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La relación entre los propósitos y los resultados de las preguntas puede depender de la
claridad y conciencia que tenga el docente sobre lo que busca lograr con sus
preguntas. Si un docente formula preguntas de manera clara y precisa, y si tiene una
comprensión clara de lo que espera que los alumnos logren con sus respuestas, es más
probable que se obtengan los resultados deseados.
Sin embargo, a veces puede haber una discrepancia entre los propósitos del docente,
el tipo de respuesta que espera y los resultados reales que se obtienen. Esto puede ser
el resultado de preguntas mal formuladas, que no estimulan el diálogo y la reflexión
profunda, o de una falta de reflexión suficiente sobre el propósito y la forma de las
preguntas.
Los docentes hacen preguntas con diversos propósitos, como despertar el interés,
verificar la comprensión y promover la reflexión. Los resultados de las preguntas
dependen de factores como la forma de enunciación, el tipo de procesamiento
cognitivo esperado y la relación entre los propósitos del docente y las respuestas de los
estudiantes. Es importante que los docentes reflexionen sobre sus objetivos y la forma
en que formulan las preguntas para asegurar que sean efectivas en el proceso de
enseñanza y aprendizaje.
Después de recibir una pregunta de los alumnos, los docentes a menudo tienden a
responder de inmediato sin tomarse el tiempo necesario para comprender la lógica, el
interés o la preocupación que guían al alumno que hizo la pregunta. Esto puede ocurrir
debido a la dificultad de guardar silencio frente a una pregunta y la prisa por
proporcionar una respuesta. Algunos docentes incluso interrumpen antes de que los
alumnos tengan la oportunidad de pensar y responder por sí mismos. Esta actitud
apresurada excluye a aquellos alumnos que pueden tener un estilo de aprendizaje
diferente o un ritmo más pausado pero que poseen conocimientos y capacidad de
reflexión.
Sin embargo, para que se pueda establecer un verdadero diálogo, es fundamental ser
capaz de esperar. El diálogo implica escuchar a los demás con simpatía e interés
suficientes para comprender su posición y estar dispuesto a modificar nuestro propio
punto de vista si existen razones válidas para hacerlo. Esto requiere un espíritu de
buena voluntad y disposición para suspender múltiples puntos de vista en pos de la
creación de un significado común.
Es importante reflexionar sobre las acciones que los docentes realizamos con las
preguntas de los alumnos. A medida que los estudiantes crecen, pueden mostrar
menos disposición a formular preguntas debido a factores afectivos y sociales, como el
miedo a exponerse ante sus compañeros o la vergüenza. Es fundamental enseñar a los
alumnos a formular preguntas y cultivar en ellos el sentido de preguntar para que
puedan comprender el contenido y verificar su propia comprensión. A menudo, los
docentes muestran más interés en que los alumnos respondan correctamente a las
preguntas que formulan, en lugar de fomentar su capacidad de formular preguntas
propias. Sin embargo, es fundamental cultivar en los alumnos el sentido de preguntar,
para que puedan comprender el contenido y verificar su propia comprensión.