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EVALUACIÓN PARCIAL
ARTE Y LITERATURA DEL PERÚ Y AMÉRICA LATINA
IV. Se enviará un solo archivo en formato PDF y se envía al clasroom en el espacio y fecha que indica
el docente.
VII. Las preguntas de desarrollo tipo ensayo deben ser justificadas (emplee argumentos para sostener
su propuesta).
1. La propuesta pictórica de José Sabogal y Ricardo Grau
Por un lado, con respecto a la propuesta pictórica de José Sabogal se puede resaltar que,
considerando la experiencia artística adquirida que este obtuvo en el extranjero, asimiló una
suerte de nacionalismo no antagónico, enmarcado dentro de la propuesta indigenista, que
buscaba la representación de aquello relacionado a los hombre autóctono y su entorno, cuyas
representaciones estaban relegadas históricamente. En cuanto su propuesta pictorica, se puede
resaltar la tosquedad plasmada en su representación caracterizada por pocos arreglos, que no
buscaban representar la figura del hombre, ya sea indio, mestizo o negro, de manera
ornamentada e idealizada, sino que buscó resaltar de una manera, quizá grotesca para muchos,
una faceta que poco representada para la época que ponía de relieve, la cruda realidad sin
cubiertas de delicadeza.
Por otro lado, en cuanto a la propuesta de Ricardo Grau es importante resaltar que, rescatando
lo dicho por este en la entrevista de Eduardo Moll, este considera que no sigue una línea o
tendencia artística bien delineada por así decirlo, sino que más bien es a partir de la
comprensión y una suerte de asimilación de un conglomerado de tendencias que logra
desarrollar una propia expresión artística. De ahí que podemos percibir que su propuesta
pictórica adopta una postura eclecticista que buscaba integrar o recoger una que otra
característica resaltante o atractiva para este artista.
Por un lado, de acuerdo a Garrido (2009), Siqueiros, que tenía un historial marcado de
militancia política, al igual que otros muralistas tenía un notorios tintes políticos en su obra que
estaba orientada a fomentar la creación de una conciencia de justicia social por lo que resaltaba
la Revolución y rechazaba con un empuje enérgico el individualismo y exaltaba la acción
colectiva. Ahora, el rechazo al individualismo, de alguna manera lo pone en contraposición a las
representaciones de Tamayo que no tiene por objetivo fines políticos ni un sentido colectivo que
sí está presente en las obras de Siqueiros.
Además, el hecho que las obras de este se caractericen por no ser apolíticas las podrían enmarcar
dentro un espectro tildado como partidario hacia una postura determinada, es decir, útil a
determinados fines políticos.
Mientras que por otro lado, tomando como referencia la entrevista realizada por Gonzales
Casanova, Tamayo argumentaba que el muralismo mexicano, dentro del cual la obra artística de
Siqueiros estaba enmarcada, había entrado en decadencia debido a que como elemento
propagandístico ya no le era útil a los gobierno de turno, es decir, se puede entender que la
política, como principal engranaje de este movimiento, necesitaba del muralismo como soporte
para un ideario social y económico de aquel entonces; sin embargo conforme ello ya no era
necesario este movimiento fue perdiendo su empuje, motivación e influencia en las nuevas
generaciones. Ello, claro está, buscaba reforzar el enfoque artístico de Tamayo, el abstracto, que
se caracterizaba por el carácter de libertad y experimental que tenía para poder plasmar su arte,
no supeditado a un evento o proceso histórico determinado que podría restringir el mensaje a un
determinado fin.
DIDÁCTICA. 53-72.