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UNIVERSIDAD UTE

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD “EUGENIO ESPEJO”

CATEDRA
PATOLOGÍA GENETAL
Doc. Julio Fernández

CARRERA
ODONTOLOGÍA

INTEGRANTES
• CLAUDIO BEDOYA
• MARÍA JOSÉ RIVERA

SEMESTRE
TERCERO “B”

TEMA:
VIH/SIDA
TABLA DE CONTENIDOS

1. INTRODUCCIÓN
2. ¿Qué es el VIH/SIDA?
3. EL VIRUS Y LA INFECCIÓN
3.1 ¿Qué es la inmunidad?
3.2 ¿Qué son los linfocitos y CD4?
3.3 El virus
3.4 |Infección por VIH y SIDA
3.5 Categorías clínicas según los CDC
4. Epidemiología
5. Vías de transmisión
5.1 Transmisión sexual
5.2 Transmisión parenteral
5.3 Transmisión de la madre
6. Estructura del VIH
6.1 VIH-1
6.2 VIH-2
7. Propiedades del VIH
7.1 Genes estructurales
7.2 Genes Accesorios
8. Patogenia de la infección por el VIH y el sida
8.1 Ciclo vital del VIH
8.2 Entrada del VIH a la célula
8.3 Decapsidación, retrotranscripción e integración viral
8.4 Etapas tardías. Reactivación y replicación viral
8.5 Elongación y síntesis de ARN y proteínas
9. Signos Y síntomas
9.1 Fase agua o inicial
9.2 Fase crónica
9.3 Sida
10. Diagnóstico
10.1 Diagnostico en la Fase Aguda o inicia
10.2 Diagnostico en fase Crónica
10.3 Cribado de donantes de sangre
11. Prevención
INTRODUCCIÓN

Desde el punto de vista evolutivo, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), es un


lentivirus que se ha adaptado a infectar linfocitos CD4 en los que se replica con una
cinética muy agresiva. Este linfotropismo provoca una profunda inmunosupresión en el
hospedador, debido tanto a la destrucción de linfocitos CD4 como a distintos
mecanismos de interferencia con el sistema inmunitario. Como consecuencia se produce
la infección por gérmenes oportunistas, el desarrollo de tumores y la afectación
neurológica que definen el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida).

Para analizar la inmunopatología del sida, es necesario situar la relación entre el virus y
el hospedador en un doble contexto. Por una parte, se ha de considerar la interacción
entre un virus y una célula. En este «microcosmos» es importante conocer el ciclo
biológico del virus, los mecanismos de adaptación del virus a su célula diana, los
mecanismos celulares de protección frente a la infección y cómo el VIH es capaz de
sobrepasarlos. Existe un segundo nivel de complejidad en el que se enfrentan
poblaciones virales formadas por miles de millones de partículas y un sistema
inmunitario dotado de numerosos mecanismos de defensa y amplios repertorios de
respuesta antimicrobiana. En este «macrocosmos», el VIH debe ser capaz de adaptarse
mediante mecanismos de escape que le permitan eludir la respuesta inmunológica.

En los últimos años, nuestra visión sobre los mecanismos inmunopatogénicos de la


infección por el VIH se han modificado sobre la base de distintos descubrimientos: el
papel del sistema GALT o sistema inmunitario asociado a mucosas como diana
preferente de la infección por el VIH, la activación crónica del sistema inmunitario
como mecanismo de inmunosupresión y la importancia de los factores del hospedador
en la generación de infecciones con distinto grado de virulencia. La fisiopatología del
sida es, por tanto, un proceso extraordinariamente complejo en que se encuentran
implicados mecanismos patogénicos muy diferentes.
¿Qué es el VIH/SIDA?

• El VIH (virus de la inmunodeficiencia humana) es un virus que ataca el sistema


inmunitario del cuerpo. Si el VIH no se trata puede causar SIDA (síndrome de
inmunodeficiencia adquirida).
• No hay en la actualidad una cura eficaz. Una vez que se contrae el VIH, se lo
tiene de por vida.
• Sin embargo, con la atención médica adecuada, se puede controlar. Las personas
con infección por el VIH que reciben el tratamiento eficaz pueden tener una vida
larga y saludable, y proteger a sus parejas.

El virus de la inmunodeficiencia humana


(VIH) pertenece a la familia de
los Retrovirus y forma parte del
género Lentivirus. Como todo retrovirus, el
VIH es capaz de sintetizar ADN a partir de su
ARN viral gracias a la enzima denominada
transcriptasa inversa.
Presenta una forma esférica con un diámetro
de entre 100-200 nanómetros. La parte más externa, es decir, la envoltura, la
conforma una bicapa lipídica. En ésta se encuentra la glicoproteína Env, una
partícula específica de este virus. Esta glicoproteína es esencial para entender la
interacción con las células blanco del VIH: los linfocitos T CD4. La partícula Env, a
su vez, está formada por la glucoproteína 120 (gp120) y la glicoproteína 41 (gp41).

Otras proteínas de interés son las codificadas por el gen gag. Estas son las proteínas
de matriz p17 y las proteínas p24 de la cápside. La estructura nuclear es cónica y en
su interior alberga dos copias de ARN, la nucleoproteína p7 y la transcriptasa
inversa. Esta última enzima se codifica, junto a la proteasa y a la integrasa, a partir
del gen pol 3.
EL VIRUS Y LA INFECCIÓN

¿Qué es la inmunidad?

La inmunidad es un sistema de defensa muy complejo que se conoce también como


sistema inmunitario o sistema inmune. Está compuesto por un conjunto de células y
sustancias producidas por el organismo cuya función es enfrentarse a la invasión de
cualquier agente extraño, ya sean gérmenes (virus, bacterias, parásitos, etc.) o tóxicos,
para evitar que se propague por el organismo. La activación de este sistema ante
cualquier ataque se denomina respuesta inmune. Por su naturaleza, podemos diferenciar
dos tipos de respuesta inmune: la respuesta inmune celular (llevada a cabo por células) y
la respuesta inmune humoral (realizada por unas proteínas especiales denominadas
anticuerpos). Las células que forman parte de la respuesta celular son los glóbulos
blancos, también llamados leucocitos. Existen diversos tipos de leucocitos: los
linfocitos, los eosinófilos, los basófilos y los fagocitos (células capaces de “devorar”
microorganismos).

¿Qué son los linfocitos y los CD4?

Los linfocitos son un tipo de glóbulos blancos. Tienen algunas de las funciones más
importantes del sistema inmunológico: protegen de las infecciones virales, ayudan a
otras células a combatir las infecciones provocadas por hongos y bacterias, producen
anticuerpos, combaten el cáncer y coordinan las actividades de todo el sistema inmune.
Los dos tipos principales de linfocitos son los linfocitos B y los linfocitos T. Un tipo de
linfocitos T son los CD4, o células T CD4, a los que coloquialmente llamamos
“defensas”, cuando informamos del resultado a las personas que se realizan la analítica
en la consulta. Los linfocitos
CD4 tienen como función
activar el sistema inmune
ante la presencia de
infecciones o de cáncer. La
infección por VIH destruye
específicamentelos linfocitos
CD4 y ello debilita el sistema
inmunitario. A medida que
avanza la
infección, el número de linfocitos CD4+ disminuye hasta llegar a límites muy bajos lo
que pone en riesgo al paciente con VIH para padecer infecciones y tumores
oportunistas. El recuento de linfocitos CD4 nos indica el número de células CD4 que
hay en sangre. Es un buen indicador del estado de las defensas y del progreso de la
infección. El recuento normal de CD4 es generalmente entre 500 y 1600 células (por
milímetro cúbico). A medida que disminuye el número de linfocitos CD4 por debajo de
500, y especialmente por debajo de 200, aumenta el riesgo de sufrir infecciones
oportunistas y otras enfermedades.

El virus
Un virus es un agente infeccioso que solo puede multiplicarse dentro de las células de
otros organismos.

Los ácidos nucleicos son moléculas grandes, pero de estructura simple, encargadas de
almacenar, transmitir y expresar la información genética. Existen dos tipos principales,
el ADN (ácido desoxirribonucleico) y el ARN (ácido ribonucleico). Los virus solo
tienen uno de ellos, o ADN, o ARN, según el tipo de virus. El VIH es un virus ARN. El
análisis de carga viral, consiste en medir la cantidad de copias de ARN del virus VIH en
una cantidad concreta de sangre; se informa como “número de copias de VIH por
mililitro de sangre”.

El objetivo del TAR es mantener la carga viral indetectable. El significado de


“indetectable” depende del método de análisis empleado en cada hospital, y puede ser
inferior a 20, 37 o 50 copias por mililitro. Por tanto, aunque no se detecten, puede haber
pequeñas cantidades de virus en la sangre de los pacientes con carga viral
“indetectable”. Además, es necesario saber que sólo un 2% de los virus VIH están en la
sangre, y el análisis de carga viral sólo mide esto, no mide la cantidad de VIH en otros
tejidos del cuerpo como los ganglios linfáticos, semen, el bazo o cerebro. Cuando los
niveles de VIH disminuyen en la sangre, también lo hacen el tejido linfático y en el
semen, pero no al mismo tiempo ni en la misma proporción. Además, la carga viral es la
principal herramienta para valorar la respuesta al TAR. En las personas que inician
TAR, si este es efectivo, se observa una rápida disminución de la carga viral hasta
hacerse indetectable en los primeros 6 meses de tratamiento.
En caso contrario, cuando no se consigue la indetectabilidad de la carga viral en el
periodo previsto o vuelve a detectarse el virus después de haber estado indetectable,
podemos encontrarnos ante un fracaso del tratamiento. El fracaso del tratamiento puede
ser debido a varias causas, sobre todo, al mal cumplimiento del tratamiento o a que el
virus se ha hecho resistente al tratamiento. En este caso es necesario hacer un estudio de
resistencias a los fármacos antirretrovirales y plantearnos un cambio de tratamiento.

Infección por el VIH y sida:


Una vez ha ocurrido la infección por VIH se produce una batalla entre el sistema
inmune, que intenta eliminar la infección, y el virus que ataca y destruye los linfocitos
CD4. Tras un tiempo variable desde la infección, entre pocos meses y más de 10 años,
durante el cual la persona con VIH puede no manifestar ningún síntoma de la
enfermedad, el virus acaba ganando la batalla y aparecen diferentes enfermedades
infecciosas (candidiasis oral tuberculosis, neumonías, diarreas) y cánceres (linfomas u
otros) asociados al grave deterioro del sistema defensivo inmunológico.

El sida es el conjunto de manifestaciones clínicas derivadas de la pérdida de la


capacidad defensiva, o inmunodeficiencia, en nuestro organismo, secundarias a la
infección por VIH y es la expresión final de la enfermedad. Sin embargo, no cualquier
enfermedad en una persona con VIH indica que tenga sida. Dentro de la clasificación
realizada por los CDC se establecen tres categorías clínicas de personas con VIH.

• Categoría A: pacientes con infección primaria o asintomático.


• Categoría B: pacientes que presentan o hayan presentado síntomas que no
pertenecen a la categoría C, pero que están relacionados con la infección VIH.
• Categoría C: pacientes que presentan o hayan presentado algunas
complicaciones incluidas en la definición de Sida de 1987 de la OMS.
EPIDEMIOLOGÍA

Los estudios epidemiológicos realizados en EE. UU. han identificado cinco grupos de
adultos con alto riesgo de sufrir sida.

• Los hombres homosexuales o bisexuales constituyen el mayor grupo, que


representa alrededor del 50% de los casos descritos. Aproximadamente un 5%
de este grupo son también consumidores de drogas por vía intravenosa.
• Los contactos heterosexuales de miembros de otros gru□pos de riesgo alto
constituyeron alrededor del 20% de las ilúecciones entre 2001 y 2004. En África
y Asia, este es con diferencia el mayor grupo de los pacientes con infeccio□nes
nuevas, la mayoría de las cuales aparecen en mujeres infectadas por parejas de
hombres.
• Los consumidores de drogas por vía intravenosa sin ante□cedentes de
homosexualidad representaban en torno al 20% de los sujetos iiúectados y el 9%
de los casos nuevos en 2009.
• Los hemofflicos supervivientes, especialmente los que recibieron gran des
ca11tidades de concentrados de factor Vlll o factor IX antes de 1985, suponen
alrededor del 0,5% de todos los casos.
• Otros receptores de sangre completa o hemoderivados infectados por el VIH (p.
ej., plaquetas, plasma) suponen alrededor del 1 % de los pacientes.
• Infección por VIH del recién nacido. Cerca del 2% de todos los casos de sida
ocurren en la población pediátrica. La gran mayoría adquieren la infección por
la transmisión del virus desde la madre al niño (comentado más adelante).
• En aproximadamente el 5% de los casos no pueden determinarse los factores de
riesgo.
VIAS DE TRANSMICIÓN

Transmisión sexual Transmisión parenteral Transmisión de la madre


Es el modo dominante de infección Se ha producido en consumidores Las madres infectadas pueden
en todo el mundo, responsable de de drogas por vía intravenosa, transmitir la infección a su
más del 75% de todos los casos de hemofílicos que recibieron descendencia por tres vías:
transmisión del VIH. Como la concentrados contaminados del 1) a través del útero por
mayoría de los sujetos infectados factor VIII y del factor IX y otros diseminación
en EE.UU. son hombres receptores de hemoderivados h·ai1splacentaria; 2) durante
homosexuales, esta forma de contaminados. En EE.UU. y en el el paso a través del canal del
transmisión sexual es la más momento actual, la transmisión parto infectado en el momento
prevalente. El virus es parenteral es frecuente solo entre del parto.
transportado en el semen y entra los consumidores de drogas 3) después del nacimiento por
en el cuerpo del receptor a través intravenosas. La transmisión la ingestión de leche materna.
de abrasiones en las mucosas rectal tiene lugar por compartir agujas, Entre ellas, la transmisión
u oral o por contacto directo con jeringuillas y otra parafernalia durante el nacimiento
las células mucosas. contaminada con sangre que (intraparto) y en el período
contenga el VIH. inmediato posterior
(periparto) se considera el
modo más frecuente en EE.
UU.
La diseminación del virus se La transmisión del VIH por
produce de dos formas: transfusiones de sangre o El mayor riesgo de
1) inoculación directa en los vasos hemoderivados, como el factor transmisión se asocia a una
sanguíneos por el traumatismo. VIII liofilizado y concentrados de carga vírica materna elevada y
2) infección de CD o linfocitos factor IX, se ha eliminado recuentos bajos de linfocitos T
CD4+ que están dentro de la prácticamente gracias a las CD4+ así como
mucosa. medidas de salud pública, corioanmionitis.
La transmisión sexual del VIH incluidos el cribado de la sangre
aumenta con enfermedades de donada y del plasma en busca de
transmisión sexual coexistentes, anticuerpos frente al VIH,
especialmente las asociadas a criterios de pureza más exigentes
úlceras genitales. en los preparados de factor VIII y
factor IX y el cribado de los
donantes en función de sus
antecedentes.

ESTRUCTURA

Como la mayoría de los retrovirus, el virión de VIH-1 es esférico y contiene un centro


en forma de cono electrodenso rodeado por una envuelta lipídica procedente de la
membrana celular del huésped (fig. 5.37).
El centro del virus contiene:

1) la proteína principal de la cápside p24;

2) la proteína nucleo□capsídica p7 / p9;

3) dos copias del ARN genómico vfrico,

4) las tres enzimas víricas (proteasa,


transcriptasa inversa e integrasa).

p24 es el ru1tígeno vírico más abundante


y es el ru1tígeno detectado con un análisis
que se emplea ampliamente para
diagnosticar la infección por el VIH. El centro del virus está rodeado de una proteínade
la matriz llamada p17, que se dispone por debajo de la cubierta del virión.
Adornando la cubierta del virus hay dos glucoproteínas víricas, gp120 y gp41, que son
cruciales para la infección por el VIH de las células. El genoma del ARN del VIH-1
contiene los genes gag, pal y env, que son típicos de los retrovirus. Los productos de los
genes gag y pol son grandes proteínas precursoras que son escindidas por la proteasa
vírica para dar lugar a proteínas maduras. Además de estos tres genes retrovirales
convencionales, el VIH contiene varios genes accesorios, como tat, rev, vif, nej, vpr y
vpu, que regulan la síntesis y el ensamblaje de las partículas víricas infecciosas y la
patogenicidad del virus. El análisis molecular de diferentes cepas de VIH-1 ha revelado
una variabilidad considerable en ciertas partes del genoma vírico, sobre todo dentro de
secuencias que codifican regiones particulares de las glucoproteínas de la cubierta.
Como la respuesta de anticuerpos contra el VIH-1 se dirige contraa su envoltura, tal
variabilidad constituye un problema para el desarrollo de una vacuna con un solo
antígeno. Basándonos en la variación génica, el VIH-1 puede dividirse en tres
subgrupos, designados M (mayor), O (atípico, en inglés outlier) y N (ni M ni O). Los
virus del grupo M son los más frecuentes en todo el mundo, y se dividen a su vez en
varios subtipos, o ciados, designados A a K. Varios subtipos difieren en su distribución
geográfica; por ejemplo, el subtipo B es el más frecuente en Europa occidental y EE.
UU., mientras que el subtipo E es el ciado más frecuente en Tailandia. En la actualidad
el ciado C es el que más rápidamente se está extendiendo por todo el mundo, y está
presente en la India, Etiopía y Sudáfrica.

PROPIEDADES DEL VIH

Los virus son los agentes infecciosos con material genético más pequeños que existen.
Miden entre 20 y 300nm y pueden dividirse en aquellos que poseen ARN o ADN. Los
virus ARN utilizan la maquinaria enzimática celular para sintetizar sus propias
proteínas.

Los virus ADN integran ese ácido nucleico al genoma de la célula parasitada y desde
ahí dirigen la síntesis de los productos necesarios para la formación de nuevos viriones
o virus infectantes.
Los retrovirus son virus ARN con un equipo enzimático (la transcriptasa reversa, la
integrasa, la proteasa y la ribonucleasa) en su nucleocápside que les permiten
transformar su ARN en ADN y así integrarse al ADN de la célula huésped.

La familia Retroviridae se divide en varios géneros importantes para la medicina animal


y humana. Al género lentivirus pertenecen varios virus de gran interés médico, dentro
de los que están los virus de la inmunodeficiencia humana o VIH 1-2 y el virus de la
inmunodeficiencia de simios o VIS. Los lentivirus poseen varias características
similares: producen infecciones con periodos largos de latencia, infectan células del
sistema inmune, son neurotropos, no son oncogénicos y afectan el sistema
hematopoyético entre otras. (Fig.6) Los HTLV (Human T cell-lymphotropic virus) o
VLTH (virus linfotróficos de células T Humanas) (deltaretrovirus) fueron considerados
en los inicios de la pandemia de sida en los años 80 como los posibles agentes causantes
de esta enfermedad, lo que posteriormente fue descartado. Han sido identificados cuatro
tipos de estos virus

1. El VLTH-1 fue descubierto en 1980 y se estima que de 15 a 20 millones de


personas están infectadas en el mundo. Es endémico en Japón, islas del Pacífico,
África Central, el Caribe y Sur América. La mayoría de las infecciones son
asintomáticas, no obstante aproximadamente 3% de las personas pueden
desarrollar linfoma/leucemia de células T de adultos y otro 3% pueden padecer
paraparesis espástica tropical.
2. El VLTH-2 fue descubierto en 1982, globalmente en unas 3 millones de
personas se puede demostrar seropositividad, principalmente en adictos a drogas
intravenosas; la mayoría de las infecciones son asintomáticas y raramente se ha
asociado a síndromes neurológicos subagudos, como paraparesis, neuropatías y
trastornos de la vejiga urinaria.

VIH-1 y VIH-2 son similares al observarlos al microscopio electrónico. Miden


aproximadamente 100 nm de diámetro y tienen forma esférica. Poseen una envoltura de
lípidos derivados de la célula del hospedero y de glicoproteínas virales, como la gp120
y la gp41, derivadas de la gp160, la cual es cortada en el aparato de Golgi celular dando
origen a la gp120, localizada en la parte externa de la envoltura y la gp41 una proteína
transmembrana, ambas en forma de espículas que tienen gran importancia en su ciclo de
vida. La región central de la gp41 se une a la gp120. Los virus infecciosos o viriones
tienen tres proteínas estructurales: matriz (MA p17), la capa
más externa junto a la envoltura, cápside (CA p24) forma el core o centro cónico que
envuelve al ARN y la nucleocápside (NC p7) que interactúa con el ARN dentro de la
cápside. Estas proteínas se originan por la acción de la proteasa viral sobre la p55
codificada por el gen gag. Dentro de la cápside se localizan dos filamentos de ARN así
como la transcriptasa reversa, una integrasa, una proteasa y una ribonucleasa virales. El
genoma viral (Fig.8) posee genes estructurales y accesorios. Estos últimos muy
importantes en la patogenicidad y virulencia.

GENES ESTRUCTURALES

• gag: grupo antigénico. Codifica para proteínas de la nucleocápside (Gag). pol:


codifica para la transcriptasa reversa, ARNasa, proteasa, integrasa(Pol).
• env: codifica para las proteínas de la envoltura viral, gp 120 y gp41 o
transmembrana.
• tat: acelerador de la transcripción reversa. rev: regula la expresión viral, el
transporte de ARN del núcleo al citoplasma y la unión de secuencias del ARN
viral.

GENES ACCESORIOS

• nef: factor “negativo” regula a la baja los CD4+ y los complejos mayores de
histocompatibilidad o CMH-I, se une a las quinasas celulares, esencial para
la inducción de la enfermedad in vivo. Activa las células T
• vpu: proteína viral desconocida, regula a la baja los CD4+ y CMH clase I:
promueve la liberación viral.
• vif: factor de infectividad viral, facilita la maduración del virión
• vpr: proteína viral reguladora, detiene la proliferación celular
• vpx : proteína viral X solo en VIH-2

Una de las características principales del VIH-1 es su diversidad genética, dada por su
alta replicación, la tendencia a errores en la transcripción reversa y a la gran cantidad de
personas infectadas, lo que produce altas tasas de mutaciones. Variaciones en el gen env
permite su clasificación en géneros, grupos y subtipos. Así el VIH-1 difiere en más del
50% del VIH-2, los grupos varían en aproximadamente 30% y los subtipos divergen
entre 10-20%. El VIH-1 se divide en cuatro grupos, M N O P, y representan
probablemente cuatro eventos separados de transmisión desde chimpancés (M N O) y
gorilas (P) a cazadores y destazadores de estos simios, los que han sido utilizados para
consumo humano, evento que aconteció hace más de 100 años en Camerún, según
estudios recientes.

Aproximadamente 98% de las infecciones en el mundo son producidas por el grupo M.


Los otros grupos son ocasionalmente diagnosticados en África Occidental. Del grupo M
se han identificado nueve subtipos, A-D, F G H, J y K. El subtipo C predomina en
África y la India y corresponde al 48% de todos los casos en el mundo. El subtipo B es
el preponderante en Europa, América y Australia.

Cada día son más frecuentes los subtipos recombinantes. La recombinación viral ocurre
principalmente después de coinfecciones o superinfecciones celulares por dos o más
virus antes de la fase de infección crónica. El VIH-2 está restringido a áreas
circunscritas de África Occidental y es menos patogénico y virulento que el VIH-1 por
varias razones entre las que están la presencia de cargas virales bajas en sangre y fluidos
genitales, la replicación es baja en células infectadas, es poco citopatogénico, provoca
una reducida activación inmune, no es un inductor importante de la apoptosis, los
anticuerpos neutralizantes que induce son más efectivos, desestimula la activación de
CCR5 y la activación de la función CD8+ es mayor.

PATOGENIA DE LA INFECCIÓN POR ELYIH Y EL SIDA

Aunque el VIH puede infectar muchos tejidos, las dos principales dianas de la infección
son el sistema inmunitario y el sistema nervioso central.

La principal característica del sida es una profunda inmunodeficiencia, que afecta sobre
todo a la inmunidad celular. Esto se debe sobre todo a la infección y posterior pérdida
de los linfocitos T CD4+ así como a una alteración de la función de los linfocitos T
colaboradores supervivientes y de otras células inmunitarias. Primero describiremos los
mecanismos implicados en la entrada del virus en los linfocitos T y los macrófagos y el
ciclo replicativo del virus dentro de las células. A esto seguirá una revisión más
detallada de la interacción entre el VIH y sus dianas celulares.

CICLO VITAL DEL VIH

El ciclo vital del VIH consiste en la infección de las células, la integración del provirus
en el genoma de la célula huesped, la activación de la replicación vírica y la producción
y liberación del virus infeccioso (fig. 5.38). Las moléculas y los mecanismos de cada
uno de estos pasos se conocen con un detalle considerable.

ENTRADA DEL VIH A LA CÉLULA


La entrada del VIH en la célula se produce mediante la interacción secuencial con dos
receptores, CD4 y los receptores de quimiocinas CCR5 y CXCR4 . La interacción
inicial se produce entre gp120 y CD4 e induce una serie de cambios conformacionales
que exponen el dominio V3 y regiones adyacentes que forman el dominio de unión de la
gp120 a los receptores de quimiocinas Esta segunda interacción induce nuevos cambios
en la estructura de la gp41 que expone en la región N-terminal un dominio altamente
hidrofóbico que se ancla en la membrana plasmática. Esta estructura inestable genera un
movimiento de unión de los dominios heptaméricos de la gp41 y durante este proceso
de cierre o plegamiento la membrana plasmática y viral se aproximan y fusionan.
Además de estos dos receptores virales, las células dendríticas presentan en su
superficie las lectinas DC-SIGN y L-SIGN, que unen de forma inespecífica virus entre
los que se incluyen el VIH y el virus de la hepatitis C. La unión del VIH a estas lectinas
facilita e incrementa enormemente la infección de los linfocitos circundantes. Este
fenómeno, denominado de facilitación en trans, hace de la interacción entre dendríticas
y linfocitos, denominada sinapsis inmunitaria, una zona preferente de propagación del
VIH a linfocitos CD4
Ciclo biológico del virus de la inmunodeficiencia humana.

Esquema de la entrada del virus de la inmunodeficiencia humana.


La sinapsis inmunológica. Facilitación de la infección.

Decapsidación, retrotranscripción e integración viral


Una vez fusionadas las membranas viral y celular, se produce la internalización de la
nucleocápside y la decapsidación del genoma vírico. En este proceso, las proteínas de la cápside
se desensamblan y liberan el genoma viral. Este paso es inhibido por la proteína celular TRIM5α,
que es específica de especie. Por tanto, para infectar una especie determinada cada retrovirus debe
generar variantes en las proteínas de la cápside que le permitan eludir el TRIM5α específico,
como el VIH ha realizado a lo largo de su evolución.

El proceso de síntesis de ADN a partir del ARN viral o retrotranscripción es realizado por el
complejo enzimático de la transcriptasa inversa. Sin embargo, en un linfocito «en reposo» la
retrotranscripción se produce de forma incompleta y es necesario «activar» la célula infectada para
que finalice, ya que este proceso depende de los niveles de nucleótidos y la acción factores
celulares que se inducen en el curso de los procesos de activación y proliferación celular. Si la
activación no se produce, el ARN y el ADN incompletamente retrotranscritos son degradados
entre 3 y 15 días por las nucleasas celulares.

Una vez sintetizado, el ADN proviral se acopla a una serie de factores celulares y virales (Vpr)
formando el complejo de preintegración. Este complejo es transportado al núcleo, donde se integra
en el genoma del hospedador, constituyendo la forma proviral del VIH. El ADN no integrado
representa el 90% del ADN viral existente en linfocitos circulantes y en su forma lineal constituye
un reservorio susceptible de integración si la célula es adecuadamente activada.
Debido a su corta semivida, la persistencia de ADN no integrado constituye un marcador de
replicación viral en pacientes en tratamiento antirretroviral (TARGA), aunque éstos no presenten
carga viral plasmática detectable. En cada célula infectada se integran una media de 3-4 copias de
ADN proviral. En teoría, la integración puede producirse en cualquier localización del genoma,
pero es más frecuente en las secuencias intrónicas de genes que se expresan tanto en linfocitos en
reposo como activados.
Etapas tardías. Reactivación y replicación viral
A partir del estado de integración, el VIH puede permanecer latente, replicarse de forma
controlada o experimentar una replicación masiva con el consiguiente efecto citopático sobre la
célula infectada. A partir del estado de provirus integrado, la replicación del VIH comienza
mediante la transcripción del genoma viral. La parte inicial de este proceso, denominada
iniciación de la transcripción, depende de factores celulares y se produce en ausencia de proteínas
virales. El principal factor celular que interviene en el paso de la fase de latencia viral a la de
reactivación es NF-κB, una familia de proteínas que regulan la expresión de múltiples genes
celulares que participan en los procesos de reconocimiento y activación inmunitarios. Este factor
no existe en forma activa en los linfocitos CD4 en estado de reposo y es inducido en el curso de
los procesos de activación inmunológica7, lo que explica que la replicación del VIH está
estrechamente relacionada con el estado de activación de los linfocitos infectados

Elongación y síntesis de ARN y proteínas


Una vez iniciada la síntesis del ARN viral, la expresión de la proteína viral Tat aumenta la tasa de
transcripción del genoma del VIH y permite la elongación completa del ARN viral. El ARNm del
VIH se sintetiza en forma de un único transcrito que debe ser transportado al citosol y procesado
en ARN de distinto tamaño. Procesamiento y transporte, son regulados por la proteína viral, Rev,
que tiene una localización preferentemente nuclear. Rev también participa en el acoplamiento de
los distintos ARNm a la «maquinaria» de los ribosomas que sintetizará las proteínas virales.
Una vez sintetizadas, las proteínas virales deben ser procesadas antes de ensamblarse en lo que
constituirán las partículas maduras. En este proceso participan proteínas del virus como Vif, Vpu
y la proteasa viral. Vif aumenta entre 100 y 1.000 veces la infectividad viral. El mecanismo de
acción de Vif se produce impidiendo la incorporación de la proteína celular APOBEC3G viriones
maduros8. Esta proteína representa un mecanismo de inmunidad antiviral innata activo frente a
todos los retrovirus. Su acción sobre el VIH no se produce en la célula infectada, sino interfiriendo
en el proceso de retrotranscripción en las células que serán infectadas en el siguiente ciclo9. La
maduración final de los viriones y el ensamblaje correcto de las proteínas virales se produce
durante el proceso de gemación a través de la membrana celular mediante la acción de la proteasa
viral que procesa las poliproteínas gag y gag-pol y permite formar partículas virales maduras. Una
vez que se produce la gemación de los viriones, éstos son liberados al espacio extracelular gracias
al bloqueo de una proteína de membrana, la tetherina que actúa como un «secuestrador» de
viriones en la membrana celular. La proteína Vpu del VIH-1 disminuye la expresión de los niveles
de tetherina en la superficie celular permitiendo así la liberación de los viriones al medio
extracelular. Este es el mecanismo por el que la presencia de la proteína Vpu aumenta la
infectividad viral respecto a una variante viral que carece de dicha proteína.

Signos y síntomas

FASE AGUDA O INICIAL

Unas semanas después de contraer el VIH, muchas personas tienen síntomas parecidos a
los de la gripe, que pueden durar días o semanas. Estos síntomas pueden incluir fiebre,
dolor de cabeza, cansancio y aumento de tamaño de los ganglios linfáticos en el cuello y
la zona de la ingle. Otras personas pueden ser asintomáticas.

Sin embargo, aunque las personas con VIH se sientan sanas, el virus sigue afectando a
su cuerpo. Una vez que el VIH entra en el cuerpo, infecta un gran número de células
CD4+ y se extiende con rapidez por todo el cuerpo y llega a varios sistemas de órganos.

Durante este periodo inicial, el VIH está presente en grandes cantidades en los fluidos
genitales y en la sangre, y puede transmitirse a otras personas.

FASE CRÓNICA

En la siguiente fase de la infección por VIH, el virus sigue multiplicándose, pero a


niveles muy bajos. Es posible que las personas no se sientan enfermas ni tengan ningún
síntoma.
Si no reciben tratamiento para el VIH durante esta etapa, todavía pueden transmitir el
virus a otras personas. Recibir y continuar el tratamiento previene la transmisión del
VIH a otras personas.

SIDA

El SIDA es la fase más avanzada de la infección por el VIH, en la que el sistema


inmunitario de la persona está muy debilitado y tiene dificultades para combatir
infecciones y ciertos cánceres. En esta fase, se desarrollan síntomas graves, como:

• Pérdida rápida de peso


• Infecciones graves
• Neumonía
• Fiebre recurrente
• Inflamación prolongada de los ganglios linfáticos
• Manchas en la piel
• Diarrea prolongada
• Llagas en la boca, el ano o los genitales
• Pérdida de memoria
• Depresión
• Otros trastornos neurológicos

TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS

Tras conocer las pruebas de laboratorio de que disponemos para el diagnóstico de la


infección por el VIH, se comentarán las indicaciones de los test en cuatro situaciones
clínicas: la infección aguda, la infección crónica, la infección en el recién nacido y el
cribaje de donantes de hemoderivados.

Diagnostico en la Fase Aguda o inicial

Tras la exposición inicial al virus VIH, y pasadas unas 2-6 semanas (excepcionalmente,
hasta meses después) aparecen síntomas en el 80%-90% de los pacientes,constituyendo
lo que se ha dado en llamar el síndrome antirretroviral agudo (SRA); el resto de los
pacientes permanece asintomático. Cuando se presentan, los síntomas suelen ser
inespecíficos (generalmente como un cuadro pseudogripal) lo que determina que el
diagnóstico no sea sospechado y pase desapercibido. Podemos encontrar en el SRA
fiebre, faringitis y linfadenopatía (lo que remeda un síndrome mononucleósico),
exantema eritematoso maculopapular, artromialgias, cefalea y síntomas
gastrointestinales. Existe también la posibilidad de que el síndrome antirretroviral agudo
debute con síntomas neurológicos, ya sea por afectación del SNC (pues el virus penetra
a través de la barrera hematoencefálica) como del sistema nervioso periférico (SNP). En
el primer caso podemos encontrarnos con meningoencefalitis (excepcional) y, sobre
todo, con meningitis aséptica, que es la manifestación más frecuente de compromiso
neurológico, revelando pleocitosis linfocítica el análisis del LCR y cultivo positivo para
el VIH; a veces cursa con parálisis de Bell. El segundo supuesto, la afectación del SNP,
es muy poco frecuente, siendo amplia la variedad de síndromes que pueden aparecer:
parálisis facial unilateral o bilateral (que a veces se asocia a meningitis aséptica),
neuralgia amiotrófica en cinturón, localizada en los músculos dorsales (unilateral o
bilateral), neuritis del plexo braquial, mielopatía, polirradiculoneuritis tipo Guillain-
Barré y síndrome de cola de caballo. Para terminar con las manifestaciones clínicas que
nos podemos encontrar en la infección primaria por el VIH, debemos resaltar que en la
misma se suele producir un importante descenso de linfocitos CD4+ (provocado por la
altísima viremia circulante), a veces de tal magnitud que determina la aparición de
infecciones oportunistas como neumonía por Pneumocystis carinii o candidiasis
esofágica.

Diagnostico en fase Crónica

Los anticuerpos frente al VIH aparecen entre 4-8 semanas después de la exposición al
virus, por lo que el diagnóstico puede realizarse con pruebas serológicas,
enzimoinmunoanálisis (EIA) y Western blot. No vamos a extendernos demasiado sobre
los criterios serológicos diagnósticos (9,25) de la infección por el VIH, que en esencia,
son una prueba de EIA repetida positiva y una prueba de Western-blot positiva
(presencia de bandas frente a gp120/160 más gp41 o p24). Los falsos positivos, ya sea
de las pruebas EIA como del WB son muy raros y a menudo se deben a errores técnicos.

Como el EIA tiene alta sensibilidad y alto valor predictivo negativo, un resultado
negativo no exige confirmación por WB en sujetos sin antecedente de exposición
reciente. Si existe este antecedente, la posibilidad de la infección no puede ser
descartada, debiendo recordar que en el período ventana las pruebas serológicas son
negativas (falsos negativos). Con los tests actuales, se ha conseguido acortar dicho
período, pues el tiempo medio que transcurre desde la infección hasta que la prueba EIA
es positiva viene a ser de 10-14 días. De todas formas, la actuación en los casos en que
Capítulo 6. Diagnóstico de la infección por el VIH 101 sospechemos la posibilidad de
un falso negativo de EIA, sobre todo si están presentes síntomas clínicos sugestivos de
infección por VIH, sería la misma que en la primoinfección, esto es la realización de
carga viral. Los pacientes con un test EIA positivo y una sola banda en el WB se
consideran como resultado indeterminado. Esto suele ocurrir en pacientes con
seroconversión reciente (en estos casos se hace positivo al mes), infección avanzada o
infección por VIH-2 y pacientes con aloanticuerpos (gestaciones múltiples,
transfusiones, trasplantes de órganos) o autoanticuerpos (enfermedades del colágeno o
autoinmunes, neoplasias). Si el WB resulta indeterminado, se recurre a la realización de
determinación cualitativa de ADN viral por PCR: su positividad confirma el diagnóstico
y la negatividad lo excluye. Hemos comentado antes que una de las causas de un
resultado indeterminado del WB es que exista infección por el VIH-2; el análisis de las
bandas reactivas del WB en esos casos sugiere generalmente dicha infección, lo que
unido a sospecha clínica (inmigrantes de raza negra, antecedente de estancia en países
africanos) obliga a efectuar una prueba de WB para VIH-2.

Diagnóstico perinatal

La realización de serología frente al VIH en la mujer embarazada (tras la obtención


previa de su consentimiento) es obligada, con independencia de que tenga o no
antecedentes epidemiológicos de riesgo. El detectar en ella la infección por el VIH es
primordial para poder disminuir la transmisión vertical de la infección, ya que nos
permitirá establecer la estrategia más adecuada (prescripción de TAR para reducir la
carga vírica materna, reducir la exposición del niño a la sangre o secreciones vaginales
mediante cesárea o parto rápido…). Por otra parte, es fundamental realizar un
diagnóstico preLa infección por el VIH: Guía Práctica 102 1 8 15 22 28 DÍAS ARN
HIV Ag p24 EIA 4 gen EIA 3 gen coz de la infección en todo recién nacido de una
mujer infectada por el VIH, para iniciar tratamiento lo antes posible y efectuar profilaxis
frente a infecciones oportunistas.

Cribado de donantes de sangre

La existencia del llamado período ventana, que es el espacio de tiempo (3-4 semanas)
que transcurre desde el contagio hasta que se produce la seroconversión, con aparición
de los anticuerpos específicos frente al VIH, provoca desasosiego en el caso de los
donantes de sangre, porque si se produce la donación en esa fase, el riesgo de
transmisión de la enfermedad es evidente. De hecho, hace años se comunicaron
infecciones a partir de sangre de donantes con serología anti-VIH negativa. Debido a
esta preocupación, y aunque no se ha demostrado claramente el beneficio de añadir la
determinación de la antigenemia p24 a las pruebas de EIA a la hora de reducir dicho
riesgo.

PREVENCIÓN

Usar preservativos para mantener relaciones sexuales seguras. Esto aplica para
penetraciones con la vagina, el ano y la boca.

No compartir agujas, jeringas y el resto de material de inyección; es imprescindible


que sean de un único uso y asépticos.

Realizar revisiones de VIH y otras ITS, infecciones de transmisión sexual, de forma


periódica.

Adicionalmente existen dos tratamientos médicos orientados a la prevención del


VIH:

• Profilaxis pre-exposición, que se administra antes de la exposición de riesgo


con el virus, siguiendo unas indicaciones del especialista.

• Profilaxis post-exposición, que se plantea después de una práctica sexual de


riesgo, también con la ayuda de un profesional.

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