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Advertencias: Este capítulo está basado en una traducción primaria, realizada por estudiantes, del
de E.M. Renking y C. Crone en: Comprehensive Human Physiology de R. Greger y U. Windhorst,
1996, Springer. Esta revisión, tanto de la traducción primaria como del texto original, es el
resultado de la cooperación de varios docentes de las Cátedras de Bioquímica y Biofísica, y de
Histología General y Bucodental de la Facultad de Odontología de la UDELAR. Si bien tratamos
de ser fieles al texto original, en forma y contenido, por distintas razones nos hemos apartado del
mismo siempre que creímos tener fundamento para hacerlo.
Es para ser usado exclusivamente en el Curso de Morfofunción de nuestra facultad.
1 Introducción
El intercambio de materia entre la sangre circulante y los órganos y tejidos del cuerpo
tiene lugar en los capilares y las vénulas postcapilares. En estos vasos, que se denominan
comúnmente vasos de intercambio:
el área de superficie por unidad de masa de tejido es grande (>50 cm2 /g)
la distancia a las células generalmente es muy pequeña (<50 m)
la velocidad de la sangre es la menor del sistema circulatorio (< 1 mm/s)
Fig 1. Una red microvascular generalizada: ta, arteria terminal; c, capilares; l, conductos linfáticos;
tb, bulbo linfático terminal. Las flechas muestran la dirección del flujo sanguíneo y linfático
Un conducto preferencial constituye una vía directa desde una arteriola a una vénula
poscapilar, y por tal motivo se han considerado frecuentemente una forma de anastomosis
arterio-venosa, un cortocircuito que elude los "capilares verdaderos" que se mantienen en
reserva. Sin embargo, es más probable que los conductos preferenciales funcionen como
vasos de intercambio y sean el soporte principal del metabolismo "basal". Cuando el
metabolismo aumenta, la relajación de las metarteriolas (arteriolas precapilares, o esfínteres
precapilares) aumenta el número de vasos de intercambio bien perfundidos, por el
"reclutamiento" de los vasos pobremente perfundidos o no perfundidos, aumentando el área
de la superficie de intercambio efectiva y reduciendo las distancias de difusión entre los
vasos y las células. Al mismo tiempo, la dilatación de las arteriolas preterminales más
grandes aumenta el suministro sanguíneo total.
El flujo total en los vasos de intercambio depende principalmente de la resistencia
arteriolar porque los capilares y vénulas contribuyen sólo con una pequeña fracción al total
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célula eludiendo el citoplasma; las abiertas, permiten el acceso directo del plasma a la
lámina basal. Los capilares fenestrados generalmente no tienen una mayor
permeabilidad a las proteínas plasmáticas que los capilares continuos, pero sí,
considerablemente mayor permeabilidad al agua, iones y pequeñas moléculas solubles.
el endotelio discontinuo se encuentra en los capilares sinusoides hepáticos, esplénicos y
de la médula ósea. Tanto las uniones intercelulares como la lámina basal son
incompletas. Los espacios intercelulares son suficientemente grandes para permitir el
pasaje de proteínas plasmáticas, pero no tanto como para que escapen las células
sanguíneas.
el endotelio con alta densidad de uniones estrechas (o simplemente, endotelio con
uniones estrechas) se encuentra sólo en los microvasos (arteriolas, capilares y vénulas)
del sistema nervioso central y retina. Las uniones intercelulares estrechas restringen
mucho el pasaje de iones, solutos pequeños sin carga y proteínas. Las células son
permeables a solutos liposolubles, como en los otros tipos de endotelio, pero al no
existir la vía intercelular predomina la de la membrana celular. La resistencia eléctrica
es alta y la conductividad hidráulica es baja. El transporte de solutos hidrosolubles
depende de la presencia de transportadores específicos en la membrana. La
permeabilidad a las proteínas plasmáticas es insignificante. El endotelio con alta
densidad de uniones estrechas y la ausencia de transporte vesicular son los factores
fundamentales en el establecimiento de la "barrera hemato-encefálica".
3.1 Difusión.
La difusión es el mecanismo principal para el intercambio de oxígeno, nutrientes, y
desechos metabólicos (pequeños solutos en general). En solución, el movimiento térmico
de iones y moléculas resulta en la transferencia neta desde donde están más concentrados
hacia donde lo están menos. En el endotelio de los vasos de intercambio, con la posible
excepción de los capilares con uniones estrechas, el gradiente de potencial eléctrico es
pequeño y tiene escasa o nula influencia sobre el transporte de solutos. Debido a la
actividad metabólica, los gradientes de concentración de "sustratos" y "productos", entre los
vasos de intercambio y las células, son elevados. En soluciones diluidas, dos (o más)
sustancias pueden moverse en direcciones opuestas simultáneamente sin interferencia (ej.
CO2 y O2). La velocidad de difusión de los solutos específicos depende de los respectivos
“coeficientes de difusión” (D, cm2/s). Éstos aumentan con la temperatura y son
inversamente proporcionales a la viscosidad del solvente. Los dados aquí, cuando no se
especifican otras condiciones son en agua y a 37 ºC.
La difusión puede ser libre o restringida, dependiendo del medio en que ocurre. En
el caso de la difusión libre, el movimiento de las partículas difusibles está limitado por las
interacciones friccionales con las moléculas del solvente. La fricción aumenta con el
tamaño de la partícula y los coeficientes de difusión libre disminuyen al aumentar el
tamaño molecular. La difusión restringida implica la existencia de otros obstáculos a la
difusión. La importancia de los obstáculos adicionales depende de las características de
éstos, de la de los solutos que difunden, y de las interacciones entre unos y otros. En los
espacios intercelulares entre los puntos o zonas ocluyentes de las uniones estrechas, en los
espacios ocupados por el glicocáliz, la difusión se enlentece; hay interacciones friccionales
adicionales, y el tamaño de las partículas que pueden difundir es limitado por el de las
aberturas. Los coeficientes de difusión restringida, disminuyen más abruptamente que los
coeficientes de difusión libre al aumentar el tamaño molecular del soluto, y gradualmente
se aproximan a cero al acercarse el tamaño de las moléculas al de las aberturas. Las
estructuras que limitan el flujo (los "poros" de las uniones intercelulares y el glicocáliz)
tienen en su superficie una débil carga negativa que reduce aún más, la permeabilidad a las
macromoléculas con carga negativa, pero no a los pequeños aniones.
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Ley de Fick. La (primera) ley de difusión de Fick establece que la densidad de flujo (jS,
masa/tiempo·área), la cantidad de una sustancia transportada por unidad de área (de la
superficie perpendicular a la dirección de flujo) y por unidad de tiempo, es proporcional al
gradiente negativo de concentración de dicha sustancia:
dC
jS D , (1)
dx
que es válida cuando no existe campo eléctrico o el soluto no posee carga y si el sistema es
estacionario, es decir cuando el gradiente de concentración es constante en función del
tiempo. dC/dx, es el gradiente de concentración; dC, es la diferencia de concentración, de
una misma especie química, entre dos posiciones de la trayectoria de difusión y dx la
distancia entre las mismas posiciones; y dC/dx es el gradiente negativo de concentración1
que tiene sentido opuesto a dC/dx pero el mismo sentido que el flujo, jS. El coeficiente de
difusión, D, es la constante de proporcionalidad. Si la difusión ocurre a través de una
membrana delgada, y ésta constituye el paso cinéticamente limitante del proceso de
difusión, la ley de Fick se puede expresar de la siguiente forma:
J S PA (C p C i ) (2)
que especifica que la masa del soluto transportada por unidad de tiempo (velocidad de
difusión) (JS, masa/tiempo) a través de la membrana es proporcional a la permeabilidad (P,
cm/s) de la membrana para el soluto, al área de su superficie (A, cm2), y a la diferencia
entre las concentraciones de ese soluto a ambos lados de la membrana (Cp-Ci). Los
subíndices “p” e “i” indican que las concentraciones son las del “plasma” y del “fluido
intersticial” respectivamente. P es D/x, donde D es el coeficiente de difusión del soluto en
la membrana y x es el espesor de la misma o la longitud del camino de difusión (cm). PA
es el producto del "coeficiente de permeabilidad por el área de la superficie de intercambio”
y tiene las dimensiones de volumen/tiempo. En la tabla 1 se encuentran valores del
producto PA determinados experimentalmente.
Esta forma de la ley de Fick2 también es válida sólo para condiciones estacionarias,
es decir, cuando la concentración plasmática y la intersticial (C p y Ci) o, en general, la
diferencia entre ambas, permanecen constantes. Se puede aplicar, por lo tanto, sólo a los
vasos de intercambio bien perfundidos. En todo caso, el flujo de un soluto (JS) no puede
exceder la cantidad del mismo suministrada por el torrente sanguíneo. Cuando el riego
sanguíneo a los vasos de intercambio es escaso, la difusión puede estar limitada por el flujo
sanguíneo porque al avanzar la sangre en los vasos la concentración plasmática (Cp) se
aproxima a la concentración intersticial (Ci). Al aumentar progresivamente el flujo
sanguíneo, la disminución de la concentración plasmática (Cp), al avanzar la sangre en los
vasos, se reduce concomitantemente, y el flujo del soluto (JS) se aproxima al valor previsto
1
Los flujos y los gradientes son magnitudes vectoriales; tienen módulo, dirección, y sentido.
2
Aunque la ley de Fick aplicada de esta forma es "exacta" se debe aclarar que pasa por alto la estructura de la
"membrana endotelial", esto es: supone, i) que para cada soluto todo el endotelio es igualmente permeable, y
ii) que el espesor endotelial es uniforme.
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por la (primera) ley de Fick (Ec. 2). La siguiente es una relación general, aplicable
cualquiera sea el flujo sanguíneo:
Fig. 2. Permeabilidad de los vasos de intercambio a los solutos hidrofílicos en función del tamaño
molecular (radio de Einstein-Stokes). La escala de las ordenadas es logarítmica para cubrir varios
órdenes de magnitud. Endotelio continuo: músculo esquelético y cardíaco (la misma curva).
Endotelio fenestrado: intestino delgado. Endotelio con uniones estrechas: cerebro de mamífero. La
línea punteada en la parte alta de la gráfica muestra la disminución relativa de la difusión libre con
el aumento del tamaño molecular. Especies químicas usadas, de izquierda a derecha: en el músculo
esquelético y cardíaco: Na+Cl- (0,2 nm), urea (0,3 nm), glucosa (0,4 nm), sucrosa (0,5 nm), inulina
(1,5 nm), albúmina (3,6 nm), IgG (inmunoglobulina G 5,6 nm), IgM (9,1 nm); en el intestino:
Na+Cl-, EDTA (0,5 nm), inulina, albúmina, IgM; en el cerebro las mismas que en el músculo,
excepto fructosa (0,4 nm, cuya transferencia no es mediada por transportadores) en lugar de
glucosa.
En los capilares con alta densidad de uniones estrechas del sistema nervioso central,
la permeabilidad a los solutos hidrofílicos pequeños es dos órdenes de magnitud menor que
en los capilares continuos; la disminución con el aumento de tamaño es más abrupta y
ocurre en un rango de menores tamaños moleculares. Además, las permeabilidades a las
hexosas y aminoácidos (no ilustradas) se corresponden con las características de
especificidad química y estérica de los transportadores de membrana. En todos los tipos de
endotelio, la permeabilidad a los solutos lipofílicos es mayor que a los hidrofílicos, porque
el área de superficie celular es mucho mayor que la intercelular.
Difusión en los tejidos. El transporte de solutos a través del fluido intersticial desde la
superficie capilar hacia las células de los tejidos también ocurre por difusión. Los
gradientes negativos persistentes de concentración de solutos, establecidos como
consecuencia del metabolismo celular, constituyen la "fuerza" impulsora del transporte. La
forma de la ley de Fick aplicable en este caso es:
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dC
J S DA , (4)
dx
3.2 Ultrafiltración
La ultrafiltración (también llamada filtración u ósmosis) es responsable del transporte "en
masa" (con cambio de volumen) de fluidos y de los solutos que pueden atravesar las
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Hipótesis de Starling
Cuando los gradientes de presión hidrostática y coloidosmótica a través del endotelio de
intercambio son iguales3, no hay transporte neto de fluido.
Cuando el gradiente hidrostático transendotelial es mayor que el osmótico, hay flujo
desde el capilar hacia el espacio intersticial (ultrafiltración o simplemente "filtración").
El fluido transferido es prácticamente un ultrafiltrado perfecto de plasma: contiene
agua, iones, y moléculas de bajo peso molecular que se encuentran en equilibrio con el
plasma, pero prácticamente no tiene proteínas plasmáticas.
A la inversa, cuando el gradiente osmótico excede al hidrostático, el líquido intersticial
fluye hacia los capilares y se agrega al plasma sanguíneo ("absorción"). Su
composición es semejante al ultrafiltrado de los capilares.
J V L p APc Pi c i (6)
Presión osmótica. Hay una serie de propiedades de las soluciones que tienen un origen
común en la disminución del potencial químico del solvente en solución, en relación a su
potencial químico en estado puro. Estas propiedades son: 1) disminución de la presión de
vapor, 2) disminución de la temperatura de congelación, 3) aumento de la temperatura de
ebullición, y 4) la presión osmótica. Como están relacionadas por su origen común se
denominan propiedades coligativas. Todas tiene una característica en común, no dependen
3
Son iguales en módulo y sentido. Puede parecer extraño que dos gradientes iguales en módulo y sentido
produzcan un estado de equilibrio o estacionario. Para explicar esta aparente contradicción, se debe recordar
que todo gradiente de presión osmótica implica la existencia de un gradiente de concentración de agua (en
general, solvente) de sentido contrario, que en este caso es el que se opone al gradiente hidrostático .
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de la naturaleza del soluto presente, sino sólo del número de partículas (moléculas, iones)
de soluto en relación con el número total de partículas (moléculas, iones) presentes.
Para que un disolvente en una solución se encuentre en equilibrio con el disolvente
líquido puro, es necesario aumentar la presión sobre la solución lo suficiente para que el
potencial químico del disolvente en la solución iguale al del disolvente líquido puro. Esta
presión adicional que iguala ambos potenciales químicos se conoce como presión osmótica
de la solución.
La relación entre la presión osmótica y la concentración, en soluciones ideales o
reales diluidas, está dada por la ecuación de van't Hoff:
cRT ,
4
Esta denominación común, "coeficiente de reflexión", parece desafortunada porque, según nuestro criterio,
tiene sus raíces en una teoría, o interpretación, incorrecta del origen de la presión osmótica, como
mencionamos anteriormente en el párrafo correspondiente.
5
Estos valores son relativos, y pueden interpretarse como alguna función de la inversa de los coeficientes
permeabilidad.
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Presión hidrostática del fluido intersticial. La presión del fluido intersticial (Pi) en un
órgano o tejido depende del volumen de su fluido intersticial (Vi) y de la extensibilidad del
compartimento intersticial. El porcentaje en volumen del fluido intersticial varía mucho
entre diferentes tejidos, desde 10% en el músculo esquelético a más de 30% en la piel. Aun
así, sus respectivas Pi son prácticamente las mismas, 1 a 2 mm Hg menor que la presión
atmosférica. La extensibilidad por debajo de los V i normales es relativamente pequeña; así,
cuando disminuye Vi, la Pi disminuye abruptamente. La disminución de la Pi cambia la
relación de las "fuerzas de Starling" de tal forma que aumenta el flujo de fluido hacia el
tejido deshidratado (Ec. 6), y de esta forma se estabiliza el volumen del fluido intersticial.
Sin embargo, por encima del valor normal del Vi la extensibilidad del intersticio aumenta
(el espacio intersticial se expande), y una vez que la Pi llega a 0 mm Hg, una gran
acumulación de fluido (edema) produce sólo pequeños aumentos, de la presión y de la
consecuente "fuerza" restauradora.
Rv / Ra Pa
Pc Pv (7)
1 Rv / R a
Las Lp de los endotelios fenestrados son las mayores, las de endotelios continuos
intermedias, y las de los endotelios con alta densidad de uniones estrechas, las menores;
varían concomitantemente con los correspondientes coeficientes de permeabilidad a los
solutos (fig. 2). Las conductividades hidráulicas de los endotelios continuos varían en un
rango amplio, muy probablemente en proporción a la fracción del área ocupada por las
hendiduras intercelulares.
Endotelio fenestrado:
Glomérulo renal 1.5 · 10-8
Mucosa intestinal 1.3 · 10-9
Endotelio continuo:
Mesenterio 5.0 · 10-10
Corazón 8.6 · 10-11
Músculo esquelético 2.5 · 10-11
Pulmón 8.4 · 10-12
Endotelio con uniones estrechas:
Cerebro 3.0 · 10-13
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La cantidad de fluido que circula de este modo a través del intersticio es pequeña,
no más de 2% o 3% del flujo de plasma intravascular. Las determinaciones experimentales
muestran que proporciones mucho mayores (fracciones de extracción) de iones y pequeñas
moléculas de soluto de la sangre o plasma pueden difundir desde los vasos de intercambio
en un único pasaje: 25% del oxígeno en un músculo esquelético en reposo, 70% en el
músculo cardíaco o esquelético en ejercicio, más de 90% del agua marcada en una variedad
de órganos (ver fig. 2). Como se ha indicado, la difusión es por mucho el factor más
importante en el transporte de tales sustancias. Sin embargo, para solutos
macromoleculares como las proteínas plasmáticas, que difunden muy lentamente, la
filtración ("convección") es un importante mecanismo de transporte.
La circulación pericapilar puede ser sostenida por largos períodos sólo en una red de
intercambio completamente impermeable a las proteínas plasmáticas. Incluso pequeñas
cantidades de proteínas filtradas desde la región arterial de la red se acumularán afuera de
los vasos venosos de intercambio, donde se supone que la reabsorción tiene lugar, porque el
retorno de estas proteínas en el mismo sentido del gradiente de concentración, desde el
intersticio al plasma, no puede ocurrir pasivamente. Como resultado, la concentración de
proteínas intersticiales y la presión oncótica crecerán hasta que la reabsorción cese. A
menos que halla una fuente de fluido externo que diluya las proteínas plasmáticas
acumuladas (por ej., el reabsorbido por los túbulos renales en el caso de los capilares
peritubulares), la reabsorción mediante vasos de intercambio es sólo un fenómeno pasajero
o limitado. En estado estacionario, el filtrado, si contiene proteínas, debe ser removido por
los linfáticos.
Aberturas de las vesículas. Si bien las vesículas son relativamente grandes (diámetro
interno 60 a 70 nm), sus aberturas hacia la superficie (“cuellos”) son mas estrechas (40 a 50
nm) y parecen contener la misma cubierta externa, o glicocáliz, que el resto del endotelio.
La incorporación de las moléculas de las proteínas plasmáticas a las vesículas disminuye
progresivamente al aumentar su tamaño molecular. El transporte vesicular de solutos
depende, del volumen del contenido vesicular transportado desde el plasma hacia el fluido
intersticial por unidad de tiempo (Qv), y de la partición de las moléculas del soluto entre el
plasma y el contenido vesicular (); el producto Qv es equivalente al producto de la
permeabilidad por el área superficial (PA), de la descripción del transporte por difusión.
misma forma que las arteriolas y vénulas. Los vasos linfáticos tienen válvulas internas que
dirigen la linfa centralmente y drenan hacia los conductos linfáticos. La fuerza propulsora
nace de las pulsaciones arteriales y movimientos tisulares (contracciones musculares,
movimiento respiratorio y de los miembros).
La propulsión de la linfa necesita muy poca energía: las presiones son bajas (1a 2 mm de
Hg) y las velocidades del fluido son lentas. Los largos vasos linfáticos tienen paredes finas,
con células musculares lisas cuyas contracciones ayudan a impeler la linfa.
Fig. 4. Influencia del tamaño molecular y del flujo linfático en la relación de la concentración
linfática de las grandes moléculas con respecto a la plasmática (Cl/Cp). Las flechas A, IgG, e IgM
indican el radio molecular de la albúmina, inmunoglobulina G (" globulina"), e inmunoglobulina
M (2 macroglobulina). 1 A = 0,1 nm. Las mediciones fueron hechas en intestino de gato. El flujo
linfático menor corresponde a un valor normal; los mayores se obtuvieron aumentando la presión
venosa portal.