Había una vez unas ballenas jorobadas que convivían armoniosamente y salieron del mar

para conocer a los venados, pues en toda su vida quisieron ver uno.

Buscaron y buscaron sin descanso hasta que por fin lograron encontrar uno. Se emocionaron
mucho pues habían logrado cumplir su gran sueño de conocerlo.

Sin embargo, luego de encontrarlo, se dieron cuenta de que alguien apuntaba directamente
al venado por detrás, con una escopeta. Eran unos cazadores inconscientes e irresponsables
que en forma indiscriminada iban extinguiendo la vida de estos maravillosos seres. Las
ballenas se asustaron porque no querían que lo matasen, ya que deseaban con muchas ansias
saber más sobre ellos y además poder llegar a ser grandes amigos.

De pronto la escopeta giró y ya no estaba apuntando hacia el venado sino hacia ellas.
Entonces, cuando se dieron cuenta, se arrastraron rápidamente hacia el mar, nadaron y
nadaron con mucha prisa hasta llegar al fondo del océano. Al día siguiente se acercaron
temerosas, a ver si el venado estaba ahí, pero se dieron con la sorpresa que el cazador aún
las estaba esperando, pues decidió quedarse a dormir aquella noche en la isla.

Cuando las ballenas empezaban a asomarse a la orilla vieron al cazador dormido, regresaron
al mar a pedir ayuda a los demás peces. Entre todos, pusieron una trampa para el inhumano
cazador, lo encerraron en su propia malla o red de pescar. El cazador al verse atrapado y
sentir en carne propia el dolor de estar así, pidió disculpas a las ballenas y a todos los
demás peces y prometió nunca más volver a querer a lastimarlos. También buscó al venado
para disculparse y así llegaron todos a convertirse en buenos amigos.

Las ballenas pudieron conocer más a los venados y así cumplieron por fin su gran sueño.

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Había una vez unas ballenas jorobadas que convivían armoniosamente y salieron del mar
para conocer a los venados, pues en toda su vida quisieron ver uno.

Una de las ballenas buscó a la orca Marbella, ella tenía el poder de convertirlas en animales
de tierra, pero el problema era que… a pesar de que la buscaron, no lograron encontrarla y
se estaban dando por vencidas de que aquel sueño se pudiera cumplir.

Pero, de pronto, escucharon una voz que les dijo: -Yo puedo ayudarlas. Las ballenas
voltearon a ver quien les hablaba y se dieron con la sorpresa de que era un hermoso gallito
de las rocas, quien les dijo que conocía el lugar donde se encontraba la orca Marbella y que
él las ayudaría con la condición de que lo ayuden a encontrar a su familia y después les daría
el camino a seguir para encontrar a la orca.

Las ballenas aceptan y acompañan al gallito de las rocas a encontrar a su familia, así que
éste ayudó a las ballenas a encontrar a la orca Marbella y así terminaron todos felices para
siempre.

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Había una vez unas ballenas jorobadas que convivían armoniosamente y salieron del mar
para conocer a los venados, pues en toda su vida quisieron ver uno.

Y al salir encontraron mucha basura y vieron a muchos animales marinos muertos y

enredados en ella. Las ballenas se pusieron tristes, vieron a un grupo de personas que
quisieron ayudarlas para que cumplieran su sueño de ver a los venados.

Las ballenas se dieron cuenta que ellas solas no podrían y necesitaban la ayuda de aquellas
personas para cumplir su sueño y tener un hábitat limpio porque algunas personas no eran
conscientes de lo que podía pasar en el planeta si se seguía contaminado.

Sin embargo, ellas nunca se rindieron y siguieron soñando con ver su hábitat sin basura ni
contaminación.

Hasta que un día por el amanecer las ballenas observaron que su hábitat soñado se convirtió
en una hermosa realidad gracias a que un porcentaje de personas recapacitaron y se
reunieron para hacer felices a las ballenas de ver a los venados.

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Había una vez unas ballenas jorobadas que convivían armoniosamente y salieron del mar
para conocer a los venados, pues en toda su vida quisieron ver uno.

Se reunieron todas y nadaron rápidamente por la emoción de conocerlos. Al llegar a una isla
se percataron de que llegaron a la isla de los venados y monos.

En ese momento los recibieron dos monos guardianes los cuales les preguntaron: ¿Qué
hacen en este lugar tan solitario al que nadie viene? Las ballenas les respondieron: Venimos
a ver a los hermosos venados, ya que siempre hemos querido ver uno.

Y en ese momento los monos se preguntaron: ¿Cómo podrán sobrevivir en la tierra ya que su
hábitat es el mar? Si, podremos, seguiremos el camino del agua, respondieron las ballenas.

Después, los monos guardianes llevaron a las ballenas hacia donde estaban los venados, pero
cuando los encontraron un cazador se los había llevado en un bote. Las ballenas nadaron
muy rápido y con su cola hicieron una gran ola que hizo volar por los aires al cazador y así
liberaron a los venados.