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Autos Supremos Usucapion

Derecho Civil IV sucesiones (Universidad Mayor de San Simón)

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Descargado por Nataly Aliaga Arancibia (natha14shaaliaga@gmail.com)
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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA


SALA CIVIL

Auto Supremo: 121/2017


Sucre: 03 de febrero 2017
Expediente: LP-15-16-S
Partes: Leonardo Flores Mamani y Eusebia Flores de Flores c/ Raymundo Flores
Vargas.
Proceso: Usucapión Decenal.
Distrito: La Paz.

VISTOS: El recurso de casación en el fondo de fs. 413 a 419, interpuesto por Rómulo Alejo Alarcón, en
representación legal de Leonado Flores Mamani y Eusebia Flores de Flores contra el Auto de Vista Nº
223/2015 de 23 de junio, cursante de fs. 409 a 410 y vta., pronunciados por la Sala Civil Tercera del Tribunal
Departamental de Justicia de La Paz, en el proceso ordinario de usucapión decenal seguido por Leonardo
Flores Mamani y Eusebia Flores de Flores contra Raymundo Flores Vargas, la respuesta al recurso de fs. 421
a 424; la concesión de fs. 435, los antecedentes del proceso, y;

I.- ANTECEDENTES DEL PROCESO:

El Juez de Partido Quinto en lo Civil y Comercial de la Capital de la ciudad de La Paz, dictó la Sentencia
Resolución Nº 308/2014 de 28 de julio, cursante de fs. 363 a 368 y vta., declarando PROBADA la demanda
interpuesta por memorial de fs. 18-19, subsanada a fs. 23 por Alejo Alarcón en representación de Leonardo
Flores Mamani y Eusebia Flores de Flores e IMPOBADA la demanda reconvencional presentada mediante
memorial de fs. 45-48, por Miriam Laura Tarqui Flores en representación de Raymundo Flores Vargas, y en su
mérito declara operada la Usucapión Decenal o Extraordinaria del inmueble ubicado en el callejón Teobaldo
Velasco Nº 1265 de esta ciudad con una superficie de 32.50 m2 a favor de los actores Leonardo Flores Mamani
y Eusebia Flores de Flores, ordenado que en ejecución de sentencia se proceda con la inscripción del
mencionado inmueble por ante la Oficina de Derechos Reales a su nombre.

Resolución de primera instancia que es apelada por la parte demandada, mediante escrito de fs. 370 a 376,
que mereció el Auto de Vista Nº 223/2015 de 23 de junio, cursante de fs. 409 a 410 y vta., que en lo relevante
fundamenta que; conforme se tiene de las pruebas aportadas al proceso, mismas que evidencian que el
demandado tiene inscrito su derecho propietario sobre un lote de terreno con superficie de 130 m2, ubicado
en Cota Pata, Alto Potosí (actual Calle Teobaldo Velasco Nº 1265 de la Zona Villa Nueva Potosí), siendo
oponible frente a terceros conforme lo dispone el art. 1538 del C.C., derecho propietario del cual se pretende
usucapir una superficie de 32.50 m2, sin que el demandante haya demostrado su posesión por más de
diez años sobre dicha superficie como dueño y propietario del mismo.

En ese sentido al estar precautelado el derecho propietario sobre el bien inmueble sujeto a usucapión y que
es de propiedad del demandado, conforme se tiene de las certificaciones emitidas por Derechos Reales, el
mismo que no puede ser soslayado bajo el supuesto factico de estar en posesión de un inmueble el cual tiene
su propietario; en el caso del demandado este tiene su derecho propietario debidamente registrado, por
consiguiente oponible a terceros y que no podría quedar de lado por una posesión precaria como la tiene la

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parte demandante; lo que significa que el demandado tendría posesión civil aunque no tenga posesión
material, corresponde restituir su derecho propietario en forma íntegra.

De lo manifestado el Tribunal de Alzada llega a la conclusión de que el A quo a tiempo de emitir la Sentencia
no habría compulsado debidamente las pruebas de acuerdo al art. 397 del Código de Procedimiento Civil y
1286 del Código Civil, resolviendo REVOCAR en forma total la sentencia Resolución Nº 308/2014 de 28 de
julio, y deliberando en el fondo declara improbada la demanda y probada la demanda reconvencional.

Resolución de Alzada que es recurrida de casación por la parte demandante, que obtiene el presente análisis.

II.- DEL CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN:

1.- Acusa violación e interpretación errónea del art. 138 del Código Civil, alegando agravios y perjuicios que
lesionan los intereses familiares, personales y patrimoniales de sus poderdantes; bajo el argumentos de que
los esposos Flores Flores no habrían demostrado su posesión por más de diez años sobre los 32.50 m2, de
superficie, argumento totalmente falso. Dentro de ese preámbulo señalan:

1.1 Que el Auto de Vista Nº 223/2015 no habría valorado las pruebas documentales de cargo de fs. 3, 4, 5, 6,
7, 8, 9, 10, 11, 12 y 13 y que el demandado Raymundo Flores nunca habría reclamado el lote de terreno,
debido a que el año de 1986 se habría pagado la suma de $us. 2.000, con ello se habría demostrado la
posesión pacifica, pública e ininterrumpida de los esposos Flores Flores.

1.2. Acusa que en el Auto de Vista no se habría valorado la función social que cumple sus poderdantes a través
del pago de servicios de agua y luz.

1.3. Señalan que los magistrados no habrían valorado ni leído el acta de inspección judicial, con la que se
habría demostrado objetivamente que sus representados se encuentran en posesión por más de diez años y
realizado las mejoras en el inmueble a usucapir.

1.4. Aduce que desde que los esposos Flores Flores ingresaron pacíficamente en el inmueble el año 1986, no
hubo objeción ni queja de nadie menos del demandado.

1.5. Señala que el Auto de Vista no habría valorado ni examinado el certificado de residencia de fs. 183 emitido
por la junta de vecinos de la Zona Villa Nueva Potosi, misma que reconoce a los esposos (demandantes) como
únicos dueños del inmueble en litigio.
1.6. Acusa que la sentencia no habría examinado ni valorado para nada la prueba testifical de cargo,
infringiendo el art. 476 del Código de Procedimiento Civil, al efecto transcribe parte de las deposiciones de
sus testigos.

1.7. Acusa la no valoración de la prueba pericial de fs. 137 a 143 de obrados, misma que describiría las
construcciones, modificaciones por ampliaciones y las mejoras realizadas, cuya data es de hace 20 años atrás.

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1.8. Señala que Raymundo Flores Vargas, desde el año 1986 no habría denunciado ni habría interpuesto
demanda judicial de ninguna naturaleza, debido a que el mismo habría trasferido el bien a sus representados.

1.9. Reclama que el Auto de Vista le causa perjuicios a sus poderdantes, toda vez que no dice nada de los $us.
2.000 pagados al señor Raymundo Flores Vargas por concepto de compra venta del lote de terreno.

1.10. Reitera la violación del art. 138 del Código Civil, señalando que la propiedad de un bien se adquiere
también por la sola posesión continuada de diez años.
1.11. Señala que el art. 138 del Código Civil para hacer viable la usucapión requiere del cumplimiento de
ciertos requisitos, los describe y señala que sus poderdantes habrían cumplido con la posesión pacifica,
pública y continuada exenta de clandestinidad, dirigida su demanda contra el verdadero dueño Raymundo
Flores Vargas.

2.- Acusa violación del art. 87 del Código Civil, señalando que la posesión es el poder de hecho ejercido sobre
una cosa y que denota la intención de tener sobre ella el derecho de propiedad u otro derecho real y que los
actores habrían demostrado tener los dos elementos, el animus y el corpus; estando en posesión del inmueble
los diez años desde 1986, y que los vocales alegremente habrían revocado la Sentencia no obstante los
demandantes se habrían ceñido a lo dispuesto por el art. 138 del sustantivo civil.

3.- Acusa violación del art. 110 del Código Civil, señalando que la usucapión es otra de las formas de adquirir
la propiedad de un inmueble por la sola posesión, siendo prosperable lo peticionado por la parte actora; sin
embargo los Vocales desconociendo este precepto habrían dictado un Auto contrario a la Sentencia. Por lo
que debe ser casado el Auto de Vista para que se confirme la Sentencia.

En otro punto hace referencia a la reivindicación, estableciendo que esta figura no sería aplicable al caso, en
el entendido de que Raymundo Flores Vargas habría vendido el inmueble objeto del presente proceso el año
1986 en la suma de $us. 2.000 a Leonardo Flores Mamani y Eusebia Flores de Flores.

Continua señalando respecto de la titularidad del inmueble que el certificado emitido por Derechos Reales
cursante a fs. 34, no sería suficiente para establecer que Raymundo Flores Vargas habría demostrado su
acción reconvencional de reivindicación, ya que este resulta contradictorio a la demanda, por cuanto dicho
informe señala que una superficie de 130 m2, además de no haber demostrado la apoderada legitimación
activa para reconvenir por esta acción reivindicatoria conforme se tiene del poder apócrifo saliente a fs. 26.

Finalmente alega que el reivindicante no habría demostrado con prueba instrumental fehaciente que su
derecho estuviera registrado en Derechos Reales, mismo que lo habilite recuperar el bien, habiendo
presentado simplemente el testimonio Nº 85/1.946, documento que a su criterio no estaría registrado, siendo
inexistente la tarjeta de propiedad; además de no haber demostrado haber estado en posesión del inmueble
y haber sido despojado del mismo, prueba de ello que no presento denuncia alguna en contra de sus
representados.

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Por lo manifestado y al haber sido agraviado, perjudicado y lesionado el derecho de sus poderdantes con el
Auto de Vista impugnado, es que solicita admitir el presente recurso para que <el tribunal Ad quem= case el
Auto de Vista Resolución Nº 223/2015 de fecha 23 de junio, y deliberando en el fondo se confirme la sentencia
Nº 308/2014 de 28 de julio.

De la respuesta al recurso de casación.-

Del contenido de los memoriales de contestación al recurso de casación, en lo pertinente y esencial se resume
lo siguiente:

La parte demandada, considera que las autoridades jurisdiccionales con un sano criterio han revocado
íntegramente la Sentencia Nº 308/2014, toda vez que la misma era atentatoria a los derechos de propiedad
del demandado Raymundo Flores Vargas, vulnerando de esta forma el art. 56 de la Constitución Política del
Estado, no obstante tener conocimiento de que la propiedad está registrada a su nombre bajo la partida
computarizada Nº 01374627, teniendo como fundamento la Escritura Pública Nº 85 de fecha 8 de mayo de
1946 suscrito ante Notario de Fe Pública Dr. Dionisio Espejo Palenque, no siendo evidente la supuesta
violación e interpretación errónea del art. 138 del Código Civil, toda vez que la parte actora no habría probado
la posesión aludida desde el año1986, menos demostrado que la misma hubiera sido continua e
ininterrumpida y jamás denotaron la intención de ser propietarios del inmueble, estando ausenten los
elementos del animus y el corpus; en concreto no indican de forma clara, precisa y concreta las disposiciones
que fueron supuestamente violadas o mal aplicadas.

Asimismo señala que cuando se interpone recurso de casación en el fondo debe plantearse de derecho y no
de hecho, en el caso los recurrentes se limitan a recopilar hechos que no constituyen la esencia del recurso,
incumpliendo lo dispuesto por el num. 2) del art. 258 del Código del Procedimiento Civil. Con elación al pago
de servicios de agua y luz, estos no demuestran la intención de ser propietarios y menos la función social
aludida por los recurrentes.

La acusación de no haber sido supuestamente considerados el acta de inspección y otras pruebas considera
que las mismas serían impertinentes, pues no se trataría de relatar hechos, dejando de lado que el recurso
de casación es asimilado a una demanda nueva, donde se cuestiona la decisión judicial en función a las normas
aplicadas y que estas hayan sido infringidas, situación que no acontece en el caso.

Finalmente con relación a la acción de Reivindicación considera que es procedente en el caso, debido a que
se habría demostrado el derecho propietario del demandado Raymundo Flores Vargas, siendo este el
requisito sine quanun para su procedencia. Por lo que solicita se dicte Auto Supremos que declare
improcedente el recurso de casación de fecha 8 de octubre de 2015 y quede firme y subsistente el Auto de
Vista Nº 223/2015 de fecha 23 de junio.

III.- DE LA DOCTRINA APLICABLE AL CASO:


III.1.- De la valoración de la prueba:
El Auto Supremo Nº 410/2015 de 09 de junio, ha señalado que: <&es facultad privativa de los Jueces de grado,
apreciar la prueba de acuerdo a la valoración que les otorga la ley y cuando ésta no determina otra cosa,
podrán hacerlo conforme a su prudente criterio o sana crítica, según dispone el art. 1286 del Código Civil
concordante con el art. 397 parágrafo I de su procedimiento. En esta tarea jurisdiccional, la examinación de
la prueba es de todo el universo probatorio producido en proceso, siendo obligación del Juez el de valorar en
la Sentencia las pruebas esenciales y decisivas, conforme cita el art. 397 parágrafo II del código adjetivo de la
materia=.

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III.2.-De la usucapión:
Si bien, en nuestra economía jurídica el art. 138 del Código Civil preceptúa que <La propiedad de un bien
inmueble se adquiere también por sólo la posesión continuada durante diez años=.

En relación a lo señalado la línea jurisprudencial consolidada por este Tribunal en el Auto Supremo Nº
410/2015 de 09 de junio, respecto a la usucapión decenal ha establecido que: <el art. 138 del Código Civil
preceptúa que <La propiedad de un bien inmueble se adquiere también por sólo la posesión continuada
durante diez años=; asimismo el art. 87 del mismo sustantivo civil establece que la posesión es el poder de
hecho que se ejerce sobre una cosa mediante actos que denotan la intención de tener sobre ella el derecho de
propiedad u otro derecho real, de igual forma, este artículo señala que una persona posee por sí misma o por
medio de otra que tiene la detentación de la cosa, entendiéndose como detentador, a los inquilinos,
anticresistas, usufructuarios u ocupantes, quienes por su condición de transitorios, no ejercitan posesión por
si mismos sino para el propietario o verdadero poseedor del bien; además, resulta pertinente indicar que para
la procedencia de la pretensión de usucapión decenal o extraordinaria que fue planteada por la recurrente, se
deben cumplir con ciertos requisitos que son necesarios, es decir, que deben concurrir los dos elementos de la
posesión, que son: el corpus, que es la aprehensión material de la cosa y, el animus, que se entiende como el
hecho de manifestarse como propietario de la cosa, posesión que debe ser pública, pacífica, continuada e
ininterrumpida por más de diez años; elementos que la diferencian del resto de las figuras jurídicas como la
detentación, ocupación y otros que solo constituyen actos de tolerancia que no fundan posesión.

III.3.- De la interrupción de la posesión.


Al respecto el Auto Supremo Nº 484/2014 de 29 de agosto ha razonado que: <En la posesión, el poder material
que se ejerce sobre el bien se sustenta en la voluntad libre e independiente de usar o aprovechar
económicamente el bien como si se tratara del propietario, es decir, sin que se reconozca dominio ajeno sobre
el mismo, es precisamente esa actitud lo que marca la diferencia entre la posesión y la tenencia; en ésta última
el poder o relación material de la persona con el bien, que se usa o aprovecha, está mediado por dependencia
o subordinación a la voluntad de otro sujeto, lo que equivale a sostener que se reconoce dominio ajeno sobre
el bien y se.
Sobre este punto resulta pertinente referirnos a la interrupción de la prescripción adquisitiva, en ese sentido
el Auto Supremo Nº 257/2013 de fecha 23 de mayo de 2013, estableció que: <Lo que si resulta conveniente
diferenciar, es la interrupción de la posesión respecto de la interrupción de la prescripción. Como señala el
Autor Néstor Jorge Musto, en su obra Derechos Reales, no se debe confundir la interrupción de la posesión
con la interrupción de la prescripción. Se entiende esto porque la primera supone la pérdida de la cosa,
mientras que la segunda supone la pérdida del tiempo anterior de la posesión, el mismo que se refuta ineficaz
para la prescripción. La interrupción de la prescripción adquisitiva según Planiol, citado en la obra <Tratado
de Los Derechos Reales= de Arturo Alessandri R. y otros, supone: <Todo hecho que destruyendo una de las dos
condiciones esenciales de la prescripción adquisitiva (permanencia de la posesión, inacción del propietario),
hace inútil todo el tiempo transcurrido. Al respecto en la citada obra se hace referencia a dos tipos de
interrupción de la prescripción: la natural y la Civil. La interrupción natural de la prescripción, tiene sustento
en la pérdida de la posesión y en los casos en que dicha pérdida genera efectos interruptivos de la prescripción,
pues, no toda pérdida o interrupción de la posesión conlleva necesariamente la interrupción de la prescripción,
así por ejemplo el caso del poseedor privado de la posesión que dentro del término de un año propone
demanda para recuperar la posesión y esta es recuperada como consecuencia de aquella, en cuyo caso, según
prevé el art. 137 parágrafo II del Código Civil, la interrupción de la prescripción se tendrá por no ocurrida,
aunque materialmente hubiera ocurrido la pérdida de la posesión. La interrupción Civil de la prescripción, no
está ligada a la pérdida o interrupción material de la posesión, sino más bien a la actividad del que se pretende

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verdadero dueño de la cosa, que sale de su pasividad y expresa, ante el poseedor y por medios legales, su
inequívoca intención de no abandonar el derecho de propiedad que afirma tener=.
En base a lo citado, corresponde centrar nuestro análisis en la interrupción Civil de la prescripción, puesto que
los jueces de instancia consideraron que la Sub inscripción que habrían realizado los titulares del derecho
propietario del bien inmueble, habría interrumpido el tiempo para el computo de los diez años, en ese sentido
diremos que para que dicha prescripción adquisitiva opere, quien considere tener derecho de dominio sobre
el bien, deben necesariamente accionar judicialmente sobre el poseedor, con la finalidad de hacer valer frente
a este el derecho que pretende, oponiéndose a la posesión que se ejerce sobre el bien, bajo esa lógica el art.
1503 del Código Civil, señala que: <La prescripción se interrumpe por una demanda judicial, un decreto o un
acto de embargo notificados a quien se quiere impedir que prescriba, aunque el Juez sea incompetente. La
prescripción se interrumpe también por cualquier otro acto que sirva para constituir en mora al deudor.=,
norma de la cual se extrae que para que proceda la interrupción civil, debe concurrir tres requisitos: 1. Debe
ser deducido ante un órgano jurisdiccional; 2. Debe demostrar inequívocamente la voluntad de ejercer el
derecho de propiedad y oponerse a la posesión del poseedor; 3. Debe ser notificado a quien se quiere impedir
que prescriba.
III.4.- Respecto a la Reivindicación.
En el Auto Supremo No 60/2014, de fecha 11 de marzo de 2014, se estableció: <El autor Arturo Alessandri R.
(Tratado de los Derechos Reales, Tomo II, pág. 257) señala que: <Por la acción reivindicatoria el actor no
pretende que se declare su derecho de dominio, puesto que afirma tenerlo sino que demanda la restitución de
la cosa a su poder por el que la posee.=
Conforme lo señalado podemos advertir que el art. 1453 del Código Civil al imprimir que ésta acción le hace
al <propietario que ha perdido la posesión= pone de manifiesto que el legitimado activo es el propietario del
bien para accionar la reivindicación, siendo necesario que para reivindicar acredite el derecho de propiedad,
y es éste derecho que le permite usar, gozar y disponer de la cosa, por imperio del art. 105 del sustantivo de
la materia, derecho que le confiere a su titularla posesión civil o jus possidendi y la natural o corporal o jus
possesionem, esta última puede o no ser ejercida por el propietario. Este razonamiento fue vertido en
repetidos fallos por la extinta Corte Suprema de Justicia que puso en relieve que no necesariamente el titular,
que pretende reivindicar, deba haber estado en posesión física del inmueble, sino que su derecho propietario
le otorga posesión civil que le basta para reivindicar su propiedad; situación que se refleja en el Auto Supremo
Nº 80 de 04 de noviembre de 2004, Sala Civil Segunda, entre otros, que señala: <En efecto, el solo hecho de
tener título de propiedad, otorga al propietario el corpus y ánimus sobre la cosa, ejerciendo el uso, goce y
disposición sobre aquélla, facultándole además, el derecho de reivindicar la cosa de manos de un tercero, así
el demandante no hubiere estado en posesión material de la cosa en litigio. Así el derecho de propiedad se
diferencia de las acciones posesorias, pues, en estas últimas, sí es preciso la posesión física o corporal por
parte de quien la invoca, lo que no sucede con el primero&"; criterio jurisprudencial compartido por éste
Tribunal Supremo de Justicia que en repetido fallos advirtió que <&la acción reivindicatoria, es la existencia
de un derecho de propiedad sobre la cosa cuya reivindicación se demanda. Sólo aquél que demuestra ostentar
derecho propietario puede reivindicar la cosa de quien la posea o detente. Derecho propietario, el cual por su
naturaleza, conlleva la 8posesión9 emergente del derecho mismo, consiguientemente, no necesariamente debe
estar en posesión corporal o natural del bien, habida cuenta de que tiene la "posesión civil" que está integrada
por sus elementos 8corpus y ánimus9" (Auto Supremo Nº 98/2012).
IV.- FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN:
De la revisión del recurso de casación interpuesto por Rómulo Alejo Alarcón, en representación legal de los
demandantes Leonardo Flores Mamani y Eusebia Flores de Flores esposos Flores Flores, se advierte que sus
reclamos en todos los puntos se encuentran orientados a cuestionar la aplicación e interpretación errónea
del art. 138 del Código Civil, bajo los argumentos de haber demostrado su posesión en el inmueble objeto de
Litis por más de diez, posesión que la tendrían desde el año de 1986, año en el que habrían adquirido el

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inmueble por la suma de $us. 2.000 y su vendedor nunca les habría firmado la minuta de transferencia,
continúan señalando que el Tribunal de Alzada no habría considerado la prueba de cargo aportada por su
parte, como es la testifical, inspección ocular e informe pericial, emitiendo una resolución contraria a la
sentencia, revocando la resolución de primer grado; en consecuencia declarando improbada la demanda
principal de usucapión, cuyo fundamento central radica en el hecho de que el demandado tendría inscrito su
derecho propietario sobre un lote de terreno de 130 m2 ubicado en Cota Pata, Alto Potosí (actual calle
Teobaldo Velasco Nº 1265 de la Zona Villa Nueva Potosí), conforme consta de los certificados cursante a fs.
22 y 34 emitido por Derechos Reales, de consiguiente oponible frente a terceros y que los demandantes no
habrían probado la posesión por más de diez años sobre la superficie de 32.50 m2, conforme lo establece el
art. 138 del sustantivo civil.

En virtud a reclamos presentados en el recurso corresponde realizar las siguientes consideraciones:

En principio debemos señalar que la usucapión es considerada como una forma originaria de adquirir la
propiedad en virtud a la posesión que debe ser ejercida durante el tiempo y condiciones previstas por ley,
debiendo cumplir la parte que pretenda usucapir, con ciertos requisitos que son necesarios para su
procedencia. De esta manera, refiriéndonos a la posesión, diremos que; es el poder de hecho que se ejerce
sobre una cosa mediante actos que denotan la intención de tener sobre ella el derecho de propiedad u otro
derecho real, conforme lo señala el art. 87.I del Código Civil, posesión que debe estar compuesta de sus dos
elementos como son el corpus y el animus, entendiéndose al primero como el dominio físico de la cosa y al
segundo como la actitud y comportamiento frente al bien como verdadero dueño; asimismo, la posesión a la
cual se hace referencia al margen de la concurrencia de los elementos señalados supra, esta debe ser pública,
pacífica, continuada y no interrumpida por más de diez años; requisitos básicos para la procedencia de la
usucapión decenal o extraordinaria.

En el caso de autos, mediante memorial cursante de fs. 18 a 19, Rómulo Alejo Alarcón, en representación
legal de Leonardo Flores Mamani y Eusebia Flores de Flores, interpuso demanda de usucapión decenal,
aduciendo que sus poderdantes desde el año de 1986 se encontrarían en posesión física de un lote de terreno
de forma ininterrumpida, pacífica y continuada sobre un lote de terreno de 32.50 m2; ubicada en el callejón
Teobaldo Velasco Nº 1265 de la zona Villa Nueva Potosí de la ciudad de La Paz, habiendo transcurrido
aproximadamente 16 años de que ingresaron a vivir en el inmueble además de haber introducido mejoras de
una inversión muy elevada, continua refiriendo que el inmueble fue entregado por su propietario Raymundo
Flores Vargas como consecuencia de la venta que les hubiera hecho del inmueble, por la suma de $us. 2.000
y no obstante haberle entregado en aquella época su vendedor nunca les firmaron la transferencia
correspondiente, motivo por el cual nunca fueron reclamados por nadie menos por su vendedor, es así que
no se interpuesto acción judicial de ninguna naturaleza que tienda interrumpir su posesión.

De dichos extremos, y conforme a lo acusado por las recurrentes, debemos hacer hincapié en establecer si la
parte actora cumplió o no con los requisitos que hacen viable la usucapión decenal, los cuales ya fueron
desarrollados líneas arriba.

Bajo ese entendimiento en lo que respecta a la identificación y ubicación del bien inmueble que se pretende
usucapir, en base a la certificación cursante a fs. 34 emitida por el Sub registrador de Derechos Reales de la
ciudad de La Paz se comprobó que el bien inmueble de 130 m2 se encuentra ubicado en <Cota Pata= Alto de
Potosí de la ciudad de La Paz registrado bajo la partida computarizada Nº 01374627 a nombre de Flores
Raimundo, según instrumento Nº 08/05/1946 otorgado por ante Notaria de Fe Público Dionisio Espejo
Palenque.

Respecto a la superficie que se pretende usucapir, diremos que si bien resulta evidente que la certificaciones
emitidas por Derechos Reales cursantes de fs. 22 y 34, refieren que el inmueble en cuestión tendría una

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superficie de 130 m2; sin embargo y en base a los argumentos vertidos por los actores en su memorial de
demanda, se advierte que los mismos únicamente pretenden la usucapión decenal de 32.50 mts2, no siendo
requisito de procedencia de dicha acción, que quien pretenda usucapir lo haga sobre la totalidad de la
superficie registrada en Derechos Reales, sino solo sobre la superficie en la cual se encuentra efectivamente
en posesión.

De los legitimados para ser demandados, es menester señalar que en razón a los fundamentos expuestos
anteriormente, la parte actora de manera correcta interpuso la presente demanda contra quien figura en el
Registro de Derechos Reales, como titular del derecho propietario del bien inmueble objeto de la Litis.
Al margen, corresponde señalar que en cumplimiento al art. 131 de la Ley Orgánica de Municipalidades, la
presente demanda también fue puesta en conocimiento del Gobierno Municipal de La Paz, mismo que por
oficio de fs. 67 de obrados refiere que el inmueble que se pretende usucapir no es propiedad municipal.

Ahora bien, respecto a la posesión del bien inmueble, conforme lo señaló el Juez A quo, los actores Leonado
Flores Mamani y Eusebia Flores de Flores demostraron encontrarse en posesión del referido inmueble, mismo
que consta de dos plantas y terraza, con dos dormitorios, cocina y baño, contando con los servicios básicos
de agua potable, luz, alcantarillado y línea telefónica, extremo que fue constatado en la inspección judicial,
cuya acta cursa de fs. 116 a 120 de fecha 20 de abril de 2011, certificado de residencia emitido por la Junta
Vecinal de la Zona Villa Nueva Potosí, misma que acredita que los esposos Eusebia Flores y Leonardo Flores
serían los únicos dueños de la casa ubicada en el callejón Teobaldo Velasco N° 1265 y que viven con toda sus
familia desde el año de 1986 y con las declaraciones testificales de cargo de fs. 149 a 152 y 176
respectivamente, que corresponde a los ciudadanos María Exaltación Paco Coaquira, quien de manera textual
y absolviendo el cuestionario en lo pertinente a la pretensión señala: <si conozco hace 20 añas&si estaban
viviendo ahí, no recuerdo el tiempo&Esta mejorado, la señora está trabajando&Los conozco desde hace 20
años&y son conocidos como dueños=, Nieves Huanca señala: <los conozco desde 1998&.si están en posesión
&si hicieron mejoras&se encuentran en posesión sin perturbaciones&son conocidos como dueños=, Santos
Quispe Chuquimia en su declaración indica: <los conozco desde 1986&.si son dueños desde hace más de diez
años&han colocado puestas, estucado y obra fina &.no están perturbado=, Herminio Quispe Poma señala:
<los conozco desde 1986&.yo los conozco que estaban viviendo los esposos desde 1986&hace años que
estaban mejorando ahora viven con su familia, han cambiado el techo y pintado=, Marcos Chacolla Tarqui a
fs. 176 señala: <es cierto que le conozco eran mis vecinos y le conozco desde 1986&si yo me encontraba
trabajando como albañil y he trabajado en sus ventanas, tenía techo, gradas y pisos&si es evidente que no
fueron perturbado en esos años, son conocidos como vecinos y no eran perturbados por otros personas=, de
las deposiciones transcritas se tiene que los testigos de cargo de manera conteste y uniforme refirieren
conocer a los demandantes, quienes se encuentran en posesión del inmueble sin perturbaciones y que se los
conoce como dueños desde el año de 1986. Del análisis de las pruebas señaladas precedentemente se tiene
claramente mostrado que los demandantes han demostrado encontrarse en posesión de bien inmueble
objeto de la Litis por más de diez.
Aspectos que fueron considerados por la Juez A quo a tiempo de emitir la sentencia, declarando probada la
demanda de usucapión decenal; sin embargo el Tribunal de Alzada con razonamiento contrario considera que
el Juez A quo juez no habría valorado debidamente las pruebas, estableciendo que compulsadas las mismas
se habría evidenciado que el demandado tiene inscrito su derecho 130 m2, ubicado en Cota Pata Alto Potosí
(actual calle Teobaldo Velasco Nº 1265 de la Zona Villa Nueva Potosí), conforme consta en los certificados de
fs. 22 y 34 emitidos por Derechos Reales, documento que respalda el derecho propietario del demandado así
como oponible frete a terceros conforme lo dispone el art 1538 del Código Civil. Derecho del cual se
desprende la usucapión sobre una superficie de 32.50 m2, sin que el demandante haya demostrado la
posesión por más de diez años sobre dicha superficie, estableciendo que el demandado habría seguido
contribuyendo con la carga impositiva del citado inmueble, pago de luz e instalación de alcantarillado,
aspectos que habrían desvirtuado la posesión alegada por los demandantes.

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Al respecto debemos señalar que para que los actos sean considerado interrumpible de la posesión estos
deben atacar directamente a la posesión solicitada, no como sucede en el caso de autos; donde se pretende
considerar el pago de impuestos, de servicios e instalación de alcantarillado como actos interrumpibles que
no alteran de ninguna manera la posesión como tal. En ese entendido y conforme se tiene señalado en el
punto III.3 de la doctrina corresponde centrar nuestro análisis en la interrupción Civil de la prescripción,
puesto que el Juez Ad quem considera que el pago de impuestos, pago por servicio luz e instalación de
alcantarillado realizado por el titular de derecho habría enervado la posesión de los demandantes;
entendiendo que estos actos habrían interrumpido el tiempo para el computo de los diez años, en ese sentido
diremos que para que dicha prescripción adquisitiva opere, quien considere tener derecho de dominio sobre
el bien, debe necesariamente accionar judicialmente sobre el poseedor, con la finalidad de hacer valer frente
a este el derecho que pretende, oponiéndose a la posesión que se ejerce sobre el bien, bajo esa lógica el art.
1503 del Código Civil, señala que: <La prescripción se interrumpe por una demanda judicial, un decreto o un
acto de embargo notificados a quien se quiere impedir que prescriba, aunque el Juez sea incompetente. La
prescripción se interrumpe también por cualquier otro acto que sirva para constituir en mora al deudor.=,
norma de la cual se extrae que para que proceda la interrupción civil, debe concurrir tres requisitos: 1. Debe
ser deducido ante un órgano jurisdiccional; 2. Debe demostrar inequívocamente la voluntad de ejercer el
derecho de propiedad y oponerse a la posesión del poseedor; 3. Debe ser notificado a quien se quiere impedir
que prescriba.

De lo expuesto, diremos que el pago de impuestos, servicios y otros no se adecuan a ninguno de los requisitos
en virtud a los cuales si se hace efectiva la interrupción civil, consiguientemente al no operar la misma, se
advierte que la posesión ejercida por las recurrentes no fue interrumpida como erradamente se estableció
en el Auto de Vista.

En relación a la respuesta al recurso, presentada por Sabina Flores de Tarqui, quien manifiesta que el Tribunal
de Alzada habría obrado con prudente y sano criterio al disponer la revocatoria integra de la sentencia,
resolución que habría atentado contra los derechos de su padre Raymundo Flores Vargas y en consecuencia
los principios y garantías constitucionales previstas en el art. 56 de la Constitución Política del Estado,
destinadas a la protección de la propiedad, pretendiendo la parte actora en forma maliciosa despojarla de su
bien; aun teniendo conocimiento de que su nombrado padre tendría registrado su derecho propietario bajo
la partida computarizada N° 01374627. Bajo ese fundamento considera correcta la aplicabilidad del art. 1453
del Código Civil, en cuanto a haber sido declarada probada la demanda reconvencional de reivindicación del
bien inmueble de su propiedad.

Sin embargo en merito a los fundamentos de orden legal señalados en la presente resolución y considerando
el doble efecto que produce la usucapión decenal, adquisitivo para el usucapiente y extintivo para el
usucapido, en el caso de autos al haber sido demostrado la posesión por más de diez años por la parte actora
ha operado la prescripción adquisitiva en favor de Leonardo Flores Mamani y Eusebia Flore de Flores,
consecuentemente la parte demandante ha perdido su derecho propietario sobre la superficie de 32.5 m2.,
objeto de la pretensión principal incoada en la demanda.

En base a dichas consideraciones, concluiremos señalando que los demandantes conforme lo establece el art.
1283.I del Sustantivo Civil, concordante con el art. 375.I del Código de Procedimiento Civil, si cumplieron con
la carga de la prueba, demostrando objetivamente lo señalado en su demanda, extremos estos que hacen
viable su pretensión, razón por la cual, corresponde emitir fallo conforme a lo previsto en el art. 220.V del
Código Procesal Civil.

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la facultad
conferida por los arts. 41 y 42.I num. 1) de la Ley Nº 025 del Órgano Judicial, y en aplicación a lo previsto en

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el art. 220.IV del Código Procesal Civil CASA el Auto de Vista Resolución Nº 223/2015 de 23 de junio de 2015,
cursante de fs. 409 a 410 vta., pronunciado por la Sala Civil Tercera del Tribunal Departamental de Justicia
de La Paz y deliberando en el fondo mantiene incólume la Sentencia de primer grado.

Sin responsabilidad por ser excusable.

Regístrese, comuníquese y devuélvase.

Relatora: Mgda. Rita Susana Nava Durán.

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TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA


SALA CIVIL

Auto Supremo: 78/2016


Sucre: 04 de febrero 2016
Expediente: CB-66-15-S
Partes: Elizabeth Apaza Yucra y Silvia Corina Apaza Yucra. c/ Lucio Peña, Bertha
de Peña, Luis Alberto Goitia, Ana Litzie Peña de Goitia, Jaime Brianson
Arnez, Elizabeth Analia Matienzo Balderrama y Ana María Quiñones
Rojas y presuntos interesados.
Proceso: Usucapión Decenal.
Distrito: Cochabamba.

VISTOS: El Recurso de Casación en el fondo y en la forma de fs. 188 a 192 vta., interpuesto por Silvia Corina
Apaza Yucra y Elizabeth Apaza Yucra, contra el Auto de Vista REG/S.CII/ASEN.006/20.01.2015 de fecha 20 de
enero de 2015, cursante de fs. 181 a 184 vta., pronunciado por la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, dentro del proceso ordinario de usucapión decenal, seguido por
los recurrentes contra Lucio Peña, Bertha de Peña, Luis Alberto Goitia, Ana Litzie Peña de Goitia, Jaime
Brianson Arnez, Elizabeth Analia Matienzo Balderrama y Ana María Quiñones Rojas y presuntos interesados;
la concesión de fs. 205; los antecedentes del proceso; y:
CONSIDERANDO I:
ANTECEDENTES DEL PROCESO:
Tramitado el Proceso, el Juez de Partido Duodécimo en lo Civil y Comercial de la ciudad de Cochabamba,
emitió la Sentencia O-29/13 de fecha 24 de diciembre de 2013, cursante de fs. 108 a 112, declarando
IMPROBADA la demanda principal con costas y probada la excepción perentoria de falsedad opuesta por el
Defensor de Oficio.
Contra la referida Sentencia, Silvia Corina Apaza Yucra y Elizabeth Apaza Yucra, interpusieron Recurso de
Apelación cursante de fs. 115 a 118.
En merito a esos antecedentes, la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba,
emitió el Auto de Vista REG/S.CII/ASEN.006/20.01.2015 de fecha 20 de enero de 2015, cursante de fs. 181 a
184 vta., confirmando la Sentencia pelada con costas.
Resolución que dio lugar al Recurso de Casación en el fondo y en la forma,
interpuesto por Silvia Corina Apaza Yucra y Elizabeth Apaza Yucra, cursante de fs. 188 a 192 y vta.; el que se
pasa a considerar y resolver.
CONSIDERANDO II:
HECHOS QUE MOTIVAN LA IMPUGNACIÓN:

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En el fondo:
Acusan que tanto el Auto de Vista como la Sentencia son contradictorias, porque el defensor de oficio no
habría opuesto ninguna excepción perentoria, sino únicamente excepciones previas, tal como cursaría en el
memorial de fs. 60-61.
Refieren que pese a que sus personas cumplieron con todos los requisitos de procedencia de la usucapión
decenal, de manera extraña el Juez en dos exiguas líneas ausentes de fundamento legal y respaldo, declaró
improbada la demanda, apoyando su determinación en una confusa, incompleta y nunca demostrada
excepción previa resuelta como perentoria que es la falsedad, al margen de señalar que tampoco se habría
motivado conque medio probatorio se habría demostrado la referida falsedad.
Arguyen que lo señalado en el punto 1 de hechos no probados de la Sentencia de primera instancia contradice
lo demostrado a fs. 34, pues en dicha documental se indicaría a Lucio Peña como propietario originario de la
propiedad y por ende también a su esposa.
Señalan que en el punto dos de hechos no demostrados de la Sentencia pronunciada por el A quo respecto a
que la extensión superficial que pretenden usucapir no formaría parte del total de 1.942,33 mts2, fue un
aspecto que objetaron del Auto de Relación Procesal porque sus personas no habrían referido tal extremo en
su demanda, por lo que mal podrían haber demostrado ese punto.
Refieren no ser evidente lo señalado por el Juez A quo de que el justo título sería uno de los requisitos para
la procedencia de la usucapión decenal, pues la posesión ininterrumpida, publica, pacífica y continuada
cubriría cualquier vicio de títulos de buena fe.
Asimismo, señala que el trámite de subinscripción que hubiesen realizado los propietarios del bien inmueble
no constituye un acto de posesión real o física, pues el mismo no perturbó su pacifica posesión.
Por lo expuesto solicitan casar la Sentencia y el Auto de Vista.
En la forma:
Señalan que la sentencia de primera instancia interpreta de forma errónea la excepción previa de falsedad
resolviéndola como perentoria y que el mismo constituiría un hecho irregular que viola el art. 338 del Código
de Procedimiento Civil.
Continuando, arguyen que las excepciones interpuestas por el defensor de Oficio no fueron debidamente
fundamentadas, reiterando que el Juez A quo en dos líneas carente de motivación y fundamentación resolvió
la excepción de falsedad sin realizar una valoración correcta.
En virtud a lo expuesto solicita se anule obrados hasta el vicio mas antiguo, es decir hasta que se tramite la
excepción previa de falsedad.
CONSIDERANDO III: FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN:
Del análisis del recurso de casación, corresponde a este Tribunal Supremo de Justicia ingresar a considerar
previamente los reclamos que fueron interpuestos en la forma.
En la forma
Respecto al primer reclamo donde acusan que el juez A quo habría resuelto la excepción previa de falsedad
como si fuese perentoria y que tal hecho constituiría vulneración del art. 338 del Código de Procedimiento
Civil, corresponde señalar que de la revisión de obrados, se advierte que si bien es evidente que el Defensor
de Oficio, mediante memorial cursante de fs. 60 a 61, se apersona al proceso y opone excepciones de
falsedad, ilegalidad, obscuridad, contradicción e imprecisión en la demanda, refiriendo que las mismas serían
previas, sin embargo por Auto de fecha 06 de marzo de 2012 cursante a fs. 61 vta., el Juez A quo tuvo por
opuestas las excepciones perentorias de falsedad e ilegalidad, empero no admitió las excepciones de

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oscuridad, contradicción e imprecisión, toda vez que consideró que las mismas están catalogadas como
previas y no así como perentorias.
Dicho Auto fue puesto en conocimiento de la parte recurrente, tal cual consta en la papeleta de notificación
de fs. 62, sin embargo el mismo no mereció observación o impugnación alguna, pues las actoras continuaron
con la tramitación del proceso. En ese sentido y en virtud a los principios procesales que rigen las nulidades
procesales, que establecen que la misma es procedente cuando la infracción da origen a un daño que no
puede ser reparado si no es por esta vía excepcional, corresponde referirnos de manera puntual al principio
de preclusión, que establece que si la parte que se siente agraviada con una determinada resolución, no
reclama oportunamente, este su derecho precluye, no pudiendo ser activado en etapas posteriores;
consecuentemente y toda vez que las recurrentes pese a tener la oportunidad de reclamar en tiempo y forma
oportuna el Auto por el cual el Juez A quo admitió la excepción de falsedad como perentoria, no activaron
recurso alguno, al contrario continuaron con la tramitación de la causa, se concluye que dejaron precluir este
derecho convalidando el mismo, razón por la cual no resulta evidente la vulneración del art. 338 del Código
de Procedimiento Civil.
Otro aspecto reclamado, es el hecho de que pese a que el Defensor de Oficio no habría fundamentado
debidamente las excepciones que interpuso, el Juez A quo declaró probada la excepción de falsedad sin la
debida motivación y fundamentación, sin realizar una valoración correcta; de esta acusación debemos
señalar previamente que el Tribunal de Alzada que confirmó la Sentencia de primera instancia, refirió que al
no existir congruencia entre los datos proporcionados por las demandantes en su demanda principal y los
informes y/o certificaciones emitidas por la oficina de Derechos Reales, se generó confusión, poniendo en
duda si efectivamente la pretensión de las actoras recae sobre las superficies señaladas en su demanda o no;
fundamento en base al cual concluyó que la determinación asumida por el Juez A quo de declarar improbada
la demanda principal y probada la excepción de falsedad, fue la correcta y conforme a derecho. De esta
manera resulta pertinente referirnos a la Sentencia de primera instancia, que respecto a la excepción de
falsedad, de manera puntual señaló que: <FALSEDAD.- La falsedad es la falta de verdad o autenticidad, falta
de conformidad entre las palabras, las ideas y las cosas, es cualquiera de las ocultaciones de la verdad, en el
presente caso y con referencia a la acción de usucapión se encuentra acredita la misma, por cuanto este
juzgador no creó convicción plena, en sentido de que la extensión superficial a usucapir no forma parte del
inscrito en Derechos Reales, así como que los propietarios ahora demandados, dejaron o abandonaron el
ejercicio de su derecho propietario; por lo que la interposición de la presente acción resulta ser falsa.=
De lo señalado, se deduce que lo acusado por las recurrentes, respecto a la falta de motivación y
fundamentación de la excepción de falsedad, no resulta evidente, pues tanto el Juez A quo como el Tribunal
de Alzada, manifestaron las razones por las cuales consideraron que la excepción citada fue declarada
probada, fundamento este que no necesariamente debe ser extenso sino que debe ser entendible, como
ocurrió en el caso de autos, extremo que no debe confundirse con el desacuerdo que las partes puedan llegar
a tener con los fundamentos expuestos en las resoluciones, extremo en el cual corresponderá la formulación
del recurso de casación en el fondo y no así de forma.
Por lo expuesto, respecto al recurso de casación en la forma, corresponde emitir fallo conforme lo prevén los
arts. 271 num. 2) y 273 del Código de Procedimiento Civil.
En el fondo:
De los extremos acusados en el recurso de casación en el fondo, se deduce que los mismos se encuentran
centrados a cuestionar que pese a que las recurrentes cumplieron con los requisitos de procedencia de la
usucapión decenal, la misma, de manera extraña fue declarada improbada y contrariamente fue acogida la
excepción perentoria de falsedad, que el justo título no sería requisito de la usucapión decenal y que la
subinscripción en Derechos Reales no constituiría un acto de posesión real o física, pues no perturbó su
pacifica posesión.

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En virtud a estos reclamos, corresponde realizar las siguientes consideraciones:


En principio debemos señalar que la usucapión es considerada como una forma originaria de adquirir la
propiedad en virtud a la posesión que debe ser ejercida durante el tiempo y condiciones previstas por ley,
debiendo cumplir la parte que pretenda usucapir, con ciertos requisitos que son necesarios para su
procedencia. De esta manera, refiriéndonos a la posesión, diremos que es el poder de hecho que se ejerce
sobre una cosa mediante actos que denotan la intención de tener sobre ella el derecho de propiedad u otro
derecho real, conforme lo señala el art. 87-I) del Código Civil, posesión que debe estar compuesta de sus dos
elementos que es el corpus y el animus, entendiéndose al primero como el dominio físico de la cosa y al
segundo como la actitud y comportamiento frente al bien como verdadero dueño; asimismo, la posesión a la
cual se hace referencia al margen de la concurrencia de los elementos señalados supra, esta debe ser pública,
pacífica, continuada y no interrumpida por más de diez años; requisitos básicos para la procedencia de la
usucapión decenal o extraordinaria.
Sin embargo, debido al doble efecto que produce la usucapión decenal, adquisitivo para el usucapiente y
extintivo para el usucapido, con la finalidad de que este último efecto se produzca de forma valida y eficaz,
resulta imprescindible dirigir la demanda, contra la persona o personas que figuren en el Registro de Derechos
Reales como titulares del bien inmueble que se pretende usucapir, puesto que de ser acogida la pretensión,
será el o ellos los que se vean afectados, deduciéndose de esta manera, que al margen de los ya citados, otro
requisito que debe cumplir quien pretenda usucapir decenalmente, es la identificación correcta del sujeto o
sujetos pasivos, es decir de los titulares del bien inmueble, por lo que resulta necesario adjuntar a la demanda,
la certificación o documento que acredite tal extremo (documentación autorizada expedida por la Oficina de
Registro de Derechos Reales e inclusive la codificación catastral que informe sobre el uso de suelo expedida
por el Gobierno Municipal), de esta manera se otorgará seguridad jurídica a las partes evitándose
consecuentemente cualquier reclamo que pudiera invocar el verdadero titular del derecho propietario. De
igual forma, otro requisito de importancia, es la identificación y ubicación exacta del bien que se pretende
usucapir, para que de esta manera no se afecte el derecho propietario de personas ajenas al proceso.
En el caso de autos, mediante memorial cursante de fs. 29 a 30, Elizabeth Apaza Yucra y Silvia Corina Apaza
Yucra, interpusieron demanda de usucapión decenal, aduciendo que tanto ellas como sus hermanas Lilian
Cristina Apaza Yucra y Lourdes Apaza Yucra, desde hace más de 10 años, se encuentran en posesión
continuada, pacifica e ininterrumpida del bien inmueble ubicado en la zona Oeste Villa Bush, de la ciudad de
Cochabamba, Distrito 3, sub distrito 27, contando con una superficie de 490,33 mts2, siendo sus colindancias
al Norte con la Familia Peña Matienzo, al Sud con Av. Blanco Galindo, al Oeste con Zacarías Saavedra y al Este
con Manolo Quiroga; añaden que dicho inmueble fue entregado a sus padres por los esposos Lucio Peña y
Bertha de Peña, como agradecimiento por los servicios prestados, empero estos habrían fallecido sin poder
entregarles los papeles o indicarles el estado de los papeles de propiedad; señalaron además que en dicho
inmueble realizaron mejoras consistentes en construcciones de habitaciones y cuartos de servicio, así como
la realización de cultivos y el establecimiento de un puesto de comida, es decir que actuaron como verdaderas
propietarias sin que nadie haya cuestionado su posesión.
Sin embargo señalan que el inmueble cuenta con registro catastral, donde Luis Alberto Goitia A., Ana de Goitia
Peña y Jaime Brianson Arnez figuran como propietarios del inmueble que pretenden usucapir. Antecedentes
por los cuales interpusieron la presente demanda contra Lucio Peña, Bertha de Peña, Luis Alberto Goitia A.,
Ana de Goitia Peña, Jaime Brianson Arnez y contra presuntos interesados.
Empero, en virtud a las observaciones realizadas por el Juez A quo, y como emergencia de la certificación
emitida por Derechos Reales, la demanda fue ampliada contra Elizabeth Analía Matienzo Valderrama y Ana
María Quiñones Rojas, y se rectificó el nombre de la demanda Ana de Peña Goitia por Ana Litzie Peña de
Goitia.

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Consiguientemente, y toda vez que la parte actora señaló desconocer el domicilio de los demandados, todos
estos fueron citados mediante edictos cursantes de fs. 48 a 50, y como no se apersonaron al proceso, se les
designó defensor de oficio en la persona de Dr. Roberto Ángel Barrios Díaz, quien se apersonó al proceso,
contestando negativamente a la demanda principal señalando que ante la falta de justo título de la parte
actora la demanda de usucapión no debe ser declarada probada, asimismo interpuso excepciones, siendo
admitidas las de falsedad e ilegalidad en calidad de perentorias (fs. 60 a 61 y vta.)
De dichos extremos, y conforme a lo acusado por las recurrentes, debemos hacer hincapié en establecer si la
parte actora cumplió o no con los requisitos que hacen viable la usucapión decenal, los cuales ya fueron
desarrollados anteriormente.
De esta manera, en lo que respecta a la identificación y ubicación del bien inmueble que se pretende usucapir,
en base a la certificación cursante a fs. 4, emitida por el Departamento de Servicios Catastrales dependiente
de la Dirección de Información Geográfica y Catastro del Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba,
basado en los datos de solicitud y el informe topográfico de la casa Comunal Molle, se comprobó que el bien
inmueble se encuentra ubicado en el Distrito 03, Sub Distrito 27 (zona Villa Bush, manzano 247 y que el mismo
cuenta con el Código Catastral de referencia Nº 00-27-247-027-0-00-000-000 (ubicación física), extremos
corroborados con la certificación del Registro Catastral de fs. 5 y con el informe realizado emergente de la
inspección (fs. 8 y 9), así como por el informe topográfico (fs. 10 a 12) realizado por funcionarios de la
Comuna de Molle Dist. 3-4 dependiente del Gobierno Autónomo Municipal de Cercado Cochabamba,
documentales estas en las cuales coincide la ubicación del bien inmueble objeto de la litis.
Respecto a la superficie que se pretende usucapir, diremos que si bien resulta evidente que la certificación
del Registro Catastral de fs. 5, al igual que las certificaciones emitidas por Derechos Reales cursantes de fs. 34
a 36, refieren que el inmueble en cuestión tendría una superficie según título de 1942, 69 mts2., empero de
acuerdo a los informes técnicos de fs. 8 a 13, señalados en el párrafo anterior, y en base a los argumentos
vertidos por las actoras en su memorial de demanda, se advierte que las mismas únicamente pretenden la
usucapión decenal de 490,33 mts2, superficie que fue determinada en base a la mensura realizada para
dichos informes, no siendo requisito de procedencia de dicha acción, que quien pretenda usucapir lo haga
sobre la totalidad de la superficie registrada en Derechos Reales, sino solo sobre la superficie en la cual se
encuentra efectivamente en posesión.
De los legitimados para ser demandados, es menester señalar que en razón a los fundamentos expuestos
anteriormente, la parte actora de manera correcta interpuso y amplió la presente demanda, no solo contra
quienes refieren que habrían entregado el inmueble a sus padres como compensación por los trabajos que
ellos habrían realizado, sino que la misma fue interpuesta contra quienes figuran tanto en el Registro de
Derechos Reales como en el Registro de Catastro Municipal, como titulares del derecho propietario del bien
inmueble objeto de la litis, de igual forma, y con la finalidad de evitar indefensión, la demanda también fue
interpuesta contra los que figuran como vendedores del inmueble a los actuales titulares así como a posibles
interesados; quienes fueron citados mediante edictos. Al margen, corresponde señalar que en cumplimiento
al art. 131 de la Ley Orgánica de Municipalidades, la presente demanda también fue puesta en conocimiento
del Gobierno Municipal de Cochabamba, quienes refirieron que el inmueble que se pretende usucapir no es
propiedad municipal.
Ahora bien, respecto a la posesión del bien inmueble, conforme lo señaló el Juez A quo, las actoras
demostraron que tanto ellas como sus dos hermanas, se encuentran en posesión real y efectiva del bien
inmueble, extremo que fue constatado con la inspección judicial de fecha 28 de mayo de 2012 (fs. 83 y vta.)
y con las declaraciones testificales de fs. 88 a 94, quienes de manera conteste y uniforme refirieron que las
mismas se encuentran en posesión del inmueble desde hace más de 10 años y que no fueron perturbadas en
su posesión por ninguna persona, es decir que se encontraban en posesión pacifica, tal y como lo refleja la
certificación de fs. 21, donde el Jefe de Plataforma de Atención al Usurario Externo del Consejo de la

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Judicatura, señaló que contra Silvia Corina Apaza Yucra y Lilian Cristina Apaza Yucra, no existe registro de
procesos civiles, penales u otros.
Sin embargo, al margen de lo ya señalado, resulta pertinente realizar ciertas aclaraciones, en ese entendido,
respecto al justo título al cual hacen referencia los de instancia, diremos que si bien la usucapión quinquenal
u ordinaria así como la decenal o extraordinaria, constituyen una forma de adquirir la propiedad mediante la
posesión pacífica y continuada por el tiempo que la ley señala, empero también es evidente que al margen
de la posesión pacífica y continuada, cada una de ellas exige el cumplimiento de otros requisitos, de esta
manera, el art. 134 del Código Civil, señala como requisitos de la usucapión quinquenal u ordinaria al título
idóneo o justo título, la buena fe y la posesión continuada durante cinco años contados desde la fecha de
inscripción de dicho título; requisitos estos que conforme a lo desarrollado en el presente Auto Supremo,
varían de aquellos que hacen viable la usucapión decenal o extraordinaria, constituyéndose de esta manera
el Título Idóneo o Justo Titulo, como requisito propio de la usucapión ordinaria y no así de la extraordinaria,
como equivocadamente lo señalaron los jueces de instancia.
De igual forma, respecto a la interrupción del tiempo para el computo de los diez años para usucapir, la cual
señalan los jueces de instancia que habría operado en virtud a la Sub inscripción en Derechos Reales en las
gestiones 2010 y 2011, que habrían realizado los titulares del Derecho Propietario del inmueble objeto de la
litis; sobre este punto resulta pertinente referirnos a la interrupción de la prescripción adquisitiva, en ese
sentido el Auto Supremo Nº 257/2013 de fecha 23 de mayo de 2013, estableció que: <Lo que si resulta
conveniente diferenciar, es la interrupción de la posesión respecto de la interrupción de la prescripción. Como
señala el Autor Néstor Jorge Musto, en su obra Derechos Reales, no se debe confundir la interrupción de la
posesión con la interrupción de la prescripción. Se entiende esto porque la primera supone la pérdida de la
cosa, mientras que la segunda supone la pérdida del tiempo anterior de la posesión, el mismo que se refuta
ineficaz para la prescripción. La interrupción de la prescripción adquisitiva según Planiol, citado en la
obra <Tratado de Los Derechos Reales= de Arturo Alessandri R. y otros, supone: <Todo hecho que destruyendo
una de las dos condiciones esenciales de la prescripción adquisitiva (permanencia de la posesión, inacción del
propietario), hace inútil todo el tiempo transcurrido. Al respecto en la citada obra se hace referencia a dos
tipos de interrupción de la prescripción: la natural y la Civil. La interrupción natural de la prescripción, tiene
sustento en la pérdida de la posesión y en los casos en que dicha pérdida genera efectos interruptivos de la
prescripción, pues, no toda pérdida o interrupción de la posesión conlleva necesariamente la interrupción de
la prescripción, así por ejemplo el caso del poseedor privado de la posesión que dentro del término de un año
propone demanda para recuperar la posesión y esta es recuperada como consecuencia de aquella, en cuyo
caso, según prevé el art. 137 parágrafo II del Código Civil, la interrupción de la prescripción se tendrá por no
ocurrida, aunque materialmente hubiera ocurrido la pérdida de la posesión. La interrupción Civil de la
prescripción, no está ligada a la pérdida o interrupción material de la posesión, sino más bien a la actividad
del que se pretende verdadero dueño de la cosa, que sale de su pasividad y expresa, ante el poseedor y por
medios legales, su inequívoca intención de no abandonar el derecho de propiedad que afirma tener.=.
En base a lo citado, corresponde centrar nuestro análisis en la interrupción Civil de la prescripción, puesto
que los jueces de instancia consideraron que la Sub inscripción que habrían realizado los titulares del derecho
propietario del bien inmueble, habría interrumpido el tiempo para el computo de los diez años, en ese sentido
diremos que para que dicha prescripción adquisitiva opere, quien considere tener derecho de dominio sobre
el bien, deben necesariamente accionar judicialmente sobre el poseedor, con la finalidad de hacer
valer frente a este el derecho que pretende, oponiéndose a la posesión que se ejerce sobre el bien, bajo esa
lógica el art. 1503 del Código Civil, señala que: <La prescripción se interrumpe por una demanda judicial, un
decreto o un acto de embargo notificados a quien se quiere impedir que prescriba, aunque el Juez sea
incompetente. La prescripción se interrumpe también por cualquier otro acto que sirva para constituir en mora
al deudor.=, norma de la cual se extrae que para que proceda la interrupción civil, debe concurrir tres
requisitos: 1. Debe ser deducido ante un órgano jurisdiccional; 2. Debe demostrar inequívocamente la

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voluntad de ejercer el derecho de propiedad y oponerse a la posesión del poseedor; 3. Debe ser notificado a
quien se quiere impedir que prescriba.
De lo expuesto, diremos que la Sub Inscripción que habrían realizado los titulares del derecho propietario del
bien inmueble, en las gestiones 2010 y 2011, no se adecua a ninguno de los requisitos en virtud a los cuales
si se hace efectiva la interrupción civil, consiguientemente al no operar la misma, se advierte que la posesión
ejercida por las recurrentes no fue interrumpida como erradamente se estableció en la Sentencia de primera
instancia y en el Auto de Vista.
En base a dichas consideraciones, concluiremos señalando que las actoras, conforme lo establece el art. 1283-
I) del Sustantivo Civil, concordante con el art. 375-I) del Código de Procedimiento Civil, si cumplieron con la
carga de la prueba, demostrando objetivamente lo señalado en su demanda, extremos estos que hacen viable
su pretensión, razón por la cual, corresponde emitir fallo conforme a lo previsto en los arts. 271 num. 4) y
274) del Código de Procedimiento Civil.
POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la facultad
conferida por los arts. 41 y 42.I num. 1) de la Ley del Órgano Judicial y en aplicación a lo previsto en los arts.
271 num. 4) y 274 del Código de Procedimiento Civil, CASA el Auto de Vista REG/S.CII/ASEN.006/20.01.2015
de fecha 20 de enero de 2015, cursante de fs. 181 a 184 vta., pronunciado por la Sala Civil Segunda del Tribunal
Departamental de Justicia de Cochabamba, y deliberando en el fondo, declara probada la demanda de
usucapión decenal interpuesta por Elizabeth Apaza Yucra y Silvia Corina Apaza Yucra, sobre el bien inmueble
ubicado en la Zona Villa Bush Norte, Distrito 03, Sub Distrito 27, Manzano 247, Av. Blanco Galindo, de 490,33
mts2., de superficie, cuyos límites y colindancias cursan en el informe topográfico emitido por la División de
Atención al ciudadano de la Comuna de Molle Distrito 3-4 del Gobierno Autónomo Municipal de Cercado
Cochabamba, cursante de fs. 10 a 12 de obrados, para lo cual el Juez de la causa en ejecución de sentencia
deberá librar las correspondientes ejecutoriales de ley, tomando en cuenta que el efecto extintivo y
adquisitivo simplemente comprende la superficie de 490,33 mts2., que corresponde a la matricula
3.01.1.02.0022592 relativa a una superficie de 1942,69 mts2., sin que esto implique copropiedad entre las
partes, debiendo generarse una nueva matricula emergente de la nombrada con la superficie y colindancias
señaladas supra, y en consecuencia rectificarse la superficie de la primera matricula 3.01.1.02.0022592.
Sin responsabilidad por ser excusable
Regístrese, comuníquese y devuélvase.
Relatora: Mgda. Rita Susana Nava Durán.

Descargado por Nataly Aliaga Arancibia (natha14shaaliaga@gmail.com)

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