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Octubre, 2006
El Nuevo Código Procesal Penal y sus implicaciones
en el proceso de persecución judicial de los casos de
corrupción en la Administración Pública
en República Dominicana
Diagramación:
Jesús Pérez
Impresión:
Editora Tropical
Santo Domingo, D.N., República Dominicana
Indice
PRESENTACIÓN. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
INTRODUCCIÓN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
XII. Toma de conocimiento e iniciativa de acción penal
de las autoridades encargadas de investigar hechos de
corrupción pública . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
XXVI. Otras conclusiones y recomendaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Bibliografia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Presentación
En la actualidad tanto el tema de la corrupción pública o corrup-
ción de Estado, así como la persecución de la criminalidad económica
privada o corporativa, simple o sofisticada, son temas de notoria actuali-
dad y diaria incidencia en la vida colectiva nacional. Conjuntamente con
ello, hoy cobra importancia relevante el debate sobre la implementación
y funcionamiento de algunos dispositivos legales que deben jugar un
papel importante en el proceso de fortalecimiento del Sistema Judicial y
el estado de derecho en República Dominicana.
Colocamos en sus manos este informe que recoge los resultados
de la investigación realizada por nuestra institución relativa a las impli-
caciones de los criterios establecidos por la Ley 76-02 o Nuevo Código
Procesal Penal, de cara a los casos de corrupción pública o expedientes
de corrupción de Estado que aún están pendientes de sentencia en el
sistema de justicia dominicano.
La preocupación externada en este estudio se dirige a analizar,
precisar y recomendar, sobre los flujos y herramientas técnicas que ofre-
ce la nueva normativa procesal penal, sobre todo a las autoridades en-
cargadas de investigar, perseguir y sancionar las violaciones a los tipos
penales que definen y castigan el crimen de corrupción pública en todas
sus formas y manifestaciones.
El informe presenta un análisis de las diferentes etapas que ca-
racterizan el nuevo modelo o criterio legal de investigación, introducido
por la nueva normativa procesal puesta en vigor a partir del 27 de sep-
tiembre de 2004, hace ya dos años, en sus diferentes fases, primero de
procedimiento preparatorio o fase de investigación propiamente dicha, y
sus fases judiciales de audiencia preliminar y juicio.
Se ofrecen en el mismo también precisiones sobre el rol del
Ministerio Público y se formulan recomendaciones al respecto de lo que
se entiende como sus fortalezas, debilidades y oportunidades procesales,
de cara al proceso persecutorio general de los delitos de corrupción pú-
blica, con el ánimo de que el rol institucional que está llamado a jugar
el persecutor público, pueda ser desplegado con una mayor agilidad, di-
namismo y consciencia de su deber de efectividad frente a su rol como
parte esencial en la persecución de los tipos penales que refieren a la
corrupción de Estado.
También se formulan precisiones sobre los incidentes en el nue-
vo proceso penal y se puntualizan aspectos interesantes sobre la pres-
cripción como causa de extinción de la acción penal, lo cual es un as-
pecto nodal de la preocupación que mueve o es razón de ser del presente
informe.
Finalmente se presentan cuadros clasificatorios del universo ca-
suístico que refiere a los casos enumerados de corrupción pública que
pudieran ser objeto de declaratoria de prescripción o bien de extinción de
la acción penal, haciéndose al respecto de cada uno de estos expedientes
precisiones sobre su estatus y recomendaciones para su persecución y
tránsito efectivo a través del sistema de administración de justicia re-
presiva.
Esperamos que este esfuerzo sirva de referencia y aliento para
quienes tienen la ardua y difícil tarea de representar y proteger con im-
parcialidad los intereses colectivos frente a la amenaza y voracidad cada
día más sofisticada y versátil del fenómeno de la corrupción de Estado.
Agradecemos a todas las personas y entidades que nos apoya-
ron para la elaboración del presente informe.
Introducción
Si bien es cierto que existen estudios referenciales de importan-
cia realizados en el país y que se han producido esfuerzos para cuantifi-
car de manera objetiva el impacto y magnitud del fenómeno criminal de
la corrupción de Estado y sus efectos nocivos en República Dominicana
(1), no es menos cierto que es de muy amplio consenso y reconocimiento
la percepción de que la misma es tan antigua como la historia republi-
cana y que sus consecuencias han tenido que ver significativamente con
las más grandes y peores crisis por las que ha atravesado la sociedad, lle-
gando a comprometer conceptos y realidades vinculados a la soberanía
nacional y los activos o bienes públicos que encierra tal concepto.
En una de las últimas mediciones hechas por organismos como
Transparencia Internacional y las auspiciadas por la corporación chilena
Latinobarómetro, ubicaban a República Dominicana en un lugar con cla-
roscuros en el posicionamiento regional sobre percepción de la corrup-
ción, situándola entre las naciones menos favorecidas por los índices de
probidad administrativa y gubernamental. (2)
República Dominicana necesita y requiere definitivamente po-
ner en marcha sin idealismos ni demagogias una nueva generación de re-
formas en materia de políticas anticorrupción, que tienen necesariamente
que incluir de forma prioritaria tanto el fortalecimiento, capacitación y
profesionalización técnica de los mecanismos, operadores y entidades
encargadas de la fiscalización, persecución y punición estatales, incluida
la judicatura nacional, así como también resulta importante reformular la
composición, operatividad e institucionalidad de las entidades del Esta-
do y sus recursos humanos. Esto requiere incluir mecanismos efectivos
e institucionales para la fiscalización, renovación y mayor transparencia
de la actividad política y el rol de los partidos políticos nativos, que son a
la postre los manejadores tradicionales de los medios de conducción del
poder político-administrativo.
El sistema democrático en República Dominicana se encuen-
tra aún en proceso de consolidación, después de una larga tradición de
conductas dictatoriales, violencia institucional, nula vida republicana,
latrocinio estructural y una arraigada cultura de violación a los derechos
humanos sobre amplias franjas de su población, todo ello, todavía con
vestigios y ecos de vigencia en conductas sociales e institucionales que
han dado lugar a una significativa serie de diagnósticos acerca del fenó-
meno de la corrupción en el país.
En el camino de consolidación de estas políticas anticorrupción
y recogiendo principios signados hace ya diez años por la Convención
de Caracas de 1996, como instrumento o primicia de referencia interna-
cional regional de importancia, la sociedad dominicana ha iniciado una
renovación de los mecanismos legales que tienden a hacer más eficaz
nuestros sistemas de persecución y punición estatal del fenómeno políti-
co-social de la corrupción de Estado. En ese trayecto y como ejemplo de
ello, la entrada en vigor del nuevo Código Procesal Penal Dominicano,
o Ley 76-02, promulgada el 19 de julio de 2002, y publicado y puesto
en vigor en fecha 27 de septiembre de 2004, dos años después de su pro-
mulgación, ha significado, conforme el parecer refrendado de muchos de
sus estudiosos, una verdadera transformación sistémica de los mecanis-
mos tradicionales que caminan hacia la mayor civilización, limitación
y dosificación adecuadas del poder de violencia y punición estatal, así
como que ha devenido en un instrumento propicio y expedito para la
implementación de una política criminal que se percibe como racional y
normada por los principios constitucionales.
Simultáneamente con ello, próximamente será convertido en
ley un nuevo Código Penal, actualmente en proceso de revisión de su
estructura por parte de una comisión acreditada de juristas dominicanos,
que como mecanismo sustantivo y definitorio de tipos penales habrá de
completar parcialmente un proceso singular de producción legislativa en
materia penal y procesal penal que ha vivido la sociedad dominicana,
en su constante búsqueda por adecuar sus mecanismos y dispositivos
legales para renovar tanto el rol de sus instituciones encargadas de admi-
nistrar justicia, como de lograr una definición adecuada de su catálogo
de tipos y penas de su sistema y previsiones dogmático-penales.
En la actualidad el Poder Judicial ventila y procesa varios casos
de corrupción pública y corrupción corporativa de trascendencia indis-
cutible en la vida nacional, entre ellos, tres expedientes relativos a la
presunta quiebra fraudulenta de tres entidades bancarias que generaron
notorios remezones en la economía nacional y que contribuyeron a esfu-
mar el 15% del Producto Interno Bruto (PIB) y condujeron a un descala-
bro generalizado de reglas de juego del sector bancario nacional.
República Dominicana enfrenta actualmente el gigantesco de-
safío de priorizar la calidad institucional como modo indispensable para
asegurar pleno respeto a los derechos humanos, un crecimiento econó-
mico sostenido y una lucha contra la pobreza eficaz, que sea capaz de
reintegrar mínimas condiciones de progreso en el seno de los hogares
dominicanos.
La experiencia internacional, la legislación comparada, la cien-
cia política y la economía política modernas, los estudios técnicos, so-
ciológicos y filosóficos de la administración pública contemporánea, y la
teoría y práctica de la gerencia de los altos asuntos del Estado demues-
tran que la corrupción es un fenómeno complejo, difícil de desarraigar,
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peligroso de enfrentar y capaz de consumir grandes energías institucio-
nales y políticas.
Así lo afirma el reconocido experto y consultor argentino Gus-
tavo Beliz, a quien conocimos al calor de una experiencia de consultoría
auspiciada por el Banco Mundial y la Agencia de Estados Unidos para el
Desarrollo Internacional (USAID) en junio del año 2005 cuando dice en
un extracto de su informe de consultor para USAID, citamos: “El desa-
rrollo teórico y práctico de herramientas y tecnologías de abordaje frente
al fenómeno de la corrupción de Estado, demuestra que existen “batallas”
posibles de ganar y remedios útiles para prevenir la epidemia y caminos
alternativos a los del peculado, el negociado ilícito y la corruptela gene-
ralizada para administrar los bienes públicos que actualmente continúa
afectando seriamente la mayoría de los estamentos públicos nacionales,
conforme la percepción colectiva y los últimos eventos sociales naciona-
les, muchos de los cuales han tenido y tienen hoy en el escenario judicial
su antesala y desenlace. (3).
Dentro de todo este escenario se nos ha encomendado analizar
las implicaciones de la nueva normativa procesal precitada en vincula-
ción con el manejo de los casos de corrupción pública en curso por ante
los estamentos judiciales, pretendiendo o teniendo como preocupación
central, el que varios de estos casos, ya antiguos y en curso en las ins-
tancias judiciales o todavía algunos en fase de investigación, puedan ser
conducidos y llevados a término y conclusión, sin que la figura técni-
ca de la prescripción penal pueda afectar su tránsito por el sistema de
administración de justicia penal nacional o pueda finalmente favorecer
circunstancias de impunidad.
La impunidad es un fenómeno típico en el país, como lo es en
varios sistemas de justicia latinoamericanos e incluso norteamericanos
y europeos. El concepto de impunidad implica debilidad del sistema de
justicia represiva para asumir la punición como debido y apropiado re-
sultado.
Entendemos que la impunidad es un mal sistémico que resulta
de un acuerdo o conveniencia de los sectores tradicionalmente propi-
ciadores de la corrupción y que se nutren o favorecen de ella, sea cual
sea su modalidad de corrupción propiciada: Corrupción privada, pública,
político-administrativa o bien corrupción social.
Y es que explicándolo sencillamente ya que este no es el objeto
central de nuestro análisis presente, entendemos que de la necesidad de
corromper sistemas o instituciones estatales debilitados o poco institu-
cionales viene la circunstancia de vinculación o necesidad de asociación
para protección de intereses en muchos casos sectoriales, que general-
mente un sector corruptor patrocina con las entidades encargadas de per-
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seguir o bien promueve una vinculación o alianza estratégica o asocia-
ción con quienes pueden asegurar la protección al corruptor detectado o
sometido al escrutinio y eventual sanción estatal. Dicho de otro modo, el
círculo vicioso de la corrupción de Estado, muchas veces se presenta en
la forma de una componenda perniciosa y colectiva. Esto se expresa por
ejemplo en la realidad de los comportamientos tipo clientelismo, popu-
listas y rentistas tradicionales apreciables en el ejercicio de la actividad
política tradicional del país, que como círculo vicioso sectorial forjan la
creación de mecanismos de protección y complicidad que degenerar en
un resultado de impunidad generalizado por los mismos compromisos
sectoriales mencionados, lo cual no resulta ser necesariamente un ar-
gumento concluyente, pero sí aproximado de la realidad que expresa la
intríngulis del crimen de la corrupción de Estado en el país, frente a la
debilidad institucional y en muchos casos la politización de la persecu-
ción de la corrupción de Estado en República Dominicana.
Mientras los mecanismos tradicionales propios de la conducta
política clientelista, populista y rentista que determina la elección de las
autoridades, sean los que produzcan, generen o sustenten la existencia
de los operadores, funcionarios y agencias encargadas de perseguir el
crimen de la corrupción de Estado en el país, no puede hablarse de forma
exacta y real de efectividad en la punición de los crímenes de corrupción
de Estado, esto por lo que entendemos es una razón lógica de debilidad
institucional y compromiso sectorial forjador de condiciones propicia-
doras de impunidad.
La politización institucional genera por dicha condiciones de
inmunidad y privilegio en los actores del sistema político partidista tradi-
cional, que es el que determina quiénes son los funcionarios públicos que
cada cuatrienio vestirán las borlas color azul Copenhagen (4), generando
así como ya lo hemos esbozado, una inmunidad de clase que degenera
en una impunidad sistémica, que es uno de los frutos o indicadores del
colapso de un sistema de persecución y punición judicial estatal.
Estudios recientes demuestran que en el sistema de justicia tra-
dicional del país, y bajo la antigua normativa procesal penal, derogada
con efectividad al 27 de septiembre de 2004, y que fue suplantada por
el Código Procesal Penal precitado, el sistema de justicia sólo produjo
en un período de veinte años, entre el mes de enero de 1983 y el mes de
octubre de 2003, seis (6) cierres o sentencias judiciales definitivas con
respecto a seis (6) casos de corrupción pública que entraron al sistema de
justicia penal en el precitado período.(5).
De esos casos, sólo en uno de ellos, fue encarcelado un funcio-
nario público, en este caso un legislador acusado de desfalco y abuso
de confianza contra el Estado dominicano, y que fue condenado por la
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Suprema Corte de Justicia en fecha 12 de mayo de 1988, a nueve meses
de prisión correccional, (el tiempo que ya tenía detenido preventivamen-
te) y agotando a partir del día de su condena, tres (3) meses y cuatro (4)
días más de prisión, en su desmedro. Nótese el tiempo extraordinario de
prisión ilegal agotado y transcurrido por el entonces condenado. (6)
Los inculpados en los restantes cinco de los seis casos precita-
dos, como lo establece un estudio acreditado consultado, fallados con
autoridad de la cosa irrevocablemente juzgada, fueron descargados de
toda responsabilidad penal, no siendo condenado criminalmente funcio-
nario público alguno en ese período de veinte años por corrupción en los
casos restantes.
Durante el período agosto 2004-octubre 2006, sin embargo y ya
entrado en vigor el nuevo sistema procesal penal dominicano, que tiene
características basadas operativamente en los principios procesales del
sistema acusatorio (7), se han conseguido en menos de dos años desde la
generación y apoderamiento de los casos, condenas prontas y eficaces en
algunos procesos de corrupción pública sometidos, encontrándose con-
denaciones de importancia en unos seis (6) casos de corrupción pública,
la mayor parte de ellas sin carácter definitivo (8), siendo la mayor parte
de estos casos, iniciados con posterioridad a la entrada en vigor del nue-
vo Código Procesal Penal Dominicano.
Dentro de los casos mencionados con decisión concluyente o
sentencia en un primer grado por lo menos, están: (1) El caso judicial
relativo al nombrado popularmente Plan Renove, y que obtuvo reciente-
mente decisión por ante la Corte del Departamento de Santo Domingo,
en rol de Corte de Envío (2); El caso del ex funcionario Jorman Vásquez,
con sentencia condenatoria en primer grado y actualmente pendiente de
fallo en la jurisdicción de apelación (3); El caso Bancrédito, también
con sentencia condenatoria en primer grado y actualmente pendiente de
fallo en la jurisdicción de apelación (4); El caso de un ciudadano y ex
funcionario apellidado Guichardo (5); El caso del ex Procurador General
de la República, doctor Víctor Céspedes y sus colaboradores, descarga-
dos recientemente por la Corte Penal del Departamento Judicial de San
Cristóbal y finalmente, conforme nuestras comprobaciones, (6) el caso
relativo a más de cien vehículos privados supuestamente robados, y en
el que han sido acusados y descargados treinta y siete (37) oficiales acti-
vos y retirados de la Policía Nacional, y que obtuvo sentencia en primer
grado el pasado día diez (10) de octubre de los corrientes.
En algunos de estos casos y persecuciones promovidas por el
Ministerio Público casi con exclusividad, si bien es cierto que se han
producido decisiones prontas, no es menos cierto que en algunos de es-
tos casos, tanto el rol del Ministerio Público, como la calidad de ela-
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boración de las sentencias que dan por solucionado el caso por parte
de la judicatura, deben ser sometidos a un análisis y en ocasiones a un
cuestionamiento por la pobreza de su rol y calidad. Nos explicamos in-
mediatamente.
Para citar un caso, nos llama la atención el descargo en primer
grado obtenido en el caso de los vehículos privados sustraídos, caso en
el que al parecer y conforme el análisis de la decisión en primer grado,
evacuada en fecha precitada por una jueza interina de la Primera Sala
Penal del Distrito Nacional, las pruebas que presentó la acusación, resul-
taron notablemente cuestionadas e insuficientes, en un expediente que
en su momento llegó a conturbar a la sociedad, no sólo por el auge del
fenómeno del hurto de unidades vehiculares, sino por la forma aparente-
mente poco profesional y técnica con la que los organismos encargados
de profundizar y solventar esta investigación, obtuvieron las pruebas y
las acreditaron al proceso de referencia, recibiendo la reprimenda de una
contundente sentencia de descargo, por no haber podido probar el objeto
de la tesis de acusación pública, en uno de los casos más trascendentales
de la vida pública nacional, en materia de persecución judicial del cri-
men de Estado y en donde por primera vez un grupo tan numeroso de
oficiales policiales era objeto de una asechanza judicial sin precedentes
en la historia judicial nativa.
En cuanto a otros casos relativos a corrupción de Estado, pen-
dientes de decisiones judiciales, intentamos establecer en el presente
informe una clasificación no concluyente de un conjunto de casos de
corrupción pública con un apreciable nivel de antigüedad en el siste-
ma de administración de justicia, que al día de hoy no han recibido
un procesamiento y conclusión ágiles y suficientes y sin que se haya
obtenido en cada caso la sentencia de sanción o descargo correspon-
dientemente.
Conforme la ley de implementación del nuevo Código Proce-
sal Penal, numerada 278-04, de fecha trece (13) de agosto de 2004 y
que adecua y pauta la forma de entrada en vigencia de una legislación
tan trascendente, en su artículo 5 se establece, citamos: “Las causas que
mediante la estructura liquidadora, deban continuar tramitándose de con-
formidad al Código de Procedimiento Criminal de 1884, por no estar su-
jetas a la extinción extraordinaria, deberán concluir en el plazo máximo
de dos (2) años, computables a partir del 27 de septiembre del 2004. Una
vez vencido este plazo de dos (2) años, las causas a las que se refiere este
artículo que quedaron todavía pendientes dentro de la estructura liqui-
dadora, seguirán tramitándose de conformidad con el Código Procesal
Penal. Sin embargo, el plazo de duración máxima del proceso al que
se refiere el artículo 148 del Código Procesal Penal, tendrá su punto de
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partida, respecto de estos asuntos, el día que corresponda su tramitación
conforme al nuevo procedimiento.
Esto significa que los casos de corrupción pública que se en-
contraban en la jurisdicción de juicio liquidadora al 27 de septiembre de
2006, han sido reapoderados a la competencia de juicio pautada por el
nuevo procedimiento penal. En cuanto a este aspecto, vale señalar que
el plazo máximo de duración o instrucción judicial o persecución de es-
tos procesos para la presentación de acusación o bien para la obtención
de sentencia definitiva (decisión irrevocable), por parte de los fiscales o
persecutores de crímenes de corrupción pública, pautado por la precitada
ley de implementación en su artículo 5 y por la nueva normativa procesal
en su artículo 148, es de tres (3) años contados a partir del 27 de sep-
tiembre de 2006, lo cual quiere decir, que para los casos de corrupción
pública objeto de estudio en el presente informe y que se encuentran
actualmente abiertos y en fase de investigación, habrá de intervenir sen-
tencia irrevocable antes del 27 de septiembre de 2009, so pena de que
sea declarada de oficio o a petición de parte por el juez de garantías, la
extinción de la acción penal conforme lo establecen el artículo 149 del
Código Procesal Penal, robustecido por lo establecido en el artículo 44,
numerales 11 y 12 de la misma nueva normativa procesal. Es de dedu-
cir entonces que próximamente nuestros representantes del Ministerio
Público, sobre todo los procuradores fiscales investigadores y litigantes
destacados en los departamentos policiales y unidades de litigación de
las procuradurías fiscales, y que asumirán tradicionalmente las funciones
de litigación de los casos de corrupción pública vigentes, tienen a partir
del pasado 27 de septiembre de 2006, una mayor presión y carrera contra
el reloj para solventar las investigaciones pendientes.
Consideramos que los casos de corrupción pública que han ob-
tenido decisión judicial por lo menos en un primer grado jurisdiccional y
que hemos citado en los párrafos anteriores, han avanzado en su conclu-
sión por una serie de factores que están directamente ligados al deseo y
decisión político-criminal e institucional de las autoridades de turno de
asumir con cierto nivel de proactividad la terminación de los procesos
judiciales relativos a corrupción pública, lo cual no quiere decir que ne-
cesariamente exista la decisión de punir con auténtica responsabilidad y
eficacia institucional. Creemos además que esta prontitud puede también
estar ligada a una suerte de competencia y deseo populista de asumir un
protagonismo interinstitucional y aspiración a percepción de eficiencia
sin impunidad, entre los operadores del sistema de administración de jus-
ticia, especialmente de los funcionarios gubernamentales persecutores,
o bien simplemente pudiera ser el resultado del deseo de los operadores
del sistema procesal de “quitarse” de encima la responsabilidad inheren-
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te al hecho de asumir la delicada tarea de investigar casos de corrupción
pública en un espacio tan pequeño y donde “todos nos conocemos”.
A pesar de estas causales circunstanciales, nos parece que cier-
tamente hay dos hechos que entendemos han contribuido a esta marcha
más veloz a través del sistema judicial de los diferentes procesos de
corrupción pública. Se trata primero, de lo que nosotros visualizamos
como el inicio de un proceso de maduración relativa de los diferentes
operadores del sistema de administración de justicia en cuanto a la ne-
cesidad de asumir e internalizar la reforma o bien la “transformación”
procesal penal que estamos viviendo en la actualidad. Este proceso de
maduración podría ser ficticio o bien desmoronarse, si no se refuerza la
fase de implementación de la reforma procesal con mecanismos efec-
tivos que contribuyan en dos frentes con la adecuación y dignificación
de las infraestructuras técnicas y operativas de los soportes u operado-
res del sistema, tanto en la judicatura como en el sector del Ministerio
Público.
Esto que decimos tiene que ver directamente con la necesidad
de una dignificación, profesionalización y especialización de los jueces
y su personal de apoyo, así como con una “estatutarización” real del rol
y carrera del Ministerio Público que contribuya a despolitizarlo progre-
sivamente y asimismo contribuya a dignificar su trabajo de persecución
judicial y técnica efectiva, mejorando también sus condiciones laborales,
ambientales, operativas y salariales, entre otros aspectos.
La especialización de los jueces que aludimos tiene que ver con
introducir al debate el tema de la especialización de jueces en materia
anti-corrupción, tema que nos parece sumamente interesante y con el
que estamos parcialmente de acuerdo, sobre todo frente a la tecnificación
y sofisticación progresiva y cada día más efectiva de los mecanismos y
manifestaciones del fenómeno de la corrupción de Estado en el Estado
moderno y sobre todo en la actualidad de la era cibernética, que contri-
buye a hacer más intrincada y especializada la persecución judicial de
estos tipos penales.
El segundo aspecto que creemos ha motivado como hemos
dicho la agilización de los precitados caso, se debe a los mecanismos
técnicos instituidos por la nueva normativa procesal y que están regidos
por una serie de principios de urgencia, celeridad y constitucionalización
procesal, que sin lugar a dudas, entendemos ha contribuido a provocar
que lentamente los operadores y actores o jugadores del sistema pro-
cesal, asuman poco a poco su rol y necesidad de que la transformación
procesal sea cada vez más un hecho, a pesar de los múltiples escollos y
situaciones sistémicas y culturales todavía a superar en el tortuoso cami-
no hacia la funcionalidad real del sistema procesal penal.
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Tanto el Derecho Penal como el Derecho Procesal Penal, con-
llevan el aludir la política criminal, porque son ciencias que constituyen
“política destilada” y cuando son enfocadas como herramientas para en-
frentar el fenómeno de la corrupción, surten por lo menos en nosotros
una fascinación mayor.
Mucho se ha dicho sobre el viejo y el nuevo sistema procesal
de cara a los nuevos medios y formas de la investigación criminal a ser
promovida por los procuradores fiscales o lo que es lo mismo, por el
Ministerio Público.
Entendemos que ni uno ni otro sistema resultan malos o bue-
nos. Creemos que la sociedad tiene actualmente un Código Procesal que
propone un catálogo de fórmulas expeditas para limitar racionalmente el
poder disciplinario del Estado en provecho de los ciudadanos, que como
siempre decimos se presenta como una caja útil de herramientas técnicas
que consideramos pueden y han contribuido a dinamizar el proceso pe-
nal, al hacerlo más rápido, expedito y apegado a principios constitucio-
nalmente coherentes y bien formulados.
La nueva normativa procesal penal todavía debe ser puesta a
prueba y el balance sobre sus frutos o agravios deberá formularse en un
tiempo más adelantado de su transitar y existir como norma de derecho
con amplia trascendencia socio-jurídica.
Muchas son las voces que se han pronunciado en torno al nuevo
sistema procesal como un sistema garantista. Este calificativo alude a la
calidad y capacidad de un sistema de legal determinado para resguardar
y garantizar el respeto de una serie de derechos y principios fundamenta-
les que protegen a los que son sometidos a los efectos de la violencia del
Estado, expresada en su capacidad extrema de corregir y hasta afectar los
derechos fundamentales de la persona y el ciudadano.
Un sistema puede prometer y promover el garantismo, pero
el verdadero garantismo legal reside en la voluntad política coherente
hacia la maduración y las buenas prácticas responsables y honestas para
caminar hacia la protección efectiva y sin privilegios de los principios
cardinales que hacen del sistema procesal una institución funcional y
ejemplar, capaz de arrodillar el poder punitivo y avasallante de los orga-
nismos de violencia estatal. Ese mismo sistema procesal que cuando se
encuentra frente a situaciones que justifican la persecución, la civilizan
y la hacen más ágil y pronta frente al eventual daño que sufren las vícti-
mas de los hechos punibles. El garantismo, por ello, no puede verse sólo
desde la óptica del imputado, sino también del ofendido y agraviado.
Garantismo legal es coherencia y responsabilidad del sistema, pronto y
ágil en censurar y expedito y contestatario en resarcir y proteger tanto al
ofensor como al ofendido.
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La nueva normativa procesal penal puede ser eso que hemos
esbozado y confiamos en que así lo sea, para el bien de la colectividad
nacional. De su lectura, nos parece que el nuevo código procesal se re-
vela como una pieza rica en propuestas técnicas novedosas que bajo el
control de un juez natural y fiscalizador de la aplicación de los principios
procesales rectores, introduce e implica hasta un cambio de vocabulario,
con una nueva nomenclatura y una nueva propuesta de observación de
plazos y hasta técnicas prácticas y elocuentes de litigación en juicio, en
los que la disciplina, la creatividad y el apego al estudio meticuloso de la
norma por parte de los operadores del sistema, constituyen presupuestos
básicos de buen desempeño ante un sistema que nos parece hecho en
consideración a los principios prácticos del canon adversarial previsto
por el Due Process of Law (Debido Proceso de Ley).
Confiamos en que definitivamente como dispositivo legal el
Código contribuya como ya consideramos que lo ha hecho a sentar las
bases de un mejor y más pleno desarrollo e independencia, cada día más
progresivas, de las estructuras operativas que aspirando actualmente a
convertirse en instituciones, inciden en el sistema de administración de
justicia penal.
18
I. Análisis descriptivo sucinto de procedimientos para
investigar y perseguir hechos de carácter penal a la luz
del nuevo procedimiento instituido por la Ley 76-02
(Nuevo Código Procesal Penal). La estructura general
del nuevo proceso penal.
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ción de justicia y los derechos del imputado indigente o posibi-
litado.
(h) El Código sugiere la racionalización de los recursos destinados
a la persecución.
(i) Propone y constantemente patrocina y facilita la solución alter-
nativa de conflictos.
(j) Instituye por primera vez en nuestra historia judicial proce-
dimientos especializados expeditos para atender situaciones
singulares sometidas al sistema de administración de justicia
penal.
(k) Instituye la libertad como regla esencial.
(l) Define e introduce la necesidad del control de la duración de los
procesos.
(m) Introduce medidas alternativas a la prisión preventiva como
forma civilizada para conjurar los males tradicionales de la rea-
lidad procesal y carcelaria.
(n) Racionaliza el uso de las vías de derecho técnico-recursivas.
(o) Controla estrictamente por primera vez de forma expedita la
ejecución penal.
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proponía la antigua normativa procesal penal y que es una novedad que
plantea verdaderas diferencias que aportan definitivamente a un sistema
procesal más garantista del debido proceso de ley.
La Ley 76-02 está estructurada sobre los pilares de la doctrina
constitucional depurada. Es el fruto de la concepción enriquecida por las
experiencias del Código Maier o Código tipo para América Latina y su
presentación estructural es práctica y concreta a nuestro juicio. No tiene
notorios formalismos y sus temas se abordan con simplicidad técnica, lo
que en ocasiones deja ciertos vacíos o confusiones que de seguro se irán
definiendo, aclarando y enriqueciendo por la maduración y por el uso y
la experiencia del texto a prueba, así como por la creatividad y audacia
de los mismos operadores institucionales del sistema de administración
de justicia penal y las respuestas que la judicatura ha dado, da y dará a las
situaciones que serán planteadas ante esas estructuras judiciales.
Los bloques o estructuras que organiza el Código Procesal se
agrupan en diez (10) libros, agrupados a su vez en una parte general de
seis (6) y una parte especial de cuatro (4) libros. La parte general define
los aspectos esenciales y principales del nuevo proceso, como son sus
principios doctrinales y ejes cardinales, la investigación preparatoria, los
medios de prueba, medidas de coerción y sistema de costas e indemni-
zaciones procesales. La parte especial se apropia de la definición de los
procedimientos singulares contemplados para situaciones atípicas que se
someten al sistema de justicia, así como de definir las reglas del nuevo
juicio y el sistema recursivo y de ejecución de sentencias penales.
21
• Libro III. Actividad procesal. Libro en el que se establecen
normas y criterios puntuales para controlar las actuaciones pro-
pias del proceso penal y donde se introducen controles expedi-
tos para la duración del proceso y para la cooperación y asisten-
cia judiciales nacional e internacional.
• Libro IV. Medios de Prueba. En el que se detallan definiciones
relativas a los medios probatorios legítimos y permitidos del
proceso, así como los criterios necesarios para su obtención y
valoración en las diferentes etapas del proceso.
• Libro V. Medidas de coerción. En este libro se definen y carac-
terizan medios expeditos para garantizar la presencia o disponi-
bilidad de acceso y contacto para el sistema de justicia penal de
los imputados, o prevenidos y su forma y mecanismos para su
interposición.
• Libro VI. Costas e indemnizaciones. De acuerdo con este li-
bro se establecen los criterios para fijar judicialmente las costas
del proceso o litigio penal, así como las indemnizaciones que
procedan a favor de las partes, incluyendo la necesaria indem-
nización del Estado o de particulares a favor de los perseguidos
penalmente, según proceda.
22
• Libro III. Los Recursos. Este libro contempla las reglas del
sistema recursivo en general, introduciendo un nuevo recurso,
denominado “Revisión Penal”.
• Libro IV. Ejecución penal. En este apartado se introduce como
ya se ha comentado un sistema de reglas y procedimientos re-
lativos al rol de un nuevo juez o autoridad judicial que vela y
velará por la ejecución correcta y controlada de las decisiones
judiciales.
23
III.-Los tribunales y autoridades judiciales competentes
(Artículos 69-77)
Los tribunales que instituye el código son los mismos y sus
atribuciones son básicamente las mismas, salvo escasas precisiones
que no son parte esencial del nivel de este estudio. Se instituyen dos
funcionarios nuevos que son el juez de la Instrucción, con funciones
exclusivas de control y garantía sobre el debido proceso de ley y trá-
mites anteriores al juicio. Este funcionario preside además la audiencia
preliminar, que es la audiencia anterior al juicio de fondo y preside las
vistas relativas a solicitudes de imposición o revisiones sobre medidas
de coerción.
Con relación a los juzgados de primera instancia, surge por pri-
mera vez en nuestra historia judicial, la posibilidad de conformación de
tribunales colegiados conformados por tres (3) jueces, que conocen los
procesos en los que la pena imponible es superior a los dos años. Del
mismo modo, los tribunales de primera instancia pueden conformarse
por un juez unipersonal en los casos en los que los hechos punibles ge-
neran penalidades inferiores a los dos años de reclusión.
Se instituye además la figura del juez de la ejecución penal, que
es el funcionario judicial que controla la ejecución de las penas y preside
las vistas relativas a la suspensión condicional del procedimiento.
24
Dentro de las nuevas funciones, características y roles del fiscal
establecidos en la nueva normativa están:
• Dirige la investigación, practica u ordena practicar las diligen-
cias pertinentes y útiles para determinar la ocurrencia del hecho
punible y sus responsables, incluidas todas las funciones enu-
meradas por el Estatuto del Ministerio Público en su artículo
16. (Ver Ley 78-03, del 8 de abril de 2003).
• Es único e indivisible.
• Continuidad de sostenimiento de la acusación en juicio.
• Jurisdicción nacional.
• Puede inhibirse y ser recusado.
• Coordina trabajos de equipos de investigación bajo su dirección
con sus auxiliares (miembros de la policía administrativa), los
cuales le deben estricta obediencia y a los cuales puede san-
cionar en caso de incumplimiento de una orden judicial o del
ministerio público, aplicable a los oficiales de agencias extran-
jeras.
25
VI. Oficiales subalternos del Ministerio Público
26
nada otra de las medidas de coerción previstas en el artículo 226
del Código. Puede solicitar prórroga máxima de no más de dos
(2) meses en asuntos ordinarios. (Artículo 150), y de no más de
4 meses en los asuntos complejos.
27
• Violación de propiedad industrial.
• Violación de Ley de Cheques.
• Difamación e injurias.
• La acción penal puede también ser Pública a instancia pri-
vada, cuando depende y es sostenida por un particular afec-
tado que necesita de la intervención del fiscal. Procede en
los siguientes casos o hechos punibles presentables:
o Vías de hecho.
o Golpes y heridas no calificados de homicidio.
o Amenaza, salvo las proferidas contra funcionarios
públicos en su ejercicio.
o Robo sin violencia.
o Estafa.
o Abuso de confianza.
o Trabajo realizado y no pagado.
o Revelación de secretos.
o Falsedad en escritura privada.
28
XI. La investigación preliminar y desarrollo de la
investigación (Artículo 279). Los actos iniciales en
el proceso de investigación aplicables a los casos de
corrupción de Estado.
• Recibida la querella o la denuncia o avanzadas las primeras in-
vestigaciones, el Ministerio Público abre el registro correspon-
diente y califica provisionalmente los hechos del caso.
• Si decide ejercer la acción penal ordena a sus auxiliares las dili-
gencias pertinentes y solicita al juez las autorizaciones necesa-
rias que procedan. De lo contrario ordena el archivo del caso.
• El fiscal puede exigir informaciones a cualquier particular o
funcionario público, fijando un plazo conforme las circunstan-
cias del caso y practicar o hacer practicar cualquier tipo de di-
ligencia. Solicita la intervención judicial cuando lo establece el
Código.
• Las partes proponen diligencias que pueden ser ordenadas por
el juez para romper la inercia del Ministerio Público.
• Esta fase concluye con la convocatoria a las partes a una au-
diencia preliminar en la cual se decide dar apertura o no el jui-
cio.
u Por denuncia
Cualquier persona que haya sido víctima o tenga conocimien-
to de una infracción, haciéndolo por ante la Policía Nacional, por ante
los mismos órganos del Ministerio Público, así como por ante cualquier
agencias u órganos del gobierno competentes o afines, incluida la contro-
vertida Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción, que aun-
29
que no tiene calidad investigativa, tiene administrativamente y por decre-
to del ejecutivo idoneidad para tramitar al Ministerio Público denuncias
de corrupción de la ciudadanía. (Ver anexos al presente informe).
u Por querella.
Esto es, formalizando una querella formal en los términos esta-
blecidos por el artículo 268 del Código Procesal Penal.
30
calidad para promover investigaciones a su iniciativa para esclarecer he-
chos presuntamente punibles. Generalmente en la actualidad, luego de
que las autoridades concluyen una investigación oficiosa sobre presuntos
hechos de corrupción pública, proceden a solicitar en la generalidad de
los casos, según pudimos comprobar, al juez de garantías competente,
medidas coercitivas para abrir un proceso persecutorio sobre corrupción
de Estado.
Si bien este método es usual en la forma de proceder de las auto-
ridades, consideramos que antes de formalizar una solicitud de medi-
das coercitivas, los fiscales que persiguen hechos de corrupción, deben
primero profundizar y regularizar lo mejor posible, todo lo relativo a
los aspectos probatorios de su pretensión, para luego, sin pérdida de
tiempo, promover una tesis de acusación solvente y por consiguiente
una solicitud de apertura de juicio más pronta y rápidamente, que se
haga más resistente durante todo el trayecto procesal hasta el juicio de
fondo.
31
XV. La fase procesal de la denominada “Audiencia
Preliminar” (Artículos 298 al 304 del Código Procesal
Penal)
32
XVI. Celebración y conclusión de la audiencia
preliminar (Artículos 300 a 304 del Código Procesal)
u Partes obligadas a comparecer por ante el Juez de Garantías:
(a) Imputado
(b) Defensor
(c) Querellante si lo hubiere
(d) Ministerio Público
(e) Preside Juez de la Instrucción
u Resolución:
u Decisiones posibles del juez que preside la audiencia:
(a) Admitir acusación y ordenar apertura de juicio
(b) Rechazar acusación y dictar auto no ha lugar a apertura de juicio
(c) Ordenar suspensión condicional del procedimiento
(d) Resuelve conforme procedimiento abreviado
(e) Ordena corrección de vicios formales de acusación
(f) Resuelve medidas de coerción.
(g) Aprueba acuerdos de resarcimiento si fuere el caso
XVII.-Medios de prueba, comprobación inmediata y
medios auxiliares (Artículos 166-193)
El Código Procesal Penal también establece mecanismos de-
tallados, ágiles y prácticos para definir cuáles son los medios probato-
rios que pueden y deben ser admitidos conforme a las reglas del debido
proceso de ley y de cara a un juicio garantista. Dentro de estos criterios
definidos por los artículos citados, están:
(a) Prueba debe ser obtenida por medios lícitos y conforme las dis-
posiciones del Código.
(b) El Juez o tribunal valora cada uno de los elementos de prueba
legal, conforme las reglas de la lógica, los conocimientos cien-
tíficos y las máximas de experiencia y está en la obligación de
explicar las razones por las cuales se les otorga determinado
valor, con base en su apreciación conjunta, armónica e integral
de la prueba.
(c) Libertad probatoria. Admisibilidad, convalidación y sanea-
miento de la prueba.
(d) Inspección de lugares y cuidado del lugar del hecho. (Art.
173).
(e) Horario de registros. Excepciones. (Art. 179).
(f) Contenido de orden de allanamiento. (Art. 182).
33
CUADRO A. - MEDIOS DE PRUEBA.
Definición, procedimiento y requisitos necesarios para que cada me-
dio probatorio pueda ser obtenido y acreditado de manera legítima
al proceso.
34
CUADRO B. - MEDIOS DE PRUEBA.
Definición, procedimiento y requisitos necesarios para que cada me-
dio probatorio pueda ser obtenido y acreditado de manera legítima
al proceso.
35
CUADRO C. - MEDIOS DE PRUEBA.
Definición, procedimiento y requisitos necesarios para que cada me-
dio probatorio pueda ser obtenido y acreditado de manera legítima
al proceso
36
CUADRO D- MEDIOS DE PRUEBA.
Definición, procedimiento y requisitos necesarios para que cada me-
dio probatorio pueda ser obtenido y acreditado de manera legítima
al proceso
37
• Arresto y conducencia personales en los casos establecidos por
la ley (flagrancia, evasión y porte de piezas de convicción que
razonablemente indiquen una responsabilidad activa en los he-
chos).
• El juez también puede imponer al imputado una serie de medi-
das después de escuchar sus razones, como son:
• Presentación de garantía económica suficiente.
• Prohibición de trasladarse.
• Obligación de presentarse ante el juez periódicamente.
• Arresto domiciliario.
• Prisión preventiva.
• Colocación de localizador electrónico.
38
En un sentido amplio puede aplicarse esta denominación a todo
acontecimiento que se origine en una instancia y que interrumpa o altere
su curso ordinario.
Un incidente es todo argumento, planteamiento, solicitud u ob-
jeción, excepción o medio que tienda o pretenda obstaculizar, criticar,
completar o descalificar cualquier aspecto, argumento, planteamiento,
conclusión, construcción o resultado de un proceso judicial, que general-
mente resulta ser litigioso o contradictorio.
Los incidentes siempre han existido en los sistemas adversaria-
les y contradictorios. Consideramos que los incidentes, cuando se plan-
tean con seriedad y sobre la base del derecho solvente en técnica y aca-
demia, enriquecen el procedimiento y al sistema de justicia, a la vez que
en cierto modo garantizan el ejercicio de derecho de las partes siempre
que se permita su ejercicio y planteamiento en igualdad de condiciones
entre las partes que adversan en el proceso penal.
La doctrina y la jurisprudencia de diversos países y sistemas de
derecho no se han puesto enteramente de acuerdo para definir y estable-
cer lo que debe entenderse por incidente.
El Diccionario de la Real Academia Española, al definir el inci-
dente, indica que es toda cuestión distinta del asunto principal del juicio,
pero con él relacionada, que se ventila y decide por separado, a veces sin
suspender el curso de aquél, y otras veces, suspendiéndolo.
Autores argentinos como Naymark y Adán Cañedos, al ocupar-
se de este aspecto manifiestan que el incidente es toda controversia que
se suscita accesoriamente durante la tramitación de un litigio y que sien-
do distinta al objeto principal del asunto, guarda una relación tal con el
mismo, que requiere solución previa.
Creemos que esta última expresión: “Que siendo distinta al
objeto principal del asunto, guarda una relación tal con el mismo, que
requiere solución previa” resulta fundamental para iniciar una discusión
interesante sobre la naturaleza y procedencia de los incidentes en materia
penal y sobre las implicaciones de los mismos como elementos retarda-
tarios del proceso.
Tradicionalmente los incidentes se han convertido en cuello de
botella para los procesos en derecho. Esto a veces se ha hecho promo-
vido por las partes operadoras o integradoras del proceso penal por cau-
sales coyunturales o por la simple ineptitud o irresponsabilidad de las
mismas.
Esto quiere decir, a nuestro juicio que esa circunstancia de retar-
do o de molestia o a veces de mecanismo de impunidad que han signifi-
cado los incidentes tradicionalmente en el sistema procesal dominicano,
se ha debido a nuestro juicio, no a un vacío de la ley o la norma procesal,
39
o a una escasa definición de las situaciones de derecho vinculadas a las
realidades de las partes en el litigio, sean estos prevenidos o víctimas.
La razón de estos retardos se ha debido muchas veces a la irres-
ponsabilidad y deslealtad procesal de las partes que intervienen en la
solución de una cuestión incidental en juicio.
Esto así por las mismas debilidades que enseñan los personeros
o representantes de las instituciones que inciden en el juicio, sean estos
jueces, fiscales o abogados persecutores y defensores.
No obstante esta última idea, la Ley 76-02 o nueva normativa
procesal penal como hemos señalado, no define los incidentes de manera
suficiente en ninguno de sus artículos, sino que hace de ellos una alusión
somera en escasos artículos como el 59 y el 305.
El mismo artículo 305 del Código Procesal Penal menciona
taxativa y limitativamente como incidentes, sólo “las excepciones y cues-
tiones incidentales que se funden en hechos nuevos y las recusaciones”,
no siendo apelables las resoluciones del juez sobre estos incidentes.
Es también el mismo artículo 305 del Código Procesal Penal
el que establece que el juicio de fondo no podrá ser pospuesto por el
trámite o resolución de estos incidentes, los cuales según la pieza deben
ser resueltos en el plazo de cinco (5) días, lo cual a nuestro juicio resulta
insuficiente e inaplicable, sobre todo en los casos con un nivel de com-
plejidad fuera de lo ordinario y que en algunas ocasiones y en la actuali-
dad de aplicación del nuevo Código Procesal Penal, ya ha comenzado a
ser evidente, toda vez que en muchos procesos continúan presentándose
actualmente numerosas formas de incidentes, algunas dadas a la exclusi-
va creatividad e invención de las partes que intervienen en el litigio, que
perduran como fase fuera de la esfera o límite de los cinco días aludidos.
Esto ha convertido la fase incidental en una etapa de características si-
milares a la fase de fondo del antiguo procedimiento establecido por el
Código de Instrucción Criminal francés de 1884, ya derogado.
Existen consideraciones y reflexiones dirigidas a proponer que
a la usanza del derecho anglosajón, esta fase incidental se independice
del proceso de fondo. Esta reflexión apunta en el sentido de proponer que
se introduzca para ello una fase o plazo informal para las partes con fines
exclusivos de plantear de entrada todos los incidentes presentables del
análisis del caso para resolverlos todos en una sola resolución.
Aunque interesante de entrada, creemos que el sistema procesal
dominicano debe primero madurar aún más por experimentación y prue-
ba de sus instituciones y propuestas técnicas en el tiempo. Esta cuestión
pudiera ser objeto de un análisis más profundo en un trabajo indepen-
diente en el que pueda abordarse ese aspecto con mayor detenimiento y
concentración adicional.
40
Conforme lo establece el artículo 59 del Código Procesal, el
juez apoderado de una cuestión de naturaleza penal lo está también para
resolver cualquier aspecto incidental al respecto de ese proceso, limitán-
dose los efectos de tal resolución al ámbito penal.
Desde luego que nos parece que habrá que revisar la manera en
la que el actual sistema procesal penal resuelve los incidentes, sobre todo
en los procedimientos especializados previstos por la misma pieza y que
todavía no han sido suficientemente puestos a prueba.
A pesar de ello, la nueva normativa plantea celeridad con garan-
tía y así ha quedado demostrado inclusive en la práctica, frente a algunos
procesos de naturaleza compleja, a pesar de la multiplicidad de los in-
cidentes presentados, que iniciada su investigación a partir por ejemplo,
de agosto del año 2004, ya han tenido decisión judicial de fondo en dos
instancias. (Ver referencias Caso Plan Renove). Este caso referenciado,
obtuvo su última decisión ante una Corte de envío, el pasado quince
(15) de septiembre de 2006, lo cual nos parece un logro apreciable del
sistema, sin entrar en detalles sobre la calidad o justeza de la decisión
adoptada, sino del tiempo en el que el sistema procesó el caso hasta una
decisión concluyente, no así definitiva, ya que este caso tiene todavía
vías recursivas abiertas.
Sobre estos particulares vale también señalar el caso o proceso
judicial relativo a la quiebra del Banco Intercontinental (Baninter), que
actualmente conoce el Primer Tribunal Colegiado del Distrito nacional,
caso en el cual la primera audiencia del proceso se inició el 3 de abril
de 2006, dando apertura definitivamente a la instrucción del fondo del
proceso para finales del recién transcurrido mes de septiembre, lo cual
demuestra una vez más que a pesar de los escollos y tardanzas procesales
planteados en el desarrollo de una fase incidental bastante larga (unos
cinco meses), y no cinco días, los incidentes han sido resueltos todos a
pesar de un nivel apreciable de complejidad, continuándose el proceso,
ya en el pórtico de la fase de fondo.
Los incidentes son figuras inevitables en los sistemas procesa-
les, más aún cuando los sistemas persecutorios tienden a cometer fallas
o dejar vacíos en los procesos investigados o instruidos, haciéndose ne-
cesario el llamado a corrección de alguna de las partes involucradas en
un caso judicial.
Nos parece que del mismo modo, el sistema procesal actual ha
constituido un filtro más exhaustivo para la calidad de los incidentes que
se plantean, que ahora deben ser incidentes planteados con mayor rigor
científico-jurídico.
Del esbozo anterior podemos concluir en las siguientes ideas
generales sobre los incidentes en el nuevo procedimiento penal.
41
• No hay definición precisa de los incidentes.
• Existen y se pueden plantear tantos incidentes como circuns-
tancias puedan invocar, crear o argumentar las partes y que el
tribunal esté en condiciones de contestar objetivamente.
• Los incidentes contribuyen a enriquecer el proceso y las garan-
tías siempre que se plantean con seriedad y apego a las normas
procesales y sustantivas.
• Se encuentran regulados y tienen un límite racional y tácito en
su posibilidad de planteamiento a un tribunal de derecho.
• Pueden constituirse en una revelación de debilidad en las estra-
tegias de las partes u operadores del sistema que los plantean,
siempre que esto se haga sin respeto a la ley y al orden y pa-
ciencia de un tribunal empeñado en aplicar justicia con apego al
debido proceso.
• Toca a la judicatura adoptar una postura coherente y suficiente-
mente apegada al derecho para trazar las pautas sobre la posi-
bilidad de formulación y solución conclusiva al respecto de la
procedencia de los incidentes judiciales en materia penal, sobre
todo en esta fase tan importante del desarrollo procesal en el
país.
42
• Casación (Artículo 425).
• Revisión penal (Artículo 428).
Bases legales:
• Ley 278-04 de Implementación del Código Procesal Penal, del
13 de agosto de 2004.
• Resolución Número 1170-2004, sobre designación de jueces y
tribunales liquidadores competentes para conocer y decidir ex-
pedientes en trámite.
• Decreto Número 420-02, que crea la Comisión Nacional de la
Reforma Procesal Penal (CONAEJ).
• Resolución 1920-2003, del 13 noviembre de 2003 y que esta-
blece medidas anticipadas al Nuevo Código Procesal Penal.
• Resolución Número 512-2002, que crea el Sistema de Defensa
Penal.
• Resolución Número 1362-2003, que otorga Competencia de
atribución al Juzgado de Primera Instancia de la Provincia de
Santo Domingo.
• Resolución Número 713-2002, que autoriza a los jueces de ins-
trucción del Distrito Nacional, secretarios y/o auxiliares a tras-
ladarse a las cárceles de Najayo y La Victoria.
• Resolución Número 14786-2003, sobre Medidas anticipadas a
la entrada en vigor del nuevo Código Procesal de la Procuradu-
ría General de la República.
43
• Tribunales liquidadores: Jurisdicciones seleccionadas por la
Suprema Corte de Justicia para la terminación de procesos.
• Recursos de apelación contra sentencias evacuadas con poste-
rioridad al 27 de septiembre: Nuevo sistema. (Artículo 2)
• Desistimiento o extinción extraordinarios basada en publica-
ción expedita. (Artículo 3). Excepciones. Párrafo II.
• Causas en tribunales liquidadores no concluidas en el plazo de
dos (2) años: Nuevo Procedimiento. (Artículo 5).
44
que la prescripción depende de los límites que la ley sustantiva
dispone para ciertos delitos, pero de cualquier modo el Código
establece una barrera límite de diez (10) años para ejercer la
acción penal.
• La prescripción tiene que estar declarada judicialmente y en los
casos antiguos de corrupción hay que examinar exhaustivamente
las diligencias para establecer si hay causales de prescripción o
de interrupción de la misma o bien de suspensión de la misma.
• Los casos de corrupción pública nacidos e instruidos con apego
al nuevo Código Procesal no tienen riesgo ordinario alguno de
prescribir o de extinguirse la acción penal en cuanto a estos
casos, en lo inmediato.
45
XXV. Conclusiones y recomendaciones:
46
u Roles y fortalezas recomendados a seguir por el Ministerio
Público en la fase de la audiencia preliminar con atención a
la solidez de la persecución judicial:
• Concluir con apego estricto a la normativa procesal los ac-
tos conclusivos de la audiencia preliminar (Artículo 293).
• Hacer un juicio prudente y técnicamente solvente sobre
la procedencia de su presentación de acusación y reque-
rimiento de apertura de juicio contra un imputado. Fijar
especialmente la atención en los numerales del 1 al 5 del
artículo 294 y cumplir estrictamente con apego a ello.
• Solicita las medidas de coerción que correspondan.
• Notificar la acusación a la víctima o querellante (Artículo
296)
• Notificar la acusación al actor civil cuando proceda.
• Poner, luego de convocado, a disposición de las partes los
elementos de prueba disponibles. Evitar sorpresas frente al
juez de la Instrucción.
• Estar atento y contradecir cualquier objeción u observación
del defensor.
• Requerir de la defensa ofrecimiento de elementos de prue-
ba y cuestionar lo que en derecho pueda ser cuestionado.
• Ser parco, preciso y concreto durante el desarrollo de la
audiencia y claro en la exposición de su rol.
• Recurrir prudentemente el auto de no ha lugar a apertura a
juicio del juez de Garantías.
47
• Conocer con propiedad y eficiencia las técnicas de litiga-
ción en el juicio oral. Saber objetar a las partes, en especial
a la defensa.
• Debe hacer especial énfasis en el conocimiento de las for-
malidades esenciales para incorporar y acreditar prueba en
juicio.
• Debe hacer especial énfasis en el conocimiento para inte-
rrogar adecuada y juiciosamente a las partes del proceso.
48
11. Promover procesos de remodificación y unificación legislativa por
medio de leyes penales “con dientes”, es decir que hagan propicia la
aplicación de sanciones funcionales y ejemplarizantes. Sin sanción
no hay credibilidad en el sistema y sin credibilidad en el sistema no
habrá cumplimiento de la ley.
12. Promover un análisis ponderado de los potenciales aspectos técni-
cos de la nueva normativa que planteen cuellos de botella a la perse-
cución penal ágil y pronta.
13. Promover la cultura de la voluntad política y no politizada como eje
primario en estos momentos para la funcionalidad de la persecución
penal técnica y efectiva de los casos de corrupción pública.
14. En términos generales, promover el conocimiento, ejercicio y debi-
da aplicación de la transformación procesal penal que introduce la
Ley 76-02 y sus leyes y resoluciones afines.
15. Promover la gerencia y los nuevos liderazgos sanos en materia de
lucha anticorrupción.
16. Promover la gestión pública eficaz en los estamentos de la adminis-
tración y dar continuidad a proyectos en este sentido.
17. Promover amplio debate, agenda y participación de la sociedad civil
sobre el tema de la persecución de los casos de corrupción de Estado
y exigir a las autoridades resultados mensurables, precisos y que se
puedan ubicar en términos de tiempo.
18. Información pública precisa y sin propaganda a la ciudadanía, sen-
sibilizando a amplias capas de la población civil para que se consti-
tuya en controladora de los resultados de la persecución judicial de
los casos de corrupción. Los observatorios pueden ser plataformas
propicias en este sentido.
49
En primer término, nos llama la atención la celeridad con la que
esos casos han obtenido decisión, aunque todavía no definitiva, esto con
relación a la lentitud exhibida por el antiguo sistema procesal penal o
código de instrucción criminal francés de 1884, vigente hasta el pasado
27 de septiembre de 2004.
No obstante esta relativa celeridad, llama la atención el rigor de
las condenas obtenidas o bien los resultados alcanzados como conclu-
sión de la mayoría de los procesos.
Decimos esto, toda vez que en varios de los casos señalados
las decisiones judiciales han resultado en descargos de los acusados que
han suscitado comentarios críticos en la opinión pública nacional por lo
indulgente o inapropiado de las decisiones adoptadas, así como el pobre
rol jugado por algunos operadores institucionales del sistema procesal
penal nacional.
En el caso relativo al supuesto robo y usufructo de vehículos
robados, unos treinta y siete oficiales retirados y activos de la Policía
Nacional fueron descargados, frente a las acusaciones de un Ministerio
Público que exhibió un fardo probatorio seriamente cuestionado por el
juzgador, hasta el punto de provocar un descargo colectivo, en un caso
único en sus características, no sólo por el número de oficiales someti-
dos, sino por el nivel de trascendencia y tipo deleznable de acusación
puesta a cargo del grupo del oficiales.
Este aspecto revela con niveles de actualidad palpables, lo
asombroso de ciertas debilidades del sistema. Por un lado, un Ministerio
Público que a pesar de sus tímidos avances institucionales deja entrever
sus limitaciones operativas para proveer a los juzgadores de presupues-
tos probatorios con un mínimo de solvencia y por otro lado, una judi-
catura que en ocasiones debe de ajustar sus decisiones, no sólo al rigor
probatorio ni al galantismo, sino que debe de aplicar la ley en función
del rigor concreto de la ley y en consideración al daño social ocasionado
como fruto de los hechos punibles que son objeto de juicio.
Sin entrar en consideraciones ni análisis profundos sobre esa
sentencia, llama poderosamente la atención cómo personas sometidas
y perseguidas por tiempo prolongado y a las que en otras jurisdicciones
le fueron retenidos solventes elementos probatorios e indiciarios sobre
hechos reñidos con la ley, luego son indulgente y graciosamente descar-
gados o condenados a penalidades irrisorias que no contribuyen a reparar
el daño social ocasionado, con el agravante de que estas decisiones, lejos
de edificar y sentar ejemplos elocuentes frente a la población, lo que
hacen es reafirmar la cultura de la impunidad con sentencias simbólicas,
lo cual puede ser más perjudicial que el mismo hecho de no obtener
decisiones a tiempo.
50
Esta última reflexión es digna de un análisis más profundo
que sugerimos puede ser objeto de un estudio o informe indepen-
diente.
Llama también la atención como en casos como Plan Renove
y Bienes Nacionales, las decisiones judiciales que han intervenido en
los mismos, se han inclinado en cierto modo a condenar y descargar
selectivamente a los imputados encartados en un expediente en particu-
lar, contribuyendo como decimos de manera negativa a dejar sabores de
impunidad criticables.
Penalidades como la prisión domiciliaria y penas cumplidas
de meses inclusive, figuran como parte de los recursos venales emplea-
dos para ofrecer a la sociedad “placebos” ante la necesidad de punición
ejemplarizante.
Hacemos la salvedad de que cuando analizamos estos aspec-
tos, no nos referimos a que deba de operar en el país una justicia fis-
calizadora y punitiva en base a condenas exageradas, sino que llama
la atención el hecho de que no se combinen de un lado, una persecu-
ción eficaz y transparente que de lugar a sentencias que interpreten
apropiadamente la necesidad de la punición racional para el debido
criterio ejemplarizante que envíe un claro mensaje a los potenciales
infractores.
En términos de celeridad y resultados, la situación relativa a
la persecución de los casos de corrupción pública ha mejorado, lo cual
entendemos denota una maduración relativa de los actores del sistema de
administración de justicia penal, incluidos los que trabajan en la coordi-
nación de la persecución penal y la política criminal.
No obstante esto, todavía hay muchas retrancas y debilidades en
el sistema que revelan las inoperancias del sistema, esto es la vinculación
extrema que todavía tiene la política partidaria con la política criminal y
de persecución de los casos de corrupción de Estado y corrupción cor-
porativa privada.
En el presente informe se presentan criterios y sugerencias pun-
tuales para iniciar el camino de reflexiones dirigidas a conjurar esas de-
bilidades que entendemos son históricas, ancestrales y sistémicas en la
operatividad procesal penal y político-criminal nativas.
Otros hallazgos
51
puesta en vigor del nuevo Código Procesal Penal, nueve (9) han sido
identificados como casos en fase de juicio, y de estos, sólo un caso ha
obtenido sentencia de fondo en primer grado de jurisdicción.
Los ocho (8) casos restantes, aunque se encuentran apoderados
a la jurisdicción de juicio, no han obtenido decisión judicial de fondo y
cursan en la jurisdicción de juicio sin riesgo de prescribir o extinguirse
la acción penal en cuanto a estos.
En cuanto a los diecinueve (19) casos de corrupción de Estado
“antiguos”, o propios del período histórico 1983-julio 2004, restantes,
varios de ellos no pudieron ser ubicados u obtenido diagnóstico certe-
ro en cuanto a los mismos, por razones ajenas al consultor. En fase de
instrucción liquidadora se encontraron dos (2) de estos casos, en fase de
Cámara de Calificación, tres (3) casos y uno (1) en la Suprema Corte de
Justicia. De este grupo de casos “antiguos”, trece (13) casos no pudieron
ser localizados y examinados con detenimiento por el consultor porque
no pudieron ser ubicados en las jurisdicciones en las que se investigó su
paradero.
En cuanto al período de persecución de casos de corrupción
de Estado comprendido entre agosto 2004 y octubre 2006, registramos
veintiún (21) casos. En este grupo decidimos incluir los tres (3) casos
bancarios o de corrupción corporativa con secuelas públicas identifica-
dos como Baninter, Bancrédito y Mercantil, sin entrar en detalles o aná-
lisis detenidos sobre estos casos.
De estos tres casos, uno (1) ha recibido decisión sobre el fondo
en primer grado y de los otros dos casos, uno (1) se está conociendo en
primer grado por ante el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional
y el otro no ha recibido decisión judicial primaria en cuanto al fondo.
De los dieciocho (18) casos de corrupción restantes en el perío-
do, como se ha dicho, cinco (5) han recibido decisión sobre el fondo en
primer grado.
Los trece (13) casos restantes se encuentran en camino de reci-
bir decisiones judiciales. En varios de estos casos, la persecución pública
ha iniciado con la solicitud de medidas coercitivas contra los imputados
encartados, como forma del Ministerio Público iniciar la persecución
luego de una investigación oficiosa.
Pudimos percatarnos de que el registro y contabilización efecti-
va de los casos de corrupción pública podría ser más efectivo si la Procu-
raduría General de la República y el Departamento de Prevención de la
Corrupción Administrativa (DPCA) unificaran sus esfuerzos de registro,
ya que en cada una de estas dependencias obtuvimos datos disímiles so-
bre los procesos de investigación y sometimiento de casos de corrupción
de Estado en curso.
52
Repetimos que en todos los casos de corrupción pública que
han obtenido sentencia de primer o segundo grado, nos parece que los
resultados se dirigen a indicar que falta una mayor solvencia en la pre-
sentación de las acusaciones frente a los casos de corrupción pública y
que además, el sistema precisa de mecanismos más eficaces para lograr
condenaciones más ajustadas al nivel del daño social que ha generado el
hecho punible perseguido.
53
Bibliografia
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2005.
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54
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18. Código Procesal Penal Dominicano y Normas Complementarias.
Edición preparada por Guillermo Moreno. 2004.
55
El Nuevo Código Procesal Penal
y los Casos de Corrupción Pública
Activos en la Jurisdicción
Penal Dominicana
CASOS PENDIENTES de DECISION en la JUSTICIA
PERIODO: Enero 1983 a agosto 2004.
casos antiguos
Caso No. 1
56
10. Fecha de la última acción en esa sala?
La Secretaria del Juzgado no pudo informar si el caso ha tenido
acciones judiciales.
11. Situación actual del caso-
Este caso no pudo ser localizado en los archivos del Primer Juzgado
de la Instrucción del Distrito Nacional. Ningún funcionario de este
Juzgado, conoce la situación actual del caso.
NOTAS: Posible caso REASIGNADO a Juzgado Liquidador y po-
tencialmente reasignado a Jurisdicción Colegiada a partir del 27 de
septiembre del 2006.
Se encuentra en eventual proceso de prescripción por posible inactivi-
dad persecutoria de la parte agraviada. No se obtuvo información precisa
sobre ubicación al día de hoy, ni de su evolución procesal.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
12. Caso instruido conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal. De no prescribir penalmente la acción por
ocurrir una eventual reactivación del mismo, será susceptible de ins-
truírse de acuerdo a la nueva normativa instituída por la Ley 76-02
(Nuevo Código Procesal Penal).
13. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal:
ALTO.
14. Acción Inmediata para reactivación e interrupción de prescrip-
ción penal: Presentación de acusación por el Ministerio Público o
bien de solicitud de medida coercitiva contra imputados. Nota: Por
Resolucion No. 2529 de la Suprema Corte de Justicia de fecha 31 de
Agosto del 2006, y aplicación del artículo 5 de la Ley de implemen-
tación, este proceso fue potencialmente reasignado a la jurisdicción
del Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, a partir del pasado 27
de septiembre del 2006.
ACG.
Caso No. 2
57
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes violadas).
Acusación de violación de los artículos 166, 167, 172, 265, 266 y
405 del Código Penal Dominicano. Fraude realizado en la Lotería
Nacional por un monto de RD$90,000,000.00.
4. Fecha de Inicio del caso.
12 de Septiembre del 1997.
5. Quien interpuso la acción en la justicia?
Estado dominicano.
6. Nombre de los inculpados.
Manuel De Jesús Antún Battle (a) Teté, Norberto Taveras Estevez,
Pedro Julio Goico Guerrero (a) Pepe Goico, Mario Nuñez Paya-
no, Manuel A. Cruz Madera, Agustín Pimentel Almánzar, Rómulo
Augusto Marte Lendor, Juan De los Santos (a) Eduardo, Frederick
Mazourka (estos últimos tres prófugos) Miguel Ramón Bona Rivera
(adicionado al proceso en fecha 10/10/1997).
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
Primer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional (antiguo
Juzgado de Instrucción de la Primera Circunscripción). Magistrada
Rosalba Garip Holguín.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
Octubre del 1997.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
Constitución en parte civil, realizado por el Estado Dominicano, re-
presentado por el Administrador de la Lotería Nacional.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
18 de Febrero del 1998.
11. Situación actual del caso?
El presente caso reposa en los archivos muertos del Primer Juzgado
de la Instrucción del Distrito Nacional sin decisión alguna. La Se-
gunda Sala Penal del Distrito Nacional, falló un recurso de Habeas
Corpus, solicitado por el Señor Mario Núñez y ordenó la puesta en
libertad de éste.
Por el mismo recurso de Habeas Corpus fueron liberados los incul-
pados Miguel Ramón Bona Rivera y Norberto Antonio Taveras y
se ordenó el mantenimiento en prisión de Pedro Julio Goico Gue-
rrero.
Esta sentencia fue apelada en fecha 13 de noviembre del 1997, y
hasta la fecha no se ha obtenido decisión judicial definitiva. Sin em-
bargo, actualmente todos los inculpados están en libertad.
Los demás documentos que completan el expediente son interroga-
torios y oficios de la Policía Nacional.
58
NOTAS: Posible caso igualmente REASIGNADO a Juzgado Liqui-
dador. Se encuentra en eventual proceso de prescripción por posible
inactividad persecutoria de la parte agraviada. No se obtuvo infor-
mación precisa y actualizada sobre ubicación al día de hoy, ni de su
evolución procesal.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
12. Caso instruido conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal. De no prescribir penalmente la acción
por ocurrir una eventual reactivación del mismo, será suscepti-
ble de instruírse de acuerdo a la nueva normativa instituída por la
Ley 76-02 (Nuevo Código Procesal Penal).
13. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal:
ALTO.
Acción Inmediata para reactivación e interrupción de prescrip-
ción penal: Presentación de acusación por el Ministerio Público o
bien de solicitud de medida coercitiva contra imputados. NOTA:
POR RESOLUCION NO. 2529 DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE FECHA 31 DE AGOSTO DEL 2006, y aplicación
del artículo 5 de la Ley de implementación, este proceso fue po-
tencialmente reasignado a la jurisdicción del Tribunal Colegiado
del Distrito Nacional, a partir del pasado 27 de septiembre del
2006.
ACG.
Caso No. 3
59
de Reconstrucción y Ampliación de la carretera San Juan – Valle-
juelo)
4. Fecha de Inicio del caso.
Año 2000.
5. Quien interpuso la acción en la justicia?
A partir de una Auditoria practicada por la Contraloría General de
la República, el procurador General de la Republica, envió en expe-
diente a la Fiscalía del Distrito Nacional.
6. Nombre de los inculpados.
Félix Bautista, Ex-Director de la Oficina Supervisora de Obras del
Estado.
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
Cámara de Calificación de la Corte de Apelación Penal del Distrito
Nacional.
Integrada por los Magistrados Katia Miguelina Jiménez (presiden-
te), Wendy Martínez y Sergio Antonio Ortega.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
1 de Noviembre del 2004.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
No existe un acusador propiamente dicho. El Fiscal puso en mo-
vimiento la acción pública, por las implicaciones contenidas en la
Auditoria de la Contraloría General de la República.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
3 de Diciembre del 2004.
11. Situación actual del caso?
El caso está en estado de ser fallado en la Cámara de Calificación del
Distrito Nacional (fase de apelación). Ya fue conocido, y solo se está
a la espera que se firme la decisión tomada por los jueces. Mientras
tanto no es posible saber cual es el dictamen definitivo.
No se obtuvo información precisa sobre ubicación al día de hoy, ni
de su evolución procesal.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
12. Caso instruído conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal.
13. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: BAJO
y poco probable.
14. NOTA: POR RESOLUCION NO. 2529 DE LA SUPREMA
60
CORTE DE JUSTICIA DE FECHA 31 DE AGOSTO DEL
2006, y aplicación del artículo 5 de la Ley de implementación,
este proceso fue potencialmente reasignado a la jurisdicción del
Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, a partir del pasado 27
de septiembre del 2006.
ACG.
Caso No. 4
61
10. Fecha de la última acción en esa sala?
03 de Marzo del 2004.
11. Situación actual del caso?
Se confirmó la Providencia Calificativa, mediante la decisión No.
66-04, de fecha 29 de marzo del 2004, la cual envía a una jurisdic-
ción de juicio (fondo) a los acusados. El expediente fue enviado
a la Procuraduría de la Corte de Apelación del Distrito Nacional,
en fecha 16 de junio del 2004 a los fines de que sea tramitado a la
Presidencia de la Cámara Penal del Juzgado del Primera Instancia
del Distrito Nacional para asignarle una sala que conocerá del fon-
do del asunto. Independientemente de este aspecto recomendamos
certificar existencia o no de recursos contra la referida Providencia
para despejar duda sobre probables incidentes judiciales a ser pre-
sentados en juicio.
No se obtuvo información precisa sobre ubicación al día de hoy, ni
de su evolución procesal.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
12. Caso instruído conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal y que sería instruído en juicio mediante la
nueva normativa conforme criterio jurisprudencial e interpretando
la Providencia como un Auto de apertura de juicio confirmado por
la Corte de Apelación en rol de Cámara de Calificación y por corres-
ponder a un apoderamiento ajustado a lo establecido en el art. 303
del Código Procesal Penal, por un criterio de sustitución de procedi-
mientos solventado en jurisprudencia evacuada al efecto.
13. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: BAJO
y poco probable por lo reciente de las actuaciones procesales.
14. NOTA: Por Resolucion No. 2529 de la Suprema Corte de Justicia de
Fecha 31 de Agosto del 2006, y aplicación del artículo 5 de la Ley
de implementación, este proceso fue potencialmente reasignado a la
jurisdicción del Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, a partir
del pasado 27 de septiembre del 2006.
Acciones inmediatas recomendadas: Completar expediente. Intentar
su conocimiento por ante la jurisdicción colegiada al fondo antes del
27 de septiembre del 2009.
ACG.
62
Caso No. 5
63
te la nueva normativa conforme criterio jurisprudencial e in-
terpretando la Providencia como un Auto de apertura de jui-
cio confirmado por la Corte de Apelación en rol de Cámara de
Calificación y por corresponder a un apoderamiento ajustado a
lo establecido en el art. 303 del Código Procesal Penal, por un
criterio de sustitución de procedimientos solventado en juris-
prudencia evacuada al efecto.
13. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: BAJO
y poco probable.
14. NOTA: POR RESOLUCION NO. 2529 DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE FECHA 31 DE AGOSTO DEL
2006, y aplicación del artículo 5 de la Ley de implementación,
este proceso fue potencialmente reasignado a la jurisdicción del
Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, a partir del pasado 27
de septiembre del 2006.
Acciones inmediatas recomendadas: Completar expediente. In-
tentar su conocimiento por ante la jurisdicción colegiada al fon-
do antes del 27 de septiembre del 2009.
ACG.
Caso No. 6
64
6. Nombre de los inculpados.
Jaime Rodríguez Guzmán, Reyna Margarita Martínez, Rafael Anto-
nio Rodríguez Guzmán.
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
Suprema Corte de Justicia (Cámara Catastral)para conocer de cinco
recursos de casacion interpuestos por un grupo de abogados contra
una decisión del Tribunal Superior de Tierras , que rechazo acoger una
petición de incompetencia contra la jueza Lusnelda Solis Taveras.
En el especto penal esta constituida una Cámara de Calificación pre-
sidida por el Magistrado Manuel Ulises Bonelly e integrada por los
jueces July Tamariz y Daniel Julio Nolasco.
Los acusados habian sido enviados a juicio el 17 de junio del 2003
por la entonces Juez Esther Elisa Agelán Casasnovas.
La Procuraduría General emitió un auto de revocación del desisti-
miento y renuncia a la persecución penal que había sido emitido por
el ex – Procurador Víctor Céspedes Martínez y solicitó la nulidad
de un auto que autorizaba la procuración de propiedad de quienes
detentaban títulos de los terrenos afectados.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
Agosto 2006.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
Formal Querella interpuesta en fecha 18 de Marzo del 1997.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
23 de Junio del 2003.
11. Situación actual del caso?
Ver arriba número 7.
12. Caso instruído conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal y que sería instruído en juicio median-
te la nueva normativa conforme criterio jurisprudencial e in-
terpretando la Providencia como un Auto de apertura de jui-
cio confirmado por la Corte de Apelación en rol de Cámara de
Calificación y por corresponder a un apoderamiento ajustado a
lo establecido en el art. 303 del Código Procesal Penal, por un
criterio de sustitución de procedimientos solventado en juris-
prudencia evacuada al efecto.
13. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción pena: BAJO.
No pudimos recabar informaciones adicionales sobre este pro-
ceso en el Tribunal en el que presuntamente se encuentra para
el conocimiento de la apelación de la Providencia de referencia.
14. NOTA: POR RESOLUCION NO. 2529 DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE FECHA 31 DE AGOSTO DEL
65
2006, y aplicación del artículo 5 de la Ley de implementación,
este proceso fue potencialmente reasignado a la jurisdicción del
Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, a partir del pasado 27
de septiembre del 2006.
Acciones inmediatas recomendadas: Completar expediente. In-
tentar su conocimiento por ante la jurisdicción colegiada al fon-
do antes del 27 de septiembre del 2009.
ACG.
Caso No. 7
66
Dr. Sergio Antonio Ortega, mediante Auto No. 208/04, de fecha 18
de marzo del 2004, ordena la libertad del mismo.
Actualmente el fondo del caso fue aplazado y el expediente fue en-
viado a la Unidad Liquidadora de Asuntos Criminales para que sea
regularizada el Acta de Acusación y remitirlo nuevamente a la Sexta
Sala para conocer del mismo.
Expediente en jurisdicción de juicio por ante Juzgado de Primera
Instancia Liquidador y conforme el antiguo procedimiento criminal.
Se Encuentra en estado de sobreseimiento hasta tanto se ejecuten
medidas pertinentes.
NOTA: POR RESOLUCION NO. 2529 DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE FECHA 31 DE AGOSTO DEL
2006, y aplicación del artículo 5 de la Ley de implementación,
este proceso será potencialmente reasignado a la jurisdicción
del Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
Acciones inmediatas recomendadas: Completar expediente. In-
tentar su conocimiento por ante la jurisdicción colegiada al fon-
do antes del 27 de septiembre del 2009.
ACG.
Caso No. 8
67
rrasco, Francisco Antonio Báez Marte, Raysa García.
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
Décima Sala Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito
Nacional.
Magistrado Dr. Rafael Antonio Pacheco Paulino.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
2 de Diciembre del 2004.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
Fijación de audiencia.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
Audiencia fijada para el 27 de diciembre del 2004.
11. Situación actual del caso?
Este caso estaba apoderado en principio en la Quinta Sala, pero por
los cambios ocurridos en la jurisdicción penal, motivados por las
disposiciones del nuevo Código Procesal Penal, fue declinado por
el Juez Presidente de la Cámara Penal del Juzgado de Primera Ins-
tancia del Distrito Nacional, por Auto de fecha 2 de diciembre del
2004, fue asignada la Décima Sala Penal para conocer del fondo
caso. En ese sentido, las últimas audiencias fijadas fueron las de
los días 27 de diciembre del 2004, 22 de agosto y 15 de septiembre
del 2006, fecha última en la cual el rol fue formalmente cancelado.
Expediente ha sido reasignado a jurisdicción colegiada para su co-
nocimiento conforme nueva normativa procesal.
NOTA: POR RESOLUCION NO. 2529 DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE FECHA 31 DE AGOSTO DEL
2006, y aplicación del artículo 5 de la Ley de implementación,
este proceso será potencialmente reasignado a la jurisdicción
del Tribunal Colegiado del Distrito Nacional.
Acciones inmediatas recomendadas: Preparar acusación solven-
te y completar expediente. Intentar su conocimiento al fondo an-
tes del 27 de septiembre del 2009.
ACG.
Caso No. 9
68
Acusación de violación de los artículos 123, 145, 146, 150, 151, 166,
174, 177, 254, 265, 266, 405 y 408 del Código Penal Dominicano y
artículo 102 de la Constitución Dominicana, Ley 1832, Reglamento
No. 6105 y Decretos Nos. 93-01 y 329-98. (Venta irregular de terre-
nos en la Dirección General de Bienes Nacionales)
4. Fecha de Inicio del caso.
10 de abril del 2001.
5. Quien interpuso la acción en la justicia?
Estado Dominicano, Nelson Guzmán y Juan Veloz.
6. Nombre de los inculpados.
Víctor Elmer Tió Fernández, Administrador General de Bienes Na-
cionales, Edmón Elías Barnichita Geara, Eladio Emilio Alonso In-
fante, Freddy Williams Vargas Matos, Luis Jordan Joaquín, Jorge
Nemesio Matos Vásquez, José Manuel De Jesús Villamán, José Ma-
nuel Peña, Lorenzo Felipe Rodríguez Muñoz, Samuel Darío Núñez
Guzmán, Sandino Grullón Feliz
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
Sexta Sala Penal del Distrito Nacional, con sentencia de primer gra-
do evacuada.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
No precisada.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
Procuración de acusación y dictamen en juicio.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
Obtención de sentencia de fondo fechada 20 de octubre del 2006.
11. Situación actual del caso?
Sentencia condenatoria evacuada contra cuatro imputados, incluído
ex director de Bienes Nacionales, quien encabeza, quien fue con-
denado a dos años de prisión. Ministerio Público había solicitado
condenas de 5, 3 y 1 años de prisión para varios de los imputados.
Condenas y descargos divididos para los imputados. Descargados
cuatro imputados y condenados a prisión cumplida dos de ellos.
De recurrir las partes, Recurso será conocido con arreglo a nueva
normativa procesal.
Caso No. 10
69
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes viola-
das).
No precisada.
4. Fecha de Inicio del caso.
5 de Mayo del 1989.
5. Quien interpuso la acción en la justicia?
No identificado.
6. Nombre de los inculpados.
Leonel Almonte Vásquez.
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
Corte de Apelación Penal del Distrito Nacional.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
Expediente no localizado.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
Expediente no localizado.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
Expediente no localizado.
11. Situación actual del caso?
Este expediente no pudo ser localizado en las instancias judiciales
apoderadas. La secretaria de la Corte afirmó que el mismo podría
estar en una de las naves, que es una especie de archivo muerto que
la Corte de Apelación tiene habilitado en el sector de Manganagua
del Distrito Nacional.
NOTAS: Conforme últimas informaciones recabadas de informe,
inventario levantado por Participación Ciudadana, este proceso se
encuentra en estado de ser fallado en la Corte de Apelación Penal
del Distrito Nacional.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
12. Caso instruido conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal.
13. Acciones inmediatas recomendadas: Existen varias acciones
persecutorias recientes que iniciaron con la detención del impu-
tado a mediados del pasado año 2005, luego que le fuera cance-
lado judicialmente el beneficio de su libertad bajo fianza.
El imputado se encuentra en prisión y ha estado varias veces re-
cluído en centros hospitalarios acusando alegadamente problemas
depresivos.
70
Ministerio Público debe perseguir sentencia definitiva por procura-
ción de fallos faltantes, primero en diferentes jurisdicciones en las
que el imputado ha sido requerido, unificando universo de procesos
contra el mismo.
14. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: BAJO,
dada la actualidad y proactividad de la persecución penal.
ACG
71
ni en la Quinta Sala Penal ni en la Suprema Corte de Justicia. En
ambas instancias se ha prometido buscar el expediente, pero hasta el
cierre de la investigación para la redacción del presente informe, el
mismo no había sido en las instancias judiciales apoderadas.
12. Caso instruido conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal y cuya instrucción continuaría confor-
me dicho antiguo procedimiento.
13. Acciones inmediatas recomendadas: Primero, ubicar físicamen-
te sentencia y lugar físico de diligencias. Segundo, determinar al
día de hoy la condición del imputado principal y quien promo-
viera el pedimento de jurisdicción privilegiada.
Interrumpir eventual prescripción por la procuración y presentación
inmediata de tesis de acusación solvente retomada, por ante el Tri-
bunal originario, hoy Tribunal del nuevo procedimiento.
Muy probablemente este caso, en cuanto a los aspectos de justicia
ordinaria, ha sido o sería eventualmente reasignado por la conver-
sión en tribunal del nuevo procedimiento de la antigua 5ta. Sala de
la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Na-
cional.
Ministerio Público tiene la opción de perseguir por ante jurisdicción
ordinaria a los imputados restantes encausándolos por ante tribunal
liquidador apoderado del asunto. Consideramos prudente resolver
en primer término la cuestión relativa a la acción por ante la ju-
risdicción priviliegiada. En ambos casos se precisa de una mayor
proactividad procesal del persecutor público o fiscal.
14. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
NOTA: POR RESOLUCION NO. 2529 DE LA SUPREMA
CORTE DE JUSTICIA DE FECHA 31 DE AGOSTO DEL
2006, y aplicación del artículo 5 de la Ley de implementación,
este proceso fue potencialmente reasignado a la jurisdicción del
Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, a partir del pasado 27
de septiembre del 2006.
ACG
Caso No. 12
72
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes violadas).
Los primeros siete inculpados, acusados de asociación de malhe-
chores, estafa, desfalco, falsedad en escritura pública o auténtica o
de banco, usurpación de funciones, coalición de funcionarios, pre-
varicación, y robo, en violación de los artículos 265, 266, 267, 145,
146, 147, 148, 149, 258, 123, 166, 405, 379 y los artículos102 y 115
de la Constitución, y las Leyes de Contabilidad No. 3894, de fecha
9 de agosto del 1954, del Reglamento No. 73, de fecha 10 de agosto
del 1954; de la Ley Orgánica de Presupuesto No. 531, del 12 de di-
ciembre del 1969; de la Tesorería Nacional No. 3893, de fecha 9 de
agosto del 1954; Orgánica de Secretarías de Estado No. 4378, de fe-
cha 10 de febrero del 1956; y de la de Declaración Jurada de Bienes
No. 82, de fecha 16 de diciembre del 1979, en perjuicio del Estado
Dominicano. Los seis últimos inculpados, como cómplices. (Irregu-
laridades denunciadas en el Programa de Empleo Mínimo Eventual
(PEME) y en el Programa de Acción Barrial (PRODABA).
4. Fecha de Inicio del caso.
11 de Septiembre del 2000.
5. Quien interpuso la acción en la justicia?
Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo.
6. Nombre de los inculpados.
Luis Inchausti Rivera, León Antonio López Mata, Grecia María Pe-
guero Rivera, Diandino Adriano Peña Crique, Simón Lizardo Méz-
quita, Haivanjoe Ng Cortiñas, Noé María Camacho Ovalle, Ramón
V. Ventura P., Charles Luis Arias Mendoza, Elvis A. Jiménez R.,
Fernando Rosa Rosa, Oscar Hernández Mosquea y Eduardo Pérez.
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
CÁMARA PENAL DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
El expediente no pudo ser visto físicamente porque estaba en poder
de los jueces para ser fallado. En estos casos los expedientes no pue-
den ser vistos hasta que los jueces no emitan la decisión de que se
trate, razón no se pudo precisar la fecha en que el expediente llegó a
la Suprema Corte de Justicia.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
Recurso de Casación contra la decisión de la Corte de Apelación del
Distrito Nacional.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
Audiencia de fecha 25 de mayo del 2002.
11. Situación actual del caso?
Caso ha sido asignado a jurisdicción de juicio y tiene audiencia fija-
73
da para el próximo 8 de enero del año 2007.
12. Caso instruido conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal y susceptible de conocerse al fondo con-
forme las normas del nuevo procedimiento penal.
13. Acciones inmediatas recomendadas: Opinar sobre fallo de Recur-
so sometido y procurar fallo y asignación a Tribunal de fondo.
14. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal:
BAJO.
NOTA: Llama la atención lo sugerido por medios de prensa en
el sentido de que en este caso el Ministerio Público se apresta a
desistir de la persecución por considerar el caso un caso típico
de persecución política, criterio con el cual disentimos, toda vez
que independientemente de características específicas que ha-
yan signado la persecución, esta debe dirimirse en justicia de
forma técnico-procesal apropiada y con la debida profesionali-
dad en cuanto a la valoración objetiva de las pruebas.
De otro modo, el tratamiento selectivo de este caso puede enviar
señales negativas a la sociedad.
ACG
Caso No. 13
74
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
CÁMARA PENAL DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
Expediente no localizado ni examinado en virtud de imposibilidad
planteada por el tribunal.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
Formal querella.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
Dictamen del Procurador General de la República.
11. Situación actual del caso?
Providencia Calificativa evacuada por Juez de la Suprema Corte en
rol de Juez instructor especial conforme jurisdicción privilegiada,
fue recurrida y confirmada por Cámara de Apelación de la Jurisdic-
ción Privilegiada. Imputado planteó acción en nulidad de la persecu-
ción por inconstitucionalidad. Procurador General de la República
devolvió el expediente dictaminando que procede rechazar la acción
declaratoria de nulidad por inconstitucionalidad. Pendiente de Fallo
por parte del pleno de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Jus-
ticia. No fue posible ver físicamente el expediente ya que estaba en
manos de los magistrados para fallar.
12. Caso instruido conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal y susceptible de conocerse al fondo con-
forme las normas del nuevo procedimiento penal y el agotamien-
to de las formalidades previstas para el procedimiento especial
o competencia especial. En la actualidad el imputado Ramos
García, fue reelecto como Diputado al Congreso para el período
2006-2010, por lo cual deberán observarse procedimientos con-
templados en el artículo 32 de la Constitución Dominicana.
13. Acciones inmediatas recomendadas: Revisar criterios persecu-
torios agotados para esclarecer naturaleza legal de la persecu-
ción.
14. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal:
BAJO.
ACG
Caso No. 14
75
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes viola-
das).
Acusación de prevaricación, coalición de funcionarios, desfalco,
concusión, asociación de malhechores, extorsión, estafa y abuso de
confianza, en violación de los artículos 59, 60, 123, 166, 170, 171,
172, 174, 265, 400, 405 y 408 del código penal, en perjuicio del
Estado Dominicano. (Irregularidades en el Programa de Subsidio al
Gas Licuado de Petróleo).
4. Fecha de Inicio del caso.
Año 2003.
5. Quien interpuso la acción en la justicia?
Unidad Ejecutiva del Gabinete Social del Gobierno / Contraloría
General de la República.
6. Nombre de los inculpados.
Lic. Ángel Gilberto Lockward Mella, Ex–Secretario de Estado de
Industria y Comercio, Dra. Rosa Aybar De los Santos, Ex–Sub-
secretaria de Estado de Industria y Comercio, Altagracia Milagros
Rodríguez Reinoso, Ex–Auditora del Programa, José Antonio Bello
Díaz, Ex Asistente del Lic. Lockward, Lenin Almonte Tavarez, Ex-
Asistente del Lic. Lockward y Ex–Director Interino del Programa,
Plinio Antonio Ramírez Mejía, Ex–Director del Programa, Víctor
Manuel Manzanillo Liviano, Ex–Administrador del Programa, Ar-
nulfo Bocio Montero, Ex–Coordinador del Programa, Nelson Casti-
llo Paulino (a) Lavalás, Ex-Supervisor del Programa, Enrique Julio
Isidor Medina, Ex–Coordinador del Programa en Montecristi y Da-
jabón, Dr. Noé Sterling Vásquez (propietario Distribuidora Areíto
Gas y de la Envasadora Enriquillo).
7. Instancia o Sala Penal donde está el caso y Juez o Jueces que
conocen del caso.
SEXTO Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional.
8. Fecha en que el caso llegó a esa instancia o sala?
Año 2006.
9. Ultima Acción ejecutada por los acusadores?
Persecución en audiencia preliminar.
10. Fecha de la última acción en esa sala?
15 de septiembre del 2006.
11. Situación actual del caso?
Enviados a juicio todos los implicados por decisión del Magistrado
José Alejandro Vargas, Juez Interino del Sexto Juzgado de la Ins-
trucción del Distrito Nacional.
Imputados recurrieron decisión en fecha 22 de septiembre 2006.
Desconocemos fallo sobre el recurso.
76
12. Caso instruido conforme las normas establecidas por el anti-
guo procedimiento criminal y susceptible de conocerse al fondo
conforme las normas del nuevo procedimiento penal por haber
abandonado jurisdicción liquidadora como fruto de diferentes
decisiones judiciales.
13. Acciones inmediatas recomendadas: Perseguir y procurar de-
sarrollo de juicio de fondo y fallo en Primer Grado por ante
Tribunal Colegiado.
14. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal:
BAJO.
ACG
Caso No. 15
77
Corte de Justicia, en fecha 14 de agosto del 2002, para opinión del
Procurador.
Conforme últimas informaciones recabadas de informe, inventario
levantado por Participación Ciudadana, este proceso se encuentra
en estado de ser fallado en la Corte de Apelación Penal del Distrito
Nacional.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
12. Caso instruido conforme las normas establecidas por el antiguo
procedimiento criminal.
13. Acciones inmediatas recomendadas: Procurar dictamen del Mi-
nisterio Público. Procurar fallo de la Suprema Corte de Justicia so-
bre expediente y proseguir las acciones persecutorias procedentes
sin pérdida de tiempo. La prescripción penal consideramos no fue
interrumpida por la remisión que en la indicada fecha 14 de agosto
del 2002 hizo la Suprema Corte de Justicia a la Procuraduría Gene-
ral para emisión de dictamen.
14. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
Caso No. 16
78
5. Nombre de los inculpados.
Ingeniero Buenaventura Gómez Carvajal e Isabel Balcácer Li-
thgow de Billini.
6. Situación actual del caso?
Este caso no pudo ser localizado en el Juzgado de Instrucción en el
que posiblemente pudo haber sido ubicado, conforme informe de
Participación Ciudadana.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso aparentemente instruido conforme las normas establecidas
por el antiguo procedimiento criminal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Procurar expediente físico
y presentar acusación.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
Caso No. 17
79
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso aparentemente instruido conforme las normas establecidas
por el antiguo procedimiento criminal, susceptible de ser juzga-
do conforme la nueva normativa procesal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Procurar expediente físico
y presentar acusación.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
Caso No. 18
80
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
Caso No. 19
81
Caso No. 20
1. Identificación del caso.
CASO FELIX ANTONIO MARTINEZ
2. Periodo de Gobierno.
No identificado
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes viola-
das).
No precisada.
4. Quien interpuso la acción en la justicia?
No identificado.
5. Nombre de los inculpados.
Félix Antonio Martínez.
6. Situación actual del caso?
No precisada por desaparición virtual del expediente.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso aparentemente instruido conforme las normas estableci-
das por el antiguo procedimiento criminal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Procurar expediente físico
y presentar acusación.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
Caso No. 21
1. Identificación del caso.
CASO DAISY PERELLO DE ROCA
2. Periodo de Gobierno.
No identificado
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes viola-
das).
167, 168, 169, 170, 171, 172, 173, 174 y 175 del Código Penal Do-
minicano
4. Quien interpuso la acción en la justicia?
No identificado.
5. Nombre de los inculpados.
Daisy Perelló de Roca y Eddy Deeb
82
6. Situación actual del caso?
No precisada por desaparición virtual del expediente.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso aparentemente instruido conforme las normas estableci-
das por el antiguo procedimiento criminal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Procurar expediente físico
y presentar acusación.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
Caso No. 22
1. Identificación del caso.
CASO JUAN JOSE CASIMIRO
2. Periodo de Gobierno.
No identificado
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes violadas).
No precisada.
4. Quien interpuso la acción en la justicia?
No identificado.
5. Nombre de los inculpados.
Juan José Casimiro
6. Situación actual del caso?
No precisada por desaparición virtual del expediente.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso aparentemente instruido conforme las normas estableci-
das por el antiguo procedimiento criminal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Procurar expediente físico
y presentar acusación.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
83
Caso No. 23
Caso No. 24
84
5. Nombre de los inculpados.
Ana Mercedes Paulino
6. Situación actual del caso?
No precisada por imposibilidad de acceso a expediente del caso.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso aparentemente instruido conforme las normas estableci-
das por el antiguo procedimiento criminal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Procurar expediente físico
y presentar acusación.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
Caso No. 25
85
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
Caso No. 26
1. Identificación del caso.
CASO HIDRO QUEBEC
2. Periodo de Gobierno.
30 DE septiembre de 1996. Período de gobierno no precisado.
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes violadas).
Violación a los artículos 265, 266, 405, 408, 379, 401 del Código
Penal.
4. Quien interpuso la acción en la justicia?
Denuncia del Dr. Rafael Flores Estrella y querella del entonces Pro-
curador General Lic. Abel Rodríguez del Orbe
5. Nombre de los inculpados.
Joaquín Balaguer, Carlos Morales Troncoso, José Antonio Guzmán
Alvarez, Rodolfo Rincón Martínez y Rafael Bello Andino.
6. Situación actual del caso?
No precisada por imposibilidad de acceso a expediente del caso.
Expediente no localizado.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso aparentemente instruido conforme las normas estableci-
das por el antiguo procedimiento criminal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Procurar expediente físico
y presentar acusación.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual des-
aparición física del expediente o fardo de diligencias.
ACG
86
3. Tipo de Acusación (artículos del Código Penal o Leyes viola-
das).
Supuestas irregularidades cometidas en el manejo de recursos de la
Cámara de Diputados en provecho personal y utilización de activos
propiedad de dicho hemiciclo.
4. Quien interpuso la acción en la justicia?
Programa de Televisión de Nuria Piera
5. Nombre de los inculpados.
Rafaela Alburquerque, ex –presidenta de la Cámara de Diputados
6. Situación actual del caso?
Denuncia no registrada ni investigada.
No precisada por imposibilidad de acceso a expediente del caso.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso a instruírse conforme el nuevo procedimiento penal por
constituír una denuncia a reactivar, constituyendo una investi-
gación susceptible de derivar en un proceso a ser dirimido por
medio de la nueva normativa procesal penal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Luego de procurar denun-
cia certificada, investigar perfil y estatus de potencial imputado,
proceder de inmediato a solicitar medidas de coerción y conco-
mitantemente preparar acusación para presentación formal.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual
desaparición física de resultados de investigación preliminar.
ACG
Caso No. 28
87
5. Nombre de los inculpados.
Rafaela Alburquerque, ex –presidenta de la Cámara de Diputados
6. Situación actual del caso?
Denuncia no registrada ni investigada.
No precisada por imposibilidad de acceso a expediente del caso.
No se hicieron indagatorias profundas sobre esta situación por no
ser este el objeto central de nuestro informe, así como por limitantes
de tiempo.
No recibimos información sobre ningún particular de este caso en
oficinas del DPCA ni en la PGR.
7. Caso a instruírse conforme el nuevo procedimiento penal por
constituír una denuncia a reactivar, constituyendo una investi-
gación susceptible de derivar en un proceso a ser dirimido por
medio de la nueva normativa procesal penal.
8. Acciones inmediatas recomendadas: Luego de procurar denun-
cia certificada, investigar perfil y estatus de potencial imputado,
proceder de inmediato a solicitar medidas de coerción y conco-
mitantemente preparar acusación para presentación formal.
9. Riesgo de prescripción o declaratoria de extinción penal: ALTO,
dada la eventual inactividad de la persecución y la eventual
desaparición física de resultados de investigación preliminar.
ACG
88
Casos Judiciales de Corrupción Pública
Iniciados en el Periodo Agosto 2004
a Agosto 2006 y que son Procesados
Actualmente Bajo el Criterio de
la Nueva Normativa Procesal Penal
(Ley 76-02) con Riesgo Mínimo de
Prescripción Penal como Causal de
Extinción de la Acción Penal
(ANEXO I-PARTE II-INFORME DE CONSULTOR)
Caso No. 1
89
Caso No. 2
Caso No. 3
1. Identificación del caso:
CASO MANUEL GUICHARDO
2. Tipo de acusación:
Desfalco y estafa contra el estado.
3. Imputados:
Sr. Manuel Guichardo.
4. Fiscal a cargo del caso:
Lic. Laura Guerrero Pelletier
5. Situación actual del caso:
Imputado descargado por la 4ta. Sala Penal.
6. Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
Caso No. 4
1. Identificación del caso:
CASO CHEQUES OMSA BREICA
2. Tipo de acusación:
Desfalco y estafa contra el estado.
3. Imputados:
Sr. Diógenes Castillo.
4. Situación actual del caso:
Apoderado al Tribunal Colegiado de la Provincia Santo Domingo.
Pendiente de fallo.
Fecha de audiencia por confirmar.
5. Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
90
Caso No. 5
Caso No. 6
Caso No. 7
CASO SUCURSAL BANCO AGRICOLA DE SAMANA
Apoderado a jurisdicción de juicio.
Sentencia de fondo obtenida.
Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
No fue posible obtener información adicional sobre su desarrollo pro-
cesal.
Caso No. 8
1. Identificación del caso:
CASO VICTOR CESPEDES.
2. Tipo de acusación:
Desfalco y estafa contra el estado.
3. Imputados:
Dr. Víctor Céspedes y Dr. Manuel Cadena Moquete.
4. Situación actual del caso:
Fue apoderado para conocer del fondo el Tribunal Colegiado del
Distrito Judicial de San Cristóbal, que descargó a los imputados en
agosto del presente año 2006.
91
Ministerio Público recurrió decisión.
Al día de hoy no hay fecha fijada para el conocimiento del Recurso
de Apelación.
5. Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
Caso No. 90
Caso No. 10
Caso No. 11
92
2. Tipo de acusación:
Asociación de malhechores, estafa, abuso de confianza, lavado de
activos, violación al artículo 80 de la Ley Monetaria y Financiera,
entre otras prevenciones.
3. Imputados:
Felipe Mendoza y Arturo Pellerano Peña.
4. Situación actual del caso:
Con sentencia de fondo del Primer Tribunal Colegiado del Distrito
Nacional el pasado 17 de agosto del 2006.
Imputados recurrieron sentencia. En proceso de conocimiento de
la apelación asignada a la Sala 2 de la Corte de Apelación Penal
del Distrito Nacional. Próxima audiencia fijada para el día 7 de
diciembre del 2006.
5. Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
Caso No. 12
Caso No. 13
93
Caso No. 14
1. Identificación del caso:
CASO JORMAN VASQUEZ
2. Tipo de acusación:
Estafa, abuso de confianza, y soborno.
3. Imputados:
Sr. Jorman Vásquez.
4. Situación actual del caso:
Caso con decisión en firme de tribunal de Primer Grado.
En proceso de conocimiento de Recurso de Apelación interpuesto
por el imputado.
Ministerio Público espera convocatoria de Corte de Apelación.
5. Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
Caso No. 15
TRAFICO ILICITO DE PASAPORTES A REGIDORES
Investigación en proceso, en fase preparatoria.
Expediente sin imputados, ya que todos han obtenido su libertad por
diferentes vías.
Pendiente de agotamiento de fase preliminar.
No fue posible obtener información adicional sobre su desarrollo pro-
cesal.
Caso No. 16
1. Identificación del caso:
CASO VEHICULOS ROBADOS.
2. Tipo de acusación:
Asociación de malhechores, estafa, abuso de confianza, robo y
usufructo de robo, entre otras prevenciones.
3. Imputados:
Jaime Marte Martínez y otros treinta y seis (36) oficiales activos y
en retiro de la Policía Nacional.
4. Situación actual del caso:
Etapa de juicio de fondo por ante Tribunal Colegiado del Distrito
Nacional, concluída en fecha 26 de septiembre del 2006.
Juez presidente Lic. Rosanna Vásquez descargó por sentencia a
todos los imputados en fecha diez (10) de octubre 2006 pasado.
Ministerio Público ha recurrido decisión.
5. Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
94
Caso 17
CASO DESFALCO ADUANAS
Información precisa desconocida
Caso activo.
Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
No fue posible obtener información adicional sobre su desarrollo pro-
cesal.
Caso 18
CASO JUECES SUSPENDIDOS SCJ
Información precisa desconocida
Caso activo.
Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
No fue posible obtener información adicional sobre su desarrollo pro-
cesal.
Caso 19
Caso No. 20
CASO OFICIALES FAD-TURBINAS
Caso activo por presunta sustracción de bienes del Estado ascendentes a
un monto superior a los US$75MIL.
Tiene medidas de coerción solicitadas contra TRES (3) oficiales de la
Fuerza Aérea Dominicana.
No se ha fijado fecha de audiencia para conocer última solicitud de me-
didas coercitivas contra el último de los investigados.
95
Ultima solicitud de medidas de coerción: 26 de septiembre del 2006.
Expediente en fase preparatoria.
Riesgo de prescripción. Bajo e improbable.
Caso No. 21
96