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el profanador de textos

GA062:10 Rudolf Steiner

BM051a Los cuentos a la luz


de la investigación
edición con párrafos numerados para estudio

espiritual Berlín, febrero 6, 1913

P uede parecer atrevido comentar los cuentos a la


luz de la investigación espiritual. Una de las difi-
cultades es el tema, pues las fuentes de donde emana
que las explicaciones y comentarios sobre poesía
destruyen la impresión estética directa, es decir, la
impresión vital inmediata que nos produce cuando
y por la otra, hay una experiencia que parece neutra-
lizar también el segundo reparo. Precisamente por
tener que buscar a tal profundidad las fuentes de la
la atmósfera cuentística, la verdadera vena, hay que se le permite simplemente influir sobre uno mismo composición y del estado íntimo del cuento, se llega
buscarlas a tal hondura del alma humana, que los de modo elemental; con tanta mayor razón debe al convencimiento, según nos enseña la experiencia,
métodos de investigación espiritual que, en repetidas evitarse recurrir a las explicaciones acerca de algo tan de que la explicación científico-espiritual es algo
ocasiones describo, han de recorrer largos y com- fino e infinitamente mágico como esa otra poesía que roza tan suavemente esas fuentes, que no sólo
plicados caminos hasta dar justamente con aquellas que surge en forma de cuento, de manantiales tan no las prostituye, sino al contrario; lo significativo y
fuentes. Esos manantiales de los que fluye el verda- profundos y aparentemente insondables como son profundo del alma humana, de donde fluye el estado
dero, el auténtico temple cuentístico, perdurable a los de la sensibilidad popular o de la individual. Al íntimo del cuento, es de tal naturaleza que se tiene
través de todos los siglos de la evolución humana querer aplicar la facultad del juicio a esa emanación la intuición, de que todo lo que contiene a cada mo-
como un eco de magia, se hallan más profundos de fundamental del alma humana que es el cuento, es mento, es tan nuevo, tan individual y tan original
lo que suele suponerse. realmente, como si se destruyera la floración de una para el alma humana, que uno quisiera expresarlo
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La segunda dificultad ante lo mágico de los planta. como si todo eso fuera una especie de cuento, ya que
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cuentos, es porque existe en alto grado el sentimien- Sin embargo parece que, por una parte, para los resulta casi imposible referirse a ello de otro modo.
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to de que el estudio y la penetración intelectual de método s de la investigación espiritual sí existe la Quizá sea un estado de ánimo completamente
su naturaleza destruirla lo elemental, la impresión posibilidad de iluminar, siquiera hasta cierto punto, natural el que alguien como Goethe, pongamos por
original, más aún, toda la esencia del efecto que el aquellas regiones de la vida anímica de las que fluyen caso, que aunaba a su actividad artística la de pene-
cuerito nos produce. Si con toda razón se estima la poesía y peculiar estado de ánimo de los cuentos, trar en los orígenes y fundamentos de la existencia,

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de textos que cuando pretendió presentar una vivencia pro-
funda del alma humana, no echó mano de análisis
teóricos, no cegó con sus investigaciones la fuente
en muchos aspectos son difíciles de proyectarse,
porque es difícil la penetración anímica de la indivi-
dualidad, pueden, no obstante, sondearse si se posee
confesiones de invierno fabulística, sino, al contrario, recurrió nuevamente el sentido necesario para captar lo que sucede en el
(¡siempre charly garcía debe estar presente!) al cuento para expresar las sublimas manifestaciones alma humana en su contacto con la vida. Se recibe
y pensamientos del alma humana. Como resultado la sensación de que un alma se halla de esta u otra
quiero a los libros —esos seres impresos en árboles tenemos el ‘Cuento de la serpiente verde y de la her- manera vinculada con un destino o con otro, cuan-
muertos (o debería decir ‘asesinados’)— con ‘sagrado’ mosa azucena,’ cuando quiso expresar, a su modo, do vive lo trágico en la forma en que se nos presenta.
respeto, pero resulta que muchas veces son inhalla- las mismas profundas experiencias anímicas que 06
Pero, más profundo que la trama de lo trágico
bles… o hallables a un precio inalcanzable. Schiller describe con mayor abstracción filosófica en son las fuentes de la inspiración y composición
por eso me convierto en ‘profanador’: ‘deshonro,’ ‘pros- sus cartas ‘Sobre la educación estética del hombre.’ cuentística. Sentimos que lo trágico, y varias otras
tituyo’ la belleza del papel y transfiero la sabiduría a este La naturaleza de lo cuentístico implica precisamente formas de lo artístico, se producen cuando vemos
nuevo ser electrónico. que la explicación y la comprensión de los cuentos a una persona de determinada edad, en un preciso
profanador, ra. es verdad: dejo sin pan a no pueden jamás destruir la vena creadora, pues periodo de su vida, expuesta a los golpes del desti-
(Del lat. profanãtor, -ōris). quien lo creó. pero comple-
1. adj. Que profana. U. t. c. s. el que penetra en ella por la vía de la investigación no. Cuando contemplamos una tragedia, hemos de
to su más profundo deseo: espiritual, se encuentra con algo muy singular. presuponer que esa persona se halla conducida a las
profanar. difundir su conocimiento. Necesitaría muchas conferencias para decir todo lo circunstancias trágicas a causa de su propia experien-
(Del lat. profanãre). (a mi tampoco me conven- que bien quisiera yo decir acerca de la esencia del cia individual, y tenemos el sentimiento de que el
1. tr. Tratar algo sagrado sin cen estas ‘razones,’ son cuento. Me limitaré, pues, hoy a algunas alusiones y objetivo es tratar de comprenderla, con sus expe-
el debido respeto, o aplicarlo puro bla, bla, bla.) resultados de investigación. riencias particulares. Tanto en la tragedia como en
a usos profanos. el diseño apaisado es para 05
2. tr. Deslucir, desdorar, des- Lo que encuentra quien penetra en las antedichas cualquier obra de arte, se nos presenta un restringido
honrar, prostituir, hacer uso
que sea fácil leerlo en el fuentes, mediante la investigación espiritual, es que aspecto de lo humano.
indigno de cosas respetables. monitor de la computadora estas se hallan en el alma humana a una hondura 07
Pero al aproximarnos en actitud comprensiva a la
o impreso en hoja A4, muy superior a la que existe en los manantiales de composición y la vena cuentística, otro es el senti-
Real Academia Española © simple o doble faz. a fin de creación y de espiritual delectación de las obras de miento que experimentamos, precisamente porque
Todos los derechos reservados cuentas, millones de libros arte, por admirables que sean, como por ejemplo, el efecto de su contenido sobre el alma humana, por
han sido leidos ‘fotocopia- en las mejores tragedias. Sin duda es la tragedia ser parte de las influencias inconscientes, es elemen-
dos’ en ese formato. (en la que nos ofrece lo que anímicamente podemos tal y originario. Pero si intentamos intuir lo que el
realidad, los más benefi- experimentar ante los poderes del destino grandioso cuento significa, nos sentiremos inclinados a darnos
ciados son los que venden y gigantesco, pues eleva al hombre a la par que le cuenta que ese significado corresponde a aquello a
recargas de cartuchos.) tritura. Las emociones trágicas proceden de ese des- lo que el hombre puede verse orillado, impulsado
tino y de su descripción, pero en tal forma que nos en una determinada situación vital, que no es un
elprofanadordetextos@
yahoo.com permite decir: los enredos y la trama que se teje y se círculo limitado de la experiencia humana, sino algo
desteje a través de la tragedia, se hallan manifiestos tan profundo en las vivencias anímicas que llega a
primera pedeeficación: en relación con el mundo exterior en determinadas alcanzar generalidad humana. No podemos decir
agosto 11, 2014 experiencias individuales del alma humana, y si bien que un alma cualquiera que, en una época precisa

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de su vida, se enfrente con determinada situación, se alcanzado determinado nivel, de que en las profun- sabe la vida cotidiana, y que todos experimentamos
encuentre con algo semejante, sino que el contenido didades anímicas se desarrollan permanentemente en cada una de las épocas de la vida.
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de los cuentos está tan profundamente arraigado en procesos espirituales que le son totalmente incons- Uno de esos conflictos anímicos que descubre la
el alma que el, lector lo percibe, tanto si es en la na- cientes. En la vida normal y ordinaria, estos procesos investigación espiritual es, por ejemplo, el que tiene
rración para un niño, como para el hombre en edad espirituales que se desarrollan en las honduras del lugar diariamente al despertar, cuando el alma emer-
madura o el anciano. alma, emergen a veces en tenues experiencias oníri- ge del mundo en que se hallaba inconsciente duran-
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Lo que los cuentos expresan es algo que persiste cas, fácilmente al margen de la conciencia. Pero al te el sueño, o sea, cuando entra nuevamente en su
durante toda la vida en las más profundas expe- despertar, si existen circunstancias favorables, la per- cuerpo físico, conflicto del que nada sabe la con-
riencias anímicas, si bien es una expresión libre, y sona puede sentir como si emergiera de un mundo ciencia diaria. Lo que ignora, sin embargo, tiene ahí
frecuentemente hasta caprichosa y fantástica, de espiritual, en el que se piensa y se proyecta, en el que lugar todos los días, en lo profundo del alma, y es
la vivencia que en él subyace. El goce estético y algo sucede en las profundidades insondables de la un combate del que incluso el investigador espiritual
artístico del cuento hállase tan distante tal vez para existencia, parecido ciertamente a los acontecimien- puede vislumbrar muy poco; es una lucha que encie-
el alma de lo que representa la vivencia anímica tos del día e íntimamente relacionado con nuestra rra en si lo que podemos denominar la contienda del
interior —podemos arriesgar la comparación— esencialidad, pero que permanece oculto en la vida alma limitada en sí misma, viviendo en sí misma, y
como la sensación de un sabor en la lengua dista de diurna consciente. buscando solitaria el camino del espíritu, enfrentada
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los procesos ocultos por los que pasa el alimento en Cuando el investigador espiritual ha logrado cier- con las gigantescas fuerzas de la existencia natural,
el organismo, para contribuir a su integración. Lo to progreso, y puede llevar a cabo algunas experien- esas mismas fuerzas que encontramos también en la
que sucede con ese alimento se substrae, en prin- cias en el mundo de las entidades y los hechos del vida exterior, y ante las que nos sentimos humanos
cipio, a la observación y al conocimiento: lo que el espíritu, frecuentemente le ocurre algo parecido. Por débiles y desamparados, como cuando el trueno y el
hombre retiene es el deleite del sabor. Ambas cosas mucho que ahonde aparece como si tan sólo hubiera rayo se yerguen ante uno.
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parecen tener, a primera vista, muy poco en co- llegado a las orillas de un mundo del que alcanza a Aunque todo esto se presente ante el hombre en
mún y nadie es capaz de deducir por el sabor nada percibir los procesos procedentes de la más profunda forma tan portentosa como ciertos raros fenómenos
acerca de la tarea que le incumbe en los procesos inconsciencia, y acerca de los que se dice a sí mismo: naturales, es insignificante ante la lucha que en lo in-
vitales del organismo humano. Del mismo modo, estos procesos se hallan relacionados con tu esencia, consciente tiene lugar al despertar, es decir, cuando
lo que el hombre experimenta como goce esté tico y tu puedes percibirlos, sin que se te entreguen por el alma que vivía entregada a su elemento propio, se
del cuento, se aparta mucho de lo que sucede en el completo, casi como espejismo que parece ante tu ve obligada a unirse con las energías y las substancias
alma humana, en las profundidades de lo incons- vista interior. del cuerpo puramente natural, en el que se intro-
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ciente, cuando a ella se une lo que la narración He ahí la más singular experiencia, ese vislumbre duce para,recurrir de nuevo a los sentidos, regidos
vierte e irradia: simplemente experimenta una ne- en lo insondable de las concatenaciones espiritua- por las leyes naturales, y a los miembros del cuerpo,
cesidad inextinguible de que circule la materia del les dentro de las que mora el alma misma. Si nos en los que también entran en juego aquellas le yes.
cuento por sus venas espirituales, del mismo modo detenemos ante determinados procesos anímicos El sumergirse en lo puramente natural es como una
que el organismo la tiene, en lo que corresponde a íntimos, llegamos a la conclusión, por ejemplo, de nostalgia anímica, nostalgia que se satisface a cada
las substancias nutritivas. que conflictos que afectan profundamente al hom- despertar, pero que es, al mismo tiempo, como un
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Cuando recurrimos a los métodos de la investiga- bre, son relativamente fáciles de captar en las obras retroceso tembloroso, como un sentimiento de des-
ción espiritual para penetrar en los mundos tras- de arte, como la tragedia; y que, en cambio, no es así amparo ante el eterno contrario, ante lo puramente
cendentes o superiores, llegamos al conocimiento, en los conflictos humanos generales de los que nada natural que rige la exterioridad corpórea, dentro de

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la que despertamos. Por raro que parezca, diaria- soñar, sino también en la vigilia. En realidad, el a saber: que el hombre primitivo, en la aurora de su
mente se desarrolla tal lucha en las profundidades sueño satura siempre al alma, si bien el individuo no evolución, poseía una cierta clarividencia original.
del alma humana, aun cuando sea inconscientemen- se da cuenta de ello, porque la conciencia de vigilia Esa aprehensión del mundo, normal del alma hoy
te. Aunque el alma no sepa lo que está sucediendo, sofoca, por ser más fuerte, a la onírica. Así como se día en estado de vigilia, o sea, el recibir las impre-
el combate tiene lugar a cada nuevo amanecer; y opaca una luz más débil por la acción de otra más siones sensoriales causadas por estímulos externos,
continúa bajo la impresión de esa lucha, a través de brillante, así la conciencia diurna ahoga este sueño y vinculadas a la conciencia moderna por medio del
toda su integridad, de todas sus propiedades; a través ininterrumpido que se prosigue incluso durante la entendimiento, de la razón, del sentimiento, y de la
de toda su esencia y del matiz individual de su modo vida diurna normal, pero que subsiste en todo mo- voluntad, es únicamente característica del presente.
de ser. mento en el fondo del alma. El hombre, pues, sueña Hemos llegado a ella por la evolución de estados de
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Algo más tiene lugar en las profundidades aní- siempre, aunque de ello no esté consciente, y de la conciencia más antiguos, estados que eran más bien
micas, y que la investigación espiritual vislumbra: profusión de los sucesos que ocurren en los sueños clarividentes, y así le permitían al hombre, en ciertas
es el momento de quedar dormido. Cuando el alma inconscientes, y que son infinitos en comparación condiciones intermedias entre el sueño y la vigilia,
se ha separado de los sentidos y miembros, cuando con el devenir de la conciencia diurna, emergen los percibir de un modo totalmente normal, algo de los
en cierto modo se independiza del cuerpo exterior, sueños que afloran a la conciencia, como gota de mundos espirituales; pero en forma tal que, aunque,
del mundo físico-sensorial, le invade lo que pudié- agua que se separa del amplio mar en el que se con- no pudiera todavía tener conciencia de sí mismo,
ramos llamar ‘sentimiento de su interioridad.’ Y tenía. Mas estos sueños que subsisten inconscientes, estaban aquellos sucesos, desarrollados en la profun-
entonces el alma experimenta inconscientemente constituyen una experiencia espiritual, vivencia del didad anímica y a los que hoy hemos hecho alusión,
las luchas internas que se suscitan a consecuencia de alma, en cuyas profundidades tienen lugar. Son menos distintos de su conciencia normal.
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que, ligada en la vigilia a la materia exterior, se ve experiencias espirituales hondamente ancladas en las En aquellos prístinos tiempos, el hombre veía
obligada a actuar por su vinculación con la materia regiones anímicas inconscientes, y en ellas se llevan a mejor su relación con el mundo espiritual externo a
externa. Siente que la atan nexos con el mundo sen- cabo, del mismo modo que en el cuerpo tienen lugar él; observaba que lo que le sucedía en las capas más
sorial, y los siente como obstáculos que moralmente los procesos químicos, asimismo inconscientes. profundas del alma guardaba relación con determi-
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la retienen. Un estado de ánimo moral del que no Si ahora relacionamos todas estas circunstancias nados hechos espirituales del Universo; cómo estos
pueden dar idea alguna los morales exteriores, es el con otra que ya habíamos destacado en conferen- hechos espirituales transcurrían a través de ella, y se
que se apodera del alma una vez que ha caído en el cias anteriores, podremos arrojar nueva luz sobre sentía mucho más afín con las entidades anímico-
sueño y se encuentra a solas consigo misma. Hay los aspectos ocultos que acabamos de mencionar de espirituales y con lo que ocurría en el Universo. He
otros muchos estados anímicos que se desarrollan la vida anímica. Hemos hecho notar en repetidas ahí una peculiaridad del estado clarividente primi-
cada vez que el alma se libera del cuerpo y vive una ocasiones, y especialmente en nuestra última con- tivo de la humanidad. Y así como hoy sólo en casos
existencia puramente espiritual, o sea, en este caso ferencia, que en el curso de la evolución humana muy especiales existen sensibilidades capaces de ex-
desde el momento en que se duerme hasta aquel en sobre la Tierra, la vida anímica del hombre había perimentar el sentimiento que a continuación voy a
que despierta. sufrido un cambio total. Si retrotraemos nues- describir, era muy frecuente en los tiempos remotos,
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Pero nadie imagine que lo que ocurre durante el tra mirada al lejano pasado de nuestra evolución, no sólo reservado quizás al hombre con disposición
sueño, en las profundidades anímicas, no subsiste encontraremos que el alma del hombre primitivo artística, sino hombre simple y totalmente primitivo.
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asimismo durante el período de vigilia. Un descu- tenía experiencias completamente distintas de las del Puede suceder que en las profundidades anímicas
brimiento muy interesante de la ciencia espiritual hombre actual. A ello ya nos habíamos referido, y subyazga una experiencia muy indeterminada, lo
muestra que el hombre no sólo sueña cuando cree volveremos sobre el tema en sucesivas conferencias, más indeterminada posible, que no aflora a la con-

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ciencia; una de esas experiencias a las que acabamos en su imaginación, pero que le acompaña y colabora hombre, en la infancia y en la madurez. Cualquier
de aludir, y que nada de ella asome a la vida diurna con él en las situaciones vitales más diversas. ¡Quién alma puede, por lo tanto, sentir esa reverberación, y
consciente; sin embargo, late en el alma, como existe no ha encontrado alguno de esos niños a quienes puede vislumbrar que aquello que ella experimenta
el hambre en el organismo. Y así como el hambre acompañan tales amigos invisibles, amigos que ellos sin entenderlo, o que ni siquiera eleva al nivel de
pide algo, así también ese estado de ánimo incierto imaginan presentes cuando algo les alegra, y que su conciencia, se relaciona con ese algo que, en los
pide algo, que procede de experiencias sumidas en con ellos comparten en alma y en espíritu, lo que cuentos, es para lo anímico como el alimento es para
las profundidades de lo anímico. Entonces, uno se el niño siente en este u otro caso! En el dominio el paladar. Y así, recordando afirmaciones anteriores,
siente impelido a echar mano de un cuento o de de la experiencia humana, podemos darnos cuenta el cuento representa para el alma algo parecido a
una leyenda, o tal vez, de poseer naturaleza artística, frecuentemente de los efectos nocivos que sobre la lo que los alimentos representan para el organismo
a componerlo uno mismo, y entonces se tiene la sensibilidad infantil ejerce el hecho de que el hom- que lo asimila. Es sugestivo buscar en las profundas
sensación de que todas las palabras que teóricamen- bre ‘razonable,’ al darse cuenta de que el niño alude capas anímicas la repercusión de los sucesos que nos
te podemos utilizar son sólo simple balbuceo ante a uno de esos compañeros, trate de disuadirlo de su ofrecen los diferentes cuentos. Por supuesto, que el
aquellas experiencias: así es cómo se tejen las imáge- existencia, creyendo incluso que eso es bueno para buscarlas en cada uno de los que forman parte de
nes de los cuentos. Esta saturación anímica con las el niño, sin darse cuenta que él echaría de menos a las ricas colecciones de que disponemos, sería una
imágenes de los cuentos es precisamente el alimento ese compañero del alma. Y si el niño es susceptible tarea muy prolija que nos llevaría demasiado tiem-
que satisface aquel hambre. de los estados de ánimo espirituales, esa pena puede po. Mas, tal vez, lo que descubramos en algunos
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En tiempos antiguos, toda alma era más accesi- implicar todavía mucho más: motivar en el niño un cuentos aislados, pueda aplicarse a los demás, de ser
ble a la percepción clarividente de sus experiencias estado enfermizo y lánguido. He ahí una experiencia auténticos.
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espirituales internas, y bajo determinadas circuns- absolutamente real, relacionada con lo que sucede en Tomemos otro cuento, de la colección de los
tancias, la simple sensibilidad popular, más clara- las profundidades más intimas del alma humana. hermanos Grimm: ‘La hija del molinero.’2 El mo-
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mente intuitiva que hoy, buscaba el alimento en las Sin que se evapore el aroma del cuento, podemos linero, que asegura al Rey que su hija puede trans-
imágenes que surgían de la creatividad humana, y sentir esta mencionada experiencia en el cuento de formar la paja en oro, es requerido para que envíe a
que ahora volvemos a encontrar en las tradiciones ‘El niño y el sapo,’1 de los hermanos Grimm. Se re- su hija al castillo, donde se comprobará su mágico
cuentísticas de los distintos pueblos: el alma humana fiere a una niña que come siempre con un sapo. Pero artificio. La hija llega al castillo, y allí la encierran
se sentía entonces afín con lo que es la existencia el animal sólo disfrutaba con la leche. La niña le en una habitación, con un montón de paja para que
espiritual; y al sentir, más o menos conscientemente, habla como si él fuera una persona; un día se empe- demuestre su habilidad. Cuando la joven se encuen-
la lucha interior con la que había de enfrentarse, sin ña en que el sapo tiene que comer también su pan; tra así encerrada, siente su completo desamparo y en
comprenderla, la expresaba por medio de imágenes, oye la madre la platica de la hija, se acerca y mata al esta triste situación, aparece ante ella un hombrecito
débil réplica, por lo tanto, de lo que ocurría en los animal. Tras eso, la niña empieza a languidecer, se que le dice: “¿Qué me das si te convierto la paja
trasfondos de su alma, en el pasado remoto. Con enferma y muere. en oro?” La hija del molinero le da su collar, y acto
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todo, podemos intuir que existe una relación entre el Sentimos que en este cuento resuenan estados seguido el hombrecito hila la paja y la convierte en
contenido de los cuentos y las insondables experien- de ánimo que, de verdad, se desenvuelven en las oro. El Rey queda muy asombrado de la hazaña,
cias internas. profundidades anímicas, y no sólo en determinados pero quiere tener todavía más, y le ordena a la joven
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Sabido es que el temperamento infantil llega en períodos de la vida, porque el hombre sigue siendo
ocasiones a crearse para uso propio una especie de 2
Grimm, Jakob & Wilhelm. ‘Todos los cuentos.’ ‘La hija
compañero sencillo, un compañero que existe sólo
1
Grimm, Jakob & Wilhelm. ‘Todos los cuentos.’ ‘Cuentos del molinero’ (o ‘El enano saltarín’ o ‘Rumpelstilzchen.’)
del sapo. Cuento primero.’ [KHM105] [n. del pr.] [KHM055] [n. del pr.]
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que hile más paja convirtiéndola en oro. De nuevo, siente de un modo inconsciente, experimenta sin el que lo relacione con algo que, tal vez, pudiera
la hija del molinero queda encerrada en la habita- entenderlo, todo el contraste de sí misma ante su in presentar un matiz aparentemente personal, aun-
ción, y cuando está sentada otra vez ante el montón finita misión, ante su propia ubicación en el mundo que no sea esta, en absoluto, mi intención. Pero la
de paja, vuelve a aparecer el hombrecito, que repite: de lo divino. relevancia del pequeño matiz personal nos permite
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“¿Qué me das si te convierto la paja en oro?” Ella El alma siente su propia impotencia ya al compa- comprender de qué se trata.
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le da un anillo, y el hombrecito vuelve a repetir la rarse con la de la naturaleza, que todo lo metamor- En mi ‘Ciencia Oculta’3 encuentran ustedes una
transformación. Pero el Rey insiste, quiere todavía fosea, real mente taumaturga como el alma humana descripción de la evolución cósmica. No es mi inten-
más. Y aquí tenemos, por tercera vez, a la muchacha quisiera ser. En el reino de lo consciente todavía es ción ahora insistir en ella; ya tendremos ocasión de
en la habitación y la presencia del hombrecito, pero factible salvar, con ánimo ligero, la distancia que hacerlo. Al respecto de esa evolución, me referí a que
esta vez ya no posee nada para dar. El hombrecillo le existe entre la interioridad humana y la omnisapien- nuestra Tierra misma en tanto que planeta ha pasa-
dice, entonces que cuando sea reina, le de su primer cia y omnipotencia del espíritu de la naturaleza; pero do por diversos estadios en el Universo, comparables
hijo; y ella se lo promete. Cuan do nace el niño y el en las vivencias anímicas profundas, ya no es tan a las vidas sucesivas de todo individuo. Así como el
hombrecito regresa a recordarle su promesa, la hija fácil: el alma perecería si no’ sintiera que, dentro de individuo pasa por vidas sucesivas, la Tierra ha ido
del molinero le suplica que le conceda una prórroga. su esencia perceptible, existe otra esencialidad más trascendiendo distintas etapas planetarias en la suya,
El hombrecito accede diciéndole: “Si puedes decir- profunda, con la que puede contar, y de la que re a través de diversas materializaciones. Por ciertas
me mi nombre, quedas liberada de la promesa.” La cabe decir: por imperfecta que tú seas por el mo- razones, exponemos en la Ciencia Espiritual que la
hija del molinero envía gente por todas partes para mento, esta otra esencialidad en ti es más sabia, te Tierra, antes de llegar a su existencia ‘terrestre,’ pasó
averiguar todos los nombres posibles, y también, rige y puede elevarte a un máximo poder, darte alas por una especie de existencia ‘lunar,’ y previamente a
pues, el del hombrecito. Después de varios intentos ante la visión de una perspectiva infinita en un futu- ella por una ‘solar.’ Podemos decir, por lo tanto, que
infructuosos consigue, por fin, saber que el enano se ro infinito. Y así tú llegarás a poder lo que ahora no en un pasado remotísimo tuvo lugar una existencia
llama: ‘Rumpelstilzchen.’ alcanzas todavía, pues en ti existe algo que es infini- ‘solar’ como precursora planetaria de nuestra existen-
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No existe, en verdad, ninguna otra obra de arte tamente más que tu ‘sapiencia’; ese algo es para ti un cia terrena; que existió un antiquísimo Sol, todavía
que nos pueda llevar a sentir tanto como este cuen- ayudante fiel. Basta que establezcas una relación con unido a la Tierra; que luego se originó una escisión
to el íntimo deleite ante la imagen directa, a pesar él, que tengas una idea de la esencialidad que late en entre aquél y ésta. De lo que originariamente era el
de tener conocimiento de los profundos procesos ti, más sabia, más conocedora y hábil que tu misma. Sol, se desprendió también la Luna y el Sol actual,
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anímicos de los que él procede. Aunque la compa- Intentemos de nuevo representarnos este trato del que no es aquel primitivo, sino, como si dijéramos,
ración sea trivial, puede, sin embargo, ser acertada: alma humana consigo misma, esta relación incons- una parte suya, y así podemos mencionar un Sol
así como el hombre puede conocer perfectamente ciente con lo más hábil de sí misma, e intentemos original y a su sucesor, el Sol actual. A nuestra Luna
la química de los alimentos, sin que ello le impida sentir en ese cuento de ‘La hija del molinero’ el eco podemos también referirnos como a vástago del
saborear un buen bocado, asimismo le es posible de lo que vive el alma en la hija del molinero, inca- antiguo Sol. Si ahora retrocedemos por medio de
saber algo acerca de los procesos profundos que tan paz de convertir la paja en oro al hilarla, pero que la investigación científico-espiritual en el curso de
sólo se sienten, no se ‘saben,’ pero se proyectan del encuentra en el hombrecito un fiel y diestro auxilia- la evolución hasta el punto en que el segundo Sol,
modo indicado en las imágenes de los cuentos. Así dor. En estas imágenes de trasfondo anímico, cuyo o sea, el Sol actual, apareció como cuerpo cósmi-
es, pues, cómo esta alma solitaria del hombre —ya aroma no puede destruirse por conocer su origen, se co independiente, es necesario precisar que, en ese
que tanto en el sueño como en el resto de su vida es refleja una vida interna de profunda intimidad.
solitaria para sí, a pesar de estar unida al cuerpo— 27
O examinemos otro aspecto, y no juzguen mal
3
Steiner, Rudolf. ‘Ciencia oculta. Un boceto.’ [GA013]
[n. del pr.]
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momento, sólo existían entre los seres exteriormente decir: inconscientemente, el alma sabe todo esto, se en imágenes, éstas, sus más profundas experiencias
perceptibles, aquellos que en su evolución habían siente a sí misma cobijada en la corriente constante inconscientes. Si llegamos a captar esto, no nos será
llegado en el mundo animal, a formar el rudimento que tuvo su origen en el Sol primitivo y luego en extraño lo que el alma experimentó en los tiempos
de los peces. su descendiente, éste que vemos brillar ahora en el del Sol original, y en los de la génesis del Sol y de la
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Todo esto puede leerse y comprenderse mejoren cielo, así como en la Luna, que forma también parte Luna en la era de los peces: bastará citar el mencio-
‘Ciencia Oculta.’ Para descubrirlo, sin embargo, no de la descendencia del Sol original. El alma humana nado cuento. En cierto sentido constituyó una expe-
existe otra vía que los métodos de investigación de siente también que, en lo anímico-espiritual, vivió riencia muy importante para mi —otra vez el matiz
la ciencia espiritual. En la época en que las descubrí una existencia en la que no estaba todavía ligada a’ personal — al descubrirlo mucho después de que yo
y las describí por escrito —es decir, no las descubrí la materia terrestre, pero desde la cual podía con- escribiera todas estas cosas en mi ‘Ciencia Oculta.’
cuando las describí en la ‘Ciencia Oculta,’ mas para templar los procesos terrenales, por ejemplo, los que Aunque no tengo ahora la intención de interpretar
mí es como si así hubiera sido— me era comple- se desarrollaron en la época en que los organismos el contenido de la narración de un modo abstracto,
tamente desconocido el cuento a que me referiré animales superiores eran rudimentos de peces, y en se hermanan en mí los sentimientos que me causan
ahora, y a ello me refería cuando mencioné lo per- la que surgieron el Sol y la Luna actuales, despren- la reflexión sobre la evolución cósmica y los que ex-
sonal. Estoy seguro de que no encontré ese cuento diéndose de la Tierra. El alma se hallaría vinculada a perimento ante la contemplación de las maravillosas
hasta más tarde en la ‘Psicología de los Pueblos’4 de estos procesos en lo inconsciente. imágenes que el cuento describe.
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Wundt,5 y fue entonces cuando me lancé a investi- Detengámonos ahora brevemente, y a grandes Examinemos otro cuento, uno notable melanesio.
gar sus fuentes. rasgos, en un cuento correspondiente a los pueblos Antes de referirnos a él, recordemos que el alma hu-
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Antes de esbozar brevemente el cuento, quiero primitivos. He lo aquí: “Había una vez un hombre mana, según nos enseña la investigación espiritual,
anticipar que todo lo que el investigador puede des- cuya naturaleza propia era de la índole de la resina, hállase también íntimamente unida a los aconte-
cubrir en el mundo espiritual —y todo lo que acaba- y sólo podía trabajar de noche, porque si lo hacía de cimientos cósmicos actuales, y a las circunstancias
mos de mencionar, hay que buscarlo en ese mundo, día, lo derretía el sol. Pero una vez fue a pescar cuan- presentes del Universo. Aunque la expresión sea muy
ya que no existen en ninguna otra parte— forma do brillaba el sol, y el hombre, real personificación de plástica, es correcto sustentar, desde el punto de vista
parte de la realidad a la que el alma humana se halla la resina, se derritió. Decidieron sus hijos vengarlo, y de la ciencia espiritual, que cuando el alma huma-
vinculada. En nuestras capas anímicas más profun- empezaron a disparar flechas, que amontonándose en na se separa del cuerpo durante el sueño lleva una
das, estamos unidos a esa realidad permanente, y en determinada forma, crearon una escalera que llegaba existencia directamente relacionada con el Cosmos
la vida normal nos introducimos inconscientemente hasta el cielo. Los hijos subieron por ella, el uno duran- en su totalidad, siente su afinidad con todo él. Existe
en ella cuando nos dormimos, y así logramos no sólo te el día y el otro durante la noche: el uno se convirtió una posibilidad de recordar fácilmente esa afinidad
las experiencias vividas durante el sueño, sino tam- en el Sol, y el otro en la Luna.” del yo humano con el Cosmos, o al menos con
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bién las relacionadas con la evolución a la que me No es mi costumbre interpretar estas cosas de algo significativo suyo. Dirigimos nuestra mirada
estoy refiriendo. Si no resultara paradójico, podría modo abstracto para formar con ellas conceptos al mundo de las plantas, y nos decimos: esta planta
intelectuales. Otra cosa es el sentimiento que se crece, pero sólo bajo la influencia de la luz y del
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Posiblemente: Wundt, Wilhelm Maximilian. ‘Elemente der presenta como resultado de la investigación, y que calor solar, aunque la planta se halla enraizada en la
Völkerpsychologie’ [‘Elementos de la psicología popular’]. nos deja entrever que el alma humana hállase unida Tierra. A través de la Ciencia Espiritual afirmamos:
[n. del pr.]
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Wilhelm Maximilian Wundt (1832-1920) fue un médico, en sus honduras con lo que sucede en el mundo, esta planta está constituida de cuerpo físico y cuerpo
fisiólogo, filósofo y profesor alemán reconocido hoy en si lo concebimos de un modo espiritual, así como vital que lo impregna; pero no basta esto para que la
día como uno de los fundadores de la psicología moderna, que ella, unida a todo eso, siente el apetito de gozar planta crezca y se desarrolle: se necesitan, además, las
separada de la biología y la filosofía. [n. del pr.]
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energías que actúan sobre ella desde el Sol. sentimos que el Sol actúa en forma distinta sobre la Son notables las reminiscencias contenidas en
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Si después observamos el cuerpo del hombre Tierra según que esté en la constelación de Aries o este cuento. Examinándolo en su conjunto, vemos
mientras duerme, nos damos cuenta que ese cuerpo en la de Tauro, por ejemplo. Por consiguiente, no que casi en cada frase resuena algo relacionado con
dormido se halla, pudiéramos decir, en un estado hablamos del Sol en general, sino de su influencia los misterios del Universo, así como también resue-
parecido al de la planta. En cuanto a cuerpo, al desde cada una de las doce constelaciones, distinta na lo que el alma experimenta en sus profundidades
igual que la planta, posee el poder de crecimiento; según el signo del Zodíaco en que se halle, y alu- según la Ciencia Espiritual. ¡Es algo que nos impele
pero se halla emancipado del orden cósmico al que diendo luego a la afinidad del yo cambiante con la a exclamar que las fuentes creadoras del cuento y
está sometida la planta. La planta ha de esperar a influencia solar cambiante. de su inspiración se hallan en las profundidades del
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que actúe sobre ella la luz del Sol, su salida y su Consideremos todo esto aquí simplemente alma humana. Los cuentos se presentan en forma de
puesta, o sea, está ligada al orden cósmico exterior. esbozado, pero más desarrollado en la ‘Ciencia imágenes, porque tenemos que recurrir a los pro-
No así el hombre. ¿Por qué no? Porque lo que la Oculta,’ como un conocimiento anímico-espiritual cesos externos para conseguir el alimento espiritual
investigación espiritual enseña es cierto en realidad: asequible; enfoquémoslo como algo que sucede en que satisfaga el hambre derivada de las experiencias
despliega el hombre hacia su cuerpo físico, partien- el fondo del alma humana inconsciente, llamando mencionadas. Pero, hemos de confesar que estamos
do de su yo —fuera del cuerpo físico, durante el al mismo tiempo la atención sobre una coexisten- muy lejos de las experiencias verdaderas, si bien po-
suelo, lo que nos lleva a concebirlo como planta— cia interior con las fuerzas espirituales cósmicas, demos, no obstante, sentirlas resonar en las imáge-
lo que el Sol irradia hacia las plantas. Y así como el manifiestas asimismo en las estrellas fijas y en los nes del cuento.
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Sol derrama su luz sobre ellas, así el yo humano la planetas; y comparemos todo esto que nos revela Si nos hacemos todas estas consideraciones, ya
derrama sobre el cuerpo físico parecido al vegetal, la Ciencia Espiritual como misterios del Universo, no tendremos necesidad de asombrarnos de que los
cuando está el hombre dormido. Al igual que el con un cuento melanesio que me limito a esbozar a cuentos más típicos y hermosos nos lleguen preci-
Sol irradia hacia las plantas, irradia asimismo el yo continuación: samente de aquellos tiempos remotos en los que el
espiritualmente hacia el cuerpo físico vegetativo hombre poseía todavía cierta conciencia clarividente,
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durante el sueño. En verdad, es el yo afín al modo Existe una piedra en el camino, piedra que es la y, por lo tanto, podía llegar con más facilidad a las
de ser solar. Es más: es una especie de Sol para el madre de Quatl. Y Quatl tiene, además, once fuentes de la inspiración y la composición cuentisti-
cuerpo dormido, propicia su crecimiento durante hermanos. Creados Quatl y sus once hermanos, ca; ni tampoco de que los cuentos tengan un carác-
el sueño, restablece las fuerzas gastadas durante aquél empieza a dar origen al mundo en que ter mucho más perfilado en aquellas regiones de la
la vigilia. Si nos damos cuenta de esto, compren- vivimos. En ese mundo antiguo por el creado, Tierra donde las almas se hallan más próximas a las
deremos el parentesco del yo humano con el Sol. no se conocía todavía la diferencia entre el día fuentes espirituales que las de Occidente; pongo, por
La Ciencia Espiritual nos confirma una y otra vez y la noche. Pero llega a sus oídos que existe en ejemplo, la India, el Oriente en general.
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que, así como el Sol recorre la bóveda celeste —me alguna parte una isla donde si hay diferencia Tampoco tenemos porque asombrarnos de que
refiero naturalmente al movimiento aparente del entre el día y la noche y emprende el viaje hacia en los cuentos alemanes, compilados por Jakob y
Sol— modificándose en cierto sentido la efectivi- ella. De regreso trae consigo a su pais algunos Wilhelm Grimm en la forma en que todavía podía-
dad de sus rayos según se encuentre en una u otra de los seres que la poblaban. Y por la influencia mos oírlos de familiares u otras personas, a menudo
constelación del Zodíaco, así también el yo huma- suya sobre los habitantes de su país, éstos llegan de índole sencilla, encontremos descripciones que
no recorre diversas fases de su experiencia, de modo a experimentar la alternancia de vigilia y nos hacen recordar aquellos tiempos de la vida euro-
tal que en cada fase, actúa en forma diferente sobre sueño y perciben, en lo anímico, la salida y la pea en que también nacieron las grandes epopeyas,
el cuerpo físico. A través de la Ciencia Espiritual puesta del Sol. ni de que incluyan rasgos de las grandes leyendas

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heroicas y los mitos sorprendentes. Tampoco nos de lo que carecen los gigantes: la astucia, el enten- hartarse, y cuando ya llegan al límite, quedan
sorprenderá el saber que, según comprobaciones dimiento. Y así, aunque el alma se vea obligada a tendidos inmóviles, lo que aprovecha el hombre
posteriores, los cuentos más significativos son más reconocer que ella nada puede contra las gigantescas para matarlos uno tras otro. Llega entonces el
antiguos que las leyendas heroicas, porque éstas en- fuerzas del Universo, no deja de percibir como una rey y ve lo sucedido. El hombre se lo explica así:
cierran al hombre en determinada época y determi- impresión inconsciente de ese recurso, y podemos “¡Sólo tuve que lograr que los osos saltaran sobre
nada situación vital, en tanto que los cuentos contie- ver formalmente esa actitud anímica cuando el alma este palo y, según iban saltando, yo les cortaba la
nen lo humano en general, lo que acompaña al alma expresa por medio de imágenes el estado de ánimo al cabeza.” El rey se quedó muy contento con ello y,
desde su primera hasta su última espiración a través que hemos hecho alusión. Observémoslo en lo que acto seguido, le encomendó otra tarea. Le dice:
de todas las edades de la vida, y finalmente, tampoco sigue: “Mira, ahora no tardarán en venir los gigantes
habremos de extrañarnos de que en el cuento se insi- a mi país, y tú tienes que ayudarme también
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núe también, en la imagen, la profunda experiencia Un hombre camina por la calzada y llega a contra ellos.” El hombre promete hacerlo. Llegado
anímica que consiste en sentir, al despertar, nuestra un hospital. En él pide una sopa de leche. Las el momento, volvió a aprovisionarse de una
inferioridad con respecto a las fuerzas naturales, ante moscas’ vuelan en derredor suyo y se posan en buena cantidad de excelentes alimentos, así como
las que nos encontramos desamparados, y a las que el plato de sopa. El hombre come la sopa y deja de un trozo de queso y de una alondra. Después
sólo podemos enfrentarnos si poseemos el consuelo las moscas en el plato. Luego da un manotazo y fue a encontrarse con los gigantes y entabló con
íntimo de que hay algo en nosotros que nos supera cuenta las moscas que mató, ufanándose de ello: ellos una conversación sobre su fuerza. Uno de
y nos conducirá en cierta forma, a sentirnos nueva- “¡Cien de una sola vez!” El posadero le cuelga un los gigantes le objetó: “Ahora te vamos a enseñar
mente victoriosos sobre las leyes de la naturaleza. letrero que dice: ‘Este hombre ha matado cien que nosotros somos más fuertes.” Tomó una
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Si nos compenetramos de este estado de ánimo; de un solo golpe.’ Prosigue el hombre su camino, piedra y la trituró entre sus manos. Luego le dijo
intuiremos también el por qué aparecen con tanta y llega a otro país, donde hay un rey asomado al hombre: “¡Fíjate lo que podemos hacer! En
frecuencia en los cuentos los gigantes, con los que a la ventana de su palacio y, al leer el letrero, cambio, ¿cuál es tu fuerza?” Otro gigante tomó
el hombre tiene que luchar. ¿Por qué aparecen? Pues se dice a sí mismo: “Este hombre puede serme una flecha y la lanzó a tan gran altura que tardó
aparecen del modo más espontáneo como imagen útil.” Lo toma a su servicio y le encomienda largo tiempo en caer, y después le manifestó:
del sentimiento que se apodera del alma cuando una misión determinada. “Mira —le dice— a “¡Fíjate lo que podemos hacer. En cambio, ¿cuál
trata de volver a su cuerpo físico al despertar, y se ve esta región llegan siempre manadas de osos. Si es tu fuerza contra nosotros?” A esto replicó
confrontada con las fuerzas naturales que ocupan su es cierto que tú mataste cien de un golpe, bien el hombre que había matado a cien de una
cuerpo, para ella ‘gigantescas.’ Lo que el alma siente puedes aniquilar también a los osos.” Y él le vez: “¡Yo puedo hacer todo esto mucho mejor!”
en esos momentos —sin concebirlo conceptualmen- responde: “¡Lo haré de buena gana!” Pero antes Tomó luego un trocito del queso y una piedra,
te— corresponde exactamente al sentimiento que que lleguen los osos, exige un buen sueldo y una untándola con él, y dirigiéndose a los gigantes, les
late en las diversas luchas del hombre con los gigan- buena comida, y piensa para sus adentros: “Si no dijo: “¡Yo puedo apretar esta piedra hasta sacarle
tes. El alma se da cuenta, al enfrentarse con todo consigo hacerlo, por lo menos habré vivido bien agua!” Y al hacerlo y así apretar el queso, hizo
esto, que su única arma en su lucha y en toda su hasta entonces.” Cuando, por fin, llega la época que saliera agua de ella. Los gigantes quedaron
actitud hacia los gigantes, es la astucia. Lo genuino de la invasión de los animales, reúne todos los asombrados de que pudiera sacar agua de una
en este caso es: podrías ahora penetrar en tu cuerpo, alimentos y demás antojos que les gustan a los piedra. Después, el hombre lanzó la alondra por
pero ¡qué eres tú en comparación con las gigantescas osos. Luego se dirige a ellos y les habla de todo los aires, y le dijo al gigante: “¡Tu flecha volvió,
energías del Universo! Sin embargo, tú posees algo lo que lleva. Se acercan los osos y comen hasta pero la que yo lancé alcanzará tal altura que

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no volverá nunca más!” Por supuesto que la que se desarrollan en lo anímico profundo, procesos, que traza el camino que va desde las profundidades
alondra no volvió. Los gigantes quedaron tan a su vez, de tal índole, que nos pueden enseñar mu- incomprendidas de la vida anímica hasta las deli-
asombrados que opinaron, de común acuerdo, chas, muchísimas cosas, tantas como la investigación ciosas y frecuentemente caprichosas imágenes del
que sólo podrían vencer al hombre por la astucia; espiritual puede descubrir en ellos; y, sin embargo, cuento.
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ya que, con sólo sus fuerzas gigantescas, no cuando nos envuelven una y otra vez, cuando se Manifestar en las formas más sencillas lo que es
lo imaginaban siquiera posible. Pero ellos no viven de este modo, son elementales y primitivos. Y más difícil de captar, constituye el arte máximo, el
consiguieron engañar al hombre; fue él quien los ningún otro saber destruye la facultad de trasladar al más natural, y coherente de lo que es esencial con
engañó. Cuando todos estaban durmiendo, se estado íntimo del cuento lo que se experimenta en el hombre; y como sea que en el niño la esencia
cubrió la cabeza con una vejiga de cerdo, en cuyo las profundidades del alma. humana está aún más relacionada elementalmente
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interior había un poco de sangre. Los gigantes Por eso es a todas luces atractivo para la investi- con la existencia global, con la vida íntegra, el niño
se dijeron: “Despierto no podremos con él; lo gación, el saber que los cuentos le ofrecen al alma necesita del cuento como alimento anímico. El niño
atacaremos, pues, cuando duerma.” Cuando lo lo que ella necesita en virtud de sus más profundas puede moverse todavía con mayor libertad dentro
vieron dormido, cayeron sobre él y golpearon la experiencias. Por otra parte, el temple cuentístico de lo que representa la potencia espiritual. Hemos
vejiga hasta que vieron brotar la sangre, creyendo no queda destruido. Quien cala hondamente en las de velar, pues, para evitar la aridez del alma infantil,
entonces que ya lo habían vencido. Se fueron fuentes de la vida inconsciente, quizá con base en la y a ese fin no debemos someter esa potencia al yugo
luego a dormir prestamente, y la tranquilidad los esencia del cuento, encuentra en ellas algo que no de los conceptos teóricos abstractos, sino dejarla en
hizo dormir tan profundamente que el hombre puede substituir, sin empobrecimiento de la con- conexión con lo que arraiga en las profundidades del
no tuvo dificultad en someterlos.6 ciencia, la mera representación abstracta, y encuen- ser.
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tra asimismo que la representación, por medio del No hay, por consiguiente, mayor beneficio para el
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Aunque aquí el cuento, como sucede con muchos cuento, es la apropiada para las experiencias aními- alma del niño, que el dejarla bajo la influencia de lo
sueños, termina confuso y poco satisfactorio, no deja cas de mayor profundidad. que finca la unión de la raíz humana con la raíz de
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de presentarnos la lucha del alma contra las fuerzas Se comprende entonces que lo que Goethe sentía la existencia; él ha de elaborar todavía creativamente
de la naturaleza, primero personificadas en los ‘osos’ —y Schiller enunciaba con conceptos filosóficos la configuración de su propia gestalt, ya que necesita
y luego en los ‘gigantes.’ Mas hay todavía otra cosa y abstractos— lo haya expresado en imágenes tan generar aún las fuerzas plasmadoras que actúan so-
en este cuento. En el hombre que mató a ‘ciento de plenas de significado y tan sugerentes como existen bre su crecimiento y sobre el desarrollo de todas sus
un golpe,’ tenemos el postrer eco de lo que vive en en el cuento de ‘La serpiente verde y la hermosa disposiciones: de ahí que reciba como maravilloso
la inconsciencia más profunda del alma: la confianza azucena.’ O sea que Goethe, a pesar de su riqueza sustento anímico las imágenes de los cuentos, arrai-
en la astucia que puede ayudarlo a enfrentarse con intelectual, quería transmitir en imágenes lo que gadas en la existencia. Y porque el hombre, incluso
esto que estima gigantesco. No es bueno interpretar intuía que tenía lugar en lo más profundo y en la cuando se entrega al racionalismo y a lo intelectual,
abstractamente y en rasgos aislados lo que se nos subconsciencia de la vida anímica del hombre. Por no puede nunca trascender las raíces existenciales,
presenta artísticamente en imágenes: no se trata de estar el cuento relacionado con lo más intimo del y porque él, cuanto más se consagre a las exigencias
esto. Pero nada se destruye en la estructuración del alma, es la mejor representación para la sensibilidad vitales, tanto más íntimamente unido estará a estas
cuento, al sentir que es reverberación de los procesos infantil, ya que expresa, de la manera más sencilla, raíces, recibe los cuentos con alegría, en cualquier
lo más profundo de la vida espiritual. Y así, poco edad, si en verdad posee un carácter sano y abierto.
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Bastante similar a: Grimm, Jakob y Wilhelm. ‘Todos los a poco, nos vamos dando cuenta de que en toda la No existe edad alguna, ni situación alguna en la
cuentos.’ ‘El sastrecillo valiente’ (o ‘Siete de un golpe’). vida artística consciente no existe un arte superior al vida, que pueda distanciarnos de los efluvios que
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emanan del cuento, ya que para eso tendríamos que to, de investigarlo como hoy hemos hecho. Podemos
cercenar de nosotros lo más profundo de la natura- cifrarlo en las palabras que utilizaba ese personaje
leza humana y situarnos al margen del significado que sabía amar los cuentos, compilarlos, dignificar-
de lo que, tan espontáneamente, se expresa a través los, y quien frecuentemente trajo a colación la frase
del cuento, y a través del simple y natural estado siguiente:
intimo, significado que es tan ininteligible por el
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entendimiento. Los cuentos y las leyendas son como un ángel
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Esto lleva a comprender el que hombres, como bueno que se le asigna al hombre desde su
por ejemplo, los hermanos Grimm, se dedicaran nacimiento, para que lo acompañe en su
largo tiempo a recuperar para la humanidad las peregrinar por este mundo y, siempre fiel
narraciones un tanto alteradas por la civilización. compañero, transforme su vida, gracias a su
Aunque no adopten al respecto el punto de vista de amistad, en un verdadero cuento poético que
la ciencia espiritual, tuvieron la impresión de ofrecer sature la intimidad de su alma. ♣
a la humanidad algo que íntimamente le pertene-
cía, lo cual se pone en evidencia en la forma como
manejan los cuentos. Se comprende, por la misma
razón, el que, a pesar de lo mucho que una cultura
intelectual haya tratado, durante siglos, de alejar el
cuento del alma humana, así como de la infantil,
las compilaciones como la de los citados herma-
nos Grimm sigan teniendo cordial acogida en toda
persona sensible al respecto, y sean de nuevo patri-
monio común de la infancia y de todos aquellos que
sienten que la Ciencia Espiritual no es una teoría,
sino un estado anímico; estado cuya virtud consiste
en conducir sentimentalmente al alma cada vez más
hacia las raíces espirituales de la existencia.
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La difusión de la Ciencia Espiritual confirma, de
este modo, el designio de los verdaderos compilado-
res de cuentos, de quienes realmente los sienten, de
los auténticos cuentistas; y viene a confirmar asimis-
mo la que decía frecuentemente en sus conferencias
un amigo entrañable de los cuentos, al que tuve la
ocasión de oír, cuando repetía una hermosa frase
poética, con la que vamos ahora a resumir lo que la
Ciencia Espiritual trata de descubrirnos en el cuen-

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