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CONSTITUCIÓN, SISTEMA DE FUENTES Y DERECHOS FUNDAMENTALES

Lecciones Parte I
LECCIÓN 1. LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978

1.Notas definitorias de la Constitución Española


La Constitución Española (CE) de 1978 se inserta en la larga tradición constitucionalista
histórica española que se inició́ con la Constitución de 1812 y que, en múltiples
intentos, ha tratado de organizar la comunidad política española, de acuerdo con
criterios que asegurasen la ordenación estable de los poderes públicos y la libertad de
los ciudadanos.

Esta tradición se ha visto rota en reiteradas ocasiones, como consecuencia de periodos


de poder personal –dictaduras–, el más prolongado de los cuales se inició́ en 1936 y se
prolongó́ hasta la aprobación de la CE de 1978 [dictadura General F. Franco].

Las notas definitorias de la CE de 1978 son, principalmente, las siguientes: (5 notas


definitorias)

Desde una perspectiva material


Esta perspectiva hace referencia a qué materias son las que se regulan en la CE. Ya
que, por una parte, ordena los elementos fundamentales de la estructura política del
Estado, que es la organización de las instituciones más relevantes y de los poderes
públicos que forman el Estado: la Corona, las Cortes Generales, el Gobierno, el Poder
Judicial, etc. Y, por otra parte, los derechos y libertades de los ciudadanos [la CE es una
verdadera declaración de derechos y libertades de todos los ciudadanos].

Desde una perspectiva formal


Esta segunda perspectiva hace referencia a cómo quedan reguladas estas materias en
la CE, se realiza mediante un texto legal único.

La CE tiene una verdadera dimensión ideológica


La CE de 1978 participa de la característica esencial del constitucionalismo: la previsión
de un orden político que garantice y proteja la libertad de los ciudadanos. Es por eso
por lo que la democracia se basa en la separación de poderes, porque si no nos
encontraríamos sumergidos en una dictadura:

● En el poder legislativo, quien tiene el poder son las cortes generales.


● En el poder ejecutivo, quien tiene el poder es el gobierno.
● En el poder judicial, tienen el poder los jueces y tribunales.

La CE de 1978 es un verdadero “sistema de valores”, dado que proclama, entre otros,


principios como la libertad, la igualdad, la justicia o el Estado de Derecho. Estos valores
alcanzarán a todo el ordenamiento jurídico español, así́ como a la actuación de todos
los poderes públicos, sin excepción.
La CE de 1978 tiene una efectiva fuerza vinculante
El Derecho Constitucional es un verdadero “Derecho”, que se convierte en verdaderas
reglas de comportamiento de los poderes públicos y de todos los ciudadanos.

El cumplimiento de los mandatos constitucionales es exigible por vías jurídicas. Es por


ello por lo que se han creado instituciones jurisdiccionales que exigen el cumplimiento
de los mandatos constitucionales: el Tribunal Constitucional es la institución destinada
a cumplir esta función en nuestro país.

La CE de 1978 centra con una cláusula derogativa de gran amplitud


La CE entró en rigor el 29 de diciembre de 1978.

Antes de la CE se seguían otras leyes, algunas como el derecho de huelga (norma


vigente desde 1977) se mantuvieron, y siguen en pie hoy en día. Las leyes que
chocaban con la CE, las que se oponían, quedaron derogadas, desaparecieron del
ordenamiento jurídico.

2. El carácter fundamental de la Constitución


La CE es el resultado de un proceso en el que se buscó́ establecer unos fundamentos
firmes y prácticamente inamovibles de la convivencia social y de la actuación de los
poderes públicos. Dichos fundamentos pueden alterarse, pero con mucha dificultad a
través de los procesos de reforma constitucional, sujetando a estos a estrictas normas
de comportamiento, y garantizando los derechos de los ciudadanos.

La voluntad de constituirse en norma fundamental del ordenamiento jurídico se


manifiesta, a modo de ejemplo, en lo siguiente:
1. La CE tiene una fuerza normativa directa, es decir, es directamente aplicable.

2. Todos los poderes públicos están sujetos a sus mandatos.

3. La reforma constitucional está sujeta a unos procedimientos más complejos


que los del resto de normas jurídicas. Esta es reformable, pero a través de unos
procedimientos que exigen un mayor acuerdo y consenso:
La Ley no puede modificar la Constitución.

4. Creación de un órgano encargado de velar por el cumplimiento de la


Constitución, esta es su función únicac y explusiva: el Tribunal Constitucional.

El carácter fundamental de la Constitución significa que sus mandatos quedan fuera de


la disponibilidad de las fuerzas políticas, de los partidos políticos que puedan ostentar
el poder en un momento determinado. Es decir, que no son alterables o modificables
por los poderes públicos, excepto siguiendo los procesos de reforma constitucional
establecidos en la propia CE.
La CE establece, en consecuencia, un conjunto de límites intocables por la acción
política, excepto que se reforme la Constitución tal y como ya se ha indicado. Dichos
ímites son el resultado del acuerdo del proceso constituyente y expresión de las
“reglas del juego” que deben de ser cumplidas por todos, y cuyo incumplimiento es
sancionada por órganos con competencia expresa para ello, el ya citado Tribunal
Constitucional.

3. La Constitución como sistema de valores


La Constitución, como norma fundamental, contiene una serie de criterios generales o
líneas directrices que alcanzan a todo el ordenamiento jurídico español, lo que supone
la fijación de unos elementos básicos indisponibles para los poderes públicos –no
pueden incumplirse por estos‒ y cuya garantía corresponde a los Tribunales de
Justicia, así como al propio Tribunal Constitucional.

Para designar estos criterios generales o líneas directrices, la Constitución emplea


términos como “valores” o “principios”.

En el artículo 1.1. España propugna como valores superiores de su ordenamiento


jurídico la libertad (hacer todo aquello permitido por la CE, done lo prohibido son sus
límites) y la igualdad (tratar a todos como iguales)

Ejemplo. Aquellos que cobran más, pagan más impuestos y, aquellos que cobran
menos, pagan menos impuestos. Esto se hace debido a que no sería justo que todos
pagaran lo mismo cuando no reciben las mismas cantidades de dinero.

Estos valores y principios se convierten en el fundamento de todo el ordenamiento


jurídico español, por lo que todas las leyes y resto de normas los deberán respetar.

Todas las normas jurídicas aprobadas en España deberán de ser interpretadas, por lo
que serán anuladas las leyes que vayan en contra de la CE o de sus valores y principios
fundamentales.

4. El carácter normativo de la Constitución y su posición en el ordenamiento jurídico


La Constitución Española: una verdadera norma jurídica
Afirmar que la Constitución tiene naturaleza normativa, es indicar que es una
verdadera norma jurídica. Todo aquello que este escrito por parte de la CE ha de ser
cumplido.

Significa, por tanto, que la Constitución es “auténtico Derecho” (= exigible. “Todos”


bajo sus mandatos y lo que vaya en contra quedará eliminado) integrado en el
ordenamiento jurídico de nuestro país, que ha de ser aplicada y que no se limita a
enumerar una serie de principios no vinculantes para los sujetos y los tribunales de
justicia (encargados de velar por el cumplimiento del ordenamiento jurídico).
Encontrar el carácter normativo en tres leyes:
1. El artículo 9.1 de la Constitución Española
Este establece, expresamente, que “los ciudadanos y los poderes públicos están
sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”.

La CE pretende vincular jurídicamente a todos los sujetos, públicos y privados,


es decir, los ciudadanos

En consecuencia, las normas recogidas en la Constitución son aplicables por


todos los tribunales, y por el Tribunal Constitucional, y vinculan a todos los
sujetos de Derecho.

2. La Disposición Derogatoria de la CE
Tal y como ya se ha indicado, la CE declaró derogada toda disposición o norma
que se oponga a lo establecido en la misma, lo que demuestra la plena eficacia
jurídica y naturaliza normativa de la misma.

3. Otras manifestaciones en el texto constitucional


La CE muestra, por ejemplo, su naturaleza normativa en todos aquellos casos
en los que admite su aplicación directa, sin precisar de leyes que desarrollen su
contenido:

Las libertades públicas y los derechos fundamentales en ella reconocidos son


directamente alegables ante los tribunales ordinarios y ante el Tribunal
Constitucional en su caso, según prevé el artículo 53.2 de la CE, sin necesidad
de desarrollo legal.

También son supuestos de directa aplicabilidad los preceptos constitucionales


que regulan la estructura organizativa de los poderes constitucionales, como
las Cortes General, el Gobierno, el TC.

La disposición de la norma constitucional en el ordenamiento jurídico


El artículo 9.1 de la CE subraya claramente el carácter destacado de la CE dentro del
ordenamiento jurídico, al señalar la vinculación de “todos” a la Constitución, por un
lado, como norma fundamental, y, al resto del ordenamiento jurídico, por otro.

La Constitución es, en consecuencia, la ley superior de este ordenamiento jurídico, una


ley que forma parte de este, pero ocupando su cúspide, posición superior que deriva
de su carácter de única norma primaria, directamente emanada del poder
constituyente.

Frente a la Constitución, en tanto que norma cuya validez deriva de una decisión del
poder constituyente, todas las demás normas integrantes del ordenamiento jurídico
son normas secundarias, pues su validez se fundamenta en la propia Constitución, al
estar elaboradas de acuerdo con las prescripciones de ésta, tanto respecto al
procedimiento como a su contenido material.
Es precisamente este carácter de la Constitución, ser el fundamento del
ordenamiento jurídico, el que explica y justifica su supremacía jerárquica formal
sobre todas las demás normas, y su resistencia y protección frente a las leyes
posteriores, que no pueden modificar en ningún caso la Constitución.

El control de constitucionalidad del resto y normas jurídicas:


Admitida la superioridad de la Constitución en tanto que obra del poder constituyente
a la que debe ajustarse la actuación de todos los poderes públicos, se impone la
necesidad de establecer un sistema de control de la constitucionalidad de las normas y
leyes, para evitar que estas contradigan cualquier precepto constitucional, sistema de
control que en el ordenamiento español realiza el Tribunal Constitucional, supremo
interprete de la Constitución.

La Constitución como norma jurídica primaria sobre la producción jurídica


El carácter fundamental y primario de la Constitución se manifiesta también en que la
Constitución regula el procedimiento de creación y modificación de las restantes
normas jurídicas del ordenamiento español.

La Constitución Española regula expresamente, en relación con las instituciones del


Estado, una amplia serie de potestades normativas, capacidad de dictar normas
jurídicas que forman el Derecho positivo español:

A. La potestad legislativa, atribuida a las Cortes Generales, y Parlamentos de las


CCAA, a las que otorga capacidad para dictar leyes, normas superiores del
ordenamiento jurídico, únicamente situadas por debajo de la CE (decretos
legislativos)

B. La potestad de dictar decretos-leyes, atribuida al Gobierno, al que la CE


autoriza para dictar, por razones de urgencia y necesidad, normas provisionales
con fuerza de Ley (decretos ley)

C. C. La potestad de dictar decretos legislativos, normas con fuerza de ley que


puede dictar el Gobierno previa atribución de las Cortes Generales.

D. La potestad reglamentaria, atribuida al Gobierno que capacita a este a dictar


normas de rango inferior a la ley ‒Reales Decretos y Órdenes Ministeriales‒.

La jerarquía de lo anterior es la siguiente:


1. CE
2. Leyes
3. Normas valor de ley 1. RD Ley
2. RD Legislativos
4. Reglamentos
5. La reforma de la Constitución
Inexistencia de límites materiales
No hay límites para la reforma constitucional, 169 artículos y todos se pueden
modificar. Los procedimientos son complejos, exigen unas mayorías parlamentarias
amplias.

La iniciativa de reforma constitucional


La iniciativa de reforma constitucional es la facultad de poner en marcha un proceso de
reforma de la Constitución.

La CE somete a la iniciativa de reforma a requisitos y condicionamientos comunes a


los dos procedimientos de reforma, el ordinario y el agravado, condicionantes que
hacen referencia a lo siguiente:

A. El momento de la reforma que puede iniciarse.

B. Los sujetos habilitados para hacerlo


1. Gobierno.
Envío del proyecto de reforma al Congreso de los Diputados para su
tramitación.

2. Congreso de los Diputados.


La podrán proponer dos grupos parlamentarios o la 5ª parte de los Diputados
(70 diputados)

3. Senado.
Un mínimo de 50 senadores que no pertenezcan a un mismo grupo
parlamentario.

4. Asambleas legislativas de las Comunidades Autónomas.


Posibilidad de solicitar al Gobierno la adopción de un proyecto de reforma o
bien remitir a la Mesa del Congreso una proposición de reforma constitucional.

Son meras propuestas, que no vinculan ni al Gobierno ni al Congreso de los


Diputados, que no están obligados a tramitarlas

6. Procedimiento ordinario de reforma


El procedimiento ordinario de reforma de la Constitución es más breve y sencillo. Este
se utilizará para todo aquello que no se debe reformar de manera obligada por el
procedimiento agravado (por descarte).

Ejemplos:
- En el año 92, entramos en la UE, se modificó el artículo 13.
- Se modificó el 135 en la última crisis.
Este procedimiento tiene, a su vez, diversas variantes que deben de ser estudiadas (3
modalidades):

MODALIDAD 1
El poder legislativo tiene dos cámaras distintas: Congreso (Cámara Baja) y Senado
(Cámara Alta). Como son mayorías distintas puede que no se pongan de acuerdo, que
uno vote que si se aprueba la ley y otro no apruebe la ley. Para solucionarlo se hace
una “comisión mixta” de composición paritaria de Diputados y Senadores, con 25
senadores y con 25 diputados, para buscar un acuerdo.

MODALIDAD 2
La CE prevé una segunda modalidad para el caso de que el texto sometido en las
Cámaras sea aprobado por ambas, pero se le baja la exigencia al Senado y se le sube la
exigencia al Congreso.

En este supuesto, siempre que la reforma obtenga en el Senado al menos el voto


favorable de la mayoría absoluta de sus miembros, el Congreso puede aprobar la
reforma si alcanza una mayoría de dos tercios.

MODALIDAD 3
La CE añade una tercera modalidad dentro del procedimiento ordinario, en la que se
contempla la intervención del electorado. Si la décima parte de los miembros de las
Cámaras solicita en los siguientes 15 días de la aprobación por las Cortes, la reforma ya
aprobada por las Cortes Generales ha de ser sometida a referéndum para.

7. Procedimiento agravado de reforma


Este segundo procedimiento, el procedimiento agravado, más rígido y complejo que el
ordinario, es obligado cuando la propuesta de reforma sea de alguna de las materias.

1. Una revisión total de la CE (cambiar toda la CE)


2. Cuando siendo una revisión parcial:
- Afecte al Título Preliminar.
- Afecte a los Derechos Fundamentales y Libertades Públicas.
- Afecte al Título II (La Corona), con el cambio de Monarquía a República

El procedimiento agravado de reforma constitucional


1. La decisión de efectuar una reforma de las que deben tramitarse por procedimiento
agravado ha de ser aprobada por mayoría de dos tercios de cada Cámara.

2. En caso de que la reforma constitucional sea aprobada por la citada mayoría en


ambas Cámaras, se ha de proceder a la inmediata disolución de las mismas y a la
realización de unas elecciones generales (se elegirán unas nuevas Cortes Generales)

3. Las Cámaras elegidas deben de ratificar la decisión de modificación constitucional,


bastando una mayoría simple de ambas Cámaras (más votos afirmativos que
negativos).
4. De ser así, han de proceder seguidamente al estudio del texto del proyecto o
proposición de reforma constitucional, que debe de ser aprobado en ambas Cámaras
por mayoría de dos tercios.

5. Una vez aprobada por las Cortes Generales, la reforma ha de ser sometida, en este
caso necesariamente, a referéndum para su ratificación, el referéndum es obligatorio
en todo caso.

*Conclusión
- Estas materias son muy importantes ya que solo se pueden modificar
exclusivamente a través de este procedimiento.

- Esta vez referéndum sí obligatorio.

8. Las mayorías parlamentarias en la CE

En la Constitución Española de 1978 se regulan 4 mayorías parlamentarias distintas,


organizadas de mejor a mayor nivel de exigencia en relación con el número de votos
favorables necesarios:

La Mayoría simple
Se exigen, para alcanzar dicha mayoría, más votos a favor que en contra de los
parlamentarios presentes en la sesión que se realiza la votación, exigiéndose, para este
tipo de votaciones, un quorum mínimo en la sesión correspondiente con “la asistencia
de la mayoría de sus miembros” para ser válida la votación,

Esta mayoría se corresponde con la mitad más uno de los miembros de cada una de las
Cámaras, 176 Diputados en el Congreso de un total de 350, y 133 Senadores en el
Senado, de un total de 265.

Ejemplos.
1) Sesión del Congreso o Senado
En esta asisten 200 Parlamentarios (se alcanza el quorum mínimo) y 102 votan
a favor, 20 se abstienen y 78 votan en contra: se alcanza la mayoría simple.

2) Sesión del Senado o Congreso


Aquí asisten 180 Parlamentarios (se alcanza el quorum mínimo) y 50 votan a
favor, 40 en contra y 90 se abstienen: se alcanza la mayoría simple –se emiten
más votos a favor que, en contra, dado que las abstenciones, 60 en este caso,
no computan.

3) Sesión del Senado o Congreso


Asisten 200 Parlamentarios (se alcanza el quorum mínimo) 40 votan a favor, 50
en contra y 110 se abstienen: no se alcanza la mayoría simple, se emiten más
votos en contra que, a favor, dado que, tal y como se ha indicado, las
abstenciones no computan.
La Mayoría absoluta
Se exige para alcanzarla mayoría absoluta en una votación parlamentaria, los votos a
favor de la mitad más uno de los miembros totales de la Cámara, estén presentes o no
en el momento de la votación:

- Congreso de los Diputados:


Si la cámara está compuesta por 350 Diputados, se exigirá el voto favorable de
176 Diputados para alcanzar la mayoría absoluta.

- Senado:
Si la cámara está compuesta por 265 Senadores, se exigirá el voto favorable de
133 Senadores para alcanzar la mayoría absoluta.

Mayoría cualificada de tres quintos [3/5]


Se exigen, para alcanzar dicha mayoría cualificada, los siguientes votos favorables en
relación con el número total de Parlamentarios de cada una de las dos Cámaras:

- Congreso de los Diputados:


Si la cámara está compuesta por 350 Diputados, se exigirá el voto favorable de
3 de cada 5 Diputados para alcanzar la mayoría de 3/5, es decir, un total de 210
votos favorables en todo caso (la mayoría absoluta son 176 votos favorables).

- Senado:
Si la cámara está compuesta por 265 Senadores, se exigirá el voto favorable de
3 de cada 5 Senadores para alcanzar la mayoría de 3/5, es decir, un total de 159
votos favorables en todo caso (la mayoría absoluta son 133 votos favorables).

Mayoría cualificada de dos tercios


Se exigen, para alcanzar dicha mayoría cualificada, los siguientes votos favorables en
relación con el número total de Parlamentarios de cada una de las dos Cámaras:

- Congreso de los Diputados


Si la cámara está compuesta por 350 Diputados, se exigirá el voto favorable de
2 de cada 3 Diputados para alcanzar la mayoría de 2/3. Es decir, un total de 234
votos favorables en todo caso (mayoría absoluta son 176 votos favorables).

- Senado
Si la cámara está compuesta por 265 Senadores, se exigirá el voto favorable de
2 de cada 3 Senadores para alcanzar la mayoría de 2/3. Es decir, un total de 177
votos favorables en todo caso (la mayoría absoluta son 133 votos favorables).
LECCIÓN 2. EL SISTEMA DE FUENTES EN LA CONSTITUCIÓN

Una vez estudiada la Constitución como norma jurídica fundamental en el


ordenamiento jurídico de nuestro país

1.Fuentes del Derecho: La Constitución y el Código Civil


El término de fuentes del derecho hace referencia a las distintas manifestaciones del
derecho en un ordenamiento jurídico dado (como puede ser el español), o lo que es lo
misma, a las (A) diversas normas y (B) demás elementos que integran un
ordenamiento jurídico, como son las leyes, los decretos, etc.

¿Cuáles son las fuentes del derecho?


¿Cuál es la prelación y la relación que se establece entre ellas?

Por su importancia, es una materia cuyos rasgos esenciales parece que deberían
encontrarse, en buena lógica, en la propia CE, al ser ésta la norma fundamental del
ordenamiento en la cual se regula la creación del derecho por parte del Estado

No obstante, por razones de tradición histórica, en el ordenamiento jurídico español la


enumeración de las diversas fuentes y su prelación se encuentra en el Código Civil.

Las establecidas son:


1. La ley (“cualquier norma escrita”). El concepto de “Ley” como fuente del
derecho alcanza cualquier norma escrita.

2. La costumbre, a la cual se acude si no hay ley. Son, en consecuencia, las normas


creadas e impuestas por el uso social

Ejemplo. Los agricultores te hacen pagar una sanción por incumplimiento, no


está establecida como una ley o norma, pero es una costumbre.

3. Los principios generales del derecho, al que se acude si no hay ley ni


costumbre. Son “las ideas fundamentales e informadoras de la organización
jurídica de la nación”

Ejemplo. El primero que lo ve se lo lleva.


El que más dinero debe, hace lo que no debe

Orden de prelación de las Fuentes del Derecho


Primero se aplica la ley, que hay que entender como equivalente a “norma escrita” y,
posteriormente, y en defecto de ley, se aplica la costumbre y, finalmente, en defecto
de dos las anteriores, se aplicarían los principios generales del derecho

La jurisprudencia del Tribunal supremo y del tribunal constitucional como fuente del
derecho
- El Código Civil reconoce a la jurisprudencia emanada del Tribunal supremo
(sentencias dictadas por el TS) el carácter de fuente del derecho
- Por último, hay que incluir como fuente del derecho la jurisprudencia que se
dicte por parte del Tribunal Constitucional (sentencias dictadas por el TC)

2. Principios constitucionales
La constitución, como norma en la que se fundamenta todo el ordenamiento jurídico,
enuncia los principios básicos por los que se rige el propio ordenamiento jurídico en el
apartado tercero del artículo 9. Conocemos 7 principios constitucionales básicos:

Sobre el ordenamiento jurídico (1 pp.)


“SEGURIDAD JURÍDICA” = regularidad o conformidad a Derecho y la previsibilidad
Es el principio de alcance más general, y de él son instrumentales algunos de los otros
principios enunciados en el artículo 9.3 de la Constitución.

El objetivo que marca este primer principio es que la vida jurídica adquiera un
aceptable grado de seguridad que, en último extremo, se funda en la respuesta
relativamente previsible que puede esperarse de los tribunales en caso de que
cualquier sujeto de Derecho, público o privado, infrinja el ordenamiento jurídico, así́
como en el efecto disuasorio de dicha potencial respuesta judicial respecto a ulteriores
infracciones de este.

Sobre la estructura del ordenamiento (1 pp.)


“JERARQUÍA NORMATIVA”
Es el principio estructural esencial para dotar al ordenamiento jurídico de seguridad
jurídica.

Existen diversas categorías de normas jurídicas, cada una con un rango determinado, y
las mismas se relacionan jerárquicamente entre sí, de tal manera que las de superior
rango prevalecen, en caso de conflicto, sobre las de rango inferior, las cuales en ningún
caso pueden contradecir a aquellas

En relación con las normas que ostentan el mismo rango, estas poseen la misma fuerza
normativa y, en caso de contradicción insalvable, prevalece la posterior, la última que
se haya aprobado, ya que se entenderá́ que ha dejado sin efecto la anterior.

Esta estructura jerarquizada tiene una forma piramidal cuya cúspide es la Constitución,
norma suprema que se impone a todas las demás.

- Una norma que contradiga a una de rango superior no tiene fuerza normativa
para derogarla y adolece de invalidez

- El principio de jerarquía normativa es de importancia decisiva para determinar


la vigencia temporal de las normas. Así, la eficacia derogatoria de una norma se
proyecta exclusivamente sobre las normas de igual o inferior rango jerárquico
Sobre la eficacia del ordenamiento (2 pp.)
“PUBLICIDAD DE LAS NORMAS”
Este principio consiste en la exigencia de que todas las normas han de ser dadas a
conocer públicamente antes de que pueda reclamarse su cumplimiento general.

La publicidad se alcanza en todos los estados contemporáneos mediante su


publicación en un medio oficial conocido y accesible, como, en el caso de España, el
BOE. No puede concebirse la noción de obligación jurídica, exigible a los ciudadanos,
sin que estos tengan la posibilidad de conocer las normas que imponen tales
obligaciones.

Desde de punto de vista de los valores y principios del ordenamiento jurídico en un


Estado de Derecho, la publicidad de las normas es condición indispensable tanto para
la seguridad jurídica como para la justicia, puesto que sin publicidad no estaría
garantizada la posibilidad de conocimiento de las normas y obligaciones, quedando a
merced de un poder arbitrario e irresponsable.

En última instancia, y dada la complejidad de los ordenamientos jurídicos de los


Estados modernos, el Estado se limita a asegurar la posibilidad de tal conocimiento, y
lo hace a través de la publicidad de las normas en publicaciones oficiales, como el BOE.

“IRRETROACTIVIDAD DE LAS DISPOSICIONES SANCIONADORAS NO FAVORABLES O


RESTRICTIVAS DE DERECHOS”
El primer inciso de este principio constitucional sobre la irretroactividad de las
disposiciones “sancionadoras no favorables”, se mueve en el ámbito específico del
derecho sancionador y afecta, por consiguiente, al derecho penal (delitos) y al derecho
administrativo sancionador (infracciones administrativas).
……
Definición:
La retroactividad ocasiona que va hacia atrás en el tiempo, es decir, hoy se aprueba,
pero se aplica en su pasado también.

Ejemplo. Teníamos una paga de 40 euros, pero nuestros padres nos dicen que ahora va
a ser de 20 euros
……
La irretroactividad ocasiona una imposibilidad de que las normas sancionadoras o no
favorables tengan efectos hacía atrás en el tiempo, es decir, se aprueba hoy pero no se
va a aplicar para su pasado.

Este principio se fundamenta en el hecho de que el legislador sí que tiene capacidad


para dotar leyes de eficacia retroactiva, siempre que esta ley o no perjudique, o sea
favorable para los ciudadanos. Si bien la retroactividad debe de contemplarse
expresamente en la propia ley, pues de lo contario las normas sólo poseen efecto pro-
futuro.
Esta posibilidad del legislador de dotar a una ley de efectos retroactivos sólo encuentra
el límite formulado por este principio constitucional, que impide que se sancione una
acción con normas más duras que aquellas vigentes cuando cometió́ la infracción.

Por un lado, la ley favorable para los ciudadanos, que amplía derechos o elimina
infracciones o delitos puede ser retroactiva, ya que puede tener efectos para hechos
anteriores a su publicación. Por otra parte, la ley desfavorable para los ciudadanos,
que reduce derechos o crea nuevas infracciones o delitos son siempre irretroactivas,
ya que no puede tener efectos para hechos anteriores a su publicación.

Sobre la actuación de los poderes públicos (3 pp.)


“LEGALIDAD”
Supone, en su formulación más genérica, que todos los poderes públicos, y también los
ciudadanos, se encuentran sometidos a la ley, sin prejuicio de la superior posición de la
CE (constitución española), como voluntad del poder constituyente y norma superior
del ordenamiento jurídico.

La primacía del derecho comunitario, derecho aprobado por la UE, obliga a los jueces y
tribunales nacionales a no aplicar cualquier norma interna, incluidas las leyes, en caso
de contradicción con el derecho comunitario - o, en caso de duda, a presentar una
cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la UE –

Ejemplo. Antes se podía fumar en cualquier lado, como, por ejemplo, en las
bibliotecas. Pero Europa quiso prohibir esto y, como el derecho europeo prevalece
sobre el derecho nacional, hoy en día fumar, por ejemplo, dentro de los bares, se
encuentra totalmente prohibido.

“INTERDICCIÓN DE LA ARBITRARIEDAD”
Consagra la proposición (prohibición) de toda actuación carente de justificación o que
pueda ser “arbitraria” realizada por los poderes públicos

Los poderes públicos solo pueden actuar para cumplir los objetivos encomendados por
el ordenamiento jurídico y en beneficio del interés general, de acuerdo con los
procedimientos que la ley marca, y con respeto a los principios y valores
constitucionales y legales. Este seguimiento de la ley, más específicamente la
constitución, permite excluir todo tipo de comportamientos arbitrarios de estos
poderes públicos.

Ejemplo. No podemos meter en la cárcel a una persona inocente solo porque a


nosotros nos parezca que se lo merece, ya que esto es un comportamiento arbitrario
que no se encuentra justificado. Para poder meter en la cárcel a una persona se deben
de seguir una serie de procedimientos, de forma que esto se leve de forma justa y
totalmente legal, para asegurarnos de que no culpamos a un inocente o que se le juzga
mal.
“RESPONSABILIDAD”
Es el lógico corolario de los principios anteriores estudiados.

Los poderes públicos están obligados a actuar de acuerdo con la constitución y las
leyes, por lo que su incumplimiento comporta una reacción del ordenamiento jurídico.
Esta reacción puede ser de tipo sancionador, respecto a las personas responsables de
infracciones administrativas o penales, como de carácter indemnizatorio, en beneficio
de los ciudadanos que hayan podido resultar perjudicados por tal actuación.

En consecuencia, este principio requiere que el ordenamiento debe contar con


mecanismos de exigencia de responsabilidad por los particulares frente a los poderes
públicos.

Al final esto se resume en tres ideas:


1. Poder legislativo.
Los particulares no pueden impugnar las leyes, ya que solo puede controlar y
anular las leyes el Tribunal Constitucional

2. Poder Ejecutivo y resto de Sector Público.


La CE establece el principio de responsabilidad directa de la Administración por
toda lesión que sufran los particulares en sus bienes y derechos, excepto en los
casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del
funcionamiento de los servicios públicos

3. Poder Judicial.
La CE establece que los jueces y magistrados que integran el poder judicial son
“responsables”. También establece que los daños causados por error judicial,
así como los que sean consecuencia del funcionamiento anormal de la
Administración de justicia, darán derecho a indemnización

3. La ley
La función legislativa
La función legislativa puede definirse como aquella cuyo objetivo es la elaboración de
normas (leyes), expresión de la voluntad popular, y cuya fuerza prevalece sobre
cualquier otra fuente jurídica, quedando sólo sometida a la Constitución en cuanto,
esta última, voluntad y expresión del poder constituyente.

La función legislativa se ejerce ordinariamente por órganos del Estado de carácter


representativo (Congreso y Senado) o, extraordinariamente, por otros órganos (el
Gobierno) que pueden dictar, dentro de ciertos límites, normas dotadas de igual fuerza
que las leyes −normas con fuerza o valor de Ley−.

La potestad legislativa es precisamente la concreta facultad jurídica que habilita para el


ejercicio de la función de elaborar leyes. La Constitución la atribuye a las Cortes
Generales (Congreso y Senado).
La ley, como norma suprema, está sometida únicamente a la Constitución, y no puede
ser atacada por ningún poder ni por ningún particular, y sólo será́ controlada por el
Tribunal Constitucional.

Leyes del estado y leyes de las comunidades autónomas


Debido a la estructura territorial del Estado Español, la función legislativa no
corresponde, en nuestro sistema constitucional, únicamente a las Cortes Generales.

La existencia de Comunidades Autónomas dotadas de autonomía política y con


Parlamentos propios, hace que la Constitución atribuya también potestad legislativa a
los Parlamentos de dichas Comunidades Autónomas.

Las leyes del Estado y las leyes de las Comunidades Autónomas poseen el mismo rango
y fuerza, pero tienen acotado un ámbito territorial de eficacia propio. Así como
también tienen un campo material específico (qué materias van a poder desarrollar)
determinado por el bloque de la constitucionalidad (conjunto normativo integrado por
la Constitución), los Estatutos de Autonomía y determinadas leyes estatales
distributivas de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas.

Ejemplo de ámbito territorial propio


- Una ley aprobada por el Estado − por las Cortes Generales, Congreso y Senado −
tendrá́, con carácter general, validez en toda España.

- Una ley aprobada por el Parlamento de la Comunidad Valenciana − o por el


Parlamento de cualquiera de las 17 comunidades autónomas españolas −, tendrá́
validez, únicamente, en el territorio de la Comunidad Valenciana −o en la comunidad
autónoma correspondiente−.

Ejemplo de ámbito material específico


- Una ley aprobada por el Estado tendrá́ que desarrollar, con carácter general, las
competencias que la Constitución reserva al Estado.

- Una ley aprobada por la Comunidad Valenciana tendrá́ que desarrollar alguna
de las materias recogidas como competencias propias en el Estatuto de
Autonomía de la Comunidad Valenciana.

…..
ESTATUTO DE AUTONOMÍA
Todas las comunidades autónomas – y las dos ciudades autónomas – han aprobado su
correspondiente Estatuto de Autonomía, norma institucional básica de una comunidad
o ciudad autónomas en la que se regula, entre otras materias, las competencias que
puede desarrollar cada CCAA, es decir, aquellas materias en relación con las que podrá́
aprobar leyes aplicables únicamente en la CCAA correspondiente.
…..
La ley en la constitución
Desde una perspectiva política, la ley, elaborada por el poder legislativo, que es el que
ostenta la representación del pueblo, constituye la expresión de la voluntad popular.

En un plano normativo, es la norma situada directamente por debajo de la


Constitución, y a la cual se subordinan todas las demás que integran el ordenamiento,
por lo que constituye la categoría normativa básica del ordenamiento jurídico.

A. La ley como expresión de la voluntad popular


La ley es, además de la Constitución, la única norma del ordenamiento que goza de
directa legitimidad democrática, puesto que es producto inmediato de la actividad
normativa de la representación del pueblo, es decir, de las Cortes Generales.

B. La ley y su relación con la Constitución


Desde un punto de vista normativo, la ley es la fuente básica del ordenamiento. Es
la categoría normativa inmediatamente subordinada a la Constitución.

C. Reserva de ley
La Constitución reserva determinadas materias para ser reguladas, de una manera
más o menos completa, por ley: es lo que se denomina la “reserva de ley”.

Se trata de una garantía constitucional destinada a asegurar que determinadas


materias de especial importancia sean directamente reguladas por el titular
ordinario de la potestad legislativa, esto es, por las Cortes Generales o, al menos,
por normas de igual rango y fuerza que la ley parlamentaria.

Leyes orgánicas
Son leyes orgánicas aquellas que versan sobre determinadas materias prefijadas de
antemano por la propia Constitución y que tienen un procedimiento especial de
aprobación, también expresamente previsto en la Carta Magna [leyes ordinarias son
todas las restantes, sean aprobadas por el Estado o por las Comunidades Autónomas].

1. Regulación.
Artículo 81 Constitución Española

2. Materias que deben ser reguladas por ley orgánica.


Relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y de las libertades
públicas, las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral
general, así como las demás previstas en la Constitución.

Hay una veintena de remisiones a ley orgánica en el texto constitucional. La


mayoría tiene que ver con la organización institucional y territorial del Estado.

3. Procedimiento de aprobación.
La aprobación, modificación o derogación de leyes orgánicas exigirá mayoría
absoluta del Congreso, en una votación final sobre el conjunto del proyecto.
En esta votación se exige el voto favorable de la mitad + 1 de la totalidad de las
Diputados o Senadores, que legalmente son miembros del órgano de que se
trate, presentes o no

4. Principio de competencia. – idea final


Las leyes orgánicas solo pueden aprobarse por las Cortes Generales (Congreso y
Senado), es decir, por el Estado, y en ningún caso por las Comunidades
Autónomas.

Leyes ordinarias
Son leyes ordinarias el resto de las leyes que no desarrollan materias que están
reservadas a la ley orgánica (es el tipo general y habitual de ley)

1. Regulación
Capítulo Segundo del Título III de la Constitución Española

2. Materias que deben ser regulada por ley ordinaria


Cualquier materia que pueda ser regulada por Ley – y no esté reservada a la ley
orgánica –.

3. Procedimiento de aprobación
La aprobación, modificación o derogación de leyes ordinarias requerirá́, con
carácter general, mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra de
los Diputados o Senadores presentes en una sesión, a la que deberán asistir el
quórum legalmente necesario.

4. Principio de competencia
Las leyes ordinarias pueden aprobarse tanto por las Cortes Generales
(Congreso y Senado), como por los Parlamentos de las Comunidades
Autónomas.

Relación entre leyes orgánicas y leyes ordinarias


Las leyes orgánicas y ordinarias poseen el mismo rango y fuerza de ley. La relación
entre ambas categorías de leyes puede explicarse, aunque no es una cuestión
doctrinalmente pacífica, por medio del principio de competencia.

De acuerdo con este principio, ambos tipos de leyes se despliegan sobre un ámbito
material determinado, que son unas materias concretas y determinadas, que es
distinto para cada tipo de ley, y que están previstas por la propia Constitución.

Así se justifica, no solo, por un lado, la imposibilidad de que las leyes ordinarias
modifiquen lo establecido por las leyes orgánicas, que podría explicarse en el principio
de jerarquía. Sino también, por otro lado, la paralela imposibilidad de que la ley
orgánica regule materias no comprendidas en la relación taxativa prevista en la CE
para este tipo de normas, o en las remisiones que se encuentran en el texto
constitucional con relación a materias reservadas a ley orgánica.
4. Los derechos legislativos
Introducción
Si la ley es la categoría normativa básica del ordenamiento, la Constitución contempla
también la existencia de otras normas que, sin ser leyes ni proceder de las Cortes
Generales (Congreso y Senado), tienen su mismo rango y fuerza.

Tales normas se dictan en virtud de potestades que integran también la función


legislativa del Estado y que se atribuyen al Gobierno, quien las ejerce en supuestos
tasados en la Constitución y sometido a un estricto control parlamentario.

El Gobierno, en última instancia, va a contar con la posibilidad de dictar normas con


fuerza de ley sometidas, en todo caso, a control parlamentario del poder legislativo, es
decir, de las Cortes Generales ‒ Congreso o senado ‒.

Estas normas con rango y fuerza de ley, que no se dictan por las Cortes Generales sino
por el Gobierno, son las siguientes:

- La denominada “legislación delegada”


Los Reales Decretos Legislativos, con delegación o autorización previa de las
Cortes Generales, es decir, control previo

- La denominada “legislación de urgencia”


Los Real Decreto-Ley, sin necesidad de delegación o autorización previa de las
Cortes Generales, pero con control posterior

Los reales decretos legislativos


Los decretos legislativos son normas con fuerza de ley dictadas por el Gobierno, en
virtud de una previa autorización expresa de las Cortes Generales, autorización
denominada delegación legislativa.

La delegación legislativa permite a las Cortes atribuir al Gobierno, mediante una “ley
de delegación”, la potestad de dictar una norma con fuerza de ley, denominada Real
Decreto Legislativo, todo ello en los términos previstos en la propia ley de delegación y
dentro de los límites y requisitos contemplados en la Constitución.

Características generales
1. Fundamento de la delegación legislativa
El fundamento reside, principalmente, en la conveniencia de contar con la
colaboración del Gobierno en la función legislativa en supuestos de leyes de
gran extensión o complejidad

2. Tipos de delegaciones legislativas.


La Constitución prevé́ dos tipos de delegación
Dos tipos de “ley de delegación”:

- Mediante una Ley de Bases


Las leyes de bases consisten en una serie de principios sobre los aspectos
esenciales de la regulación a elaborar que tienen como objetivo la formación de
textos articulados

- Mediante una Ley ordinaria


Tiene por finalidad refundir varios textos legales en uno solo, que son los
denominados textos refundidos

3. Límites de la delegación legislativa:

A. Debe otorgarse de forma expresa por las Cortes al Gobierno, a través de


una ley de bases o de una ley ordinaria – de una ley de delegación –.

B. La delegación realizada por las Cortes al Gobierno no puede subdelegarse,


es decir, el Gobierno no puede delegarla en ninguna institución.

C. La delegación ha se ser para una materia concreta.

D. La delegación debe fijar un plazo para su ejercicio transcurrido el cual decae


la delegación, que no puede ser por tiempo indeterminado y debe de ser
para una sola vez (una Delegación equivale a un Decreto Legislativo).

E. La delegación legislativa no podrá́ versar sobre materias reservadas a la Ley


Orgánica.

Ejemplos de reales decretos legislativos


A. Delegación mediante “Ley de Bases” (para textos articulados):
La regulación del tráfico y la seguridad vial

B. Delegación mediante “Ley ordinaria” (para textos refundidos):


Texto refundido de la ley general de la seguridad social

5. Los Derechos-Ley
Los decretos-leyes son normas con fuerza de ley dictadas por el Gobierno en caso de
urgencia (caso de extraordinaria y urgente necesidad) – la denominada legislación de
urgencia –

La constitución contempla expresamente dicha potestad en su artículo 86,


circunscribiendo con detalle el alcance de esta potestad normativa y los
correspondientes controles.

Como principal diferencia, respecto a la delegación legislativa, puede señalarse que es


la propia Constitución l que atribuye directamente al Gobierno la potestad de dictar
decretos-leyes, delimitando los supuestos en que puede hacerlo.
Características generales de los Real Decreto-Ley
1. Fundamento de la legislación de urgencia
La circunstancia que habilita al Gobierno para hacer uso de esta potestad normativa
sin previa intervención del poder legislativo – de las Cortes Generales -, denominada,
doctrinalmente, “hecho habilitante”, es la existencia de una extraordinaria y urgente
necesidad.

Esta situación ha sido definida por el Tribunal Constitucional “como una situación
imprevista, más o menos grave, pero que requiere o hace conveniente una actuación
normativa de urgencia que no admite la dilación que comporta la intervención del
poder legislativo” de las Cortes Generales.

2. Características de los Reales Decretos-Ley


a) Los decretos-ley son “disposiciones legislativas provisionales” que entran en
vigor de manera inmediata (posee vigencia inmediata) tras su promulgación y
consiguiente publicación.

b) El Decreto-Ley recién publicado debe ser sometido “inmediatamente” a debate


y votación de totalidad en el Congreso de los Diputados en un plazo máximo de
30 días, desde su publicación

Si el Congreso no estuviese reunido, deberá ser convocado en dicho plazo, y si


estuviese disuelto o hubiese expirado su mandato, será la Diputación
Permanente la que ejerza el control.

c) Dentro del plazo de 30 días, desde su publicación, el Decreto-Ley deberá ser


convalidado o derogado:

1. En caso de convalidación
La norma sigue en vigor, como tal Decreto-Ley, ahora ya sin la nota
de provisionalidad, pero sin convertirse en una verdadera ley

2. En caso de derogación
La norma desaparecerá del ordenamiento jurídico, si bien los efectos
producidos durante el período en el que haya estado vigente serán,
con carácter general, plenamente válidos.

3. Materias excluidas del Real Decreto-Ley


No podrán afectar al ordenamiento de las instituciones básicas del Estado, a los
derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I de la CE, al
régimen de las Comunidades Autónomas ni al Derecho electoral general.

4. Conversión la ley
La Constitución prevé́ que durante el plazo citado de 30 días “las Cortes podrán
tramitarlos como proyectos de ley por el procedimiento de urgencia”, siempre y
cuando previamente hayan sido convalidados.
5. Control de legalidad de los Real Decretos-Ley
El control del ajuste a derecho de los Decretos-Ley una vez han sido convalidados
corresponde, en exclusiva, al Tribunal Constitucional.

6. La potestad reglamentaria: decretos y órdenes


La potestad reglamentaria se define como la facultad atribuida al poder ejecutivo, es
decir, el Gobierno (formado por el presidente del Gobierno y los ministros), de dictar
normas de aplicación general, de rango inferior a las leyes, por lo común en desarrollo
o aplicación de estas, los denominados reglamentos (Reales Decretos, Órdenes
Ministeriales y otras disposiciones dictadas por órganos administrativos).

La Constitución atribuye al Gobierno la potestad reglamentaria, disponiendo en citado


precepto que “el Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y
militar y la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria,
de acuerdo con la Constitución y las leyes”.

La potestad reglamentaria se ha convertido en una verdadera técnica de colaboración


normativa del Gobierno con las Cortes Generales, en cuanto que estas se limitan en
muchos casos a elaborar las grandes líneas de la regulación de una materia, y deja al
poder ejecutivo la articulación precisa y detallada de la misma

Si bien excepcionalmente y en determinadas materias, como pueden ser el ámbito de


la economía o la tecnología, se pueden encontrar reglamentos que no se dictan en
desarrollo de leyes, sino que regulan ex novo algunas cuestiones concretas de estas
materias.

Tipos de reglamentos por su utilidad


1. Reglamentos de ejecución
La potestad reglamentaria faculta al Gobierno, sin necesidad de habilitación
legal especifica, a desarrollar reglamentariamente una ley en lo que sea
necesario para la efectiva vigencia de sus preceptos

Todo ello a través de la aprobación de los correspondientes reglamentos de


ejecución, que se limitan a desarrollar y permitir la ejecución de las normas
legales, es decir, contribuyen a hacer posible la ejecución de estas
desarrollándolas y complementándolas.

2. Reglamentos independientes
Tal y como ya se ha indicado, en determinados ámbitos pueden encontrarse
reglamentos independientes que no desarrollen ninguna ley, sino que regulen
directamente determinadas materias ex novo (en todo o en parte), al menos
hasta la intervención del legislador.

Titularidad y forma: decretos y órdenes


La atribución constitucional de la potestad reglamentaria se realiza de forma expresa
en favor del Gobierno, quien encabeza el poder ejecutivo.
Ahora bien, el Gobierno actúa mediante diversos órganos:
A- Presidente del Gobierno
El instrumento jurídico utilizado por el presidente será́ el Real Decreto, cuando
se trate de crear, modificar o suprimir los Departamentos ministeriales o las
Secretarias de Estado, así́ como la estructura orgánica de la Presidencia del
Gobierno.

B- Consejo de ministros (“órganos individuales”)


El instrumento jurídico utilizado será́ el Real Decreto. Se trata de reglamentos
de desarrollo o complemento de leyes, o para aquellos casos en los que se
superan las competencias de un Ministerio [un reglamento que alcance a
materias que son competencia de dos o más ministerios].

C- A los ministros (“órgano colegiado”)


Les corresponde ejercer la potestad reglamentaria en las materias propias de su
departamento, competencia que se ejerce mediante la aprobación de ordenes
ministeriales y resoluciones.

Otras características
1. Norma jurídica: son normas de aplicación general, es decir, un instrumento jurídico,
de rango inferior a la ley y subordinadas a estas.

2. Reserva de ley: los reglamentos no pueden regular materias reservadas a la ley, ya


sea ordinaria u orgánica.

3. Control de la potestad reglamentaria: el control del ejercicio de la potestad


reglamentaria corresponde a los tribunales ordinarios [y al TC en su caso].
LECCIÓN 3. ORDENAMIENTO ESTATAL Y ORGANIZACIONES
SUPRANACIONALES: La Unión Europea

1. Los tratados internacionales


Durante los siglos XX y XXI la actividad política, económica, cultural, social, etc. ha
intensificado su dimensión internacional superando las barreras nacionales. Esta
“internacionalización” de la vida pública ha repercutido de manera evidente, no sólo
en las relaciones entre los estados, sino, también, en la propia organización interna del
poder público y su ordenamiento jurídico.

Una de las consecuencias más importantes de esa “internacionalización” es la


creciente importancia que adquieren las normas convencionales o tratados
internacionales como fuente del derecho, al regular múltiples aspectos de la realidad
de un país.

Un tratado internacional supone la asunción por parte de sus signatarios [firmantes]


de las obligaciones derivadas del mismo.

Todo tratado tiene una doble dimensión jurídica, la nacional y la internacional:


1.- La dimensión nacional −dimensión interna− de los tratados implica la aceptación de
los efectos internos derivados del compromiso tanto para los poderes públicos
nacionales como, eventualmente, para los ciudadanos.

2.- La dimensión internacional implica la negociación previa a la firma y ratificación, es


decir, el procedimiento de elaboración del primer texto del tratado, así́ como la
responsabilidad que asume el Estado de cumplir lo pactado, hechos que se despliegan
y tienen efectos en el ámbito internacional.

Ejemplos de tratados internacionales.


- ONU - Declaración Universal de Derechos Humanos (entre otros)
- OTAN - Tratado del Atlántico Norte (militar)
- Tratado sobre el espacio ultraterrestre o tratado sobre el espacio exterior
- Acuerdo entre el Reino de España y la Asociación internacional del Transporte
Aéreo (IATA)

Los tratados Internacionales y la Constitución


La Constitución Española ha regulado expresamente los procedimientos de conclusión
y las reglas tendentes a articular los tratados internacionales en el seno del
ordenamiento jurídico español, en el Capítulo III (De los Tratados Internacionales) del
Título III (Las Cortes Generales) del Texto Fundamental.

“A. El procedimiento de conclusión de los tratados internacionales”


El ejercicio de la potestad de concluir tratados internacionales corresponde al
Gobierno de la Nación. El Gobierno prepara, negocia y concluye los tratados, si bien,
formalmente, la firma definitiva del mismo corresponde al Rey, ya que es el jefe del
Estado.
No obstante, la CE ha previsto la participación de las Cortes Generales en el proceso de
celebración de los tratados, entre otras razones, porque así́ se refuerza la legitimidad
democrática de este tipo de normas jurídicas.

Sin embargo, esa intervención del poder legislativo, de las Cortes Generales, no es
igual en todos los tratados internacionales. Los artículos 93 y 94 de la CE distinguen
tres tipos de tratados atendiendo a su mayor o menor trascendencia, modulando la
intervención de las Cortes de acuerdo con esa importancia:

1- El artículo 93 CE regula la participación obligatoria de las Cortes Generales para


la conclusión de aquellos tratados.

Mediante este tipo de tratados, pensados especialmente para la integración de


España en la Unión Europea, se produce una auténtica cesión del ejercicio de la
soberanía a un ente supranacional.

En España, sólo en cuatro ocasiones ha sido utilizado el art. 93 para la


autorización de un tratado internacional: para la adhesión de España a los
tratados constitutivos de las Comunidades Europeas, y para la ratificación
española de los tratados modificativos de aquéllos, así como para la ratificación
por España del Estatuto de la Corte Penal Internacional.

La celebración de estos tratados de integración deberá autorizarse por las


Cortes Generales mediante Ley Orgánica.

2- El artículo 94.1 de la CE establece un segundo procedimiento de participación


de las Cortes Generales, para el caso de tratados que se encuadren en alguno
de estos supuestos [ver artículo 94.1]:

La celebración de estos tratados exigirá́ la autorización parlamentaria al


Gobierno, otorgada por ambas Cámaras. Dicha autorización se otorgará a
través de un procedimiento especial regulado en los Reglamentos del Congreso
y del Senado.

3- Por último, el artículo 94.2 de la CE establece, como tercer procedimiento


interno de conclusión de tratados, que el Gobierno sólo debe informar a las
Cámaras de dicha conclusión. Este se define como un procedimiento residual
para tratados de importancia menor.

“B. Los tratados internacionales como fuente del Derecho (reglas jurídicas)”
1. Los tratados internacionales
La particularidad de los tratados internacionales, en cuanto fuerte del Derecho, reside
en que no son productos de voluntad del Estado, sino consecuencias del acuerdo entre
el Estado y otro u otros sujetos de derecho internacional, generalmente otros estados,
pero pueden ser también organizaciones internacionales como la ONU, UE, OTAN, etc.
2. La eficacia de los tratados internacionales
El tratado obliga desde que el Estado lo ratifica mediante la firma del jefe del Estado
−el Rey−. Sin embargo, desde el punto de vista interno, dicha eficacia sólo puede
desplegarse desde que se produce su publicación oficial en el BOE, momento en el cual
se incorpora plenamente al ordenamiento jurídico interno.

3. Su posición dentro del sistema de “Fuentes del derecho”


a) Los tratados internacionales están sujetos únicamente a la Constitución, en cuanto
norma suprema, que es del ordenamiento jurídico.

b) El artículo 95 de la CE establece que: “La celebración de un tratado internacional


que contenga estipulaciones contrarias a la Constitución exigirá́ la previa revisión
constitucional” (confirmación de la supremacía de la CE sobre el tratado internacional).

La contradicción entre un tratado y la Constitución impide la ratificación del tratado,


por lo que, si quiere llevarse a cabo dicha ratificación, la Constitución debe modificarse
y adaptarse a contenido de éste.

c) El artículo 96 de la CE establece que las disposiciones de los tratados


internacionales: “sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma
prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales de Derecho
Internacional”.

1- Una vez que se aprueban los tratados permanecen inmunes frente a cualquier
otra fuente del Derecho interna, pues solo las voluntades de los que
concertaron un tratado −la voluntad de los Estados firmantes−, pueden
concertar su derogación o modificación.

2- Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales, válidamente


celebrados y publicados oficialmente prevalecerán sobre cualquier otra norma
del ordenamiento interno en caso de conflicto con ellas, salvo las normas de
rango constitucional, por lo que, ante un conflicto entre una ley y un tratado
internacional válidamente celebrado, debe aplicarse preferentemente el
tratado, siendo su eficacia prevalente.

2. La integración supranacional: su sentido constitucional


Una de las manifestaciones más claras de la internacionalización de la vida pública es la
proliferación de organizaciones internacionales en las que se integran los Estados de
cara a la mejor resolución de sus problemas generales o sectoriales, y con ámbito
mundial, continental o regional [UE, ONU, OTAN, etc.]

A- La integración supranacional supone una revisión de la tradicional concepción


de la soberanía del Estado, puesto que implica que ciertos poderes son
ejercidos por el ente supranacional, ente distinto de los concretos Estados que
lo conforman.
B- Desde el punto de vista jurídico, las organizaciones supranacionales se
caracterizan por crear un auténtico ordenamiento jurídico −Tratados
Internacionales−, que despliega sus efectos de manera directa en los distintos
Estados que forman la organización.

El legislador constituyente, consciente de la necesidad de superar el marco estatal y de


la necesidad de que España participase en estos nuevos foros internacionales, previó el
instrumento constitucional que permitiera llevar a cabo esa integración, regulándolo
en el artículo 93 de la Constitución: “Mediante ley orgánica se podrá autorizar la
celebración de tratados por los que se atribuya a una organización internacional el
ejercicio de competencias derivadas de la Constitución”.

Dicho de otra manera, mediante la celebración de un tratado internacional de estas


específicas características - tratados por los que España atribuya a una organización
internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución. España cede
parte de su soberanía a la organización supranacional que, a partir de ese momento,
ejerce actuaciones típicamente estatales de naturaleza legislativa, ejecutiva o judicial.

El artículo 93 CE, aunque no realiza mención expresa al respecto, fue concebido, y ha


sido aplicado hasta ahora, sobre todo pensando en la integración en la Comunidad
Europea, hoy Unión europea, a la cual se le ha cedido soberanía tanto en el ámbito
legislativo como en el ejecutivo y el judicial. Si bien ello no significa que puedan surgir
otras organizaciones de naturaleza supranacional en las que España pueda integrarse,
como ha sido la Corte Penal Internacional, que ha supuesto la cesión del ejercicio de
competencias jurisdiccionales por parte de España a la Corte Penal.

3. La Unión Europea
La organización interna de la Unión Europea
En su origen, cada una de las tres Comunidades europeas contaba con una
organización propia. Pero, posteriormente, la organización de las tres comunidades se
unificó, contando con un aparato institucional único desde 1965.

Cinco son las instituciones que destacan en el seno de su organización:

1.- El parlamento europeo


El Parlamento Europeo es un órgano de representación de los “pueblos de los
Estados”, que eligen a sus miembros por sufragio universal, directo y secreto desde
1979.

1- A pesar de ser una asamblea legislativa, el parlamento europeo no ejerce, hasta


la fecha, la función legislativa plena.
2- Sus miembros tradicionales son de deliberación y de control político sobre la
Comisión, así como la aprobación de los Presupuestos de la Comunidad
3- No obstante, las últimas reformas de los tratados constitutivos le han otorgado
una mayor participación en la función legislativa, colaborando en ésta con el
Consejo y la Comisión
2.- El Consejo europeo
El consejo europeo este compuesto por los jefes del estado o de Gobierno de los
estados miembros, por un presidente, elegido por sus miembros, y por el presidente
de la comisión.

El consejo europeo cumple una función de impulso político de la unión europea, que
son cumbres trimestrales en la que los líderes de la UE marcan las grandes líneas de las
políticas europeas, resuelven conflictos, marcan pautas, etc.

Es así como en su seno se adaptan las decisiones más importantes y resolviendo las
mayores discrepancias que puedan surgir entre los distintos Estados, donde sus
miembros definen la orientación y las prioridades políticas generales de la Unión
Europea− tanto por lo que respecta al funcionamiento de la Unión como a su
desarrollo.

3.- El Consejo / El Consejo de la unión europea


El Consejo o Consejo de la Unión Europea, es un órgano compuesto por
representantes de los Gobiernos de los Estados miembros, normalmente ministros de
los gobiernos de los Estados miembros (27 ministros).

Los ministros de los gobiernos de cada país de la UE se reúnen para debatir, modificar
y adoptar medidas legislativas y coordinar políticas. Cada ministro tiene competencias
para asumir compromisos en nombre de su Gobierno en relación con las actuaciones
acordadas en las reuniones

Este órgano intergubernamental es el que posee el poder de decisión, incluyendo el


ejercicio de competencias legislativas, por lo que el Consejo de la UE es el principal
órgano de decisión de la UE junto con el Parlamento Europeo.

Se reúne por áreas de actividad, como por ejemplo la Agricultura y pesca, Asuntos
económicos, Medio Ambiente, Justicia e Interior, etc.; y como Consejo de Asuntos
Generales compuesto por los ministros de Asuntos Exteriores.

El Consejo de la UE no está́ compuesto por miembros fijos, sino que se reúne en 10


formaciones diferentes, por áreas de actividad, dependiendo del asunto que se
aborde. Esto significa que, para cada materia o área que se tenga que representar,
existe 27 tipos de ministros diferentes.

4.- La Comisión / La Comisión de la Unión Europea


La Comisión es una especie de “ejecutivo” o de Gobierno de la Unión que asegura el
cumplimiento de los Tratados en el día a día de la Unión. Este actúa como
Administración de está pudiendo, además, adoptar las decisiones que le atribuye el
Consejo, incluidas también las medidas legislativas por delegación.

La Comisión está presidida por un colegio de Comisarios, uno por cada Estado
miembro de la Unión Europea, encabezados por una presidenta.
La designación de la presidenta corresponde a los Estados miembros y está incluye a
una especie de ministro de asuntos exteriores de la Unión, el Alto Representante de la
Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

5.- El Tribunal de justicia europeo


El Tribunal de justicia es un órgano jurisdiccional que, independiente de que garantize
el respeto de los Tratados (tanto por parte de los órganos comunitarios como por los
Estados miembro), unifica la interpretación del ordenamiento comunitario en su
conjunto.

Para ello, resuelve aquellos conflictos jurídicos que se plantean en el seno de la Unión,
ya sea entre está y los Estados miembros, entre las propias instituciones comunitarias,
o entre la Unión y los particulares, aunque con limitaciones.

“Otros órganos de la UE”


Junto a estos órganos comunitarios, la Unión Europea cuenta con otros órganos de
carácter complementario o auxiliar. Entre estos los que destacan son el Consejo
Económico y Social, el Tribual de Cuentas, el Comité́ de las Regiones, el Defensor del
Pueblo Europeo o el Banco Central Europeo.

4. El ordenamiento jurídico comunitario


La Unión Europea, en su actuación diaria, genera un auténtico ordenamiento jurídica,
con el que ha de convivir y coordinarse con los ordenamientos de los Estados
miembros.

El ordenamiento comunitario está compuesto de una variedad de normas (fuentes de


alcance y naturaleza) distintas, pero las principales normas son:

1 - El derecho originario o primario, que se compone de las normas básicas del


ordenamiento jurídico comunitario. Esta son los tratados constitutivos de la unión, que
actualmente encontramos copilado en el Tratado de la Unión Europea (TUE) y el
Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE)

2 - El derecho derivado se encuentra integrado por una variedad de fuentes, entre las
que destacan dos instrumentos de acción normativa:

A. Las directivas comunitarias.


Son las normas de carácter general que pretenden fijar las grandes
líneas de regulación de una materia, así como los objetivos que deben
alcanzar los Estados miembros, que son los que han de completar esa
regulación.

La directiva obliga al Estado miembro destinatario en cuanto al


resultado que debe conseguirse, dejando, sin embargo, a las
autoridades nacionales la elección de la forma, el plazo y los medios
para conseguirlos, la denominada transposición.
B. Los reglamentos.
Estos tienden a agotar la regulación de un asunto, sin dejar margen de
acción a los Estados miembro o dejando a estos un margen de acción
mínimo (limitado)

El reglamento tendrá un alcance general. Este será obligatorio en todos


sus elementos y directamente aplicable en cada Estado miembro, por lo
que no será necesaria aprobar ninguna ley en el país correspondiente
para que su contenido se aplicable (no es necesaria la transposición).

Junto a Tratados, directivas y reglamentos, existen otras fuentes jurídicas, de carácter


general o particular, emanadas de los órganos comunitarios, como son los acuerdos
internacionales, decisiones, recomendaciones, dictámenes, etc.

5. La articulación entre Derecho Comunitario y Derecho interno


Expuestas las grandes líneas de organización de la Unión Europea, de sus poderes, y
del ordenamiento por ella generado, se procede ahora a analizar su articulación con el
derecho interno de cada país o estado miembro de la Unión

La existencia de un ordenamiento propio de la Unión Europea y que, como tal,


despliega sus efectos dentro de todos los Estados miembros, plantea numerosos
problemas de articulación con los ordenamientos nacionales, generando, en ocasiones,
conflictos entre las normas y principios de uno y otro.

Ambos ordenamientos son ordenamientos autónomos, con campos de actuación


propios, y así lo han señalado reiteradamente el Tribunal de Justicia de la Unión
Europea y los tribunales estatales.

Los grandes principios que informan la articulación entre ambos ordenamientos son:

El principio de efecto directo


Este principio consiste en que buena parte del ordenamiento comunitario está
integrado por normas jurídicas generadoras de derechos y obligaciones que, en
consecuencia, deben ser aplicadas por todas las autoridades comunitarias y
nacionales, incluidos los jueces y tribunales.

En consecuencia, amplios sectores del ordenamiento jurídica comunitario no exigen


medida alguna por parte del Estado para poder ser aplicados, son aplicables
directamente desde su aprobación por la UE y posterior entrada en vigor.

En palabras del propio Tribunal de Justicia de la UE:


“las reglas de Derecho Comunitario deben desplegar la plenitud de sus efectos de
manera uniforme en todos los Estados miembros, a partir de su entrada en vigor y a lo
largo de toda la duración de su validez; de este modo, estas disposiciones constituyen
una fuente inmediata de derechos y de obligaciones para todos los afectados por ellas,
bien se trate de Estados miembros o de particulares que sean parte en relaciones
jurídicas que incumben al derecho comunitario”
El efecto directo del Derecho de la Unión no se predica sólo de los Reglamentos, sino
que se extiende a sectores de los Tratados Constitutivos y a muchas directivas, así́
como a otras fuentes de Derecho de la Unión.

El principio de primacía
Este principio significa, lisa y llanamente, que, ante un conflicto entre Derecho estatal y
Derecho de la Unión Europea, los operadores jurídicos deben aplicar siempre de forma
preferente la norma comunitaria.

Una vez que los Estados miembros han cedido el ejercicio de parte de sus
competencias a la Unión Europea, la actuación de está, que necesariamente ha de ser
uniforme en todos los Estados miembros, no puede verse condicionada o limitada por
una norma o decisión de uno de ellos.

Las manifestaciones del principio de primacía del Derecho de la Unión pueden


resumirse de la siguiente forma:

1. Cualquier autoridad nacional, ante un conflicto entre una norma comunitaria y


una norma interna, debe aplicar la primera.

2. Ello no impide que, para los Estados miembros, por razones de seguridad
jurídica, deban hacer desaparecer de su ordenamiento las normas internas que
se opongan al Derecho de la Unión.

3. La regla de primacía debe ser efectiva con independencia de cuál sea el rango
de la norma estatal, excepto en caso de conflicto con la Constitución Española,
dado que en este caso prevalece esta última.
Lecciones Parte I
LECCIÓN 4. LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

1. El Titulo Primero de la Constitución como declaración de derechos.


Introducción
Tradicionalmente, dentro de las constituciones, se distingue un doble contenido:
1- Una parte orgánica, destinada a organizar los poderes del Estado.

2- Una parte dogmática, destinada a definir los principios, derechos y criterios


fundamentales que configuran la organización del Estado y su funcionamiento

Las declaraciones constitucionales de derechos forman parte de este segundo


bloque (parte dogmática de la Constitución)

Podemos encontrar también:


Los “derechos constitucionales”
Son un elemento estructural del Estado de Derecho y un elemento imprescindible
porque no se puede hablar de democracia sin derecho constitucional.

El título primero de la constitución como declaración de derechos


La CE posee en el Titulo Primero uno de los pilares básicos de la definición del Estado
Español como social y democrático de derecho, representando la verdadera
declaración de derechos, como los “derechos fundamentales”.

Los derechos constitucionales reconocidos en el Titulo Primero de la CE poseen una


doble naturaleza:
“Desde una perspectiva objetiva”
Definen la estructura política y jurídica del Estado, siendo elementos esenciales y
configurando el marco de una convivencia humana justa y pacífica

“Desde una perspectiva subjetiva”


Desde la dimensión del individuo, son un conjunto de derechos subjetivos, derechos
de los individuos

2. El concepto de derechos constitucionales.


El Título I de la Constitución se denomina “De los derechos y deberes fundamentales”
y en él se desarrollan, en un total de cinco capítulos, un amplio conjunto de derechos y
libertades. No obstante, no todos los derechos recogidos en el Título I de la CE tienen
la naturaleza jurídica de “derechos fundamentales”.

El Tribunal Constitucional ha definido cuales de los derechos contenidos en el Título I


de la CE tienen la naturaleza de fundamentales: Sección 1a del capítulo II del Título I de
la Constitución.

Los derechos recogidos en el Capítulo I y en la Sección 2a del capítulo II del Título I de


la CE, son denominados, con carácter general, como derechos constitucionales, ya que
son gran relevancia para el sistema jurídico y social, pero no son definidos ni tienen las
características de los derechos fundamentales.

Del mismo modo, los principios recogidos en el Capítulo III del Título I pasan a
denominarse principios rectores, aunque algunos se enuncien en el texto
constitucional como derechos.

Concepto de “derechos fundamentales”


Cuando se hace referencia a derechos fundamentales en sentido estricto, se está́
haciendo referencia a aquellos derechos básicos o esenciales de las personas, que
suelen gozar de una tutela y de una protección especial y reforzada.

Las principales características de los derechos fundamentales son las siguientes:


1- Son los derechos más básicos o esenciales del ser humano.

2- Se ubican en una posición privilegiada en el texto constitucional, lo que


supone que para modificar estos preceptos constitucionales se debe acudir al
procedimiento agravado de reforma constitucional.

3- El desarrollo por el legislador de estos derechos fundamentales se realiza


mediante Ley orgánica.

4- Para la defensa y protección de estos derechos puede acudirse ante el


Tribunal Constitucional mediante el “Recurso de Amparo”.

Estructura del Título Primero de la Constitución


Aunque la denominación del Título Primero de la CE sea la de “Derechos y deberes
fundamentales”, el contenido de esta parte de la Norma Fundamental es más
complejo.

El Título Primero se divide en cinco capítulos, presididos, por el art. 10 de la CE:

“Artículo 10”
Actúa de introducción de todo el Título, y se recalca el carácter básico del individuo, así
como sus derechos para el orden político y se establecen reglas

“Capítulo Primero
De los españoles y los extranjeros

“Capitulo Segundo (Derechos y libertades)”


Este hace referencia al principio de igualdad ante la ley (artículo 14).
- La primera sección: “de los derechos fundamentales y de las libertades
públicas” (art 15-29).

- La segunda sección: “de los derechos y deberes de los ciudadanos” (art. 30-38).
“Capítulo Tercero”
Principios rectores de la política social y económica
“El Capítulo cuarto”
Está dedicado a regular las garantías

“El Capítulo quinto”


Establece las bases de la regulación de la suspensión

Conclusión de la división del Título Primero:


No todo el Título Primero de la CE reconoce derechos fundamentales. En sentido
estricto, sólo los derechos consagrados en el artículo 14 (igualdad), del artículo 15 al
29, más el artículo 30 (objeción de conciencia) de la CE, son derechos fundamentales.

3. Clasificación de los derechos constitucionales.


Los derechos reconocidos en el Título I de la CE son susceptibles de clasificarse de
múltiples maneras.

Se clasificarán atendiendo a los siguientes criterios:


Por la garantía
La CE establece tres niveles de derechos en virtud de su protección o garantía:

A. Derechos de protección excepcional. (Nivel protección: elevado)


Son los derechos que se han denominados como fundamentales.

B. Derechos de protección ordinaria (Nivel de protección: medio)


Viene constituido por los derechos reconocidos en el Capítulo I y en la Sección
Segunda del Capítulo II (Derechos y deberes de los ciudadanos).

C. Los principios rectores de la política social y económica. (Nivel de protección: bajo)


El sistema de protección es distinto al de los derechos vistos con anterioridad.
Además, estos contarán con la protección que el ordenamiento jurídico les
otorgue en cada caso

Por la naturaleza
Se distingue tradicionalmente entre:

A. Derechos de libertad (o libertades públicas).


Imponen una actitud abstencionista y establecen facultades o derechos en
orden a la participación en el ámbito social y político.

Ejemplo. Libertad personal, derecho de reunión, asociación, inviolabilidad del


domicilio, la libertad de expresión, derecho de votar, etc.

B. Derechos de prestación.
Implican una actitud activa del poder público, que debe llevar a cabo las
acciones oportunas para hacer efectivos los derechos de los ciudadanos

Ejemplo. El derecho a la educación o a la seguridad social, el acceso a la cultura


o el derecho a un medio ambiente adecuado, así como el derecho a pensiones.

Por su contenido
Con relación a su contenido material, los derechos constitucionales se clasifican en:

A. Derechos y libertades de la persona física


Excluyen, en principio, cualquier intervención no consentida de un tercero.

Ejemplo. Libertad personal, el derecho a la vida, a la integridad física,


inviolabilidad del domicilio, a la intimidad, etc.

B. Libertades de la persona intelectual y moral, o libertades del pensamiento


Ejemplo. Libertades de pensamiento y de creencias, libertad religiosa y de
culto, las libertades de expresión y de comunicación, etc.

C. Derechos y libertades colectivas o cívico-políticas


Son las que corresponden a los individuos en cuanto ciudadanos

Ejemplo. Derecho a votar y ser votado, de reunión, de manifestación, etc.

D. Derechos y libertades de contenido económico y social


Abarcarían tanto los más tradicionales
Ejemplo. Los derechos a la propiedad privada, libertad de empresa, etc.

Como otros de naturaleza más social


Ejemplo. El derecho al trabajo, de huelga, a la seguridad social, etc.

4. La eficacia de los derechos constitucionales.


Aspectos generales
La voluntad de eficacia con que la Constitución Española se aprobó se manifiesta de
manera especial en el ámbito de los derechos fundamentales, los derechos y libertades
del Capítulo Segundo del Título I “vinculan a todos los poderes públicos”.

Pero este análisis inicial no está́ completo sino se acude al contenido del apartado
tercero del propio artículo 53 CE, el cual indica expresamente que “El reconocimiento,
el respecto y la protección de los principios reconocidos en el Capítulo tercero”.

Los derechos y libertades reconocidos del artículo 14 al 29, más el artículo 30 CE,
gozarán de una tutela o protección especial antes los tribunales ordinarios de
preferencia y sumariedad, así como posibilidad de ser invocados ante el Tribunal
Constitucional mediante el recurso de amparo [ver Terma 22].

- Los derechos regulados en la Sección 2ª del Capítulo II del Título I de la CE, más
los del Capítulo I, gozan de protección ordinaria por parte de la Jurisdicción
ordinaria

- Los Principios Rectores del Capítulo III del Título I de la CE, por el contrario, no
poseen la naturaleza de derechos subjetivos

5. La interpretación de los derechos fundamentales.


La particular posición de elemento estructural básico del ordenamiento jurídico que
ocupan los derechos fundamentales hace que su interpretación cuente con
características propias.

1. La interpretación de todo el ordenamiento jurídico en su totalidad debe de


realizarse a la luz de los derechos fundamentales.

2. El contenido y alcance de los derechos fundamentales deben de interpretarse


conforme al principio pro libertate, es decir, debe adoptarse la interpretación más
favorable para su ejercicio.

3. Los límites o las limitaciones a los derechos fundamentales deben interpretarse de


manera restrictiva

4. La CE introduce otra regla de interpretación de los derechos fundamentales en el


artículo 10.2: Se interpretarán de conformidad con la Declaración Universal de
Derechos Humanos y los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas
materias ratificados por España.

- El tratado/acuerdo internacional de los derechos humanos en Europa ha sido el


“Convenio Europeo para la Protección de Derechos Humanos” [CEDH]

5. La pertenencia de España a la Unión Europea tiene relevancia en la interpretación


de los derechos fundamentales, puesto que el Derecho Comunitario también sirve de
canon interpretativo del Título I de la CE (art. 10.2), principalmente la Carta de los
Derechos Fundamentales de la UE

LECCIÓN 5. LA GARANTÍA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES (I).


GARNTÍAS GENÉRICAS. SUSPENSIÓN DE DERECHOS FUNDAMENTALES
1. Las garantías de los derechos fundamentales: tipos.
La CE, además de reconocer los Derechos Fundamentales, establece un complejo y
completo sistema de protección y garantía de estos.

Este sistema de protección permite afirmar el pleno reconocimiento y la eficacia de la


que los Derechos Fundamentales y Libertades gozan en nuestro sistema.

En consecuencia, la efectividad de los derechos fundamentales depende de la


existencia de mecanismos jurídicos susceptibles de garantizar su eficacia real. Sin estos
mecanismos, el sistema carecía de respuesta ante las posibles vulneraciones.

El conjunto de garantías de los DF comprende distintos mecanismos de diversa índole


y, de acuerdo con su naturaleza, pueden catalogarse en dos grandes tipos:

Las garantías genéricas


Destinados a evitar que la actuación de los poderes públicos pueda redundar en un
desconocimiento o vulneración de los derechos fundamentales, o en un menoscabo
del contenido mínimo.

Su objetivo fundamental es evitar que las leyes que desarrollen derechos


fundamentales despojen a estos del contenido y la eficacia con que la Constitución
pretende dotarlos.

Los destinatarios de estas garantías son los poderes públicos, que en última instancia
aprobaran las leyes que desarrollen los DF y garantizar su aplicación y protección,

Estas garantías son las siguientes:


1. La aplicación directa de los Derechos Fundamentales.
2. La reserva de Ley.
3. El contenido esencial de los Derechos Fundamentales.

Las garantías específicas


Son instrumentos reactivos o de protección, que se ofrecen a los ciudadanos.

Su objetivo fundamental es ofrecer, en cada caso concreto donde se produzca la


vulneración de un derecho fundamental, a cada ciudadano la posibilidad de reaccionar
frente a ello

El destinatario de estas garantías es el ciudadano, y las garantías específicas son:


1. La protección judicial de los Derechos Fundamentales.
2. El Recurso de Amparo ante el Tribunal Constitucional.
3. La protección internacional: el TEDH / TJUE / Comité Derechos ONU.

2. La aplicación directa de los derechos fundamentales.


El primer mecanismo de garantía genérica deriva de los derechos recogidos en el
Capítulo 2º del Título I de la CE.

Estos preceptos son directamente aplicables, con independencia de que exista o no


una norma de rango inferior a la CE que los desarrolle

Es el mismo texto constitucional (art. 53.1) el que establece que los derechos y
libertades reconocidos en dicho Capítulo “vinculan a todos los poderes públicos”.

El objetivo de esta garantía (art. 53.1 de la CE) es garantizar la directa aplicabilidad, sin
necesidad de desarrollo o mediación legislativa alguna, de los preceptos
constitucionales a que se refiere.

3. La reserva de ley.
La Constitución exige que la regulación y el desarrollo legislativo del ejercicio de los
derechos fundamentales se realice, forzosamente, por Ley.

Con ello, impiden que otro órgano que no sea el poder legislativo proceda a la
regulación y la limitación de las condiciones de ejercicio de los DDFF.

1. Contenido
A. Asegura la regulación de los derechos fundamentales por el Poder Legislativo.

B. Plasmación directa del estado de derecho (principio de legalidad).

C. El legislador (elegido por los ciudadanos) es el encargado de velar por la


regulación de los ámbitos de libertad que corresponden a toda la sociedad.

D. Implica la prohibición de decreto-ley (art. 86.1 CE).

2. Reserva de Ley Ordinaria y reserva de Ley Orgánica


La reserva de ley prevista en el artículo 53.1 de la CE es genérica, y afecta a todos los
derechos reconocidos en el Capítulo II del Título I de la CE.

No obstante, la reserva de ley genérica se concreta en relación con las libertades


públicas reconocidas en la Sección 1ª del Capítulo II del Título I de la CE, que solo
pueden ser desarrolladas por Ley Orgánica.

A. Reserva de Ley Orgánica  Sección 1ª, Capítulo II, Título I de la CE (art. 81 CE).
B. Reserva de Ley Ordinaria  Sección 2ª, Cap. II, Título I de la CE

4. El contenido esencial de los derechos fundamentales.


La Constitución impone al legislador (art. 53.1), la obligación de «respetar el contenido
esencial» de los derechos fundamentales, por lo que se imposibilita que el desarrollo
legislativo vacíe de contenido material los preceptos constitucionales que los regulan.
El objetivo de esta garantía es evitar que el reconocimiento constitucional de los DDFF
sea puramente formal (solo teóricos, vacíos de contenido), dotándose
obligatoriamente a dichos preceptos de un contenido material o real.

El legislador puede desarrollar legislativamente los preceptos constitucionales. Pero la


obligación de respetar el contenido esencial de los derechos y libertades impone un
límite: no puede hacer que el reconocimiento constitucional de los DDFF se torne
inoperante en la práctica.

5. El defensor del pueblo.


Concepto.
El Defensor del Pueblo es una figura de alto comisionado de las Cortes Generales (art.
54 CE), el cual está designado para la defensa de los derechos y libertades (Título I de
la CE), a cuyo efecto puede supervisar la actividad de toda la Administración Pública.

La Constitución se remite a una ley orgánica para la regulación de la institución,


mandato cumplimentado con la LO 3/81 del Defensor del Pueblo (LODP).

Nombramiento.
1. Elección y nombramiento. Su designación corresponde a las Cortes Generales.
 Mayoría cualificada en ambas Cámaras (mayoría de 3/5). Si no se alcanza,
elección con 3/5 en el Congreso de Diputados y mayoría absoluta en el Senado.

2. Estatuto personal (garantías para su independencia).


La ley le otorga un estatus de independencia, entre las que destacan las
siguientes potestades y limitaciones:

- Mandato: 5 años (renovable) desvinculado de los periodos legislativos


- Sólo puede ser cesado por: incapacidad, negligencia grave o delito doloso.
- Inviolabilidad, inmunidad (salvo flagrante delito) y fuero especial.
- Régimen de incompatibilidades: no puede desarrollar ninguna otra función.

Organización.
La institución se organiza con dos Adjuntos (Primero y Segundo), donde el Defensor
puede delegar las cuestiones que considere y que le sustituyen en el ejercicio del cargo

Su nombramiento corresponde al propio Defensor del Pueblo, aunque debe contar con
la conformidad de las Cámaras.

El Defensor del Pueblo se relaciona con las Cortes a través de una “Comisión mixta
Congreso-Senado”.

Funciones.
Su función consiste en la supervisión de la actividad de la Administración para detectar
posibles violaciones de los DDFF e intentar rectificarlas.
El ámbito de competencia se extiende a la actividad de toda autoridad, funcionario o
persona que actúe al servicio de cualquiera de las Administraciones Públicas.

El Defensor del Pueblo tiene facultades inspectoras y de investigación (los poderes


públicos están obligados a prestar ayuda en sus investigaciones.) La obstaculización de
la investigación es un delito contra la institucion del Estado (art. 502.2 CP).

La naturaleza “no ejecutiva” del Defensor del Pueblo y su carácter de institución


mediadora, originan que su labor de investigación posea una escasa operatividad
inmediata, y se define como una “Magistratura de persuasión”.

“La eficacia de la labor del Defensor del Pueblo”


Depende de las gestiones sobre la Administración investigada, de la publicidad que
decida dar a los resultados de su investigación y de la actuación parlamentaria
inducida por sus informes a las Cámaras:

1. Dirigirse por escrito al funcionario responsable de la actuación que esté siendo


investigada y a su superior jerárquico.

2. Proponer al órgano competente la modificación de los criterios utilizados para


dictar el acto o resolución.

3. Formular advertencias, recomendaciones, recordatorios de sus deberes legales


y sugerencias para la adopción de nuevas medidas.

4. Interponer recurso de inconstitucionalidad y de amparo.

5. Si tiene conocimiento de hechos delictivos, debe ponerlos en conocimiento del


Fiscal General del Estado.

6. Ha de dar cuenta anualmente a las Cortes Generales de la labor realizada a


través de la presentación del correspondiente informe anual.

Estos deben publicarse, y la publicidad es una de las principales armas de la


labor del Defensor del Pueblo frente a las personas u organismos responsables
de las irregularidades detectadas.

Junto a este informe ordinario de carácter anual, también puede presentar


informes extraordinarios, si la gravedad o urgencia de los hechos lo aconseja.

Instituciones análogas de las Comunidades Autónomas.


Las CCAA han ido creando figuras análogas al Defensor del Pueblo, pero con un ámbito
de actuación restringido a la supervisión de la Administración pública de la CCAA.

No obstante, la competencia del Defensor del Pueblo se extiende a la supervisión de la


actividad de todas las Administraciones públicas, incluidas las autonómicas.
Ejemplo. El Síndic de Greuges es la institución que asume esta función en la
Comunidad Valenciana

6. La suspensión de los derechos fundamentales.


Perspectiva general.
El propio ordenamiento preve mecanismos de reacción para enfrentarse con la crisis
creada con el fin de mantener el sistema establecido.

Es así como surge el “derecho de excepción”. La CE regula esta materia en sus arts.
55.1 y 116, desarrollados por la LO 4/81 de los Estados de Alarma, Excepción y Sitio.

Características fundamentales del “derecho de excepción” (6 características).


Las características fundamentales son las siguientes:

1º. El contenido normal del Derecho de excepción se concreta en dos ámbitos:


A. Limitación o suspensión del ejercicio de determinados derechos fundamentales

B. Modificación del esquema habitual de distribución de funciones entre los


poderes del Estado (aumento de las facultades del Poder Ejecutivo).

No obstante, se introducen mandatos tendentes a garantizar la regularidad del


funcionamiento del esquema democrático de reparto de poder (art. 116 CE):
1. Se prohíbe la disolución del Congreso durante la vigencia de dicha situación.

2. Si se declara alguno de los estados excepcionales cuando las Cámaras no


estuvieran en período de sesiones, éstas quedan automáticamente
convocadas.

3. Si se agota el mandato del Congreso en vigencia de un estado de alarma,


excepción o sitio, la Diputación Permanente debe asumir sus competencias.

2º. El Derecho de excepción debe ser estrictamente transitorio, por lo que sólo es
aplicable mientras dure la situación de crisis. En consecuencia, la Constitución y la LO
4/81 prevén plazos concretos para el ejercicio de esas facultades extraordinarias.

3º. La finalidad del Derecho de excepción ha de consistir exclusivamente en la


superación de la crisis que lo justifica.

4º. Los poderes excepcionales no pueden ser ilimitados. El Estado de Derecho sigue
manteniendo una de sus características fundamentales: la limitación de éste a través
del Derecho, impidiendo que dicho poder se convierta en absoluto.

5º. El uso de los poderes excepcionales ha de ser proporcional. Por ello la Constitución
distingue 3 supuestos de situaciones de excepción: de alarma, de excepción y de sitio.

6º. El Derecho de excepción ha de ser interpretado siempre de manera restrictiva.


Las situaciones excepcionales en la Constitución.
Existencia de 3 situaciones excepcionales distintas (art. 55.1 y 116 CE)

“El estado de alarma”


El estado de alarma está previsto en la LO 4/81 para cuatro supuestos diferentes:
1. Catástrofes, calamidades o desgracias públicas
2. Crisis sanitarias
3. Paralización de servicios públicos esenciales cuando no se puedan garantizar.
4. Situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad

A. Órgano competente para la declaración: La declaración del estado de alarma


corresponde al Gobierno.

B. Duración: El plazo máximo es de 15 días y, transcurrido el plazo, podrá prorrogarse


el estado de alarma con autorización expresa del Congreso de los Diputados.

C. Ámbito territorial: podrá afectar a todo el país o, en su caso, a una parte de este.

D. Efectos: No supone propiamente una suspensión del ejercicio de derechos


fundamentales.

 El efecto fundamental es la concentración de todo el personal de las


Administraciones Públicas bajo la dirección de una sola autoridad: el Gobierno o el
Presidente de la Comunidad Autónoma que se vea afectada.

Las limitaciones que pueden establecerse son:


1. Limitar la circulación/permanencia de personas/vehículos a determinadas
horas y lugares, o condicionarla al cumplimiento de requisitos.

2. Requisar temporalmente ciertos bienes

3. Imponer prestaciones personales, intervenir y ocupar transitoriamente


cualquier local, excepción hecha de los domicilios privados.

4. Intervenir empresas/servicios y movilizar a su personal, para garantizar los


servicios públicos esenciales y el abastecimiento de productos.

“El estado de excepción”


Está previsto como instrumento de reacción frente a crisis que generan alteraciones
graves del orden público interno.

El art. 13 de la LO 4/81 no tasa los supuestos en que puede decretarse el estado de


excepción, limitándose a exigir que exista una grave alteración del orden público

A. Órgano competente para la declaración: La iniciativa para decretar el estado de


excepción corresponde al Gobierno, que deberá solicitar autorización al Congreso.
B. Duración: el plazo máximo de duración es el de treinta días, prorrogables por otros
treinta.

C. Ámbito territorial: el estado de excepción podrá afectar a todo el país o, en su caso,


a una parte de este.

D. Efectos: puede implicar la suspensión de los siguientes derechos:

1. Suspensión de las garantías de la libertad y seguridad personal (art. 17 CE)


A. El plazo máximo de la detención es de 10 días.

B. El “habeas corpus” puede eliminarse de los derechos del detenido.

C. La prisión provisional podrá acordarse cuando existan hechos contrarios al


orden público o a la seguridad ciudadana que puedan ser constitutivos de
delitos.

2. Inviolabilidad del domicilio (art. 18.2 CE), permitiéndose la entrada en el mismo,


aunque no exista consentimiento del titular ni autorización judicial,

3. Secreto de las comunicaciones (18.3 CE).

4. Libertades de residencia y circulación interior y exterior (19 CE)

5. Libertad de expresión, derecho a comunicar y a recibir información, cláusula de


conciencia y secreto profesional (art. 20 CE).

6. Derechos de reunión y manifestación (art. 21 CE).

7. El derecho de huelga y la adopción de medias de conflicto colectivo pueden ser


suspendidos.

8. Pueden aplicarse también las medidas previstas para el estado de alarma.

“El estado de sitio”


Su finalidad es reaccionar frente a crisis que implican un atentado directo contra la
identidad misma del Estado y de su ordenamiento.

El art. 32.1 de la LO 4/81 establece la posibilidad de decretar el estado de sitio.

A. Órgano competente para la declaración: el Congreso de los Diputados por mayoría


absoluta de sus miembros, a iniciativa del Gobierno.

B. Duración: Puede durar tanto como exija la situación de crisis.

C. Ámbito territorial: todo el país.


D. Efectos: el estado de sitio puede implicar la suspensión de los siguientes derechos:

1. Las medidas que pueden adoptarse son las mismas que están previstas para los
estados de alarma y de excepción.

Sólo se añade la posibilidad de suspender todas las garantías del detenido


previstas por el art. 17.3 de la CE.

2. Desde el punto de vista organizativo, la característica básica es la militarización


de la actuación del poder público, es decir, supone el sometimiento a la
autoridad y disciplina militar de la actuación del poder público.

Diferencias entre las situaciones excepcionales


La diferencia existente entre las tres radica, sobre todo, en la naturaleza de la crisis:

1. El estado de alarma está concebido como un instrumento de reacción frente a


crisis sanitarias, grandes catástrofes naturales y accidentes de gran importancia

2. El estado de excepción está pensado para hacer frente a graves alteraciones de


orden público interior.

3. El estado de sitio pretende reaccionar frente a aquellas agresiones dirigidas


directamente contra la existencia misma del Estado.

La suspensión individualizada de derechos fundamentales.


La CE incorporo la suspensión individualizada de derechos fundamentales, en el marco
de la investigación de actuaciones de bandas armadas o elementos terroristas.

Los derechos que pueden ser suspendidos para miembros de bandas armadas o
elementos terroristas son:

“1. Plazo máximo de detención preventiva sin puesta a disposición judicial”


Se prevé la prórroga de la detención preventiva por 48 horas, pero debe ser autorizada
por el juez

“2. Inviolabilidad del domicilio”


Los Agentes de policía podrán, en casos de excepcional o urgente necesidad, proceder
al registro que, con ocasión de una detención, se efectúe en dichos lugares y a la
ocupación de los efectos e instrumentos que puedan guardar relación con el delito.

“3. Secreto de las comunicaciones”


En caso de urgencia, la interceptación de las comunicaciones podrá ordenarla el
Ministro del Interior o el Secretario de Estado de Seguridad

LECCIÓN 6. LAS GARANTÍAS DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES (II).


LAS GARANTÍAS JURISDICCIONALES.
1. La protección judicial de los derechos fundamentales.
Concepto
Además de las garantías genéricas, la CE y diversos trataros internacionales prevén
unos mecanismos específicos de tutela y protección de los derechos fundamentales
para los casos en que los ciudadanos consideren vulnerados sus DDFF.

Las garantías de protección nacionales (art. 53.2 de la CE) son los cauces de protección
de los DDFF. Del mismo modo, la incorporación de España a organizaciones de carácter
internacional, ha conllevado que garantías internacionales sean aplicadas en España.

“Doble clasificación de la protección jurisdiccional de los DDFF”


1. La CE ha proporcionado dos garantías nacionales:
A. Por los órganos judiciales ordinarios: a través de “un procedimiento basado en
los principios de preferencia y sumariedad”.

B. Por el Tribunal Constitucional: mediante el “Recurso de Amparo”.

2. El proceso de internacionalización de la vida pública tiene como consecuencia que


determinadas garantías internacionales desplieguen sus efectos en el ámbito interno.

“Características básicas de la protección jurisdiccional regulada en la CE”


La protección judicial de los DDFF (art. 53.2 CE), se desarrolla en virtud de:

A. Este precepto configura los derechos fundamentales como auténticos derechos


subjetivos (derechos que alcanzan a las personas).

B. No obstante, la protección prevista en el art. 53.2 alcanza, exclusivamente, a


los derechos recogidos en los art. 14-30 de la CE.

Características generales del desarrollo (de la protección ordinaria)


Los “mecanismo de protección ordinaria nacional” (art. 53.2 CE) quedan definidos por
dos características principales:

1. Son procedimientos de excepción, o excepcionales, y preferentes:


- Son procedimientos diferentes a los procedimientos ordinarios.

- Tienen un objeto material concreto y excepcional: protección de los DDFF.

- Su uso implica unas ventajas procesales respecto de su posición en los


procedimientos ordinarios, el principio de preferencia.

2. La segunda nota que caracteriza a estos procedimientos es la sumariedad:


- La sumariedad de la Constitución configura un proceso –o procesos–
acelerado, urgente o especialmente rápido, denominado “sumario”.
2. El amparo constitucional: ideas generales y remisión. (Remisión a la Lección 22)
El art. 53.2 CE señala que los derechos reconocidos en los art. 14-29 CE, así como el
derecho a la objeción de conciencia (art. 30), son objeto de protección, además de por
el amparo judicial “ordinario”, a través del recurso de amparo ante el Tribunal
Constitucional.

El recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional se configura como una garantía


específica de los DDFF, un instrumento de reacción por una vulneración de un DDFF

La característica más relevante del recurso de amparo constitucional deriva del órgano
al que se presenta: el amparo constitucional se solicita ante el Tribunal Constitucional.

3. La protección internacional: El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH)


Una de las características básicas del Derecho Público de los últimos años es el proceso
de internacionalización, el cual alcanza a los DDFF.

El reconocimiento de los derechos fundamentales no se limita a las “garantías


nacionales”, sino que se proclaman en muchos convenios e instrumentos
internacionales.

Cuando España ratifica esos convenios acepta los mecanismos de protección, lo que
supone una nueva garantía de los DDFF: la protección internacional de los mismos.

En concreto, sí conviene hacer referencia a tres mecanismos de protección


internacional por su relevancia interna dado el valor que tienen (art. 10.2 de la CE):

1. Organización de las Naciones Unidas [ONU]:


Tienen una especial relevancia el Comité de Derechos Humanos, que puede examinar
quejas dirigidas por los particulares contra los Estados por incumplimiento del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), todo ello sin olvidar el contenido
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH).

2. Consejo de Europa:
El Consejo de Europa no debe de ser confundido con el Consejo Europeo

El Consejo de Europa es una organización internacional y, dentro de estos, destaca en


Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), órgano encargado de velar por el
cumplimiento del Convenio Europeo de los Derechos Humanos y las Libertades
Fundamentales de la Persona (CEDH), Convenio del que España es signataria.

3. Unión Europea:
El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas (TJCE) garantiza los Derechos
Fundamentales de los ciudadanos de la Unión, en aplicación de la Carta de los
Derechos Fundamentales de la Unión Europea.
LECCIÓN 7. LAS CONDICIONES DE EJERCICIO DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES

1. El sentido del Capítulo I del Título Primero de la CE.


El sentido del Cap. I del Título Primero de la CE.
El Título Primero de la Constitución Española hace referencia a las condiciones
generales para el ejercicio de estos derechos, en particular a la condición de nacional y
de extranjero, así como a la mayoría de edad.

Por otro lado, no agota la regulación de las condiciones del ejercicio de los derechos
fundamentales ya que, junto a las generales, hay derechos cuyo ejercicio puede estar
sometido a condiciones específicas, aplicables sólo respecto de ese derecho concreto.

Las condiciones generales para el ejercicio de los DDFF.


Centrándonos en las condiciones generales para el ejercicio de los DDFF, en tanto en
cuanto los derechos fundamentales son derechos subjetivos (de las personas)

En relación con las condiciones generales, lo que se regula en el Capítulo 1º del Título I
de la Constitución son dos aspectos concretos:

- Las líneas maestras sobre uno de los elementos básicos de la capacidad


jurídica, distinguiendo dos regímenes jurídicos de capacidad jurídica en
función de que se posea o no la nacionalidad española.

- La regulación de una de las condiciones generales de la capacidad de obrar, es


decir la mayoría y minoría de edad (la incapacidad no queda regulada).

“Capacidad jurídica”
Esta es la aptitud que el ordenamiento exige para ser titular de un derecho subjetivo.
Esta aptitud se conecta, en general, con la propia existencia de la persona, de forma
que, por el hecho de serlo, se es titular de derechos fundamentales, y se puede ser
titular de otros, todo ello dependiendo de la nacionalidad de la persona.

“La capacidad de obrar”


La capacidad jurídica, o aptitud para ser titular de derechos, aunque es condición
necesaria para el ejercicio de éstos, no es condición suficiente. Además de la capacidad
jurídica se exige lo que se denomina capacidad de obrar.

Es así porque, en ocasiones, las propias condiciones de la persona impiden que pueda
ejercitar por sí misma sus derechos. Este es el caso, por ejemplo, de los menores, de
las personas incapacitadas o de las sometidas a interdicción
2. La mayoría de edad.
La mayoría de edad
El art. 12 de la CE regula una de las condiciones de ejercicio de los derechos
fundamentales: la mayoría de edad (18 años).

La mayoría de edad constituye una exigencia para el ejercicio de determinados


derechos, es decir, para adquirir la plena capacidad de obrar de manera general.

Por lo que, mientras no se alcanza la mayoría de edad la persona posee derechos por
el simple hecho de ser persona, pero no tiene plena disponibilidad sobre esos
derechos y no puede disfrutar de algunos concretos.

Esto no significa que el ordenamiento jurídico no pueda permitir el ejercicio de algunos


derechos, y determinadas obligaciones, antes de la mayoría de edad:

- Se permite otorgar testamento con 14 años o contraer matrimonio a partir de


16 años (siempre que estén los menores emancipados).

- La Ley Penal del Menor se aplica entre los 14 y los 18 años de edad.

Del mismo modo, personas mayores de edad pueden ver limitada su capacidad de
obrar y la de ejercer determinados derechos fundamentales

Ejemplo. Los incapacitados por sentencia.

La minoría de edad
La condición describe el período temporal que va desde el nacimiento hasta los
dieciocho años, durante este necesita protección por la situación de debilidad en la
que se encuentra para el autoejercico de sus derechos, dado que no se tiene, con
carácter general, capacidad de obrar.

La incapacidad
La condición se adquiere únicamente previa resolución judicial, cuando las
enfermedades o deficiencias impidan a la persona gobernarse por sí misma, lo que
puede incluir la limitación o exclusión del ejercicio de ciertos derechos fundamentales,
es decir, pierden su capacidad de obrar.

3. La nacionalidad.
El siguiente elemento relevante para el pleno ejercicio de los derechos fundamentales
en concreto, y de los derechos subjetivos en general, es la posesión de la nacionalidad.

La nacionalidad hace referencia al vínculo jurídico-político, así como con su


ordenamiento jurídico, por ello está vinculada con la capacidad jurídica de las
personas.
Jurídicamente, este concepto se erige de manera específica para poder ostentar la
condición de ciudadano, que permite ser titular de todos los derechos constitucional y
legalmente establecidos y, consecuentemente, disfrutar de ellos en plenitud e
igualdad.

1. Ser titular de la nacionalidad española:


Es una condición para poder tener acceso a todos los derechos y ejercitarlos en
condiciones de absoluta igualdad.

2. No ostentar la nacionalidad española:


Conlleva tener la condición de extranjero, ya sea:
o Comunitario, que son miembros de algún país de la Unión Europea.
o No comunitario, los cuales forman parte de la población, pero sin
integrar su población por ser nacional de otro Estado (status específico
y diferenciado)

En la práctica, los derechos que pueden verse afectados por no poseer la nacionalidad
española son, sobre todo, los de participación política y acceso a los cargos y las
funciones públicas, así como por otros de carácter prestacional, tal y como se
estudiará en temas posteriores.

La regulación jurídica de la nacionalidad en el Derecho español.


1- La nacionalidad está regulada en el Título I del Código Civil

2- La Constitución Española determina algunos principios básicos (art. 11):

A. Desconstitucionalizando la materia (Art. 11.1 CE).

B. Prohibición de privar de la nacionalidad española a los españoles de origen,


al concebir la nacionalidad como una cualidad unida a la persona (Art. 11.2 CE)

C. La institución de la doble nacionalidad, que hace posible que un individuo


posea ese vínculo con más de un Estado (Art. 11.3 CE)

D. No obstante, la posibilidad se limita a determinados Estados: los países


“iberoamericanos” o “los que hayan tenido/tengan una particular vinculación
con España”.

Conclusión:
La posesión de la nacionalidad española define un status de pleno disfrute de estos por
los nacionales españoles.

4. El ejercicio de los derechos fundamentales por extranjeros.


El status constitucional de los extranjeros
El ordenamiento jurídico español, incluida la CE, define un segundo status personal en
contraposición al del nacional, el del extranjero, que es aquél que no es nacional.
La CE no realiza una regulación del régimen de la extranjería. Esta materia encuentra
su desarrollo en la legislación ordinaria, en especial en la L.O. 4/00, una regulación
compleja y que ha creado categorías singulares o específicas dentro del propio
concepto de extranjero.

“La ciudadanía de la Unión Europea.”


El proceso de integración europea ha conducido a que el Tratado de la Unión Europea
ha creado está institución, configurando un nuevo status para los nacionales de los
países miembros de la Unión.

A. Se trata de completar la nacionalidad con un nuevo conjunto de derechos y


deberes en cuanto miembros de la Unión Europea.

B. La base de la ciudadanía europea se encuentra en el principio de no


discriminación por nacionalidad

C. La ciudadanía europea comporta la equiparación de los ciudadanos de la Unión


en amplios terrenos de actividad y, además, el disfrute de ciertos derechos:
o Libertad de residencia y circulación dentro de la Unión Europea.
o Derecho de sufragio en las elecciones locales y al Parlamento Europeo
o Protección diplomática y consular de cualquier Estado de la Unión

Por tanto, dentro de la categoría general de extranjeros hay que tener presente que el
grupo de los ciudadanos europeos está sometido a un régimen jurídico singular, que, si
bien no es absolutamente equiparable al del nacional, lo aproxima mucho.

“Los extranjeros no comunitarios -no miembros de la UE- “


El ejercicio de los derechos fundamentales viene modulado dada la condición
administrativa del extranjero, la cual está definida por su forma de entrada y por la
situación administrativa en que se encuentra una vez dentro del territorio nacional.

A. No todas las personas pueden entrar y establecerse sin más en el territorio


español.

B. La entrada y residencia de extranjeros en España se somete a exigencias


administrativas.

C. El acceso debe de hacerse por frontera, con la documentación exigida, etc., sin
que exista un derecho del extranjero a entrar en España.

D. Pero, la presencia irregular del extranjero en España no implica que no tenga


derechos. Algunos de los derechos fundamentales se disfrutan por ser persona,
pero, para el disfrute de otros, resulta relevante la situación del extranjero.

E. Las situaciones administrativas en las que se puede estar un extranjero no


ciudadano europeo en España son 5: irregularidad, estancia, residencia
temporal o larga
La nacionalidad y la extranjería y el ejercicio de los derechos fundamentales (DD FF)
Nuestro legislador ha establecido una clasificación de los derechos en atención a la
nacionalidad.

Encontramos 4 tipos de derechos fundamentales:

1. Derechos en los que la nacionalidad carece de trascendencia.


Estos alcanzan a todos ya que hacen referencia a la dignidad de la persona, por
lo que cualquier persona es titular y puede ejercerlos

2. Derechos que, aun correspondiendo inicialmente sólo a los españoles, son


susceptibles, conforme a lo dispuesto en el artículo 13 CE, de ser atribuidos por
la Ley o los Tratados a los extranjeros.

3. Derechos fundamentales que la Constitución atribuye única y exclusivamente a


los españoles.

4. Derechos fundamentales que sólo pueden disfrutar los extranjeros.


Estos derechos son los de asilo y refugio (art. 13.4 de la CE)

5. La situación de los extranjeros en España: asilo y extradición.


El derecho de asilo
Al margen de la situación regular o no de la persona extranjera, hay ocasiones en las
que la presencia de personas no españolas en territorio nacional puede responder a
causas particulares o estar envueltas en unas circunstancias especiales.

La CE hace referencia al asilo (art. 13.4 CE), desarrollada por la Ley 12/2009 y en la que
se diferencia dos situaciones:
1. El asilo.
2. La protección subsidiaria.

La finalidad de ambas es proteger a las personas extranjeras frente a riesgos para su


vida, integridad física o libertad cuando no pueden encontrar esa protección en sus
países de procedencia

Hay que diferenciar el asilo de la protección subsidiaria en la intensidad de esa


protección, vinculada, a su vez, a la gravedad de los riesgos que sufren las personas.

“El asilo”
La figura jurídica del asilo hace referencia a la protección que un Estado otorga a una
persona considerada refugiada, atendiendo a la situación de perseguido

1. Esos motivos son tasados.


Ejemplo. Persecución o temor de que se produzca ésta por motivos de raza,
religión, nacionalidad, opiniones políticas o pertenencia a determinado grupo
social.
2. La condición de refugiado, en consecuencia, es objetiva.
El Estado debe reconocerla cuando se cumplen los requisitos tras tramitar la
solicitud. Pero puede denegarse al no cumplir los requisitos o cuando quien lo
solicita ha sido objeto de condena y amenaza/peligro

3. El asilo será de aplicación a personas nacionales de países no comunitarios y las


apátridas.
“La protección subsidiaria”
Supone un grado de protección distinta y de menor intensidad para personas que, sin
cumplir los requisitos para obtener asilo, tenga motivos para creer que la vuelta a su
país puede suponer un grave riesgo de sufrir la muerte, tortura o tratos inhumanos o
degradantes, y otras amenazas graves contra su vida o integridad.

“El otorgamiento de asilo o de protección subsidiaria”


Esta debe hacerse tras la correspondiente solicitud administrativa.

La extradición
La extradición (art. 13.3 de la CE) es la institución jurídica en virtud de la cual una
persona perseguida o condenada por la realización de un delito, puede ser enviada al
Estado en que es perseguida o ha sido condenada.

Esta materia está sometida a una compleja regulación que se concreta en la Ley
4/1985, de extradición pasiva, y en multitud de tratados internacionales.

A. La extradición corresponde a una voluntad de colaboración entre dos


Estados distintos de cara a conseguir la represión de conductas ilícitas

B. La CE somete la posibilidad de la extraditar a la concurrencia del principio de


reciprocidad

C. Del mismo modo, se excluye de la extradición los delitos denominados


políticos.
LECCIÓON 8. LA CLÁUSULA GENERAL DE IGUALDAD

1. Introducción
El artículo 14 de la Constitución Española (CE)
La CE contiene (art. 14) una cláusula general que establece la igualdad de todos los
españoles ante la ley, la cual prohíbe realizar discriminaciones por razones o
condiciones personales o sociales recogidas en el propio precepto constitucional.

Su ubicación en la CE la configura como una “puerta de entrada” del Capítulo II del


Título I de la CE, el cual recoge los derechos más protegidos y libertades públicas

El concepto de igualdad debe de ser tratado desde una perspectiva histórica:


“En el Antiguo Régimen”
Existía una pluralidad de ordenamientos jurídicas y de posiciones jurídicas: la ley
aplicable y los derechos eran distintos, según la condición del destinatario

“Las revoluciones liberales”


Configuraron a la igualdad ante la ley (igualdad formal). Esto se trataba de igualar los
efectos de la ley para todos sus destinatarios, donde los ciudadanos pasaron a ser
iguales ante la Ley, presentando así los mismos derechos

“Transformaciones (superación de su carácter puramente formal)”


La transformación del concepto, hasta llegar a la actualidad, ha estado destinado a
conseguir la igualdad material, esto es, igualdad en la ley (igualdad materia o real).

Este proceso, desde la “igualdad ante la ley” (igualdad formal) hacia la “igualdad en la
ley” (igualdad material o real), está determinado por la constatación de que las
situaciones reales no son iguales, y por la obligación constitucional que se impone a los
poderes públicos de procurar que esa igualdad sea real y efectiva (artículo 9.2 CE).

Ejemplo. La posición de la mujer

Se explica que un gran número de normas otorguen hoy un tratamiento diferente a


situaciones que se entienden distintas:
- Las leyes tributarias: regulan los impuestos
- El art. 153 del Código Penal: más pena al hombre que a la mujer en la violencia

“El concepto de igualdad”


Hoy en día no es infrecuente el tratamiento diferenciado de los individuos o los
grupos, cuando este se presente como necesario para conseguir una igualdad real y
efectiva (art. 9.2 de la CE)

Los artículos 1.1 y 9.2 de la Constitución Española


En el art. 1.1 CE, la igualdad es uno de los valores superiores del ordenamiento
jurídico, y, según el art. 9.2 CE, “corresponde a los poderes públicos promover las
condiciones para que la libertad y la igualdad de los individuos y grupos en que se
integra sean reales y efectivas [...]”
La igualdad presenta, principalmente, dos posiciones jurídicas distintas:

“La igualdad como valor informador e interpretativo (art. 1.1 CE)”


Informa la actividad de los poderes públicos y sirve como elemento para la
interpretación de todas las normas del ordenamiento jurídico español.

“La igualdad como valor normativo (art. 9.2 CE)”


Establece un conjunto de medidas y mandatos objetivos dirigidos a los poderes
públicos para conseguir que la igualdad sea, en la medida de lo posible, real y efectiva.

2. La igualdad como derecho


El derecho a la igualdad que se recoge en el art. 14 de la CE supone un auténtico
derecho subjetivo de los españoles que puede ser invocado ante los tribunales y, en su
caso, ante el Tribunal Constitucional, demandando su protección y eventual
restablecimiento.

La igualdad está configurada como un derecho bifronte:


1. La igualdad como Derecho de todos los ciudadanos

2. La igualdad como obligación constitucional, para todos los poderes públicos, y


como límite, para la actuación de estos.

La igualdad como derecho a ser tratado igual que los demás


El derecho a la igualdad es, en primer lugar, un derecho de todos los ciudadanos a ser
tratado igual que los demás o a no ser tratado de forma distinta que quienes se
encuentran en la misma situación.

“Derecho prototípicamente relacional”


Es difícil concebir el derecho a la igualdad como un derecho autónomo, porque no se
viola la igualdad como derecho, sino en relación con la regulación, la aplicación o el
ejercicio de cualquier otro derecho con contenido material o concreto

Ejemplo. Se puede infringir cuando en un proceso judicial a una de las partes no se le


reconoce un derecho concreto, que sí que es reconocido al resto de implicados (el
derecho vulnerado es el derecho a un proceso judicial justo que tienen las personas).

“El derecho a la igualdad reviste un carácter genérico y horizontal”


En la medida en que se proyecta sobre todas las relaciones jurídicas y, muy en
particular, sobre todas las relaciones jurídicas que se establecen entre los ciudadanos y
los poderes públicos.

“No es un derecho a ser igual que los demás”


El derecho a ser tratado igual que quienes se encuentran en idéntica situación en
cualquier ámbito de las relaciones sociales, ante supuestos de hecho iguales, han de
ser aplicadas consecuencias jurídicas también iguales.
La igualdad como obligación constitucionalmente impuesta a los poderes públicos
La igualdad es una obligación constitucionalmente impuesta a los poderes públicos,
obligación consistente en tratar de igual forma a cuantos se encuentran en iguales
situaciones de hecho.

Los poderes públicos han de ofrecer por el contrario un tratamiento similar a todos
cuantos se encuentran en similares situaciones (art. 9.3 CE).

La igualdad como límite para la actuación de los poderes públicos


La igualdad se configura también como un límite para la actuación de los poderes
públicos

Tanto el poder legislativo, como el ejecutivo y el judicial disponen de una esfera de


actuación en la que el derecho de igualdad, junto con el resto de los derechos y
libertades fundamentales, marcan los límites que no cabe traspasar.

3. Igualdad formal e igualdad material


Introducción
Según la interpretación clásica de la igualdad, se distingue entre un principio de:

“Igualdad formal” - igualdad “ante la ley”


A todos se les aplica la misma norma, sin excepciones).

“Igualdad material o real” ‒igualdad “en la ley”


Tiende a una equiparación real y efectiva de los mismos.

Para lograr esta igualdad material o real, los poderes públicos deberán, en ocasiones,
dictar normas aparentemente desiguales o contrarias a la igualdad formal, para elevar
la posición social de los colectivos que se encuentran en una situación continuada de
inferioridad social real.

Igualdad formal (ante la ley)


La ley es la misma para todos los ciudadanos y, de forma congruente con ello, la ley
debe tratar a todos por igual sin que tenga cabida distinción alguna.

1. Significado
A. La ley debe ser universal
B. La ley debe ser general y abstracta
C. La ley debe ser, o tener vocación, duradera

2. Finalidad:
Excluir las leyes “singulares” o “especiales”, con destinatarios concretos debido a sus
circunstancias personales o sociales o de la coyuntura concreta.
Igualdad material o real (en la ley)
La realidad está llena de situaciones concretas y específicas que pueden merecer la
actuación del legislador (una norma jurídica) a fin de resolver un problema particular o
concreto.

Y, por otro lado, las personas podrán ser iguales ante la ley, pero en la práctica no lo
son en la realidad.

El artículo 9.2 de la CE obliga a los poderes públicos a aprobar esas leyes. Cuando
instituye a los poderes públicos en la obligación de promover las condiciones para que
la igualdad de los individuos y los grupos sea real y efectiva (no solo teórica).

1. Significado
Deben tratar de forma desigual las situaciones diferentes, este trato desigual sólo será
constitucionalmente legítimo si tiene una justificación objetiva y razonable (art. 9.2 CE)

De otro modo, la introducción de la norma de trato diferenciado será́ inconstitucional


por discriminatoria.

2. La igualdad en la ley no puede ser discriminación


La relativización del principio de igualdad tiene un límite, el cual es la prohibición de la
discriminación.

El legislador podrá buscar soluciones específicas a las situaciones presentadas y tratar


de superar las desigualdades sociales de individuos y colectivos, pero deberá hacerlo
sin discriminar a ningún ciudadano afectado por la intervención legislativa.

En efecto, no cualquier trato desigual es discriminatorio: sólo lo es el trato desigual no


basado en causas objetivas y razonables. La CE admite la diferenciación fundamentada
en causas objetivas y razonables.

3. Categorías sospechosas de discriminación


El artículo 14 CE establece que no puede prevalecer discriminación por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión u otra condición o circunstancial”.

A.- Prohíbe la discriminación por las causas específicamente mencionadas.


B.- No es una lista cerrada
C.- La lista recoge las formas más comunes de discriminación (inferioridad real).
D.- Por esta razón son consideradas categorías sospechosas.
4. Acción positiva y discriminación inversa
El art. 9. 2 CE obliga a compensar situaciones de desigualdad de partida.

El poder público puede utilizar distintos instrumentos jurídicos con esta finalidad:
1. Acción positiva (discriminación positiva, acción afirmativa)
Medidas que suponen desarrollar políticas públicas que, sin perjudicar o restar
derechos, favorecen a ciertos grupos sociales. Puede equipararse a un “trato
preferente” hacia personas o grupos en situación de desventaja.

2. Discriminación inversa
Diferenciación favorable de los miembros de un grupo a otro, esto puede
suponer que uno de los grupos pueda ser perjudicado o le resten derechos

En España, la categoría que motiva mayoritariamente la utilización de este tipo de


medidas es el género

Ejemplo. Las mujeres se han visto discriminadas, lo que obliga a buscar su igualdad real
(LO 3/2007).
LECCIÓN 9. LOS DEBERES CONSTITUCIONALES

1. La nación de deber constitucional.


El artículo 9.1 de la Constitución establece, expresamente, que tanto los ciudadanos
como los poderes públicos están sometidos a la CE.

Estudiamos las obligaciones o deberes que la CE impone de manera taxativa a los


ciudadanos, es decir, cuáles son los deberes ciudadanos fundamentales, denominados
“deberes constitucionales”.

En relación con a la noción de deber constitucional, la CE impone a los ciudadanos


deberes jurídicos genéricos, deberes que se concretan en obligaciones específicas.

En general, la CE impone deberes jurídicos genéricos y se remite a la ley para su


plasmación en obligaciones específicas para los ciudadanos

Características de los deberes constitucionales


Los deberes constitucionales presentan 5 características:

1. Son comportamientos, positivos o negativos, que se imponen a un sujeto en


consideración a intereses en beneficio de otros sujetos o intereses generales de
la comunidad.

2. Son incorporados a la norma fundamental por una exigencia de solidaridad,


pretendiendo el Estado democrático la implicación de todos los ciudadanos en
la consecución de estos objetivos generales.

3. Son formulados como proposiciones jurídicas incompletas (característica


común), porque no prevén ninguna sanción aparejada a su incumplimiento.

4. Se encuentran dispersos en toda la CE, frente a la unidad de ubicación que


tienen los derechos y libertades fundamentales, pueden destacarse:

o Deber de conocer el castellano (art. 3 CE).


o Las obligaciones miliares de los españoles (art. 30.2).
o Deberes en caso de grave riesgo, catástrofe o calamidad (art. 30.4).
o Los deberes de los cónyuges (art.32.2).
o El deber de conservación del medio ambiente (art. 45).

5. La constitución reserva para determinados deberes la calificación de deberes


fundamentales por su ubicación en la Sección 2a, del Capítulo II del Título I,
como son los relacionados con:

o La defensa nacional y la seguridad


o Los ingresos públicos (impuestos)
o La familia y el trabajo
2. Deberes militares y objeción de conciencia.
Los deberes militares
Los deberes militares de los españoles vienen establecidos en el artículo 30 de la
Constitución Española.

Hay que saber diferenciar entre los españoles tienen el derecho y entre que los
españoles tienen el deber de defender a España

El derecho a defender España.


En cuanto al derecho a defender a España hay que distinguir entre el reconocimiento
genérico por la CE del derecho, y las manifestaciones concretas del mismo.

“Como derecho constitucional”


El derecho de defender España se define como “el derecho a participar en la defensa
de la Nación en la forma que establezca la ley al regular las obligaciones militares de
los españoles”.

La CE no especifica de forma expresa ninguna concreción del derecho, lo que otorga al


legislador una amplia libertad para su regulación.

“Ley Orgánica 5/2005 de Defensa Nacional”


Dicha ley y el resto de normativa de desarrollo han regulado dos ámbitos distintos en
relación con el derecho de defender a España:

- La Carrera Militar es el derecho de todos los españoles a Formar de las Fuerzas


Armadas, como dedicación profesional a la que se accede por oposición.

- El derecho de todos los Españoles de defender a España, como derecho de


configuración legal regulado en el artículo 29 de la L.O. 5/2005

Además, la aportación de otros recursos provenientes de la sociedad, se materializará


de la siguiente forma:
- Reservistas voluntarios
Cualquier español de más de 18 años puede solicitar acceder a la condición de
reservista voluntario y ejercer su derecho a la defensa de España.

El deber de defender España.


Se define como el deber de participar en la defensa de la Nación en la forma
establecida por la ley al regular las obligaciones militares de los españoles.

“La obligación militar”


La más importante de los españoles es la de acudir a filas en caso de que una situación
de guerra o, al menos, de grave riesgo de enfrentamiento bélico, obligue al Gobierno a
movilizar a más personal militar del que en ese momento se encuentra en servicio
activo como militar profesional o, en su caso, como Reservista voluntario, posibilidad
hoy contemplada en la L.O. de la Defesa Nacional a través de la figura del “Reservista
obligatorio”.
“Reservistas obligatorios”
Un régimen similar al que se establece en la normativa vigente de la Carrera Militar,
Ley 39/2007, regula la figura de los reservistas obligatorios.

- Reservistas obligatorios: Los españoles, con una edad comprendida entre los
diecinueve y los veinticinco años, que sean declarados como tales por el
Gobierno de acuerdo con la ley.

La objeción de conciencia.
Doctrinalmente, y en un sentido amplio, puede definirse la objeción de conciencia
como la “actitud de aquel que se niega a obedecer un mandato de la autoridad, un
imperativo jurídico, invocando la existencia en el seno de su conciencia de un dictamen
que le impide realizar el comportamiento prescrito”

Supone, en consecuencia, dejar de cumplir un mandato legal en base a principios


ideológicos o de conciencia.

Como puede observarse, es necesario que exista un conflicto entre, por un lado, una
norma jurídica de obligado cumplimiento y, por otro, dictados morales individuales
que sean contrarios a aquélla.

Es en este tipo de conflictos donde la objeción de conciencia actúa como fórmula para
dar solución al conflicto, aunque siempre con carácter excepcional.

Regulación
La objeción de conciencia está regulada en el artículo 30.2 CE.

La objeción de conciencia queda constitucionalizada fuera del conjunto de los


derechos fundamentales más especialmente protegidos por el artículo 53.2 (los de la
Sección 1a, del Capítulo II del Título I), si bien este mismo precepto dispone que el
Recurso de Amparo también es “aplicable a la objeción de conciencia reconocida en el
artículo 30”.

La objeción de conciencia para el servicio militar


La forma paradigmática fue la objeción de conciencia al servicio militar, al igual que fue
la que permitió la construcción dogmática-jurídica del derecho.

En la legislación actual se prevé que los reservistas obligatorios efectúen declaración de


objeción de conciencia para prestar servicio en fila en las Fuerzas Armadas o en otras
organizaciones con fines de interés en las que se requiera el empleo de armas.

Tal declaración producirá efectos automáticos, pudiendo asignar al afectado a


organizaciones con fines de interés general en las que no se empleen armas.
Otros ámbitos
En los que se ha desarrollado por el Tribunal Constitucional el derecho fundamental a
la objeción de conciencia:

- Aborto
- Transfusiones de sangre y otros tratamientos médicos
- Mesa electoral
- Relaciones laborales
- Ámbito educativo

3. Otros deberes y prestaciones.


El artículo 30 CE prevé otras posibles “prestaciones de hacer” por parte de los
ciudadanos, que son expresión de deberes en todo punto análogos a los anteriores.

Es así como
- El artículo 30.3 contempla la posibilidad de establecer un servicio civil para
cumplir fines de interés general.

- El artículo 30.4 contempla la posibilidad de imponer deberes a ciudadanos en


casos de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública.

La diferencia entre ambas prestaciones reside en que, por un lado, el artículo 30.3 CE
presenta un carácter regular o periódico y, por otro lado, el artículo 30.4 CE presenta
un carácter eventual o puntual de los deberes.

4. Deberes tributarios.
La Constitución establece en su artículo 31 la obligación de todos de contribuir al
sostenimiento de los gastos públicos. Estos deberes tributarios reconocidos en la CE se
plasman en obligaciones concretas con la aprobación de leyes fiscales.

Este deber implica, por un lado, una situación de sujeción y de colaboración de los
ciudadanos con la Administración tributaria y, por otro lado, el ejercicio para los
poderes públicos de potestades específicas en orden a la efectividad del cumplimiento
por parte de los contribuyentes.

Los tributos (impuestos)


Son los ingresos públicos que consisten en prestaciones pecuniarias (económicas)
exigidas por una administración pública como consecuencia de la realización del
supuesto de hecho al que la ley vincula el deber de contribuir, con el fin primordial de
obtener los ingresos necesarios para el sostenimiento de los gastos públicos.

Ejemplo. Si compras un coche pagas el IVA, pero si trabajas pagas el IRPF, entre otros
posibles tributos
El sujeto pasivo (obligado) de los deberes tributarios
“Todos” contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos, aunque el destinatario
principal serán los ciudadanos españoles. Además, están obligadas a contribuir todas
las personas, tanto físicas como jurídicas, nacionales o extranjeras, que residan en el
territorio nacional o que realicen una actividad en él.

Ejemplo. Una empresa

El artículo 31 CE
Dicho artículo especifica características a las que debe ajustarse el sistema tributario

“Principio de capacidad económica”


El sistema tributario está obligado a buscar la riqueza allí́ donde esté

“Principio de igualdad en el ámbito tributario”


A situaciones económicas iguales hay una imposición fiscal igual, por lo que debe de
satisfacerse un trato igual a los supuestos de igual capacidad económica.

“Progresividad y no confiscación”
A. Progresividad
Debe tributar más el que más tenga, y además debe hacerlo de forma más que
proporcional (de forma progresiva)

B. No confiscatorio
No se puede privar al sujeto de todas sus rentas y propiedades.
LECCIÓN 10. LOS DERECHOS DE LA ESFERA PERSONAL

1. El derecho a la vida e integridad física


Introducción
Los derechos fundamentales a la vida y a la integridad física y moral de las personas
están constitucionalmente reconocidos y protegidos en el artículo 15 de la CE.

Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física moral, sin que puedan ser
sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la
pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las leyes penales militares en guerra.

El TC ha establecido que el derecho a la vida es “esencial y troncal en cuanto es el


supuesto ontológico sin el que los restantes derechos no tendrían existencia posible”.

Por eso tiene un carácter prácticamente absoluto, aunque una persona puede ejercer
su derecho a solicitar y recibir ayuda para morir, siempre que concurran determinadas
circunstancias (Ley Orgánica 3/2021 de regulación de la eutanasia).

“Características del derecho a la vida”


1.- Contenido y alcance del derecho a la vida.
Básicamente es un derecho de carácter “negativo”, el cual nos garantiza una reacción
dirigida a la protección de la persona para que nadie nos haga nada.

2.- Especial relevancia de su doble dimensión


“subjetiva” y “objetiva” por las cuestiones constitucionales que de ella se derivan:

A. Vertiente subjetiva del derecho a la vida


La vertiente subjetiva hace referencia a la persona como titular del derecho

B. Vertiente objetiva
La vertiente objetiva hace referencia a los poderes públicos, al Estado.

La titularidad del derecho y la protección del nasciturus (el concebido no nacido)


Por su propia naturaleza, el derecho a la vida y a la integridad física alcanza a todas las
personas físicas

El principal problema surge en relación al nasciturus (el concebido no nacido), es decir,


si el feto, como embrión de vida humana, se considera o no persona y queda incluido o
no bajo la protección del artículo 15 de la CE.

La regulación vigente en la actualidad, en relación con la protección de nasciturus, es:


A. Posibilidad de someterse a una interrupción voluntaria del embarazo (IVE)
durante las primeras 14 semanas de gestación

B. Entre la 14 y las 22 semanas se admite el aborto en caso de grave riesgo para la


vida o la salud de la embarazada y de riesgo de anomalías en el feto.
C. A partir de ese momento (22 semanas), cobra más importancia la protección
del feto ya viable, de forma que la Ley entiende que de existir a partir de ese
momento riesgo para la vida o la salud de la mujer, lo adecuado sería la
práctica de un parto inducido.

Aun así́, se contemplan todavía dos supuestos excepcionales de interrupción


del embarazo:

1. La detección de anomalías fetales incompatibles con la vida.

2. Una enfermedad extraordinariamente grave e incurable en el


momento del diagnóstico.

El final de la vida
En el otro extremo de la protección constitucional de la vida, y en estrecha relación
con el derecho a la integridad física y moral, se plantea el tema de la muerte, que
presenta cuestiones complejas como el suicidio, la denominada eutanasia y el derecho
a una muerte digna, así como la pena de muerte.

En este ámbito, excepto para la pena de muerte, es preciso distinguir entre:


“La posición del propio sujeto”
Este desea poner fin a su vida y podemos encontrar dos tipos:
- Suicidio
No es considerado delito, es decir, no se castigan a los suicidas

- Eutanasia
Es el derecho a solicitar y recibir la ayuda necesaria para morir, siempre que se
cumpla el procedimiento a seguir y las garantías que han de observarse

“La intervención de terceros”


Es la intervención de quienes pueden prestarle auxilio para conseguir tal fin
- Suicidio
Se penalizan y castigan actos que puedan ser realizados por terceras personas
como son la inducción (influenciar) y la cooperación.

- Eutanasia
La ayuda siempre será́ proporcionada por personal sanitario. Si la ayuda a morir
se realiza incumpliendo lo establecido en la ley orgánica reguladora, esta
intervención de tercero incurriría en el delito tipificado

- Derecho a decidir sobre el tratamiento médico a recibir


De tal forma que el sujeto pueda rechazar la continuidad del tratamiento
médico cuando lo estime innecesario por causarle un sufrimiento excesivo o
por alargar artificialmente su propia existencia en condiciones penosas.
“La pena de muerte”
La CE abolió́ la pena de muerte con carácter general, con la excepción de “lo que
puedan disponer las leyes penales militares para tiempos de guerra”

Pero el legislador optó por eliminar esta posibilidad, es decir, hoy en día, en España,
está abolida la pena de muerte en todo caso en virtud de la CE y Ley Orgánica 11/1995.

(Ello no significa que esto pueda cambiar en las siguientes votaciones de 2023)

El derecho a la integridad física y moral


El artículo 15 de la CE también garantiza el derecho a la integridad física y moral de
todas las personas, mediante el cual viene a protegerse la inviolabilidad de la persona
contra ataques dirigidos a lesionar tanto su cuerpo como su espíritu

“La integridad física”


El derecho a la integridad física y moral es el derecho a no ser privado de ningún
miembro vital o corporal, el derecho a la salud física y mental, el derecho al bienestar
corporal y físico y a la propia apariencia personal.

Está relacionada con la protección del cuerpo de toda persona, sin perjuicio que en
este ámbito se produzcan situaciones límite y de difícil interpretación, algunas
relacionadas con la gestión de la seguridad.

El Tribunal Constitucional ha analizado el potencial impacto que tiene sobre el derecho


a la integridad física y moral distintas actuaciones que pueden realizarse en el curso de
una investigación policial o en el proceso penal:

- Torturas, tratos inhumanos o degradantes


Absolutamente prohibidos por la CE y el ordenamiento jurídico

- Los registros corporales externos (RCE)


Permitidos en los casos regulados en la LO 4/2015 PSC, cuando existan indicios
para suponer que se presentan materiales peligrosos para la ciudadanía.

Además, los RCE podrán llevarse a cabo contra la voluntad del afectado,
adoptando las medidas de compulsión indispensables, conforme a los
principios de idoneidad, necesidad y proporcionalidad.

- La inspección o registros corporales (que puedan afectar al derecho


fundamental o a la integridad física)

- Las intervenciones corporales (que puedan afectar al derecho fundamental o a


la integridad física)
“La integridad moral”
Es el derecho que asiste a la persona a no ser violentada con intervenciones o
tratamientos susceptibles de anular, modificar o herir su voluntad, ideas,
pensamientos o sentimientos.

Debe tratarse de un acto de degradación personal o humillación de cierta intensidad


que afecte a la dignidad de la persona

2. Libertad ideológica y libertad religiosa


Introducción
Aunque la libertad ideológica y la religiosa constituyen libertades diferenciadas, la CE
las contempla conjuntamente en su artículo 16

Ambas libertades pueden considerarse manifestaciones de una genérica libertad de


pensamiento entendida como “el derecho de toda persona a mantener con libertad
sus propias ideas y convicciones, y a manifestarlas externamente mediante la palabra o
sus propios actos”.

La libertad de pensamiento ha generado la libertad ideológica y la libertad de religión.

Ambas libertades presentan una doble faceta:


1. Una faceta personal e interior al individuo: Son libertades ilimitadas.

2. Una faceta externa: La CE contempla expresamente la existencia de


restricciones o limitaciones.

La libertad ideológica
La libertad ideológica puede definirse como el derecho a mantener las ideas y
convicciones que una persona considere y manifestarlas mediante la palabra o sus
propios actos.

La libertad ideológica supone algo tan trascendente como el derecho de mantener las
ideas y convicciones sobre la propia sociedad y de la comunidad política a la que se
pertenece.

1. Desde una perspectiva interior


La libertad ideológica puede considerarse como el reducto más íntimo del
individuo y es ciertamente ilimitada

2. Desde una perspectiva exterior


Este derecho fundamental queda limitado “en sus manifestaciones” por la
necesidad del mantenimiento del orden público y la protección del derecho de
los demás al ejercicio de sus libertades públicas y derechos fundamentales.
La libertad religiosa
La liberta religiosa consiste en el derecho a mantener ideas y convicciones propias

1. Desde una perspectiva interior


La libertad religiosa queda caracterizada igual que la ideológica, no tiene
limitación alguna.

2. Desde una perspectiva exterior (tiene una proyección más específica)


El culto, que comprende el derecho a mantener lugares de culto y a practicarlo,
tanto dentro de tales recintos como en el exterior, con determinadas
limitaciones tal y como se ha visto para la libertad ideológica

3. Derecho al honor, a la intimidad personal y familia y a la propia imagen


Definiciones
El artículo 18.1 de la CE recoge una serie de derechos que tienen una clara unidad al
versar todos ellos sobre la protección la dignidad de la persona así́ como de un ámbito
privado reservado para la propia persona, y del que quedan excluidos los demás

Estos derechos se consideran destinados a la protección de un bien


constitucionalmente relevante que abarca el ámbito protegido de ellos, la dignidad de
las personas y la vida privada

Estos derechos son:


“El honor”
El honor es el íntimo valor moral del hombre, la estima de terceros, o bien la
consideración social, el buen nombre o la buena fama, así́ como el sentimiento y
conciencia de la propia dignidad.

El derecho al honor
Ampara la buena reputación, la buena fama de una persona, “protegiéndola frente a
expresiones o mensajes que puedan hacerla desmerecer en la consideración ajena al ir
en su descrédito o menosprecio o al ser tenidas en el concepto público por afrentosas”

Ejemplo. Si la información es correcta esta no atenta al honor, pero si es falsa sí que


atenta al honor.

“El derecho a la intimidad personal y familiar”


Puede considerarse como el reducto más privado de la vida del individuo cuyo
conocimiento está restringido a los integrantes de la unidad familiar.

La intimidad puede definirse como la capacidad para evitar la difusión de


informaciones o evitar la manipulación e instrumentación de esta

- El ámbito de privacidad de la persona que se entiende protegido por el derecho


es definido por el TC como el “ámbito propio y reservado de cada sujeto, que
se considera necesario para mantener una calidad mínima de vida humana,
según las pautas de nuestra cultura”.
La intimidad familiar.
El derecho a la intimidad personal y familiar se extiende, no sólo a aspectos de la vida
propia y personal, sino también a determinados aspectos de la vida de otras personas
con las que se guarde una especial y estrecha vinculación, como es la familiar

“El derecho a la propia imagen”


Consiste en la facultad de la persona de decidir respecto al empleo de su imagen, de
tal forma, que no pueda emplearse ésta, con o sin finalidad de lucro, sin el propio
consentimiento previo.

El derecho a la propia imagen forma parte de los derechos de la personalidad, y como


tal garantiza el ámbito de libertad de una persona respecto de sus atributos más
característicos, propios e inmediatos como la imagen física, la voz o el nombre,

Se trata, por lo tanto, de proteger la imagen física las personas (incluyendo la voz y el
nombre).
1. Poder que tienen las personas para reproducir su imagen y negarse a que la
representación física de su persona se utilice por terceros sin su
consentimiento

2. El derecho a la propia imagen limita la obtención de imágenes y, del mismo


modo, la divulgación o publicación de las mismas.

Procedimientos de protección
Los derechos reconocidos en el artículo 18.1 de la CE poseen una pluralidad de cauces
de protección.

En el caso español dichos mecanismo de protección son tres, más el recurso de


amparo ante el Tribunal Constitucional:

“El derecho de rectificación”


Atiende al deseo del afectado por una información errónea, publicada en algún medio
de comunicación, que pueda afectar a su buen nombre o fama, de que se publique la
corrección de dicho error en el propio medio.

Supone, en consecuencia, una limitación a la libertad de información y la vía más suave


de protección de los derechos estudiados

“La protección civil”


Es una vía judicial que ampara a los tres derechos y que tiene por objeto el cese de la
intromisión ilegítima, en caso de que continúe, así como la indemnización por los
daños y perjuicios causados por dicha intromisión.

“La protección penal”


El ordenamiento reserva la protección penal para los atentados más graves al honor
(delitos de injurias y calumnias o de descubrimiento y revelación de secretos) y a la
intimidad (como pueda ser en el caso de allanamiento de morada).
“La protección Constitucional”
Vía Recurso de Amparo

4. Inviolabilidad del domicilio


Concepto y características
El derecho a la inviolabilidad del domicilio (art. 18.2 CE) es un derecho fundamental
que impide la entrada o registro de un domicilio sin el consentimiento del titular o sin
previa autorización judicial, en este segundo caso no será necesario el consentimiento
del titular salvo caso de flagrante delito.

“Titularidad del derecho”


Es una garantía para personas físicas, ya sean nacionales o extranjeros, así como para
personas jurídicas, ya sean sociedades, empresas, asociaciones, etc.

Aunque en este último caso con menor intensidad que en relación con las personas
físicas, con alcance limitado a los espacios físicos indispensables

“El bien jurídico protegido”


Trata de proteger el legislador y, en este supuesto, es la vida privada (la intimidad de
las personas), que se quiere preservar de intromisiones ajenas.

“Garantía y objeto protegido”


La garantía constitucional de la inviolabilidad del domicilio consiste en la imposibilidad
de entrada o registro de este, salvo en los supuestos tasados por la propia
constitución.

Dicha prohibición de entrada afecta tanto a los poderes públicos como a los
particulares.

Noción constitucional de domicilio


La noción constitucional de domicilio es un espacio físico en el cual el individuo vive sin
estar sujeto necesariamente a los usos y convenciones sociales y ejerce su libertad más
íntima.

En consecuencia, es el espacio limitado que la persona elige y que debe caracterizarse


por quedar exento o inmune a las invasiones o agresiones exteriores, de otras
personas o de la autoridad pública.

Estas dos notas, espacio físico y vida privada, son las que determinan el alcance del
derecho, que se restringe a aquellos espacios habitables en los que los individuos
desarrollan o pueden desarrollar su actividad personal sin injerencias ajenas
No obstante, no puede considerarse domicilio protegido por este derecho todo
espacio en el que quede protegida la vida privada.

A. No se consideran constitucionalmente protegidos los espacios que la no se


consideran domicilios a nivel constitucional, como, por ejemplo, locales o
negocios abiertos al público, un vehículo en el que no se reside

B. Sí se consideran constitucionalmente protegidos los espacios que se consideran


domicilios a nivel constitucional, como, por ejemplo, un automóvil donde
“resida” una persona de forma efectiva, las habitaciones de hotel, una tienda
de campaña.

(Los dos apartados anteriores hacen referencia a algo con carácter general)

Supuestos de entrada legítima en el domicilio


En la Constitución se contemplan tres supuestos de entrada legítima en el domicilio:

“El consentimiento del titular”


El consentimiento del titular es el supuesto menos conflictivo, aunque no deja de
plantear problemas interpretativos, como el de la pluralidad de titulares:

En el caso de presentar una pluralidad de titulares, parce que, en situaciones de


normalidad, basta con tener la autorización de uno de los titulares para permitir la
entrada en el domicilio común (domicilio conyugal).

Ahora bien, el Tribunal Constitucional ha señalado que un cotitular del domicilio no


podría autorizar una entrada legítima en el domicilio común en perjuicio del otro si se
encuentra «en determinadas situaciones de contraposición o conflicto de intereses».

“El flagrante delito”


Este supuesto ha quedado definido por el Tribunal Constitucional como la evidencia
del delito entendida como, por un lado, la percepción directa del mismo, donde el
delincuente es visto en el momento de delinquir o en circunstancias inmediatas a la
perpetración del ilícito. Y, por otro lado, por la urgencia de la intervención policial.

Por consiguiente, sólo ante una evidencia delictiva que requiera una intervención
policial urgente es posible entrar en un domicilio sin autorización.

Jurisprudencia del Tribunal Supremo: Requisitos fundamentales del delito flagrante:


1. Inmediatez temporal. Que el delito se esté cometiendo o que se haya cometido
poco antes

2. Inmediatez personal. Que el delincuente se encuentre allí y que ofrezca


pruebas de su participación en el hecho

3. Necesidad urgente de intervención.


La policía se ve obligada a intervenir para detener la situación y al delincuente
Con la Ley 38/2002, de 24 de octubre, de los Juicios Rápidos se introduce nuevamente
en la normativa el concepto legal de delito flagrante, estableciendo el art. 795.1.1o:

“... el que se estuviese cometiendo o se acabase de cometer, cuando el delincuente sea


sorprendido en el acto.

Se entenderá́ sorprendido en el acto:


1. Al delincuente que fuere detenido en el momento de estar cometiendo el delito
2. Al detenido o perseguido inmediatamente después de cometerlo.
3. A quien se sorprendiere inmediatamente después de cometido un delito con
efectos, instrumentos o vestigios que permitan presumir su participación en él”.

“La resolución judicial que la autorice”


Esta autorización contempla los supuestos de investigación criminal en los que es
preciso el registro del domicilio, o la detención de personas que se encuentren dentro
del mismo.

La autorización judicial ha de ser motivada de forma específica y concreta. El órgano


judicial deberá precisar con detalle las circunstancias espaciales (ubicación del
domicilio) y temporales (momento y plazo) de la entrada y registro, y de ser posible
también las personales (titular u ocupantes del domicilio en cuestión).

“Estado de necesidad o de fuerza mayor”


Este supuesto se encuentra recogido en la LO 4/2015 y no en la CE
No se encuentra impedida por la CE la entrada en domicilios particulares, sin contar
con la autorización de los titulares, en caso de estados de necesidad o fuerza mayor.

Así, en caso de un auxilio inmediato, solicitado o no, de riesgos para la vida o seguridad
de las personas, o de otros supuestos análogos, la entrada de agentes de la autoridad
o de particulares no se considera una vulneración de la inviolabilidad del domicilio.

Artículo 15.2 LO 4/2015 PSC: Será causa legítima suficiente para entrar en el domicilio
para evitar daños inminentes y graves a las personas y cosas, en supuestos de extrema
y urgente necesidad.

5. El secreto de las comunicaciones


El secreto de las comunicaciones, derecho fundamental consagrado en el artículo 18.3
de la CE, constituye una garantía más de la vida privada.

El derecho al secreto de comunicaciones consagra, implícitamente, la libertad de las


comunicaciones y, de modo expreso, su secreto.

A. La libertad y el secreto de las comunicaciones afectan a cualquier


procedimiento de intercomunicación privada

B. Cabe la posibilidad de levantar dicha garantía legal mediante resolución


judicial.
6. La protección frente al uso de la informática
La Constitución incluye en el art. 18.4 un mandato al legislador para que limite el uso
de la informática al objeto de garantizar «el honor y la intimidad personal y familiar de
los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos».

1. El fundamento de este mandato es el peligro real y efectivo que la acumulación


informática de datos sobre las personas puede representar sobre la libertad y
derechos y, en especial, sobre su vida privada

2. El TC ha configurado esta protección como un nuevo derecho fundamental: el


derecho a la libertad informática, que protege los datos sometidos a
tratamiento informático y reconoce al individuo de un poder de control sobre
tales datos.

Este derecho ha sido actualizado por la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de


Datos Personales y garantía de los derechos digitales.

3. La LO 15/1999 creó una autoridad responsable del control de estos ficheros


LECCIÓN 11. LOS DERECHOS DE LA LIBERTAD (I). LA LIBERTAD
PERSONAL

1. Las características generales de la libertad personal


En primer lugar, la libertad es uno de los bienes más preciados del ser humano.

El art. 17 CE reconoce el derecho a la libertad personal y seguridad de las personas,


configurándolo como un derecho de no ser privado de la propia libertad física, salvo en
los casos previstos en la Ley, y siguiendo el procedimiento legalmente previsto.

A. Para que alguien sea lícitamente privado de su libertad es necesario que haya
sucedido una circunstancia previamente recogida en una norma jurídica
(norma con rango de ley) que justifique la privación de su libertad.

B. La garantía de la libertad se articula sobre el carácter del órgano al que se


confiere la potestad de tramitar el procedimiento que debe decidir que ha
concurrido uno de los supuestos que justifican la privación de libertad:

Esta potestad se atribuye, exclusivamente, a los órganos jurisdiccionales


vinculados a la ley e incardinados en un poder judicial independiente

o Los Jueces pueden ordenar la detención de una persona, dictar la


prisión provisional en un procedimiento penal o condenar a pena de
prisión a través de una sentencia penal.

Esta última afirmación debe ser matizada, por lo que existen dos fases en la privación
de libertad derivada de la comisión de un hecho delictivo, las cuales tienen lugar a lo
largo de tres momentos sucesivos:

Fase I. La gubernativa
Un primer momento procesal constituye la detención. Esta es temporal y breve, ya que
se está en espera de pasar al detenido a disposición judicial. Pero, en determinados
casos, el detenido puede ser liberado por la Policía sin pasar a disposición judicial

- Privación de libertad por la autoridad gubernamental, por la policía

Fase II. La judicial


Ya en fase judicial puede existir un segundo momento de privación de libertad, ya
que en el marco del proceso penal puede dictarse la prisión provisional, y de duración
máxima legalmente determinada.

- Privación de libertad por orden judicial (No se acuerda siempre)

Finalmente, si el juicio concluye en sentencia definitiva condenatoria a pena privativa


de libertad, se produce el último momento de privación de libertad en prisión, ya en
cumplimiento de la condena o pena firme de privación de libertad.
- Privación de libertad judicial por sentencia judicial
2. Las garantías de la libertad y tipos de privación de libertad
Las garantías de la libertad
La Constitución reconoce los derechos a la libertad y la seguridad personal.

Se trata de que las personas puedan determinar libremente su conducta sin que esa
actuación, siempre que sea licita, sufra interferencias o impedimentos por parte de
terceros.

De ahí que, tras su reconocimiento genérico o declarativo, la plasmación jurídica del


derecho tenga lugar mediante la prohibición de las conductas que perturben la
libertad o seguridad ajenas, salvo en casos y condiciones previstas en las leyes.

De igual forma la protección jurídica del derecho a la libertad y seguridad se canaliza,


también, negativamente, esto es, mediante la especificación, de los supuestos en que
la libertad y la seguridad personales pueden ser limitados o suprimidos.

Tipos de privación de libertad


La privación de libertad más frecuente es la que halla su causa en la comisión de
infracciones o presuntas infracciones de carácter penal (los conocidos como delitos)

Junto con las modalidades “típicas” o habituales de privación de libertad, el


ordenamiento jurídico contempla otras privaciones o restricciones de la libertad.

Entre las “otras formas de privación de libertad que no traen causa por delito, o que
tengan unas consecuencias distinas a las habituales”, destacan las siguientes:

“La privación de libertad a enfermos psíquicos”


Cabe limitar su libertad en los siguientes supuestos:
- Cuando hayan cometido un hecho tipificado como delito. Podrán ser
internados en un centro psiquiátrico penitenciario

- Cuando se inste su internamiento en un centro de salud mental, en un hospital


psiquiátrico, por sufrir una persona un trastorno psíquico grave que no les
permite convivir en situación de normalidad con el resto de las personas

“La privación de libertad de menores”


Encontramos los siguientes supuestos:
- La responsabilidad de menores de 18 años por los delitos se rige por lo previsto
en la LO 5/2000 reguladora de la responsabilidad penal de los menores

Esta ley prevé las medidas a aplicar, así como los supuestos en los que cabe la
detención y la prisión provisional de mayores de 14 años y menores de 18 años.

- La detención de menores fugados de su domicilio: se les aplica el Código Civil y


se les reingresa en su domicilio.
“La privación de libertad de extranjeros (que no pertenezcan a la UE)””
Encontramos los siguientes supuestos:
- Para impedir que entren ilegalmente en el país.

- Es posible el internamiento de extranjeros que entren y se encuentren de


forma irregular en España en centros no penitenciarios (CIES).

“La privación de libertad de miembros de las Fuerzas Armadas”


Puede producirse por dos circunstancias distintas:
Por hechos relacionados con delitos de naturaleza militar tipificados en el Código Penal
Militar (las sentencias las dictará un Juez Togado Militar, no Juez ordinario, y la pena se
cumplirá en un centro penitenciario militar, no en una cárcel ordinaria.

Por hechos que sean castigados con sanciones al régimen disciplinario militar,
sanciones que pueden restringir la libertad y que no son adoptadas por órgano
jurisdiccional alguno, sino por superiores jerárquicos del sancionado. Las sanciones se
cumplen en los propios centros o instalaciones militares.

“La privación de libertad de personas con enfermedades infecto-contagiosas”


(regulado en la Ley General de Sanidad)
Se aplica en aquellos supuestos en los que la persona sufra una enfermedad
contagiosa. y no acceda voluntariamente a ser ingresada en un centro hospitalario,
dictándose por los facultativos internamiento hospitalario obligatorio, el cual debe de
ser ratificado por un Juez.

“La privación de libertad de personas en los casos de estado de excepción y de sitio”


Cuando se decretan estos estados excepcionales, se pueden prácticas detenciones en
situaciones y con unos procedimientos, garantías y derechos distintos a los habituales.
[A modo de ejemplo, la detención no podrá exceder de diez días].

EXTRA
“La privación de libertad que tiene origen en la comisión de un hecho delictivo”
Junto a las 6 formas vistas, no debe olvidarse la estudiada al inicio de este apartado, la
cual, tal y como se ha indicado, es la más habitual y que tiene, como consecuencia, las
siguientes situaciones que se estudiarán en los apartados siguientes:

1. La detención.
2. La prisión provisional.
3. La pena de prisión [una vez dictada la sentencia].

3. La detención: límites, condiciones y garantías


Privación de libertad y detención
La causa más habitual de privación de libertad es, evidentemente, la detención
derivada de la comisión de un delito.
En nuestro ordenamiento, la previsión constitucional de que la privación de libertad
“sólo cabe en los casos previstos en la ley” se plasma, en lo que a la detención por
comisión de delito se refiere, en los supuestos previstos en los artículos 489 a 501 de la
Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Los límites temporales de la detención


La protección constitucional de la libertad y la seguridad incluye unos límites
temporales para la detención:

1. Límite temporal relativo:


La detención durará el tiempo estrictamente necesario para la realización de
las averiguaciones tendentes al esclarecimiento de los hechos.

2. Límite temporal absoluto:


En todo caso, en el plazo máximo de 72 horas la persona detenida debe ser
puesta en libertad o a disposición de la autoridad judicial.

“Duración de la detención”

Hay 3 excepciones a la norma general:


- El detenido es un menor de edad: a las 24 horas desde la detención debe de ser
puesto en libertad o ante el Fiscal de Menores.

- El detenido lo es por el delito de terrorismo: se prevé la posibilidad de prorrogar 48


horas más la duración de la detención (48 horas más sobre las 72 horas iniciales)
 Aplicable a partir de los 16 años.

- Si la detención se produce estando en vigor el estado de excepción o sitio, se podrá


detener a cualquiera si es necesario para mantener el orden. (Máximo 10 días).

Las condiciones y las garantías de la detención


La Constitución establece unas garantías en relación con las condiciones en la que
debe realizarse la detención, garantías que se recogen en el artículo 17.3 de la CE

Art. 17.3 CE: “Toda persona detenida debe ser informada de forma inmediata, y de modo
que le sea comprensible, de sus derechos y de las razones de su detención, no pudiendo
ser obligada a declarar. Se garantiza la asistencia de abogado al detenido en las diligencias
policiales y judiciales, en los términos que la ley establezca”.

Tales garantías van destinadas a asegurar que la situación de desamparo que provoca
toda privación de libertad no ocasione, al ser incrementada con la desinformación y la
soledad, la indefensión del detenido. De ahí que las garantías que nos ocupan se
encaminen a asegurar al detenido una información básica y un asesoramiento jurídico.
“La información”
La información que ha de suministrarse al detenido integra dos elementos diferentes:
- La de informarle de las razones que han provocado su detención
- Han de comunicársele los derechos que, como detenido, legalmente le asisten

Ambas deben hacerse de forma inmediata y de modo que le sea comprensible

“La asistencia de abogado”


Esta previsión tiene el doble objeto de:
- Garantizar a la persona detenida una asistencia jurídica
- Asegurar que las diligencias se desarrollan conforme a Derecho.

La asistencia letrada
La Constitución dispone también que el detenido tiene derecho a la asistencia de
abogado en las diligencias policiales y judiciales, en los términos que la ley establezca.

Esta previsión tiene el doble objetivo de garantizar a las personas detenidas una
asistencia jurídica y de asegurar que las diligencias se desarrollan conforme a Derecho.

El desarrollo de la asistencia letrada al detenido, que se realiza en los artículos 520 y


527 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y establecen, como principio general, la libre
elección de abogado por parte del detenido (existe la excepción de que haya detenidos
que se les quita por diversos motivos el derecho a elegir a su propio abogado por lo
que se les pone un abogado de oficio).

Del mismo modo, aquellos detenidos que no puedan designar abogado por motivos
económicos se les asignará uno de oficio sin coste para el detenido.

El procedimiento de “habeas corpus”


La Constitución establece también una garantía judicial destinada al control de la
legalidad de la privación de libertad, sea por la causa que sea, así como de las
condiciones en las que se desarrolla la misma.

El artículo 17.4 de la CE obliga al legislador a regular un procedimiento de “habeas


corpus” (HC), el cual permite a cualquier persona privada de libertad solicitar la
intervención del juez para que verifiquen la legalidad de su privación de libertad o las
condiciones en que tiene lugar dicha privación.

“Supuestos de detención o privación de libertad sobre los que cabe la solicitud de HC”
- Las que lo fueren por una autoridad, agente de esta, funcionario público o
particular, sin que concurran los supuestos legales, o sin haberse cumplido las
formalidades prevenidas y requisitos exigidos por las Leyes.

- Las que estén ilícitamente internadas en cualquier establecimiento o lugar.

- Las personas que están por plazo superior al señalado en las Leyes.
- A quienes no les sean respetados los derechos que la Constitución y las Leyes
Procesales garantizan a toda persona detenida.

“Iniciación del procedimiento de habeas corpus”


- El privado de libertad, su cónyuge, descendientes, ascendientes (padres),
hermanos o sus representantes legales (menor o incapacitado)

- El Ministerio Fiscal.

- El Defensor del Pueblo.

- El Juez competente (de Instrucción)

- El abogado del detenido (no se recoge directamente en la Ley, pero ha sido


admitida por el Tribunal Constitucional).

La autoridad o agente de esta o, en su caso, el funcionario ante el que se presente la


solicitud, estará obligado a poner la misma inmediatamente en conocimiento del Juez
competente para la tramitación del procedimiento de “habeas corpus”.

“Competencia para el conocimiento del procedimiento de habeas corpus”


Será competente para conocer la solicitud de “Habeas corpus” el Juez de Instrucción
del lugar en el que se encuentre la persona privada de libertad.

“Instrucción del procedimiento de habeas corpus”


Una vez tenga noticia el Juez, mediante auto, acordará:
1. La incoación o iniciación del procedimiento y presentación del detenido ante él

2. El Juez denegará la solicitud por ser improcedente porque la detención esté


bien realizada y no se inicie el procedimiento).

“Antes de dictar resolución (en caso de iniciarse el procedimiento por el Juez)”


En este caso, el Juez oirá a la persona privada de libertad o, en su caso, a su
representante legal y Abogado, si lo hubiera designado, así como al Fiscal.

Después, oirá en justificación a la Autoridad, funcionario, representante de la


institución o persona que ordeno o practico la detención o internamiento, y, en todo
caso, a aquella bajo custodia de encontrase la persona privada de libertad.
Por último, el juez escuchara las versiones de todos los implicados.

“Plazo de resolución”
En el plazo de 24 horas desde que se ha dictado la incoación, el Juez practicará todas
las actuaciones necesarias y dictará la resolución que proceda.
“Resolución”
1. Si estima que no concurren las circunstancias justificativas, y la privación de libertad
es acorde a la Ley, acordará el archivo de las actuaciones (se archiva el procedimiento)

2. Si estima justificada la solicitud, se considera que la detención se ha practicado o


desarrollado ilegalmente y acordará en el acto alguna de las siguientes medidas:
a) La puesta en libertad del privado de ésta

b) Que continúe la situación de privación de libertad de acuerdo con las


disposiciones legales aplicables, pero, si es necesario, en establecimiento
distinto, o bajo custodia de personas distintas de las que la detentaban

c) Que la persona privada de libertad sea puesta inmediatamente a disposición


judicial, si ha transcurrido el plazo legalmente establecido para su detención.

4. La prisión preventiva o provisional


La detención es, por naturaleza, una privación de libertad de carácter provisional y
muy limitada en el tiempo.

En ocasiones, sin embargo, es necesario que esa privación de libertad se prolongue


mientras se sustancia investiga el correspondiente procedimiento penal, aunque solo
cuando no exista la posibilidad de otras medidas menos gravosas para el derecho a la
libertad que cumplan la misma finalidad a la que sirva la prisión provisional. Ésta está
regulada en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y sólo puede ser acordada por el Juez
competente, en los casos concretos previstos en la ley.

“Supuestos en los que puede acordarse”


Se puede acordar la prisión preventiva en:
a) Asegurar la presencia del imputado en el proceso (riesgo de fuga).
b) Evitar la alteración de pruebas.
c) Evitar la actuación del imputado contra bienes jurídicos de la víctima.
d) Evitar la comisión de nuevos hechos delictivos.

“Plazo máximo de duración”


La Constitución no fija un plazo máximo de duración de la prisión preventiva, pero
obliga al legislador a imponerlo. Este plazo está fijado en la Ley de Enjuiciamiento
Criminal y es hasta un máximo de cuatro años.

5. La pérdida de libertad por condena penal


Tras la realización del juicio, podrá ser declarado culpable, lo que podrá llevar
aparejada, entre otras posibles penas, la condena a una pena de pérdida o privación de
libertad o pena de “prisión”.

Esta pena de pérdida de libertad por condena penal o pena de prisión tendrá la
duración que se determine en la sentencia que se dicte una vez finalizado el juicio.
El cumplimiento de la pena de prisión por condena penal se realizará, con carácter
general, en centros penitenciarios o prisiones.

El principio de legalidad
El principio de legalidad penal tiene su origen en la doble necesidad de garantizar,
tanto la seguridad jurídica de los ciudadanos, como su libertad frente a los abusos
derivados del “ius puniendi” (facultad sancionadora).

El artículo 25 de la CE consagra el principio de legalidad al establecer que “nadie puede


ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que en el momento de
producirse no constituyan delito, falta o infracción administrativa, según la legislación
vigente en aquel momento”. Con ello, la CE reconoce el principio de legalidad como
exigencia previa de condena o sanción que pueda imponerse por los poderes públicos.

El principio de legalidad penal es esencialmente una concreción de diversos aspectos


del Estado de Derecho en el ámbito del Derecho estatal sancionador, pero también
con el derecho de los ciudadanos a la seguridad y la libertad, así como con la
prohibición de la arbitrariedad y el derecho a la objetividad e imparcialidad judiciales.

La reserva de ley en materia penal


El principio de legalidad exige que la ley sea el instrumento normativo que monopolice
la regulación de todos aquellos aspectos que intervienen en la represión penal.

Pero, además, se establecen las siguientes exigencias:


“La reserva de ley absoluta en materia penal (la exigencia de una ley)”
El Tribunal Constitucional ha establecido, del mismo modo, que el principio de reserva
de ley se concreta en que las normas penales deben tener en todo caso el carácter de
Ley Orgánica.

“La ley debe de ser anterior al hecho sancionado”


Con esta segunda exigencia se concreta la irretroactividad de las disposiciones
sancionadoras desfavorables y la retroactividad de las favorables. El principio de
legalidad exige que la ley penal sea anterior a la comisión del hecho que se sancione.

“La ley penal deberá describir un supuesto de hecho estrictamente determinado”


Exige que la conducta prohibida penalmente (tipificada de los hechos castigados) y la
consecuencia de esta (la sanción o pena que conlleve) estén concretamente previstas
en la norma penal.
LECCIÓN 12. LOS DERECHOS DE LIBERTAD (II). LIBERTADES DE
EXPRESIÓN E INFORMACIÓN

1. El artículo 20 de la Constitución.
El artículo 20 de la Constitución Española tiene por objeto regular el reconocimiento y
protección de la libertad de expresión en sus diversas manifestaciones, así como la
previsión de los aspectos esenciales de su marco jurídico constitucional.

En su primer apartado se reconoce el derecho a «expresar y difundir libremente los


pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio
de reproducción».

Este derecho protege la manifestación del pensamiento, idea y/u opinión emitida por
cualquier medio y por cualquier persona (libertad de expresar ideas).

A. Las diferentes manifestaciones de libertad de expresión reconocidas y protegidas


por la CE son:

1. Libertad de expresión en sentido estricto


 Es decir, derecho a la libre manifestación de la opinión.

2. Libertad de creación literaria, artística, científica y técnica.

3. Libertad de cátedra
 Es decir, derecho a la libre expresión de los docentes.

4. Libertad de información
 Es decir, derecho a dar y recibir libremente información veraz.

B. La libertad de expresión es un derecho cuyo ejercicio pone al individuo en relación


con sus conciudadanos

- Por su contenido es una libertad que constituyen un instrumento indispensable


para la participación democrática.

2. Naturaleza de la libertad de expresión.  (Derecho fundamental - siglo XVIII.)


Es un derecho de libertad o de carácter negativo, que determina el ámbito de libertad
de la persona frente al Estado. En el seno de él, el individuo no puede ser importunado
ni molestado por los poderes públicos, ya que es libre de expresarse sin más
limitaciones que la impuesta por la Ley.

El Tribunal Constitucional se ha pronunciado con claridad al respecto, afirmando la


naturaleza básicamente negativa de los derechos del art. 20 de la CE

Dicha caracterización tiene importantes consecuencias, ya que implica que el principal


deber del Estado en relación a estos derechos es la abstención (no injerencia del
Estado en la actividad de los sujetos privados)
3. La libertad de expresión en sentido estricto: el artículo 20.1 a) de la CE
La libertad de expresión ampara cualquier expresión o difusión de ideas/opiniones. Es
decir, protege la actividad única e irrepetible de comunicación, como la «difusión» de
un «hecho expresivo» a un público numeroso mediante tdo tipo de reproducción

La actividad de expresar o difundir ideas u opiniones ha de ser libre, lo que supone que
no ha de haber restricciones previas ni por parte del Estado ni sujetos privados.

Cualquier restricción previa proveniente de poderes o entidades de carácter público


constituiría, en principio, una modalidad de censura (artículo 20.2 de la CE.)

“Manifestaciones protegidas”
En primer lugar, calquiera, incluidas las críticas “aun cuando sea desabrida y pueda
molestar, inquietar o disgustar a quien se dirige” (libertad de crítica)

También incluye el derecho a expresar opinion subjetiva sobre determinados hechos


históricos, aunque sean erróneas o infundadas, siempre que no sean un menosprecio a
la dignidad de las personas o un peligro para la convivencia pacífica de los ciudadanos.

“Manifestaciones no protegidas”
En primer lugar, la libertad de expresión no protege un “derecho al insulto”, por lo que
se excluye del ámbito de protección del derecho.

Tampoco protege aquellas manifestaciones que provocan de forma directa o indirecta


a la violencia, o que se consideren intimidatorias.

Objeto de la libertad de expresión.


La Constitución describe el “objeto” de la libertad de expresión con tres términos:
pensamientos, ideas y opiniones.

Todos ellos se refieren a concepciones subjetivas de las personas y que son, por lo
mismo, reiterativos en alguna medida.

4. La libertad de información.
El art. 20 de la Constitución formula como derecho autónomo, dentro de la libertad de
expresión, el derecho a «comunicar o recibir libremente información veraz por
cualquier medio de difusión», derecho que posee un contenido múltiple y al cual
denominaremos derecho a la libertad de información.

El derecho a la libertad de información se integra, básicamente, de dos derechos


distintos:
- Derecho a comunicar libremente información veraz por todo medio de difusión
- Derecho recíproco a recibir dicha información en iguales condiciones.

Al ser el primero de ellos una modalidad de la libertad de expresión, nos limitamos


ahora a tratar aquellos puntos que la caracterizan de forma específica.
1. Sujetos titulares.
La titularidad de la libertad de información y de los derechos que la integran,
corresponde a todos los ciudadanos.

No obstante, hay una parte de ciudadanos que ejercen más el derecho a comunicar
información (profesión), los profesionales de la información, como periodistas.

Los medios de comunicación, cumplen una función informativa, de intermediarios


naturales entre la noticia y los ciudadanos, que es básica para el mantenimiento de
una comunicación pública libre.

2. El objeto de la libertad de información.


En cuanto al término “información”, el contenido de la libertad de información se
proyecta, básicamente, sobre la información de hechos considerados noticiables que,
en cierto modo, pueden ser probados o contrastados.

El Tribunal Constitucional ha insistido sobre la posibilidad de distinguir, entre la


libertad de expresión en sentido estricto (transmisión de opiniones o ideas), y la
libertad de información (información sobre hechos reales contrastables – noticias).

3. La veracidad de la información.
La Constitución reconoce el derecho a comunicar libremente información “veraz”, por
lo que es preciso determinar:

“Primero - La Información veraz”


Por veracidad de una información ha de entenderse, en principio, la correspondencia
de los hechos y circunstancias descritos con la realidad.

No obstante, el TC ha interpretado que una información es veraz cuando ha sido


suficientemente contrastada antes de su divulgación.

“Segundo - La falta de veracidad de la información”


Las consecuencias de la falta de veracidad en una información consisten en la pérdida
de la protección constitucional del artículo 20.1 d) de la CE para el responsable de la
información.

Consecuencias:
Por un lado, si la información no es veraz tendrán primacía los derechos de las
personas afectadas por la información y que hayan podido resultar.

Y, en el caso contrario, si la información sí que es veraz, primará el derecho a la


información sobre el derecho al honor, intimidad o propia imagen de quien se
considere perjudicado.

El derecho al honor, a la intimidad o a la propia imagen de las personas es el bien


jurídico que más puede sufrir con la falsedad de una información, aunque también
pueden resultar dañados otros intereses y bienes personales o materiales.
5. Prohibición de la censura previa y exclusión de secuestros administrativos.
La CE establece en el art. 20 dos importantes garantías del conjunto de derechos que
integran la libertad de expresión:
- la prohibición de censura previa
- la exclusión del secuestro administrativo

Ambas garantías protegen a todos los derechos reconocidos en el apartado primero,


esto es, a cualquier manifestación de la libertad de expresión.

La prohibición de la censura previa


El art. 20.2 establece una prohibición absoluta e incondicionada de todo tipo de
censura previa  “el ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante
ningún tipo de censura previa”.

El Tribunal Constitucional definió como censura previa “cualquier medida limitativa de


la elaboración o difusión de una obra, especialmente al hacerla depender del previo
examen oficial de su contenido”.

El art. 20.2 de la Constitución no puede suspenderse en caso de estado de excepción o


sitio  la prohibición de censura sigue vigente bajo circunstancias extraordinarias.

Exclusión del secuestro administrativo


El “secuestro” es una medida consistente en la retención por parte de los poderes
públicos de cualquier obra impresa, sonora o audiovisual.

En este sentido, la Constitución determina en art. 20.5 que “sólo podrá acordarse el
secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de
resolución judicial”.

Así pues, se excluye taxativamente el “secuestro” ordenado por una autoridad


administrativa. De esta manera, el “secuestro” puede acordarse tan sólo por un órgano
judicial de acuerdo con las leyes en vigor.

Sin embargo, el artículo 20.5 de la CE puede ser suspendido en los estados de


excepción o de sitio. En esta situación extraordinaria cabría el secuestro administrativo
si en la declaración de los estados especiales se contempla la suspensión.
LECCIÓN 13. LOS DERECHOS POLÍTICOS Y DE PARTICIPACIÓN POLÍTICA

1. La naturaleza de los derechos políticos


Algunos de los principales derechos del ámbito político son las libertades de reunión y
asociación. Estos derechos y libertades presentan una relación funcional directa con
los derechos de participación política, es decir, con los derechos de sufragio activo y
sufragio pasivo.

Sin las libertades o derechos de reunión y asociación, los derechos de participación


política (sufragio activo y pasivo) se verían privados de su sustrato. No obstante, los
derechos de reunión y asociación están encaminados a expresar la sociabilidad
humana en todas sus dimensiones y no solamente en la política.

En definitiva, al caracterizarlos como derechos políticos, se pretende manifestar una


dimensión principal, pero no su función exclusiva ni su significado único.

2. El derecho de reunión
Concepto
El más elemental de los derechos políticos es el de reunión, que es el reconocimiento
del derecho a comunicar a otras personas las propias opiniones, así como a escuchar
las ajenas.

El derecho de reunión es un DF de titularidad individual, pero de ejercicio colectivo.

La reunión pública es la forma más primaria de expresión del pluralismo político, y la


asistencia a ella la forma más embrionaria de participación política.

1. El artículo 21 de la CE regula este Derecho Fundamental estableciendo que:


- Se reconoce el dzerecho de reunión pacífica y sin armas, el ejercicio de este no
necesita autorización previa.

- En casos de reuniones en público y manifestaciones se dará comunicación


previa a la autoridad, que podrá prohibirlas cuando haya razones de alteración
del orden público, con peligro para personas o bienes.

El desarrollo legal de este DF se ha llevado a cabo a través de la LO 9/1983


reguladora del Derecho de Reunión.

2. Contenido

3. Son titulares de este derecho todas las personas.


“Conceptos”
1. Reunión → “la concurrencia concertada y temporal de más de veinte personas, con
finalidad determinada”. (art. 1.2 LODR)

2. Manifestación → Aunque no definidas legalmente, son aquellas reuniones


celebradas en lugares de tránsito público que se caracterizan por desarrollarse en
movimiento.

3. Concentración → Aunque no definidas legalmente, son aquellas reuniones


celebradas en lugares de tránsito público que no se desarrollan en movimiento.

Reuniones en locales cerrados y reuniones en lugares de tránsito público


El ejercicio del derecho de reunión «se reconoce», y no precisa de “autorización
previa” (art. 21 CE):

1. Cuando el derecho de reunión tiene lugar en lugares o locales cerrados al tránsito


público no se plantea ningún otro requisito.

2. Sin embargo, la CE tiene en cuenta la conflictividad del ejercicio de este derecho


cuando las reuniones pretenden celebrarse en lugares de tránsito público y, más
precisamente, en la vía pública, por medio de concentraciones o de manifestaciones.

El art. 21.2 de la CE exige una “comunicación previa” a la autoridad de las reuniones en


lugares de tránsito público:

A. La comunicación previa a la autoridad gubernativa:


- Los organizadores deberán comunicarlo con una antelación de 10 días como
mínimo y 30 días como máximo (24 horas en caso de extraordinaria necesidad).

- Existe la posibilidad de prohibición o modificación de circunstancias por parte


de la autoridad gubernativa (como máximo 48h después de la comunicación.

B. No se trata de una solicitud de autorización, que sería incompatible con la posición


de los derechos fundamentales en la CE, sino de una obligación de comunicación.

Límites.
De acuerdo con el art. 21.2 CE y la jurisprudencia constitucional, cabe la prohibición
gubernativa de una reunión o manifestación celebrada en un lugar de tránsito público,
o la modificación del itinerario de esta, en los siguientes casos:

A- Cuando exista fundado temor de alteración del orden público, con peligro para
personas o bienes (art. 21.2 CE)
B- Cuando la prohibición sea necesaria para preservar otros derechos o bienes
constitucionalmente legítimos

C- Reuniones o manifestaciones ilícitas (los arts. 513 y 514 Código Penal): “se celebren
con el fin de cometer un delito” y aquellas a las que “concurran personas con armas,
artefactos explosivos u objetos contundentes o de cualquier otro modo peligrosos”
→ hay que recordar que el art. 21.1 CE solo protege las reuniones pacíficas y sin armas.

En todo caso, tanto las reuniones en lugares cerrados, como las que se hayan de
celebrar en lugares de tránsito público, han de ser pacíficas y sin armas, y su finalidad
no puede ser cometer actos delictivos, ya que están sancionadas por el Código Penal.

La disolución de una manifestación


Los parámetros para juzgar la pertinencia de disolverla (art. 5 de la LO 9/83) son:
1. Cuando se trate de reuniones ilícitas de conformidad con las leyes penales.
2. Cuando se produzcan alteraciones del orden público.
3. Cuando se haga uso de uniformes paramilitares y cuando fueran organizadas por
miembros de las Fuerzas Armadas o de la Guardia Civil.

Las medidas de intervención para el mantenimiento o el restablecimiento de la


seguridad ciudadana en reuniones y manifestaciones serán graduales y proporcionadas
a las circunstancias.

La disolución de reuniones y manifestaciones constituirá el último recurso:


A. Antes de adoptar las medidas, las unidades actuantes de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad deberán avisar de tales medidas a las personas afectadas.

B. En caso de que se produzca una alteración de la seguridad ciudadana, las Fuerzas y


Cuerpos de Seguridad podrán disolver la reunión o manifestación o retirar los
vehículos y obstáculos sin necesidad de previo aviso.

Sin embargo, es más frecuentes que se celebre una reunión en vía pública sin previa
“comunicación previa” a la autoridad o, en su caso, desviándose respecto del itinerario
o la duración notificados o autorizados.

En esos casos, la LO 9/83 Reguladora del Derecho de Reunión no señala sanciones. No


obstante, cabe destacar que la LO 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana
[PSC] sanciona como infracción leve una serie de conductas.

3. El derecho de asociación
El derecho de asociación consiste en la libre disponibilidad de los ciudadanos para
constituir formalmente, con otros ciudadanos, agrupaciones permanentes o con
vocación de permanencia, encaminadas a la consecución de todo tipo de fines lícitos.

El artículo 22 CE regula el derecho de asociación (desarrollado por la LODA 1/2002):


1- Se reconoce el derecho de asociación.
2- Las que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales.
3- Las constituidas al amparo deben inscribirse en un registro a efectos de publicidad.
4- Sólo podrán ser disueltas o suspendidas en virtud de resolución judicial motivada.
5- Se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.
La Constitución realiza un reconocimiento absolutamente general de la libertad de
asociación: cualquier persona puede constituir una asociación.

La faceta positiva y la faceta negativa del derecho de asociación.


“Faceta positiva”
El derecho de asociación consiste en la libertad de constituir asociaciones o de
adherirse libremente a las ya existentes, sin que los poderes puedan impedirlo.

Además, el derecho de asociación supone también que, una vez constituida una
asociación, ésta pueda desarrollar libremente sus actividades, en tanto sean lícitas.

“Faceta negaiva”
El reconocimiento del derecho de asociación implica la prohibición de cualquier forma
de obligatoriedad de adhesión a una asociación determinada, es decir, no puede
imponerse la afiliación a ninguna asociación.

Elementos objetivos del derecho a constituir asociaciones.


1. Se constituyen mediante acuerdo de tres o más personas físicas o jurídicas
legalmente constituidas, que se comprometen a ponerlo en común para conseguir
unas finalidades lícitas, comunes, no lucrativas y de interés general o particular.

A fin de constituir la asociación se dotan de los estatutos (norma interna) que rigen el
funcionamiento de esta.

2. La asociación adquiere personalidad jurídica y plena capacidad de obrar con el


otorgamiento del acta fundacional que ha de contener los elementos recogidos en art.
6 LODA y los estatutos que regirán el funcionamiento de la asociación.

3. Las creadas se inscribirán en el registro correspondiente a efectos de publicidad.

4. La autoridad encargada de realizar el registro correspondiente no podrá controlar


materialmente la inscripción de la asociación.

5. Gozan de libertad para autoorganizarse, sin otros condicionantes que los que
imponga el ordenamiento jurídico: funcionamiento y organización democráticos.

6. La integración en una asociación es libre y voluntaria y deberá ajustarse a lo


establecido en los estatutos de la asociación correspondiente.

 Nadie puede ser obligado a constituir, integrarse o permanecer en una


asociación

4. Límites de la libertad de asociación


Los límites de la libertad de asociación
La CE establece determinadas restricciones en relación con determinadas clases de
asociaciones, que la propia norma constitucional prohíbe o declara ilegales.

“Asociaciones prohibidas”
Están constitucionalmente prohibidas 2 tipos de asociaciones:

 Las secretas:
Son las que acuerden mantenerlo en secreto, al no registrarlas tal y como deberían
hacerlo.

 Las de carácter paramilitar:


Son asociaciones que adoptan las estructuras organizativas, los comportamientos o los
signos externos que caracterizan a las organizaciones militares.

“Asociaciones ilegales”
La CE declara ilegales a las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados
como delito, remitiendo al Código Penal para determinarlas. En la actualidad, el art.
515 del Código Penal cumple esa función definitoria.

“La exigencia de democracia interna”


Todas las asociaciones deben tener una organización interna y un funcionamiento
democráticos. (art. 2.5 de la LODA 1/2002)

Garantías jurisdiccionales de la libertad de asociación


La Constitución reserva al Poder Judicial toda facultad relativa a la suspensión o
disolución de las asociaciones (art. 22.4 CE).

A- Los tribunales civiles, serán competentes cuando se trate de la disolución o


suspensión de una asociación por aplicación de la legislación civil.

B- Los tribunales penales, serán competentes para declarar una asociación ilícita y para
suspender sus actividades cautelarmente, en aplicación del Código Penal.

5. Participación política y democrática


La definición constitucional del Estado español como un Estado democrático (art. 1)
tiene como obligación el reconocimiento de:

- derechos de libertad que garanticen una esfera de autonomía del individuo


- derecho a participar activamente en la formación de la voluntad estatal.

El principio democrático supone, como consecuencia lógica, que los poderes del
Estado emanen del pueblo (art. 1.2).

Resultado de todo ello es una compleja variedad de formas de participación, en


ámbitos tanto políticos como de otra naturaleza.
De ahí resultan diversos tipos de derechos:
1. Los derechos de participación electoral (derecho de sufragio activo –votar en las
distintas elecciones)

2. Derecho a ser elegido (sufragio pasivo –presentarse a las elecciones en una lista
electoral–) y acceder a otros cargos y funciones públicas.

6. El derecho de sufragio activo (art. 23.1 CE)


De las diversas referencias al concepto de participación recogido en la Constitución,
destaca la contenida en el artículo 23.1 de la CE.

Este se restringe a la participación política, “votar”, en elecciones a instituciones de


ámbito territorial (Cortes Generales, Asambleas Autonómicas, Corporaciones Locales o
elecciones Europeas) o en procesos refrendarios (referéndums).

1. Derecho como vinculante a todos los poderes públicos (art 53.1 de la CE).

2. Derecho fundamental sometido a reserva de ley orgánica (art. 81 de la CE).

3. Protección mediante un proceso preferente y sumario ante los tribunales ordinarios


y mediante el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (art. 53.2 CE).

4. El concepto de sufragio universal se opone al de sufragio corporativo: se trata del


sufragio atribuido a todo ciudadano sin excepción, y solo por ser ciudadanos.

7. Sujetos del derecho


El art. 23.1 de la CE atribuye el derecho de sufragio activo a “los ciudadanos”. Pero tal
atribución ha de interpretarse en relación con otros dos mandatos constitucionales:

- El artículo 13.2 CE: sólo los españoles son titulares de los derechos reconocidos
en el artículo 23 CE, salvo lo que pueda establecerse por tratado o por ley para
el derecho de sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales.

- El artículo 93 CE: en relación con las instituciones de la Unión Europea y para


ciudadanos comunitarios.

En consecuencia, se configuran así tres supuestos de ejercicio del derecho del sufragio
activo en relación con los españoles y los extranjeros:

1. En las elecciones nacionales y autonómicas: solo pueden votar ciudadanos con


nacionalidad española.

2. En las elecciones municipales: (admitido por tratado bilateral + ciudadanos


miembros de la UE + ciudadanos nacionalidad española).

3. En las elecciones a órganos de la Unión Europea: para todos los ciudadanos de la UE


+ ciudadanos nacionalidad española.
8. Condiciones de su ejercicio
La relevancia práctica de la titularidad del derecho se hace depender principalmente
de la inscripción en el censo electoral: “es indispensable la inscripción en el censo
electoral vigente” (LOREG).

Otros condicionamientos presentes en la LOREG:


1. La exigencia de mayoría de edad (votar a partir de los 18 años).

2. La exclusión de los incapaces en virtud de sentencia judicial firme.

3. La exclusión de los internados en hospital psiquiátrico.

4. La privación de la titularidad del derecho a «los condenados por Sentencia judicial a


la pena principal o accesoria de privación del sufragio durante el tiempo de su
cumplimiento», pena prevista y que sólo se impondrá en los casos concretos del CP.

9. Derecho de sufragio pasivo y acceso a cargos públicos


El estatus de ciudadano no se agota en la elección de sus representantes en las
distintas instituciones políticas.

Íntimamente vinculado a este derecho aparece en la historia constitucional el


complementario, consistente en poder acceder a los cargos públicos, como las
posiciones de autoridad en que se adoptan decisiones de relevancia pública.

Y ello en una doble vertiente:


“Derecho de sufragio pasivo”
Se refiere a cargos públicos a proveer mediante elección, es decir, presentarse a unas
elecciones por un determinado partido político ‒cargos representativos -

“Acceso a la función pública”


Respecto de funciones y cargos públicos de índole no representativa, es decir, ser
funcionario o empleado o cargo público.

10. Contenido del derecho de sufragio pasivo


El art. 23.2 tiene una primera dimensión política: el derecho a presentarse como
candidato a elecciones a instancias representativas de carácter público.

1. Titularidad del derecho: el artículo 23.2 CE la predica de “los ciudadanos”.


Pero la CE exige una lectura conjunta de sus preceptos, particularmente a la vista de
las disposiciones del art. 13.2 (elecciones municipales) y 93 CE (Unión Europea).
Se configuran así tres supuestos de ejercicio del derecho del sufragio pasivo por
ciudadanos españoles y ciudadanos extranjeros:

“En las elecciones generales y autonómicas”


Únicamente pueden presentarse como candidato a estas elecciones ciudadanos con
nacionalidad española.

“En las elecciones municipales”


Pueden presentarse ciudadanos que tengan derecho a ser candidatos por tratado
bilateral de su país de origen con España + miembros de la UE + ciudadanos
nacionalidad española.

“En las elecciones a órganos de la Unión Europea”


Podrán ser candidatos únicamente los ciudadanos de la UE.

2. De acuerdo con la jurisprudencia constitucional


El derecho del art. 23.2 de la CE comprende el de mantenerse en el cargo para el que
se fue elegido, durante el período (las causas de remoción serán legalmente previstas).

Ejemplo. El derecho de ejercer las funciones inherentes a ese cargo.

11. Derecho de acceso a funciones públicas


El derecho reconocido en el artículo 23.2 de la CE tiene una segunda dimensión. El
artículo citado viene a garantizar un derecho a acceder, en condiciones de igualdad y
en los términos que la ley prevea, a funciones y cargos públicos.

Con ello, se introduce una expresión “acceso a funciones y cargos públicos”, que
supone que, por un lado, la protección del art. 23.2 se extiende también a los puestos
‒cargos‒ que se cubren por procedimientos distintos de la elección.

Alcance del artículo 23.2 de la CE en relación con el derecho a funciones y cargos


públicos no representativos:

1. Derecho a ingresar en la función pública en condiciones de igualdad.

2. Derecho a la promoción en la carrera administrativa.

3. Derecho a no ser cesado en el ejercicio de las funciones públicas por motivos


discriminatorios, y los ceses deberán hacerse siguiendo los procedimientos legales.
Lecciones Parte III
LECCIÓN 17. LA CORONA

1. La Monarquía parlamentaria
Después de definir al Estado como “social y democrático de Derecho” y de proclamar
que “la soberanía nacional reside en el pueblo español”, el artículo 1 de la Constitución
completa esta serie de enunciados básicos con la afirmación de que “la Monarquía
Parlamentaria es la forma política del Estado”.

Desde el punto de vista teórico, la Monarquía Parlamentaria sólo implica la separación


total del Rey de la función gubernamental (el Rey reina, pero no gobierna porque es
ajeno por completo a los procesos políticos y al poder ejecutivo), así como la
responsabilidad del Gobierno ante el Parlamento.

Esta proclamación del Estado Español como Monarquía Parlamentaria hace referencia
a la organización de los Poderes del Estado en España, en particular a la relación entre:

1. La Corona, que se presentan sin poderes políticos en nuestro país.


2. Las Cortes Generales, que ostentan el poder legislativo y controla al Gobierno.
3. El Gobierno, que ostenta en poder ejecutivo y dirige la política del Estado.

La Monarquía Parlamentaria presenta 6 características básicas:

1. El Rey es el jefe del Estado, por lo que representa al Estado, la unidad y


continuidad de las instituciones.

2. La jefatura del Estado tiene un carácter hereditario y vitalicio.

3. No está subordinado a ningún otro órgano constitucional, porque todos ellos


derivan su existencia y poderes directamente de la CE, y por tanto situados en
posición de paridad.

4. Configurado en la propia CE y dotado de las facultades que ella misma y las


leyes le atribuyen.

5. Despojada de poderes efectivos, cosa que es símbolo de la “unidad y


permanencia” del Estado.

6. Sus funciones tienen un sentido simbólico, moderador o de representación.

2. Las funciones del Rey


El artículo 56.1 de la CE es la norma de cabecera de todas las relativas al Rey,
definiendo su posición constitucional y sus tres grandes funciones que desarrollará
como jefe del Estado, las cuales son especificadas en los artículos 62 y 63 del Texto
fundamental.
Las tres grandes funciones, denominadas “funciones genéricas”, son las siguientes:

1 - Simbolizar la unidad y la permanencia del Estado


2 - Arbitrar y moderar el regular funcionamiento de las instituciones
3 - Asumir la más alta representación del Estado español en las relaciones
internacionales

3. El refrendo
La necesidad de que los actos del Rey sean siempre refrendados, es decir, autorizados
o confirmados por otro órgano constitucional, que normalmente es el presidente del
Gobierno o los ministros, es una regla tradicional del constitucionalismo, que es la
causa de la exención de responsabilidad del jefe del Estado en las Monarquías
(constitucionales).

En consecuencia, el refrendo se configura como una institución vinculada


históricamente a la monarquía constitucional y parlamentaria, que desplaza la
responsabilidad del Rey a aquellos que refrendan sus actos.

De los actos que realice el Rey serán responsables las personas que los refrenden, es
decir, quién de forma expresa y escrita conforme el acto concreto o, dicho de otra
forma, que dé el visto bueno al documento en el que se recoge mediante la
contrafirma.

La contrafirma de quien refrende el acto del Rey seguirá, en consecuencia, a la firma


real en el documento.

4. Firma del Rey.


5. Firma o contrafirma de la presidenta del Congreso, que refrenda el documento.

Objeto del refrendo: ¿Qué actos del rey deben de ser refrendados?
Todos los actos que el Rey realiza, como titular de la Jefatura del Estado, han de ser
objeto de refrendo con las tasadas excepciones consignadas en el Texto Fundamental,
relacionadas con los actos correspondientes a su vida privada, como son los actos
relativos a la administración de su propio patrimonio.

La excepción a la regla general del refrendo ha de ser interpretada restrictivamente.

En el art. 56 exime del refrendo la actividad privada o de ámbito doméstico del Rey:
1 - El Rey recibe de los Presupuestos del Estado una cantidad global para el
sostenimiento de su Familia y Casa, y la distribuye libremente.

2 - El Rey nombra y releva libremente a los miembros civiles y militares de su Casa.

3 - Aunque la CE no exceptúa expresamente ningún otro acto regio, cabe entender que
los actos personalísimos, como son la abdicación, el consentimiento matrimonial, o el
nombramiento de tutor del Rey menor en el testamento (art. 60 CE), tampoco deben
ser objeto de refrendo.
¿Quién debe refrendar los actos del Rey?
Por lo que se refiere a la titularidad del poder de refrendo, hay que tener en cuenta
que en la CE se la atribuye al presidente del Gobierno, a los ministros y al presidente
del Congreso de los Diputados.

1 - Presidente del Gobierno.

2 - Los ministros.
El poder de los ministros viene limitado por su respectiva competencia, de tal manera
que les corresponderá refrendar los Reales Decretos que cada uno haya propuesto al
Consejo de ministros.

3 - El presidente o la presidenta del Congreso.


Solo es posible en los casos expresamente previstos en el artículo 99 de la CE:

a) Propuesta de candidato a presidente del Gobierno tras elecciones generales.


b) Nombramiento del presidente del Gobierno tras la investidura parlamentaria.
c) Disolución Cortes vía artículo 99.5 [investidura fallida].

Consecuencias jurídicas asociadas al Refrendo


La naturaleza jurídica del refrendo resulta claramente definida en el artículo 56.3 de la
CE. Esta se trata de una condición para la validez de dichos actos y su ausencia
determina y, por consiguiente, la nulidad de estos.

1 - Los actos del Rey carecen de validez sin el refrendo (art. 56.3 CE).

2 - La responsabilidad de la legalidad y oportunidad del acto regio la asume quien


refrendo. El refrendo es quien se encarga de trasladar la responsabilidad del Rey a los
refrendantes (art. 64.2 CE).

4. La sucesión en la Corona
La Constitución ha establecido una Monarquía Parlamentaria y hereditaria, pero no ha
instaurado una nueva dinastía, sino que reconoció como Rey al “legítimo heredero de
la dinastía histórica”.
De esta forma, a la legitimidad democrática de la Monarquía dimanante de la
Constitución, se le ha añadido su legitimidad dinástica, que ha sido fruto de la historia.

La sucesión es, en suma, el procedimiento constitucionalmente previsto para


determinar los sucesivos titulares del órgano llamado “Corona”.

Las reglas para la sucesión en la Corona, establecidas en el propio artículo 57.1, se


basan en los principios genéricos de primogenitura y representación

1 - Definen la preferencia del primer nacido de los descendientes del Rey, es decir, el
hijo primogénito (primer nacido barón) del Rey tiene el primer derecho sucesorio y
prima sobre el resto, siguiéndose así el principio de primogenitura.
2 - Subsidiariamente, los descendientes del primogénito, en el supuesto de que este
hubiera fallecido. Por lo que los hijos del primogénito fallecido le “representan” en sus
derechos sucesorios, llevándose a cabo el principio de representación.

El orden sucesorio
Tal y como ya se ha indicado, este orden sucesorio se basa en los principios de
primogenitura y representación, estos principios se completan y matizan con las
siguientes reglas:

1 - Preferencia de las líneas anteriores a las posteriores.


Debe interpretarse que las personas de diferentes generaciones forman una línea
directa, si descienden unas de otras, y línea colateral si no descienden unas de otras,
pero proceden de un tronco común.

En este caso, serán directas las líneas que desciendan del Rey Emérito Juan Carlos, así
como del Rey Felipe VI, y colaterales las que desciendan de sus parientes colaterales,
que formen parte de la dinastía.

Por consiguiente, la preferencia de las líneas anteriores sobre las posteriores implica,
en primer término, la prioridad de las líneas directas sobre las colaterales y, dentro de
cada uno de estos conjuntos, la de aquella línea que proceda del descendiente del Rey
o, en su caso, del pariente del Rey más próximo en el orden de suceder.

2 - Preferencia, dentro de la misma línea, del grado más próximo sobre el más remoto.
Significa la prioridad de las generaciones [o grados] anteriores, o más cercanos al Rey,
sobre las generaciones posteriores o más alejadas.

3 - La preferencia en el mismo grado del varón sobre la mujer.

4 - La preferencia, en el mismo sexo, de la persona de más edad sobre la de menos,


que es una concreción del principio de primogenitura.

La sucesión en la Corona se produce automáticamente, en virtud de las reglas antes


mencionadas, si bien el artículo 61 se refiere a la proclamación del Rey ante las Cortes
Generales y a su juramento de “desempeñar fielmente sus funciones, guardar y hacer
guardar la constitución y las leyes y respetar los derechos de los ciudadanos y las
Comunidades Autónomas”.

Las causas de sucesión en la Corona


Las causas que motivan la sucesión en la Corona son las siguientes:

6. Muerte del Rey.

7. Abdicación
Esta consta de la dejación voluntaria del oficio regio que afecta a la persona del
Rey, pero no a sus descendientes.
8. Renuncia
Esta consta de la dejación voluntaria del oficio regio que afecta tanto al Rey
como a sus descendientes. En este caso, serán las Cortes Generales las que
decidirán lo que mejor proceda al interés general de España.

Situaciones excepcionales en las que tienen que intervenir las Cortes Generales
Las Cortes Generales deberán resolver, mediante una Ley Orgánica, las siguientes
contingencias en la sucesión en la Corona:

1 - Desaparición de las líneas de sucesión (art.57.3 de la CE).


Las Cortes Generales decidirían en sesión conjunta (art.74.1 CE) lo que mejor proceda
al interés general.

2 - Matrimonio contra la voluntad del Rey y de las Cortes (art.57.4 de la CE).


9. Exclusión de la sucesión del Rey, junto a sus descendientes.

10. Acto conjunto de las Cortes Generales, que decidirán, mediante Ley Orgánica,
lo que mejor proceda al interés del país.

3 - En situaciones de “Abdicaciones” y “Renuncias” (art.57.5 de la CE).


Las CC.GG. (Cortes Generales) decidirán mediante Ley Orgánica:
11. Abdicación.
El Rey cedería el reinado a la Princesa Heredera.

12. Renuncia.
El Rey renuncia a la Corona y a todos sus derechos, por lo que sus sucesorios
también renuncian a esto. E este caso, las Cortes Generales decidirán,
mediante Ley Orgánica, lo que mejor proceda para el interés de España.

5. La Regencia y la tutela del Rey menor


La Regencia
La Constitución establece las previsiones necesarias para que la Regencia se establezca
en los supuestos en los que el Rey se halle inhabilitado para reinar, por ser menor de
edad, o la inhabilitación del Rey, por motivos de salud o comportamientos contrarios a
la Constitución, que debe ser reconocida por las Cortes Generales.

A - ¿Qué es la Regencia?
Es una función pública que permite al regente sustituir provisionalmente al Rey,
ocupando la misma posición constitucional y ejerciendo las mismas funciones.

B - ¿Cuándo se nombra un regente?


Existen dos situaciones en la persona del Rey que dan lugar a la figura de la Regencia:

1. La minoría de edad del Rey o Reina.


2. La inhabilitación del Rey por:
a. Motivos de salud.
b. Comportamiento contrario a la Constitución.
C - ¿A quién le corresponde la Regencia?
Deberá́ acudirse al “orden de la Regencia” con las siguientes reglas:

1. Por minoría de edad del Rey o de la Reina.


a) Padre o madre del Rey o Reina menor.
b) El pariente mayor de edad más próximo a suceder en la Corona
c) Nombramiento por las Cortes Generales, una, tres o cinco personas (en el
caso de que no hubiese ninguna persona llamada a ejercer la Regencia.)

2. Por inhabilitación del Rey.


a) A la Princesa heredera, siempre y cuando fuese mayor de edad.
b) Si no lo fuere, la Regencia se ocupará de la manera prevista para la minoría
de edad, hasta que la Princesa Heredera alcance la mayoría de edad.

D - Requisitos de la Regencia.
1. Es un mandato constitucional que se realiza en nombre del Rey.
2. Para ser Regente hay que tener la nacionalidad española.
3. Del mismo modo, es necesario ser mayor de edad.

E - Funciones del Regente:


Idénticas a las del Rey o Reina.

F - Incompatibilidades:
No puede ejercerse simultáneamente la Tutela del Rey menor y la Regencia, con
excepción de su ejercicio por el padre o la madre del Rey o ascendientes directos del
mismo, que podrán desempeñar ambas funciones.

La Tutela del Rey menor


Regulada en el artículo 60 de la Constitución Española, es la función privada que
supone velar por la persona y los intereses del Rey menor.

A - Orden de llamamiento:
- Persona nombrada por el Rey en testamento
- Padre o madre, mientras estén viudos.
- Decidirían las Cortes Generales.

B – Incompatibilidad con la Regencia. Excepción.


Pueden ser regentes y tutores al mismo tiempo el padre, la madre o ascendientes
directos del Rey menor.

C – Requisitos
- Mayoría de edad y nacionalidad española.
- Incompatible con todo cargo de representación política.
LECCIÓN 18. LAS CORTES GENERALES

1. El sistema electoral
Son los elementos del Derecho electoral que condicionan el comportamiento electoral
y sus resultados. Es decir, las normas que estructuran la opción de los electores, y la
conversación de los votos en escaños.

Existe un consenso doctrinal bastante amplio en considerar que el sistema electoral


está definido por las normas relativas a:

- Las papeletas de votación


- La fórmula electoral
- Las circunscripciones

Las papeletas de votación


Las papeletas de votación es un instrumento de expresión del voto, este es el método
que nos permite votar ya que no existe otro método para ello

La Constitución no se pronuncia sobre las características de las papeletas electorales,


cosa que indica que el legislador tiene poder de configuración absoluto en este campo.

Haciendo uso de él, la LOREG ha optado por el voto categórico o de partido, mediante
listas cerradas y bloqueadas, la cual se aplica para las elecciones al Congreso de los
Diputados, para las municipales y para las elecciones autonómicas.

Pero, sin embargo, en las elecciones al Senado, la modalidad del voto es individual, a
cada candidato

La fórmula electoral
La fórmula electoral es el método de asignación de los escaños entre los partidos en
función de sus respectivos resultados electorales.

La Constitución ofrece una referencia, parcial e incompleta, respecto de la fórmula


electoral. Esta exige que la elección del Congreso se realice “atendiendo a criterios de
representación proporcional”.

La “representación proporcional” que regula la CE para el Congreso ha sido extendida


por la LOREG para las elecciones municipales y, también, los estatutos de autonomía,
para las elecciones autonómicas.

La principal excepción al criterio de representación proporcional está en las elecciones


al Senado, que se rigen por una “fórmula mayoritaria”.

La representación proporcional se concreta en la “Regla d ́Hont”, que consiste en


dividir sucesivamente los votos de cada partido por los número enteros de la serie
aritmética, hasta el número de escaños correspondientes a la circunscripción.
La LOREG establece un correctivo a la proporcionalidad, al excluir de la asignación de
escaños a “aquellas candidaturas que no hubieran obtenido, al menos, el 3 por ciento
de los votos válidos emitidos en la circunscripción”.

“La Regla d’Hont”


Ejemplo.
En la circunscripción electoral, una provincia, se reparten un total de 8 escaños al
Congreso de los Diputados:

Favorece mucho a los partidos nacionalistas (La clave es tener muchos votos en su
provincia y así van consiguiendo diputados, si se hiciese a nivel nacional posiblemente
no tendría ninguno)

Aquí se encuentran todos los votos del cuadradito de papeletas que ha tendido cada
partido político. Dicho total se divide entre los números que están arriba (que es del 1
al 8 porque 8 es el número total de diputados que puede haber en Valencia)

Cuando se tiene el total de las respectivas divisiones, se buscan los 8 números más
altos (son los que están en negrita) y se reparte el número de diputados, lo que
ocasiona que, los que no están en negrita, se van a la basura (0 diputado).

La circunscripción electoral
La circunscripción electoral son las unidades geográficas para el cómputo de los votos
y la asignación de los escaños. Este es el elemento del sistema electoral mejor definido
en la propia Constitución.

Se ha optado por la circunscripción provincial, tanto para el Congreso como para la


parte electiva del Senado, sin perjuicio de las excepciones de Ceuta y Melilla y las islas
o agrupaciones de islas, que tiene también la consideración de circunscripción.
1. En el caso del Senado.
La Constitución asigna directamente 4 senadores por cada provincia, 3 a cada
una de las islas mayores, 2 a Ceuta y 2 a Melilla, y 1 a cada una de las islas o
agrupaciones de islas menores. Posteriormente, cada Comunidad Autónoma
designa a un número determinado de Senadores según su población, los
denominados “Senadores de designación territorial” que no son elegidos.

Además, se elige 1 senador por cada comunidad autónoma y, además, 1 por


cada millón de habitantes, los cuales son elegidos por las cortes de cada CCAA y
NO el pueblo.

Ejemplo. Comunidad Valenciana


4 senadores en Castellón, 4 en valencia, 4 en alicante, los cuales son elegidos
por el pueblo. Y 1 senador por Comunidad Autónoma y 5 por millón de
habitantes (en la comunidad valenciana hay un total de 5M de habitantes)
elegidos por las cortes valencianas.

2. En el caso del Congreso.


El número de diputados a elegir en cada provincia viene definido
indirectamente en la Constitución. La CE fija el tamaño máximo y mínimo de la
Cámara, 400 y 300 diputados respectivamente, y establece que su distribución
territorial se lleve a cabo “asignando una representación mínima inicial a cada
circunscripción y distribuyendo los demás en función de la población”.

Dentro de estos márgenes, la LOREG ha optado por un Congreso de 350


diputados y ha asignado a cada provincia un mínimo inicial de Diputados.

2. Las Cortes generales: su función en el sistema


En un Estado que reviste la forma política de Monarquía Parlamentaria, el Parlamento,
que en España se llama Cortes Generales, asume un papel capital en la estructura del
sistema.

La función de las Cortes Generales


La importancia de la función de las Cortes Generales, que las configura como
representantes del pueblo español y les otorga funciones de tanta entidad como la
legislativa (elaboración de las leyes), la presupuestaria (gestión económica del Estado)
y la de control al Gobierno.

Estas tres funciones….


1. Producir las normas jurídicas “centrales” del ordenamiento
2. Autorizar los gatos del Estado
3. Controlar la actuación del Gobierno

…Son suficientes para configurar a las Cortes como unos de los pilares fundamentales
del sistema constitucional, pero, también, las demás competencias que les atribuya la
Constitución.
Otras funciones de las Cortes Generales
Como consecuencia de esta última atribución, las demás competencias que le atribuya
la CE, las Cortes Generales realizan, entre otras, las siguientes funciones:

1. Algunas de ellas tienen relación con la Corona

2. Otras guardan relación con el Gobierno: otorgar la confianza al candidato a la


Presidencia del Gobierno.

3. Declaración de los estados de alarma, excepción y de sitio.

4. Funciones en relación con otros órganos constitucionales: propone el


Defensor del Pueblo, a 8 Magistrados del Tribunal Constitucional, a los Vocales
del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), etc.

Su función en el sistema democrático


Las Cortes Generales son uno de los escenarios fundamentales del sistema
democrático. Esto obedece, en particular, a un factor de mayor trascendencia en
nuestra sociedad: la publicidad.

Es en las Cortes Generales se debate públicamente los proyectos de ley, en estos


debates los grupos parlamentarios exponen públicamente su posición y los criterios
que los fundamentan.

Las Cortes Generales son el foro político por excelencia, y los medios de comunicación
trasladan al público dichos debates, contribuyendo a formar la opinión del electorado
sobre la actuación del Gobierno y las alternativas que se ofrecen.

3. Composición: el bicameralismo
La primera característica de las CC.GG. ser la de bicamerales, dado que la CE dispone
que las Cortes, están compuestas por el Congreso de los Diputados y el Senado.

- Congreso: Cámara de representación popular.


- Senado: Cámara de representación territorial.

En teoría, en el marco de la organización descentralizada del Estado [las Comunidades


Autónomas aproximan a España a un modelo federal] el bicameralismo podría ser
entendido como una consecuencia del derecho a la autonomía de las nacionalidades y
regiones que integran España.

En la realidad parlamentaria, si bien el Senado tiene ciertas competencias relacionadas


directamente con las Comunidades Autónomas, debe advertirse que el bicameralismo
plasmado en la Constitución no es perfecto, quedando definido como bicameralismo
asimétrico y desigual, en situación de desequilibrio a favor del Congreso:
El congreso de los diputados
De acuerdo con el artículo 68.1 CE, el Congreso se compone de un mínimo de 300 y un
máximo de 400 Diputados, elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y
secreto. La Ley Electoral ha fijado el número de Diputados en 350.

Son electores (pueden votar) y elegibles (pueden ser elegidos) todos los españoles que
estén en pleno uso de sus derechos políticos.

- Circunscripción
La circunscripción electoral es la provincia y las ciudades de Ceuta y Melilla.

- Reparto de escaños
Se asigna un número mínimo de escaños a cada provincia, número que se ha
concretado en 2, distribuyéndose el resto en proporción a la población de cada
provincia. En el caso de Ceuta y Melilla se elige un diputado por cada ciudad
autónoma.

- Procedimiento de votación
Voto único mediante listas cerradas y bloqueadas.

- Barrera electoral
No se tienen en cuenta aquellas candidaturas que no hubieran obtenido, al
menos, el 3% de los votos válidos emitidos en la circunscripción.

- Fórmula electoral
Criterios proporcionales en cada circunscripción (art. 68.3 CE), conforme a la
regla d’hondt. En el caso de Ceuta y melilla son elegidos los candidatos que
obtengan mayor número de votos.

El Senado
El Senado se compone de dos clases de parlamentarios:

Los procedentes directamente de sufragio universal.


Estos se eligen por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto, siendo los
requisitos de electorado activo y pasivo los mismos que para el Congreso.
Hay un total de 208 Senadores elegidos por el Cuerpo Electoral nacional.

Los senadores que son elegidos por sufragio universal:


- Circunscripción, número de escaños y prorrateo:
4 senadores en cada provincia peninsular, 3 o 1 en las islas (Mallorca, Gran
Canaria y Tenerife: 3; el resto, 1) y 2 en Ceuta y en Melilla

- Procedimiento de votación:
Es un voto múltiple o plural limitado, donde sólo se puede votar a 3 candidatos
en las provincias peninsulares y a 2 en las insulares que eligen 3.
Los surgidos indirectamente a través de su designación por las CC.AA.
Estos se designan por las Comunidades Autónomas (CC. AA) en virtud de lo establecido
en el artículo 69.5 CE.:

“Las CC.AA. designarán además un Senador, y otro más por cada millón de habitantes
de su respectivo territorio. La designación corresponderá a la asamblea legislativa de
las CC.AA. [...]”.

Los senadores que son designados por las CC. AA (comunidades autónomas):
En estos corresponde designar uno a cada comunidad autónoma, más otro senador
por cada millón de habitantes, según la población de derecho con que cuente en el
momento de celebrarse las elecciones al senado.

4. Las prerrogativas parlamentarias


El concepto de prerrogativa
Para el desempeño de la función representativa, los Parlamentos democráticos dotan
a las Cámaras y sus integrantes de unas exigencias y prerrogativas. Estas están
encaminadas a proporcionar, a quienes han obtenido la representación del pueblo, las
atribuciones y garantías para desarrollar su función sin interferencias.

Por lo general, estas garantías guardan relación con las luchas entre poderes propias
de la formación del Estado Constitucional, con el objetivo de garantizar la libre
actuación de las Cámaras.

Las prerrogativas parlamentarias ofrecen, en ocasiones, una imagen de privilegio,


aunque, no tienen privilegios. El carácter de prerrogativa y no de privilegio viene dado
porque no están previstas como beneficio o atributo del parlamentario, sino como
instrumento que garantizan la libre formación de la voluntad de las Cámaras.

Por esa razón, no son derechos de los parlamentarios que puedan exigir y de los que
puedan disponer libremente, sino normas jurídicas que deben ser aplicadas de oficio.

La autonomía reglamentaria
Las Cámaras gozan, en primer lugar, de la facultad de normar o regular su propio
funcionamiento mediante la aprobación de su propio “Reglamento”. El Reglamento se
convierte en la principal fuente del Derecho, siendo un regulador de la vida de cada
una de las dos Cámaras, donde el Congreso y el Senado tienen su propio Reglamento.

La CE reconoce la potestad reglamentaria de las Cámaras en su artículo 72.1, y dispone


que los reglamentos solo podrán ser aprobados o modificados por la mayoría absoluta
de la Cámara correspondiente, Congreso y Senado.

La potestad autorreglamentaria implica, por un lado, que la norma reglamentaria está


directamente subordinada a la Constitución, y que, por consiguiente, no tiene más
limites que los establecidos. Y, por otro lado, que ninguna otra norma, que no sean los
reglamentos de las Cámaras, pueden regular su organización y funcionamiento.
Los reglamentos de las Cámaras se completan con las “Resoluciones” que las
Presidencias de dicten en virtud de las facultades que los reglamentos les otorgan.

La autonomía administrativa
Las Cámaras eligen a sus presidentes y demás órganos de gobierno que ostentan todos
los poderes administrativos y facultades de policía en el interior de las respectivas
sedes, y disponen como única autoridad del personal y los servicios parlamentarios

Los órganos de dirección de cada una de las Cámaras dirigen el funcionamiento de


estas y sus presidentes ejercen poderes administrativos y de policía en sus sedes.

La autonomía presupuestaria
Las cámaras fijan, aprueban, disponen y controlan su propio presupuesto, sin control
ajeno de ningún otro órgano del Estado. Es así como se evita que el Gobierno pueda
limitar económicamente a las Cortes Generales.

La inviolabilidad
La Constitución señala en su artículo 63 que las Cortes son inviolables.

a) La inviolabilidad impide que puedan exigirse a las Cortes responsabilidad


alguna debido a sus actos funcionales, esto es, de sus actuaciones
parlamentarias.

b) La inviolabilidad de las Cortes se manifiesta en la protección penal de las


mismas frente a cualquier intento de perturbar su funcionamiento o coaccionar
a sus integrantes.

5. Las prerrogativas individuales


El ordenamiento jurídico dota a los parlamentarios de derechos y prerrogativas,
encaminadas a hacer que cuenten con todos los medios necesarios para desarrollar su
función, evitando que la carencia de dichos medios le pueda constituir en sujeto pasivo
de favores, influencias o presiones que puedan mediatizar su actividad.

Fuero especial
El conocimiento de los procesos penales que se sigan contra Diputados y Senadores
corresponde, en exclusiva, al Tribunal Supremo.

Inmunidad
- Los parlamentarios sólo pueden ser detenidos en caso de flagrante delito; aún
en ese caso, esa detención ha de ser comunicada al presidente de la Cámara.

- Los parlamentarios, en el ámbito penal, no pueden ser inculpados ni


procesados sin la previa autorización de la cámara a la que pertenezca el
parlamentario, ya sea Congreso o Senado, otorgada mediante la concesión del
correspondiente “suplicatorio”.
Inviolabilidad
La inviolabilidad impide que se inicie contra el parlamentario cualquier procedimiento
sancionador que tenga como causa las opiniones o manifestaciones realizadas en el
ejercicio de su función como tal.

1. Absoluta: abarca todos los órdenes jurisdiccionales.


2. Exclusiva: por actos realizados en ejercicio de sus funciones

6. La organización de las Cámaras


Las Cortes Generales son, como todos los parlamentos, órganos deliberantes
compuestos por un elevado número de miembros.

Para que el elevado número de componentes y el carácter deliberante no impida el


cumplimiento de sus funciones parlamentarias, han de estar dotadas de una
estructura idónea.

A tal efecto, se dotan de órganos de gobierno y de órganos de trabajo o de


funcionamiento, y distribuyen su trabajo en periodos de sesiones.

Órganos de Gobierno
Los órganos de gobierno de las Cámaras son el presidente, la Mesa y la Junta de
Portavoces.

1. El presidente de la Cámara
- El presidente es la máxima autoridad de la Cámara.
Ostenta su representación, dirige los debates e interpreta el Reglamento en los
casos de duda, o lo suple en los de omisión.

- Elección
Por mayoría absoluta de los miembros de cada cámara en una primera
votación. Si no se logra indicada mayoría, resulta elegido en segunda votación
quien cuente con mayor número de votos.

- Funciones
Realiza funciones de dirección de la Cámara y de los debates, de coordinación y
de carácter representativo. Especialmente relevante la función interpretadora y
supletoria del Reglamento de la Cámara.

2. La Mesa
- La Mesa está presidida por el presidente de la Cámara e integrada por varios
vicepresidentes y por los secretarios.

- Funciones
Es el órgano rector de la Cámara en la vertiente administrativa y de gestión,
siendo el que organiza el trabajo parlamentario (fija el calendario), tramita
expedientes (admisión a trámite y calificación de los escritos) o gestiona los
presupuestos de la Cámara.
3. La Junta de Portavoces
- La Junta de Portavoces
Esta se compone de un representante por cada uno de los grupos
parlamentarios (el portavoz de cada grupo), está presidida por el presidente de
la Cámara y a ella acude un representante del gobierno.

- En un órgano de naturaleza política y de carácter consultivo.


Es el órgano en el que se conoce con certeza la opinión de los grupos
parlamentarios, dado que se configura como él órgano de participación de los
grupos en la ordenación de los trabajos de cada Cámara.

Órganos de trabajo o de funcionamiento


Junto a sus órganos de gobierno, las Cámaras cuentan también con unos órganos de
funcionamiento, a cuyo través se realiza el trabajo parlamentario.

Los órganos de trabajo o funcionamiento son:

1. El Pleno
Las Cámaras de las Cortes Generales funcionan “en Pleno y por Comisiones”

- El Pleno es el órgano de funcionamiento más importante, constituido por la


totalidad de los miembros de la Cámara.

Es en su seno donde tiene lugar la discusión y aprobación de los actos


parlamentarios.

- Los Plenos se celebran durante los periodos de sesiones, pero pueden


celebrarse Plenos extraordinarios en los supuestos previstos.

2. Las Comisiones
Son otro de los órganos de trabajo o funcionamiento de las Cámaras, junto con el
Pleno. Estos son los órganos parlamentarios que acometen los trabajos de base (se
discuten con minuciosidad y se lleva a cabo el debate técnico de la función
parlamentaria) y tienen funciones de control al Gobierno.

La composición de las Comisiones está presidida por el criterio de lograr una


reproducción del Pleno a escala reducida, por lo que su composición ha de responder
proporcionalmente al número de diputados y de senadores con que cuenta cada grupo
parlamentario.

Tipos de Comisiones:
1. Comisiones Permanentes Legislativas
Son de constitución obligatoria, están especializadas en razón de la materia, y
se corresponden de manera aproximada con los departamentos ministeriales.
2. Comisiones Permanentes no Legislativas
Son también obligatorias, se ocupan de cuestiones de índole interno o de otro
tipo de cometido.

3. Comisiones no Permanentes o Comisiones Especiales


No obligatorias, se constituyen para realizar una tarea concreta, de modo que
se disuelven cuando su objeto ha concluido.

3. La Diputación Permanente
Existen periodos donde las Cámaras no están reunidas en sesiones, periodo estival a
modo de ejemplo. Igualmente, es necesario que entre la disolución de las Cámaras y la
constitución de sus sucesoras medie un tiempo constitucionalmente previsto, por lo
que, en este tiempo, las Cortes Generales no podrían, en principio, actuar.

Para estos periodos las Cámaras cuentan con un órgano de funcionamiento de


características singulares: La diputación permanente

a) Esta es un órgano de la Cámara, previsto para cubrir los vacíos que se producen
en las vacaciones parlamentarias y en el tramo que media entre la disolución
de las Cámaras y la constitución de las nuevas.

b) Las Diputaciones Permanentes (Congreso y Senado) deberán contar, al menos,


con 21 miembros, que representarán a los grupos parlamentarios en
proporción a su importancia numérica y que son designados por ellos.

7. La función legislativa
El ejercicio de la potestad legislativa del Estado, elaborar las leyes, ha sido la función
tradicional de las CC.GG.

Fase de iniciativa legislativa


Es la iniciativa de promover la elaboración de una ley por parte de las Cortes
Generales. Esta reviste una notable trascendencia para el funcionamiento del Estado, y
corresponde en nuestro sistema a una pluralidad de sujetos titulares.

a) Iniciativa gubernamental (la más habitual)


Cuando la iniciativa procede del Gobierno se denominan Proyectos de Ley.

b) Iniciativa parlamentaria
Es la que surge del Congreso (mínimo 15 Diputados o Grupo Parlamentario) o
del Senado (mínimo 25 Senadores o Grupo Parlamentario), denominada
Proposiciones de Ley.

c) Iniciativa autonómica
Las Asambleas CC. AA podrán solicitar del Gobierno la adopción de un Proyecto
de Ley o remitir al Congreso una Proposición de Ley.
d) Iniciativa legislativa popular
Mediante la presentación de un documento abalado por no menos de 500.000
firmas.

Fase de tramitación
El procedimiento legislativo se encuentra regulado directamente por la Constitución en
sus rasgos esenciales, regulación que es completada por los reglamentos de ambas
Cámaras.

La tramitación por las Cortes Generales de un texto lega se desarrolla en varias fases,
que en el procedimiento ordinario son las siguientes:

Determinación de la voluntad de las cámaras


Esta se inicia en el Congreso, fijando el contenido de la futura ley, con expresión de las
diferentes opiniones que suscite su debate en varios niveles.

1. La Mesa del Congreso de los Diputados ordena publicar el texto del proyecto o
proposición de Ley, y lo remite a la comisión competente de la cámara que
corresponda.

2. Grupos parlamentarios: plazo para presentación de enmiendas.

3. Dictamen de la comisión competente que corresponda.

4. Se debate y se vota en el Pleno del Congreso.

5. Aprobado el proyecto o la proposición de Ley en el Congreso, el presidente del


Congreso lo remite al Senado.

Senado
En esta la tramitación del proyecto o proposición de Ley sigue el mismo procedimiento
que en el Congreso. Tras el debate en el Senado pueden producirse tres situaciones
distintas:

1. El Senado aprueba el proyecto o proposición sin introducir ninguna enmienda,


concluyendo el debate parlamentario fin de la fase de tramitación.

2. El Senado introduce “enmiendas” (manifiesta su oposición a aspectos concretos del


documento remitido por el Congreso): El documento vuelve al Congreso de los
Diputados, que debe ratificarlas o rechazarlas por mayoría simple.

3. El Senado opone su “veto” [manifiesta su oposición total al documento remitido por


el Congreso, es decir, lo rechaza en su totalidad]: el documento vuelve al Congreso de
los Diputados.
La Cámara Baja puede levantar el veto, ratificando el texto inicialmente aprobado,
votándolo por mayoría absoluta; de no lograr esa mayoría, han de transcurrir dos
meses, al cabo de los cuales bastará la mayoría simple para ratificar el texto
inicialmente aprobado por el Congreso.

Fase de conclusión
Una vez ha sido aprobado el texto definitivo de la Ley por las Cortes Generales, para
que la Ley entre en vigor precisa todavía su formalización externa por parte del jefe del
Estado [el Rey], fase en la que no se altera su contenido ni suscita control jurídico ni
político.

1. Sanción
Colaboración formal, mediante la firma del monarca.

2. Promulgación
Fórmula que se ubica previa y posteriormente al texto de la ley, consistente en la
comprobación, por parte del Monarca, de que la Ley sancionada cumple con los
requisitos constitucionalmente exigidos.

3. Publicación
Ordenada por el Rey, es la fecha de entrada en vigor de la norma. Reflejo del principio
constitucional de publicidad, “las leyes entrarán en vigor a los 20 días de su completa
publicación en el BOE, si en ellas no se dispone otra cosa”.
LECCIÓN 20. EL GOBIERNO

1. Antecedentes históricos
Concepto
El término gobierno se ha utilizado de forma diversa, como un significado funcional
(acción de gobernar) o como contenido estructural (órgano de estructura pluripersonal
con funciones específicas).

El Gobierno es un órgano colegiado dirigido y coordinado por su presidente, se le


atribuyen una serie de funciones de orden ejecutivo, normativo y de dirección política.

Regulación constitucional
Queda regulado en el Titulo IV de la CE, su título es: “Del Gobierno y de la
Administración”.

2. Composición del gobierno


Artículo 98.1: “El gobierno se compone del presidente, de los vicepresidentes, en su
caso, de los ministros y de los demás miembros que establezca la ley”.

Miembros necesarios
El presidente y los ministros.

Miembros no necesarios
Vicepresidentes y el resto de los miembros establecidos en la ley.

Órgano flexible
La CE no establece el número de ministerios ni de vicepresidencias, dado que deja en
manos del presidente la determinación de estos

3. Estructura del gobierno: el consejo de ministros


Es un órgano de importancia central en el sistema constitucional, este cumple un
conjunto de tareas concretas (atribuidas específicamente) y realiza una función
general de estímulo, orientación e impulso de la acción de otros órganos.

Es necesario diferenciar al gobierno desde dos perspectivas distintas:


1. El gobierno como un órgano pluripersonal o colectivo (consejo de ministros)
2. Los órganos unipersonales con entidad propia que integran el Gobierno

El Conejo de ministros – El Gobierno –


El Gobierno es un órgano pluripersonal o colegiado denominado Consejo de ministros
o Gobierno, esto es, un órgano cuya voluntad es resultado del acuerdo de las
voluntades de sus miembros tras la oportuna deliberación.

Su función fundamental es formalizar jurídicamente las decisiones políticas del


Gobierno (no reservadas al presidente) mediante la aprobación de los Reales Decretos.
4. Presidente y vicepresidente
El presidente del gobierno
La posición del presidente está diferenciada del resto de miembros del Gobierno, tiene
una posición de privilegio y superioridad en relación con los demás miembros.

1- Por su origen y designación se caracteriza por tener una investidura parlamentaría

1. Presidente: Apoyo del poder legislativo (en exclusiva del congreso de los diputados
2. Vicepresidente: Presidente del Gobierno
3. Ministros: Presidente del gobierno

2- La CE le encomienda al presidente la dirección de la acción del Gobierno y la


coordinación de las funciones del resto de sus miembros

3- La CE encomienda al presidente del Gobierno un conjunto de funciones específicas


de especial relevancia política. Su carácter de figura central del sistema de gobierno
parlamentario es semipresidencialismo.

Los vicepresidentes del gobierno


La figura del vicepresidente o vicepresidentes no es obligatoria y sus facultades no
están enumeradas en la CE. Las funciones que ostentan están relacionadas con la
coordinación del resto de ministros.

Tienen las competencias determinadas por el presidente:


1.- La coordinación de varios ministerios que integren una misma área política o que
formen una comisión delegada del Gobierno

2.- Asumirá las funciones del presidente del Gobierno en caso de vacante, ausencia o
enfermedad de éste.

5. Los ministros
Los ministros/as son miembros necesarios del Gobierno, y tienen la doble condición de
miembro y jefe superior del departamento ministerial que dirigen. Estos son un órgano
político (miembros del gobierno) y administrativo (responsables del ministerio)

A los ministros/as les corresponden las siguientes funciones:


1.- Desarrollar la acción del gobierno
2.- Ejercer la potestad reglamentaria
3.- Ejercer cuantas competencias les atribuyan las leyes
4.- Refrendar los actos del Rey

El rey nombra a los los ministros, pero la propuesta es exclusiva del presidente del
gobierno. Y el cese le corresponde al Rey a propuesta del presidente del gobierno.
6. Formación y cese del gobierno
La investidura del presidente
Estos procedimientos giran esencialmente en torno a la figura del presidente, de esta
figura dependen el resto de los miembros del Gobierno.

A. Formas de nombramiento del presidente: la ordinaria y una moción de censura.

B. Una manifestación expresa de la confianza del Congreso en el candidato a la


Presidencia del Gobierno.

La fórmula ordinaria es un procedimiento complejo que puede distinguirse en 3 fases:


“La fase de propuesta”
Son una serie de consultas del Rey “con los representantes designados por los grupos
políticos con representación parlamentaria”

A partir de estas consultas, el Rey, según los apoyos de cada representante, propondrá́
a un candidato a la Presidencia de Gobierno y este se comunica al Congreso de los
Diputados “a través de su presidente”.

“La fase de investidura”


Una vez se formaliza la propuesta por el Rey es el Congreso de los diputados quien
tiene que pronunciarse sobre ella

- El candidato deberá́ exponer “el programa político del Gobierno que pretenda
formar, y solicitará la confianza de la Cámara”

- Finalizado el debate, el presidente del Congreso dispondrá́ que se celebre la


votación de investidura

- Para la investidura, se exige la “mayoría absoluta de los miembros del


Congreso” en una primera votación

- La CE prevé la posibilidad de que el candidato propuesto no obtenga la mayoría


absoluta en primera votación

a) La propuesta deberá́ someterse a nueva votación (segunda votación) 48


horas después, entendiéndose la confianza obteniendo la mayoría simple.

b) Si no obtiene la mayoría simple en segunda votación, deberán efectuarse


nueva o nuevas propuestas

c) En caso de que lo anterior falle, en 2 meses, a partir de la primera votación,


“el Rey disolverá́ las Cámaras y convocará nuevas elecciones

“Nombramiento y toma de posesión”


Una vez finalizada con éxito la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno
corresponde al Rey su nombramiento formal
El cese del presidente del gobierno
Tres circunstancias pueden derivar en el cese del presidente del Gobierno:
1- Celebración de elecciones generales: tras las elecciones se procede a la designación
de un nuevo presidente del Gobierno a través del procedimiento de investidura.

2- Pérdida de la confianza parlamentaria


a) Prospera una “moción de censura”: no es necesario un nuevo proceso de
investidura

b) Fracasa una “cuestión de confianza”: se procede a la designación de un


nuevo presidente del gobierno a través del procedimiento de investidura

3- Dimisión o fallecimiento del presidente

El nombramiento y el cese de los demás miembros del gobierno


Los demás miembros del Gobierno (vicepresidentes y ministros) serán nombrados y
separados por el Rey, a propuesta del presidente.

La propuesta de nombramiento y cese del resto de miembros del Gobierno es


vinculante para el Rey,

7. Las funciones del gobierno


La CE le da al Gobierno una multiplicidad de tareas y funciones en materias muy
distintas. Estas funciones genéricas resumen las funciones del gobierno (art. 97 de la
CE) y aparecen estructuradas en tres apartados:

1- Dirección de la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la


defensa del Estado.

2- Ejercicio de la función ejecutiva.

3- La potestad reglamentaria.
LECCIÓN 21. EL PODER JUDICIAL Y EL MINISTERIO FISCAL

1. La configuración constitucional del poder judicial


El Estado constitucional se asienta sobre la separación de poderes que, en su
formulación clásica, son reconducibles a tres:

1.- Un poder legislativo, que tiene como función aprobar las leyes (función legislativa)
2.- Un poder ejecutivo, el cual ejecuta los mandatos (función ejecutiva)
3.- Un poder judicial, con el que resuelve los conflictos (función judicial o jurisdiccional)

Resumen del poder judicial:


En este contexto, el Poder Judicial queda definido como “el conjunto de órganos que tienen
atribuida la realización de la función estatal consistente en resolver, mediante la aplicación del
Derecho, los conflictos que surjan entre los ciudadanos, o entre éstos y los poderes públicos,
juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado” (la definida como función judicial o jurisdiccional).

El poder judicial está compuesto por los jueces y magistrados, los cuales tienen
atribuida la función judicial o jurisdiccional, es decir, juzgar y hacer lo juzgado

Regulación constitucional
La CE dedica su Título VI a la regulación del Poder Judicial (art. 117 de la CE)

Artículo 117: (mirar)


1.- La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y
Magistrados, los cuales son independientes, inamovibles, responsables y sometidos
únicamente al imperio de la ley

3.- El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todos los procesos, juzgando y haciendo


ejecutar lo juzgado, y corresponde solo a juzgados y tribunales determinados

2. El poder judicial y la función jurisdiccional


La función jurisdiccional consiste, tal y como ya se ha indicado, en “juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado”, resolviendo los conflictos que puedan surgir en aplicación del
Derecho, y se desarrolla en “todo tipo de procesos judiciales”.

Por lo que es una actividad cuyo ejercicio queda circunscrito al marco del proceso
judicial e incluye las sentencias (potestad de hacer ejecutar lo juzgado, es decir, hacer
efectiva la resolución judicial)
Las características básicas del ejercicio de la función jurisdiccional son las siguientes:
La unidad jurisdiccional
Esta se encuentra expresamente recogida en la CE en dos sentidos diferentes:
a) Respecto a la función jurisdiccional
“El principio de unidad jurisdiccional es la base de la organización y
funcionamiento de los Tribunales”. (art.117.5 de la CE)

b) Respecto de quienes desempeñan dicha función


Los jueces y magistrados de carrera “formaran un cuerpo único”. (art.122.1 de
la CE)

El reconocimiento constitucional del principio de unidad jurisdiccional tiene dos


consecuencias inmediatas:
1- La división territorial del Estado operada por la CE no afecta al Poder Judicial;
el Poder Judicial es único en toda España y competencia fundamental del
Estado

2- La unidad jurisdiccional es la exclusión de todo tribunal que no esté́


previamente integrado en la estructura orgánica del Poder Judicial

La totalidad jurisdiccional
Esta es la segunda característica de la función jurisdiccional, la cual dice que “La
jurisdicción se extiende a todas las personas, a todas las materias y a todo el territorio
español” (Art. 4 de la ley orgánica del poder judicial)

La totalidad de la jurisdicción se proyecta, pues, personal, material y territorialmente.


No existen excepciones, salvo por razones de la persona, ya que el Rey es inviolable

Ello quiere decir que, deducida cualquier pretensión contra cualquier persona, siempre
habrá un órgano judicial que conozca de ella.

La exclusividad jurisdiccional
La exclusividad se proyecta en dos sentidos distintos:
1- Una función jurisdiccional, la cual está reservada en exclusiva a jueces y
magistrados sin que nadie, sino ellos, pueda ejercerla.

2- Los jueces y magistrados no pueden realizar más funciones, ya sean


profesionales o públicas, que la jurisdiccional

Ejemplo. Pueden ejercer la función de docencia, dado que la ley se lo permite,


pero ninguna función más con carácter general.
La responsabilidad
El ejercicio de la función jurisdiccional se distingue, también por la responsabilidad.

La responsabilidad de los jueces y magistrados tiene una doble naturaleza:


1.- La responsabilidad por los daños que puedan causar por error judicial, darán
derecho a una indemnización a cargo del estado, conforme la ley.

2.- Los jueces y magistrados pueden incurrir, en el ejercicio de sus funciones, en


responsabilidad penal o por delito en los supuestos de prevaricación* y otros delitos.

*Prevaricación: este delito, que se concreta en dictar “a sabiendas” (con conciencia)


una resolución injusta

3. La posición constitucional del juez: independencia y legitimidad


El contenido de la función jurisdiccional es resolver los conflictos entre los ciudadanos
o entre estos y los poderes públicos o, dicho en términos constitucionales, juzgar y
hacer ejecutar lo juzgado

La posición de los jueces en la constitución queda enmarcada por 2 principios:


La imparcialidad judicial
Se le atribuye a un tercer poder para garantizar que la aplicación del Derecho y la
interpretación de las normas corresponde a alguien que, por ser distinto y ajeno a
quien produce las normas básicas del ordenamiento (poder legislativo) y a quien las
promueve y ejecuta su contenido (poder ejecutivo), puede resolver con imparcialidad.

La imparcialidad (automáticamente sustantivo) debe ser la característica básica de


todos y cada uno de los jueces y magistrados

La independencia judicial y legitimidad democrática


Tradicionalmente, este conjunto de garantías se resume en la noción de la
independencia judicial.

Los integrantes del poder judicial adoptan sus resoluciones con arreglo a Derecho, sin
que puedan recibir ningún tipo de órdenes, instrucciones, sugerencias o directrices,
dado que los jueces y magistrados están únicamente sometidos al imperio de la ley.

“La independencia”
La independencia ha de entenderse como:
- La independencia externa, que es la ausencia de vínculos de sujeción política o
con otros poderes del Estado

- La independencia interna, que es la ausencia de procedencia jerárquica la


denominada independencia interna.

La independencia judicial es absoluta y se extiende frente a todos, siendo una garantía


que protege a los poderes públicos o que hace frete a las presiones de terceros.
“La legitimidad democrática”
La sumisión a la Ley de Jueces y Magistrados es, además, la fuente de legitimidad del
juzgador en el ejercicio de la función jurisdiccional.

La legitimidad democrática básica del juzgador es, precisamente, constreñirse a la


aplicación de la Ley que expresa la voluntad general: los Jueces y Magistrados
administran la justicia ‒aplican la Ley‒ que “emana del pueblo”.

4. La estructura del poder judicial


La potestad jurisdiccional se desarrolla por un amplio y diverso conjunto de órganos
que forman el Poder judicial. Y, como consecuencia de la diversidad, la fragmentación
es una característica básica.

El Poder Judicial es único y, para evitar disfunciones, debe tener una estructura. Por lo
que esta se construye de conformidad con 3 criterios concurrentes y diferentes:

El criterio material (la materia del conflicto a resolver)


Supone la división (especialización) de la jurisdicción en cuatro grandes órdenes
jurisdiccionales distintos:

1- Orden civil.
Es un orden jurisdiccional residual, es decir, al este pertenece lo no atribuido de
las otras

2- Orden penal
Se ocupa de los delitos (tema penal)

3.- Orden contencioso-administrativo


Revisan la actuación de las administraciones

4- Orden social
Se encargan de los problemas individuales y colectivos que puedan aparecer en
la rama social o laboral del derecho (derecho laboral)

5- Orden militar
Este es limitado al ámbito castrense y se integra en la jurisdicción ordinaria

El criterio territorial
Este segundo se traduce en la división del territorio nacional en distintas zonas. Así, el
Estado se organiza territorialmente (art. 30 de la LOPJ), a efectos judiciales en:

A. Municipios
Los que no son capitales de partidos judiciales contarán con Juzgado de paz
B. Partidos judiciales
Unidad territorial organizativa utilizada por el Poder Judicial y compuesta por
uno o varios municipios pertenecientes a una misma provincia. Contarán con
uno o varios Juzgados de Primera Instancia e Instrucción.

C. Provincias
Cada una cuenta con un Tribunal Superior de Justicia

D. Comunidades autónomas
Todas contarán con un tribunal superior de justicia

E. La totalidad del territorio nacional (toda España).


Tienen jurisdicción la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, como
principales órganos con jurisdicción o competencia en todo el territorio
español.

5. El gobierno del poder judicial


La constitución, para garantizar el derecho de los ciudadanos a un juez imparcial,
otorga a los integrantes del poder judicial una absoluta independencia.

Pero, para asegurar esta independencia, se confiere al poder judicial unas garantías
que configuran en estatuto de jueces y magistrados.

Al fin de evitar este problema, la Constitución diseña un órgano especifico, el Consejo


general del poder judicial (CGPJ)

El gobierno del Poder Judicial queda sustraído a toda posible influencia de los otros
dos poderes Legislativo y Poder pues reside en un órgano específico, creado en la
Constitución con esa finalidad y rodeado de notables garantías, el CGPJ.

El CGJP: el gobierno del poder judicial


El CGJP es creado por el artículo 122.2 de la CE. La razón de ser del SER DEL CGJP radica
en sustraer al poder ejecutivo cualquier atribución que incida sobre la situación y la
carrera profesional de jueces y magistrados.

1- El encargo de la función de “gobierno” del Poder Judicial (no de


autogobierno) se encomienda por la CE a un órgano separado de los otros
poderes del Estado

2- El CGPJ pertenece a la categoría de los órganos constitucionales (órgano


previsto y garantizado en la CE)

3- El CGPJ goza de potestad reglamentaria interna y parcialmente externa


Composición
El CGPJ tendrá 21 miembros (20 vocales + el presidente del CGPJ) nombrados por el
Rey por un periodo de 5 años.

Del mismo modo, la Constitución indica que, dentro de las 20 vocales podemos
encontrar:
- Los jueces y magistrados deben elegir a 12 de todas las categorías en los
términos que establezca una Ley Orgánica, de los cuales:
o 6 son elegidos por el Congreso por mayoría de 3/5
o 6 son elegidos por el Senado por mayoría de 3/5

- El Congreso y el Senado propondrán 8 vocales más, elegidos entre abogados y


juristas (+15 años de profesión), de los que:
o 4 son elegidos por el Congreso por mayoría de 3/5
o 4 son elegidos por el Senado por mayoría de 3/5

Una vez nombrados los 20 vocales del CGPJ estos eligen, por mayoría de 3/5, al
presidente del CGPJ, que será también el presidente Tribunal Supremo, entre
miembros de la Carrera Judicial o juristas de reconocida competencia, (+24 años de
antigüedad en su carrera o ejercicio de su profesión)

Funciones
Las funciones del CGPJ son de muy diversa índole:
1.- La CE le atribuye, en el artículo 122.2:
Funciones directamente relacionadas con la carrera y el régimen profesional de Jueces
y Magistrados.

2.- La Ley Orgánica del Poder Judicial [LOPJ] atribuye una serie de funciones entre las
que destacan las siguientes:

A. Gestión de personal
- Nombramiento de jueces y magistrados.
- Selección, formación permanente y gestión de la escuela judicial.
- Ascensos.
- Inspección y vigilancia.
- Potestad disciplinaria.

B. Nombramientos:
- Designación de dos magistrados del TC, e informa el nombramiento del Fiscal
general del estado

- Nombra a los Magistrados del TS, a los presidentes de los Tribunales Superiores
de Justicia y a los de las Audiencias Provinciales.

C. Consultivas:
- Informe de determinados anteproyectos de leyes.
- Memoria de actividades y de necesidades del Poder Judicial.
LECCIÓN 22. EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

1. El modelo español de justicia constitucional


La posición de la CE en el ordenamiento jurídico español tiene, entre sus notas más
características, la voluntad de eficacia como norma jurídica fundamental del
ordenamiento jurídico español.

En consecuencia, y como instrumento básico para garantizar esa eficacia y la posición


preminente de la Constitución frente a cualquier otra norma, en tu título IX un órgano
encargado de la defensa y garantía de la CE, el tribunal constitucional (TC)

A. Su función primordial es actuar como intérprete supremo de la Constitución


B. Ha sido desarrollado por Ley Orgánica del Tribunal Constitucional

Características del Tribunal Constitucional (TC)


1. Es una auténtica jurisdicción, pero no forma parte del Poder Judicial. Además, es un
órgano independiente y sometido a la CE y a la LOTC que lo regula.

2. Está configurado directamente por la CE, así que forma parte de los órganos que son
considerados troncales para la configuración del modelo de Estado.

3. La jurisdicción constitucional es de naturaleza concentrada, es decir, sólo el TC


puede declarar la inconstitucionalidad de normas con fuerza de Ley

4. Amplitud de competencias con que cuenta el TC en su función de interpretación de


la CE, la cual desarrolla a través de distintos procedimientos

2. El tribunal constitucional: composición y organización


Composición
Se compone de 12 miembros, en cuyo nombramiento participan los 3 poderes del
estado (art. 159 de la CE):

Estos 12 magistrados los nombra el Rey a propuesta de los siguientes órganos:


- 4 a propuesta del Congreso (mayoría de 3/5)
- 4 a propuesta del Senado (mayoría de 3/5)
- 2 a propuesta del Gobierno
- 2 a propuesta del Consejo General del Poder Judicial (mayoría de 3/5)

Características:
- Los Magistrados del TC son juristas de reconocida competencia con más de 15
años de ejercicio profesional.

- El mandato de los 12 magistrados del TC es por un periodo de 9 años.


“Estatuto de los magistrados del TC”
La independencia de los magistrados del TC no depende sólo de manera en que son
designados, sino de cómo se configura su estatuto como magistrados del TC.

La CE y LOTC garantizan la independencia con un conjunto de normas que se resumen:


A. Están sujetos a los principios de independencia e inamovilidad, por lo que no
pueden ser cesados de su cargo hasta que se cumplan los 9 años de mandato.

B. Se encuentran sometidos a un rígido sistema de incompatibilidades, por lo que


no pueden desarrollar actividades políticas, profesionales, administrativas o
mercantiles durante su mandato.

C. La LOTC ha excluido la posibilidad de reelección de los Magistrados

D. No pueden ser perseguidos por las opiniones expresadas

E. Cuentan con fuero especial, ya que sólo pueden ser enjuiciados por la Sala de lo
Penal del tribunal supremo

Organización
1. Está presidido por uno de los Magistrados, el presidente del TC, que, dada la
autonomía, es elegido por los propios Magistrados de entre ellos, cada 3 años, y
existiendo un vicepresidente (nombrado por el Rey)

2. Para el ejercicio de sus competencias, el TC actúa de 3 formas:


1. Pleno. Órgano principal integrado por los 12 magistrados que puede
desarrollar todas las funciones y resolver todos los asuntos

2. Salas. Existen dos salas, compuestas por 6 magistrados


o 1ª presidida por el presidente
o 2ª presidida por el vicepresidente

3. Secciones. Se estructura en 4 secciones, cada una compuesta por 3


magistrados, y su función es la decisión sobre la administración de los asuntos

3. Para la adopción de acuerdos en cada órgano se exige la presencia, al menos, 2/3


partes de sus miembros

- Los Magistrados pueden, si es conveniente, manifestar sus discrepancias con la


mayoría mediante un voto particular.
3. El control constitucional de las normas con fuerzas de ley: aspectos generales
En el estudio del amplio conjunto de procedimientos o instrumentos procesales
establecidos para que el TC desarrolle sus competencias destacan 3 por su relevancia:

1. El recurso de inconstitucionalidad
2. La cuestión de inconstitucionalidad

En el estudio de las competencias del TC, hay que comenzar por el control de
constitucionalidad de las normas con fuerza de ley, competencia clásica de la justicia
constitucional.
A. Es el instrumento de fiscalización jurídica de los poderes públicos que cierra el
Estado de Derecho.

B. Asegurar la supremacía de la Constitución, haciendo prevalecerla sobre las


normas aprobadas por el Poder Legislativo.

C. La LOTC determina las normas que van a ser sometidas a este control

El control de constitucionalidad por parte del TC se realiza a través de los


procedimientos o instrumentos procesales, los más destacados son:
- El recurso de inconstitucionalidad
- La cuestión de inconstitucionalidad

4. El recurso de inconstitucionalidad
Es el primer instrumento procesal para controlar la constitucionalidad de las normas
con fuerza de ley.

1. ¿Cuáles son las normas que pueden impugnarse?

2. Legitimización
Legitimados para interponer recurso de inconstitucionalidad, es un recurso político:
- El presidente del Gobierno.
- El Defensor del Pueblo
- 50 diputados.
- 50 senadores.
- Los órganos colegiados ejecutivos de las Comunidades Autónomas.
- Las Asambleas de las Comunidades Autónomas.

*Los dos últimos solo frente a normas estatales que afectan a su ámbito de autonomía

3. Plazo
3 meses a partir de la publicación de la norma impugnada
4. Efectos
Dictada la sentencia por el pleno del TC, estas despliegan sus efectos a partir del día
siguiente de su publicación en el BOE

A. La declaración de inconstitucionalidad supone la nulidad de los artículos de la


norma afectados

B. La nulidad implica que ha de considerarse que los artículos afectados por ella y
declarados inconstitucionales, nunca han formado parte del ordenamiento.

C. Las sentencias tienen plenos efectos frente a todos y vincularán a todos los
poderes públicos.

D. Las sentencias del TC no pueden ser recurridas.

5. La cuestión de inconstitucionalidad
Es segundo instrumento procesal a través del que es posible controlar la
constitucionalidad de las normas con fuerza de ley.

El artículo 163 de la CE dispone que cuando un órgano judicial crea que una norma con
rango de ley la crea contraria a la Constitución, lo planteará al Tribunal Constitucional
en los supuestos, forma y efectos que establezca la ley, que no serán suspensivos

A través de la cuestión de inconstitucionalidad, los órganos judiciales actúan como


“filtro” para hacer llegar al TC las quejas de inconstitucionalidad. Esto se configura
como un mecanismo de depuración del ordenamiento jurídico, para evitar que
produzca resoluciones judiciales contrarias a la CE, por serlo la propia norma aplicada.

Requisitos
Cualquier órgano judicial puede plantear la cuestión de inconstitucionalidad ante el TC,
siempre que la duda surja en un procedimiento del que conozca el órgano judicial y
esta duda tiene que ser relevante para la decisión del proceso en que se plantea.

6. El recurso de amparo
Es el instrumento más importante de defensa ante el Tribunal Constitucional de los
derechos y libertades de los ciudadanos

Este recurso de ampare cumple una doble función:


A. Protección de los derechos de los ciudadanos
B. Instrumento de interpretación de los derechos fundamentales
Objeto
El recurso de amparo protege a los ciudadanos de cualquier acto de los poderes
públicos que atenten contra los derechos consagrados en los preceptos siguientes:

- Art. 14
- Art. 15-29 de la CE (Sección primera, del Capítulo II del Título Primero de la CE)
- Art 30. (objeción de conciencia)

La lesión que pretende reparase por medio del recurso de amparo ha de proceder de
los poderes públicos. Pero, no están sometidos a control directo por “Recurso de
Amparo” los actos de los particulares (en caso general).

Legitimización
Están legitimados para interponer el recurso de amparo, este es un recurso destinado
a ser utilizado por
A. Cualquier persona natural (los ciudadanos) o jurídica (personas que velan por
sus derechos) que invoque un interés legitimo

B. El defensor del pueblo

C. El ministerio fiscal (MF)

Efectos de las sentencias de amparo


El Fallo resuelve las cuestiones relativas a la vulneración del derecho fundamental, sin
entrar en las cuestiones de fondo que se dirimen en el proceso ordinario

“Posibles fallos”
1. Denegación de amparo

2. Otorgamiento del amparo, que tiene 3 contenidos acumulables


- Declaración de nulidad del acto lesivo, con determinación de sus efectos.
- Reconocimiento al particular del derecho conculcado.
- Restablecimiento del particular en la integridad de su derecho

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