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El documento resume el comercio intercolonial entre la Nueva España y otras colonias españolas durante los siglos XVI y XVII. Explica que la Nueva España mantuvo un activo comercio con Filipinas y el extremo oriente, e incluso con Perú, a pesar de que el comercio en el Pacífico permaneció estancado debido a la falta de competencia. Entre 1539 y 1546, hubo viajes anuales regulares entre la Nueva España y Perú impulsados por los mayores precios en Perú.
El documento resume el comercio intercolonial entre la Nueva España y otras colonias españolas durante los siglos XVI y XVII. Explica que la Nueva España mantuvo un activo comercio con Filipinas y el extremo oriente, e incluso con Perú, a pesar de que el comercio en el Pacífico permaneció estancado debido a la falta de competencia. Entre 1539 y 1546, hubo viajes anuales regulares entre la Nueva España y Perú impulsados por los mayores precios en Perú.
El documento resume el comercio intercolonial entre la Nueva España y otras colonias españolas durante los siglos XVI y XVII. Explica que la Nueva España mantuvo un activo comercio con Filipinas y el extremo oriente, e incluso con Perú, a pesar de que el comercio en el Pacífico permaneció estancado debido a la falta de competencia. Entre 1539 y 1546, hubo viajes anuales regulares entre la Nueva España y Perú impulsados por los mayores precios en Perú.
EN TIEMPOS DE LOS AUSTRIAS. PP. 563-593. En esta decimocuarta parte, se inicia con el tema de “el comercio inter colonial”, cuenta que la Nueva España mantenía un tráfico comercial con el extremo oriente, que en algún momento igualó el que tenía con España; las islas Filipinas fueron descubiertas por los españoles en la expedición de Magallanes hacia el 1521 as u vez estas fueron usadas como palanca para este comercio entre colonias. El comercio en el Pacífico se conservó casi sin ningún problema en los siglos xvi y xvii, pero tambien permaneció estancado en esa época ya que casi no había competidores. Entre 1539 y 1546 ocurrieron viajes cada año entre Nueva España y Perú; el impulsor fundamental del comercio entre los dos virreinatos era el nivel
más alto de precios en Perú donde la producción de metales
preciosos era más grande y la actividad económica menos desarrollada.