como el descrito por Hobbes es una moralidad pre-racional
basada en el natural sentimiento de Piedad que experimentan todos los seres humanos
en su estado natural (al que hay que sumarles el instinto de protección a las crías en las
madres). No es una moral racional: está por encima de los valores de B/M y de la virtud
y el vicio. Esta moralidad rudimentaria estará en la base del “segundo” contrato social
que defiende Rousseau. En el Estado de Naturaleza los individuos eran buenos, libres e
iguales. No había racionalidad y su conducta era instintiva, pero sí poseían esa pre-
moral basada en la Piedad. Allí los individuos gozaban de libertad y felicidad. Casi se
podría decir que aún no eran humanos. En el Estado de Naturaleza la Piedad, única
virtud existente (junto a la ternura en la crianza) hace el papel de lo que después serán
las Leyes, las Costumbres y la Virtud moral racional. En el Estado de Naturaleza sin
nada de eso, sin embargo, el individuo poseía una “repugnancia a obrar mal” derivada
de la Piedad.
-El origen de la Racionalidad viene con la Sociedad y la Educación y con ellas la
humanidad, pero también todas las desdichas, la infelicidad, la maldad, etc. Para
Rousseau, los crímenes, las pasiones malsanas e irrefrenables y el mal proceden de la
sociedad y, en última instancia, de la Ley misma.
-En el Estado de Naturaleza la desigualdad apenas existía, pero tras la aparición de la
sociedad y, en especial, de la propiedad privada, y la educación, las desigualdades se
harán cada vez más grandes e insalvables y es esa situación la que conduce al Estado de
guerra perpetua que preconiza Hobbes.
-En el Estado de Naturaleza, siempre según Rousseau, todos son Libres: no hay ni
esclavitud ni ley del más fuerte.
(Todo esto explicado en el capítulo primero del Tratado sobre el origen de la
desigualdad entre los hombres y en el principio del capítulo dos aparece la famosa
expresión de que el hombre natural era libre e igual pero en la actualidad, por todas
partes, está encadenado.

LECTURA TEXTOS DE ROUSSEAU


1-Dedicatoria, Prólogo, Capítulo I y primeras páginas Capítulo II de Tratado sobre el
origen de la desigualdad entre los hombres.
2-Libro I, sobre todo, capítulos 6 y 7 de El Contrato social.

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