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El objetivo de esta exposición es explorar cómo este nuevo paradigma influiría en la forma
de estudiar el derecho procesal. Permítanme dedicar unos minutos para explicar cómo
diferentes paradigmas han afectado al derecho procesal y su enfoque de estudio.
Tradicionalmente, se han identificado tres paradigmas en el desarrollo histórico del derecho
procesal: la época de la práctica forense, la época del procedimentalismo y la época del
procesalismo científico. Cada una de estas etapas ha llevado a diferentes formas de
comprender y estudiar el proceso.
La crítica a esta visión excesivamente dogmática del derecho procesal provino, en gran
medida, de los propios teóricos. Algunos, como Carnelutti y Calamandrei, comenzaron a
cuestionar la rigidez del dogmatismo y abogaron por una visión más valórica del proceso.
Argumentaron que el proceso no debía ser visto como un mecanismo neutral, sino que
debía estar guiado por valores, principalmente el de la dignidad de la persona humana.
La idea de la constitucionalización del derecho procesal representa un cambio fundamental
en este enfoque. Aboga por la flexibilización de las normas procesales y la adaptación del
proceso a las necesidades específicas de cada caso. Esto implica un cambio en el principio
del procedimiento preestablecido por la ley al principio de la tutela judicial efectiva, que
busca garantizar la protección adecuada, idónea y oportuna de todos los derechos.
Este cambio hacia la constitucionalización del derecho procesal representa un avance
significativo. Implica un enfoque en la dignidad de la persona, la flexibilidad de las reglas
procesales y un papel más activo del juez. Además, se necesita una revisión de los
conceptos e instituciones procesales para adaptarlos a estas nuevas exigencias.
El proceso tiene que adecuarse a las necesidades de protección de cada uno de los
derechos, y la única persona capaz de determinar si el proceso se adecua o no es el juez,
no es el legislador. Por eso, esta idea de constitucionalización del derecho procesal invierte
estos roles. Es decir, antes había una posición predominante del legislador, si se quiere, o
más bien es el juez el que comienza a adquirir la importancia que perdió producto del
estado de derecho, producto del principio de legalidad, y comienza a adquirirse a la corte.
Este error, perdón, que le permite incluso determinar si el proceso está legalmente
establecido o no, respecto de los valores que la Constitución exige, principalmente el de la
dignidad de la persona humana. Voy a poner algunos ejemplos, cumplen y algunos errores
también, por cierto.
Pero además, y eso rompe un poco la idea, y es una situación inmoral del Estado peruano,
cuando el Estado peruano que surge de, que el moderador tiene que ver con la política de
Estado, comienza a heredar jueces, juzgados, o procedimientos para favorecer a
determinado tipo de solución de controversias. Frente a, nuevamente, el ejemplo del
contencioso administrativo, los invito a todos mañana a pasearse por los juzgados de
obtención de administrativos, donde se ven los casos de... que cumplen. Y el mismo día a
pasearse por los juzgados contenciosos administrativos de la misma... Por ser verdad,
teóricamente, en principio, la misma cosa que ven los temas de pensiones, declara el
Estado está diferenciando, pero equivocadamente, porque crea una justicia pintada y crea
una justicia no viva.
Entonces, lo que importa es crear un proceso diferenciado para todo lo que tiene que ver
con Mercado Sunat, por supuesto, que es lo más importante. Sunat le pone un juez
especial, un juzgado especial, le paga directamente en el sueldo, le capacita, vamos de
ternera, etcétera, y nos separamos en lo que queremos meter debajo de la alfombra y lo
que queremos estar delante en la alfombra es la justicia contencioso-administrativa en
materia de pensiones. Eso es un diseño de ejecución en materia procesal que no tiene en
cuenta el valor del principio de la dignidad de las hermanas, porque estuviéramos en cuenta
la dignidad de la persona humana, y sabemos entre una política a través, cierto, hubiéramos
tenido nuestro edificio mismo para los pensionistas y nuestro edificio no vil para la zona que
finalmente no vale, porque no se trata de un poco de crear dos tipos de justicia, una patrulla
del mal. De lo que se trata es de darle a todos el mismo tratamiento, o de diferenciar allí
donde existan causas objetivas para diferenciar. Es decir, si yo tengo una situación objetiva
de determinadas personas reclaman un derecho que hay que resolver prontamente, como
ha dicho el Tribunal Constitucional, porque esta es una solución de urgencia, personas
mayores de 90 años, por ejemplo, yo llevo a crear los mecanismos adecuados de gestión
para darles a ellos un proceso especial.