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DERECHO PROCESAL CIVIL Y COMERCIAL COMISIÓN C-3

COMPETENCIA Y REPRESENTACIÓN DE LAS PARTES

COMPETENCIA

Concepto: Es la capacidad o aptitud que la ley reconoce al juez para ejercer sus
funciones y conocer en causas determinadas, según la materia(Civil y
Comercial, Penal, Internacional Privado, etc), el grado( Juzgado de Primera
Instancia, Cámara de Apelaciones), el valor(económico), el territorio( CABA,
Provincia de Buenos Aires, Salta…) .
Y es el alcance de la Jurisdicción, es decir donde el Juez puede conocer.

Cabe recordar que la competencia constituye un requisito de admisibilidad de


toda pretensión, de modo que si en un caso concreto el órgano ante quien se ha
acudido carece de aquella aptitud, estará inhabilitado para emitir un
pronunciamiento válido sobre el fondo del asunto. La forma en que se distribuye
la competencia, surge de la Constitución Nacional, en sus arts. 116 y 117, y de
las leyes de organización del Poder Judicial de la Nación.

Caracteres

1. Improrrogabilidad.

Es improrrogable. La excepción es cuando, por acuerdos de partes y cuando se


trate de asuntos exclusivamente patrimoniales (art. 1º del CPCCN).

2. Indelegalibidad

La competencia es indelegable (art. 3º del CPCCN), admitiéndose solamente la


delegación de la función a jueces de otras jurisdicciones para que intervengan en
determinadas diligencias, por ejemplo (recepción de pruebas, notificaciones, en
la Provincia de Tucumán sobre un juicio que se lleva a cabo en Buenos Aires).
Admitiéndose este tipo de colaboración, facilita la eficacia de la labor judicial.

Reglas Generales

a. Si son bienes inmuebles, el juez competente será el del lugar del bien en litigio.
b. Si son bienes muebles, donde se encuentre el bien o el del domicilio del
demandado a elección del Actor.
c. Pretensiones personales: Donde debe cumplirse la obligación, o a elección del
Actor, el lugar de cumplimiento del contrato.

d. Sociedades: Juez del domicilio de la Sociedad


e. Cuestiones de familia: El del último domicilio conyugal
f. Sucesiones: El del último domicilio del causante
g. Cobro de impuestos, tasas: El Juez del lugar del inmueble

Cuestiones de Competencia

Se plantea cuando dos o más jueces entienden que son competentes para entender
en una misma causa, o cuando uno o más jueces entienden que no deben
intervenir en determinada causa.

Declinatoria: La Parte se presenta y opone una defensa, llamada ¨excepción de


incompetencia¨ ante el juez que interviene en el proceso. Si el Juez hace lugar a
lo solicitado la causa se remite al Juez competente. Si la niega se pude apelar.

Inhibitoria: Se plantea ante el juez que la o las partes lo considera competente


(de otra circunscripción judicial), requiriéndole que así se declare y remita una
comunicación, al juez que está conociendo en la causa a fin de que se abstenga de
continuar haciéndolo.

EL JUEZ: DEBERES Y FACULTADES.

CONCEPTO De acuerdo al sistema de división de poderes que rige en nuestro


país, el Poder Judicial es el que primordialmente asume la función jurisdiccional..

Recae en el juez el deber de decidir sobre las pretensiones esgrimidas por las
partes. Por ello, puede definirse al juez como el funcionario que, investido del
poder jurisdiccional del Estado, se encuentra encargado de dirimir los conflictos
de derecho que se presenten a su conocimiento, de acuerdo con las reglas de
competencia y de resolver todas las demás situaciones jurídicas que le
encomienda la legislación

Los jueces son permanentes —de conformidad con el art. 18 de la C .N .—, son
sedentarios —ya que sólo ejercen la jurisdicción dentro de su circunscripción
territorial—, son inamovibles —dado que permanecen en sus cargos mientras
dure su buena conducta— y son en el proceso civil letrados No se trata de
privilegios sino de reglas que tienen a garantizar la independencia e
imparcialidad del juez, garantías estas expresamente previstas por la C .N ., art.
72, inc
DEBERES DE LOS JUECES DENTRO DEL PROCESO

1. DEBER DE ASISTIR A LAS AUDIENCIAS Y de realizar las diligencias que


la ley pone a su cargo. Con el objeto de acentuar el sistema de inmediación, se
establece que el juez debe asistir a la audiencia preliminar y realizar todas las
diligencias que las leyes ponen a su cargo, con excepción de aquellas en que la
delegación estuviere autorizada (art. 34, inc. 1º, del CPCCN)

No obstante y pese a la finalidad de la norma de incentivar el contacto directo del


juez con las partes, no se dispone la sanción de nulidad para el caso de que no
esté presente en la audiencia preliminar, aunque sí se establece que el acto no se
llevará a cabo dejándose constancia en el libro de

2. DEBER DE RESOLVER LAS CAUSAS POR ORDEN DE ENTRADA.


Como principio, los jueces deben decidir las causas por el orden de entrada a
sentencia (art . 34, inc. 2º, del CPCCN) . Sin embargo, tienen preferencia los
amparos, los juicios de alimentos, las indemnizaciones por incapacidad física, los
cobros de salarios, sueldos y honorarios, entre otros y aquellas cuando mediara
una atendible razón de urgencia (arts. 36 y 53) .

3. DEBER DE DICTAR LAS RESOLUCIONES SUJETAS A PLAZOS.

A fin de que el proceso se desenvuelva en “debido tiempo” los jueces deben


dictar las providencias simples dentro de los tres días e inmediatamente si son
dictadas en audiencia o si tienen carácter de urgente; las sentencias
interlocutorias y homologatorias en el lapso de diez o quince días (según se
trate de juez unipersonal o tribunal colegiado); las sentencias definitivas en
juicio ordinario dentro de los cuarenta o sesenta días (también dependiendo si es
juez unipersonal o tribunal colegiado); y las sentencias definitivas en los juicios
sumarísimos dentro de los veinte o treinta días (según sea juez unipersonal o
tribunal colegiado

4. DEBER DE FUNDAMENTAR LAS SENTENCIAS

Toda sentencia carente de fundamentación trae aparejada la nulidad del acto.


Es que el deber de los jueces de fundamentar sus decisiones tiene raíz
constitucional, sustentada en el respeto al debido proceso, al derecho de defensa
en juicio y como una garantía contra la arbitrariedad.
5. DEBER DE DIRIGIR EL PROCEDIMIENTO

La tarea central de los jueces es dirimir el conflicto, emitiendo una sentencia


fundada. Es el director del proceso, lo que constituye un deber orientado a
resguardar el debido proceso legal, con la finalidad de “encauzar” la controversia
de acuerdo a las normas procesales.

Por tal motivo, el magistrado se encuentra habilitado para concentrar audiencias


en un mismo acto; señalar las deficiencias de una petición antes de darle trámite
y ordenar todas las diligencias necesarias para evitar o sanear nulidades;
mantener la igualdad de las partes; prevenir y sancionar todo acto contrario al
deber de lealtad, probidad y buena fe; y vigilar el desarrollo de la causa para
obtener la mayor economía procesal (art. 34, inc. 5º, del CPCCN).

6. DEBER DE DECLARAR LA TEMERIDAD Y MALICIA

Al momento del dictado de la sentencia, el juez debe expedirse declarando la


temeridad y malicia en que hubieren incurrido tanto las partes, como los
profesionales (art . 34, inc . 6º, del CPCCN) .

FACULTADES Y POTESTADES DISCIPLINARIAS DE LOS JUECES


DENTRO DEL PROCESO CIVIL

Los jueces cuentan, por un lado, con facultades disciplinarias y, por otro, con las
denominadas facultades ordenatorias e instructorias, además de la facultad de
aplicar sanciones conminatorias.

a) Facultades disciplinarias.

Con sustento en el principio de autoridad, los magistrados pueden —de oficio o a


petición de parte— ordenar que se teste del expediente toda frase injuriosa o
redactada en términos ofensivos o indecorosos —salvo que el interesado requiera
que no se lo haga, en caso de que pretenda resguardar el documento para efectuar
una denuncia—, excluir de las audiencias a quienes perturben indebidamente su
curso —si el excluido es el letrado el acto debe suspenderse a fin de garantizar el
derecho de defensa en juicio— y aplicar aquellas sanciones autorizadas en el
ordenamiento procesal u otras leyes —
b) Facultades ordenatorias e instructorias.

Estas facultades se encuentran consagradas en el art . 36 del CPCCN Entre las


facultades ordenatorias, se ubica la de tomar las medidas tendientes a evitar la
paralización del proceso, por la cual los jueces se hallan habilitados a pasar a la
etapa siguiente del pleito una vez vencido un plazo. Sin embargo, tal potestad no
excluye el deber de impulso que pesa sobre las partes, lo que concilia esta
facultad con el instituto de la caducidad de instancia (art. 36, inc. 1º del
CPCCN) . Además, pueden convocar a los litigantes en cualquier estado del
proceso a fin de intentar una conciliación (inc. 2º) y proponer a las partes
fórmulas conciliatorias (sin que esto implique prejuzgamiento, inc. 3º).
Asimismo, el ordenamiento nacional dispone que los jueces deben impulsar de
oficio el trámite cuando existan fondos inactivos de menores e incapaces (inc .
5º) . Y por último, cuentan con la facultad de corregir de oficio errores materiales
de la sentencia.

Por otra parte, las facultades instructorias del juez lo autorizan para disponer, en
cualquier momento de la causa y con el objeto de esclarecer la verdad de los
hechos, la comparecencia personal de las partes, testigos, peritos y consultores
técnicos, a fin de requerir las explicaciones y las interrogaciones que estime
necesarias al objeto del pleito. También están habilitados para ordenar que se
agreguen documentos en poder de las partes o de terceros.

RECUSACIÓN Y EXCUSACIÓN

CONCEPTO DE RECUSACIÓN Como garantía de imparcialidad para las


Partes, los ordenamientos procesales las facultan para impedir que un juez
entienda en el proceso, previa comprobación de los recaudos especialmente
establecidos al respecto. Este instituto de la recusación también alcanza a otros
funcionarios o auxiliares de la justicia, cabe referir que en nuestro sistema se
encuentran consagradas dos modalidades de recusación: sin expresión de causa y
con expresión de causa.

a) Recusación sin expresión de causa

A través de la recusación sin causa, los litigantes pueden obtener la exclusión del
magistrado por su sola voluntad, sin mencionar motivo o justificación alguna.
Para evitar abusos y dilaciones en la utilización de la figura, el Cód. Procesal
dispone que la recusación sin causa puede ser ejercida por el actor al entablar la
demanda o en su primera presentación —como sería el caso de un incidente de
medidas precautorias— y el demandado en su primera presentación, antes o al
tiempo de contestar la demanda, o de oponer excepciones en el juicio ejecutivo,
o de comparecer a la audiencia señalada como primer acto procesal. Además,
un juez de las cámaras de apelaciones puede ser recusado sin causa al día
siguiente de la notificación de la primera providencia que se dicte.

b) Recusación con expresión de causa

Al igual que en la recusación sin causa, por esta vía también se pretende excluir
al juez del conocimiento del proceso, pero la diferencia esencial radica en que
aquí sí se menciona expresamente la causal por la cual el magistrado debe ser
apartado del pleito. Esas causales están previstas en el (art. 17 del CPCCN) y
hacen a supuestos en los que pudiera verse comprometida la independencia e
imparcialidad del juez.

Dentro de las causales se encuentran el parentesco —lo que incluye al cónyuge y


es tanto con las partes como con sus mandatarios o letrados—, el interés en el
pleito —referido al interés, sociedad o comunidad que puede tener el juez o sus
parientes en el resultado del juicio—, el pleito pendiente con el recusante ——,
ser acreedor, deudor o fiador de las partes —, ser denunciante o denunciado —,
haber el juez recibido beneficios de importancia —obsequios de valor o
recomendaciones fundamentales, entre otros—, amistad con alguno de los
litigantes —es necesaria la gran familiaridad o frecuencia en el trato y el supuesto
no se extiende a los letrados— y la enemistad, odio o resentimiento —debe
manifestarse en forma pública u ostensible .

EXCUSACIÓN

Aquel juez que este inmerso en alguna de las causales de recusación con causa,
no debe esperar a que las partes formulen el planteo, sino que se encuentra
obligado a apartarse espontáneamente del proceso mediante la vía de la
excusación. Pero además de las causales ya referidas, también los magistrados
pueden abstenerse de entender cuando existan razones fundadas en motivos
graves de decoro y delicadeza, que perturba su ánimo y que le impide juzgar con
imparcialidad.
REPRESENTACIÓN DE LAS PARTES

1. CONCEPTO

Aquellas personas que cuentan con capacidad procesal pueden actuar en el


proceso por su propio derecho —con patrocinio letrado obligatorio (art . 56
del CPCCN)— o mediante el otorgamiento de un poder a un tercero, en cuyo
caso se está en presencia de un supuesto de representación convencional . Por
otro lado, quienes se hallan alcanzados por una incapacidad de hecho y no
pueden obrar en forma personal como parte —ya sea de manera total o parcial—,
pudiendo hacerlo sólo por medio de un representante, dan lugar a la denominada
representación legal.

Sin embargo, no cualquier persona capaz puede ejercer la representación


convencional, ya que se debe contar con título habilitante. En tal sentido, la ley
10 .996 determina que sólo puede delegarse el derecho de postulación en
abogados —con la respectiva inscripción en la matrícula— y en escribanos que
no ejerzan la profesión de tales. Pero también se habilitan supuestos de
excepción, en los que los profesionales se encuentran eximidos de la inscripción
en la matrícula y de poseer título habilitante —en cuyo caso deberán contar con
patrocinio letrado—, como los que ejerzan una representación legal, las personas
de familia dentro del segundo grado de consanguinidad y primero de afinidad, los
mandatarios generales con facultad de administrar. — Desde el punto de vista de
la representación legal, el Cód. Civil establece que a las personas por nacer (art .
64) y a los menores los representan sus padres (art . 57); a las personas con
discapacidad o que no saben darse a entender por escrito —ambos así declarados
judicial-mente y a los condenados, sus curadores (art . 57); a los fallidos, el
síndico (art . 109 ley 24 .522); en las sociedades y las demás personas de
existencia ideal, la representación varía según el tipo de entidad; y en el
consorcio de copropietarios, quien ejerce la representación es el administrador

2. JUSTIFICACIÓN DE LA REPRESENTACIÓN

La mayoría de los ordenamientos procesales disponen que la personería deberá


acreditarse en la primera presentación, acompañando los documentos que
demuestren el carácter invocado, se trate de representación convencional o legal.
Sin embargo, puede ocurrir que al momento de comparecer a juicio el
representante no cuente aún con el instrumento que le otorga la personería. En tal
caso y de considerar atendibles las razones expuestas, el juez puede conferir un
plazo de hasta veinte días para que se acredite la representación, bajo
apercibimiento de tener por inexistente la calidad invocada. Esto último, con
excepción de los padres en representación de los hijos, salvo que medie
requerimiento expreso del magistrado (art. 46 del CPCCN).

3.CESACIÓN DE LA PERSONERÍA

El mandato cesa por revocación expresa del mandante —no se autoriza la


revocación tácita—, por renuncia del mandatario —quien deberá seguir actuando
hasta que el mandante sea notificado por cédula—, por haber cesado la
personalidad con que litigaba el poderdante —esto sucede, por ej., cuando un
menor alcanza la mayoría de edad y cesa la representación de sus padres—, por
haber concluido la causa para la cual se le otorgó el poder —lo que habla de
conclusión del mandato por cumplimiento o agotamiento del objeto—, por
muerte o incapacidad del mandante —aquí el apoderado continúa con su
representación hasta la comparecencia de los herederos— y por muerte o
incapacidad del mandatario —en este supuesto, debe citarse al poderdante para
que comparezca por su derecho o con nuevo apoderado— .

GESTOR PROCESAL

Gestor procesal es aquel que invoca la representación de un tercero, careciendo


en forma absoluta de poder o resultando insuficiente el que tiene, para realizar
determinado acto procesal que no admite demora, con la condición de acreditar la
personería o de obtener la ratificación dentro de un plazo de cuarenta días .

Así lo dispone en el ámbito nacional el art. 48 del CPCCN —replicado por la


mayoría de los códigos provinciales—, que limita el instituto a casos de urgencia,
en supuestos excepcionales y como una herramienta que puede utilizarse una sola
vez a lo largo del proceso. No obstante, al recurrirse a esta figura se deberá
indicar la parte en cuyo beneficio se pretende actuar y las razones que justifiquen
la seriedad del pedido —aunque la omisión de ello no implica de por sí el
rechazo de la presentación—, y si al agotarse el plazo no se cuenta con la
ratificación de lo obrado o con poder otorgado por el beneficiado con la gestión,
se declarará la nulidad de todo lo actuado por el gestor con costas a su cargo.

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