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TEORIA DE LA POSESION
I.- INTRODUCCION.-
El Código civil anterior (art. 1530), al igual que su modelo el Código civil francés
(art. 2228) reglan que cuando un derecho recae sobre un derecho real distinto del
de propiedad, se denomina possessio inris o quassipossessio (en el mismo
sentido el Código civil italiano de 1942 en su artículo 1140). Esta distinción tiene
su importancia práctica, por ejemplo, en la usucapión, porque la posesión continua
de una cosa a título distinto de la propiedad, dará lugar a la adquisición, no del
derecho de propiedad, sino del derecho de usucapión o de cualquier otro derecho
real.
Los romanos consideraban que la posesión sólo era posible sobre las cosas
corporales, pronto admitieron otra clase de posesión la quassipossessio que
consistía en ejercer un poder de hecho sobre las cosas incorporales o derechos.
“Esta distinción justificada en el derecho romano en razón de que la propiedad se
confundía con la misma cosa objeto de ese derecho (por eso se decía, mi casa,
mi caballo) lo que no ocurría con los demás derechos reales, ha desaparecido con
el derecho moderno porque todos son derechos reales: la propiedad, el usufructo,
la servidumbre, etc”. Se ve, pues, que la contraposición carece de lógica. De
hecho, la llamada possessio rei es también posesión de un derecho, el de
propiedad, y a la inversa, la possessio iuris sólo impropiamente puede ser llamada
así, pues confiere un señorío de hecho sobre la cosa.
1.- Actos de aprehensión por los que una persona toma físicamente una cosa.
No es necesario una perceptibilidad de dicha situación, siendo suficiente qtie la
cosa quede sujeta al poder virtual del poseedor y en condiciones de disponibilidad
por parte del mismo.
Suele ocurrir que una persona que inicia su posesión de buena le, pierda ésta
posteriormente por hechos o circunstancias que la destruyan. El Derecho romano
y algunos ordenamientos modernos exigen la buena fe únicamente en el momento
inicial, llegando de esta manera a la conclusión de que la mala fe sobreviniente es
irrelevante: mala fides superveniens non necet. Esta regla está consagrada en el
artículo 93-III que dice: "Para los efectos de la posesión sólo se tomará en cuenta
la buena fe inicial".
El Código civil anterior distinguía la buena fe para la adquisición de los frutos y la
requerida para la prescripción adquisitiva en sus artículos 295 y 1522, mientras
que, ahora, el Código civil vigente, tal como entiende el concepto de buena fe el
artículo 93-I se aplica para todos los efectos de la posesión.
“1) Cuando ambas posesiones sucesivas son de la misma calidad, procede la con-
junción si ambas posesiones, la del causante y la del sucesor, eran de buena fe y
con justo título para usucapir por cinco años (art. 134), como procede igualmente
la conjunción si ambos poseedores sucesivamente eran de mala fe y, por tanto,
pueden usucapir por diez años, pues en este caso sólo se requiere una posesión
continuada por ese tiempo (art. 138)”.
Para que la posesión sea útil es necesario que reúna ciertos requisitos. De
acuerdo con la doctrina es posesión útil aquella que se ha obtenido sin
clandestinidad y sin violencia (nec clam, nec vi). O, dicho de otra manera, la
posesión se denomina útil —útile ad usucapionem— cuando puede fundar una
usucapión en virtud de lo prescrito por los artículos 134 y 135. Subsisten, pues,
dos cualidades (pública y pacífica.) que vienen a ser el reverso de dos vicios: la
clandestinidad y la violencia.