Está en la página 1de 17

Desde la Dirección de Género y Diversidad de la Provincia de Mendoza les damos la

bienvenida a esta instancia de capacitación en el marco de la Ley Micaela, ley nacional


27.499 (Ley Micaela de Capacitación Obligatoria en Género para todas las personas que
integran los tres poderes del Estado), vigente en nuestro país desde diciembre de 2018 a la
cual nuestra provincia adhiere mediante la norma 9.196 (Ley provincial promulgada en
noviembre de 2019 de adhesión a la ley nacional 27499).

Esta ley junto con otras que abordaremos en esta instancia de capacitación nos presenta un
marco normativo en el que se reconocen derechos históricamente negados tanto a mujeres
como al colectivo LGBTI+: L (Lesbianas), G (Gays), B (Bisexuales), T (Travestis, trans), I
(Intersex) y con el signo + se incluye a todas aquellas identidades que no explicita la sigla y
da cuenta de la movilidad y amplitud de las expresiones de género.

Para la elaboración de este material utilizaremos el uso del lenguaje inclusivo, considerando
el momento transicional que atraviesa el lenguaje en el que conviven distintas alternativas
tendientes al reconocimiento de identidades que no se identifican con las normas binarias
(masculino - femenino).

Sabemos que estas formas aún despiertan resistencias e incluso rechazo en parte de la
sociedad, pero nos motiva como Equipo de Capacitación de Ley Micaela, la necesidad de
avanzar hacia una sociedad basada en la igualdad y la no discriminación por razones de
géneros.

Considerar la responsabilidad que contiene la lengua al nombrar y dar forma al mundo que
nos rodea, debe interpelar nuestro punto de partida siempre desde el compromiso de
garantizar los derechos humanos de todas las personas. Eso implica involucrarnos
activamente en la promoción del uso de un lenguaje que dé cuenta de todas las personas,
grupos o colectivos que formamos parte de la sociedad y evitar las prácticas que las dejan
en las márgenes del desarrollo discursivo, poniendo obstáculos a su posibilidad de habitar el
mundo en igualdad de condiciones.
Introducción

Les invitamos a hacer un recorrido por los principales conceptos tales como perspectiva de
géneros y diversidades, sistema sexo - género, socialización genérica, diversidad sexual,
binarismo y heteronormatividad, identidades de género, orientación sexual, roles y
estereotipos, división y brechas de trabajo por género, interseccionalidad, patriarcado,
masculinidades plurales, entre otros.

Este material se presenta como una introducción a una temática dinámica y en evolución
constante, cuya incorporación permite identificar y cuestionar discursos y sentidos
establecidos, para promover nuevas formas tendientes a crear las condiciones de cambio
que permitan avanzar hacia una sociedad libre de violencias.

Algunas de estas palabras pueden llegar a usarse de manera indistinta como si se tratara de
sinónimos. Sin embargo, existen diferencias importantes entre ellas, que cada agente de la
Administración Pública debe conocer con precisión para contar con herramientas
conceptuales que le permitan mejorar su desempeño en el sector público.

De esta manera, damos inicio al recorrido por los principales conceptos del presente
módulo.
Perspectiva de géneros y diversidades
Cuando se habla de perspectiva de género, desde un modelo binario
(masculino/femenino), se hace alusión a una herramienta conceptual que busca mostrar
que las diferencias entre mujeres y hombres se dan no sólo por su determinación biológica,
sino también por las diferencias culturales asignadas a los seres humanos.

“Aunque no constituye una categoría cerrada, sino en pleno desarrollo, la perspectiva de


género favorece el ejercicio de una lectura crítica y cuestionadora de la realidad para
analizar y transformar la situación de las personas”. Susana Gamba

Así como podemos hablar de una perspectiva de género -entendiendo por ella una forma
especial de mirar la realidad y analizar las relaciones sociales en función de la desigualdad y
jerarquía establecida, conforme la diferencia sexo-genérica entre las personas- también
incorporamos la perspectiva de diversidad, la cual constituye una transición cultural
superadora de la anterior.

Ambos paradigmas son imprescindibles a la hora de diseñar, ejecutar y evaluar políticas


públicas. El Estado se encuentra obligado, a través de los compromisos internacionales
asumidos y por la normativa local, a identificar de manera específica y transversal las
necesidades, violencias, desigualdades y la discriminación estructural e histórica que
atraviesan LGBTI+. (MGyD, 2020)1

La importancia de ambas perspectivas radica en las posibilidades que ofrecen para


comprender cómo se produce la discriminación de las mujeres y LGBTI+ y las vías para
transformarla.

Además permiten:

a) Reconocer las relaciones de poder entre los géneros

b) Distinguir el carácter de construcción social e histórica de tales relaciones y por ende, la


posibilidad de su transformación

c) Reflexionar sobre las múltiples formas de opresión que atraviesan el entramado social y
sus articulaciones con otros ejes de organización social tales como las de clase, etnia, edad,
sexualidad, religión, entre otras. (Esto refiere al concepto de interseccionalidad que
abordaremos más adelante).

1
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ, Pág. 82.
Arg. 2021
La incorporación de la perspectiva de género y diversidad en un plan de gobierno implica
priorizar una manera de entender la gestión y las políticas públicas desde la búsqueda de la
igualdad de oportunidades y derechos para todas, todes y todos. Es un modo de dar cuenta
del compromiso del Estado con las mujeres y LGBTI+ y con la construcción de una sociedad
más justa e inclusiva, en la que haya lugar para el desarrollo de todos los proyectos de vida
en libertad.

Sistema sexo - género


Los estudios de género demuestran que las relaciones, que se dan en una sociedad, entre
varones, mujeres y LGBTI+ no son inocentes o neutras, sino manifestaciones de poder que
se cimentan en supuestos, generalizaciones y estereotipos, un guión invisible que dicta qué
es esperable del rol femenino (ser sumisa, cariñosa, maternal, observadora, abnegada,
débil, frívola, entre muchos otros), lo deseable para el rol masculino (fuerte, ejecutivo,
inteligente, serio, distante, etc.) y demarca asimismo todo lo que queda por fuera, lo
abyecto, lo “anormal”, lo que debería excluirse: las identidades, expresiones y orientaciones
diversas y disidentes que ponen en crisis la estructura binaria. (MGyD, 2021)2

A partir de la diferencia sexual anatómica-fisiológica se generaron discursos, símbolos,


prácticas, imaginarios, leyes y valores sociales que impactan sobre las relaciones entre las
personas y que generaron (y generan) ataques sistemáticos hacia lo que no se ciña a la
expectativa social del género. (MGyD, 2021)3

Este modo de organización se expresa en todos los espacios y ámbitos que compartimos (la
familia, la escuela, el trabajo). Y, al mismo tiempo, preconfigura nuestra forma de ver el
mundo, pensar, conocer y experimentar la vida. Las consecuencias de este modo de
relacionarnos, percibido como “natural” y “universal”, son profundamente perjudiciales:
desigualdad, exclusión y violencias contra quienes no “encajan” en lo esperable o
establecido. (MGyD, 2021)4

De esta manera podemos definir:

El sexo se refiere a las características físicas y anatómicas de las personas de acuerdo con
criterios genéticos, biológicos, físicos y fisiológicos.
2
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Pág. 35.
Arg. 2021
3
Idem
4
Idem
El género se refiere a las características socialmente construidas sobre la base de la
diferencia sexual – biológica. Incluye todas las creencias, comportamientos, funciones y
relaciones entre mujeres y hombres, construidas por la sociedad y asignadas según el sexo
con el que nacemos. 5

-Cuadro 1- 6

5
Lamas, Marta (2002); Martín Casares, Aurelia (2006); Unesco (1998).
6
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Pág. 27.
Arg. 2021
Cuando tenías 7 años, ¿a qué jugabas?, ¿de qué color era tu ropa?, ¿cuál
era tu materia preferida en la escuela? En tu casa, ¿te ocupabas de alguna
tarea? de ser así, ¿de cuál? En la actualidad, ¿con qué objetos adornás tu
cuerpo?, ¿qué música escuchás?, ¿en qué usas tu tiempo libre?

Todas las personas construimos nuestra identidad desde la infancia: aprendemos


comportamientos, actitudes, costumbres, vestimenta, y también ciertas imposiciones
culturales que definen cuáles son las conductas esperadas para unas y otras personas. Esto
es así porque toda sociedad construye formas de transmitir, comunicar y aprender cuáles
son las expectativas sobre cada persona.

Estas expectativas sociales condicionan gran parte de las decisiones que tomamos y que, en
muchas oportunidades, no se relacionan con nuestros gustos o necesidades, sino con ese
mandato que dictamina lo que se espera de cada quien según su sexo biológico.

¿Lo vemos con un ejemplo? Hasta hace no mucho tiempo, en nuestra sociedad, el
uso de aros estaba reservado a las mujeres, ya que eran considerados un accesorio
exclusivamente femenino. Sin embargo, en la actualidad, vemos que esta práctica es
realizada de forma indistinta por personas de diferentes géneros.

Socialización genérica
La construcción social del género, o proceso de socialización genérica, se origina en la
familia, siendo la infancia un momento particularmente sensible en este proceso. Este
núcleo de pertenencia es el primer espacio que produce y reproduce los roles y
estereotipos de género.

Los medios de comunicación, la educación en la familia, en el barrio, el contenido de las


publicidades, son los principales lugares donde se aprende “lo que se espera o no” de cada
género en la vida cotidiana.

¿Lo vemos con un ejemplo? Cuando llega el Día de la Niñez, la celebración se difunde como
«Día del Niño» y es habitual encontrar en la publicidad y en los negocios, juguetes dirigidos a
niños (como pelotas, autos, videojuegos o armas) y otros dirigidos a niñas (vinculados a tareas
domésticas, como cocinas, planchas; la maternidad, como bebés, etc). Esto, muchas veces,
resulta determinante para la construcción de la identidad, ya que mientras los primeros
incentivan la acción, el ingenio o la violencia, los segundos se relacionan con tareas de cuidado,
limpieza o belleza.
Diversidad sexual
Se entiende a la diversidad sexual como la pluralidad de prácticas y manifestaciones
emocionales, afectivas y sexuales en una cultura dada; contempla las distintas formas de
expresar el afecto, el cariño y el deseo sexual, ya sea hacia personas del mismo género, de
distinto género o ambos.

Hablar de diversidad sexual desde esta perspectiva permite reconocer que las sexualidades,
junto con el género y la corporalidad, no son realidades meramente biológicas y estáticas,
sino que varían en función de la historia y de la sociedad.

Las formas de pensar, vivir y expresar la sexualidad en la actualidad no son las mismas que
las del siglo pasado, ni siquiera son iguales a las que había hace veinte años. Sin embargo,
los cuerpos y las sexualidades son desigualmente valorados en función de una escala
jerárquica que define los límites de lo legítimo, saludable o normal. Si bien se entiende que
la diversidad sexual y afectiva abarca una multiplicidad de prácticas, relaciones y formas de
expresión, y que se manifiesta de modo singular en cada persona, desde una dimensión
política se usa el concepto para hacer referencia a aquellas sexualidades no hegemónicas,
invisibilizadas y estigmatizadas. Es decir, aquellas que no se corresponden con el modelo
heterosexual dominante y con la relación estable y unívoca entre el sexo asignado al nacer
y la identidad de género.

El sistema jerárquico de las sexualidades está basado, en las sociedades occidentales


modernas, en el binarismo de género y en la heteronormatividad.

Binarismo y heteronormatividad
Por binarismo de género nos referimos a la idea de que mujer y varón son las únicas
categorías en que se dividen los seres sexuados, complementarias, excluyentes entre sí y
determinadas por la biología. Sin embargo, contrario a este paradigma, si hay algo que
caracteriza a los seres humanos es la variabilidad. Pero a pesar de esta variabilidad corporal,
al momento del nacimiento, se seleccionan determinados atributos –privilegiando la
observación de los genitales– para asignar uno de los dos sexos reconocidos socialmente.

La heteronormatividad hace referencia al paradigma que presenta a la heterosexualidad


como natural y necesaria para el funcionamiento de la sociedad, y como el único modelo
válido de relación sexual, afectiva y de parentesco. Se expresa en dar por supuesto que
todas las personas que nos rodean son heterosexuales. Es también la asunción de que la
heterosexualidad es más deseable que cualquier otra forma de vivir y expresar la
sexualidad. La mayoría de las veces, la heteronormatividad funciona mediante la negación,
la invisibilización y la discriminación de las diversidades sexuales, fuente de agresiones,
maltratos y todo tipo de violencias.

Identidades de género. Orientación sexual

La identidad de género es la vivencia interna e individual del género tal como cada persona
la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del
nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo (Principios de Yogyakarta, 2007)7.
Tiene que ver con cómo nos sentimos, cómo nos autopercibimos o identificamos.

Cuando la identidad de género de las personas coincide con su sexo de nacimiento-


asignado, se denomina “cisgénero”. Cis es un prefijo latino que quiere decir “de este lado” y
se distingue de ‘trans’, que significa ‘del otro lado’. Entonces, cis o cisexual se utiliza en
referencia a aquellas personas cuya identidad de género coincide con el sexo asignado al
nacer, por ejemplo, una persona que al momento del nacimiento se le asignó el sexo
femenino y desarrolla una identidad de género femenina; en contraposición a una persona
trans, cuya identidad de género no coincide con el sexo asignado al nacer. En la sigla LGBTI+
las encontramos representadas en la letra T.

Las personas Intersex nacen con caracteres sexuales (como los genitales, las gónadas y los
patrones cromosómicos) que no se corresponden con las típicas nociones binarias sobre los
cuerpos masculinos o femeninos. (Naciones Unidas)8

Las personas no binaries son aquellas que no se identifican ni con el género femenino ni
con el masculino, y tampoco con las expresiones convencionales de los mismos.

La orientación sexual se refiere a: «la capacidad de cada persona de sentir una profunda
atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un género diferente al suyo o de su
mismo género, o más de un género, así como a la capacidad de mantener relaciones íntimas
y sexuales con estas personas». (Principios de Yogyakarta, 2007)9.

Las mujeres que sienten atracción sexo- afectiva hacia personas de su mismo sexo-género
suelen autopercibirse como lesbianas y los varones que sienten deseo hacia otros varones
lo hacen como gays. Las personas cuya atracción se expresa tanto hacia personas del mismo

7
Principios de Yogyakarta, página 8, 2007. https://www.refworld.org/cgi-
bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=48244e9f2
8
Naciones Unidas, Libres & Iguales.https://unfe.org/system/unfe-72-
Intersex_Factsheet_SPANISH.pdf
9
Principios de Yogyakarta, página 8, 2007. https://www.refworld.org/cgi-
bin/texis/vtx/rwmain/opendocpdf.pdf?reldoc=y&docid=48244e9f2
género como de otros se autoperciben bisexuales. (MGyD, 2021)10

Recientemente, se han reconocido otras orientaciones sexuales, como la pansexualidad en


relación a personas que sienten atracción emocional y sexual hacia otras personas sin
distinción del género; la demisexualidad, en donde lo que se pone de relieve es el vínculo
emocional que se establece con las personas más allá de la atracción sexual; y la
asexualidad, en donde no se experimenta atracción sexual o romántica hacia otres, de
forma total o parcial. (MGyD, 2021)11

Sin embargo, las categorías que acabamos de mencionar no deben entenderse estáticas,
rígidas o invariables ya que las personas experimentamos el deseo y la atracción de
múltiples formas, conforme diversos factores sociales, culturales, subjetivos, externos e
internos que vamos atravesando a lo largo de la vida. (MGyD, 2021)12

En este marco, la Teoría Queer podría entenderse como una identidad de género al estar
incluida, en algunos casos, dentro del colectivo LGBTI+ con la adhesión de la letra “Q”. La
teoría queer viene a romper con las categorías existentes y por existir, a cuestionar el
género y la diferencia sexual desde sus mismas bases, a dar por tierra con las nociones
estáticas sobre las orientaciones sexuales e identidades de género que reconocen formas
inmodificables de habitar los cuerpos y la identidad.

De esta manera, cada persona posee tanto una orientación sexual como una identidad de
género. La construcción de una y otra son procesos diferentes.

En este punto, es muy importante echar luz sobre una confusión usual entre las
orientaciones sexuales y las identidades de género. Si bien todas estas categorías
conforman la identidad de una persona, es decir, su singular forma y modo de habitar el
mundo y las relaciones, las identidades de género no tienen una orientación sexual
asignada “por defecto” o “de hecho.”13

10
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Pág.
58. Arg. 2021
11
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Pág.
58. Arg. 2021
12
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Pág.
58. Arg. 2021
13
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Pág.
63. Arg. 2021
Roles y estereotipos de género

Desde el momento del nacimiento, nuestra vida comienza a tomar forma según normas y
valores sociales que se presentan como naturales e incuestionables. Las canciones
infantiles, la ropa, los juegos y juguetes, la forma en que se nombra en la escuela, el lugar
que ocupamos en la familia o en los grupos de socialización, están fuertemente teñidos por
roles y estereotipos de género.

Los roles de género establecen ciertos comportamientos esperables y deseables para los
géneros, cristalizando las relaciones desiguales entre los mismos, estableciendo límites para
su desarrollo y desenvolvimiento en la sociedad.

Los estereotipos de género son una serie de imágenes, representaciones o ideas


generalizadas y aceptadas socialmente que intervienen en la construcción de la identidad
de las personas. Estos influyen en la forma en la que se comportan y rige en todos los
aspectos de la vida.

A los varones se les atribuyen roles productivos más valorados porque se relacionan con
actividades y funciones en el ámbito público que generan dinero, ganancia, rentabilidad. Tal
es así que los puestos jerárquicos o de decisión suelen quedar en manos de ellos. Por su
parte, a las mujeres y LGBTI+ se les asignan roles reproductivos, vinculados al afecto, la
crianza, educación y las tareas de cuidado.

Las publicidades nos brindan ejemplos de estereotipos que muestran a mujeres jóvenes,
lindas, flacas, rubias y a mujeres en el rol de cuidadoras. Por otra parte, a los varones se los
representa físicamente fuertes, ganadores y exitosos. La pregunta es qué pasa con las otras
mujeres y varones que no están dentro de ese molde, porque la sociedad es diversa y se
compone de múltiples formas de ser y estar en el mundo.
División del trabajo por género.
Brechas y barreras de género.

¿De qué trabajos se ocupa cada persona en nuestra sociedad? ¿Influye el


género de las personas en la posibilidad de acceder a un trabajo?

Los roles y los estereotipos de género tienen una íntima relación con la división del trabajo
basada en el género.

La división del trabajo por género actúa como una barrera invisible que determina lugares,
roles y posiciones diferenciadas, según el género de las personas. Una de las consecuencias
más notables de esta división del trabajo por género se encuentra en el tipo de ocupaciones
a las que se dedican las mujeres y LGBTI+ cuando se insertan en el mercado laboral. Suelen
ser extensiones de su rol doméstico, con menor reconocimiento social y económico que las
ocupaciones de los varones.

Qué es la brecha de género? Hace referencia a esa desigualdad que se evidencia en el


salario. Las mujeres y LGBTI+ cobran menos por ejecutar la misma tarea que un varón.

Por otra parte, las profesiones a las que se dedican mayormente suelen ser peor pagas.
Ambas situaciones hacen que en la actualidad las mujeres, y más aún el colectivo LGBTI+,
perciban mucho menos que los varones. Esa diferencia se llama brecha salarial.

Las Barreras de género muestran las limitaciones, obstáculos, impedimentos que las
mujeres y LGBTI+ perciben ante sus decisiones vocacionales y el trabajo productivo
remunerado. Pueden ser internas (autoestima, autoconfianza, etc.) o externas (influencias
de roles y estereotipos, etc).

Interseccionalidad
La interseccionalidad es un concepto que nos ayuda a entender que el género, cuando se
cruza con otras variables (tales como la orientación sexual, la etnia, la educación, la clase
social, o la edad) incrementa la vulneración a la que están expuestas las mujeres y LGBTI+.
¿Lo vemos con un ejemplo?

Las mujeres y LGBTI+ padecen distintos grados y tipos de opresión. Es en este punto donde
operan intersecciones, no es la misma opresión la que sufre una mujer pobre migrante que
una profesional de clase media urbana; o la consideración que recibe en un centro de salud
una mujer embarazada que una persona trans en una consulta médica. (MGyD, 2021). 14

Patriarcado

El patriarcado es un sistema social, político, cultural y económico que se basa en la


supremacía de los varones y su capacidad de ejercicio del poder como autoridad.

Esta forma de organización social reproduce un modelo conforme al cual los varones son
ubicados en posiciones de privilegio respecto de las mujeres y LGBTI+, y así se establecen
relaciones asimétricas de poder. Esto constituye una situación de injusticia y de falta de
equidad que está en la base de las diferentes formas de violencia contra las mujeres y
LGBTI+. Este orden está naturalizado y socialmente legitimado.

El machismo —término de uso habitual en la sociedad— es una expresión del patriarcado.


Aunque, en ocasiones, se utilizan de forma indistinta «machismo» y «patriarcado» no son lo
mismo.

¿Qué es machismo? Es la actitud o manera de pensar que sostiene que los varones son
superiores a las mujeres. Se trata de un conjunto de prácticas, comportamientos y dichos
que resultan ofensivos contra las mujeres y otras identidades.

El machismo es atribuible a las personas (no es exclusivo de los varones), mientras que el
patriarcado al sistema de organización social.

La misoginia es un término que refiere al desprecio y rechazo de los varones hacia las
mujeres, identidades feminizadas y todo lo que no se identifica con los estereotipos
masculinos.15

Coral Herrera Gómez - escritora y comunicadora feminista española- ha definido los efectos
del patriarcado y su relación con las violencias de esta manera: “El patriarcado es una
estructura marcada por las jerarquías, el poder y la violencia, y la dominación de un grupo

14
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Pág. 47.
Arg. 2021
15
Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Pág. 51.
Arg. 2021
humano sobre los demás. Los feminicidios, las violaciones, los abusos sexuales, el acoso
sexual callejero, las mutilaciones genitales a niñas, la trata de esclavas sexuales, los
empalamientos, las lapidaciones, la violencia obstétrica contra embarazadas y madres, los
matrimonios obligados con violaciones diarias, los embarazos de niñas y adolescentes, la
brecha salarial, el lenguaje sexista, los malos tratos, todo ello es consecuencia del
patriarcado”.

Masculinidades plurales
El patriarcado define a un sujeto hegemónico (varón, blanco, heterosexual, sin
discapacidad) y cuanto más se “aleja” un varón de tales características, más bajo en la
jerarquía social se lo coloca. Cuando los varones no responden “a lo que se espera de ellos”
y se alejan del estereotipo hegemónico en el que deberían encajar, el sistema patriarcal
busca aleccionarlos, disciplinarlos, usando incluso la violencia física.

A este modelo de masculinidad se le conoce como Masculinidad Hegemónica. Desde este


modelo de masculinidad para que un hombre sea considerado como tal debe detentar
características como ser activo, fuerte, no expresar sus emociones, no demostrar miedo, ser
jefe de hogar y proveedor, responsable y autónomo, entre otras. Asimismo, dentro de los
mandatos de la masculinidad hegemónica, el autocuidado y la valoración del cuerpo en el
plano de la salud es escaso ya que se asocia a vulnerabilidad, y por tanto, aparece como un
valor femenino.

Una de las características vitales de la masculinidad hegemónica es la heterosexualidad. Así,


en el marco de la sexualidad, el modelo ordena al varón a desear, conquistar y poseer
mujeres. Esta prescripción de heterosexualidad es obligatoria al tiempo que implica la
estigmatización y discriminación de todos aquellos hombres que no cumplan con dicho
mandato, y pasan a ser expulsados de manera simbólica y práctica de la identidad
masculina.

La sociedad patriarcal le da una relevancia jerárquica a la masculinidad hegemónica,


dominante, sin embargo hay otras masculinidades subordinadas a ésta. Por ejemplo, los
hombres gays, bisexuales o trans suelen ser discriminados por sus congéneres a partir de
una lógica desde el homotransodio que los considera “femeninos”-y por ende- como una
categoría de hombre inferior. (DGPG)16

Desde la mirada de las masculinidades plurales se propone el análisis de las identidades de


los hombres y las relaciones de poder entre éstos y las mujeres y LGBTI+. 17

16
Cuadernillo para reflexionar sobre la construcción de las masculinidades. Dirección General de Políticas de
Género. Página 8. Argentina. 2020
17
Asociación Civil Trama, “Masculinidades Plurales, reflexionar en clave de géneros”. 2012.
Si miramos a nuestro alrededor con atención, cada vez más hombres plantean que no se
sienten cómodos en el papel de “machos” y no están dispuestos a asumir lo que les exigen
los mandatos patriarcales; quieren poder expresar sus emociones, sus deseos y sus
problemas, sin que esto implique ser “menos hombres”.

Cada vez con más fuerza, las leyes y los valores sociales muestran que el modelo de
masculinidad hegemónica va en contra de los derechos humanos.

En este sentido, podemos decir que es imposible hablar de una masculinidad en singular.
Hoy sabemos que existe una multiplicidad de formas de ser varón. Y este hecho abre
muchas puertas y da una libertad que no tuvieron las generaciones anteriores.

Algunas premisas de las masculinidades plurales son permitirse revisar los privilegios
naturalizados en los modelos de masculinidad hegemónica; no ser cómplices ni
observadores pasivos de situaciones de violencia; no recurrir a la violencia como una forma
válida para resolver conflictos; estar presentes en la crianza y educación de las infancias, y
educar para la igualdad, el respeto y la solidaridad, entre otras premisas.

Muchos hombres que están transitando este camino ven cómo día tras día pueden estar
más cerca de lo que desean ser y no de lo que se les impone desde afuera. Es un cambio
personal pero que debe acompañarse de un compromiso con la promoción de nuevos
valores en las instituciones públicas y privadas, los medios de comunicación, las
organizaciones sociales y la educación. (Trama)18

18
Asociación Civil Trama, “Masculinidades Plurales, reflexionar en clave de géneros”. 2012.
Bibliografía
∙ Perspectiva de Género y Diversidad, Colección XYZ. Ministerio de las Mujeres, Géneros y
Diversidad. Argentina, 2021.

∙ Cuadernillo para reflexionar sobre la construcción de las masculinidades. Dirección General


de Políticas de Género. Argentina. 2020

∙(Re)Nombrar: Guía para una comunicación con perspectiva de género, Ministerio de las
Mujeres, Géneros y Diversidad. Argentina. 2020

∙Hablemos de género. Ley Micaela: Capacitación en la temática de género y violencia


contra las mujeres. INAP. INAM. 2019.

∙ ¿Qué es la perspectiva de género y los estudios de género?


http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1395

∙ La perspectiva de género. Marta Lamas Grupo de Información en Reproducción Elegida


(GIRE) https://www.ses.unam.mx/curso2007/pdf/genero_perspectiva.pdf

∙ Masculinidades Plurales. Reflexionar en clave de géneros. Asociación Civil Trama. 2012

∙ Diversidad Sexual y Derechos-Humanos-Inadi http://www.inadi.gob.ar/contenidos


digitales/wp-content/uploads/2017/06/Diversidad-Sexual-y-Derechos-Humanos-9-
9- 2016.pdf

∙ Diversidad. https://www.hablemosdetodo.gob.ar/diversidad-2/

∙ Para más información sobre las diferencias entre sexo y género, ver: - Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos- http://acnudh.org/wp-
content/uploads/2013/11/orentaci%C3%B3n-sexual-e-identidad-de g%C3%A9nero2.pdf

- Organización Panamericana de la Salud -


https://www.paho.org/arg/images/gallery/Blueprint%20Trans%20Espa%C3%83%C2%B1ol
.pdf

- Corte Interamericana de Derechos Humanos -


http://www.corteidh.or.cr/docs/opiniones/seriea_24_esp.pdf

- UN Women. OSAGI Gender Mainstreaming -


https://www.un.org/womenwatch/osagi/conceptsandefinitions.htm

∙ Elsa Dorling. Sexo, género y sexualidades. Recuperado de:


http://capacitacioncontinua.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/sites/25/2016/09/elsa-d
orling-sexo-genero-y-sexualidades.pdf

∙ Identidad de género. «Libres e iguales» de la ONU. (https://www.unfe.org/es/ )

∙ El género una categoría útil para el análisis histórico. Joan W. Scott.


https://www.fundacionhenrydunant.org/images/stories/biblioteca/Genero-Mujer-
Desarrollo/El_Genero_Una_Categoria_Util_para_el_Analisis_Historico.pdf

∙ Ester Kandel. División sexual del trabajo ayer y hoy Una aproximación al tema. (2006).
Cap. I. Recuperado de: https://rebelion.org/docs/202959.pdf

∙ Mara Viveros Vigoya. La interseccionalidad: una aproximación situada a la dominación


(2016). Recuperado de: http://www.debatefeminista.cieg.unam.mx/wp
content/uploads/2016/12/articulos/052_ completo.pdf

También podría gustarte