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¿Qué es la convivencia democrática?

Redactor: Rolando Rios Reyes. | o4 de agosto de 2023.

Convivencia democrática.
Convivencia democrática.
La convivencia democrática es un concepto que se refiere a la manera en que las
personas interactúan y toman decisiones de manera justa y equitativa, respetando las
opiniones y derechos de todos los involucrados. En un contexto escolar, la convivencia
democrática implica crear un ambiente en el que los estudiantes, el personal docente y
los padres de familia trabajen juntos para crear un ambiente de respeto, diálogo,
tolerancia y participación activa.

Cómo aplicar la convivencia democrática en la escuela.


Para aplicar la convivencia democrática en la escuela, se pueden seguir los siguientes
pasos:

1. Crear un clima de respeto y confianza:


Todos los miembros de la comunidad educativa deben ser tratados con respeto y se debe
promover un ambiente de confianza para fomentar la comunicación abierta y honesta.

2. Fomentar la participación activa:


La participación activa de los estudiantes es esencial para la convivencia democrática.
Se debe fomentar la toma de decisiones conjunta, el debate y el diálogo, en el que todos
los puntos de vista sean considerados y se tomen decisiones de manera conjunta.

3. Promover la tolerancia y el respeto a la diversidad:


Se deben valorar y respetar las diferencias de los estudiantes y del personal docente,
fomentando la inclusión y la diversidad. Esto puede hacerse a través de actividades y
proyectos que fomenten la comprensión y la empatía hacia diferentes culturas, etnias,
géneros, etc.

4. Fomentar la resolución pacífica de conflictos:


Se deben enseñar y fomentar habilidades para la resolución pacífica de conflictos. Los
estudiantes deben aprender a resolver sus conflictos de manera constructiva, sin recurrir
a la violencia o la intimidación.

5. Fomentar el compromiso cívico y social:


La convivencia democrática debe estar enraizada en el compromiso cívico y social. Los
estudiantes deben aprender a ser ciudadanos activos y comprometidos con su
comunidad, con un sentido de responsabilidad y respeto hacia los demás.

¿Qué valores permiten una convivencia democrática?


Existen varios valores que son esenciales para una convivencia democrática efectiva.
Algunos de estos valores incluyen:

a. Respeto: La convivencia democrática requiere que todas las personas involucradas


sean tratadas con respeto y dignidad, independientemente de su origen, cultura, género,
orientación sexual, religión, etc.

b. Tolerancia: La tolerancia es la capacidad de aceptar las diferencias y opiniones de


los demás sin juzgarlos. La convivencia democrática requiere que se fomente la
tolerancia hacia las opiniones y decisiones de los demás.

c. Diálogo: La convivencia democrática se basa en el diálogo y el intercambio de ideas.


Es importante que todas las partes involucradas tengan la oportunidad de expresar sus
opiniones y que estas sean consideradas en la toma de decisiones.

d. Participación: La participación activa de todas las personas involucradas en la


comunidad educativa es esencial para una convivencia democrática efectiva. Todas las
personas deben tener la oportunidad de participar en la toma de decisiones y en la
solución de problemas.

e. Justicia: La justicia es un valor fundamental para una convivencia democrática.


Todas las personas deben ser tratadas con justicia e igualdad de oportunidades, sin
importar su origen o situación económica.

f. Responsabilidad: La responsabilidad es esencial para una convivencia democrática


efectiva. Todas las personas deben asumir la responsabilidad de sus acciones y
decisiones y trabajar juntas para construir una comunidad educativa fuerte y saludable.

En resumen, la convivencia democrática en la escuela es un proceso que implica


fomentar un ambiente de respeto, diálogo, tolerancia y participación activa en el que
todos los miembros de la comunidad educativa son valorados y considerados. Para
lograrlo, se deben fomentar habilidades de resolución pacífica de conflictos, inclusión,
diversidad y compromiso cívico y social.
Qué es el diálogo

Tomás Muriel

Filólogo y profesor de español

Un diálogo es una conversación donde dos o más interlocutores hablan


de manera alterna. En la alternancia, quien habla se llama emisor, y quien
escucha, receptor. En los diálogos se manifiestan ideas diferentes, se
intercambia información o se discute.
Según el medio utilizado, los diálogos pueden ser orales (en el cine, en una
conversación entre amigos) o escritos (en una obra literaria o en una
aplicación de mensajería).

Es un recurso muy utilizado en literatura, ya que permite que los


personajes puedan intercambiar opiniones, desarrollar aspectos sobre la
trama, expresar sus inquietudes y enriquecerse como personajes.

Características del diálogo


Existencia de al menos dos interlocutores
Para que exista un diálogo, tiene que haber al menos dos personas que
participen en él y que hablen por turnos. Si esta condición no se cumple y
solo habla una persona, sería un monólogo y no un diálogo.

Sin embargo, en obras literarias es posible encontrar diálogos en los que


solo habla una persona: donde un personaje conversa consigo mismo. En
estos casos, es una cuestión estética que sirve para desarrollar el personaje
o mostrar conflictos internos.

Presencia de turnos
Cada interlocutor tiene su turno de palabra. Cuando un participante en
el diálogo termina de hablar, empieza su turno de escuchar, y lo mismo
sucede con el resto de los interlocutores.
Por lo tanto, los diálogos transcurren de manera alterna. Si todos los
interlocutores hablaran a la vez, interrumpiéndose de manera recurrente y
sin escuchar las palabras de los demás, no se considera diálogo.

Recurso muy usado en la literatura


Se utiliza sobre todo en teatro, donde la obra transcurre dialogada. En un
relato o novela, los diálogos tienen una gran importancia para conocer a los
personajes o desvelar detalles de la trama que solo algunos personajes
pueden conocer.
Además, los diálogos sirven de alivio para el lector cuando se encuentran
entre grandes bloques de texto.

Útil para manifestar ideas


El diálogo es una forma eficiente de transmitir información. Es, por lo
tanto, un método muy utilizado para enfrentar diferentes ideas u opiniones
sobre un determinado asunto.
En la literatura renacentista, por ejemplo, los pastores de las obras
bucólicas exponían sus diferentes puntos de vista recurriendo al diálogo.

Puede ser espontáneo o planificado


Un diálogo espontáneo es el que, por ejemplo, puede surgir entre dos
amigos que se encuentran fortuitamente por la calle. No hay nada previo ni
ninguna planificación, sino que el diálogo surge espontáneamente y puede
alternar entre diferentes temas que puedan surgir.
Por el contrario, el diálogo planificado es el que propone, por ejemplo, un
escritor para una obra. El autor planifica el tema de conversación, el tono
formal o informal y la extensión del diálogo.
Puede ser oral o escrito
Un diálogo oral es que se produce sin utilizar un soporte escrito. Pueden
ser espontáneos (una conversación en un bar) o planificados (una obra
teatral interpretada por actores).
El diálogo escrito es el que se encuentra en revistas (una entrevista) o en
libros de ficción. Una de las características del diálogo escrito es que tiende
a ser planificado,
Tipos de diálogo
Diálogo de estilo directo e indirecto
El diálogo de estilo directo reproduce una conversación tal y como es, sin
cambios en los tiempos verbales, pronombres ni referencias temporales.
Cuando se representa de manera escrita, como en una obra literaria, va
precedido de un guion largo para indicar qué personaje habla. Los incisos
también se representan entre guiones largos.

Por ejemplo:

—Esta es mi casa.
—Sí, bueno —replicó el hombre—, pero no eres más que una niña. Por
cierto, ¿cuántos años tienes?
—Cien —respondió Momo, titubeando.

Michael Ende, Momo (1973)


En el estilo indirecto, el narrador (o un personaje) reproduce un texto
dicho antes por otra persona. No lleva guiones, sino que va precedido por
un verbo de comunicación, como decir, comentar, preguntar, responder, etc.
Tomamos el ejemplo anterior y lo transformamos en estilo indirecto:

Le dijo que aquella era su casa y el hombre le replicó que no era más que
una niña y que cuántos años tenía. La niña respondió que cien.

Diálogo teatral
En el teatro no existe la narración, sino que tiene una estructura de
diálogo. El peso de la trama recae en los personajes, quienes se sirven de
los diálogos para desarrollarla.
Cuando una obra de teatro está escrita, los diálogos aparecen con el
nombre del personaje y las acotaciones se indican entre paréntesis.

Por ejemplo:

EURÍMACO: A veces hemos visto luz aquí por las noches.


PENÉLOPE (rápida): Porque no duermo... Y vengo a respirar el aire puro de
la mañana, para adormecerme.
EURÍMACO: Podrías entonces... trabajar por las noches también.
(Gran pausa)
PENÉLOPE: Es muy fácil decir eso. Paso horas frente al telar, me extenúo y
pierdo el sueño... por vosotros. ¡Pero exigís más!

Buero Vallejo, La tejedora de sueños (1952)

Entrevista
La entrevista tiene como finalidad obtener información sobre una persona
o asunto determinado. Los interlocutores son el entrevistador, que es quien
hace preguntas, y el entrevistado, que es quien responde. Tiene, por lo
tanto, una estructura habitual de pregunta respuesta.
La entrevista puede ser oral (en la radio o televisión) o escrita (en un
periódico o revista). Como su fin es obtener información, hay varios tipos
de entrevista: de trabajo, a un artista para promocionar su obra, de
estudios, etc.

Por ejemplo:

PREGUNTA: ¿Cuáles son sus músicos favoritos?


RESPUESTA: Bach y Mozart.
PREGUNTA: ¿Y sus poetas preferidos?
RESPUESTA: Shakespeare y Cervantes. Leo muy a menudo Don Quijote y
también las Novelas ejemplares [...].
Entrevista a Albert Einstein, fragmento, ABC (1923)

Diálogo intercultural
Las diferencias entre distintas culturas pueden dar lugar a malentendidos.
Lo que es aceptable en una, puede que no lo sea en otra. De ahí la
importancia del diálogo sociocultural, que busca el entendimiento entre
personas de diferentes culturas.
Los temas pueden ser diversos, pero suelen ir orientados al ámbito de la
solidaridad, la paz, la colaboración y el respeto mutuos.

Diálogo social
El diálogo social tiene como fin buscar algún tipo de acuerdo entre
distintas organizaciones, instituciones, asociaciones o colectivos.
Habitualmente, se realiza a través de representantes, sobre quienes cae el
peso de la negociación.
Son ejemplos las conversaciones entre sindicatos y empresas, entre
representantes de alumnos y profesorado, entre colectivos desfavorecidos
e instituciones administrativas, entre otros.

Debate o tertulia
El debate es un diálogo en el que los interlocutores conversan sobre un
tema en concreto. Se puede debatir sobre diferentes aspectos: temas
políticos, científicos, religiosos, etc.
En los debates, sobre todo en los políticos, cada interlocutor tiene un
tiempo prefijado para exponer sus ideas y responder al contrario. También
suele contar con un moderador que se encarga de que cumplan los
tiempos y el debate fluya dentro de los cauces establecidos.

También puede ver:

 Debate
 Coloquio
 Discusión
 Qué es la comunicación verbal
Resolución de conflictos
Te explicamos qué es la resolución de conflictos, qué técnicas utiliza y
con qué pasos. Además, te contamos qué tipos de conflictos existen.

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Aunque los conflictos no puedan evitarse, es posible minimizar sus


consecuencias.
¿Qué es la resolución de conflictos?
La resolución de conflictos es un término que engloba distintas herramientas,
saberes y procedimientos aplicables a la comprensión, prevención y
resolución pacífica de enfrentamientos y desavenencias entre dos o más
personas, grupos de personas o incluso países. Se trata de una disciplina conocida
también como conflictología o transformación de conflictos, cercana a áreas del
saber muy variadas como la psicología, el derecho, las relaciones internacionales,
la administración y el trabajo social.

En general, se acepta que los conflictos forman parte inevitable de la vida


humana, y que su materialización es, como lo afirmaba el antiguo filósofo griego
Heráclito (c. 540-c. 480 a. C.), causa y consecuencia de los cambios en las
sociedades. Aunque no puedan evitarse, es posible minimizar sus consecuencias
y convertirlos en una fuerza positiva. Sin embargo, a lo largo de la historia
diferentes tradiciones culturales y sociales entendieron el conflicto como un
aspecto negativo de la existencia, que requiere de rápida neutralización, a riesgo
de que acarree desórdenes sociales o individuales.

Los grandes conflictos militares del siglo XX, como la Segunda Guerra Mundial,
reforzaron la idea de que los conflictos ameritan una mayor comprensión y un
abordaje a través de distintos mecanismos, como la negociación, la
conciliación y el arbitraje, más que la sanción o la simple persuasión. Esto
convirtió a la sociología, la antropología, la economía y la política en puertas de
ingreso al estudio del conflicto, y así nacieron diferentes teorías y procedimientos
posibles para impedir que un conflicto se convierta en un problema de índole
mayor.

De esta manera, la resolución de conflictos constituye una de las tres respuestas


posibles frente a la inminencia del conflicto, junto con el enfoque jurídico-moral
(es decir, normativo, de las leyes) y el regateo coercitivo (la negociación y el
acuerdo parcial). En ese sentido, el cometido de la resolución de conflictos es
eliminar el riesgo de violencia estructural y apuntar a un escenario en el que
ambas partes puedan darse más o menos por satisfechas.

Puede servirte: Legitimidad

Tipos de conflictos
Existen distintas maneras de clasificar los conflictos, dependiendo de a qué
criterios se atienda. Desde un punto de vista psicológico, se distinguen las
siguientes categorías:

 Conflictos de relación. Son aquellos derivados de las relaciones entre


las personas, y están especialmente vinculados con las diferencias
esenciales en materia de percepciones, sesgos y posturas vitales, o con
la comunicación deficiente. Es decir, son conflictos derivados de
relaciones pobres o mal planteadas.
 Conflictos de información. Son aquellos derivados de la falta de
información o del manejo de información poco confiable, lo cual se
presta para interpretaciones erróneas o falsas. La resolución de este
tipo de problemas tiende por lo general al diálogo y el entendimiento,
pero se requiere una fuente de información neutral y confiable para
poner a ambos bandos en la misma página.
 Conflictos de intereses. Son aquellos derivados de la imposibilidad de
satisfacer las expectativas de los dos bandos, lo cual obliga a la lucha
por defender las propias conveniencias o las propias necesidades, en
un escenario de “él o yo”. A menudo esto no impide que exista una
visión compartida del problema, pero hace falta un método común para
su resolución.
 Conflictos estructurales. Son aquellos derivados de la disposición
general de las cosas, a un nivel macro que supera la capacidad de
decisión de los individuos involucrados. Es decir, estos conflictos se
deben a características propias del sistema imperante, por lo que su
resolución también amerita acciones profundas, estructurales.
 Conflictos de valores. Son aquellos derivados de la incompatibilidad
de los preceptos morales, religiosos o trascendentales de los
individuos, lo cual hace su discusión y resolución mucho más ardua,
pues este tipo de valores no suelen ser negociables y suelen tener un
carácter metafísico, es decir, se fundamentan en creencias base y no
en argumentaciones lógicas.

Técnicas de resolución de conflictos


En general, existen cinco métodos fundamentales para la resolución de un
conflicto:

 Evitación. Consiste en evadir la situación conflictiva, ya sea


físicamente o como tema en una discusión, para impedir que el
conflicto crezca y alcance límites mayores. No suele ser una técnica
muy eficaz en la resolución definitiva de los conflictos, pero sí puede
funcionar como una medida temporal, como antesala a otro tipo de
negociaciones y acuerdos. Sin embargo, no debe confundirse la
evitación con el abandono: la mayoría de los conflictos se propagarán
y se infiltrarán en otras áreas si no se los tiene en cuenta.
 Acomodación. Consiste en la búsqueda de posiciones intermedias para
las partes en conflicto, conservando una visión general del problema y
propiciando los puntos de contacto. Puede entenderse como lo
contrario de la evitación, pues este mecanismo se adentra en la
naturaleza del problema, para explorarlo desde un punto de vista
neutral. Se rige por la lógica de que a partir de los puntos de encuentro
será mucho más simple dar con una solución consensuada, pero a
menudo permite únicamente rearmonizar y reencauzar el debate, o sea,
devolverlo a un punto neutro para volver a intentar negociar.
 Compromiso. Consiste en el establecimiento de acuerdos mutuos
entre las partes, que permitan sostener un entendimiento más duradero,
dado que brinda a todos los involucrados la oportunidad de ceder y
ganar mutuamente. Es decir, a través del compromiso, ambos bandos
pierden y ambos bandos ganan, lo cual permite el establecimiento de
nuevas negociaciones y sienta un precedente positivo, aunque también
permite que subsistan inconformidades e insatisfacciones en ambas
partes, algo que, por desgracia, suele ser inevitable.
 Colaboración. Consiste en la construcción de objetivos conjuntos y
tareas de abordaje mutuo entre las partes, de manera tal que ambas se
vean involucradas en un proyecto común y se vean obligadas a
colaborar entre sí. Este objetivo suele ser muy arduo de lograr, pero en
general es una de las mejores soluciones para un conflicto, ya que
propicia el mutuo entendimiento y permite a las partes continuar su
negociación a medida que, con el paso del tiempo, comienzan a
necesitarse mutuamente.
 Mediación o conciliación. Consiste en la intervención de una tercera
parte neutral y mutuamente aceptada por los bandos en conflicto, para
mediar en el asunto en disputa. Este tercer elemento debe hacer
proposiciones y aportar un punto de vista que supere la bipolaridad, o
sea, debe destrabar la negociación, y nunca imponer los acuerdos
valiéndose de la autoridad que le ha sido entregada. El mediador o
conciliador, así, debe involucrarse en el conflicto e indagar en ambas
partes por igual para conocer sus motivos y necesidades, sus
expectativas y sus disposiciones a ceder.

Pasos para la resolución de conflictos


Si bien cada método o técnica para resolver un conflicto es diferente y parte de
una aproximación distinta al problema, es posible identificar una serie de pasos
elementales, más o menos comunes a todos, que consisten en:

 Identificar el conflicto. Es imposible hallar una solución ideal en un


escenario que se desconoce o se conoce a medias. De modo que el
primer paso siempre debe involucrar la exploración del conflicto y la
identificación de sus participantes, de las motivaciones de cada uno, de
las complicaciones comunes e individuales, y del contexto.
 Evaluar las estrategias posibles. Una vez que se entiende el
conflicto, es posible hacer una compilación de posibles soluciones y
proceder a evaluar una por una, para considerar las posibles
consecuencias y cada escenario probable. De esta manera se puede,
además, prever complicaciones futuras y, en general, conocer mejor las
propias estrategias propuestas, lo cual es también fundamental.
 Hacer una propuesta / tomar una decisión. Ya sea que se pueda
tomar una decisión o que convenga hacer al otro bando una propuesta
(o a ambos, si se trata de un mediador), el tercer punto pasa por dar un
paso firme hacia la negociación. En toda estrategia real habrá pérdidas
y ganancias, y el cometido no es triunfar por encima del otro, sino
establecer un escenario lo suficientemente conveniente como para
alcanzar un compromiso de ambas partes.
 Evaluar la decisión tomada. Una vez tomada la decisión, es
necesario comprender si todo salió de acuerdo al plan y contar con una
retroalimentación que permita adecuar el plan a nuevos escenarios, y
así volver al inicio para una nueva ronda de resolución de conflicto. De
esta manera, y de a poco, se avanza hacia la solución definitiva.

Ejemplos de resolución de conflictos


Algunos ejemplos de resolución de conflictos son:

 Disputas conyugales por la patria potestad de los hijos, que son


atendidas por la autoridad judicial y resueltas teniendo en mente los
intereses de los descendientes ante todo.
 Enfrentamientos diplomáticos y militares entre países limítrofes en
los que intermedia una comisión internacional, haciendo de garante
para el diálogo.
 Conflictos laborales entre la patronal y el sindicato de
trabajadores, que se resuelven a través de negociaciones que cuentan
con el Estado como garante.
 Demandas legales que se resuelven mediante mediación vinculante
para evitar llegar a juicio y así alcanzar un acuerdo más expedito y
menos costoso.

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