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Abarca una elevación posterior de 45º a 60º. Los músculos que intervienen son el
deltoides, el redondo mayor, el dorsal mayor y el tríceps.
El músculo del bíceps braquial se sitúa en el brazo, entre el codo y el hombro. Tiene
dos orígenes distintos, pero una única inserción. Su porción larga se origina en la
tuberosidad supraglenoidea de la escápula, mientras que su porción corta se origina
en el apófisis coracoides. Ambas partes nacen desde lugares distintos, pero se
insertan en un mismo tendón, en la tuberosidad bicipital del radio. La acción
principal del bíceps braquial es la flexión del antebrazo sobre el brazo.
Las articulaciones condíleas se conforman por dos partes, una cabeza más o menos
alargada y una cavidad donde se articula. Poseen los mismos movimientos que las
articulaciones enartrosis: flexión, extensión, aducción y abducción, a excepción de la
rotación. Un buen ejemplo de estas son los dedos de la mano.
El músculo dorsal ancho es uno de los músculos más extensos del cuerpo. Se
encuentra en la espalda, se origina principalmente en toda la mitad inferior de la
columna vertebral además del ilíaco, más concretamente se origina desde las
vértebras D6 a D12, de las L1-L2 y sacras, de las costillas 9 a 12 y desde el ilíaco,
además de los ligamentos interespinosos. Se inserta de una manera mucho más
sencilla, en el húmero, en la corredera bicipital, y en la fascia profunda del brazo. La
función del dorsal ancho consiste principalmente en la extensión, aproximación y
rotación interna del hombro, que es la acción similar a la de tocar el bolsillo trasero
del pantalón; y en la hiperextensión de la columna, algo así como incorporarse.
Los ligamentos del tobillo son múltiples, debido a la gran cantidad de huesos que lo
conforman y que casi todos ellos se ligan entre sí. Encontramos en primer lugar los
ligamentos tibioperoneo anterior y posterior, que como indican sus nombres, uno se
sitúa delante y el otro detrás. Bajando un poquito más nos encontramos con todos
los ligamentos que nacen del peroné: ligamento peroneoastragalino (anterior y
posterior) que es el ligamento entre el peroné y el astrágalo, y el ligamento
peroneocalcaneo, que va desde el peroné al calcáneo. Además, encontramos que el
astrágalo y el calcáneo ligan entre sí con el ligamento calcaneoastragalino lateral,
encontrando también el calcaneoastragalino posterior. La tibia además liga con el
astrágalo por medio del ligamento tibioastragalino. Y por último, el ligamento más
fuerte e importante del tobillo, el ligamento deltoideo, que va desde la tibia al
calcáneo y el hueso escafoides.
10) Músculos del compartimento posterior del muslo; músculos isquiotibiales, origen
e inserción.
Encontramos varios músculos isquiotibiales en la parte posterior del muslo, en
concreto son tres: bíceps crural, semitendinoso y semimembranoso. El origen del
bíceps crural se encuentra en dos zonas distintas; su porción larga aparece en el
isquion (en su tuberosidad isquiática), y en el ligamento sacrociático mayor. Por otra
parte, su porción corta se origina en el fémur, en la línea áspera. La inserción del
bíceps rural se unifica en una sola, pero con una pequeña separación, insertándose
en el peroné (cabeza del peroné y cara lateral) y la tibia (cóndilo lateral). Sus
funciones son principalmente la rotación externa de la rodilla y la extensión de la
cadera.
El semitendinoso es un músculo que se une a otros, como el sartorio. Encuentra su
origen en el isquion, de nuevo en la tuberosidad isquiática. Este por su parte se
inserta sólo en la tibia, concretamente en la pata de ganso. Su función principal es la
flexión y rotación interna de la rodilla, y la extensión de la cadera como secundaria.
El semimembranoso, como los dos anteriores, se origina en la tuberosidad isquiática
del isquion. La inserción del semimembranoso está dividida en tres partes. La
primera parte del tendón se inserta en el cóndilo externo de la tibia. La segunda en
el cóndilo externo del fémur. La tercera se convierte en una aponeurosis sobre la
porción distal del muslo. La acción de este músculo es la flexión y rotación interna
de la rodilla, además de la extensión de cadera.
El hueso coxal se divide en tres zonas principales: ilion, isquion y pubis. La parte
superior corresponde al ilion, compuesto principalmente por la escotadura ciática,
próxima a la frontera con el isquion, y a la cresta ilíaca, divida en espina ilíaca
posteroinferior, posterosuperior y anterosuperior, desde una vista lateral externa; y
por la fosa iliaca, la tuberosidad iliaca y la carilla auricular desde una vista lateral
interna. El isquion en su parte más inferior externa da lugar a una parte del
acetábulo.
El isquion por otra parte corresponde a la zona antero-inferior del hueso coxal. Lo
compone en la vista externa la espina isquiática, que hace frontera con la
escotadura ciática; justo debajo de la espina está la escotadura ciática menor; y
luego encontramos en la parte más trasera la tuberosidad isquiática y el ramo del
isquion, que está en contacto con el pubis. El isquion alberga aquí la segunda parte
del acetábulo. En su cara interna se puede percibir mejor la forma de la espina
ciática, puesto que sale hacia fuera.
Por último tenemos el pubis. En su cara interna encontramos la cavidad del
acetábulo en su parte superior, justo encima del ramo superior del pubis. Debajo de
éste encontramos la cresta púbica que se une al ramo del isquion. En su cara
externa encontramos la sínfisis púbica. Destacar que el pubis y el isquion conforman
diversas uniones de las cuales se genera un agujero central llamado agujero
obturador, que es por donde pasan los músculos obturadores, este se encuentra
justo debajo del acetábulo.
12) El complejo articular del hombro, está formado por cinco articulaciones, ¿cuáles
son?
El húmero es un hueso tipo diáfisis, es decir, que posee dos extremos. Su extremo
superior forma parte de la articulación escapulohumeral, y su extremo inferior forma
parte de la articulación del codo, junto con otros pequeños huesos. Debajo de la
cabeza superior encontramos el cuello anatómico, y justo en medio de este cuello
encontramos la corredera bicipital. Debajo de la cabeza superior encontramos
además dos salientes que serán muy importantes para los músculos: la tuberosidad
mayor, el troquiter, y la tuberosidad menor, el troquín. Bajando nos topamos con la
impresión deltoidea, que está en el centro del hueso. Ya en su cabeza inferior
encontramos los componentes de la articulación del codo. Como contraparte del
troquíter y el troquín encontramos la epitróclea y el epicóndilo, situados interna y
externamente, respectivamente. Dos pequeñas fosas se encuentran ya casi al final
del hueso, en la cara frontal tenemos la fosita coronoidea, y en la cara trasera
tenemos la fosa oleocraniana. En último lugar tenemos la tróclea y el cóndilo
humeral, que son los que se encontrarán directamente con el cúbito y el radio.