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PRIMER PARCIAL DE

SOCIOLOGIA
ALUMNOS: TOBIAS SALUM, RAMIRO MERCADO, TOMAS VALLEJOS

DOCENTES: GÓMEZ TREVIJANO, JOAQUIN ; ANUNZIATO, MARIANA


Situacion

4) En el presente video, Fridman lo que hace es explicar cómo funciona el libre


mercado y como la cooperación entre personas de distintas partes del mundo, y
que ni se conocen, puede tener como resultado una producción eficaz, en este
caso utilizando de ejemplo un lápiz.

Quizá ninguna de estas personas sabe cuál es el verdadero fin del trabajo que
hacen, solo los motiva el hecho de obtener un beneficio por ser parte de la
producción, y la empresa podrá así fabricar el lápiz. De esto se trata el libre
mercado que propone Fridman, de que cada persona persiga sus propios
intereses y que indirectamente se logre una colaboración masiva obteniendo
como resultado una producción eficaz.

Ahora bien, Karl Marx tenía una visión bastante contraria a la de Fridman.
Marx sostiene que un libre mercado no es paz y armonía para los individuos,
sino que unos se beneficiarían del trabajo de otros, es decir el capitalista
(explotador) se beneficiaría del trabajador asalariado que es explotado,
fomentando y creando así una desigualdad social tal como la lucha de clases,
donde unos están por encima de otros, donde solo se ve beneficiado aquel que
somete a sus trabajadores, donde mientras unos producen, otros se apropian y
viven a costa de lo que el explotado produce. Estos trabajadores explotados de
distintas partes del mundo serían víctimas directas de la competencia entre
compradores y vendedores. Los vendedores compiten ofreciendo misma
mercancía a precios accesibles para atraer compradores al querer obtener
precios dentro de su parámetro considerados bajos ya que los vendedores bajan
el precio a la mercancía para que personas de bajos o precarios recursos puedan
acceder a esta. Mientras que los compradores buscan precios accesibles, los
vendedores buscan aumentar sus ingresos. Este sistema dinámico y dicotómico
de vendedor- comprador, según Carl, generaría una perpetua explotación y
desigualdad.

“La división de la sociedad en una reducida clase fabulosamente rica y una


enorme clase de asalariados que no poseen nada, hace que esta sociedad se
asfixie en su propia abundancia, mientras la gran mayoría de sus individuos
apenas están garantizados, o no lo están en absoluto, contra la más extrema
penuria.” (“Obras escogidas tomo I”, C. Marx y F. Engels, 1980)

Por otro lado, argumentaría que el valor del lápiz se tiene que ver reflejado en
el valor y el esfuerzo del trabajo humano. Esto se entiende como valor de
cambio derivado del valor de trabajo, por lo que cualquier ganancia dque
exceda el valor de cambio debe ser considerada como explotación. Es probable
que según Marx, Milton explica al libre mercado como algo muy bonito, pero
que en realidad no muestra la otra cara de la moneda y omite muchos detalles
desfavorecedores, donde todos son felices y todos se benefician entre sí, entre
ellos los trabajadores, pero que no detalla sobre las condiciones
deshumanizantes a las que el trabajador es sometido siendo utilizados como
unos simples instrumentos de producción, y a su vez cosificados, vulnerándose
así sus derechos humanos. Por lo tanto este sistema de libre mercado, para
Marx es un sistema desigualatorio, que no toma en cuenta los derechos
humanos, donde unos se benefician a costa del sufrimiento de otros y que
justifica cualquier medio en pos del fin que se quiere lograr.

Por otra parte, sostenemos que Charles Wright Mills, desde su enfoque crítico a
las desigualdades y estructuras de poder en la sociedad, podríamos aplicar sus
ideas en el ámbito de la economía y el libre mercado de modo que era crítico
de la élite de poder, formada por empresarios y políticos. Mills sostendría que
esta elite es la que maneja las políticas económicas que impactarían
negativamente sobre la mayoría de personas con el fin de obtener un beneficio
propio a costa del sufrimiento de los que están por debajo, por lo que el libre
mercado en ausencia de estado y regulación es lo que permite que se
distribuyan mal las riquezas y que la élite de poder se alimente a costa de la
población, y que se debería evitar toda explotación laboral implementando
políticas de ética y responsabilidad empresarial, cuidando y velando por los
derechos del trabajador mediante una responsabilidad social con una
intervención del estado para garantizar que no ocurra ningún tipo de
discriminación, abuso y explotación.
“Para muchas personas de las clases altas, la solución personal del "problema
de la ciudad" es tener un departamento con garage privado en el corazón de
la ciudad, y a cuarenta millas de ella una casa proyectada por Henry Hill con
un jardín diseñado por Garrett Eckbo, en un terreno de cuarenta hectáreas de
propiedad personal. En esos dos ambientes controlados -con un pequeño
cuerpo de servicio en cada extremo y una comunicación por helicóptero entre
ellos-, la mayor parte de las personas resolvería muchos de los problemas de
ambiente personal causados por los hechos de la ciudad. Pero todo eso,
aunque espléndido, no resuelve los problemas públicos que el hecho
estructural de la ciudad plantea.” (Charles W. Mills, “Imaginación sociológica”,
1959)

Conceptual

4) Emile Durkheim señaló que el método sociológico debe estar basado


fundamentalmente en que los hechos sociales deben estudiarse como objetos, o
sea, como realidades externas al individuo.

Durkheim empleo diversas herramientas metodológicas a la hora de abordar el


suicidio. Para empezar, se debe determinar el tipo de hecho o fenómeno social
que se propone estudiar bajo el nombre de suicidio, por lo que se debe
determinar si entre las distintas formas de muerte existen algunas que
compartan características objetivas y específicas. Una vez que se reúnen estas
características, se encuentra que todas comparten el rasgo de ser obra de la
víctima misma, por lo que nos permite fundamentar la idea de suicidio. No se
toma en cuenta si la motivación del suicidio fue naturalmente intrínseca, o sea
si estuvo o no la intención de querer morir, por ejemplo, si alguien en estado de
ebriedad maneja y tiene un accidente mortal, Emile lo consideraría suicidio por
que entiende a este tipo de muerte como aquella que resulta de un acto positivo
o negativo realizado por la víctima misma. Sostiene que el suicidio también
está influenciado por factores sociales, lo que también lo lleva a estudiar la
relación causa-efecto entre estos factores y el suicidio mismo.
Para estudiar al suicidio como hecho social, el sociólogo francés, mediante la
estadística buscó medir las tasas de suicido de distintas regiones reuniendo
datos mediante un método empírico cuantitativo. Una vez reunidos los datos,
realizó una comparación entre las tasas de suicidio de distintos grupos sociales.
Realizando comparaciones de distintos países, regiones y años comprobó que
cada sociedad tiene en un momento determinado de su historia una aptitud
definida para el suicidio que se mide comparando la cifra global de muertes
voluntarias y la población de toda edad y sexo. Esto se conoce como tasa de
mortalidad-suicidio propia de la sociedad tomada en consideración. La cifra
obtenida pareció carecer de dinámica ya que se mantuvo constante por mucho
tiempo, por lo que considera a este hecho social como estadísticamente estático
o invariable (solo varía según la sociedad no en lo temporal).

Durkheim estableció una clasificación de los distintos tipos de suicidio que se


distinguen entre ellos el egoísta, fatalista, altruista y anómico, lo que permitió
agilizar el análisis y la búsqueda de causas que influyen en el fenómeno
estudiado en función de las características de estos tipos de suicidio.

“A nosotros, en cambio, lo que nos parece difícil es evitar que, de cada página
de este libro, se desprenda la impresión de que el individuo se ve dominado
por una realidad moral que lo supera: la realidad colectiva. Cuando vemos que
cada pueblo tiene una tasa de suicidios propia; que esta cifra es más
constante que la de la mortalidad general; que si evoluciona, lo hace
siguiendo un coeficiente de aceleración que es peculiar de cada sociedad; que
las variaciones por las que atraviesa en los diferentes momentos del día, del
mes, del año, no hacen más que reproducir el ritmo de la vida social; cuando
se comprueba que el matrimonio, el divorcio, la familia, la sociedad religiosa,
el ejército, etc., influyen sobre la tasa de suicidios según leyes definidas que,
en ocasiones, pueden expresarse numéricamente, se renunciará a considerar
a esos estados e instituciones, imaginarias fórmulas ideológicas sin virtud ni
eficacia.” (Emile Durkheim, “El suicidio”, 1897).

Estos métodos e ideas se vinculan con la idea de “imaginación sociológica” de


Mills de modo que él estudiaba como la estructura social de la que formamos
parte nos influye y por ende nos limita. Sostiene que no se puede entender
individuo sin sociedad y viceversa. Propone un dualismo entre lo personal y lo
social. La distinción entre lo que las personas necesitan, y lo que sienten que
necesitan como cualidad mental sirve para desarrollar la razón y para ser
conscientes de lo que ocurre en el mundo y lo que ocurre dentro de nosotros.
Es esta imaginación sociológica lo que permite pensar de manera lógica y
crítica sobre cómo los procesos internos y acciones de cada persona están
directamente conectadas con las estructuras sociales y culturas. Permite a su
poseedor comprender como los individuos en su cotidianeidad son falsamente
conscientes de su posición social y concientizar sobre el escenario histórico
más amplio en cuanto a lo que este significa, por lo que la imaginación
sociológica da como fruto la idea de que el individuo razone acerca de su
propia experiencia y evaluar su destino localizándose a sí mismo en su época, o
sea, solo puede ser consciente de sus posibilidades si conoce las de todos los
individuos que se hallan en sus mismas circunstancias. Por tanto, la
imaginación sociológica implica ser consciente de uno mismo y ser consciente
de los demás, permitiendo una introspección de autoconocimiento y de
comprensión de la otredad, y relacionado con el método de Durkheim a la hora
de tener en cuenta los factores sociales que nos condicionan.

“En suma, a esto se debe que los hombres esperen ahora captar, por medio
de la imaginación sociológica, lo que está ocurriendo en el mundo y
comprender lo que está pasando en ellos mismos como puntos diminutos de
las intersecciones de la biografía y de la historia dentro de la sociedad.”
(Charles W. Mills, “Imaginacion sociológica, 1959).

Bajo este contexto, el tipo ideal se aplicaría al estudio del suicidio al crear
categorías ideales que representan los diferentes tipos de suicidio. Estas
categorías ideales pueden permitir a los sociólogos a analizar y comprender las
diversas motivaciones y circunstancias que pueden llevar a una persona a
cometer suicidio, y abriendo las puertas a una comprensión más profunda de
este fenómeno social.
Referencias bibliográficas:

_Durkheim, E. (1897). El suicidio

_Mills, C. W. La imaginación sociológica

_Marx, K. . Trabajo asalariado y capital.

_ Marx, K.Trabajo Enajenado

_ Weber, M. (1922). Economía y sociedad:

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