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Alumna:
Rulenny Mercado
Matrícula:
100457630
Maestra:
Benita Mercedes
Sección:
20
Práctica I:
Unidad No.1 La Tecnología Educativa.
(Valor 5 Puntos la entrega individual)
Pero, el principal problema que trae toda esta nueva ola tecnológica son los
efectos secundarios en cuanto a comunicación se refiere. Utilizar un móvil
todo el tiempo, es algo que ya está destacando como principal causa de los
problemas familiares, de relaciones y de pareja. Cada uno es dueño de su
mundo y en ese mundo nadie puede entrar salvo la persona y su
dispositivo. Cuando trabajamos en el ordenador ya damos por hecho que
estamos trabajando, el resto de la familia, más o menos puede percibir que
sí, que estamos trabajando, aunque naveguemos por booking de vez en
cuando para ver lo que hay. Guardar los móviles y no verlos al menos
durante doce horas sería lo menos que podemos hacer. El resto del tiempo
puede dosificarse en otras actividades como puede ser el firme propósito de
coger un libro. En dos semanas lo habremos hecho en firme, nos habremos
acostumbrado. Existen ya patologías muy muy serias por dependencia
del ipad y esto sí que es preocupante porque a menudo damos una razón u
otra para justificarnos.
La cuestión es que nadie tiene atenciones con su pareja, con sus hijos, con
sus familiares en general porque es raro que, en cualquier encuentro, no
haya una miradita al móvil. La dependencia es absoluta. Lo cual da la
sensación de que la persona está en otra cosa y que no está concentrado
en la persona que tiene delante. Esta actitud además crea entre parejas y
entre padres e hijos una desconfianza tremenda. ¿Por qué? Porque ya no
sabemos que mundo tiene esa persona, ese familiar. Un día descubrimos
que nuestro hijo o marido es un adicto a la pornografía o que nuestra
sobrina lleva una doble vida, o el marido de mi amiga descubro que es
un multicuentas o que alguien sufre acoso por whatssap pero nadie se
entera, claro. Total, que al final no sabes ni con quién vives. En las pocas
ocasiones que me reúno con alguna amiga o conocida para tomar el
cafelillo, puedo observar las veces que miran su móvil cuando en realidad
no tienen nada que hacer, ni que mirar, no tienen obligaciones, ningún niño
pequeño enfermo…