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Instituto Superior Particular Incorporado

Nº 9085 “Santa Rosa de Viterbo”

Cátedra: Sexualidad Humana y Educación

Trabajo Práctico Final


“Perspectiva de género y respeto por la diversidad”

Profesores: María Celina Jahn, Leo Bonzi.


Alumnas: Agustina Gamarra, Deborah López, Marina Marco.

Año lectivo: 2023

Propuesta pedagógica: Taller de ESI


Grado: 6to./ 7mo. Grado.

Temas: Etiquetas sociales que condicionan la igualdad de derechos.

Fundamentación:

Actualmente, y a lo largo de las últimas décadas, como sociedad nos


encontramos atravesando un conjunto de transformaciones sociales, políticas y
culturales que marcan nuevos horizontes para una vida en común en la que la
igualdad de trato y las oportunidades sean una realidad para todas las personas. La
sanción de la Ley N.° 26.150 Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI)
y el modo de concebirla forma parte de esas transformaciones.
La Ley N° 26.150, sancionada en el año 2006, establece como “propósito
primordial, la responsabilidad del Estado de hacer válido el derecho de niños, niñas
y jóvenes a recibir Educación Sexual Integral (ESI) en todos los establecimientos
educativos públicos de gestión estatal y privada. Dicha ley recoge los principios
constitucionales de igualdad y de no discriminación, y en su espíritu propone una
cultura democrática que promueva la participación y el acceso a procesos de
información, comunicación y educación con alcance universal. Su cumplimiento
busca fortalecer las capacidades de los propios niños, niñas y adolescentes para
asumir una vida plena, tal como lo recomienda el Comité de los Derechos del Niño
en lo que refiere a la inclusión de contenidos de educación sexual, de prevención de
VIH Sida y de salud reproductiva en los programas escolares”.
El concepto de sexualidad que proponemos —en consonancia con la Ley de
Educación Sexual Integral— excede ampliamente la noción de “genitalidad” o de
“relación sexual”. Consideramos a la sexualidad como una de las dimensiones
constitutivas de la persona, relevante para su despliegue y bienestar durante toda la
vida, que abarca tanto aspectos biológicos, como psicológicos, sociales, afectivos y
éticos. Y es el resultado de la interacción de todos estos factores […] En resumen,
la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y
hacemos”.
Las temáticas y el enfoque de la ESI condensan un conjunto de necesidades
y demandas sociales sostenidas a lo largo de varias décadas e incorpora en la
trama escolar experiencias y saberes históricamente invisibilizados o excluidos de
las instituciones educativas. En este sentido, amplía los horizontes culturales de
todas las personas porque asume la diferencia como un valor positivo. Además, la
ESI como política pública representa un horizonte de cambio en la construcción
igualitaria de subjetividades atravesada por nociones más amplias de ciudadanía,
derechos, género y sexualidad.

Entendemos que “La escuela es la puerta de entrada para garantizar y


promover derechos. Es un espacio para profundizar y comprender su
relevancia, así como para construir visiones del mundo que tengan como
prioridad la defensa de los derechos para todas las personas.”

Desde el Programa Nacional de ESI, que hoy forma parte de la Dirección de


Educación para los Derechos Humanos, Género y ESI, sabemos que esto ha sido
posible también por el compromiso y el respeto por el derecho a la ESI sostenido
por toda la comunidad educativa. Los cinco ejes que estipula la ley 26.150 son:
- Garantizar la equidad de género.
- Valorar la afectividad.
- Reconocer nuestros derechos.
- Cuidar el cuerpo y la salud.
- Respetar la diversidad.
Mediante nuestra propuesta trabajaremos transversalmente los ejes
perspectiva de género y respeto por la diversidad, guiándolos a visibilizar,
reflexionar y cuestionar las ideas y concepciones que tenemos establecidas en
cuanto a género; y la diversidad de características personales que existen y que nos
convierten en seres únicos. Cada uno con su modo de pensar, de sentir, de actuar,
de vivir su sexualidad, etc.
Abordar la orientación sexual e identidad de género, implica rescatar el
significado profundo de convivir en una sociedad plural y poner en valor la
diversidad. Esto contribuye a poder pasar de la idea de que debemos “tolerar” lo
diferente, y valorar positivamente la multiplicidad de formas en las que las personas
nos manifestamos, pensamos, actuamos y amamos.
Incorporar estos conceptos tiene como objetivo que como sociedad podamos
avanzar hacia un trato más igualitario, el respeto de las diferencias personales y la
valoración de la importancia que tiene el precepto de que todos somos iguales en
derechos.

¿Hay alguna ley que avale la identidad de género?

En 2012 se sancionó la Ley N° 26.743 de Identidad de Género. Esta


identidad refiere a la vivencia individual del género tal y como cada persona la
siente, que puede o no corresponder con el asignado al momento de nacer. Tiene
que ver con cómo nos sentimos y con cómo nos autopercibimos o identificamos:
varón, mujer, travesti, trans, intersexual, etc. Luego de años de lucha por la
igualdad, el colectivo LGBTIQ se vio reflejado en esta ley, que reconoce el derecho
a la identidad de género de las personas. Además, busca garantizar un trato digno y
erradicar toda forma de discriminación. Entre otras cosas, permite rectificar la
partida de nacimiento y el Documento Nacional de Identidad, sin requerir
autorización de la Justicia, diagnóstico médico o modificación del cuerpo en función
del género autopercibido. Esta ley contempla el acceso integral a la salud de las
personas trans, incorporando la cobertura de las intervenciones quirúrgicas y
tratamientos hormonales.

● ARTÍCULO N°1. Dentro de la identidad de género. Toda persona tiene


derecho a:
a) al reconocimiento de su identidad de género.
b) al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género.
c) ser tratado de acuerdo a su identidad de género, ser identificado de ese
modo en los instrumentos que acrediten su identidad.
Además, es importante tener presente que los derechos de las personas
LGBTIQ+ fueron vulnerados o no reconocidos por el Estado durante muchísimo
tiempo y fue recién a partir de 2010 donde se empezaron a promulgar nuevas leyes
con respecto a ello, como por ejemplo, que las personas del mismo sexo puedan
casarse (Ley de Matrimonio Civil No 26.618), en 2010 la Ley de Promoción del
Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgénero
(N.°27.636), de 2021, y el Decreto de Rectificación Registral de Sexo y Cambio de
Nombre/s de Pila e Imagen (N.° 1007/2012) son parte de este entramado normativo
que contribuye al reconocimiento y la ampliación progresiva de derechos para todas
las personas.

Propósitos:
● Ofrecer oportunidades de ampliar el horizonte cultural desde el cual cada
niño, niña o adolescente desarrolla plenamente su subjetividad reconociendo
sus derechos y responsabilidades, respetando y reconociendo los derechos y
responsabilidad de las otras personas.

Objetivos:

● Distinguir categorías de sexo y género.


● Reflexionar críticamente sobre los estereotipos de género y la
heterosexualidad obligatoria.
● Promover una educación en valores y actitudes relacionados con la
solidaridad, el amor, el respeto a la intimidad propia y ajena.
● Suscitar aprendizajes basados en el respeto por la diversidad y el rechazo
por todas las formas de discriminación.

Palabras Claves:

- ETIQUETAS - PERSPECTIVA DE GÉNERO - ESTEREOTIPOS -


DIVERSIDAD - GÉNERO - ORIENTACIÓN SEXUAL

Marco teórico:

Históricamente las maneras de ser hombres y mujeres han sido pensadas


desde lugares fijos, estereotipados, pero ¿qué son los estereotipos?, son imágenes
sociales simplificadas e incompletas que supuestamente caracterizan a un grupo de
personas. Los estereotipos pueden referir a múltiples aspectos de la vida social, la
religión, la nacionalidad, el sexo, la etnia, la orientación sexual, entre otros. Por
ejemplo, cuando se afirma “todos los argentinos son…”, el estereotipo está armado
en función de la nacionalidad. También puede haber estereotipos en función del
sexo, como cuando se dice: “todas las mujeres son…” (débiles, sensibles,
charlatanas) o “los varones son…” (inquietos, desprolijos, fuertes). Los estereotipos
implican una imagen limitada acerca de cómo son las personas, niegan sus
particularidades, sus individualidades y en su lugar se ubica una caracterización que
se supone alcanza a todos los individuos del grupo al que se está haciendo
referencia.
Nos basamos en estereotipos cuando asumimos que son solo las mujeres
quienes se tienen que ocupar o ser responsables de la crianza de las niñas y los
niños, de las personas mayores o del trabajo doméstico. Es común ver que el
estereotipo femenino está asociado con los cuidados, la emoción, la fragilidad, la
docilidad, la obediencia a la autoridad masculina. Respecto de estereotipos para los
varones, dice Olga Niremberg: “…los mandatos sociales y familiares acerca del
modelo de masculinidad deseable conllevan altos costos físicos y psíquicos, tales
como: una menor relación con los sentimientos y afectos, una necesidad de afrontar
peligros, demostrar fuerza y responder en forma agresiva, ganar peleas, estar
dispuestos sexualmente, etc. Algunos estudios vinculan esos mandatos con las
cifras más elevadas en los varones que en las mujeres de accidentes de auto, moto,
bicicletas, consumo excesivo de alcohol y drogas, suicidios”. Estos estereotipos
también lo vemos en acción en gran parte de la publicidad y en muchos programas
de los medios masivos de comunicación.
Entendemos que las expectativas, roles y mandatos sociales y culturales que
las distintas sociedades construyen para varones y mujeres, en cada momento
histórico y contexto determinado, constituyen el producto de interacciones sociales
que se van dando en las instituciones que habitamos las personas, como la familia y
la escuela, entre otras. Es en estas instituciones en las cuales aprendemos a ser
mujeres y varones. El Programa de Educación Sexual Integral nos proponemos que
la escuela permita reconocer las diferencias entre varones y mujeres y a la vez que
brinde una perspectiva crítica para visualizar las inequidades basadas en el género
de las personas.

“El género es una categoría construida, no natural, que atraviesa tanto la


esfera individual como la social (…) influye de forma crítica en la división sexual del
trabajo, la distribución de los recursos y la definición de jerarquías entre hombres y
mujeres en cada sociedad. En suma, la construcción social y cultural de las
identidades y relaciones sociales de género redunda en el modo diferencial en que
hombres y mujeres pueden desarrollarse en el marco de las sociedades de
pertenencia, a través de su participación en la esfera familiar, laboral, comunitaria y
política. De este modo, la configuración de la organización social de relaciones de
género incide sustantivamente en el ejercicio pleno de los derechos humanos de
mujeres y varones”

Las diferencias en las expectativas de lo que se espera de un varón o de una


mujer se van transmitiendo a lo largo de la infancia, se naturalizan, preparando a
unos y otras para ocupar lugares distintos, que no son valorados socialmente del
mismo modo. Es decir, que varones y mujeres pasan de ser diferentes a ser
desiguales, y, como venimos sosteniendo, la desigualdad no es natural sino una
construcción social.

“La discriminación basada en el género es aquella que se ejerce a partir de la


construcción social que asigna determinados atributos socio-culturales a las
personas a partir de su sexo biológico y convierte la diferencia sexual en
desigualdad social. La discriminación por género tiene su anclaje en antiguos
estereotipos culturales y sociales que prescriben y determinan roles y funciones
para varones y mujeres. Son estas prácticas discriminatorias las que excluyen y
condicionan cotidianamente el acceso de las mujeres a sus derechos”

Propuestas de acción:

Actividad 1:
- Reflexionar sobre características y tareas que se asocian a lo femenino o a lo
masculino a partir de inventar historias de vida.

“El juego de las etiquetas”.


Paso 1
Dividimos a las y los participantes en dos equipos. En el piso o en una mesa
disponemos las tarjetas con el texto mirando hacia abajo. Entregamos a cada
equipo una de las figuras, sin hacer aclaraciones respecto del sexo y/o género que
representaría la figura. Les explicamos que van a crear un personaje a partir de esa
figura con características que les tocarán en las tarjetas.

Paso 2
Pedimos a cada equipo que elija al azar 12 tarjetas violetas, una verde y una
naranja.
Luego, les pedimos que las vean y que vayan decidiendo cuáles de las
características, cualidades, tareas u objetos que describen las tarjetas violetas
podrían tomar para inventar su personaje. También tienen que decidir si asignan o
no el contenido de la tarjeta naranja y el de la tarjeta verde. Cada tarjeta que
asignan al personaje la tienen que ir poniendo alrededor de la figura. El desafío es
que logren utilizar la mayor cantidad de tarjetas, creando un personaje con una
historia consistente. Cada tarjeta violeta que utilicen sumará 10 puntos. Las tarjetas
verde y naranja suman 20 puntos cada una. A partir de esas tarjetas tienen que
armar una historia para ese personaje. Algunas preguntas que pueden ayudar son:
● ¿Cómo se llama este personaje?
● ¿Cuántos años tiene?
● ¿Dónde vive y con quién?
● ¿Cómo es un día en su vida cotidiana?
● ¿Cómo se lleva con sus vecinas/os?
● ¿Sufre discriminaciones?
● ¿Tiene pareja?
● ¿Le gusta alguien?

Paso 3
En ronda, cada grupo presenta a su personaje, contando su historia (es
necesario que incluyan el contenido de todas las tarjetas elegidas). También tienen
que comentar qué tarjetas no utilizaron y por qué. Se comparten las reflexiones.
Quien coordina hace preguntas buscando visibilizar si aparecen estereotipos de
género, cuestionando los mismos, planteando otras realidades posibles. La idea es
poder develar cómo diferentes características son convertidas, muchas veces, en
“etiquetas” a partir de las que se juzga, discrimina y limita a las personas. Si
alguna tarjeta incluida no forma parte coherente de la historia, o no fuera
mencionada, puede pedir al equipo que la retire. Las/os otras/os participantes
pueden hacer comentarios y preguntas. Se asigna puntaje a los equipos.

Paso 4
Quien coordina anima a las/os participantes a debatir.
Algunas preguntas para favorecer la reflexión:
● ¿Qué características solemos atribuir a varones y a mujeres?
● ¿Ha cambiado a lo largo del tiempo lo que se espera de mujeres y de
varones? ¿Puede cambiar en el futuro? ¿Cómo y por qué se dan estos
cambios?
● ¿Pudimos incluir en las historias características que en principio nos parecía
que “no correspondían” a la imagen?
● ¿A determinados genitales les corresponde un género? ¿Existen personas
con vulva que sean varones y personas con pene que sean mujeres?
● ¿Qué relación hay entre el género y la orientación sexual? ¿Puede una
persona trans ser homosexual? ¿Y ser heterosexual?
● ¿Qué efectos tienen sobre las personas los mandatos de género?

Reflexiones para el cierre de la dinámica


● Los estereotipos de género funcionan como “etiquetas” que limitan a las
personas y producen sufrimientos y violencias.
● Los genitales no definen la identidad de género. Es la autopercepción, es
decir cómo se percibe cada persona, lo que define su identidad de género.
● En la legislación argentina se reconoce el derecho a vivir la sexualidad
libremente, sin discriminación, presiones ni violencia.

Recursos:
● Tarjetas violetas (características, objetos, trabajos, caracteres corporales y
tareas).
● Tarjetas naranjas (genitales externos).
● Tarjetas verdes (orientaciones sexuales).
● Láminas con figuras.

Actividad 2:
Esta actividad se propone luego de la actividad de las etiquetas.

“CONSTRUCCIÓN DE FOLLETOS”.
Retomando lo trabajado con las etiquetas, se pensarán ejemplos de la vida
cotidiana en donde se suele atribuir mandatos de género a varones y mujeres.
Ejemplos:
● “Solo los hombres juegan a la pelota”
● “El rosa es de mujeres”
● “Los niños no lloran”
● “Solo las mujeres limpian la casa”
● “Los hombres son fuertes y las mujeres débiles”
● “Los hombres toman las decisiones del hogar”.
Se pensarán ejemplos a partir de estos mandatos con la idea de frenar con las
etiquetas. Mediante estos ejemplos cada estudiante deberá fabricar su propio
folleto. Para la construcción se deberá pensar un título, una imagen (dibujo
ilustrativo) y un mensaje debajo, este mensaje deberá remarcar la idea de no
etiquetar.
Ejemplo:

Una vez construidos los folletos se colgarán como mural en el patio para
concientizar a todos los estudiantes.
Recursos:
● Hoja para folleto
● Lápices, fibrones
● Hilo para colgar.

Conclusión
Concluimos que la perspectiva de género permite superar la ancestral
concepción del mundo basada en la idea de la naturaleza y la biología como
argumento absoluto para explicar la vida de los seres humanos. En cambio, nos
ofrece fundamentos para identificar los aspectos nocivos, opresivos, enajenantes y
destructivos, debidos a la organización social, estructurados en la inequidad, la
injusticia y la jerarquización.
Esta nueva perspectiva nos ofrece una forma particular de apreciar el mundo
y nuestras experiencias cotidianas, tensionando y poniendo en discusión el orden
establecido; develando la trama de relaciones sociales en las que se encuentran
inmersos los cuerpos humanos y visibilizando que el uso, disfrute y cuidado de los
mismos está fuertemente condicionado por el grupo socioeconómico y educativo de
pertenencia, las costumbres y los valores culturales del grupo social que integra, y
por las relaciones de género. Buscando habilitar otros modos de pensar y aceptar
otras formas de ser y estar en el mundo.
En este sentido, tanto la transversalización del enfoque de género como el
análisis específico del mismo son requisitos que cualquier programa o proyecto
tienen que considerar para eliminar las desigualdades y mejorar la situación de las
mujeres y los hombres vistos desde sus múltiples identidades.

Bibliografía
Referentes escolares de ESI educación primaria : propuestas para abordar los NAP
- Referentes escolares de ESI educación primaria: propuestas para abordar los
NAP
- Experiencias para armar - Manual para talleres de salud sexual y salud
reproductiva.
- https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/eje-reconocer-la-perspectiva-
de-genero.pdf
- Cuadernos ESI – Educación sexual integral para la educación primaria.
- Sexualidad, cuerpos y perspectiva de género en la formación Docente.
Capítulo 5: Enseñar con y desde la perspectiva de género en la formación
docente: Experiencias y desafíos.

Referentes escolares de ESI educación primaria : propuestas para abordar los NAP

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