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1. Definición:
Se define como la sensación dolorosa circunscrita a la columna lumbar que impide su movilidad
normal. Se denomina lumbalgia aguda si dura menos de 3 meses y crónica a partir de este límite
temporal cuando se acompaña de intolerancia al esfuerzo, con o sin afección de las extremidades
inferiores.
La sensación dolorosa puede ceñirse exclusivamente a la región lumbar, o incluir una o ambas
extremidades inferiores. Se habla, entonces, de síndrome lumbar o vertebral al dolor que se
acompaña de contractura muscular paravertebral y afección de la mayoría de los movimientos
vertebrales (flexoextensión, rotaciones, etc.).
Hablamos de lumbociática, o síndrome radicular, cuando el dolor se irradia a uno o dos miembros
inferiores siguiendo el trayecto del nervio ciático, con afección motora o sensitiva del mismo.
Cuando el dolor no sobrepasa el hueco poplíteo se habla de lumbalgia referida.
El síndrome de la cola de caballo es aquella lumbalgia que se acompaña de dolor genital, perianal,
anestesia en silla de montar, en la cara posterior de ambos miembros inferiores de forma difusa
sin seguir la irradiación correspondiente a una raíz nerviosa, y afección de la micción y/o
defecación.
En el dolor lumbar es más frecuente (90%) la sintomatología mecánica, que se desencadena con
la movilización de la columna y desaparece con el reposo. Al contrario, la sintomatología
inflamatoria es continua, persistente e intensa y no mengua con la inmovilidad. Dentro de ésta, el
dolor insidioso, constante, intenso y desesperante que se incrementa con la inmovilidad e impide
el sueño sería característico del dolor neoplásico.
2. FACTORES DE RIESGO:
De acuerdo a la evidencia revisada, los factores de riesgo para dolor lumbar inespecífico y
enfermedad discal de origen ocupacional son:
FACTORES BIOMECANICOS
Trabajo físico pesado (levantar, empujar y manejo de materiales (pesado)) >12.5 kg > 25 kg
Actividades de vibración corporal en el trabajo Cuerpo completo (>10 horas por semana)
Localizado
FACTORES PSICOSOCIALES
HABITOS DE VIDA
Consumo de cigarrillo
Obesidad
3. RECUENTO ANATOMICO
REFERENCIAS:
https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-el-dolor-lumbar-
13025464
https://www.mintrabajo.gov.co/documents/20147/59676/recomendaciones+guia+dolor+lumb
ar.pdf/410a8456-61e8-79c2-130b-c8a452b7103b
https://i.pinimg.com/736x/29/ae/bc/29aebc6da68026209f1023d453cc4ca5.jpg
DOLOR LUMBAR INESPECIFICADO (DLI)
DIAGNOSTICO
TRATAMIENTO
CARGAS Y POSTURAS
Es aconsejable alternar tareas con carga física con otro tipo de tareas
más ligeras.
Evite manejar cargas con los brazos muy separados del cuerpo, el
tronco girado o muy flexionado.
Sitúe la carga cerca del cuerpo en todo momento. Separe los pies
ligeramente, colocando un pie más adelantado que el otro en la
dirección del movimiento que intente hacer. Si tiene que levantar una
caja o un bidón, mantenga un pie separado hacía atrás, para poder
retirarlo si la carga bascula.
Cargue simétricamente.
Lleve la carga de forma que vea lo que tiene delante y que no le estorbe
al avanzar.
- El tratamiento integral del DLI y ED, se compone de informar al paciente que ésta es una
entidad auto limitada y que no implica enfermedad o lesión orgánica grave subyacente y
educación específica en cuanto a las características clínicas y el control de riesgos
relacionados. Ciclos cortos de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, intercalados
con tratamientos con analgésicos tipo acetaminofén, en los casos en los que el dolor
que no sea tolerable o que no ha respondido a otros medios terapéuticos.
- No es recomendable el reposo en cama en DLI que no genere limitación funcional
importante. Se recomienda promover la actividad de la vida diaria según tolerancia del
afectado, como un medio eficaz de tratamiento, incluidos los casos de dolor lumbar
por ED sin indicaciones quirúrgicas.
- La cirugía no está indicada como tratamiento en el DLI, ni es recomendable la
aplicación de tracción como tratamiento del DLI o la hernia de disco.
- El paciente puede beneficiarse del manejo en las escuelas de espalda que se centren en
el fomento del manejo activo, pero no se recomiendan aquellas centradas exclusivas o
esencialmente en conceptos de higiene postural
- Se recomienda el mantenimiento de máxima actividad física diaria posible acorde con la
capacidad funcional, incluyendo el trabajo, puesto que se reduce la intensidad del dolor y
disminuye los tiempos de limitación funcional. Una vez controlados los síntomas agudos,
está indicada la realización frecuente de ejercicios aeróbicos de bajo impacto con el fin
de mantener una buena condición física y prevenir recidivas.
1. DEFINICION
La enfermedad discal son afectaciones en los discos intervertebrales de la columna vertebral.
Debido a estos discos intervertebrales pueden verse afectados por varias condiciones
y que pueden causar síntomas y complicaciones. Como:
problemas de salud
Hernia de disco: Como mencioné anteriormente, una hernia de disco ocurre cuando el núcleo
gelatinoso del disco se desplaza o se rompe a través de su capa externa, ejerciendo presión sobre
los nervios espinales cercanos. Esto puede provocar dolor, entumecimiento, hormigueo y
debilidad en las extremidades y en otras áreas del cuerpo.
Estenosis espinal: La estenosis espinal es un estrechamiento anormal del canal espinal que puede
ser causado por el envejecimiento y la degeneración de los discos intervertebrales. Esto puede
comprimir la médula espinal y los nervios, lo que resulta en dolor, debilidad y dificultades para
caminar.
Espondilolistesis: En esta afección, una vértebra se desliza hacia adelante o hacia atrás con
respecto a la vértebra adyacente debido a una debilidad en los discos intervertebrales o en las
articulaciones facetarias. Esto puede causar dolor en la espalda baja y, en casos graves, presión
sobre los nervios espinales.
Infecciones y tumores: Los discos intervertebrales también pueden verse afectados por
infecciones, como la discitis, o por tumores que pueden comprimir las estructuras cercanas y
causar dolor y otros síntomas.
2. factores de riesgos relacionados con las enfermedades discales que son considerados
desde una perspectiva de gestión de riesgos laborales:
3 MEDIDAS DE PREVENCION
La gestión de una hernia discal en el ámbito laboral es crucial para garantizar la salud y el bienestar de los
empleados que pueden verse afectados por esta afección. Aquí tienes algunas medidas de intervención
que un empleador puede tomar para ayudar a los trabajadores con hernias discales:
1. Evaluación ergonómica del lugar de trabajo: Realizar una evaluación ergonómica del entorno de
trabajo para identificar factores que puedan contribuir a la aparición o empeoramiento de las
hernias discales. Asegurarse de que los trabajadores tengan sillas y escritorios ajustables y que
sigan prácticas ergonómicas al realizar sus tareas.
2. Capacitación en ergonomía: Proporcionar capacitación en ergonomía a los empleados para que
puedan ajustar sus estaciones de trabajo de manera adecuada y practicar una postura adecuada
durante la jornada laboral.
3. Rotación de tareas: Donde sea posible, permitir la rotación de tareas para evitar que los
trabajadores realicen actividades repetitivas o que impliquen levantar objetos pesados durante
largos períodos de tiempo.
4. Adaptación de tareas: Modificar las tareas laborales para adaptarlas a las necesidades y
limitaciones de los trabajadores con hernias discales. Esto puede incluir la asignación de tareas
menos exigentes físicamente o la provisión de herramientas y equipos de asistencia.
5. Programas de capacitación y ejercicios físicos: Ofrecer programas de capacitación en seguridad
laboral y ejercicios de fortalecimiento de la espalda para ayudar a prevenir lesiones y mantener la
salud de la columna vertebral.
6. Acceso a atención médica: Asegurarse de que los trabajadores tengan acceso a atención médica
adecuada, incluidos médicos y fisioterapeutas especializados en lesiones de la columna vertebral.
7. Políticas de licencia por enfermedad y adaptaciones en el trabajo: Implementar políticas de
licencia por enfermedad flexibles que permitan a los trabajadores tomarse tiempo libre cuando
sea necesario para recuperarse de una hernia discal. Además, considerar la posibilidad de hacer
adaptaciones en el trabajo para acomodar las necesidades de los trabajadores con hernias
discales, como proporcionar sillas ergonómicas o permitir pausas para estirarse.
8. Prevención de lesiones: Fomentar una cultura de prevención de lesiones en el lugar de trabajo,
donde los empleados estén al tanto de los riesgos asociados con la hernia discal y se sientan
cómodos reportando cualquier síntoma o problema de salud relacionado con la columna vertebral.
9. Políticas de no discriminación: Asegurarse de que no haya discriminación contra los empleados
con hernias discales y garantizar que se les brinde el apoyo necesario para realizar sus tareas
laborales de manera segura y efectiva.
10. Adaptaciones razonables: Si es necesario, considerar adaptaciones razonables bajo la ley, como
cambios en las responsabilidades laborales o el horario de trabajo, para acomodar las necesidades
de los trabajadores con hernias discales.
Es importante que las medidas de intervención se desarrollen en consulta con los trabajadores afectados y
se ajusten a las necesidades individuales de cada empleado con una hernia discal. La comunicación abierta
y la colaboración entre empleadores y empleados son fundamentales para garantizar un ambiente de
trabajo seguro y de apoyo.
El tratamiento para las hernias discales depende de la gravedad de la hernia, los síntomas experimentados
y la respuesta individual del paciente. En general, existen varios enfoques de tratamiento para las hernias
discales:
1. Manejo conservador:
Descanso: En muchos casos, un período de descanso y evitar actividades que empeoren
los síntomas puede ayudar a que la hernia discal se recupere por sí sola.
Medicamentos: Los medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la
inflamación. Esto puede incluir analgésicos de venta libre, antiinflamatorios no esteroides
(AINEs) o relajantes musculares.
Fisioterapia: Los fisioterapeutas pueden proporcionar ejercicios de fortalecimiento y
estiramiento diseñados para aliviar la presión sobre el disco herniado y mejorar la postura
y la mecánica corporal.
Terapia física: Los tratamientos físicos como la aplicación de calor o frío y la tracción
pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la función.
2. Inyecciones epidurales: En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides
directamente en el área afectada para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
3. Medidas de autocuidado: Esto puede incluir cambios en la postura, la ergonomía y la actividad
física, así como ejercicios de fortalecimiento de la espalda.
4. Manejo del peso: Mantener un peso saludable puede reducir la presión sobre la columna
vertebral y ayudar a aliviar el dolor.
5. Tratamientos complementarios: Algunas personas encuentran alivio en terapias complementarias
como la acupuntura, la quiropráctica o la terapia de masaje.
6. Cirugía: En casos graves de hernia discal que no responden al tratamiento conservador o cuando
hay una compresión severa de los nervios que provoca debilidad muscular o pérdida de control de
la vejiga o el intestino, puede ser necesario considerar la cirugía. La cirugía más común para tratar
una hernia discal es la discectomía, donde se elimina la parte herniada del disco.
Es importante que un médico evalúe y supervise el tratamiento de una hernia discal, ya que cada caso es
único y requiere un enfoque individualizado. La mayoría de las personas con hernias discales no necesitan
cirugía y pueden encontrar alivio a través de métodos conservadores. Sin embargo, en casos graves o
cuando hay síntomas neurológicos significativos, la cirugía puede ser la mejor opción para aliviar la presión
sobre los nervios y restaurar la función.
El diagnóstico de una hernia discal generalmente involucra una evaluación médica
completa que incluye una revisión de los antecedentes médicos del paciente, un examen
físico y pruebas de diagnóstico. Aquí te explico los pasos típicos en el proceso de
diagnóstico de una hernia discal:
1. Historial médico y síntomas: El médico comenzará por hacer preguntas sobre tus
síntomas actuales, como dolor de espalda, entumecimiento, debilidad, y
cualquier factor desencadenante, como una lesión reciente o actividades que
hayan empeorado los síntomas.
2. Examen físico: El médico realizará un examen físico detallado, que puede incluir la
evaluación de la fuerza, los reflejos, la sensibilidad y la movilidad de las
extremidades afectadas. También pueden realizar pruebas específicas diseñadas
para provocar los síntomas, como el examen de Lasègue o el examen de
extensión de la pierna.
3. Imágenes por diagnóstico por imágenes: Para confirmar el diagnóstico y evaluar la
ubicación y gravedad de la hernia discal, se pueden realizar varias pruebas de
diagnóstico por imágenes, que pueden incluir:
TRATAMIENTO
- El tratamiento integral del DLI y ED, se compone de informar al paciente que ésta es una
entidad auto limitada y que no implica enfermedad o lesión orgánica grave subyacente y
educación específica en cuanto a las características clínicas y el control de riesgos
relacionados. Ciclos cortos de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, intercalados
con tratamientos con analgésicos tipo acetaminofén, en los casos en los que el dolor
que no sea tolerable o que no ha respondido a otros medios terapéuticos.
- No es recomendable el reposo en cama en DLI que no genere limitación funcional
importante. Se recomienda promover la actividad de la vida diaria según tolerancia del
afectado, como un medio eficaz de tratamiento, incluidos los casos de dolor lumbar
por ED sin indicaciones quirúrgicas.
- La cirugía no está indicada como tratamiento en el DLI, ni es recomendable la
aplicación de tracción como tratamiento del DLI o la hernia de disco.
- El paciente puede beneficiarse del manejo en las escuelas de espalda que se centren en el
fomento del manejo activo, pero no se recomiendan aquellas centradas exclusivas o
esencialmente en conceptos de higiene postural
- Se recomienda el mantenimiento de máxima actividad física diaria posible acorde con la
capacidad funcional, incluyendo el trabajo, puesto que se reduce la intensidad del dolor y
disminuye los tiempos de limitación funcional. Una vez controlados los síntomas agudos,
está indicada la realización frecuente de ejercicios aeróbicos de bajo impacto con el fin
de mantener una buena condición física y prevenir recidivas.