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INTRODUCCIÓN

“Un tema bastante sensible en el sistema de la administración justicia es la

exigencia de imparcialidad, que junto a la independencia y la competencia son

derechos fundamentales de los ciudadanos”. “Sobre esta situación se ha escrito

bastante porque la desconfianza en el sistema hace que cada vez más se tenga

que definir, con mayor claridad, la manera como se desarrolla esta garantía”

“La imparcialidad del juez y sus diferentes grados y matices especialmente en

la etapa de ejecución”.

“Imparcialidad subjetiva, garantiza que una persona no sea sometida a un

proceso o procedimiento en que el juez, llamado a decidir sobre la cuestión

litigiosa, tenga algún tipo de compromiso con alguna de las partes o con el

resultado del conflicto”.

“Imparcialidad objetiva, consistente en la influencia negativa que puede tener

en el juez la estructura del sistema, restándole imparcialidad”.

“La imparcialidad, según la Corte Interamericana de Derechos Humanos, se

desarrolla cuando el juez, en una contienda particular, se aproxima a los hechos

de la causa, careciendo de manera subjetiva”, “de todo prejuicio y, asimismo,

ofreciendo garantías suficientes de índole objetiva que permitan desterrar toda

duda que el justiciable o la comunidad puedan albergar respecto de la ausencia

de imparcialidad”.
“En ese mismo sentido, Montero Aroca nos dice que la imparcialidad implica,

necesariamente, ausencia de designio o de prevención en el juez de poner su

función jurisdiccional al servicio del interés particular de una de las partes” (…) “la

imparcialidad se quiebra cuando el juez tiene el designio o la prevención de no

cumplir realmente con esa función, sino que, incumpliendo con ella, puede

perseguir en un caso concreto servir a una de las partes”.

“Esta posición de neutralidad implica un compromiso de respeto hacia las

partes, por lo que crear desajustes durante el proceso que inclinen la balanza a

favor o en contra será perjudicial para credibilidad del sistema de justicia”.

I. “Delimitación del tema”.

Al inicio del proceso judicial laboral, civil o de familia, hay dos hipótesis: la

que plantea el demandante y la planteada por el demandado” (esto mismo ocurre

con la contradicción). Las dos son “verdades” y “pertenecen a la pretensión que

vincula especialmente a las partes desde una visión particular y privada; y cuando

esta se judicializa se convierte en pretensión procesal”. “Para el Tribunal

Constitucional, la pretensión procesal está conformada por la causa petendi”

(fundamentos de hecho) y por el petitum (petitorio, que es objeto de la

pretensión). “Tal vez falte agregar en la causa petendi los fundamentos de

derecho que son la cobertura donde tienen soporte las hipótesis fácticas”.
“Esta vez quiero ingresar a un tema bastante movedizo y preguntarme qué

pasa cuando un juez, a través de la sentencia, ya resolvió el conflicto o aclaró la

incertidumbre jurídica”, y “entonces luego de las impugnaciones se pasa a la

siguiente etapa de ejecución” (que corresponde propiamente a la implementación

de la resolución final).

“Como colofón de esta parte quiero decir que el concepto de interés, tiene

varias acepciones, pero que dichas en los pasillos de justicia por un magistrado

pueden ser” “criminal”, y hasta “diabólico”, “porque parece que los jueces, cuando

administran justicia” “no tienen interés alguno”. “Más aún si miramos sólo

literalmente el diccionario de la RAE, nos trae los siguientes conceptos”:

1. m. “Provecho, utilidad, ganancia”.

2. m. “Valor de algo”.

3. m. “Lucro producido por el capital”.

4. m. “Inclinación del ánimo hacia un objeto, una persona, una narración”, etc.

5. m. pl. Bienes

6. m. pl. “Conveniencia o beneficio en el orden moral o materia”

“No debe asustarnos esta mirada somera del concepto. Es un error

grave decir que el juez no tiene un interés dentro de un proceso”. “Considero

que sí tiene un interés, pero es un interés institucional que será necesario

conocer para fortalecer la administración de justicia”. “Sobre el particular poco

se ha abordado y, por ejemplo, el Tribunal Constitucional, en una referencia


breve ha hecho esa diferenciación con relación a las normas jurídicas: las

normas cuestionadas” “determinan una diferencia objetiva y razonable de

interés institucional, que debe primar sobre los intereses particulares”

“El interés particular es lo que las partes del proceso quieren que se

materialice, en cambio el juez pretende el interés institucional que fortalece la

administración de justicia al resolver íntegramente el conflicto”.

II. “Reflexiones sobre qué sucede cuando termina la parte cognitiva en el

proceso judicial”.

“Mientras está en hipótesis el debate de las pretensiones, el juez tiene que

mantener una imparcialidad” (fíjese en la intensidad) “tal que le permita admitir,

actuar y valorar todas las pruebas que sustentan las pretensiones del catálogo

probatorio de cada uno, de cargo o descargo”.

“Pero una vez determinada la causa a través de la sentencia, el juez ya se

formó un criterio y sabe qué pretensión se ha estimado como fundada y, en

consecuencia, pasará a la siguiente etapa donde deberá hacer realidad lo

resuelto en la sentencia” (aquello que favorece al vencedor). “El problema que se

tiene en la etapa de ejecución es saber si el juez mantiene esa misma intensidad

de imparcialidad demostrada al inicio del proceso” (en la parte cognitiva) o “varía

al implementar los derechos del ganador del proceso”.


“Esta situación conceptual es crucial por cuanto a veces los jueces creen

que la imparcialidad sigue un concepto lineal y no advierten de los cambios a lo

largo del desarrollo del proceso”. “Una actitud pasiva en la etapa de ejecución

puede dibujar a un juez en las” “graderías” viendo cómo se desarrolla la “lucha”

entre las partes; “pero esa visión poco activa en la etapa de la ejecución conlleva

y contribuye a incrementar las sentencias incumplidas deviniendo en un

descrédito del Poder Judicial”.

“En la etapa de ejecución el juez debe ser más vehemente y, en algunos

casos, de sobremanera, como en las causas laborales, cuando el empleador

busca esconder su patrimonio y al juez le corresponde destrabar los fraudes o

simulaciones” “para lograr que el trabajador cobre sus créditos laborales; o en

temas de familia, a través del interés superior del niño, proteger en forma

reforzada al niño o a la madre gestante”.

“No digo que en la etapa de ejecución el juez deje de ser imparcial, no”. “La

óptica es que al haberse institucionalizado el derecho del ganador del juicio, se ha

definido que su pretensión se ajusta a derecho y, en esa línea, el juez tiene que

hacer todo lo que está a su alcance como para lograr que lo decidido en la

sentencia sea una realidad para el vencedor”.

“Parece una situación inusual e intrascendente hacer esta reflexión, pero

resulta fundamental para lograr que los jueces dejen de ser” “neutrales” sobre la

“pretensión institucionalizada”, “debido a que ya está definido el conflicto y ahora


toca su implementación. En esta etapa no estamos ante un derecho particular del

ganador”, “sino que ya se encuentra adoptado por el sistema de justicia, la justicia

adoptó como propio la realidad planteada como hipótesis”. “Si bien beneficia al

ganador contribuye a fortalecer el interés institucional del sistema de justicia”.

“Se puede manifestar que el interés subjetivo de la parte demandante al

estar recubierto con el proceso judicial y la tutela” “se convierte en un interés

objetivo de la administración de justicia en consecuencia hacerla realidad es parte

de su obligación. Este interés al que nos referimos está muy ligado a la tutela

jurisdiccional efectiva”.

III. “Cómo se hace el trasbase de la parte cognitiva a la parte ejecutiva”

“Siempre me ha parecido que la imparcialidad judicial, tan marcada en la

etapa cognitiva del proceso judicial, no es la misma cualitativamente en la etapa

de la ejecución de la sentencia”. “Así, pues, pretendo en este análisis sustentar

que sus variaciones son relevantes para mejorar la imagen del Poder Judicial”.

“En la etapa de la ejecución ya existe una determinación del conflicto o está

descifrada la incertidumbre, por lo que corresponde su implementación”.

“Además, está claro que el interés institucional del juez de hacer realidad los

derechos del ganador en el proceso, hace más creíble la justicia y la legitima”.


“Entonces, en esta segunda etapa hay un interés manifiesto del juez que le

exige hacer realidad lo resuelto en favor del ganador, pero ese interés no es el

mismo que corresponde al demandante”. “De seguro al demandante le interesa el

cobro del crédito laboral adeudado”, “pero al juez le interesa que ese cobro se

realice, no porque tiene intereses crematísticos sino porque de esa manera

implementa todo una política pública de respeto a las sentencias judiciales”, “que

los empleadores cumplan con el pago de sus empleados y que los ciudadanos

tengan en la justicia a un gran aliado para desterrar cualquier abuso o

arbitrariedad de los particulares y hasta del propio Estado”.

“En la primera etapa” (cognitiva) “existe una imparcialidad bastante dura

para equilibrar las armas del derecho y del proceso a las partes del conflicto; en

cambio, en la segunda parte”, “ya la incertidumbre cesó y, en consecuencia, no

se puede exigir esa misma imparcialidad” (en la intensidad) al juez, “por cuanto

este debe implementar la sentencia del ganador del juicio que ya no es el interés

de la parte sino que es un interés institucionalizado”.

“Así, la imparcialidad que se le debe exigir al juez tiene una connotación

cualitativa diferente, que será básica para dar legitimidad a la administración de

justicia, debido a que si no se encuentra en el juez”, “a un funcionario dispuesto a

que las sentencia se cumplan se abriría un nuevo espacio de debate y

discusión” “secula seculorum” “haciendo que se retrotraiga lo ya decidido, que

goza de la plena garantía de la cosa juzgada”.

IV. “La etapa de la ejecución como imparcialidad” sui generisis


“Considero que con la etapa de la ejecución hay un quiebre cualitativo en el

juicio y que terminada con la sentencia se pasa a una siguiente etapa, que ya no

tendrá la misma connotación que la parte cognoscitiva”:

(…) “tras el reconocimiento del derecho a la ejecución de las sentencias, no

sólo está el derecho subjetivo del vencedor en juicio, sino también una cuestión

de capital importancia para la efectividad del” “Estado democrático de derecho”

que proclama la Constitución. (…) “cuando un tribunal de justicia emite una

resolución, y ésta adquiere firmeza, con su cumplimiento no sólo se resuelve un

conflicto” y “se restablece la paz social, sino, además, en la garantía de su

cumplimiento, se pone a prueba la sujeción de los ciudadanos y de los poderes

públicos al ordenamiento jurídico”.

“En ese nivel de ejecución de la sentencia, ya existe un ganador y un

perdedor del proceso o eventualmente un ganador de una parte de la pretensión”.

“Hablando claro diremos que en la etapa de la ejecución el juez procede a

implementar los derechos del ganador y no sólo debe hacerlo con” “buenas

intenciones” “sino que debe operar con mandatos coercitivos y coactivos, es decir

a través de la persuasión pero continuar el ius imperium de la fuerza del derecho

hasta lograr el objetivo”; “porque resulta siendo un mandato al propio magistrado,

a las instituciones del Estado, a la sociedad y a todos las partes procesales para

que contribuyan a hace realidad lo resuelto en la sentencia”. “A esta obligación

se encuentran vinculadas desde el Presidente de la República como se puede

notar del artículo 118 inciso 9) de la Constitución Política del Estado”: “Cumplir y

hacer cumplir las sentencias y resoluciones de los órganos jurisdiccionales”.


“El Tribunal Constitucional abordó con dureza esta parte de la ejecución y

creo que el suelo movedizo lo ha emparejado, cuando se ha referido que la tutela

jurisdiccional efectiva”:

“(…) “comprende, entre otras cosas, el derecho a la efectividad de las

resoluciones judiciales, es decir que el fallo judicial se cumpla y que al

justiciable vencedor en juicio justo y debido” “se le restituya su derecho y se

le compense, si hubiere lugar a ello, por el daño sufrido; y que no sólo

quienes hayan resultado vencidos en juicio cumplan todos los términos señalados

en la sentencia firme”, “sino también que se imponga deberes al juez y, en

particular, a aquellos que están llamados a ejecutar lo resuelto en una sentencia

con calidad de cosa juzgada”.

“Se entiende que la implementación que realice el juez no debe ser abusiva

ni arbitraria sino que debe hacerse respetando los derechos que corresponde”,

“logrando destrabar razonablemente en los casos que el vencido en su afán de

protección se niega a dar cumplimiento voluntario”, “en cuyo caso se abre la

puerta de la ejecución forzada donde existe una infinidad de posibilidades para

lograr activar el ius imperium para que el ganador logre lo que la sentencia ha

decidido”.

V. “La imparcialidad renace en la ejecución cuando se abren situaciones

pantanosas”

“Es cierto que pueden existir algunos asuntos no muy claros en la etapa de

ejecución, sin embargo, aún en estas situaciones difíciles”, “ya no es la misma la


intensidad de la imparcialidad”. “Es cierto que se debe garantizar que no prospere

la arbitrariedad y el abuso pero las armas del derecho deben estar listas para

hacer efectivo los derechos del vencedor clarificando aquello que puede estar

confuso pero ya no hay marcha para atrás, es imposible”. “Tal vez puede

resolverse aclarando situaciones pero indudablemente ese campo es

momentáneo y el juez estará siempre con el interés de lograr” “que el ganador no

sólo sea formal sino también lo sea en lo material y ahí recién la justicia logra

tener mayores elementos de confianza en la ciudadanía”.

“A esta aseveración debo hacer dos necesarias aclaraciones”

 “La primera estará referida al proceso de nulidad de la cosa juzgada

fraudulenta planteada en el artículo 178 del Código Procesal Civil, que

resulta siendo un mecanismo terapéutico adecuado para aquellos

procesos donde el juez tienen graves cuestionamientos de parcialidad

sobre el interés particular de una de las partes, que no es el caso que

venimos debatiendo”.

 “La segunda cuando la ejecución judicial no puede implementarse por

situaciones que el sistema jurídico los ha contrapuesto con otros valores

de mayor relevancia, señalando que son inejecutables. Un caso típico lo

encontramos cuando el Parlamento hizo la modificación constitucional

de los derechos adquiridos en el sistema pensionario”. El Tribunal

Constitucional expresó: «La reforma constitucional (…), “derogando la

teoría de los derechos adquiridos en materia pensionaria y

proscribiendo la posibilidad de utilizar la nivelación como sistema de

reajuste pensionario” (…) “Así las cosas, no es que la reforma


constitucional acarree la nulidad de resoluciones judiciales ni mucho

menos que desconozca el principio de cosa juzgada”. “Lo que ocurre es

que algunos de los fundamentos jurídicos que condicionaron que las

resoluciones judiciales” (…) “han sido modificados, e incluso,

expresamente proscritos constitucionalmente” (…). En consecuencia,

han devenido en inejecutables»


VI. REFERENCIAS

STC 06149-2006-PA/TC, ff. jj. 54 a 57.

Sentencia Corte Interamericana de los Derechos Humanos de 17.11.2009

(Fondo, Reparaciones y Costas), caso Barreto Leiva vs Venezuela, f. 98.

GACETA JURÍDICA, Los Principios Regístrales; ed. Abril 2000, Lima 38

pp.

GUEVARA MANRIQUE, Rubén; Derecho Registral; 2da ed. 1986, Lima,

Ojeda 760 pp.

PALACIO PIMENTEL, H. Gustavo, Manual de Derecho Civil,

2da edición, 1985, Lima, Ojeda, 707 pp. Tomo

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