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COMUNICACIÓN COMUNITARIA

UNIDAD 2
Las comunidades y la radio

Andrade Vásquez Michela Marisol, Mgtr.


ÍNDICE

1. Unidad 2: Las comunidades eclesiásticas y la radio .............................................3


Tema 2: Cultura y comunidad ....................................................................................... 3
Objetivo: ........................................................................................................................ 3
Introducción: ................................................................................................................. 3

2. Información de los subtemas .............................................................................4


2.1 Subtema 1: Procesos y patrones culturales ....................................................... 4
2.2 Subtema 2: Diseños de participación y organización comunitaria .................... 9
2.3 Subtema 3: Socialización comunitaria y comunicación ................................... 14

3. Preguntas de comprensión de la Unidad...........................................................16

4. Material complementario ................................................................................17

5. Bibliografía ......................................................................................................20

2
Las comunidades eclesiásticas y la radio

1. Unidad 2: Las comunidades


eclesiasticas y la radio
Tema 2: Cultura y comunidad
Objetivo:
Reflexionar críticamente la comunidad sobre su propia identidad y antecedentes
culturales, conectando la historia personal con fuerzas sociales e históricas más
amplias por medio del análisis de ejemplos específicos que involucran a diversos
grupos sociales y/o culturales.

Introducción:

La cultura se expresa a través de insignias que pueden ser universales, de


manera indispensable nos permite comunicarnos y compartir entre los seres sociales
que somos. Esta es parte del aprendizaje, adquirida a lo largo de nuestra vida, puede
llegar a nosotros por diferentes procesos comunicativos, relaciones personales,
grupales, o por medios de comunicación masivos.

Existe una estrecha relación entre cultura y comunicación, determinando que los
procesos comunicativos son una pieza clave y fundamental parta construir sociedad.
Esto se da por medio del diálogo y la relación de convivencia entre los sujetos. Es decir,
la historia cuenta como la comunidad construyeron sus bases con la comunicación y la
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interacción entre las personas, pues esto es la manifestación de la cultura.

La comunidad no es estática, es cambiante. Dentro del proceso de conformación


de comunidad se van desarrollando costumbres y tradiciones, que son elementos que
los hacen confiar en que cada una de ellas se conforman como parte de un territorio
que mantiene recursos propios y geográficos.

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2. Informacion de los subtemas


2.1 Subtema 1: Procesos y patrones culturales

La comunicación intercultural es un fenómeno históricamente cultural:


acompañando el desarrollo del ser humano, constituyéndose una forma de vida. De
acuerdo con lo que dicen los antropólogos, el parecido cultural de cada nación podría
explicarse en gran medida por la comunicación que ha ocurrido en la historia a través
del contacto. De lo contrario, la cultura desciende de un origen común.

Graebner, antropólogo cultural alemán, piensa que la distancia de dos zonas


culturales no puede impedir la comunicación intercultural porque hay una misteriosa
“ola cultural”, que es considerada como un fenómeno histórico y que tiene que ver
con el hábito cultural y la costumbre que se separan unos de otros. Pues para buscar el
camino de la existencia se requiere el desarrollo observando y siendo observados,
comprendiendo y siendo comprendidos, aceptando y siendo aceptados, modificando y
siendo modificados.

El grupo cultural al que las personas pertenecen se basan en la edad, el sexo, la


familia, la raza y también en los criterios de alianza o gusto profesional o político, en la
religión, nacionalidad o condición económica y social. Entre estos grupos
contrastantes, la interacción cultural sería positiva o negativa.

La historia de la comunicación humana muestra que la necesidad de relaciones


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espirituales se ha producido desde que el hombre creó la vida material. Por ejemplo,
las pinturas que se encuentran en las paredes de las cuevas se consideran evidencia de
las relaciones espirituales de los seres humanos prehistóricos. Según el punto de vista
marxista, la historia del hombre comenzó con la creación de su propia vida material y
evolucionó en la relación material entre los hombres.
Sin embargo, el hombre desde tiempos remotos ha mostrado la necesidad de
una relación espiritual que surgió de la creación de la vida material, el hombre ha
creado nexo con la vida mundana. Las relaciones humanas se generalizan entonces con

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el desarrollo general de la productividad, de modo que el individuo que era


esencialmente local ha sido reemplazado por el individuo históricamente globalizado y
generalizado.

Se puede decir que las importantes empresas de la teorización contemporánea -


al menos en sociología, campo que aquí nos interesará particularmente - siguieron,
con una lógica a veces simplemente mimética y positiva, el desarrollo fenomenal de la
comunicación. Sin embargo, para determinar que el fenómeno de la comunicación se
ha convertido en el contexto actual, queda que su comprensión no puede vincularse
directamente a la inmediatez, la obviedad o la presunta transparencia de su (o su)
manifestación (es).

La construcción humana, la cultura se presenta como una realidad colectiva que


da testimonio de una filosofía propia de un grupo que traducirá a través de creencias,
representaciones, valores y estándares. Estará constantemente dirigiendo y dando
sentido al comportamiento de cada persona. Muchas veces esto es transmitido de
generación en generación, principalmente, a través de la educación. Y es que esto
ayuda a estructurar cualquier grupo de la manera más amplia, profunda y duradera.
Específicamente para cada sociedad, puesto que permite que todos se destaquen de
sus vecinos y afirmen su propia identidad cultural.

La pertenencia y la aceptación por parte del grupo pasa luego por la apropiación
de un saber que lo define culturalmente. Esta apropiación fue hecha posible a través
de procesos de enculturación y socialización, así como de diversos estudios sobre esta
materia. Así, al ajustarse al comportamiento, a los modos relacionales valorados por su
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comunidad, el individuo encuentra su lugar en la estructura familiar y social.

La transmisión cultural se entiende hoy desde modelos interaccionistas o


constructivistas que ofrecen una visión más dinámica. En efecto, el individuo no se
presenta como un simple contenedor cultural, sometido a una enculturación
todopoderosa, incapaz de escapar a las determinaciones de su “naturaleza cultural”
Cuche, (2002), como pensaban los culturalistas. El individuo no solo recibe la impronta
cultural de su grupo. Al contrario, manipula y reinterpreta esta herencia a partir de sus

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vivencias personales, su personalidad y su estatus. A través de su propia dinámica, su


creatividad, sus representaciones, sus creencias, el sujeto contribuye a modificar su
entorno cultural mediante el juego incesante de sus construcciones activas e
interactivas con los demás miembros de su séquito.

La idea esencial que subyace a este enfoque es que la cultura no puede


disociarse de los individuos que le dan vida y se estructuran a través de ella,
(Vinsonneau, 2002).

En esta relación dialéctica entre cultura - individuo, cultura – psique, donde


debe pensarse la transmisión cultural, se destaca concepción fija de una cultura -
producto, inmanente e inmutable, oscureciendo los conflictos presentes en todos los
niveles intergrupales. La reflexión debe centrarse en un proceso-cultura que tenga en
cuenta el juego incesante entre producción, reproducción, construcción y
reconstrucción (Camilleri y Vinsonneau, 1996).

Un recurso simbólico es lo que ofrece la cultura, sumado a un conjunto de


valores y estándares, produciendo significados que necesitan ser reevaluados
constantemente. “El modelo eco-cultural es uno de los principales modelos que se ha
utilizado como guía para el estudio de la cultura en psicología”, (Dasen, 1998).

Berry, (1995), señala que en este modelo desarrollado a partir de contribuciones


de diversas disciplinas se trata de cómo las variables a nivel de población o grupo
pueden vincularse a las consecuencias psicológicas a nivel global. Mientras que en el
nivel individual están las actitudes, creencias o comportamientos observables.
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Del contacto cultural a la interculturación

La diversidad cultural se puede entonces pensar desde la relación subjetiva que


cada individuo tiene con su cultura, pero también desde las interacciones entre
individuos y grupos. Es en la interacción que los sujetos reinterpretan, seleccionan
elementos culturales según los contextos. La cultura en este sentido es esencialmente
un recurso que los sujetos pueden movilizar para distinguirse o acercarse.

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Sin embargo, es importante preguntarse cuáles son los criterios implícitos y


explícitos de división que rigen la identificación de la pluralidad. Por ejemplo, cuando
se plantea la cuestión de la transmisión intergeneracional, cortamos acentuando las
diferencias entre generaciones, o, por el contrario, las minimizamos favoreciendo la
integración familiar. Asimismo, las principales expresiones utilizadas para designar a
los hijos de migrantes (nueva generación, segunda generación, jóvenes inmigrantes,
etc.) ilustran estas operaciones de división referidas bien a la exclusión o la asimilación.
“Decir el nombre y hacer el nombre del grupo también es formar el grupo en sí
mismo”, dice Sayad (1994).

En consecuencia, no se puede pensar en términos de ruptura, de disfunción, sino


más bien como un proceso complejo, de cambio en la continuidad.

De aculturación
La definición clásica es la adoptada en el Memorándum de 1936: “El conjunto de
fenómenos que resultan del contacto continuo y directo entre grupos de individuos de
diferentes culturas y que conducen a cambios en los modelos [patrones] culturales
iniciales en uno o ambos grupos".

La aculturación designa esencialmente la transformación de los sistemas


culturales presentes. Un proceso que, recuerda Abdallah – Pretceille, (1996), es
ampliamente compartido por todas las sociedades humanas. De hecho, el cambio y la
diversidad son la regla más que la excepción. El proceso de aculturación refleja el
“desarrollo normal y natural de cualquier sociedad, cualquier grupo, cualquier
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individuo” (p. 53).

Las culturas dependen de las relaciones sociales que las personas mantienen
entre sí. Pero a menudo se trata de luchas de poder. Por lo tanto, las diferentes
culturas se encontrarán en una posición de fortaleza o debilidad. Pero los grupos
socialmente más fuertes no siempre logran ganarse a los grupos más débiles. Las
culturas son, por tanto, grupos en permanente construcción, con fenómenos de
estructuración, desestructuración. No hay necesariamente una cultura de donantes y

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una cultura de receptores. De hecho, es imposible. No todas las culturas trasplantadas


pueden permanecer idénticas a sí mismas.

Las poblaciones inmigrantes inventan nuevos modelos culturales, como los


afroamericanos en Estados Unidos. Suele haber inicialmente desconfianza u oposición
a la cultura del país de acogida, luego adopción de elementos de esta cultura o, por el
contrario, a veces rechazo para reafirmar ciertos rasgos de esta cultura.

Roger Bastide (sociólogo francés) distingue varios tipos de aculturación:

• Aculturación espontánea cuando las culturas están en libre contacto,


• Aculturación forzada, organizada, impuesta por un grupo, como
durante la colonización o la esclavitud, por ejemplo
• Una aculturación planificada, controlada, con el objetivo de construir a
largo plazo una cultura, proletaria por ejemplo en los antiguos países
socialistas, o una cultura nacional.

Indicadores: No existe un indicador preciso para este concepto. El proceso de


aculturación se puede observar a través de cambios y reinterpretaciones de
prácticas sociales. Por ejemplo: el aumento de matrimonios mixtos), valores o
normas.
Tendencias: No se puede observar una tendencia uniforme en el proceso de
aculturación, cuando hay una cultura "dominante", no necesariamente se
impone. Puede haber resistencia y endeudamiento en ambos sentidos.
Errores frecuentes:
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• No confunda aculturación y asimilación. Este último es solo un caso


extremo de aculturación. La asimilación es la desaparición total de la cultura de
un grupo que asimila e interioriza la de otro grupo con el que está en contacto.
• No confunda aculturación con etnocidio. Es "la destrucción sistemática
de la cultura de un grupo"; es decir, la eliminación por todos los medios de sus
formas de vida y sus formas de pensar. El etnocidio es una desculturación
voluntaria y programada. La aculturación, por su parte, es un fenómeno
aceptado.

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2.2 Subtema 2: Diseños de participación y


organización comunitaria

Se ha establecido firmemente que la intersección entre religión y desarrollo es


un tema importante. Las creencias, los valores y las organizaciones religiosas
desempeñan un papel importante en la producción de intervenciones de desarrollo y
ofrecen críticas y otras conceptualizaciones del desarrollo.

Haar, (2011) señaló que si bien, tanto la evolución como la religión apuntan a la
realización del ser humano, también ofrecen "visiones de cómo se puede transformar
el mundo". Los conceptos, propósitos del desarrollo, así como el proceso y los recursos
movilizados para lograrlo a menudo se entienden de manera diferente dentro de los
marcos de desarrollo religioso y secular.

Los discursos del desarrollo secular típicamente conciben la transformación en


términos de condiciones materiales, así como de relaciones sociales y estructurales, los
discursos religiosos generalmente la asocian con las dimensiones no materiales y
espirituales de la experiencia y el bienestar humano, a menudo basados en la
transformación individual e interna, (Tyndale, 2006).

Sin embargo, la síntesis de estos marcos expuestos en enfoques integrados de


desarrollo o conocido como desarrollo integral, en particular en el trabajo de algunas
organizaciones religiosas importantes, es cada vez más defendida y perseguida. Tales
enfoques enfatizan la importancia del desarrollo 'holístico' que responda a
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circunstancias y necesidades tanto materiales como no materiales.

Participación comunitaria

El origen de la participación comunitaria tiene tres fuentes posibles según


Midgley, (1986). El primero vendría de la ideología occidental basada en valores
democráticos amplios como la toma de decisiones por parte de los ciudadanos
comunes y la autodeterminación. La segunda fuente posible sería que la
descolonización de los países en desarrollo en las décadas de 1950 y 1960 fue el origen
del movimiento de desarrollo comunitario, una estrategia primero favorecida por los

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misioneros, luego adaptada por las Naciones Unidas para promover el desarrollo social
y económico de la comunidad. personas, zonas rurales de las nuevas naciones. El
tercer origen de la participación comunitaria está vinculado al trabajo social occidental
que promueve acciones políticas para exigir cambios y mejoras.

Si bien la influencia de estos tres antecedentes históricos ha dado forma a la


teoría de la participación comunitaria, este concepto solamente se convirtió en un
enfoque coherente del desarrollo social con la agenda de participación popular de las
Naciones Unidas, adoptada en la década de 1970.

Existen muchas definiciones de los términos "comunidad" y "participación


comunitaria". En cuanto a la primera, las dos dimensiones más citadas son la
dimensión geográfica, correspondiente a un territorio bien definido, y la dimensión
relacional, caracterizada por una cohesión social que se desarrolla a través de vínculos
interpersonales.

Para Heller (1989), inicialmente, las comunidades geográficas se formaron para


obtener ventajas estratégicas en términos de seguridad económica o territorial. Pero
este tipo de enfoque para definir la comunidad es muy incompleto si no lo
consideramos en sus dimensiones dinámica y política.

La noción de comunidad tiene relación con las acciones, que se aplica cuando los
individuos o grupos comparten intereses que a menudo son la base de las acciones.
Así, para Madan (1977), la prueba definitiva de la existencia de la comunidad es su
capacidad para actuar de manera cooperativa.
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La representación comunitaria se convierte rápidamente en un tema político y


sus estructuras luego reproducen las políticas locales, es así como Fassin, (1986) lo
demostró con respecto a los comités de salud en Pikine, Senegal. Como tal, es muy
significativo señalar que, dentro de estos comités, los problemas reales no están
directamente vinculados a la salud, sino que se relacionan con el control de los
recursos financieros y los procesos electorales e informales que determinan la
composición de estos comités.

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Varios autores han propuesto diferentes marcos teóricos conceptualizando la


participación comunitaria. Su contenido es muy variable.

Arnstein, (1969) definió una clasificación de la participación comunitaria en tres


grupos, según el nivel de poder de la comunidad. En el primero, encontramos la no
participación, incluida la manipulación. El segundo incluye diferentes grados de
participación puramente simbólica que consisten en informar, consultar o incluso
conceder. Los grados más altos son: asociación, delegación de poder y, en última
instancia, control ciudadano. Esta clasificación constituye un gradiente según el cual se
hace un juicio de valor sobre lo que abarca la noción de participación comunitaria.

Bracht y Tsouros (1990) propone las implicaciones estratégicas de la


participación ciudadana y estas se centran en cinco preguntas: el qué, el dónde, el
quién, el por qué y el cómo. Las respuestas a estas preguntas son parciales, sin
contestar directamente el ‘qué’. Los autores señalan los diferentes nombres utilizados
para expresar la participación comunitaria (involucramiento ciudadano, participación
de usuarios, búsqueda de consensos, control comunitario, etc.). El ‘por qué’ no se
define en términos de los fundamentos o razones de la participación comunitaria, sino
de los resultados esperados, los beneficios y los obstáculos a nivel individual,
organizacional y cultural.

El modelo desarrollado por Uphoff, Cohen y Goldsmith, (1979) fue diseñado para
explicar la participación en el contexto de los países en desarrollo. El marco se divide
en dos bloques principales, las dimensiones y los contextos de participación.
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• El bloque de dimensiones examina el “qué”, el “quién” y el “cómo”.


• El bloque de contextos se centra en las características del proyecto y en
factores endógenos y exógenos al proyecto. Aquí nuevamente, el "qué"
describe la forma de participación; es decir, la implicación de las poblaciones en
la toma de decisiones, en el establecimiento, en la evaluación, en los beneficios
y / o las consecuencias negativas.

Este marco destaca la interacción dinámica de cada uno de los elementos. Por
ejemplo, los factores endógenos y exógenos, así como las características del proyecto,

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influirán en el tipo y nivel de participación y determinarán el tipo de participantes.


Pero a la inversa, el tipo de participantes influirá en las características del proyecto,
factores endógenos y exógenos.

Roark, (1987) identificó dos enfoques para la participación comunitaria en la


implementación de proyectos de agua potable: el de “iniciación” y el de
“responsabilidad”. Según el autor, el crecimiento comunitario ha centrado sus acciones
durante los últimos 40 años en la puesta en marcha de proyectos. Ahora, con la noción
de sostenibilidad, los proyectos deben centrarse en la responsabilidad. El incremento
de una comunidad debe verse desde una perspectiva de “proceso de aprendizaje en
lugar de un mecanismo de causalidad inmediata entre insumos y resultados”. Los
factores de sostenibilidad analizados en este marco incluyen: quién debe participar,
cómo se gestiona el proceso de participación, cuáles son los resultados de la
participación y cómo se define el proceso de evaluación.

Rifkin y col. (1988), al abordar el problema de la medición de la participación


comunitaria en la Atención Primaria de Salud (APS), identificó cinco dimensiones:
necesidades, liderazgo, organización, movilización de recursos y gestión. Cada una de
estas dimensiones se evalúa mediante una serie de indicadores específicos. Se
establece una escala de clasificación con el fin de orientar al evaluador en su
codificación, papel de la comunidad en relación con el que juegan los profesionales en
la planificación, toma de decisiones, implementación, entre otros.

Se hace una evaluación subjetiva de cada factor dando una puntuación de uno a
cinco en un continuo; la correspondiente a poca participación y las cinco
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correspondientes a un rol más amplio, más autónomo de la comunidad en su


desarrollo. Cada una de estas cinco dimensiones constituye un eje, estas últimas están
dispuestas en estantes, lo que facilita la visualización del estado de participación en
cada uno de sus componentes. Este instrumento permite evaluar la participación de un
individuo en un momento determinado o comparar los resultados obtenidos por dos
evaluadores diferentes. Posteriormente se puede realizar una segunda valoración para
ver la evolución de la participación.

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Tipos de participación comunitaria

Hay diferentes tipos de participación comunitaria, entre ellos están:

1.- Sensibilización y fortalecimiento del poder popular: La participación del tipo


de construcción de poder o de sensibilización se refiere al pensamiento de Freire,
(1974) de que las estructuras sociales son opresivas y deben ser cambiadas por los
individuos para permitirles tomar el control de sus vidas y destinos. Esta corriente de
pensamiento se nutre del concepto original y rousseauista de democracia y está en
línea con los valores dados por Laleman y Annys, (1989) a la participación comunitaria,
al considerar que el aumento del nivel de conciencia debe permitir a las comunidades
introducir cambios en las estructuras que sean perjudiciales para el logro de sus
necesidades y que la dinámica, que se establece en el marco de una acción de salud,
debe ir más allá y aplicarse a una gama más amplia de acciones de desarrollo.

2.- Juego democrático: Es parte de la perspectiva de la evolución del capitalismo


hacia un modo de organización más democrático: la esencia del capitalismo, la
acumulación de capital, pero la democracia constituye el modo de organización.
conflictos mediante la redistribución de parte de la riqueza, Wolfe, (1977). Al describir
la participación comunitaria en un proyecto de fluoración en Inglaterra y Gales, Piette,
(1990) destaca la necesidad de que los grupos minoritarios en riesgo y generalmente
desfavorecidos estén representados y activos para expandir y proteger sus poderes.

3.- Visión utilitaria: Corresponde a la preocupación de muchos actores por


mejorar la efectividad e impacto de sus intervenciones. Muchos programas, sanitarios
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o no, han fracasado porque los servicios que brindaban y que sus promotores
consideraban relevantes y adecuados fueron poco utilizados por la población. Esta
distinción entre tres tipos de participación comunitaria no debe considerarse como un
establecimiento de fronteras impermeables entre ellos. Estos tres tipos representan
más bien polos entre los que evolucionan las dinámicas de participación.

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2.3 Subtema 3: Socialización comunitaria y


comunicación

El mundo social está compuesto por características culturales y estructuras


sociales, institucionales o no, que subyacen y guían el comportamiento de quienes
forman parte de este mundo. Para que el individuo nacido en este entorno comprenda
debe conocer los aspectos culturales actuales de esta sociedad. Este proceso de
aprendizaje se llama socialización.

Como se sabe, el individuo no nace con rasgos culturales incrustados en nuestras


mentes. La socialización, mientras se aprende de una cultura, se da en la vida cotidiana
del niño, que nace ya insertado en una comunidad que ha definido formas de entender
su realidad e interactuar con otros miembros de su sociedad. Este proceso se encarga
de que el nuevo sujeto social aprenda a guiarse por el mundo de significados que tiene
su realidad, y ejercerá una gran influencia en su comportamiento.

Aunque comienza en la niñez, el proceso de socialización no termina en la edad


adulta. Las experiencias son diferentes en las distintas etapas de la vida humana,
donde entramos en contacto con diferentes personas y convivimos con diferentes
generaciones que, habiendo vivido en otro período de tiempo y viendo que el
comportamiento y la comprensión del mundo cambia a lo largo de la vida, tienen
diferentes formas de ver el mundo. Este contacto con diferentes generaciones
garantiza la continuidad del proceso de socialización.
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Agentes de socialización

Anthony Giddens especifica dos etapas del proceso de socialización en las que
participan diferentes agentes de socialización como las más significativas:

La primera etapa de socialización tiene lugar en la infancia y es el período de


mayor aprendizaje cultural en la vida de los seres humanos, quienes aprenden su
primer idioma y comienzan a tener su comportamiento moldeado por la interacción
social con su familia.

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El segundo período tiene lugar en la fase más madura del ser humano, al final de
su infancia y al comienzo de su vida adulta. En este punto, otros agentes comienzan a
tener un mayor impacto en la socialización del sujeto. La escuela, los grupos de amigos
que provienen de diferentes realidades, los medios de comunicación y posteriormente
el ámbito laboral, traen consigo un bagaje de valores, normas y creencias que se
suman a la realidad social y cultural en la que se inserta el individuo.

Individual y socialización

Si el proceso de socialización moldea al individuo según la realidad en la que vive,


el proceso de socialización se construye en el entorno social, pero esto no significa que
la individualidad del individuo no exista o que no esté ligada al proceso. Si bien nuestra
interacción con diferentes actores del mundo social ejerce una fuerte influencia en la
construcción del individuo social, la libertad y la individualidad también intervienen en
la construcción de nuestra identidad. Es la identidad del individuo la que es parte
fundamental de la construcción de la individualidad del individuo, ya que es en ella
donde se insertan las particularidades de cada uno: nuestras prioridades de valores,
creencias, orientación sexual, nacionalidad, etc.
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3. Preguntas de comprension de la
Unidad
1. ¿Qué es la comunicación cultural?
Es un fenómeno históricamente cultural: acompañando el desarrollo del ser humano,
también constituye una forma de vida.

2. ¿Cómo se define al proceso de aculturación?


El conjunto de fenómenos que resultan del contacto continuo y directo entre grupos
de individuos de diferentes culturas y que conducen a cambios en los modelos
[patrones] culturales iniciales en uno o ambos grupos.

3. ¿Qué significa la visión comunitaria de la iglesia?


La visión comunitaria de la iglesia significa que los miembros comparten sus vidas
(compartir espiritual a través de la adoración común, compartir emocional a través de
la amistad, compartir intelectual para compartir pensamientos, compartir material al
compartir recursos materiales terrenales).

4. ¿Cuántas etapas identifica Anthony Giddens en el proceso de socialización?


Anthony Giddens especifica dos etapas del proceso de socialización en las que
participan diferentes agentes de socialización como las más significativas.

5. ¿Qué hace el proceso de socialización?


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El proceso de socialización moldea al individuo según la realidad en la que vive, el


proceso de socialización se construye en el entorno social.

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4. Material complementario
Los siguientes recursos complementarios son sugerencias para que se pueda ampliar la
información sobre el tema trabajado, como parte de su proceso de aprendizaje
autónomo:

Videos de apoyo:
• Qué se entiende por patrones y valores culturales
https://www.youtube.com/watch?v=ykbyJcOr7Wk
• Proceso de socialización
https://www.youtube.com/watch?v=CyTr_YxFAe0
• ¿Qué es la Organización Comunitaria?
https://www.youtube.com/watch?v=0AZmKEXVYdE

Bibliografía de apoyo:

» Bjaras G., Haglund BJA, Rifkin SB, 1991, Un nuevo enfoque para la evaluación
de la participación comunitaria, Health Promotion International, 6 (3), 199-206.
» Bracht N., Tsouros A., 1990, Principios y estrategias de participación
comunitaria efectiva, Health Promotion International, 5 (3), 199-208.
» Brannstrom LA., Persson LAM, Wall SI, 1994, Hacia un marco para la evaluación
de resultados de la intervención sanitaria, Consideraciones conceptuales y
metodológicas, European Journal of Public Health, 4, 125-130.
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» Chabot HTJ, Bremmers J., 1988, Servicios de salud gubernamentales versus
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» Cultura y patrones de comportamiento: su integración en la enseñanza de la
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Sociales et Santé, 4, 205-221.
» Freire P., 1974, Pédagogie des opprimés, La Découverte / Maspéro, París.
» Labonté R., 1990, Empoderamiento: notas sobre las dimensiones profesional y
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53.

Links de apoyo:

1. Burgos, R., Müller, A., & Villagra, E. (2016). Hilvanando experiencias, aprendizajes y
desafíos en comunicación popular, alternativa y comunitaria. Tram [p] as de la
comunicación y la cultura.
2. Morales, S., Álvarez, A., & Loyola, M. I. (2011). Apropiación de las tecnologías de la
información y la comunicación e interactividad juvenil: realidades y desafíos. Jóvenes
interactivos. Nuevos modos de comunicarse. A Coruña: Netbiblo.
3. Duarte, E. S. (2008). Las tecnologías de información y comunicación (TIC) desde una
perspectiva social. Revista electrónica educare, 12, 155-162.
4. Mata, M. C. (2011). Comunicación popular: continuidades, transformaciones y
desafíos. Oficios terrestres, 1(26).
© Universidad Estatal de Milagro – UNEMI

FORMATO CONTROLADO: FR0018/ v3.0 19


Las comunidades eclesiásticas y la radio

5. Bibliografía

Bibliografía básica

» 1. MARTINEZ HERMIDA, MARCELO; SIERRA CABALLERO, FRANCISCO. (2012).


COMUNICACION Y DESARROLLO PRACTICAS COMUNICATIVAS Y
EMPODERAMIENTO LOCAL. BARCELONA: GEDISA, (2 Ejemplares disponibles en
Biblioteca).

Complementaria
» 1. (2000). LA INTERVENCIÓN COMUNITARIA. : ESPACIO EDITORIAL, (1 Ejemplar
disponible en Biblioteca)
» 2. TORRICO VILLANUEVA, ERICK ROLANDO. (2010). COMUNICACIÓN. QUITO:
QUIPUS, (1 Ejemplar disponible en Biblioteca)
» 3. ULLOA TAPIA, CÉSAR. (2007). COMUNICACIÓN, CULTURA Y DESARROLLO.
QUITO: EDITORIAL QUIPUS | EDICIONES CIESPAL, (1 Ejemplar disponible en
Biblioteca)
» 4. NIÑO ROJAS VÍCTOR MIGUEL. (2011). COMPETENCIAS EN LA
COMUNICACIÓN HACIA LAS PRÁCTICAS DEL DISCURSO. BOGOTA: ECOE
EDICIONES, (2 Ejemplares disponibles en Biblioteca)
© Universidad Estatal de Milagro – UNEMI

FORMATO CONTROLADO: FR0018/ v3.0 20

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