Está en la página 1de 3

LA

GRAN
AVENTURA
SUBMARINA
POR

NELLY VANESSA MARTELL VARGAS

LA GRAN AVENTURA SUBMARINA


Una vez Felipe la tortuga se alejó de su mamá y tenía
mucho miedo de nadar sólo en el mar. En su camino se
encontró con Teo el tiburón, que un gran sustó le pego al
mostrarle todos sus dientes, que casi se desmayó. Teo lo
calmo y le contó que también se había perdido y buscaba
a su mamá y juntos se fueron a recorrer el mar.
Viajando vieron icebergs helados y a las focas nadar.
Comieron mucho pescado y algas, pero nadie información
les pudo dar.
Luego se fueron cerca de una isla donde el frío se
pudieron quitar y se encontraron con una gaviota que los
quería ayudar.
Ella recorrió el océano por los aires buscando a sus
mamás, preguntando a otras gaviotas si las habían visto
pasar.
Como nadie las había visto se pusieron a llorar y
encontraron a unos delfines y les preguntaron:
- ¿ Dónde más podemos buscar?
Y los delfines juguetones al arrecife los mandaron a
buscar.
Al llegar al arrecife las buscaron como desesperados,
pero no las encontraron y las medusas bailarinas les
dijeron como llegara a otro arrecife de coral.
En el camino se encontraron a Rosita una joven
ballena, quien les dijo que en un barco abandonado se
reunían los animales que buscaban a alguien.
Se fueron con Rosita quien los guió al barco, pero en el
camino una tormenta los atrapó.
Cuando paso la tormenta vieron a su amiga la gaviota
que les contó, que le dijeron que unas mamás perdidas
estaban en el barco hundido y que fueran a buscar.
Armados de valor se fueron al barco a buscar a sus
mamás, pero tenían mucha hambre y en el camino se
detuvieron a comer para tener fuerzas.
Con la panza llena nadaron hasta el barco, habían
muchos peces y no se podían acercar.
Gritaron con todas sus fuerzas el nombre de sus
mamás y al ver su tristeza todos los comenzaron a ayudar.
Al fin aparecen sus mamás llenas de felicidad,
dándoles muchos abrazos y besos, y regañándolos por
alejarse de ellas.

FIN

También podría gustarte