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El podoscopio
Figura 1
Los dedos del pie, son las cinco pequeñas huellas que están por
delante del talón anterior; el quinto dedo puede no dejar la huella,
mientras que la huella del primer dedo se continúa fisiológicamente
con el talón anterior. Si esto no se verifica hay una presencia de una
actitud en “garra” que se evidencia bien durante la inspección clínica.
(fig. 1)
El arco plantar es la zona “vacia” constituida por las partes del pie
que no tocan el suelo y es delimitada por las anteriores estructuras.
(fig. 1)
Es flexibile?
La simple manipulación del pie en sus varios planos articulares permite
facilmente evidenciar las groseras limitaciones que orientan hacia una forma
secundaria (por ejemplo por sinóstosis congenita, etc.).
Es corregibile?
La corregibilidad del planismo se evidencia con tres test clinicos: el examen
del arco plantar en descarga, la evaluación en puntas de pie y el test del
hallux (raising toe test). Para efectuar el primer test, es suficiente observar el
arco plantar en reposo. Si el arco plantar, que era ausente o reducido bajo
carga, reaparecce en descarga, el pronóstico es favorable. Para la evaluación
en puntas de pie sele hace levantar al paciente los talones; en el pie plano
laxo corregible se observa una reaparición del arco plantar y una corrección
completa del valguismo del calcaneo, que tiende a posicionarse en varismo;
en las formas no corregibles el cuadro queda sustancialmente invariable. El
test de la extensión del hallux se efectua flexionando dorsalmente el hallux
del paciente en posición erecta(pero un resultado similar se observa tambien
en descarga): en el pie plano corregible se observará alzarse el arco plantar y
una varización del calcaneo. También hacer caminar al niño en puentas de
pie y sobre los talones permite en modo rapido y eficaz adquirir
informaciones sobre la funcionalidad global del pie desde el punto de vista
neurológico, muscular y osteoarticular.
Es simétrico?
En ortopedia pediátrica todo aquello que es definitivamente asimétrico se
mira en modo sospechoso, mientras que aquello que es simétrico es
tranquilizador. Tambien para el pie plano, anomalias morfológicas
importantes, si son simétricas, pueden entrar en aquellas variantes
fisiológicas que son candidatas a una mejora spontanea y que, aunque
permanezcan en la edad adulta , no traeran particulares problemas
funcionales. La asimetria podria derivar de una patologia primitiva del pie,
como una sinóstosis tarsal, o de una patologia post-traumática o de otras
patologias mas raras.
Es asintomático?
El pie plano infantil y juvenil es siempre asintomático. En caso de presencia
de sintomas sobretodo monolateral, se debe siempre hipotizar la presencia de
un planismo secundario. En el pie plano del adolescente es frecuente que los
síntomas sean debidos a una retracción del tendón de Aquiles que requerirá
un tratamiento adecuado. También en la sinóstosis tarsal puede suceder que
un pie plano se vuelva doloroso y contracto despues de los 10 años, en
cuanto las sinóstosis, antes cartilago, comienza a osificarse en este período
(1).
Durante la actividad profesional, el pediatra encontrará en la mayoria de los
casos de pies planos de primer y de segundo grado, flexibles, corregibles,
simétricos, asintomáticos, que necesitan solamente controles podoscopicos
periodicos en ámbito pediatrico. En este caso su deber principal es aquel de
tranquilizar los familiares. En los otros casos se puede consultar con un
especialista ortopédico.
Sucede a menudo que la importancia del pie plano sea sobreestimada y que
el pie cavo sea considerado sin importancia. En realidad en edad adulta son
mucho mayores los problemas vinculados con un pie cavo que quello
dependientes de un pie plano, esteticamente mas evidente, pero
funcionalmente mas “tranquilo”. Para el pie cavo sirven consideraciones
análogas a aquellas del pie plano. Tambien estos son normales en una
población adulta y en los sujetos en crecimeinto. Sobretodo en los mas
grandes. También en este ámbito, un pie cavo de tercer grado (caracterizado
por la ausencia completa del istmo en el examen al podoscopio) debe ser
enviado al ortopedico, así como las formas del primer grado (con un ancho
inferior a un tercio del talón anterior) y segundo grado (istmo presente, pero
interrupido) sintomaticos, asimétricos, asociados a actidud “a garra” de los
dedos o cuando seas presentes anomalias de tipo neurologico (el pie cavo es
a menudo la espia de patologias del sistema nervioso y muscular, como
Charcot-Marie-Tooth, etc.). En los otros casos son suficientes controles
periodicos de parte del pediatra.
Conclusiones
Bibliografia