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1. MÉTODO MCKENZIE
En 1956, en Wellington, Nueva Zelanda, tuvo lugar un hecho que derivó en el desarrollo de un
sistema de valoración y tratamiento de los problemas mecánicos no específicos: El Método de
Diagnóstico y Terapia Mecánica (MDT)- Método McKenzie.
Esto es lo que le ocurrió a Robin McKenzie un fisioterapeuta neozelandés nacido en 1931 y fue
el inicio del Método que lleva su nombre, reconocido a nivel mundial y respaldado por
abundante literatura científica; siendo actualmente uno de los métodos de tratamiento para
dolor de espalda de origen no específico más usados y recomendados.
Robin McKenzie hizo una observación fortuita y esto dió comienzo a una investigación de varias
décadas que permitió a McKenzie desarrollar un sistema de evaluación y tratamiento para la
columna lumbar. Luego para el resto de la columna vertebral y más recientemente para las
extremidades.
Según las guías mundiales sobre el dolor lumbar como por ejemplo QUEBECK TASK FORCE.
2. EVALUACIÓN MECÁNICA
CONCEPTO:
• El enfoque McKenzie se basa en la autonomía del paciente.
• En el autotratamiento.
• El paciente debe ser el protagonista principal en su recuperación.
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• Debe comprender como colocar su cuerpo para tratar de evitar las recidivas y debe
aprender, en la medida de lo posible, como controlar por sí mismo las recidivas si no ha
conseguido impedir que se produzcan.
FACTORES DE PREDISPOSICIÓN
Mckenzie identifica tres actividades de la vida diaria como factores de predisposición de dolor
lumbar:
FRECUENCIA DE FLEXIÓN
Desde el momento en que uno se incorpora de la cama por la mañana hasta el momento de
descanso; las personas están en posturas y actividades predominantemente en flexión y muy
rara vez en posturas de extensión.
CONCEPTO DE PROFILAXIS
FENÓMENO DE CENTRALIZACIÓN
Lo importante de la historia del señor Smith, es que mientras el paciente estuvo en esa posición
de extensión lumbar, el dolor cambió y se desplazó desde la pierna y el lado derecho de la
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espalda hacia el centro a nivel de la cintura. Este movimiento del dolor desde la pierna o glúteo
hacia el centro de la columna se conoce como el FENÓMENO DE CENTRALIZACIÓN.
Si este fenómeno ocurre mientras valoramos y/o tratamos al paciente indica muy buen
pronóstico.
FENÓMENO DE PERIFERALIZACIÓN
La centralización implica que los síntomas han de permanecer mejor una vez cesa la carga
terapéutica.
Si ocurriera que los síntomas mejoran durante la carga terapéutica pero no permanecen mejor
cuando dejamos de aplicarla, quizás necesitemos aumentar la carga, mediante la PROGRESIÓN
DE FUERZAS descrita por McKenzie.
El comportamiento contrario, es decir, que los síntomas se desplacen desde una posición más
central a una más periférica se conoce como FENÓMENO DE PERIFERALIZACIÓN, e indica que
esa dirección ha de evitarse puesto que empeoran los síntomas debiendo valorar FUERZAS
ALTERNATIVAS que no periferalicen y nos ayuden sintomatológicamente.
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DIRECCIÓN DE PREFERENCIA
Por este motivo en la formación que reciben los terapeutas a través del Instituto McKenzie, se le
da mucha importancia a determinar el movimiento o posición que produce la centralización,
encontrando así la DIRECCIÓN DE PREFERENCIA; que es aquella en la que los síntomas
disminuyen, se eliminan o centralizan, y soluciona el problema del paciente.
McKenzie describió tres síndromes principales que engloban a la mayoría de los pacientes:
Una HISTORIA CLÍNICA detallada y estandarizada, donde se recogen todos los síntomas y el
comportamiento de los mismos, desde el inicio del problema.
LA EXPLORACIÓN
Para la exploración hay que tener en cuenta:
• La postura
• Deformidades agudas
• El estado neurológico
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Según la respuesta que obtengamos a estos tests, el terapeuta será capaz de realizar una
CLASIFICACIÓN que será provisional el primer día y se confirmará en las siguientes visitas. En un
máximo de 5 visitas la clasificación debe estar confirmada.
• Interrogatorio.
• Evaluación del movimiento.
• Evaluación del movimiento y dolor.
RESUMEN DE LA EVALUACIÓN • Movimientos repetidos.
• Pruebas estáticas de estrés postural.
• Pruebas neurológicas y descartar
patologías asociadas
3. CLASIFICACIONES
• Síndrome de Derangement:
Los síntomas podrán ser locales y/o irradiar a lo largo del miembro.
Cuando nos encontremos ante una deformidad aguda (Cifótica, Lateral, Lordótica) posiblemente
requiera un tratamiento más cuidadoso inicialmente utilizando procedimientos estáticos en vez
de movimientos repetidos.
El modelo conceptual descrito por McKenzie en su inicio “culpa” al disco de los síntomas y de las
alteraciones mecánicas.
Es importante tener en cuenta esto último, ya que cuando valoremos al paciente tendremos que
tener en cuenta dos cosas: la respuesta sintomática y la respuesta mecánica.
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• Síndrome de Disfunción:
Es por esto que su presentación será típica, pues sólo tendremos dolor LOCAL (excepto en la
adherencia de la raíz nerviosa) cuando estresemos el tejido alterado y cesará en el momento
que no pongamos tensión.
La presentación nunca será aguda, ya que para que haya una alteración en el tejido (adherido o
acortado adaptativamente), se requiere que pasen unas 8 semanas como mínimo, lo que podría
ocurrir con un desarreglo mantenido en el tiempo.
• Síndrome Postural:
Es el más fácil de detectar ya que el dolor es siempre LOCAL sólo aparece cuando se mantiene
una posición al final de la amplitud articular, durante mucho tiempo, y desaparece de forma
inmediata cuando se deja de mantener esa postura. Aparece por un estrés mecánico mantenido
en el tiempo en estructuras y tejidos normales.
Aunque es un paciente que difícilmente veremos en nuestra consulta, por lo liviano de los
síntomas, muchos Derangement comenzaron con un Síndrome Postural y con el paso del tiempo
han producido una alteración en la articulación, que no ha sido capaz de volver a su posición
neutra, y comienzan a tener dolor que no desaparece al cambiar la postura.
Como vemos, el Método McKenzie es algo más que meramente ejercicios de extensión, es un
método de clasificación en subgrupos, que es la forma actual de abordaje de los problemas
espinales mecánicos.
4. TRATAMIENTO
Una vez tenemos la Clasificación, y si se ha determinado que el origen del problema es mecánico
y susceptible de ser tratado mediante terapia mecánica, se procederá a elaborar el
TRATAMIENTO, que consta de:
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Mantener la postura de forma activa es muy difícil, ya que requiere una atención
constante y sólo nos acordamos cuando nos duele. Sin embargo, es muy fácil de
conseguir si utilizamos un rodillo lumbar, que da apoyo a esa zona y evita la posición
encorvada tan dañina y habitual en nuestra vida diaria.
McKenzie enfatiza la necesidad de que el propio paciente pueda solucionar el problema con las
fuerzas generadas por él mismo.
TRATAMIENTO DE DERANGEMENT
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TRATAMIENTOS
Según los estudios los dolores de espalda tanto cervicales como lumbares tienden a la recidiva,
por lo que es importante que el paciente al mínimo indicio de aparición de los síntomas sepa
actuar. Se les EDUCA a que sean PROACTIVOS (eviten que aparezca el problema) en vez de
REACTIVOS (reaccionen sólo cuando sienten algún síntoma).
Síndrome postural:
Síndrome de disfunción:
La presentación nunca será aguda, ya que para que haya una alteración en el tejido adherido o
cortado adaptativamente, se requiere que pasen unas 8 semanas como mínimo.
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Síndrome de derangement:
6. EVALUACIÓN CLÍNICA
RED FLAGS
CONTRAINDICACIONES
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ANAMNESIS
Debe ser sencilla para determinar la situación del paciente. En el método McKenzie se emplean
formularios estandarizados para evaluar los segmentos raquídeos y las extremidades.
EXPLORACIÓN FÍSICA
Los marcadores objetivos habituales incluyen: la posible presencia de una deformación aguda,
paciente bloqueado en cifosis, en desplazamiento lateral o en lordosis, un posible déficit
neurológico y, sobre todo, las pérdidas de amplitudes y los dolores provocados por los
movimientos de prueba.
• Desde el punto de vista de este método, el paciente no acude a la consulta para recibir
un tratamiento. McKenzie habla de una alianza terapéutica, en la que se instaura un
proceso de cooperación entre el terapeuta y el paciente.
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8. PROCEDIMIENTOS
PROCEDIMIENTO 1: Prono, principios de extensión. El paciente acostado prono con los brazos a
lo largo del tronco y la cabeza acostada de cualquier lado. En esta posición la columna lumbar
cae directamente en posición lordótica. Se mantiene 5 minutos.
Inspira por la nariz y al espirar por la boca debe notar como aumenta la lordosis. Mantiene 5
minutos.
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PROCEDIMIENTO 3: Extensión acostado. Desde la misma posición que el 2, extiende los brazos
elevando la parte superior del tronco, el resto del cuerpo permanece en la camilla sin
movimiento. Posteriormente el paciente baja su cuerpo. Se repite 10 veces.
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Fisioterapeuta de pie al lado del paciente, coloca sus manos cruzadas, sobre las apófisis
transversas en el apropiado segmento de la columna lumbar. Se aplica una presión simétrica y
de inmediato se regresa a la posición de partida, si perder el contacto con la piel del paciente. El
procedimiento se repite rítmicamente alrededor de 10 veces. Dependiendo de la tolerancia del
paciente y del comportamiento del dolor, esta presión se incrementa con cada movimiento
consecutivo. Este procedimiento se repite en zona dolor, por encima y por debajo.
El paciente acostado supino. El fisioterapeuta de pie al lado hacia donde se moverán las piernas
del paciente.
Con la mano inferior fija el hombro contrario del paciente. Con la otra mano lleva las piernas del
paciente hacia el lado de tal manera que las rodillas y caderas se encuentren en ángulo recto.
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De esta manera, los tobillos del paciente descansan sobre los muslos del fisioterapeuta.
Posteriormente, de manera suave pero firme, bajamos las rodillas del paciente hasta donde sea
posible obteniendo una rotación y flexión lateral en la columna lumbar.
PROCEDIMIENTO 11: Flexión acostado en decúbito supino. El paciente acostado en supino con
rodillas en flexión de 45º y los pies apoyados en la camilla. El paciente lleva las rodillas al pecho
y las sostiene con sus brazos aplicando la máxima fuerza. Posteriormente relaja la presión de sus
manos y regresa con los pies a la posición de partida. La secuencia se repite 10 veces.
PROCEDIMIENTO 12: Flexión en bipedestación o sentado. El paciente de pie con los pies
separados unos 30 cm, realiza una lenta y progresiva flexión del tronco llevando sus manos sobre
las piernas dándose así el soporte y marcando la amplitud del movimiento. El procedimiento,
lento y cauteloso al inicio, se repite 10 veces, recordando que el paciente debe regresar siempre
a la posición de partida después de cada flexión.
PROCEDIMIENTO 13: Flexión con apoyo sobre escalón. El paciente de pie apoyando uno de los
pies sobre un escalón, flexiona la cadera y la rodilla a unos 90º.
El peso del cuerpo debe mantenerse sobre la otra pierna que permanece extendida todo el
tiempo.
Lentamente el paciente realiza una flexión del tronco aproximando el hombro del mismo lado
hacia la rodilla flexionada.
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Si es posible, el paciente debe llevar el hombro más debajo de la rodilla y realizar una
sobrepresión asistiendo el movimiento agarrándose por el tobillo y hacia abajo.
El paciente de pie con pies separados cargando peso en ambas piernas. Posteriormente flexiona
90º el codo del lado de la desviación. El antebrazo se encontrará por encima de la cresta ilíaca.
El codo será utilizado como palanca para ejecutar la corrección.
El terapeuta está de pie en el lado de la desviación, del lado del codo flexionado, con las piernas
bien separadas para mayor estabilidad.
El terapeuta utiliza largas palancas para realizar la maniobra. Con sus brazos rodea el cuerpo del
paciente a nivel de la pelvis y posteriormente con su hombro y clavícula presiona el antebrazo
flexionado.
Con su hombro presiona el cuerpo del paciente hacia un lado (fuera de su cuerpo) y con sus
manos lleva la pelvis al lado contrario (hacia su cuerpo). Ambos movimientos deben ser
paralelos. De esta manera se reduce la desviación lateral. El paciente debe estar totalmente
relajado.
PROCEDIMIENTO 15: Autocorrección del desplazamiento lateral paciente. El paciente de pie con
las piernas separadas a unos 30 cm.
El terapeuta de pie en frente. En la primera fase es necesaria la ayuda del terapeuta que coloca
una de sus manos sobre un hombro y la otra sobre la pelvis del lado contrario.
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