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Constructivista

La terapia constructivista se basa en varios fundamentos teóricos que influyen en


su enfoque terapéutico. Algunos de los principales son:

1. Constructivismo: El constructivismo es una teoría que afirma que los


individuos construyen su propia realidad a través de experiencias,
percepciones, creencias y significados subjetivos. Se centra en cómo las
personas interpretan y comprenden su mundo, más que en la realidad
objetiva y absoluta.

2. Construccionismo social: El construccionismo social es una escuela de


constructivismo que enfatiza cómo la realidad se construye socialmente a
través del lenguaje y la comunicación. La terapia constructivista reconoce la
importancia del contexto social y cultural en la construcción de la realidad y
la identidad de un individuo.

3. Enfoque centrado en el cliente: La terapia constructivista se basa en


un enfoque centrado en el cliente, donde el terapeuta adopta una actitud de
empatía, autenticidad y aceptación incondicional hacia el individuo. Se
valoran las experiencias subjetivas de los clientes y trabajamos
estrechamente con ellos para explorar y comprender sus construcciones de
la realidad.

Aplicaciones terapéuticas de la terapia constructivista

La terapia constructivista se ha aplicado en una amplia gama de contextos y


trastornos psicológicos. Algunas de las aplicaciones terapéuticas más comunes
incluyen:

1. Trastornos de ansiedad: la terapia constructivista se puede utilizar en el


tratamiento de trastornos de ansiedad como el trastorno de ansiedad
generalizada, el trastorno de pánico, las fobias y el trastorno de estrés
postraumático. La atención se centra en ayudar a las personas a examinar
y reevaluar sus interpretaciones subjetivas del mundo y desarrollar
estrategias de afrontamiento más adaptativas.

2. Depresión: la terapia constructivista también se puede utilizar en el


tratamiento de la depresión. Ayuda a las personas a explorar y desafiar las
creencias y significados negativos que contribuyen a la depresión y a
construir significados y narrativas nuevos, más positivos y saludables.
3. Problemas de identidad y significado en la vida: La terapia
constructivista se puede utilizar cuando se trabaja con personas que
experimentan problemas de identidad y significado en la vida. Ayuda a
explorar y comprender cómo la creación de significado subjetivo influye en
la identidad y el significado de la vida de un individuo, y a trabajar para
construir una identidad y un significado de la vida más coherentes y
significativos.

4. Trauma: la terapia constructivista también ha demostrado ser eficaz en


el tratamiento del trauma. Ayuda a las personas a examinar y reestructurar
su construcción de la experiencia traumática, integrarla en la narrativa de su
vida y construir significados más adaptativos y resistentes al trauma.

5. Relaciones interpersonales: La terapia constructivista se puede utilizar


en el lugar de trabajo para problemas de relaciones interpersonales como:
B. conflictos familiares, problemas de relación o dificultades en el trabajo.
Ayuda a examinar y comprender la construcción de significado de cada
individuo en la relación y a desarrollar una comunicación y comprensión
más efectiva y empática.

Técnicas y estrategias utilizadas en la terapia constructivista

La terapia constructivista utiliza una variedad de técnicas y estrategias


terapéuticas para ayudar a los individuos a explorar y comprender su
construcción de la realidad. Algunas de las técnicas y estrategias más
comunes incluyen:

1. Estudio de construcciones semánticas: El terapeuta trabaja con la


persona para explorar y desafiar sus construcciones de significado subjetivo
sobre sí misma, los demás y el mundo. Su objetivo es identificar creencias,
valores, interpretaciones y significados que pueden contribuir a problemas
emocionales o de conducta.

2. Reestructuración cognitiva: La terapia constructivista utiliza técnicas de


reestructuración cognitiva para ayudar a una persona a examinar y cambiar
creencias y significados negativos o disfuncionales. Trabajamos para
identificar patrones de pensamiento desadaptativos y desarrollar
significados más adaptativos y saludables.
3. Narrativas y metáforas: La terapia constructivista utiliza la narración de
historias y metáforas como una forma de explorar y comprender las
construcciones de significado de una persona. Se pueden utilizar técnicas
como llevar un diario, crear narrativas de vida o construir metáforas para
facilitar la reflexión y la comprensión de la realidad subjetiva de una
persona.

4. Enfoque colaborativo: La terapia constructivista se basa en un enfoque


colaborativo entre el terapeuta y el individuo. Se valora la experiencia
subjetiva del cliente y trabajamos con él para explorar y comprender su
construcción de la realidad. El terapeuta adopta una posición de empatía,
autenticidad y aceptación incondicional hacia la persona, creando un
espacio seguro de exploración y reflexión.

Conclusiones:

La terapia constructivista es un enfoque terapéutico innovador y eficaz


basado en la idea de que las personas construyen activamente su realidad
subjetiva y que estas construcciones de significado influyen en sus
experiencias emocionales y conductuales. Al explorar y comprender las
construcciones de significado de las personas, la terapia constructivista
busca ayudar a las personas a desarrollar una comprensión más profunda y
adaptativa de sí mismas, de los demás y del mundo, y a construir
significados más saludables y coherentes. Las aplicaciones terapéuticas de
la terapia constructivista son amplias e incluyen una variedad de trastornos
y problemas emocionales, además de desarrollar estrategias de
afrontamiento, desarrollar resiliencia, trabajar con traumas y mejorar las
relaciones interpersonales. Si busca una terapia que le ayude a comprender
y transformar sus constructos de significado, la terapia constructivista
puede ser una opción valiosa.

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