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DU CONTRACT SOCIAL; OU, PRIN CIPES DU DROIT POLITIQUE. Par jJ. Jo ROUSSEAU, CITOTEN DE GENEVE — federis equas Fineid. x1 Dicamus leges. ee Ee et A AMSTERDAM, Chee MARC MICHEL REY. MDCCLXIL JUAN JACOBO ROUSSEAU, EL CONTRATO SOCIAL ° PRINCIPIOS DE DERECHO POLITICO * DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS Y LAS ARTES DISCURSO SOBRE EL ORIGEN DE LA DESIGUALDAD ESTUDIO PRELIMINAR DE DANIEL MORENO DECIMOSEXTA EDICION EDITORIAL PORRUA AV, REPOBLICA ARGENTINA, 15, MEXICO, 2010 EL CONTRATO SOCIAL ° PRINCIPIOS DE DERECHO POLITICO ah ADVERTENCIA Este tratadito ha sido extractado de una obra mas extensa, emprendi- da sin haber consultado mis fuerzas y abandonada tiempo ha. diversos fragmentos que podian extraerse de ella, éste es el mas consi- derable y el que me ha parecido menos indigno de ser ofrecido al Piiblico. El resto no existe ya. LIBRO existe alguna formula de administracién legitima y permanente. Trataré ppara ello de mantener en armonia constante, en este estudio, lo que el derecho permite con lo que el interés prescribe, a fin de que la justicia ¥ Ia utilidad no resulten divorciadas. Entro en materia sin demostrar la importancia de mi tema. preguntara si soy principe o legislador para escribir sobre politica, contestarfa que no, y que precisamente por no serlo lo hago: si lo fuera, no perderia mi tiempo en decir lo que es necesario hacer; Io haria 0 seme impsneme el det todas las veces que, al meditar sobre las diferentes formas de gobierno, encuentre siempre en mis investigaciones nuevas razones para amar el de mi patria! CAPITULO 1 Objeto de este libro El hombre ha nacido libre, y sin embargo, vive en todas partes entre cadenas. El mismo que se considera amo, no deja por eso de ser menos tesclavo que los demas. ;Cémo se ha operado esta transformacién? Lo 3 4 JUAN JACOBO ROUSSEAU ignoro. {Qué puede imprimirle el sello de legitimidad? Creo poder resolver esta cuestion. Si no atendiese mas que a la fuerza y a los efectos que de ella se Jo contratio, no fue jamés digno de arrebatarsela.” Pero el orden social cconstituye un derecho sagrado que sirve de base a todos los demas. Sin embargo, este derecho no es un derecho natural: esté fundado . Tritase de saber cusles son esas convenciones; ‘a ese punto, debo fijar o determinar lo que acabo pero antes de de afirmar. cariruto De las primeras sociedades ‘tad comiin es consecuencia de Ja naturaleza humana, Su »y €s velar por su propia conservacidn, sus primeros cuidados en tanto que, en el Estado, es el placer del mando el que suple osustituye este amor que el jefe no siente por sus gobemnados. Grotio niega que los poderes humanos se hayan establecido en beneficio de los gobernados, citando como ejemplo la esclavitud. Su EL, CONTRATO SOCIAL 5 ‘constante manera de razonar es Ia de establecer siempre el hecho como fuente del derecho." Podria emplearse un método mas consecuente o légico, pero no mas favorable a los tiranos. Resulta, pues, dudoso, segin Grotio, saber si el género humano pertenece a una centena de hombres o si esta centena de sere 4 ener Daiigne, 5, Pain eras So Como un pastor es de naturaleza superior a la de su rebafio, los pasiores de hombres, que son sus jefes, son igualmente de naturaleza superior a sus pueblos. Asi razonaba, de acuerdo cor dor Caligula, conchuyendo por analogs, que os reyes je Hobbes y Grotio. Arist5- también? que los hombres no son nos hacen para set esclavos y otros para sabe si, verificando género humano? Sea soberano del mundo, mic isla, habiendo en este imper ja de que el monarca, seguro en. su trono, no tenia que temer ni a rebeliones, ni a guerras, ni a conspira- dotes. Las sabia investgaciones hechas sobre el derecho pilic, o son menudo sino la istela 6 BUAN JACOBO ROUSSEAU caPtTuLo it Del derecho del més fuerte Elms fuerte no loes jams bastante para ser siempre el amo 0 sefior, si no transforma su fuerza en derecho y Ia obediencia en deber. De alli el derecho del mas fuerte resultar de sus efectos. Ceder a la fuerza es un acto de ne voluntad; cuando més, puede ser de prudencia. .En qué ser un deber? resulta de él un galimatias inexplicable, porque si la fuerza constituye i causa, toda fuerza superior a obligacién no existe. Resulta no afiade nada a la fuerza ni Obedeced a los poderes. precepto es bueno, pero violado. Todo poder em: dad también, {Estara bandido me sorprende et fuerza no hace el derecho y en que no ino a los poderes legitimos. Ast, mi De la esclavitud Puesto que ningyin hombre tiene por naturaleza autoridad sobre su semejante, y puesto quc la fuerza no constituye derecho alguno, quedan sélo las convenciones como base de toda autoridad legitima sobre tos | hombres. BL CONTRATO SOCTAL, 1 ‘Si un individuo —dice Grotio— puede enajenar su libertad y hacerse esclavo de otro, :por qué un pueblo entero no puede enajenar la suya y ‘convertirse en un esclavo de un rey? Hay en esta frase algunas palabras ‘equivocas que necesitarian explicacién; pero detengmonos slo en la de enajenar. Enajenar es ceder 0 vender. Ahora, un hombre que se hace esclavo de otro, no cede su libertad; la vende, cuando menos, por su subsistencia; pero un pueblo por qué se vende? Un rey, lejos de proporcionar la subsistencia a sus stibditos, saca de ellos la suya, y segiin Rabelais, un rey no vive con poco. {Los stibditos ceden, pues, sus personas a condicidn de que les quiten también su bienestar? No sé qué Jes queda por conservar. ‘Se dira que el déspota asegura a sus sibditos la que sus disensiones internas? ;Qué ganan, si esta misma tranquilidad constituye una de sus miserias? Se vive tranquilo también en los calabozos, pero, jes esto encontrarse y vivir bien? Los griegos encerra- dos en el antro de Ciclope, vivian tranquilos esperando el turno de ser See biees aboot {de tn pais, es suponer un pucblo de locos y la locura no hace derecho. ‘Aun admitiendo que el hombre pudiera enajenar su libettad, no puede enajenar la de sus hijos, nacidos hombres y libres. Su libertad les pertenece, sin que nadie tenga derecho a disponer de ella. Antes de que extn en la edad de a rani, puede ol pao, en st nombre, extialar derechos de la humanidad y aun a sus deberes. No hay resarcimiento alguno posible para quien renuncia a todo. Semejante renuncia es incompatible con la naturaleza del hombre: despojarse de la libertad es despojarse de moralidad. En fin, es una convencién fitily contradictoria -de una parte una autoridad absoluta y de Ia otra una cbediencia que a nada se esta obligado con aquel a quien 2 JUAN JACORO ROUSSEAU el cuidado de instruir Ios pueblos en sus deberes y coneretémonos nosotros a cumplir bien los nuestros: no tenemos necesidad de saber ms. iOh, virtud! {Ciencia sublime de almas ingenuas! {Es preciso tantag ppenas y tanto aparato para conocerte? {Tus principios no estin grabados en todos los corazones, y no basta acaso para aprender tus leyes, vuchar la voz de la conciencia en el la verdadera filosofia, contentémonos ia de esos hombres célebres que se -a de las letras, tratemos de colocar entre ellos in gloriosa se notaba en otros tiempos entre dos 10 sabta bien decir, el otro bien hacer. grandes pueblos: FIN DEL DISCURSO SOBRE LAS CIENCIAS ¥ LAS ARTES DISCURSO ‘SOBRE EL SIGUIENTE TEMA PROPUESTO FOR LA ACADEMIA DE DON {CUAL ES EL ORIGEN DE LA DESIGUALDAD ENTRE LOS HOMBRES? UESTA ELLA AUTORIZADA POR LA LEY NATURAL? * Non in depravatis, sed in his quoe bene secundum naturam se habent, considerandum est quid sit naturale, Lib. I, cap. IL "La Academia en exia pasion no discomié el premio a Rousse sino cierto able Hamad ‘Taber EE) 138 JUAN JACOBO ROUSSEAU ha prevenido los desérdenes que podrian resultar de ellas y hecho surgit nuestra felicidad de los medics mismos que parecian destinados a colmar nuestra miseria. Quem te Deus esse Jassit, et humana qua parte locatus es in re, Disce. Pers, Sat. II, V. 71, DISCURSO ‘Tengo que hablar del hombre, y el tema que examino me dice que voy a hablatles a hombres, pues no se proponen cuestiones semejantes cuando se teme honrar Ia verdad. Defenderé, pues, con confianza la causa de la humanidad ante tos sabios que a ello me invitan y me consideraré satisfecho de m{ mismo si me hago digno del tema y de mis jueces. Concibo en Ia especie humana dos clases de desigualdades: la una que considero natural o fisica, porque es establecida por le naturaleza jo de otros, como el de ser mas ricos, mas © de hacerse obedecer. dos rafal pues ello anne ‘a preguntar en otros términos si los que mandan valen necesariamente més que los que obedecen, y si la fuerza corporal o del espiritu, Ia sabiduria o la virtud, residen siempre en los mismos individuos en proporeién igual a su poderio 0 riqueza, cuestidn tal vez.a propésito para ser debatida entre esclavos y DISCURSO SOBRE EL ORIGEN DE LA DESIGUALDAD 139 amos, pero no digna entre hombres libres, que razonan y que buscan la verdad {De qué se trata, pues, precisamente en este discurso? De fijar en el progreso de las cosas el momento en que, sucediendo el derecho a la violencia, la naturaleza fue felicidad real. Los fildsofos que han examinado los fundamentos de la sociedad, han sentido todos la necesidad de remontarse hasta el estado natural, adquirido en la sociedad: todos han hal ‘que retrataban el hombre civilizado. Ni preciso negar que, aun antes d traron en el estado netamente natural, a menos que hubiesen caido en 41a consecuencia de algiin suceso extraordinario, paradoja demasiado embrollada para defender y de todo punto imposible de probar. Principiemos, pues, por descartar todos las hechos que no afectan la cuestién. No es preciso considerar las investigaciones que pueden servimnos para el desarrollo de este tema como verdades histéricas, sino ‘mismo, antes de haber sacado a los hombres del estado 140, BUAN JACOBO ROUSSEAU leza del hombre y de los seres que lo rodean, Thumano st hubiese sido abandonado sua reg, esfuerzos. He aqui lo que se me pide y lo que yo me propongo exanmmee en este discurso. Interesando el tema a todos los hombres en genen procuraré usar un lenguaje que convenga a todas las naciones; o meje, J tiempos y iugares pars no pensar sino en los hora de Atenas, repitiendo Plutones y a los Xenécrates , que » sino en la z Todo lo que provenga de el Cleo; slo dejaré de serlo lo que yo haya mezelado de fl pertcnentae, aunque sin voluntad. Los tiempos de que voy a habl remotos. {Cudnto has cambiado de lo que eras! Es, por vida de tu especie la que voy a dese que has recibido y que tu educaci depravar. pero que 1 Ia cual el hombre indi en la cual desearias que tu especie se detuvies estado actual por razones que pronostican a tu malhadada posteridad disgusts mayores atin, querris tal vez poder retroceder, siendo este sentimiento el elogio de tus antepasados, la critica de tus contempori neos y el espanto de que tengan la desgracia de vivir despues de t 10 seguiré su sucesivos cambios; no me detendré a investi que pudo ser en un principio pata llegar a ser No examinaré si sus ufias de hoy, fueron en ot estrecho de sus ideas. Yo no podria hacer a este respecto sino con vagas y casi imaginarias. La anatomia comparada ha hecho todavia pocos progresos, las observaciones de los naturalistas son atin demasia- | DISCURSO SOBRE EL ORIGEN DE LA DESIGUALDAD 141 do inciertas para que se pueda establecer sobre fundamentos semejantes fp base de un razonamiento solido. Ast, pues, sin recurrir a los conoci- nientos sobrenaturales que tenemos al respecto y sin tomar en cuenta Jos eambios que han debido sobrevenir en la conformacion tanto interior ‘como exterior del hombre, a medida que aplicaba sus miembros a fuevos ejercicios y que se nutria con otros alimentos, lo supondré Zonformado en todo tiempo tal cual Io veo hoy, caminando en dos pies, sirvigndose de sus dos manos como hacemos nosotros con las nuestras, jiradas sobre la naiuraieza entera y midiendo con ella la que haya podido reci podido adquirir sino mediante largos progresos; considerindolo, en una ‘cual ha debido salir de las manos de la naturaleza, veo en él arroyo mais cercano, durmiendo baj su sustento, y de esta suerte satisfacer todas sus .d natural (d) y cubierta de inmensos bosques que el hacha no mutilé jamés, ofrece a cada paso alimento y je. Los hombres, diseminados entre instruyen as{ hasta posesionarse Ie pertenezca, se los apropia todos, como se nutre igualmente con la mayor parte de los diversos alimentos (e) que los otros animales se dividen, encontrando por consiguiente su subsistencia con més facilidad .dos desde Ia infancia a las intemperies del aire y al rigor de’ las estaciones; ejercitados en la fatiga y obligados a defender, desnudos y sin armas, sus vidas y sus presas contra las otras bestias temperamento robusto y casi mundo con la misma excelente const fortifican por medio de los mismos ¢} ley Esparta con los hijos de los que estan bien const iferente en esto, de nuestras sociedades, en donde el Estado, ios hijos onerosos a sus padres, los mata indistintamente antes, de haber nacido. 142 SUAN JACOHO ROUSSEAU, ! DISCURSO SOBRE HI. ORIGEN DE LA DESIGUALDAD 143 Siendo el cuerpo del hombre: Jo emplea en diversos usos, para su arbitrio aceptar o rehuir la contienda. Afiadamos segiin parece, ningiin animal hace la guerra por instinto | alhombre, salvo en el caso de defensa propia o de extremada hambre, necesidad le obliga a él a adquirir. En efecto, si hubiera | ni tampoco manifiesta contra él esas violentas antipatias que parecen. dhabria roto con el brazo las gruesas ramas de los anunciar que una especie esta destinada por la naturaleza a servir de ispuesto de una honda, ghabria lanzado con la mano peck afotre He aqui, sin duda, las razones por las cuales los negros y los salvajes. feroces que puedan encontrar en , entre offos, viven, por lo tocante ios de defensa, son las enfermedades naturales, la las dolencias de toda clase, tristes sefiales de nuestra cuales los dos primeros son comunes a todos los més timido que el hombre primitivo, que siempre esta tem! timo, con preferencia, al hombre que vive en sociedad. dispuesto a huir al menor ruido que escucha o al més pequei 5 iento que percibe. Puede ser tal vez asi, pero, con respecto a aquell Sure Se Rae panes at objetos que no conozca y no dudo en Io absoluto que le aterrorice todo Pacteente seen ae te aes ‘cesar, con sobra de fatiga, ya en busca del ¢ amamantar o nutrir sus pequefiuelos. Es cies sus fuerzas con los peligros que tenga que correr,circunstancias raras en peteeetelel ie crate repairer el estado natural en el cual todas las cot alert atc ged Otees capers cits oe uniforme y en el que la superficie de la tierra no esta sujeta a esos, fiegape (on estado ‘de ptociwaie por ‘cambios bruscos y continuos que causan las pasiones y la inconstancia de los pueblos reunidos en sociedad. Pero viviendo el hombre salvaje dispersado entre los animales y eneontrindose desé alimen- 10s su alimento, y si la lo es también, de donde temprana edad en. ysintiendo que los sobrepuja en! fen fuerza, se acostumbra a no contienda con un salvaje robust armado de piedras y un buen pal ‘menos reciproco y que después de varias experien« al hombre a quien habrin encontrado tan feroz como ellas. Con respecto alos animales que tienen més fuerza que el hombre destreza, éste en caso analogo al de otras especies mas débiles que él y que no fesa.eni caida Gaba aria SPA at} por eso dejan de subsistir, con la ventaja para cl hombre que, no menos Seine aie seats dispuesto que ellos para correr, y encontrando en los arboles un refugio en Tos que es cultivado con la mis grande atencisn, ¥ zeémo podria ser mayoria de las gentes que gozan alguna observacicn slida de la JUAN JACOBO ROUSSEAU EMILIO O DE LA EDUCACION ESTUDIO PRELIMINAR De DANIEL MORENO VIGESIMA EDICION EDITORIAL PORRUA. ‘AN-REPOBLICA ARGENTINA, 15 MEXICO, 2011 LIBRO PRIMERO. | tiva y riega el tierno ret ia sus sazonados frutos las delicias tuyas. Levanta 2 SUAN JACOBO ROUSSEAU ‘al punto un coto en tomo del alma de tu hijo; sefiale otro en buen hora ¢l circuito, pero ti sola debes alzar la vall A las plantas las endeteza el cultivo, y a los hombres la educacién. Si naciera el hombre ya grande y robusto, de nada le servirian sus fuerzas y estatura hasta que aprendiera a valerse de ellas, y le serian pemniciosas porque retraerian a los demés de asistirle:? abandonado entonces a si propio, se moriria de necesidad, antes de que conocieran 10s del estado de la infancia, y no los otfos su miscria. Nos quej miramos que hubiera perecido el linaje humano si hubiera prineipiado el hombre por ser adulto. Débiles nacemos, y necesitamos de fuerzas; desprovistos nacemos de todo y necesitamos de asistencia; nacemos esttipidos, y necesitamos de inteligencia. Todo cuanto nos falta al nacer, y cuanto necesitamos | siendo adultos, eso lo debemos a la educacit La educacién es efecto de Ia Naturaleza, de los hombres, o de las cosas. La de la Naturaleza es el desatrollo interno de nuestras facultades | 4i6n de los hombtes es el uso que nos | : ¥ Jo que nuestra experiencia | y nuestros Srganos; la edu tensefian éstos a hacer de es propia nos da a conocer acerca de los objetos cuya impresion recibimos, es Ia educacisn de las cosas. Asi, cada uno de nosotros recibe lecciones de estos tres maestros. puede espetar que ha de dirigir enteramente los razonamientos nes de todos ct un nifio se acerquen? Por lo mistno que es la educacién un arte, casi es imposible su logro, puesto que de nadie pende el concurso de causas indispensables para él. ‘Todo cuanto puede a fuerza de diligencia conseguirse, es accrearse mis ‘© menos al blanco; pero es ventura dar en él. Qué blanco es éste? El mismo de la Naturaleza; esto lo hemos probado ya. Una vez que para su recipro mes necesario que concurran las tres educaciones, hemos de dirigir las otras dos a aquella ior, ycareciono dct abla de las Meas que con ella se expres, entender la nessidad qi tenia de st sti, yen rad chara EMILIO © DE LA FDUCACION.—LIBRO PRIMERO 3 ‘en que ningiin poder tenemos. Pero, como acaso tiene la voz de Natu- ificacion sobrado vaga, conviene que procuremos fijatla. icen que la Naturaleza no es otra cosa que el s ‘decir esto? No hay habitos contraidos por fuerza y que la Naturaleza, como, por ejemplo, el de las otra vez se torna en vertical su prolong: inclinaciones de los hombres. Mientras que permanecen en un mismo estado, pueden conservar las que resultan de la costumbre y menos {uacion, se gasta la costumbre Si cefimos el nombre de Naturaleza jemos excusar esta jeri Ss desc que nos ofrece la nes de simpatia 4 JUAN JACOBO ROUSSEAU pero de poca monta! Lo esencial es ser bueno con las gentes con quien _| se vive. En pais ajeno, eran los espartanos ambiciosos, avaros, inicuos pero reinaban dentro de sus muros el desinterés, la equidad dia. Desconfiemos de aquellos cosmopolitas, que en sus libros van a ‘buscar en apartados climas obligaciones que no se dignan desempefiar ‘en tomo de ellos. Fildsofo hay que se aficiona alos tértaros, porno tener _| ‘que querer bien a sus vecinos. Su individuo es el todo para el hombre de la Naturaleza; es la unidad. ‘numérica, el entero absoluto, que sélo tiene relacién conisigo mismo, mientras que el hombre de la ciudad es la unidad fraccionaria que determina el denominador, y euyo valor expresa su relacién con ell bbuenas son las {que mejor saben borrar la hombre, privarle de su exis tencia absoluta, dandole una relativa, y trasladando el yo, la personal dad, a 1a comiin unidad; pot manera, que cada particular ya no se c1 ‘uno, sino parte de la unidad, y solamente en el todo sea sensible. No era un ciudadano de Roma Cayo ni Lueio, que era un romano, y era elamor de su patria exclusivo en él, hasta del suyo propio. Por cartaginés se _| reputaba Régulo, como peculio que era de sus amos, y en calidad de _| a tomar asiento en el senado romano; fue preciso i, y se toms triunfante a morir en horribles tormentos. '8¢ patecfa mucho a los hombres que conocemos. Presentése el lacedemonio Pedaretes para ser admitido al Consejo de Jos trescientos, y desechado, se vuelve a su casa, rebosando en jubilo de que se hallaran en Esparta trescientos hombres de mis mérito que él Supongo que esta demostracién fuese sincera, y no hay motivo para no ‘reerla tal: éste es el ciudadano, —Tenia una espartana cinco hijos en elejército, y aguardaba noticias de Ia batalla. Llega un Jas pregunta asustada. —Tus cinco hijos han muerto. — Vil, ‘Hemos aleanzado la victoria. Corre al te a los dioses. Esta es la ciudada El que en el orden eivil quicra conservar la prim: naturales no sabe lo que se quiere. Si fa a los afectos inaciones y sus obligaciones, un paisano, en una palabra: nada. Para ser algo, para ser uno propio y siempre el mismo, es necesario estar siempre determinado acerca del partido que se ha de tomar, tomarle resueltamente, y seguirle con tesén. En mostrindome este portento, sabré si es hombre o ciudadano, o como hace para ser una cosa y otra, cartaginés. Indignado con los que le querian librat | ipre en contradiceién consigo EMILIO 0 DE LA EDUCACION —LIRRO PRIMERO 5 De estos objetos, por necesidad opuestos, proceden dos formas ‘contrarias de institucin; una publica y comiin: otra particular y domés- eS uien se quiers formaridea de de Platsn, que noes una obra d No contemplo instituciones que llaman colegios.‘ Tampoco haré mencién de la educacién del mundo, porque como ésta se propone dos fines contrarios, ninguno consigue, y sdlo es buena para hacer dobles a los hombres, que con apariencia de referirlo siempre todo a los demas, nada refieren que no sea a si propios. Empero como estas muestras son generales para todo el mundo, a nadie engaiian, y son trabajo perdido. ‘Nace de estas contradicciones la que en nosotros mismos experimen- tamos sin cesar. Arrastrados por la Naturaleza y los hombres en sendas para los demas ‘ de la Naturaleza. Pero qué aprovechara a los. scado tinicamente para éI? Si por ventura los dos objetos que nos proponemos, pudieran ambos reunirse en uno solo, quitando las contradieciones del hombre, remove- 10; en una palabra, fuera 1unos pasos dard en esta investigacién, el que este escrit ‘téarmacha escuclas,y con cepecaidadn ls Universidade Pats, hay profesor qe ques yoy aprecio mucho, y que tengo por muy idencos pare dar buena enschaiva a javent 3 m0 foe pecicaran a seguir el metodo exiableido, Exhort aun de ellos a que publique la era qs ha proyecado, Perrin acasoentonces oo cir la cfenmedad, cuando vean que ain ice 6 JUAN JACOBO ROUSSEAU {Qué tenemos que hacer para la formacién de este raro mortal ‘Mucho sin duda; estorbar que hagan nada. Cuando sélo se trata de ra el viento, se botdea; pero si esta alborotada la mar y ‘no se mueva el navio, ¢s preciso aferrar el ancora. Mi inexperto piloto, no arries el cable, no garre el ancla, y derive el navio, antes que puedas estorbarlo. Enel orden social en que est cada uno educado para el suyo. Si todos los puestos sefialados, debe ser particular fotmado para su puesto sale de él, ya no vale para nada. Sélo la educacién en cuanto se conforma la fortuna con la vocacién de los padres; en cualquiera otro caso es perjudicial para el alumno, aunque no sea mas que pot las nes que Ie infunde. sus padres, tenia a lo met fen nuestros paises donde sil hombres sin cesar de una a ot para su estado, se afana en detrimento de él. ‘Como en el estado natural todos los hombres son iguales, su comin os que con él tengan conexi lumno para la tropa, para la para el foro; que antes de la vocacién de sus padres, le llamé la EMILIO 0 DE LA EDUCACION—LIBRO PRIMERO 7 distintas en su objeto, como nodriza, ayo y maestro. Pero se confunden estas distinciones; y para que el nifto vaya bien encaminado no debe tener mas que un conductor. ‘Conviene, pues, generalizar nuestras ideas, considerando en nuestro alumno el hombre expuesto a todos los azares de la vida humana. Si haciesen los hombres clavados al suelo de un pais, si durase todo el afio i estuviera cada uno tan pegado con su fortuna hubiese de vivir siempre rodeado de su gente? Si da este desventurado un solo paso en la tierra, si baja un esealén solo, es perdido. No es eso enseitarle a aguantar el dolor, sino ejercitarle a que le sienta con mas viveza, ‘Los padres slo piensan en conservara su niiio; eso no basta: debieran ensefiatle a conservarse cuando sea grande, a aguantar los embates de la mala fortuna, a arrastrar la opul sario, en los hiclos de Irlanda, 0 tomar precauciones para que ‘cuando no sea su muerte fruto: éstos. No tanto se trata de estorbar que muera, cuanto de hacer que viva Vivir no es alentar, que es obrar, hacer uso de huestros érganos, nuestros ‘mientras que tiene Dicen que algunas parteras pretenden dar mejor configu cabeza de los nitios recién nacidos, apretindosela, jy se lo pet Est nuestras cabezas, como las formé el autor de la Natura- los fildsofos por

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