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EL LUGAR Y EL IDIOMA EN EL ARBITRAJE

Mario Castillo Freyre 1


Rita Sabroso Minaya 2
Laura Castro Zapata 3
Jhoel Chipana Catalán 4

RESUMEN

El artículo pretende aclarar lo relativo al lugar del arbitraje, así como los conceptos: circunstancias del caso y conve-
niencia de las partes, para la fijación del mismo a falta de acuerdo.
También se analiza el idioma del arbitraje y su determinación en ausencia de la voluntad de las partes.

PALABRAS CLAVE

• Arbitraje.
• Lugar del arbitraje.
• Idioma del arbitraje.

Como sabemos, el objetivo de por la ley. En ese sentido, dos lo 355 del Decreto Legislativo
un proceso arbitral es resol- temas que resultan relevantes n.º 1071 (en adelante, la Ley
ver una controversia someti- son los relacionados al lugar y de Arbitraje), el mismo que
da por las partes a la decisión al idioma en que se llevarán a establece lo siguiente:
de un tribunal arbitral. Sin cabo las actuaciones arbitra-
embargo, para lograr tal fin, les. Teniendo ello en cuenta, Artículo 35.- Lugar del arbi-
existen una serie de temas de a través del presente ensayo, traje
vital importancia que van a vamos a analizar ambos con-
permitir que el tribunal arbi- ceptos. 1. Las partes podrán deter-
tral desarrolle las actuaciones minar libremente el lugar
arbitrales de manera adecua- 1. EL LUGAR DEL ARBITRAJE del arbitraje. A falta de
da y en concordancia con lo acuerdo, el tribunal arbi-
pactado por las partes y, en El lugar del arbitraje se en- tral determinará el lugar
su defecto, con lo establecido cuentra regulado en el artícu- del arbitraje, atendiendo

1
Mario Castillo Freyre, Magíster y Doctor en Derecho, Abogado en ejercicio, socio del Estudio que lleva su nombre;
profesor principal en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Miembro de Número de la Academia Peruana de
Derecho. Director de las colecciones Biblioteca de Arbitraje y Biblioteca de Derecho de su Estudio. Decano de la
Facultad de Derecho de la Universidad Católica San Pablo de Arequipa. www.castillofreyre.com.
2
Rita Sabroso Minaya, Abogada del Estudio Mario Castillo Freyre. Ha sido Profesora de Arbitrajes Especiales en la Fa-
cultad de Derecho de la Universidad de Lima. Con estudios en la Maestría de Derecho de la Competencia y Propiedad
Intelectual en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
3
Laura Castro Zapata, Abogada por la Universidad Femenina del Sagrado Corazón. Magíster en Derecho, con mención
en Derecho Empresarial, por la Universidad de Lima. Ha concluido sus estudios en el Doctorado en Derecho de la
Pontificia Universidad Católica del Perú. Ejerce la profesión en Laura Castro Zapata Abogada Arbitrajes. También se
desempeña como árbitro.
4
Jhoel Chipana Catalán, Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, con estudios concluidos de Maestría
en la Escuela de Posgrado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Profesor en la Universidad de San Martín
de Porres y Abogado en el Estudio Mario Castillo Freyre.
5
La Ley Modelo Uncitral establece sobre este tema lo siguiente:
Artículo 20.- Lugar del arbitraje
1) Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. En caso de no haber acuerdo al respecto, el tribu-
nal arbitral determinará el lugar del arbitraje, atendidas las circunstancias del caso, inclusive las conveniencias de
las partes.

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a las circunstancias del de igualdad de partes, autono- Lo que queda claro es que el
caso y la conveniencia de mía y contradicción. árbitro no puede simplemen-
las partes. te designar un lugar a su mero
Ahora bien, se debe aclarar en arbitrio, sino que deberá con-
2. Sin perjuicio de lo dispues- el primer inciso del artículo siderar los criterios que a su
to en el numeral anterior, bajo análisis, cuáles son los al- juicio determinen lo que se
el tribunal arbitral podrá, cances de dos frases, a saber: ha venido en llamar la conve-
previa consulta a las par- «circunstancias del caso» y niencia de las partes, a fin de
tes, reunirse en cualquier «conveniencia de las partes». asegurar que el arbitraje sea
lugar que estime apropia- lo más justo y eficiente posi-
do para oír a los testigos, a Así, Tovar Gil6 señala que por ble.
los peritos o a las partes, o «circunstancias del caso» debe
para examinar o reconocer entenderse que los árbitros Por nuestra parte, creemos
objetos, documentos o per- deben tomar en consideración que ambos conceptos deben
sonas. El tribunal arbitral las características particula- tomarse en cuenta, ya que
podrá llevar a cabo delibe- res de la disputa. No existe uno deberá reflejar, necesa-
raciones en cualquier lugar un recetario determinado que riamente, al otro; ello, en el
que estime apropiado. establezca qué características sentido de que no creemos
priman a la hora de la elec- que sea coherente elegir un
Antes de ingresar al análisis ción, por lo que ésta deberá lugar para el arbitraje que
del contenido del artículo 35 realizarse caso por caso. Por atienda a las circunstancias
del Decreto Legislativo n.° ejemplo, podrá escogerse el del caso en particular, que
1071, debemos resaltar que lugar en donde se encuentre la colisione con los intereses de
nos encontramos ante una nor- mayor cantidad de pruebas, o las partes. Asimismo, sobre el
ma de carácter dispositivo. el lugar donde domicilie la ma- primer concepto, los árbitros
yoría de los árbitros, o el lugar deberán tener presentes las
El artículo 35, inciso 1 de la neutral más próximo a las par- circunstancias en que se pro-
Ley de Arbitraje, otorga liber- tes y árbitros; entre otros. dujo el conflicto de intereses,
tad a las partes para determi- y, de otro lado, para atender
nar libremente el lugar en que De la misma forma, continúa a los intereses de las partes,
se desarrollará el arbitraje. No la citada profesora, existe de- podrían consultarles o solici-
debemos olvidar que los lími- bate sobre el concepto «con- tarles su opinión al respecto,
tes más importantes a este li- veniencia de las partes», en de manera que con toda esa
bre ejercicio de la autonomía, tanto se trata de un concepto información se pueda tomar
son el respeto de los derechos subjetivo de difícil definición. la mejor decisión.

2) Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo precedente, el tribunal arbitral podrá, salvo acuerdo en contrario de
las partes, reunirse en cualquier lugar que estime apropiado para celebrar deliberaciones entre sus miembros, para
oír a los testigos, a los peritos o a las partes, o para examinar mercancías u otros bienes o documentos.
De la misma forma, la Ley de Arbitraje española del año 2003, sobre este particular estipula lo siguiente:
Artículo 26.- Lugar del arbitraje
1. Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. A falta de acuerdo, lo determinarán los árbitros,
atendidas las circunstancias del caso y la conveniencia de las partes.
2. Sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, los árbitros podrán, previa consulta a las partes y salvo acuer-
do en contrario de éstas, reunirse en cualquier lugar que estimen apropiado para oír a los testigos, a los peritos o a
las partes, o para examinar o reconocer objetos, documentos o personas. Los árbitros podrán celebrar deliberaciones
en cualquier lugar que estimen apropiado.
Dentro de la normativa nacional, el artículo 35 del Decreto Legislativo n.º 1071, bajo estudio, tiene como antece-
dente inmediato el numeral 109 de la derogada Ley General de Arbitraje del año 1996, Ley n.° 26572. Así, dicho
precepto señalaba:
Artículo 109.- Lugar del arbitraje
Las partes podrán determinar libremente el lugar del arbitraje. En caso de no haber acuerdo al respecto, el tribunal
arbitral determinará el lugar del arbitraje atendiendo a las circunstancias del caso, inclusive las conveniencias de las
partes. Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo precedente, el tribunal arbitral podrá, salvo acuerdo en contrario
de las partes, reunirse en cualquier lugar que estime apropiado para celebrar deliberaciones entre sus miembros,
para oír a los testigos, a los peritos o a las partes, o para examinar mercancías u otros bienes o documentos.
6
TOVAR GIL, María del Carmen. «Lugar del arbitraje». En AA.VV. Comentarios a la ley peruana de arbitraje. Lima: IPA,
2011, tomo I, p. 398.

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El lugar y el idioma en el arbitraje Jhoel Chipana Catalán

Sobre este mismo punto, Yañez ambas partes radican o tienen Concretamente, a título ejem-
Velasco7 sostiene que como sus domicilios en la misma ciu- plificativo, esto se presenta
sea que los árbitros han de te- dad, y, no solo eso, sino que cuando una de las partes es
ner en cuenta las circunstan- los árbitros también residen en una entidad estatal de provin-
cias del caso, deberán conocer la misma ciudad. cia y los árbitros y la empresa
su contenido para evaluar, y no son de Lima. Ahí sería eviden-
cabe pensar que puedan deter- Por lo general, en los arbitra- te que el tribunal arbitral de-
minar correctamente el lugar jes nacionales, donde no se bería tener su sede en Lima.
del arbitraje antes de apreciar indique el lugar del arbitraje,
el objeto del arbitraje. Éste nos encontraremos en presen- Cuando ambas partes son de
se determina en la demanda cia de situaciones en las cuales una localidad distinta y los in-
y en la contestación, y cuan- el arbitraje se desarrollará en tegrantes del tribunal son de
do las partes no prefijaron el Lima, por obvias razones. Cree- Lima, es donde empiezan los
lugar de arbitraje en el conve- mos que ese tema no constitu- problemas. El tribunal, gene-
nio arbitral o con alegaciones ye objeto de discusión o deba- ralmente, establecerá como
previas a esos dos escritos y lo te; simplemente, se producen lugar del arbitraje la ciudad de
pretendan hacer después, al situaciones naturales en este Lima, a menos que las partes
tiempo o a continuación de sus sentido que son, por lo demás, quieran asumir los costos de su
alegaciones iniciales (deman- las más comunes. traslado. Ahí, lo usual será que
da y contestación), no parece el tribunal sopese las posibili-
oportuno delimitar el lugar Ahora, si bien existe una nor- dades de llevar a cabo el ar-
por los árbitros sino hasta co- ma en el sentido de que, a bitraje en su lugar natural de
nocer un mínimo contenido de falta de acuerdo, el tribunal residencia o de conducirlo en
la controversia, vale decir, sus arbitral determinará el lugar la localidad en que radican las
circunstancias. Evidentemen- del arbitraje atendiendo a las partes.
te, las actuaciones arbitrales circunstancias del caso y la
deberán ir desarrollándose en conveniencia de las partes, lo Esto también depende de la
algún lugar. Para ello sería po- que ocurre en la práctica arbi- disponibilidad de tiempo del
sible la determinación de un tral, en muchos casos, es que tribunal y no sólo de los recur-
lugar provisional o, simple- las circunstancias aconsejan sos de las partes; de tal ma-
mente, la práctica de la pre- que el arbitraje se desarrolle nera que en situaciones como
sentación de la demanda y la en la ciudad de Lima, porque éstas, finalmente, es el tribu-
contestación con cualquier si- generalmente todos los acto- nal el que va a decidir, pero
tio donde se encuentre el árbi- res, incluidos los miembros del siempre deberá atender a la
tro, dato luego no vinculante tribunal, radican en dicha ciu- voluntad de las partes y a las
sobre la determinación del lu- dad. posibilidades económicas de
gar del arbitraje ni vía tácita sufragar los traslados y costos
para su especificación. Es verdad que existen algunas adicionales.
situaciones en las cuales el
Ahora bien, pese a estos ma- tema lleva a duda, como las Generalmente, en estos temas
tices, generalmente, las par- referidas al hecho de que no se los tribunales arbitrales buscan
tes van a acordar el lugar del establece el lugar del arbitra- lo que resulte más económico
arbitraje aunque, de manera je en el convenio arbitral. Se y conveniente a las partes.
usual, en los convenios no se trata, pues, de convenios arbi-
señale la ciudad en donde éste trales para tribunales ad-hoc, Ahora bien, respecto al inciso
se va a realizar. en donde una parte radica en 1 del artículo 35, bajo comen-
una determinada localidad, tario, resulta importante citar
En la mayoría de ocasiones otra en una localidad distinta y un problema identificado por
ello se sobreentiende, en la los árbitros son de esta última Monserrat de Hoyos,8 quien se
medida de que normalmente localidad. pregunta: ¿qué pasará cuando
7
YÁÑEZ VELASCO, Ricardo. Comentarios a la nueva Ley de Arbitraje. Valencia: Tirant lo Blanch, 2004, p. 507.
8
DE HOYOS SANCHO, Monserrat. «Lugar del arbitraje». En Comentarios prácticos a la Ley de Arbitraje. Valladolid:
Editorial Lex Nova, 2004, p. 483.

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los árbitros ya comunicaron su a los peritos o a las partes, o ren a una sola parte, que no
designación a las partes y és- para examinar o reconocer ob- quepan dentro de la sede del
tas, luego, pretenden imponer jetos, documentos o personas. tribunal arbitral.
al tribunal arbitral una sede
distinta de la que en principio Es natural que la labor del tri- El citado inciso 2 del artículo
aparecía designada, bien en el bunal no pueda y no deba estar 35 de la Ley de Arbitraje, se-
convenio, bien en el reglamen- circunscrita a lo que significa ñala, adicionalmente, que el
to o bien en el propio acuerdo la sede del tribunal arbitral, tribunal arbitral podrá llevar
que las partes han tomado? porque hay determinadas dili- a cabo deliberaciones en cual-
gencias que no se van a poder quier lugar que estime apro-
Creemos, junto a De Hoyos, realizar, precisamente, en esa piado.
que el acuerdo de las partes sede.
sobre el lugar del arbitraje de- Esto es de gran importancia
berá imponerse solo en la me- En concreto, podríamos ha- porque, en realidad, la sede es
dida en que los árbitros conoz- blar de la posibilidad de en- un lugar meramente formal,
can esa circunstancia con an- trevistar a determinados tes- que no debe atar las conside-
terioridad, bien por contener- tigos que no se encuentren en raciones en torno al trabajo
se ya en el convenio arbitral o la sede del tribunal y que su del tribunal, sino simplemente
bien porque se pacta después traslado resulte imposible por se conviene para cuestiones de
de la firma del convenio, pero razones de salud o que, inclu- orden formal, para los escritos
se da a conocer a los árbitros so, encontrándose en la misma que serán presentados por las
antes de que éstos decidan si ciudad no puedan movilizarse. partes en la sede. Oficialmen-
aceptan o rechazan el encargo También se podría pensar en te, las audiencias, salvo dispo-
que se les propone. De no sus- inspecciones arbitrales que se sición distinta del tribunal, se-
cribirse esta interpretación, realicen fuera de la sede del rán realizadas en la sede. Sin
podría darse la circunstancia tribunal arbitral, ya sea dentro embargo, el tribunal no siem-
de que los árbitros se vieran de la misma ciudad o fuera de pre se deberá reunir allí.
sometidos a la concreción de ella, y otros casos de similar
un extremo del procedimiento naturaleza. En esas circuns- Es más, el tema relativo a las
por parte de los litigantes, de tancias el tribunal arbitral po- deliberaciones es importante
gran trascendencia para los in- drá disponer la realización de porque, generalmente, la sede
tegrantes del tribunal arbitral, actuaciones fuera de la sede. implica consideraciones de
que fuera in fine en contra de formalidad, en el sentido de
sus propios intereses profesio- En adición a ello, hay que en- que el tribunal deba despla-
nales o personales. tender que el tribunal podría zarse oficialmente a un deter-
incluso dentro de la misma minado lugar, como es el caso
Sin lugar a dudas, y sin per- ciudad variar el lugar físico de un Estudio de Abogados, un
juicio de lo señalado, en este donde se realicen las actuacio- Centro de Arbitraje, etc.
supuesto podría recurrirse a nes, sin que se varíe finalmen-
la figura de la remoción, en el te la sede. Esto no implica, Sin embargo, los árbitros —con
sentido de que los árbitros no de modo alguno, una varia- toda facilidad— podrán reu-
podrán, por cuestiones de he- ción o cambio de la sede. La nirse en el lugar que conside-
cho, seguir desenvolviéndose sede sigue siendo la misma, a ren conveniente: otro lugar,
como tales. pesar de que transitoriamen- otro Estudio de Abogados, la
Por otro lado, el inciso 2 del te se realicen actuaciones en casa de uno de los árbitros,
artículo 35 de la Ley de Arbi- otros lugares. Un caso típico es un restaurante, etc., para po-
traje, establece que sin per- aquél en el que algunas actua- der deliberar. Esto brinda más
juicio de lo dispuesto en el ciones tienen que realizarse facilidades al tribunal arbitral
numeral anterior, el tribunal fuera de la sede del tribunal para poder reunirse. Incluso,
arbitral podrá, previa consulta por motivos de espacio, en podríamos pensar en una espe-
a las partes, reunirse en cual- razón del número elevado de cie de sede virtual, concepto
quier lugar que estime apro- litis consortes, o incluso, de no introducido en la Ley de Ar-
piado para oír a los testigos, personas que integren o aseso- bitraje, que es perfectamente

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pasible de ser asimilado a es- Entonces, además es necesario de tal manera que esa seriedad
tas normas. señalar que este tipo de situa- que brinden estos mecanismos
ciones usualmente no ofrecen de recepción de documentos,
La sede virtual se presenta mayores problemas porque las de atención a innumerables
cuando los miembros del tri- audiencias se realizan, por lo llamadas telefónicas, correos
bunal arbitral deliberan em- general, en la sede del tribu- electrónicos, etc., va a fomen-
pleando el Internet. Entonces, nal arbitral, salvo cuestiones tar la confianza de las partes
allí uno se podría preguntar excepcionales. O sea, tampo- en el desarrollo del proceso.
sobre cuál es la sede de la de- co es que el tribunal arbitral
liberación, pues, en realidad, disponga una serie indefinida Ahora bien, uno de los supues-
no hay una sede; no hay un lu- de actos procesales fuera de la tos no tratados por la Ley es el
gar físico, más allá del espa- sede. relativo al cambio de sede del
cio material desde donde cada Cuando se recurre a lugares tribunal arbitral.
uno de ellos esté conectado a fuera de la sede ello obedece,
un ordenador y desde donde sin duda, a razones de excep- Al fin y al cabo, si bien es cierto
se encuentre enviando estos ción, que motivan un proceder que la Ley expone en el artícu-
mensajes. de esta naturaleza. lo 35 que son los tribunales ar-
bitrales los que van a disponer
Además, podríamos preguntar- Resulta necesario señalar que —en última instancia— dónde
nos si en verdad es importante la sede del tribunal arbitral será la sede del tribunal arbi-
que el concepto de la sede del debe proporcionar a las partes tral, esta situación —en la me-
tribunal arbitral se mantenga y al propio tribunal las condi- dida en que se fija en el acta
como un concepto absoluta- ciones de seguridad, eficiencia de instalación del tribunal ar-
mente unívoco y en términos e idoneidad, propias para el bitral— constituye parte de
físicos, como tradicionalmente desarrollo del proceso arbitral. ese contrato que celebran las
se ha entendido. partes y los árbitros en el acta
No nos cabe duda de que si la referida.
Pensamos que la sede del tri- sede se constituyera en un Es-
bunal arbitral debe servir sólo tudio de Abogados donde hu- En este sentido, lo que habría
para cuestiones formales. La biese un reloj automático, una que considerar es si el tribunal
regla debe ser que en tanto y secretaria permanente que arbitral puede variar la sede
en cuanto, la sede del tribunal reciba dentro del horario es- sin contar con el asentimiento
arbitral perturbe el adecuado tablecido los escritos, los exa- de las partes.
funcionamiento del tribunal mine, los selle, atienda a las
en relación a los árbitros en- personas que van a venir a las Sobre este particular, se pre-
tre sí, o de los árbitros con las audiencias, donde haya direc- sentan situaciones muy comu-
partes, debe primar la flexibi- torios, equipos de cómputo, nes. Por ejemplo, el tribunal
lidad, naturalmente, siempre implementos para desarrollar arbitral designa como sede, lo
y cuando esta flexibilidad no las audiencias, etc., sin duda, que es muy usual en los arbitra-
perjudique el derecho de de- será una sede idónea para un jes ad-hoc, al Estudio de Aboga-
fensa de las partes. tribunal arbitral. dos del Presidente o de alguno
de los miembros del tribunal,
En otras palabras, el tribunal En los tribunales, generalmen- específicamente de aquél que
arbitral no podría cometer la te, debería tenderse a que tenga una oficina con mayores
arbitrariedad de plantear la este tipo de instalaciones sean condiciones de idoneidad para
realización de una audiencia las que primen como sede, a que ella sea sede del tribunal.
en un lugar extremadamente efectos de que el desarrollo de
alejado, en donde por razones las audiencias no revista pro- En situaciones como éstas,
económicas sólo pueda asistir blemas logísticos. podría ocurrir que el abogado
una de las partes en perjuicio cuyo Estudio se designa como
de la otra, variando de facto, Además, hay algo muy impor- sede, deje de ser parte de ese
la realización de estos actos en tante, y es que la confianza de Estudio o, simplemente, mude
la sede del tribunal arbitral. las partes no debe perderse, sus oficinas a otro lugar.

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Entonces, es evidente que el podría merecer observación, bunal arbitral dentro de estos
inmueble cuya dirección sería en la medida de que la nue- parámetros y consideramos
anotada como sede del tribu- va sede incluya elementos de que, en efecto, no viola —en
nal arbitral, ya no va a poder degradación en cuanto a las lo absoluto— el debido proce-
seguir atendiendo los requeri- seguridades para el desarrollo so, ya que —más bien— el pro-
mientos del tribunal, porque del proceso. Por ejemplo, que ceder se encuentra derivado
no guarda relación alguna con se traslade al domicilio de uno de cuestiones imperativas o de
los árbitros. de los miembros del tribunal conveniencia del propio tribu-
arbitral, en donde no haya re- nal que lo lleven a actuar de
Así, en situaciones como éstas loj automático para la recep- esta manera.
lo natural e imperativo será un ción de documentos, donde no
cambio de sede, debido a las haya secretaria que los reciba, Naturalmente, si ese cambio
circunstancias bajo las que nos o situaciones que verdadera- de sede revistiera las objecio-
encontramos. mente hagan que no haya las nes que acabamos de anotar,
mínimas condiciones de segu- las partes podrían impugnar-
Es evidente que ese cambio de ridad para las partes. Incluso, lo, estimando que afecta los
sede va a ser dispuesto por el también podría objetarse la parámetros establecidos en el
propio tribunal arbitral. modificación, en la medida en acta de instalación, las con-
que se trate de un lugar abso- diciones de la sede original,
Por lo general, un cambio de lutamente alejado, o ubicado y que, por último, no brinda
sede, más allá de ser excep- en una zona muy peligrosa de las garantías necesarias para
cional, no debe ameritar nin- la ciudad, cuyo acceso sea di- el respeto al debido proceso
guna observación por las par- fícil, etc. Entonces, las partes arbitral.
tes; ello, naturalmente, en sí podrían formular alguna ob-
tanto y en cuanto esa nueva servación para que el tribunal 2. EL IDIOMA DEL ARBITRAJE
sede revista condiciones simi- reconsidere esa decisión y es-
lares o incluso mejores que la tablezca una sede que revista El idioma en el que se desa-
anterior. las condiciones de idoneidad rrollarán las actuaciones arbi-
que tenía la anterior. trales, se encuentra regulado
Una observación como ésta en el artículo 369 de la Ley de
debería ser declarada funda- Todo cambio de sede, sin duda, Arbitraje, que a la letra esta-
da por el tribunal arbitral y puede ser dispuesto por el tri- blece lo siguiente:

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La Ley Modelo Uncitral establece sobre este tema lo siguiente:
Artículo 22.- Idioma
1) Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas que hayan de utilizarse en las actuaciones arbitra-
les. A falta de tal acuerdo, el tribunal arbitral determinará el idioma o los idiomas que hayan de emplearse en las
actuaciones.
Este acuerdo o esta determinación será aplicable, salvo que en ellos mismos se haya especificado otra cosa, a todos
los escritos de las partes, a todas las audiencias, y a cualquier laudo, decisión o comunicación de otra índole que
emita el tribunal arbitral.
2) El tribunal arbitral podrá ordenar que cualquier prueba documental vaya acompañada de una traducción al idioma
o los idiomas convenidos por las partes o determinados por el tribunal arbitral.
De la misma forma, la Ley de Arbitraje española del año 2003, sobre este particular estipula:
Artículo 28.- Idioma del arbitraje
1. Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas del arbitraje. A falta de acuerdo, y cuando de las
circunstancias del caso no permitan delimitar la cuestión, el arbitraje se tramitará en cualquiera de las lenguas
oficiales en el lugar donde se desarrollen las actuaciones. La parte que alegue desconocimiento del idioma tendrá
derecho a audiencia, contradicción y defensa en la lengua que utilice, sin que esta alegación pueda suponer la pa-
ralización del proceso.
Salvo que en el acuerdo de las partes se haya previsto otra cosa, el idioma o los idiomas establecidos se utilizarán
en los escritos de las partes, en las audiencias, en los laudos y en las decisiones o comunicaciones de los árbitros, sin
perjuicio de lo señalado en el párrafo primero.
En todo caso, los testigos, peritos y terceras personas que intervengan en el procedimiento arbitral, tanto en ac-
tuaciones orales como escritas, podrán utilizar su lengua propia. En las actuaciones orales se podrá habilitar como
intérprete a cualquier persona conocedora de la lengua empleada, previo juramento o promesa de aquélla.
2. Los árbitros, salvo oposición de alguna de las partes, podrán ordenar que, sin necesidad de proceder a su traduc-
ción, cualquier documento sea aportado o cualquier actuación realizada en idioma distinto al del arbitraje.

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Artículo 36.- Idioma del arbi- Esta norma tiene carácter me- de la redacción de la cláusula
traje ramente dispositivo, porque arbitral y esto es algo que los
señala que las partes podrán abogados debemos tener en
1. Las partes podrán acordar acordar libremente el idioma cuenta si hemos de especiali-
libremente el idioma o los o los idiomas que haya que zarnos en arbitraje.
idiomas que hayan de uti- utilizar en las actuaciones ar-
lizarse en las actuacio- bitrales. Los problemas en materia de
nes arbitrales. A falta de idioma del arbitraje se presen-
acuerdo, el tribunal arbi- Por lo general, no existe pro- tan, normalmente, en los arbi-
tral determinará el idioma blema alguno en materia de trajes internacionales, cuan-
o los idiomas del arbitraje, arbitraje nacional, porque am- do las dos partes no tienen
atendidas las circunstan- bas partes utilizan o emplean un idioma natural en común.
cias del caso. Salvo que en el mismo idioma (el español). La pluralidad de idiomas pue-
el acuerdo de las partes o Tovar Gil10 sostiene que a lo de presentarse y vincularse a
en la decisión del tribunal largo de los años la cuestión las mismas partes interesadas
arbitral se haya previsto del idioma del arbitraje ha pa- (que cada una tenga un idioma
algo distinto, el idioma o sado más o menos inadvertida diferente) o a lugares prede-
los idiomas establecidos se en la doctrina nacional. Con terminados para actuaciones
utilizarán en los escritos de la globalización del sistema concretas (tomar testimonios
las partes, en las audien- económico internacional y la en el extranjero, por ejem-
cias, en los laudos y en las política sostenida de inserción plo)11.
decisiones o comunicacio- comercial del Perú en los mer-
nes del tribunal arbitral. cados del mundo, se multipli- En esos casos, podría produ-
ca la posibilidad de enfrentar cirse un acuerdo para llevar
2. El tribunal arbitral podrá disputas con socios comer- el proceso arbitral en un idio-
ordenar que, sin necesidad ciales de los rincones más ma distinto al de ambas. Por
de proceder a su traduc- alejados del planeta. La idea ejemplo, una parte es una
ción, cualquier documento de enfrentar un arbitraje con empresa francesa y la otra es
sea aportado o cualquier partes que no compartan el una empresa española. Aquí,
actuación sea realizada en mismo idioma, no es ya para las partes podrán acordar que
idioma distinto al del ar- nada distante y pasa a con- el idioma del arbitraje sea el
bitraje, salvo oposición de vertirse en un tema que debe inglés. No habría ningún pro-
alguna de las partes. estar presente al momento blema para tal efecto.

(Este artículo está redactado conforme a la Ley n.° 11/2011, de 20 de mayo de 2011, a través de la cual se reforma
la Ley n.° 60/2003 de Arbitraje y de regulación del arbitraje institucional en la Administración General del Estado,
de 23 de diciembre).
Dentro de la normativa nacional, el artículo 36 del Decreto Legislativo n.º 1071, bajo estudio, tiene como antece-
dente inmediato el artículo 111 de la derogada Ley de Arbitraje del año 1996, Ley n.° 26572. Así, dicho precepto
señalaba lo siguiente:
Artículo 111.- Idioma
Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas que hayan de utilizarse en las actuaciones arbitrales.
A falta de tal acuerdo, el tribunal arbitral determinará el idioma o los idiomas que hayan de emplearse en las actua-
ciones. Este acuerdo o esta determinación será aplicable, salvo que en ellos mismos se haya especificado otra cosa,
a todos los escritos de las partes, a todas las audiencias, y a cualquier laudo, decisión o comunicación de otra índole
que emita el tribunal arbitral. El tribunal arbitral podrá ordenar que cualquier documento esté acompañado de una
traducción al idioma o los idiomas convenidos por las partes o determinados por el tribunal arbitral.
Finalmente, el artículo que nos corresponde analizar también posee antecedente en la Ley de Arbitraje peruana del
año 1992, Decreto Ley n.° 25935. Se trata del numeral 97, el cual señalaba:
Artículo 97.- Las partes podrán acordar libremente el idioma o los idiomas que hayan de utilizarse en las actuaciones
arbitrales. A falta de tal acuerdo, el tribunal arbitral determinará el idioma o los idiomas que hayan de emplearse en
las actuaciones. Este acuerdo o esta determinación será aplicable, salvo que en ellos mismos se haya especificado
otra cosa, a todos los escritos de las partes, a todas las audiencias, y a cualquier laudo, decisión o comunicación de
otra índole que emita el tribunal arbitral.
El tribunal arbitral podrá ordenar que cualquier documento esté acompañado de una traducción al idioma o a los
idiomas convenidos por las partes o determinados por el tribunal arbitral.
10
TOVAR GIL, María del Carmen. «Idioma del arbitraje». En AA.VV. Comentarios a la ley peruana de arbitraje. Op. cit.,
tomo I, p. 407.
11
YÁÑEZ VELASCO, Ricardo. Op. cit., p. 530.

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LUMEN, Revista de la Facultad de Derecho de la Universidad Femenina del Sagrado Corazón

Ahora, otro supuesto de hecho tener idiomas diferentes y que Esto implica, evidentemente,
será aquél en el cual existan quieran emplear sus idiomas la necesidad de que todo el
discrepancias sobre ese aspec- naturales para el desarrollo de proceso se siga en el «idioma
to. las audiencias, contando con oficial» que ese proceso hubie-
traducción simultánea en todas re establecido.
Allí rige la norma del artículo 36 las actuaciones en las que in-
de la Ley de Arbitraje, cuando tervengan. Ahora, con todo lo que ya he-
señala que a falta de acuerdo, mos señalado, el inciso 2 del ar-
si fuese un tribunal que se ri- Además, no hay que olvidar tículo 36 anota que el tribunal
giese por la ley peruana, el tri- que los idiomas son el lenguaje arbitral podrá ordenar que, sin
bunal determinará el idioma o de comunicación de las perso- necesidad de proceder a su tra-
los idiomas del arbitraje, aten- nas y tampoco hay que hacer- ducción, cualquier documento
diendo a las circunstancias del se muchos problemas en torno sea aportado o cualquier ac-
caso. al idioma de un proceso, en la tuación sea realizada en idioma
medida en que las facilidades distinto al del arbitraje, salvo
Ello, porque el proceso podría que hoy brindan los medios tec- oposición de alguna de las par-
llevarse, tanto en un idioma nológicos de traducción simul- tes.
como en varios idiomas. tánea de documentos escritos
o los traductores, las carreras Naturalmente, esto brinda fa-
El tribunal podría aceptar que de traducción e interpretación, cilidad a las partes para poder
el proceso se lleve en dos idio- las posibilidades de contar con aportar documentos, en los
mas con documentos traduci- asistentes en esta materia, idiomas originales que no sean
dos, si fuese el caso, al idioma etc., delinean todo un marco lo propios del idioma oficial adop-
de la parte contraria. O que los suficientemente amplio como tado por el tribunal.
escritos se traduzcan al idioma para hacer que, independien-
de la parte contraria, o que las temente del idioma oficial de Sin embargo, creemos que en
audiencias se realicen —alter- ese arbitraje, las partes en- estos casos, si se tratara de
nativamente— en los idiomas tiendan perfectamente qué es documentos en idioma distin-
fuente con traducción simul- lo que su parte contraria está to al oficial, la parte deberá,
tánea; ello, para el desarrollo expresando en las audiencias por una cuestión de práctica
más expeditivo de las actuacio- o en los escritos, e incluso con usual, adjuntar también su
nes arbitrales. respecto a las intervenciones traducción. Esta traducción
del propio tribunal y de terce- no necesariamente tiene que
No nos cabe duda de que todas ros, como podría ser el caso de ser oficial, salvo que sea ob-
estas consideraciones adiciona- peritos, de testigos o de perso- jetada por la parte contraria,
les podrían encarecer los costos nas que sean parte de lo que el caso en el cual entendemos
del arbitraje, pero si ello faci- tribunal arbitral observe en una que el tribunal debería de-
lita el desarrollo del mismo y inspección arbitral, por citar clarar fundada esa oposición,
hace que las partes se encuen- un ejemplo. en la medida en que debe te-
tren conformes con el proceso, nerse certeza y pleno enten-
pues no habrá problema alguno El artículo 36, inciso 1 de la Ley dimiento de aquello que se
para que el tribunal proceda de de Arbitraje del Perú, agrega está llevando adelante en el
esa forma. que salvo que en el acuerdo de tribunal y es que no debemos
las partes o en la decisión del olvidar que escoger un idioma
Incluso podríamos hablar de la tribunal arbitral se haya previs- oficial tiene su razón de ser
posibilidad de que un proceso to algo distinto, el idioma o los en ofrecer la seguridad a las
se lleve en más de dos idiomas, idiomas establecidos se utiliza- partes y a quienes intervienen
en la medida de que no solo es- rán en los escritos de las partes, en el arbitraje.
temos en presencia de partes en las audiencias, en los laudos
que tengan idiomas diferentes, y en las decisiones o comunica- Tovar Gil 12 reconoce un pro-
sino de árbitros que puedan ciones del tribunal arbitral. blema que en la práctica po-
12
TOVAR GIL, María del Carmen. «Idioma del arbitraje». En AA.VV. Comentarios a la ley peruana de arbitraje. Op. cit.,
tomo I, p. 409.

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Mario Castillo Freyre
Rita Sabroso Minaya
Laura Castro Zapata
El lugar y el idioma en el arbitraje Jhoel Chipana Catalán

dría presentarse. Señala que regir sus comunicaciones. De- caso, que es relativamente
existe un inconveniente rela- bemos sin embargo partir de frecuente, en que el contra-
cionado con qué idioma debe que, por lo general, la cláusu- to se haya redactado en dos
usarse en las comunicaciones la arbitral forma parte de un idiomas. En tal supuesto, de-
entre las partes; entre ellas y contrato y si la situación es la beríamos entender que, para
la institución arbitral y entre descrita, es decir, si las partes estar seguros del valor de las
las partes y los árbitros, desde del contrato no comparten un comunicaciones que se envía
el momento en que se solicita idioma, es muy probable que a la otra parte, ellas deben
el arbitraje, hasta el momento el contrato, aun cuando no hacerse en los dos idiomas, o
en que los árbitros determinan haya definido el idioma del por lo menos en el idioma que
el idioma aplicable al procedi- arbitraje, sí haya estableci- coincide con el de la otra par-
miento. do un idioma para las comu- te, corriendo las traducciones
nicaciones entre las partes. por cuenta de quien dirige la
En efecto, continúa la citada En todo caso, de no ser así, comunicación.
profesora, si no hay un idio- el contrato estará redactado
ma establecido y ambas par- en un idioma y debería enten- En todo caso, creemos que no
tes son de diversos países, derse que las comunicaciones debería asumirse que no cabe
con distintos idiomas, puede se harán en el idioma en que comunicarse en un idioma dis-
surgir el problema relativo a esté redactado el contrato. tinto de aquél o aquéllos en que
cuál es el idioma que debe Puede sin embargo, darse el se ha redactado el contrato.

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