Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Facultad de Odontología
Microbiología
Dr.Camilo España
202113931
Candidiasis
En la cavidad bucal, la especie más común es la Candida albicans, aunque también pueden
encontrarse otras especies como Candida parapsilosis, Candida tropicalis, Candida glabrata,
Candida krusei, Candida guilliermondii y Candida lusitaniae en los seres humanos. La candidiasis
oral es frecuente en los recién nacidos debido a que aún no tienen desarrolladas sus defensas
inmunológicas naturales, y también se asocia al avance del virus de la inmunodeficiencia
humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH/SIDA). Durante los primeros años de
manejo del VIH, la candidiasis bucal se convirtió en un indicador temprano de la infección por VIH
en individuos jóvenes.
En contraste, el uso indebido de antibióticos orales y los avances médicos como los trasplantes de
órganos, el trasplante de células madre, la nutrición parenteral, procedimientos quirúrgicos
avanzados y la quimiorradioterapia han contribuido al aumento de las formas superficiales e
invasivas de candidiasis. Con la progresión de la enfermedad, surgen otras variantes de candidiasis
que afectan al complejo maxilofacial, como queilitis angular, glositis romboidal mediana,
hiperplasia crónica, candidiasis atrófica/estomatitis protésica, mucocutánea crónica y candidiasis
multifocal crónica.
Mucormicosis
Están originadas por el grupo Zygomycetes, caracterizándose por la presencia de hifas asépticas o
septadas irregulares en forma de cinta, con la capacidad de reproducirse sexualmente mediante
zigosporas. La adquisición de esta afección ocurre a
través de la inhalación de esporas fúngicas o la
penetración directa en la piel.
Los factores de riesgo para desarrollar mucormicosis comprenden la diabetes no controlada, el uso
de drogas intravenosas, terapia de quelación, altas dosis de glucocorticoides, traumatismos o
quemaduras penetrantes, hemodiálisis concurrente, uso de apósitos oclusivos o tablas, depresores
de lengua, lesiones por explosión, ocupaciones como trabajadores industriales de malta/lúpulo,
trabajadores de construcción, desnutrición y cuidado insuficiente de heridas.
La forma de transmisión más común involucra la inhalación de esporas fúngicas, que pueden
desencadenar infecciones en los senos paranasales, órbita, rinocéfalo, sistema nervioso central o
pulmones. En la región oral y maxilofacial, las lesiones típicas de mucormicosis cutánea emergen
debido a la ruptura de la barrera cutánea. El enfoque terapéutico principal frente a la mucormicosis
implica el uso de anfotericina B.
Histoplasmosis
Las manifestaciones orales son comunes en todos los tipos de histoplasmosis (aguda, crónica y
diseminada). Estas presentaciones mucocutáneas suelen asemejarse a los carcinomas de células
escamosas, con una base sólida, centro necrótico y bordes enrollados. Se ha observado que las áreas
intraorales más frecuentemente afectadas son la lengua, la mucosa bucal y el paladar.
Para la mayoría de los pacientes, la infección por histoplasma tiende a ser autolimitada y se resuelve
sin necesidad de tratamiento. No obstante, en caso de que los síntomas persistan o empeoren, se
requerirá terapia antimicótica. El itraconazol es un medicamento antifúngico comúnmente
utilizado y podría ser necesario administrarlo durante un período de 3 a 12 meses.
Bibliografía