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ETICA PSICOLOGICA

DEPARTAMENTO DE PSICOLOGIA

RESUMEN DE LA SEPTIMA LECCION “LA SEGUNDA SECCION


DE LA FUNDAMENTACION DE LA METAFISICA DE LAS
COSTUMBRES DE KANT”

LCDO. HELDER SALGADO

SECCION 1500

ADRIANA CECILIA BLANCO ARCE 20162001287

GRISSEL SKARLET CARDONA 20162030408

OSIRIS DAYANARA RIVERA 2012009147

FLORENCIA NIRVANA HASBUN 20152006668

23 DE ABRIL DEL 2018,


SAN PEDRO SULA, CORTES
SEPTIMA LECCION

LA SEGUNDA SECCION DE LA FUNDAMENTACION DE LA


METAFISICA DE LAS COSTUMBRES DE KANT

La parte sustancial de la segunda sección en la que afirma que la moral no puede


tener un fundamento empírico y que en consecuencia debe tenerlo a priori comienza con
el propósito de querer perseguir y exponer claramente con el propósito de querer perseguir
y exponer claramente la facultad práctica de la razón desde sus reglas universales hasta
el concepto del deber

Según Kant la razón práctica es cada cosa en la naturaleza que actúa según leyes
y que solo un sr racional posee la facultad de obrar por la representación de leyes, por
principios y posee una voluntad y esa voluntad es la razón práctica.

Kant reserva la expresión voluntad para la idea de razón práctica esto es la


voluntad determinada por la razón y emplea la palabra albedrio en el sentido habitual de
querer el cual puede ser racional o no serlo.

Imperativos Hipotéticos

Corresponde a una ley natural la cual es “siempre que x, entonces y.

“Siempre que una piedra choca con un cristal rompe la lámina”

El principio práctico sería: Si quieres romper la lámina (y) arroja una piedra otra ella (x).

La Proposición práctica s; siempre que quieres y haz x.

Imperativo Categórico

Para comprenderlo bien se tiene que entender la fórmula:

Si quieres y haz x. Si quieres y es bueno hacer “x” o bien si quieres “y” es bueno hacer
“x” o bien si quieres “y” es racional hacer “x”.

Se le llama imperativo hipotético porque hacer “x” es racional solo a condición de que se
quiera “y”.

Un imperativo desprovisto de condición seria: “es bueno hacer “x” o es racional hacer
“x” y punto sin condición, hacer bien sin condiciones.
Lo que Kant andaba buscando es que exista una ley de hacer el bien sin
restricciones con fundamento absoluto.

EL imperativo categórico consiste en obrar solo según la máxima tal que puedas
querer y al mismo tiempo que se torne una ley universal.

Kant dice aquí que nosotros, sin distinguir cual e los tipos de deber mencionados
se trata, efectivamente no queremos, que una máxima inmoral se torne ley universal. Kant
nombra la verdadera base del imperativo categórico, mientras que la presunta derivación
a partir de la razón pura practica en una fundamentación ficticia.

Kant, propone una moral que corresponde, en su contenido, a las reglas del
contractualismo, pero que se diferencia de el en el hecho de que las reglas deben
obedecerse de manera universal por sí mismas o por las otras personas, ello a su vez tiene
su base en que, primero, todos aceptamos de hecho el contractualismo por interés propio,
y segundo, en que es plausible que, si nos comprendemos normalmente de una manera
natural.

La segunda fórmula del imperativo categórico dice, ´´Obra de tal modo que uses
la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como
un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio. ´´

La grandeza de un filósofo se muestra a menudo en el hecho de que no expone


una cuestión de la manera más fácil posible y que no teme las contradicciones aperentes.

La explicación usual que da Kant de ´´fin´´´apunta al hecho de que, en su sentido


propio, un fin solo puede ser aquello que aquí designa como fin subjetivo, aquello que un
ser racional se propone a su capricho como efecto de su acción.

Kant responde, pero suponiendo que haya, algo cuya existencia en si mismo posee
un valor absoluto, algo que, con el fin en sí mismo, puede ser el fundamento de
determinadas leyes. Y aclara esto recurriendo a su famosa distinción entre personas y
cosas, donde las cosas son seres que poseen solo un valor relativo, a saber, para nuestro
querer, mientras que las personas son seres cuya existencia tiene un ´´valor absoluto´´.

En cada caso Kant argumentaba e tal forma que dice, debemos aceptar un fin en
si mismo, debemos aceptar que el hombre tiene un valor absoluto, porque en caso
contrario, no puede valer el imperativo categórico en su primera formulación.
Kant llama pues la atención sobre el hecho de que, si no se entiende e imperativo
categórico, en su primera formulación, de manera contractualista, sino como principio
moral, ello implica que en última instancia los demás hombres son determinantes para
nosotros, y que obramos por ellos.

En la medida en que respetamos a un hombre como sujeto del derecho, es decir,


como un ser frente al cual tenemos deberes absolutos, le conferimos dignidad y un valor
absoluto.

Kant ha aquí una formulación magistral. No usar a nadie en general como medio
sería una exigencia absurda. Si yo por ejemplo cierro un trato con otro o le compro alguna
cosa, lo uso como medio para mis fines y ¿Por qué debería estar prohibido, si yo uso al
mismo tiempo como…? Si, como que.

Me es licito usar a alguien como medio para mis fines cuando el otro, por su parte
puede estar de acuerdo con mi acción, es decir, por ejemplo, cuando el trato comercial es
justo. Kant dice en el cuarto ejemplo: Pues siendo el sujeto fin en sí mismo, los fines de
este deben ser también, en lo posible, mis fines.

Clasificación de los deberes según Kant

Kant clasifica os deberes por una parte en negativos y positivos (llamados


perfectos e imperfectos) y por otra parte en deberes para consigo mismo y para los demás.

De allí se obtienen cuatro clases de deberes y cada ejemplo ilustra una de ellas.

Al aplicar el imperativo categórico, surgen deberes debido a que el fracaso de


cumplirlos resultará ya sea en una contradicción en la concepción, ya sea en una
contradicción en la voluntad. Los primeros se clasifican como deberes perfectos, los
últimos como imperfectos. Un deber perfecto es cierto siempre: existe un deber perfecto
de decir la verdad, por lo que nunca debemos mentir. Un deber imperfecto permite
flexibilidad: la caridad es un deber imperfecto porque no estamos obligados a ser
completamente caritativos en todo momento, pero podemos elegir las ocasiones y lugares
en los que lo somos.8 Kant creía que los deberes perfectos son más importantes que los
deberes imperfectos: si surge un conflicto entre deberes, debe seguirse el deber perfecto.

El argumento teológico, aunque con defectos, todavía ofrece esa distinción crítica
entre una voluntad guiada por disposición y una voluntad guiada por la razón. La voluntad
que está guiada por la razón, Kant discutiría, es la voluntad que actúa desde el deber. El
argumento de Kant evoluciona por medio de las tres proposiciones, la última, derivada de
las primeras dos. Aunque Kant nunca explícitamente declara cuál es la primera
proposición, está claro que su contenido está sugerido por la observación de sentido
común. El sentido común distingue entre: (a) el caso en el que la persona claramente actúa
contrario al deber; (b) el caso en el cual las acciones de una persona coinciden con el
deber, pero no están motivadas por este motivo. y (c) el caso en el cual las acciones de
una persona coinciden con el deber porque está motivada por el deber. Kant ilustra la
distinción entre (b) y (c) con el ejemplo de un dueño de una tienda (4:397) que elige no
cobrar de más a un cliente inexperto con el fin de preservar la reputación de su negocio.
Porque no está motivado por el deber, la acción del dueño de la tienda no tiene valor
moral. Kant contrasta al dueño de la tienda con el caso de una persona que enfrenta con
“adversidad y dolor desesperanzado” obedece su deber para preservar su vida. Porque
esta persona actúa desde el deber, sus acciones tienen valor moral. Kant piensa que
nuestras acciones solamente tienen valor moral y merecen aprecio cuando están
motivadas por el deber.

Investigadores discrepan sobre la formulación precisa de la primera proposición.


Una interpretación afirma que la proposición faltante es que un acto tiene valor moral
solo cuando su agente está motivado por respeto a la ley, como el caso del hombre que
preservó su vida solo por deber. Otra interpretación asevera que la proposición es que un
acto tiene valor moral solo si el principio de actuar en consecuencia genera no
contingentemente la acción moral. Si el dueño de la tienda en el ejemplo de arriba hubiera
hecho su elección supeditado a lo que serviría a los intereses de su negocio, entonces su
acto no tiene valor moral.

La segunda proposición de Kant establece que “una acción desde el deber tiene su
valor moral no en el propósito de ser alcanzado por ésta sino por el máximo en
concordancia con lo que se decide y por lo tanto no depende de la realización del objeto
de la acción sino simplemente decidido con respecto al principio de voluntad en
concordancia con la que la acción es realizada sin consideración para ningún objeto de la
facultad de deseo. Un máximo de una acción es su principio de voluntad. Por esto, Kant
se refiere a que el valor moral de un acto depende no de sus consecuencias, intencionales
o reales, sino en el principio por el que se actúa.
Kant combina estas dos proposiciones en una tercera proposición, una completa
afirmación de nuestras nociones del sentido común del deber. Esta proposición es que “el
deber es necesidad de acción desde el respeto por la ley” Esta última proposición sirve
como la base del argumento de Kant por el supremo principio de moralidad, el imperativo
categórico.

Kant pregunta: ¬como puede ser pensada la coerción de la voluntad que el


imperativo expresa

Para Kant el que quiere el fin, (quiere También en tanto la razón tenga influencia
decisiva sobre sus acciones). El medio necesario indispensable para alcanzarlo si está a
su poder.

A propósito de la pregunta por la posibilidad del imperativo. Kant retoma la


cuestión tratada en la primera sección acerca de la motivación de la voluntad, esta
cuestión no ofrece dificultades en el caso del imperativo hipotético, puesto que un ser
racional se define por el hecho de que, si quiere un fin se deja determinar por su propia
racionalidad, quiere también el medio. pero no tiene que dejarse determinar por su
racionalidad, lo que llamaríamos ¨debilidad de la voluntad¨.

Lo que verdaderamente está en juego es el presupuesto antropológico según el


cual el hombre solo actúa a partir de sus inclinaciones. Kant comparte aquí la
presuposición de Humé, según la cual únicamente lo sentimientos pueden determinar la
acción.

‘‘La razón en cuanto tal no puede ser nunca lo que determina la acción’’

-Hume

Pero la posibilidad de dejarse determinar por la razón pura debe de parecer un


milagro a partir de la interpretación de Hume, (¿podríamos decir, la única interpretación
posible?) de la motivación humana.

Esto obliga a Kant a recurrir a un propósito sintético a priori que, a su vez, le


obligara a admitir que el hombre solo puede ser moral si se le considera al mismo tiempo
como miembro de un mondo supra sensible.

La proposición sintética practica a priori de la que Kant nos ha hablado antes en


el capítulo de la fundamentación, consiste en mostrar que el ser sensible hombre, con todo
puede ser determinado por la razón pura. El mismo Kant se ocupa de esta tarea en el
siguiente capítulo, pero este describe dicha tarea de modo completamente incorrecto ‘‘sin
embargo, sigue siendo este principio una proposición sintética: una voluntad
absolutamente Buena es aquella cuya máxima puede contenerse a sí misma siempre,
considerándose a sí misma una ley universal, pues por medio de un análisis del concepto
de una voluntad absolutamente Buena, no puede ser hallada esa prioridad máxima’’. Esto
demuestra la inseguridad de Kant con respecto a esta cuestión, que el mismo consideraba
como central. Kant señala en la siguiente proposición, que lo peculiar de un enunciado
sintético consiste en que debe haber una tercera cosa mediante la cual se debe vincular el
concepto sujeto con el concepto predicado (sujeto y predicado, son en nuestro caso, el
hombre por una parte y la razón pura por la practica la otra).

¿ha mostrado Kant acaso realmente lo que creía tener que señalar?

El hombre era libre de dejarse determinar o no por la razón incluso en el caso del
imperativo hipotético. Lo que debería haberse mostrado para el caso del imperativo
categórico es que el hombre puede ser determinado por la razón pura. Pero lo que ha
mostrado Kant ahora es: si el hombre es libre (en el sentido de Kant, libre de influencias
sensibles), entonces está determinado por la razón pura, tiene que estar determinado por
ella.

Parece que ello solo se puede completar con: y si no lo está, no puede estar
terminado por la razón pura. El hombre se divide en dos partes: un ser racional y un ser
sensible.

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