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4.

¿Debe haber correspondencia entre el discurso y la


acción? (resumen explicativo)

¿Cuál es aquella LEY (de la razón) que hace de la voluntad , una “buena
voluntad absoluta” sin restricción( sin límite para hacer el bien)?
Consideración de Kant: Al haber rechazado “todos los afanes que impiden a la
voluntad no cumplir con la LEY” (es decir, al haber apartado a la voluntad de
TODAS LAS INCLINACIONES), el principio de la voluntad remite a la
“universal legalidad de todas las acciones”.
Pero ¿qué significa “la universal legalidad de las acciones”?
Nota: legalidad viene del concepto de ley, por lo que podríamos traducir lo
dicho como “la ley universal- que te otorga la razón- que guía la acción”. Es
decir, EL PRINCIPIO DE LA VOLUNTAD, es aquella ley universal de la razón,
que guía a la acción humana.
Pero ¿Cuál es esa ley?
Y responde Kant “yo no debo obrar nunca más de modo que pueda querer que
mi máxima deba convertirse en ley universal.

Lamentablemente Kant nos quiere confundir con su lenguaje ya que en su


proposición hay una doble negación que confunde, pero si nos enfocamos bien,
una doble negación (“ no debo “ “nunca más”) es una afirmación.

Debemos entender entonces: Debo obrar de tal manera que mi máxima deba
convertirse en ley universal.

Dicho de otro modo: Debo actuar de tal manera que aquello que motiva (la
máxima) mi acción deba poder convertirse en ley universal (para las acciones
de todos los seres humanos).

Entendamos que Kant no nos está diciendo COMO ACTUAR. Si no, que nos
da una estrategia para evaluar si nuestras acciones son morales o no. A esto
se le dice un principio formal (no hay contenido, no te dice que hacer, como
actuar) sino como evaluar tu acción.

Ejemplos: Lo que motiva mi acción cuando he hecho algo indebido en la casa,


es decirle a mi madre una mentira para tapar las cosas. Bien. Kant aun no nos
dice si está bien o está mal MORALMENTE mi acción. Te pide que la evalúes.
¿Cómo así? Convierte en ley universal la mentira. Entonces, ¿podría recaer
sobre mi mismo la mentira y perjudicarme si se convierte el ley universal? (en
una ley que guie la acción de todos). Respuesta: si. Entonces, es moralmente
incorrecta tu acción y tu máxima.
Continuemos con lo que dice Kant “Aquí es la mera legalidad en general sin
poner por fundamento ninguna ley determinada a ciertas acciones la que sirve
de principio a la voluntad”

Ya lo dijimos “la mera legalidad en general”, quiere decir, el principio formal de


la ley (aquella que no te dice cómo actuar, que hacer), sino un método para
evaluar cualquier acción.

“Sin poner por fundamento ninguna ley determinada” , es decir, no decirte


cómo actuar, de qué manera guiar tu conducta.
Ejemplo de Kant “¿me es lícito, cuando me hallo apurado, hacer una promesa
con el propósito de no cumplirla?

Y se pregunta así mismo ¿ es prudente o conforme al deber realizar una


promesa falsa?.
Nos dice Kant que podría ser prudente hacer una promesa falsa. ¿Por qué?

“Ciertamente, veo muy bien que no es bastante el librarme, por medio de ese
recurso, de una perplejidad presente, sino que hay que considerar
detenidamente si no podrá ocasionarme luego esa mentira muchos más graves
contratiempos que estos que ahora consigo eludir; y como las consecuencias,
a pesar de cuanta astucia me precie de tener, no son tan fácilmente previsibles
que no pueda suceder que la pérdida de la confianza en mí sea mucho más
desventajosa para mí que el daño que pretendo ahora evitar….”

No es tan difícil comprenderlo pero podemos ponerlo en otras palabras:


1era estrategia: Puede ser prudente hacer una promesa falsa ya que podría
liberarme de dificultades presentes (dice él “perplejidades presentes”), pero
tendríamos que considerar las consecuencias de hacer una promesa falsa.
Estas consecuencias podrían ser mucho peores de aquellas dificultades que
quiero eludir al hacer la promesa falsa. Además dichas consecuencias no son
previsibles (es decir, no las veo venir, no puedo anticiparme a ellas) y podría
originar que la gente pierda la confianza en mí al hacer la promesa falsa, y que
eso sea mucho más perjudicial, que aquella dificultad que quiero salvar
haciendo dicha promesa.
Es decir, aparentemente podría ser lo más prudente hacer la promesa falsa, ya
que me ayuda a salir de situaciones difíciles, pero el mismo Kant, encuentra
problemas en dicha “aparente prudencia”.
Nota: claramente Kant está problematizando a Aristóteles, ya que la prudencia,
es la propuesta que implica tomar la decisión más equilibrada para salvar una
situación. Es decir, hallar el punto medio más conveniente.
Continua Kant: “habré de considerar si no sería más sagaz conducirme en este
punto según una máxima universal y adquirir la costumbre de no prometer
nada sino con el propósito de cumplirlo. Pero pronto veo claramente que una
máxima como ésta se funda sólo en las consecuencias inquietantes.”

2da estrategia: conducir mi acción “sagazmente”. Es decir, comportarme bajo


una norma (una máxima universal- ojo que no se está refiriendo a la propuesta
de la ley moral de la razón) que establece comprometerme a no prometer nada
sin cumplirlo. No obstante Kant no estaría de acuerdo, ya que dicha acción se
basa en medir las consecuencias, por eso establezco para mí esa norma. Ya
Kant en el texto anterior, nos decía, que una “buena voluntad” no se define por
las consecuencias de la acción, sino por la intención de la acción.

Continua Kant “Ahora bien; es cosa muy distinta ser veraz por deber de serlo o
serlo por temor a las consecuencias perjudiciales; porque, en el primer caso, el
concepto de la acción en sí mismo contiene ya una ley para mí, y en el
segundo, tengo que empezar por observar alrededor cuáles efectos para mí
puedan derivarse de la acción. Si me aparto del principio del deber, de seguro
es ello malo; pero si soy infiel a mi máxima de la sagacidad, puede ello a veces
serme provechoso, aun cuando desde luego es más seguro permanecer adicto
a ella”

Es decir, Kant no acepta ni la 1era ni la 2da estrategia. El asunto consiste en


no mentir (no hacer promesas falsas) por el deber mismo. Por qué la razón le
indica a la voluntad, hazlo porque es correcto. Que no es sino lo mismo que
cumplir con la ley moral (es decir, convirtamos en ley universal prometer con la
intención de no cumplir. Bien, ¿ aquella máxima al ser ley universal puede
recaer sobre mí mismo?. Pues sí. Entonces no es moralmente correcto).

Al decir que cumplir con el deber (no hacer promesas falsas) contiene ya una
ley para mí, quiere decir, que cumplir con el deber implica hacer efectiva la ley
moral (es decir, evaluar qué ocurre si lo convierto en ley universal). Y sigue
diciendo, que si se aparta del principio del deber, es decir, que la voluntad, o
buena voluntad no cumpla con su deber, ello será MALO.

Pero si lo hago por sagacidad, es decir, establezco la norma de no mentir, ya


que mido las consecuencias de dicha mentira, puede ocurrir que en algunos
casos al no obedecer mi propia norma (en este caso, hacer promesas falsas)
puede serme provechoso.

Kant zanja el asunto diciendo “Y bien pronto me convenzo de que, si bien


puedo querer la mentira, no puedo querer, empero, una ley universal de mentir;
pues, según esta ley, no habría propiamente ninguna promesa, porque sería
vano fingir a otros mi voluntad respecto de mis futuras acciones, pues no
creerían ese mi fingimiento, o si, por precipitación lo hicieren, pagaríanme con
la misma moneda; por tanto, mi máxima, tan pronto como se tornase ley
universal, destruiríase a sí misma”-
Entonces, podría desear la mentira, pero si la convierto en ley universal, el
hecho de prometer desaparece de la sociedad, ya que no tendría sentido
prometer cuando TODOS saben que en el fondo no voy a cumplir ( es decir, se
dan cuenta que estoy fingiendo), y en caso, no se den cuenta, “ me pagarían
con la misma moneda”, es decir, me harían promesas falsas a mí.

Cuando Kant dice: que cuando su máxima se convierte en universal se


destruiría a sí misma, nos está queriendo decir, que CAEMOS EN
CONTRADICCION. En contradicción, por que dicha acción puede recaer sobre
mi, en contradicción, porque el hecho mismo de prometer desaparecería, ya
que perdería sentido si se hace universal el hacer promesas con la intención de
no cumplirlas.

Nota: Creo que es suficiente con este resumen. El último párrafo trata sobre
aquello que nos refería Adela Cortina (basándose en Kant, claro). No somos
medios para nadie ni para nada, somos fines en sí mismos. Se va a discutir un
poco el valor de este principio y la critica a las INCLINACIONES. Revísenlo. Si
entra para el parcial, hare un pequeño resumen explicativo, si no entra, lo
dejamos para la siguiente clase.

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