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DOLOR LUMBAR

1. Definición:

Se define como la sensación dolorosa circunscrita a la columna lumbar que impide su movilidad
normal. Se denomina lumbalgia aguda si dura menos de 3 meses y crónica a partir de este límite
temporal cuando se acompaña de intolerancia al esfuerzo, con o sin afección de las extremidades
inferiores.

La sensación dolorosa puede ceñirse exclusivamente a la región lumbar, o incluir una o ambas
extremidades inferiores. Se habla, entonces, de síndrome lumbar o vertebral al dolor que se
acompaña de contractura muscular paravertebral y afección de la mayoría de los movimientos
vertebrales (flexoextensión, rotaciones, etc.).
Hablamos de lumbociática, o síndrome radicular, cuando el dolor se irradia a uno o dos miembros
inferiores siguiendo el trayecto del nervio ciático, con afección motora o sensitiva del mismo.
Cuando el dolor no sobrepasa el hueco poplíteo se habla de lumbalgia referida.

El síndrome de la cola de caballo es aquella lumbalgia que se acompaña de dolor genital, perianal,
anestesia en silla de montar, en la cara posterior de ambos miembros inferiores de forma difusa
sin seguir la irradiación correspondiente a una raíz nerviosa, y afección de la micción y/o
defecación.

En el dolor lumbar es más frecuente (90%) la sintomatología mecánica, que se desencadena con
la movilización de la columna y desaparece con el reposo. Al contrario, la sintomatología
inflamatoria es continua, persistente e intensa y no mengua con la inmovilidad. Dentro de ésta, el
dolor insidioso, constante, intenso y desesperante que se incrementa con la inmovilidad e impide
el sueño sería característico del dolor neoplásico.

2. FACTORES DE RIESGO:

De acuerdo a la evidencia revisada, los factores de riesgo para dolor lumbar inespecífico y
enfermedad discal de origen ocupacional son:

FACTORES BIOMECANICOS

Trabajo físico pesado (levantar, empujar y manejo de materiales (pesado)) >12.5 kg > 25 kg

Movimientos repetitivos (Jardinería, construcción, conducción)

Actividad laboral de pie o caminando (> 2 horas)

Actividad sentado en el trabajo

Actividades de flexión/rotación del tronco en el trabajo (>2 horas/día)


FACTORES FISICOS

Actividades de vibración corporal en el trabajo Cuerpo completo (>10 horas por semana)
Localizado

FACTORES PSICOSOCIALES

Percepción del trabajo Apoyo social en el trabajo

HABITOS DE VIDA

Consumo de cigarrillo

Obesidad

3. RECUENTO ANATOMICO
REFERENCIAS:

https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-el-dolor-lumbar-
13025464

https://www.mintrabajo.gov.co/documents/20147/59676/recomendaciones+guia+dolor+lumb
ar.pdf/410a8456-61e8-79c2-130b-c8a452b7103b

https://i.pinimg.com/736x/29/ae/bc/29aebc6da68026209f1023d453cc4ca5.jpg
DOLOR LUMBAR INESPECIFICADO (DLI)

DIAGNOSTICO

El dolor lumbar inespecífico (CIE 10 M 54), se define como la sensación


de dolor o molestia localizada entre el limite de las costillas y el limite
inferior de los glúteos, cuya intensidad varía en función de las posturas y la
actividad física.
El diagnóstico del dolor lumbar crónico se realiza a partir de la historia
clínica y de la exploración física que practica el médico. Es casi suficiente
conocer la sintomatología que relata el paciente para orientar correctamente
el diagnóstico.

Las radiografías simples en proyección AP y Lateral que realizamos son


pruebas complementarias y nos permitirán descartar otro tipo de patologías,
puesto que los hallazgos que podemos encontrar en ellas (disminución de la
altura discal, crecimientos óseos en los márgenes vertebrales, escoliosis, etc.)
también se aprecian en pacientes sin ningún tipo de dolor lumbar.

La resonancia magnética y la TAC o escáner sirven para confirmar una


herniación discal u otra patología específica cuando se sospecha por la
clínica, pero tienen poca utilidad en el diagnóstico del dolor lumbar crónico
típico por la alta frecuencia de hallazgos supuestamente patológicos que
aparecen en población asintomática.

TRATAMIENTO

El primer escalón del tratamiento se basa en:

 Estabilización de la columna lumbar: utilización de fajas o corsés


y tonificación de la musculatura abdominal y espinal (ejercicios
isométricos).

 Medidas de higiene postural: mobiliario ergonómico en el puesto


de trabajo, evitar flexionar la columna hacia delante y mantener los
pesos pegados al cuerpo.

 Conseguir un peso adecuado.

 Antiinflamatorios tanto no esteroideos como los corticoesteroides,


los análgesicos y los relajantes musculares pueden ser útiles en los
periodos de reagudización del dolor.
 Aplicación de corrientes, masajes, tracciones y fuentes de calor
en rehabilitación pueden mejorar la sintomatología temporalmente.

 En el siguiente escalón se incluyen las infiltraciones.

 periarticulares de anestésico local y corticoesteroides.

 En caso de mejorar con la infiltración y reaparecer el dolor lumbar,


se puede realizar la denervación percutánea del ramo posterior,
rizolisis, que puede hacer remitir la sintomatología por un periodo
prolongado de tiempo hasta en un 70% de los casos.

¿QUÉ ES LA RIZÓLISIS FACETARIA?

La rizólisis es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva que se utiliza


para el tratamiento de los síntomas del dolor crónico, con origen en las
articulaciones facetarias de la columna cervical, dorsal y lumbar. El
procedimiento aplica la radiofrecuencia para destruir aquellas
terminaciones nerviosas que transmiten el dolor. Dependiendo de si la
rizólisis es lumbar o dorsal, la intervención se abordará con el paciente
recostado boca arriba (rizólisis lumbar) o abajo (rizólisis cervical)
realizándose pequeñas incisiones a través de las cuales se inserta una sonda
que se colocará cerca del nervio a tratar.
Para posicionar la aguja o sonda correctamente en el o los nervios específicos
a tratar se utilizan rayos X o ecografía. Generalmente este procedimiento se
realiza bajo anestesia local, pero es posible la aplicación de sedación
cuando no dificulte el procedimiento quirúrgico.
Previamente a comenzar con la denervación, el médico especialista en
columna realizará una serie de pruebas para asegurarse que la aguja se
encuentra posicionada óptimamente para tratar el nervio que origina el
dolor. Esta técnica es ambulatoria y su duración es de aproximadamente 20
minutos.

CARGAS Y POSTURAS

En la mayor parte de las empresas las operaciones de carga y transporte


manual de materiales es un trabajo frecuente que da lugar a lesiones
dolorosas y costosas.
Recomendaciones Generales:

Utilizar siempre que sea posible, ayudas mecánicas en lugar de manuales


para manipular cargas.

 En las tareas muy repetitivas se debe disminuir el peso manejado.

 Si no se puede modificar el peso, debe bajarse la frecuencia, o


establecer pausas frecuentes y suficientes.

 Es aconsejable alternar tareas con carga física con otro tipo de tareas
más ligeras.

 Evite manejar cargas con los brazos muy separados del cuerpo, el
tronco girado o muy flexionado.

 No manipule cargas de forma repetida con los brazos por encima de


los hombros.

 Nunca maneje pesos elevados en posición sentada.

 Utilizar la vestimenta, el calzado y los equipos adecuados (guantes,


botas, casco, etc.).

Recomendaciones Manejo De Cargas Pesadas.

 Evite realizar trabajos de forma continuada en una misma postura.

 Es aconsejable alternar tareas y realizar pausas, que se deberán


establecer según la persona y el tipo de trabajo.

 El peso máximo recomendado en trabajos habituales de


manipulación de cargas es de 25 kg.

 En trabajos esporádicos de manipulación de cargas, el peso


permitido puede llegar hasta los 40 kg.

 Observar la forma y tamaño, posible peso, puntos de agarre, e


indicaciones de la carga, antes de empezar a cargar.
 Pedir ayuda a otros si el peso de la carga es excesivo.

 Sitúe la carga cerca del cuerpo en todo momento. Separe los pies
ligeramente, colocando un pie más adelantado que el otro en la
dirección del movimiento que intente hacer. Si tiene que levantar una
caja o un bidón, mantenga un pie separado hacía atrás, para poder
retirarlo si la carga bascula.

 Antes de levantar la carga, la espalda debe mantenerla recta.

 Al levantar primero extienda las piernas y luego enderece el resto del


cuerpo.

 Cargue simétricamente.

 No gire el tronco ni adopte posturas forzadas mientras carga.

 Sujete firmemente la carga usando los brazos, piernas y muslos.

 Levantarse suavemente, por extensión de las piernas, manteniendo la


siempre la espalda derecha.

 No tirar de la carga ni manipularla bruscamente.

 Procure no efectuar giros, al levantar la carga.

 Haga rodar o deslice la carga si es posible.

 Una vez levantada la carga, mantenga los brazos pegados al cuerpo.

 Lleve la carga de forma que vea lo que tiene delante y que no le estorbe
al avanzar.

 Lleve la carga usando las palmas de las manos, no solamente los


dedos.

 Si manipula cargas con aristas, bordes, etc. Utilice guantes de


seguridad.

 Utilice calzado de seguridad.


 En el caso de manipular cargas entre varias personas, es conveniente
que se responsabilice una sola persona.

 Si el levantamiento se efectúa desde el suelo hasta una altura media,


apoye la carga a medio camino para poder cambiar el agarre.

 Depositar la carga y después ajustarla si lo cree necesario.


DLI: dolor lumbar inespecífico
ED: enfermedad de disco intervertebral

Como se diagnostica una hernia discal


- Todos los trabajadores que se encuentren expuestos en su actividad laboral a manejo
de cargas, movimientos repetidos en flexión de tronco y vibración de cuerpo total
deben ingresar al programa de vigilancia médica para DLI.
- La vigilancia médica de los trabajadores expuestos a factores de riesgo por carga
física para DLI y ED se realiza a través de las evaluaciones médicas pre ocupacionales,
de seguimiento o periódicos anuales y pos ocupacionales, así como a través de las
evaluaciones de reintegro o reubicación.
- El trabajador definido como “Caso” será aquel que presente sintomatología dolorosa
específica o el que presente un diagnóstico definido. Estos continuarán el manejo médico
de acuerdo con las recomendaciones de diagnóstico y tratamiento.
- Los trabajadores clasificados como “No Caso” continuarán los programas preventivos y la
vigilancia mediante la aplicación de herramientas de tamizaje y el examen médico
periódico.
- El diagnóstico de DLI y dolor radicular es eminentemente clínico y no requiere estudios
de radiología o de laboratorio en las 4 a 6 primeras 16 semanas de evolución El
diagnóstico de DLI y ED se realiza mediante una completa historia clínica y evaluación
médica sistemática, descartando signos de alarma. Si éstos no existen, el cuadro puede
catalogarse como DLI.
- Las herramientas de ayuda diagnóstica disponibles (radiografías, TAC, RM,
electromiografía, laboratorio clínico) solamente se indican ante la presencia de signos
de alarma.
- Protrusión discal cuando el anillo está intacto, pero se encuentra engrosado o abultado.
- Extrusión discal cuando el núcleo pulposo ha penetrado el anillo fibroso y puede
alojarse debajo del ligamento longitudinal posterior o aun romperlo.
- Disco secuestrado cuando el material nuclear ha roto su contención en el anillo y
el ligamento y los fragmentos libres entran en contacto con la raíz nerviosa.
- La hernia del núcleo pulposo ocurre en un 90% en los espacios L5-S1 o L4-L5. Se
presenta como dolor lumbar agudo o quemante, que puede irradiarse al miembro
inferior cuando existe compromiso radicular. El dolor aumenta con la flexión, la 35
sedestación o el aumento de la presión abdominal y disminuye con la bipedestación no
prolongada y la marcha.
Tratamiento para DLI y ED

- El tratamiento integral del DLI y ED, se compone de informar al paciente que ésta es una
entidad auto limitada y que no implica enfermedad o lesión orgánica grave subyacente y
educación específica en cuanto a las características clínicas y el control de riesgos
relacionados. Ciclos cortos de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, intercalados
con tratamientos con analgésicos tipo acetaminofén, en los casos en los que el dolor
que no sea tolerable o que no ha respondido a otros medios terapéuticos.
- No es recomendable el reposo en cama en DLI que no genere limitación funcional
importante. Se recomienda promover la actividad de la vida diaria según tolerancia del
afectado, como un medio eficaz de tratamiento, incluidos los casos de dolor lumbar
por ED sin indicaciones quirúrgicas.
- La cirugía no está indicada como tratamiento en el DLI, ni es recomendable la
aplicación de tracción como tratamiento del DLI o la hernia de disco.
- El paciente puede beneficiarse del manejo en las escuelas de espalda que se centren en
el fomento del manejo activo, pero no se recomiendan aquellas centradas exclusivas o
esencialmente en conceptos de higiene postural
- Se recomienda el mantenimiento de máxima actividad física diaria posible acorde con la
capacidad funcional, incluyendo el trabajo, puesto que se reduce la intensidad del dolor y
disminuye los tiempos de limitación funcional. Una vez controlados los síntomas agudos,
está indicada la realización frecuente de ejercicios aeróbicos de bajo impacto con el fin
de mantener una buena condición física y prevenir recidivas.

1. DEFINICION
La enfermedad discal son afectaciones en los discos intervertebrales de la columna vertebral.
Debido a estos discos intervertebrales pueden verse afectados por varias condiciones
y que pueden causar síntomas y complicaciones. Como:
problemas de salud

Hernia de disco: Como mencioné anteriormente, una hernia de disco ocurre cuando el núcleo
gelatinoso del disco se desplaza o se rompe a través de su capa externa, ejerciendo presión sobre
los nervios espinales cercanos. Esto puede provocar dolor, entumecimiento, hormigueo y
debilidad en las extremidades y en otras áreas del cuerpo.

Degeneración discal: La degeneración de los discos intervertebrales es un proceso natural de


envejecimiento en el que los discos pierden su capacidad de amortiguación y elasticidad. Esto
puede llevar a dolor crónico en la espalda baja o el cuello, así como a la aparición de espolones
óseos y cambios en la estructura de la columna vertebral.

Estenosis espinal: La estenosis espinal es un estrechamiento anormal del canal espinal que puede
ser causado por el envejecimiento y la degeneración de los discos intervertebrales. Esto puede
comprimir la médula espinal y los nervios, lo que resulta en dolor, debilidad y dificultades para
caminar.

Espondilolistesis: En esta afección, una vértebra se desliza hacia adelante o hacia atrás con
respecto a la vértebra adyacente debido a una debilidad en los discos intervertebrales o en las
articulaciones facetarias. Esto puede causar dolor en la espalda baja y, en casos graves, presión
sobre los nervios espinales.

Infecciones y tumores: Los discos intervertebrales también pueden verse afectados por
infecciones, como la discitis, o por tumores que pueden comprimir las estructuras cercanas y
causar dolor y otros síntomas.

2. factores de riesgos relacionados con las enfermedades discales que son considerados
desde una perspectiva de gestión de riesgos laborales:

1. Manipulación de cargas pesadas: Levantar y transportar objetos pesados de manera


inadecuada, especialmente sin capacitación y equipo adecuado, puede aumentar el riesgo
de lesiones en la columna vertebral.
2. Trabajo en posiciones incómodas: Trabajar en posiciones que requieren torcerse,
inclinarse o mantener posturas incómodas durante largos períodos de tiempo puede
aumentar el riesgo de estrés en los discos intervertebrales.
3. Vibraciones: La exposición constante a vibraciones, como las experimentadas por
conductores de vehículos pesados, puede contribuir al desgaste de los discos
intervertebrales.
4. Sedentarismo: La falta de actividad física y pasar largos períodos de tiempo sentado
puede aumentar el riesgo de problemas en la columna vertebral.
5. Trabajo repetitivo: Realizar tareas repetitivas sin suficientes pausas y descansos puede
aumentar el riesgo de lesiones en los discos.
6. Exposición a factores ambientales: Trabajar en ambientes con vibraciones, temperaturas
extremas o humedad excesiva puede aumentar el riesgo de problemas en la columna
vertebral.
7. Falta de capacitación en ergonomía: La falta de capacitación en prácticas ergonómicas
adecuadas puede aumentar el riesgo de lesiones en la columna vertebral en el lugar de
trabajo.
8. Carga de trabajo excesiva: Tener una carga de trabajo excesiva o estar bajo presión
constante puede aumentar el estrés y el riesgo de problemas en la columna vertebral.
9. Edad y estado de salud general: La edad y la salud general de un trabajador también
pueden ser factores de riesgo, ya que el envejecimiento y las afecciones médicas
preexistentes pueden aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades discales.

3 MEDIDAS DE PREVENCION

La gestión de una hernia discal en el ámbito laboral es crucial para garantizar la salud y el bienestar de los
empleados que pueden verse afectados por esta afección. Aquí tienes algunas medidas de intervención
que un empleador puede tomar para ayudar a los trabajadores con hernias discales:
1. Evaluación ergonómica del lugar de trabajo: Realizar una evaluación ergonómica del entorno de
trabajo para identificar factores que puedan contribuir a la aparición o empeoramiento de las
hernias discales. Asegurarse de que los trabajadores tengan sillas y escritorios ajustables y que
sigan prácticas ergonómicas al realizar sus tareas.
2. Capacitación en ergonomía: Proporcionar capacitación en ergonomía a los empleados para que
puedan ajustar sus estaciones de trabajo de manera adecuada y practicar una postura adecuada
durante la jornada laboral.
3. Rotación de tareas: Donde sea posible, permitir la rotación de tareas para evitar que los
trabajadores realicen actividades repetitivas o que impliquen levantar objetos pesados durante
largos períodos de tiempo.
4. Adaptación de tareas: Modificar las tareas laborales para adaptarlas a las necesidades y
limitaciones de los trabajadores con hernias discales. Esto puede incluir la asignación de tareas
menos exigentes físicamente o la provisión de herramientas y equipos de asistencia.
5. Programas de capacitación y ejercicios físicos: Ofrecer programas de capacitación en seguridad
laboral y ejercicios de fortalecimiento de la espalda para ayudar a prevenir lesiones y mantener la
salud de la columna vertebral.
6. Acceso a atención médica: Asegurarse de que los trabajadores tengan acceso a atención médica
adecuada, incluidos médicos y fisioterapeutas especializados en lesiones de la columna vertebral.
7. Políticas de licencia por enfermedad y adaptaciones en el trabajo: Implementar políticas de
licencia por enfermedad flexibles que permitan a los trabajadores tomarse tiempo libre cuando
sea necesario para recuperarse de una hernia discal. Además, considerar la posibilidad de hacer
adaptaciones en el trabajo para acomodar las necesidades de los trabajadores con hernias
discales, como proporcionar sillas ergonómicas o permitir pausas para estirarse.
8. Prevención de lesiones: Fomentar una cultura de prevención de lesiones en el lugar de trabajo,
donde los empleados estén al tanto de los riesgos asociados con la hernia discal y se sientan
cómodos reportando cualquier síntoma o problema de salud relacionado con la columna vertebral.
9. Políticas de no discriminación: Asegurarse de que no haya discriminación contra los empleados
con hernias discales y garantizar que se les brinde el apoyo necesario para realizar sus tareas
laborales de manera segura y efectiva.
10. Adaptaciones razonables: Si es necesario, considerar adaptaciones razonables bajo la ley, como
cambios en las responsabilidades laborales o el horario de trabajo, para acomodar las necesidades
de los trabajadores con hernias discales.
Es importante que las medidas de intervención se desarrollen en consulta con los trabajadores afectados y
se ajusten a las necesidades individuales de cada empleado con una hernia discal. La comunicación abierta
y la colaboración entre empleadores y empleados son fundamentales para garantizar un ambiente de
trabajo seguro y de apoyo.

El tratamiento para las hernias discales depende de la gravedad de la hernia, los síntomas experimentados
y la respuesta individual del paciente. En general, existen varios enfoques de tratamiento para las hernias
discales:
1. Manejo conservador:
 Descanso: En muchos casos, un período de descanso y evitar actividades que empeoren
los síntomas puede ayudar a que la hernia discal se recupere por sí sola.
 Medicamentos: Los medicamentos pueden ayudar a aliviar el dolor y reducir la
inflamación. Esto puede incluir analgésicos de venta libre, antiinflamatorios no esteroides
(AINEs) o relajantes musculares.
 Fisioterapia: Los fisioterapeutas pueden proporcionar ejercicios de fortalecimiento y
estiramiento diseñados para aliviar la presión sobre el disco herniado y mejorar la postura
y la mecánica corporal.
 Terapia física: Los tratamientos físicos como la aplicación de calor o frío y la tracción
pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la función.
2. Inyecciones epidurales: En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides
directamente en el área afectada para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
3. Medidas de autocuidado: Esto puede incluir cambios en la postura, la ergonomía y la actividad
física, así como ejercicios de fortalecimiento de la espalda.
4. Manejo del peso: Mantener un peso saludable puede reducir la presión sobre la columna
vertebral y ayudar a aliviar el dolor.
5. Tratamientos complementarios: Algunas personas encuentran alivio en terapias complementarias
como la acupuntura, la quiropráctica o la terapia de masaje.
6. Cirugía: En casos graves de hernia discal que no responden al tratamiento conservador o cuando
hay una compresión severa de los nervios que provoca debilidad muscular o pérdida de control de
la vejiga o el intestino, puede ser necesario considerar la cirugía. La cirugía más común para tratar
una hernia discal es la discectomía, donde se elimina la parte herniada del disco.
Es importante que un médico evalúe y supervise el tratamiento de una hernia discal, ya que cada caso es
único y requiere un enfoque individualizado. La mayoría de las personas con hernias discales no necesitan
cirugía y pueden encontrar alivio a través de métodos conservadores. Sin embargo, en casos graves o
cuando hay síntomas neurológicos significativos, la cirugía puede ser la mejor opción para aliviar la presión
sobre los nervios y restaurar la función.
El diagnóstico de una hernia discal generalmente involucra una evaluación médica
completa que incluye una revisión de los antecedentes médicos del paciente, un examen
físico y pruebas de diagnóstico. Aquí te explico los pasos típicos en el proceso de
diagnóstico de una hernia discal:
1. Historial médico y síntomas: El médico comenzará por hacer preguntas sobre tus
síntomas actuales, como dolor de espalda, entumecimiento, debilidad, y
cualquier factor desencadenante, como una lesión reciente o actividades que
hayan empeorado los síntomas.
2. Examen físico: El médico realizará un examen físico detallado, que puede incluir la
evaluación de la fuerza, los reflejos, la sensibilidad y la movilidad de las
extremidades afectadas. También pueden realizar pruebas específicas diseñadas
para provocar los síntomas, como el examen de Lasègue o el examen de
extensión de la pierna.
3. Imágenes por diagnóstico por imágenes: Para confirmar el diagnóstico y evaluar la
ubicación y gravedad de la hernia discal, se pueden realizar varias pruebas de
diagnóstico por imágenes, que pueden incluir:

 Resonancia magnética (RM): La RM es la prueba más común para


diagnosticar una hernia discal. Proporciona imágenes detalladas de los
tejidos blandos, incluidos los discos intervertebrales y las estructuras
circundantes. Puede mostrar la ubicación y el tamaño de la hernia
discal, así como si está comprimiendo nervios u otras estructuras.
 Tomografía computarizada (TC): La TC puede proporcionar imágenes más
detalladas de la columna vertebral y es útil en casos en los que la RM no
es una opción viable.
 Radiografía: Las radiografías pueden mostrar cambios en la estructura de
la columna vertebral, como espolones óseos o deformidades, pero no son
tan efectivas para detectar hernias discales.
4. Electromiografía (EMG): En algunos casos, se puede realizar una EMG para
evaluar la actividad eléctrica de los músculos y los nervios en las extremidades
afectadas. Esto puede ayudar a determinar si la hernia discal está afectando los
nervios y provocando debilidad muscular.
5. Estudios de conducción nerviosa: Estos estudios pueden evaluar la velocidad de
conducción de los impulsos eléctricos a lo largo de los nervios y ayudar a
identificar cualquier daño nervioso.
Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de una hernia discal, el médico discutirá las
opciones de tratamiento, que pueden incluir medidas conservadoras como fisioterapia,
medicamentos para el dolor, cambios en el estilo de vida y, en casos más graves o
resistentes al tratamiento, cirugía. El plan de tratamiento se adaptará a las necesidades
individuales de cada paciente y la gravedad de la hernia discal.
- Todos los trabajadores que se encuentren expuestos en su actividad laboral a manejo
de cargas, movimientos repetidos en flexión de tronco y vibración de cuerpo total
deben ingresar al programa de vigilancia médica para DLI.
- La vigilancia médica de los trabajadores expuestos a factores de riesgo por carga
física para DLI y ED se realiza a través de las evaluaciones médicas pre ocupacionales,
de seguimiento o periódicos anuales y pos ocupacionales, así como a través de las
evaluaciones de reintegro o reubicación.
- El trabajador definido como “Caso” será aquel que presente sintomatología dolorosa
específica o el que presente un diagnóstico definido. Estos continuarán el manejo médico
de acuerdo con las recomendaciones de diagnóstico y tratamiento.
- Los trabajadores clasificados como “No Caso” continuarán los programas preventivos y la
vigilancia mediante la aplicación de herramientas de tamizaje y el examen médico
periódico.
- El diagnóstico de DLI y dolor radicular es eminentemente clínico y no requiere estudios
de radiología o de laboratorio en las 4 a 6 primeras 16 semanas de evolución El
diagnóstico de DLI y ED se realiza mediante una completa historia clínica y evaluación
médica sistemática, descartando signos de alarma. Si éstos no existen, el cuadro puede
catalogarse como DLI.
- Las herramientas de ayuda diagnóstica disponibles (radiografías, TAC, RM,
electromiografía, laboratorio clínico) solamente se indican ante la presencia de signos
de alarma.
- Protrusión discal cuando el anillo está intacto, pero se encuentra engrosado o abultado.
- Extrusión discal cuando el núcleo pulposo ha penetrado el anillo fibroso y puede alojarse
debajo del ligamento longitudinal posterior o aun romperlo.
- Disco secuestrado cuando el material nuclear ha roto su contención en el anillo y
el ligamento y los fragmentos libres entran en contacto con la raíz nerviosa.
- La hernia del núcleo pulposo ocurre en un 90% en los espacios L5-S1 o L4-L5. Se
presenta como dolor lumbar agudo o quemante, que puede irradiarse al miembro
inferior cuando existe compromiso radicular. El dolor aumenta con la flexión, la 35
sedestación o el aumento de la presión abdominal y disminuye con la bipedestación no
prolongada y la marcha.

TRATAMIENTO

- El tratamiento integral del DLI y ED, se compone de informar al paciente que ésta es una
entidad auto limitada y que no implica enfermedad o lesión orgánica grave subyacente y
educación específica en cuanto a las características clínicas y el control de riesgos
relacionados. Ciclos cortos de analgésicos antiinflamatorios no esteroideos, intercalados
con tratamientos con analgésicos tipo acetaminofén, en los casos en los que el dolor
que no sea tolerable o que no ha respondido a otros medios terapéuticos.
- No es recomendable el reposo en cama en DLI que no genere limitación funcional
importante. Se recomienda promover la actividad de la vida diaria según tolerancia del
afectado, como un medio eficaz de tratamiento, incluidos los casos de dolor lumbar
por ED sin indicaciones quirúrgicas.
- La cirugía no está indicada como tratamiento en el DLI, ni es recomendable la
aplicación de tracción como tratamiento del DLI o la hernia de disco.
- El paciente puede beneficiarse del manejo en las escuelas de espalda que se centren en el
fomento del manejo activo, pero no se recomiendan aquellas centradas exclusivas o
esencialmente en conceptos de higiene postural
- Se recomienda el mantenimiento de máxima actividad física diaria posible acorde con la
capacidad funcional, incluyendo el trabajo, puesto que se reduce la intensidad del dolor y
disminuye los tiempos de limitación funcional. Una vez controlados los síntomas agudos,
está indicada la realización frecuente de ejercicios aeróbicos de bajo impacto con el fin
de mantener una buena condición física y prevenir recidivas.

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