Está en la página 1de 13

Había una vez un valle maravilloso de majestuosos montes,

frondosos bosques y un río de aguas limpias lleno de peces y


tortugas.
En cierto tiempo, una tormenta terrible azotó el valle, tan
devastadora fue que arrancó árboles, deshizo montes y la
fuerza de su agua arrastró a los peces y a las tortugas casi
hasta llegar al mar.
Hubo algunos animalitos que lograron sobrevivir agarrándose
de donde pudieron … y sólo los peces más fuertes y las
tortugas más suertudas consiguieron permanecer en el valle, a
pesar de la embestida del mar.
Todos los que se quedaron enfadados por haber perdido a sus
seres queridos y sus hogares tal y como los habían conocido
decidieron marchar furiosos a la cueva donde sabían que
estaba el duende que gobernaba el valle a pedir explicaciones,
todos menos los peces que no podían nadar rio arriba porque
la corriente seguía siendo muy fuerte.

El duende, que normalmente era bueno, pero de vez en cuando


se ponía reír a carcajadas y demasiado feliz y hacía unos líos
tremendos en el valle.
Aquel día se había despertado contento.

A ver la pena de todos los seres del valle se compadeció de


ellos y decidió conceder un don al primero de los seres que lo
pidiera.
Entonces el duende les entregó a toda su especie aletas y
fuerza para nadar contracorriente para poder volver a sus
hogares aunque las aguas los arrastrara hacia el mar.. y pensó
que con ello el trabajo estaba ya estaba terminado.

Pero había un problema… muchos de aquellos peces habían


acabado en el mar y ahora no sabían cómo regresar, tristes y
afligidos deambulaban en bancos, todos juntitos, sin saber a
dónde ir y echando mucho de menos su hogar en el río, en el
valle.
Tenían aletas y fuerza para nadar contracorriente sí, pero no
le servía de mucho, por no decir que no le servía de nada.

Están muy desmotivados y alicaídos hasta que un día un


tiburón casi se los zampa a todos de un bocado. Entonces se
dieron cuenta de que era urgente encontrar el camino de
vuelta a su hogar que en el río, en el valle---¡ allí no había
tiburones!!!,

Corrieron todos juntos a preguntar a todos los seres del mar


el camino hacia el valle, preguntaron a las estrellas de mar, a
las rayas, al plactón, a las algas, corales, erizos, borgonias, a
todos… y todos le respondieron lo mismo:
“¿Queréis llegar a un río en el valle? ¡ eso es imposible!

Claro, ¿que les iba a decir a aquellos seres que jamás en su


vida habían visto el río del valle?.

Pero los peces del río no se dan por vencidos porque ellos
sabían que era posible…. había vivido en aquel valle todo ese
tiempo.
Recorrieron durante años todos los rincones del mar hasta que
un día en uno de aquellos rincones encontrar una corriente de
agua dulce.

Locos de contento subieron a contracorriente de ella con sus


aletas y su fuerza y lograron llegar al río en el valle donde se
reencontraron después de tanto tiempo con tus seres
queridos.

Pero, oh, seguían teniendo un problema cuando volvieran a


diluviar volverían al mar y tardaría años en regresar al valle.
Entonces decidieron ir a visitar al duende la cueva explicarle
que su don funcionaba pero solo a medias
El duende volvía a estar contento, y pensó que tal vez les
hubiera hecho un lío a los pobres peces dándoles un don que
funcionaba sólo regular.

Decidió arreglarlo poniendo un mapa mágico en la cabecita de


todos y cada uno de los peces del río para que siempre
supieran regresar a su hogar.
 
A veces, personas a nuestro alrededor nos dicen lo imposible
que es nuestro sueño, meta, objetivo o propósito.
No es que en realidad lo sea; es que ellos se ven incapaces.

Este cuento esta inspirado en un precioso video. (PECES


NADAN CONTRA LA CORRIENTE HACIA LA SIERRA
NEVADA.)

También podría gustarte