Está en la página 1de 2

DÓNDE ESTÁ LA LIBERTAD?

Con voces y colores del pasado y del presente retumbaron las conciencias como campanas que
anuncian y proclaman una independencia que se nos escapa de las manos, porque como
mexicanos, aún no sabemos, ¡ cómo podemos festejar un bicentenario de libertad!… cuando
vivimos presos del miedo , atados a un grillete de incertidumbre y nuestra sonrisa vive
encarcelada en la oscuridad de nuestros pensamientos.

¿Dónde está la libertad, dónde…?

Si los Migueles de hoy, son diferentes a los del pasado; si los Josés de esta era se esconden
bajo la tierra sin epitafios iluminados; si los Vicentes de hace algunos días en nada se parecen a
los Vicentes que mis maestros me han presentado… si los decretos de ahora suenan a vacío en
comparación con los de Hidalgo…

Estamos a punto de repetir aquella historia de la Nueva España, donde el Sol, brillaba sobre el
cuerpo desnudo de la esclavitud y se posaba ufano sobre la corona imperial del virreinato,
apoderándose de la autonomía del hombre indígena que no tenía más propiedad… que la de
su indulgencia.

¿Cúanto tiempo nos queda para volver a escribir otra vez el nombre de la patria con letras
diferentes y colores raros?, ¿será que pronto la caldera de ese infierno irá calcinando los
trocitos de independencia que nos quedaron después de 200 años?

¡Jóvenes, maestros, políticos, campesinos, padres de familia…!, nuevas versiones han surgido
en torno a nuestros héroes. Seudohistoriadores se han metido a la intimidad de estos caudillos
ilustres…y aseguran que Hidalgo y Morelos llevaron una vida de libertinaje y clandestina…
intentando demeritar las acciones épicas y memorables que le fueron dando luz a la nación…
esto…No es más que el afán de satirizar una seria realidad.

Si Fernández de Lizardi, “El Pensador Mexicano” viviera, les enseñaría la ética literaria a
muchos escritores de hoy, que imitan solo lo malo de su Periquillo Sarniento, y Juan Largo y
Martín Pelayo, saldrían de sus libros con la consigna de darles un escarmiento a estos
mercenarios de la historia. ¡Y si así fuera, qué nos importa, no admiramos a Hidalgo y a
Morelos por sus hábitos clericales, los admiramos por sus hábitos de justicia y de igualdad, los
admiramos porque encabezaron una lucha hacia la dignidad de un pueblo que vivía como
extraño en su propia tierra, los admiramos porque sacrificaron sus vidas y su ciencia!… a
cambio de: ¡ el respeto a su raza…!

En vez de buscar indicios de imperfección en sus túnicas ¡busquemos la cabeza del Padre de la
Patria que fue cercenada por unos cuantas monedas !, tal vez la ciencia aún pueda clonar en
nuestros líderes, esa sagacidad e inteligencia capaz de enfrentar las adversidades que paralizan
nuestra libertad, tal vez ahí encontremos las llaves para desencarcelar el miedo que nos
impide despertar con una sonrisa… busquemos en la cabeza de Hidalgo y en el corazón de
Morelos, la conciencia, la honestidad y el ánimo de servir a la patria para poder acabar de una
vez por todas con la ignominia de esos extraños enemigos que intentan profanar con su
planta… el suelo… de este bello terruño, que se ve acorralado y perseguido por falsos patriotas
que utilizan la tierra con fines destructivos e irracionales, empeñados en fragmentar el futuro
de la niñez y de mantener a nuestros padres en la más vil de las angustias.

Y con el permiso de Juárez y del Laicismo, retomo un pasaje teológico que habla de la
resurrección, dirigiéndome a su creador, para que estas figuras mexicanas, se les conceda
licencia de anticipar ese augurio bíblico, o en su defecto, la creencia popular de la
reencarnación, se haga presente en los mexicanos, dándole recreación a la lucha de
independencia, con la única variante de que esta vez, las armas, serán remplazadas por la hoz
de la justicia, segadora de la desesperanza; la palabra, será la metralla que derribe la
inconsciencia; y las simuladas coronas serán decapitadas con los machetes filosos de la
igualdad…entonces, los antihéroes, caerán… renacerán de nuevo los Hidalgos, los Morelos, los
Guerreros,. ¿Utopía, sueño?,¡ tal vez!, es por eso que no debemos esperanzarnos en el
cumplimiento de versículos sagrados, que reaviven el alma de aquellos caudillos para que nos
defiendan de los nefastos y recuperen nuestra libertad. En nosotros está la transformación, si
queremos un país depurado, limpio y honesto, empecemos a cambiar hoy, para que mañana
vivamos en un México sin miedo, sin corrupción, sin narcotráfico… y el día que tengamos que
morir, sea con dignidad, sin vendas en los ojos, de frente y con la mano en el corazón… así
como mueren los que aman a su patria… así como quiso morir Hidalgo…

POR: MMMM

También podría gustarte