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TEMA 10D.

MANUAL DE BUENAS PRÁCTICAS EN EL LABORATORIO FIV

Las Directrices de la ESHRE (European Society of Human Reproduction and Embriology)


sobre Buenas Prácticas en los Laboratorios de FIV fueron elaboradas por el Grupo de Interés
Especial en Embriología (SIG) y publicadas en el año 2000. Desde entonces constituyen los
requisitos mínimos para cualquier laboratorio que ofrece técnicas de reproducción asistida
(TRA).

Esto se hizo con el objetivo de implementar un sistema de calidad para todos los
embriólogos y personal de laboratorios de fecundación in vitro, en el entendimiento de que
el embriólogo tiene la responsabilidad de la aplicación correcta y justificada de las TRA en
el laboratorio.

La estricta aplicación y posterior desarrollo de estas directrices benefician a todos los


pacientes, a los profesionales de las TRA y a los propios embriólogos.

La versión actual de “Guideline para las Buenas Prácticas en los Laboratorios de Fecundación
in Vitro” se basan en el documento anterior (Gianaroli et al., 2000), y debe ser visto como
un complemento a los requisitos impuestos por la Directiva 2004/23/CE sobre “El
establecimiento de normas de calidad y seguridad para la donación, obtención, evaluación,
procesamiento, preservación, almacenamiento y distribución de células y tejidos humanos”.

A lo largo de este tema vamos a estudiar las directrices que marca dicha guideline.

Dotación de personal y dirección

El laboratorio debe estar dirigido por una persona debidamente cualificada, con titulación,
responsable, y con experiencia en el campo de la embriología y de las ciencias biológicas o
médicas, de acuerdo con las normas nacionales. Entre sus responsabilidades debe incluir:

• Garantizar que las instalaciones de laboratorio son apropiadas y seguras mediante el


control sistemático de su funcionamiento y la programación del mantenimiento
periódico.
• Garantizar que existan protocolos escritos para todos los procedimientos y que se
llevan a cabo adecuadamente por el personal del laboratorio.
• Revisar y actualizar periódicamente los protocolos de los procedimientos.
• Verificar que todos los procesos se realizan de acuerdo con un sistema de calidad.
• Tener la experiencia necesaria para llevar a cabo la carga de trabajo del laboratorio,
de modo que pueda asegurar que en cada lugar existe un número adecuado de
personal en relación con las técnicas que se ofrecen.
• Asegurarse de que al nuevo personal se le da orientación y un programa de
formación con la asistencia y control de los embriólogos experimentados y del
director del laboratorio.
• Organizar y controlar la capacitación del personal del laboratorio y garantizar que
reciben formación científica y médica continua.
• Garantizar que la responsabilidad individual de cada miembro del personal y la
jerarquía en cuanto a responsabilidad se definen y se indican en los procedimientos
escritos, que son conocidos y aceptados por todos los miembros del personal.
• Tener intercambio regular de información y discusión con los colegas clínicos.

Políticas y procedimientos

Todos los procedimientos de laboratorio deben incluir disposiciones para la identificación


única del paciente manteniendo su confidencialidad.

La versión actualizada de todos los protocolos de los procedimientos utilizados debe estar
disponibles en el laboratorio, y deben estar escritos, firmados y fechados.

Deben existir protocolos para manejar y documentar la identificación incorrecta o


incompleta de las muestras o la documentación, así como cualquier incumplimiento,
situación de emergencia o evento adverso.

En los protocolos escritos debe estar especificada toda la comunicación con el resto de las
unidades operativas (médicos, genetistas, enfermeras y secretaría).

Los resultados clínicos y de laboratorio como son tasas de fecundación, de gestación, etc.,
deben ser actualizados periódicamente y encontrarse a disposición del personal.

Debe existir un libro de registro para permitir la evaluación periódica de los resultados,
incluidos los resultados de cada miembro del personal.

Teniendo en cuenta el alto grado de atención necesaria por el embriólogo o el técnico


durante el trabajo en el laboratorio, cualquier comunicación al laboratorio, tales como
llamadas telefónicas, debe mantenerse al mínimo.

Diseño del laboratorio

El laboratorio de embriología debe tener un espacio adecuado para permitir buenas


prácticas de laboratorio, y debe estar lo más cercano posible al quirófano donde se realizan
los procedimientos clínicos.
Al poner en marcha un laboratorio se debe pensar en los equipos e instalaciones más
novedosos, y se debe prestar atención a la ergonomía del operador, lo que contribuye a un
ambiente de trabajo que minimiza la distracción y la fatiga. También se debe tener en
cuenta los requisitos locales de salud y seguridad.

La construcción del laboratorio debe garantizar condiciones asépticas y óptimas de los


gametos, cigotos y embriones durante todas las fases del tratamiento.

El filtrado de partículas y compuestos volátiles orgánicos del aire de las salas donde se
realizan procedimientos clínicos y de laboratorio, debe de ser de alta eficiencia para
mantener condiciones limpias.

Las habitaciones para cambiarse de ropa deberían de estar ubicadas cerca del laboratorio,
con instalaciones para lavado de manos.

El acceso al laboratorio debe limitarse únicamente al personal autorizado.

La ubicación de las zonas de almacenamiento y equipos tales como incubadoras, centrífugas


y equipos criogénicos debe planearse, lógicamente, para la eficiencia y la seguridad dentro
de cada área de trabajo. Y el espacio de oficina debe estar separado para el trabajo
administrativo.

También debe estar separado del laboratorio de embriología una zona húmeda para llevar a
cabo el lavado de los equipos, la esterilización, etc.

Las técnicas en las que se utilizan fijadores deben ser realizadas en una habitación separada,
preferiblemente con una campana de humos.

Equipos de laboratorio

Los equipos del laboratorio deben ser adecuados para el trabajo de laboratorio y fáciles de
limpiar y desinfectar.

Los equipos críticos, como incubadores y contenedores de criopreservación, deben


controlarse adecuadamente y poseer alarmas para casos de emergencia.

En caso de fallo de alimentación eléctrica, debe existir un generador eléctrico automático de


emergencia que restituya la electricidad.

Se recomienda tener un número mínimo de dos incubadores, los cuales deben limpiarse y
esterilizarse con frecuencia. Las botellas de gas que los alimentan deben ser colocadas al
aire libre o en una habitación separada.
Los registros de mantenimiento ordinario y extraordinario en todos los equipos deben
documentarse y conservarse.

Deben existir dispositivos para el mantenimiento de la temperatura de los medios de


cultivo, gametos y embriones, cuando se encuentran fuera de los incubadores, como por
ejemplo placas calefactoras y bloques de calentamiento.

Regularmente se deben realizar controles de los parámetros que marcan los equipos, como
es el caso de la temperatura y el CO2, para lo que se utilizarán termómetros calibrados,
análisis de CO2, o medición del pH. Estos controles deben quedar registrados.

Los manuales de instrucciones de todos los equipos deben estar disponibles para todo el
personal en el laboratorio.

Agentes infecciosos

El manejo de material biológico supone un riesgo potencial de transmisión de


enfermedades al personal y de contaminación cruzada, es decir, a otros pacientes, gametos,
cigotos o embriones. Cada unidad debe establecer procedimientos y políticas para la
seguridad del personal y para prevenir la contaminación cruzada, tomando en consideración
la legislación nacional y local sobre seguridad.

Se recomienda la vacunación del personal contra la Hepatitis B.

Según la Directiva Europea 17/2006/CE, Anexo III, rutinariamente deben adoptarse medidas
para el cribado de pacientes y donantes de gametos con serologías positivas para el Virus
de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), la Hepatitis B, la Hepatitis C, y otras enfermedades
de transmisión sexual.

El personal del laboratorio debe tratar cada muestra biológica como potencialmente
infecciosa, pero a pesar de ello debe ser informado previamente por parte del médico de la
existencia de un paciente infeccioso. El tratamiento de las muestras biológicas de estos
pacientes debe realizarse en laboratorios de alta seguridad biológica, o en un laboratorio
normal, pero tratar dichas muestras separadas en el tiempo con respecto a las muestras no
infecciosas. Cuando se manejan muestras contaminadas se debe utilizar una campana de
flujo laminar de Clase II, para proteger tanto al personal de laboratorio como a la muestra
biológica.
Medidas de protección

Todos los fluidos corporales deben ser tratados como potencialmente contaminados, y las
medidas de protección deben encaminarse tanto a proteger al personal de laboratorio
como a garantizar las condiciones asépticas del material biológico.

Dentro de estas medidas destaca:

• Observación estricta de las normas de higiene personal.


• Uso de ropa de laboratorio.
• Uso de guantes sin talco y mascarilla.
• Uso de protección facial y ocular, y de guantes especiales cuando se maneje
material criopreservado.
• Uso de campana de flujo laminar vertical.
• Uso de dispositivos mecánicos de pipeteado.
• Uso de campana de humos en caso de utilizar fijadores.
• Uso de materiales desechables que se tirarán una vez utilizados en los recipientes
apropiados para residuos, de manera que queden protegidos el personal de
laboratorio, de mantenimiento, y el personal de limpieza, a su exposición.
• Las agujas y otros objetos cortopunzantes deben manejarse con mucho cuidado y
desecharse en contenedores especiales.
• En el laboratorio estará prohibido el consumo de alimentos, bebidas y cigarros.
• El uso de maquillaje y perfumes fuertes debe ser limitado.

El riesgo de contaminación cruzada con material infeccioso de un paciente a otro puede


ocurrir durante el proceso de criopreservación. Esto puede suceder, por ejemplo, cuando el
sistema de almacenamiento se encuentre impregnado externamente de material biológico y
no se haya desinfectado previamente a la inmersión en el nitrógeno líquido.

Para mantener el material biológico almacenado en los tanques de criopreservación de


forma segura, es necesario evitar el contacto de la fase de nitrógeno líquido con las
sustancias biológicas.

Las muestras contaminadas se deben almacenar en sistemas cerrados de alta seguridad y,


preferiblemente, en tanques dedicados exclusivamente a estas muestras.

Según la Directiva Europea 23/2004/CE, la realización de serologías a todos los pacientes


antes del tratamiento, reducirá drásticamente el riesgo potencial de contaminación cruzada
durante todos los procedimientos.
Identificación de pacientes

Antes de iniciar cualquier procedimiento relacionado con un ciclo de tratamiento, el


embriólogo debe comprobar que el paciente ha firmado el consentimiento informado
correspondiente.

Los exámenes clínicos y serológicos realizados a los pacientes deben revisarse antes de ser
admitidos en el tratamiento, con el objetivo de detectar cualquier positividad a infecciones
virales.

Las normas relativas a la correcta manipulación e identificación del material biológico


deberán establecer un sistema de controles y, en caso necesario, realizar comprobaciones
dobles por una segunda persona.

Todo el material obtenido a partir de los pacientes, tanto tubos de sangre, líquido folicular,
como semen, deben identificarse de igual forma, con una única identificación de la pareja.

La verificación de la identificación de los pacientes debe realizarse en las etapas decisivas:


antes de la recogida de ovocitos, en la recogida del semen, en el momento de la
inseminación o de la ICSI, en el momento de la transferencia embrionaria, y en la
criopreservación.

Es esencial la documentación de todos los pasos críticos en el protocolo de cada paciente,


así como la identidad de la persona del laboratorio que realiza cada proceso junto con la
fecha y la hora.

Preparación de medios de cultivo y pruebas de control de calidad

La Directiva Europea 86/2006/CE indica los requisitos de las especificaciones de los


materiales y reactivos utilizados.

Los medios de cultivo deben ser para cultivo de tejidos, preferiblemente embriotestados con
embriones de ratón, y con la pureza adecuada.

Se recomienda el uso de medios de cultivo comerciales, en los que se realizan pruebas para
su control de calidad que quedan documentadas para ser suministradas por el fabricante.
En estos medios se debe controlar la integridad de los paquetes y las condiciones de
entrega tras el transporte.

Los reactivos y medios de cultivo siempre se deben utilizar antes de la fecha de caducidad
del fabricante, y deben almacenarse en adecuadas instalaciones de refrigeración.
No se recomienda utilizar como aditivo a los medios de cultivo ni el suero de donantes ni el
líquido folicular. Los proveedores comerciales de albúmina de suero humano o de medios
de cultivo que contienen una fuente de proteínas derivadas de suero, deben suministrar
pruebas de cribado de acuerdo con la legislación vigente para los donantes de sangre.

Los ovocitos, cigotos y embriones pueden cultivarse bajo aceite mineral equilibrado, el cual
ayudará al mantenimiento de la temperatura, la presión osmótica y el pH durante la
manipulación fuera del incubador. El fabricante también debe suministrar la documentación
de las pruebas de control de calidad realizadas en el aceite mineral.

Cada lote de medio de cultivo y de aceite mineral debe ser registrado en el protocolo de
cada paciente, o documentar el periodo de tiempo exacto durante el cual se ha usado, con
el objetivo de permitir la trazabilidad.

Manipulación de ovocitos, cigotos, embriones y espermatozoides

Cada procedimiento debe ser fácil, simple y eficaz, y debe realizarse en una campana de
flujo laminar equipada con placas calefactadas. Dicha campana debe ser de Clase II en el
caso de muestras contaminadas, para proporcionar protección también al embriólogo.

En todo momento se debe trabajar en condiciones asépticas.

Se debe garantizar que los ovocitos, cigotos y embriones se mantienen a 37ºC durante su
manejo y observación.

Para la manipulación de células y fluidos corporales deben utilizarse materiales desechables


para cultivo de tejidos, y debe registrarse el número de lote utilizado durante cada periodo
de tiempo.

Las pipetas deben utilizarse para un único procedimiento, nunca para más de un paciente, y
deben eliminarse inmediatamente después de su uso.

Antes de recibir muestras, debe confirmarse la identidad de los pacientes correspondientes.

El tratamiento simultáneo de más de un paciente nunca debe hacerse en el mismo lugar de


trabajo. Cada muestra debe ser manejada de forma individual y su tratamiento debe ser
completado antes de pasar a la siguiente muestra.

La identificación de la información indicada en la placa de cultivo o en los tubos debe ser


referencia directa a cada paciente y a su documentación.
El etiquetado de las placas de cultivo y los tubos debe ser permanente, y los incubadores
deben organizarse con el fin de facilitar la identificación del material biológico para cada
paciente.

En cada etapa del procedimiento debe registrarse fecha, hora e identificación del operario.

Recuperación de ovocitos

Los ovocitos necesitan ser mantenidos a temperatura corporal, es decir, cerca de 37ºC, ya
que el huso meiótico comienza a despolimerizarse a aproximadamente 35ºC. Después de la
despolimerización inducida por la temperatura, el huso vuelve a formarse de manera
espontánea cuando la temperatura se eleva de nuevo, pero los errores en este proceso
pueden provocar aneuploidías.

Por tanto, debe haber equipos adecuados para mantener la temperatura a 37ºC, y las placas
de Petri para búsqueda de ovocitos y tubos para líquido folicular deben estar precalentados
a dicha temperatura.

Los protocolos detallados por escrito para la recolección de ovocitos y su cultivo deben
estar disponibles en el laboratorio.

Los aspirados foliculares se observan bajo un estereomicroscopio con base de iluminación


transmitida y placa calefactada, por lo general a 8-60x aumentos, para detectar la presencia
de complejos cúmulo-ovocito. La exposición de los ovocitos a la luz debe ser minimizada.

Deben especificarse criterios morfológicos para la descripción de la calidad de los ovocitos y


su estadio madurativo, y la evaluación de los ovocitos recuperados debe documentarse en
el protocolo del paciente.

Cuando se van a utilizar ovocitos de donante, se debe garantizar la trazabilidad de acuerdo


con las normas vigentes.

Preparación del semen

Antes de iniciar un ciclo de tratamiento, se debe realizar un análisis de semen de acuerdo


con los protocolos descritos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los pacientes deben recibir instrucciones claras y precisas sobre la recogida de la muestra
de semen. Para ello utilizarán un recipiente de plástico estéril, sin utilizar preservativos,
espermicidas, ni cremas lubricantes. El recipiente debe estar claramente etiquetado con los
nombres de la pareja. Después de la recogida, la muestra deberá entregarse en el
laboratorio lo antes posible, preferiblemente antes de pasada una hora desde la recogida y
evitando las temperaturas extremas.

Si el recipiente difiere de la norma, quedará documentado junto a la hora y lugar de


recogida (con especial referencia a las muestras recogidas fuera de la clínica), y al intervalo
de tiempo entre la recogida y la preparación de la muestra seminal.

Cuando se utilice semen de donante, debe registrarse el código del donante.

Los protocolos escritos deben estar disponibles e incluirán el tipo de medio utilizado, la
técnica de preparación del semen, valores de referencia, velocidad y tiempo de
centrifugación, y condiciones y tiempo de incubación.

La técnica de preparación del semen debe ser registrada, incluyendo detalles de cualquier
variación en el protocolo estándar del laboratorio. También deben registrarse los
parámetros que presenta la muestra seminal antes y después de su preparación. En el caso
de recuperar quirúrgicamente los espermatozoides, el material sobrante tras realizar la
técnica debe ser criopreservado para futuros ciclos, lo que evitará repetir la cirugía.

Las preparaciones de semen también deben ser protegidas de temperaturas extremas. La


técnica de preparación de semen utilizada en el ciclo de tratamiento se elige de forma
individualizada, en función del diagnóstico.

Esta preparación está dirigida a concentrar y seleccionar los espermatozoides móviles,


eliminar el plasma seminal, residuos y contaminantes, y descartar espermatozoides de
morfología anormal.

En aquellos pacientes en los que se prevea la posibilidad de que tengan dificultad en la


recuperación de espermatozoides, podrá solicitarse una muestra de respaldo congelada.

Los procedimientos estándar para la preparación del semen deben detallarse en un


protocolo escrito. Como regla general, la centrifugación excesiva debe evitarse, sobre todo
en muestras oligozoospérmicas, con el fin de evitar el aumento de la concentración de
especies reactivas de oxígeno.

Los medios de cultivo utilizados para resuspender los espermatozoides son tamponados con
bicarbonato, y por lo tanto susceptibles a los cambios de pH si se exponen al aire
atmosférico durante más de dos minutos. Además, la exposición prolongada a la alta
velocidad del flujo del aire va a provocar una disminución de la temperatura de la
resuspensión. Por lo tanto, el procedimiento de preparación del semen debe realizarse bajo
condiciones que maximicen el control de la temperatura y el pH.
Inseminación de ovocitos

Cuando se realiza FIV convencional debe registrarse el momento de la inseminación y la


concentración espermática utilizada; dicho número debe ser suficiente para producir la
fertilización de los ovocitos sin comprometer el desarrollo del embrión. En el momento de
la inseminación se recomienda una doble comprobación de la identidad de la pareja.

En el procedimiento de ICSI primero se deben preparar los ovocitos, para ello se eliminarán
las células cúmulo-corona utilizando un procedimiento enzimático con Hialuronidasa,
seguido de denudación mecánica usando una pipeta. Tanto la concentración de la enzima
como la duración de la exposición a la enzima deben ser limitados. Es necesario ser
cuidadoso para evitar daños en los ovocitos a causa del pipeteado demasiado vigoroso o
de utilizar una pipeta de diámetro demasiado pequeño.

En el procedimiento de microinyección debe registrarse la hora de inicio y finalización, y


serán puntos muy importantes la morfología y estado de madurez de cada ovocito, la
selección e inmovilización de espermatozoides, y la ruptura de la membrana del ovocito
antes de la liberación del espermatozoide dentro del ovocito.

Sustancias viscosas tales como Polivinilpirrolidona (PVP) pueden utilizarse para facilitar la
manipulación de los espermatozoides y para controlar el líquido en la pipeta de
microinyección, lo que limita el volumen inyectado en el ovocito.

Es importante seleccionar espermatozoides vitales evaluados a partir de su movilidad. En


caso de que los espermatozoides no presenten movilidad, puede utilizarse una prueba de
vitalidad en el momento de la microinyección para seleccionar espermatozoides vivos.
Cuando no existen espermatozoides vivos en el eyaculado, podría valorarse la extracción de
espermatozoides testiculares.

Los ovocitos inmaduros obtenidos en la recuperación después de la estimulación hormonal,


se sabe que tienen una alta incidencia de anomalías cromosómicas y una baja tasa de
desarrollo. Por lo tanto, debe evitarse el uso de estos ovocitos para la FIV o ICSI.

En el momento de preparar la placa de ICSI se recomienda hacer una doble comprobación


de la identidad de la pareja.

Al final del procedimiento, las agujas utilizadas deben desecharse.


Valoración de la fecundación

Los ovocitos que han sido inseminados o microinyectados deben colocarse en nuevas
placas con medio de cultivo fresco preequilibrado, y se examinarán para valorar la presencia
de pronúcleos y cuerpos polares entre las 16 y 20 horas postinseminación.

Este examen debe hacerse a gran aumento, al menos a 200x, utilizando un microscopio
invertido con óptica de Hoffman o equivalente, con el fin de verificar la fecundación normal
y la morfología pronuclear.

Los ovocitos con un pronúcleo o más de dos pronúcleos deben cultivarse por separado. Los
ovocitos activados por partenogénesis pueden llegar a blastocisto, y si se transfieren darán
falsas expectativas de implantación. Los cigotos con tres pronúcleos también pueden
evolucionar, implantarse y, en ocasiones, llegar a término y parto con cariotipo triploide,
pero los recién nacidos morirán al poco tiempo.

Los triploides humanos originados a partir de fertilización poliespérmica a menudo


desarrollan una mola hidatidiforme que puede derivar en coriocarcinoma.

Los ovocitos que no muestran signos de fecundación en el intervalo de tiempo establecido


deben mantenerse en cultivo y observar si existe aparición tardía de pronúcleos, extrusión
del segundo corpúsculo polar, y/o división.

Cultivo y transferencia de embriones

Los cigotos y embriones preimplantatorios son altamente sensibles al estrés del cultivo
resultante de un metabolismo perturbado con la consiguiente alteración de la función
celular, de la producción de energía y de la expresión génica. Por lo tanto, se deben tomar
precauciones para mantener las condiciones adecuadas de pH y temperatura para proteger
la homeostasis del embrión.

La valoración de los embriones se hace a gran aumento, al menos a 200x, preferiblemente a


400x, en un microscopio invertido con óptica de Hoffman o equivalente. La evaluación debe
incluir: número de células, porcentaje de fragmentación, tamaño y apariencia citoplásmica
de las blastómeras, y la presencia de uno o varios núcleos por blastómera.

Debe quedar registrado el estadio de desarrollo del embrión en el momento de la


transferencia.

Los embriones pueden ser cultivados a día 5 ó 6 para la transferencia en la etapa de


blastocisto, generalmente en medios de cultivo secuenciales. Los datos actuales muestran
que el cultivo y la transferencia de blastocistos pueden ser una ventaja para ciertos grupos
de pacientes.

En algunos países, el número máximo de embriones a transferir es establecido por la


legislación nacional. Es recomendable no exceder de dos embriones para la transferencia, y
en los casos en que se transfieren dos o más embriones, la pareja tiene que ser informada
ampliamente sobre los riesgos de embarazo múltiple. Como recomendación general, se
recomienda la política de transferencia de un solo embrión.

En algunos países es obligatoria la transferencia de un solo embrión, y en otros se realiza


frecuentemente a pesar de no ser obligatorio. Una revisión de la Cochrane concluye que la
transferencia de un solo embrión reduce significativamente el riesgo de embarazo múltiple,
pero también disminuye la probabilidad de nacido vivo en un ciclo de FIV en fresco. Sin
embargo, si a estos datos le sumamos la transferencia de un solo embrión congelado, se
alcanza una tasa de nacidos vivos comparable con la transferencia de dos embriones.

Los cigotos o embriones sobrantes pueden ser criopreservados o desechados, de acuerdo


con su calidad, a los deseos de la pareja y a la legislación nacional.

El registro de pacientes para la transferencia debe incluir:

• Número de lote y tipo de medio utilizado para la transferencia.


• Fecha de la recuperación de los ovocitos.
• Fecha de la inseminación de los ovocitos.
• Número y estadio de desarrollo de los embriones a transferir.
• Destino de los embriones sobrantes.
• Tipo de catéter utilizado para la transferencia.
• Nombre del médico que realiza la transferencia.
• Nombre del embriólogo que carga el catéter.
• Observaciones sobre el procedimiento clínico.

Si el laboratorio está a cierta distancia de la sala de transferencia de embriones, se deben


de tomar medidas de seguridad para mantener la temperatura y el pH durante el transporte
de los embriones.

Para la transferencia deben usarse catéteres desechables estériles. En el momento de cargar


el catéter, se recomienda doble comprobación de la identidad de la pareja.

Antes de la transferencia de embriones, la identidad de los pacientes debe ser comprobada


con minuciosidad.
Criopreservación de gametos

La criopreservación se puede llevar a cabo en cualquier estadio del embrión. Los embriones
que muestran un alto grado de fragmentación, su desarrollo va lento o los que han dejado
de evolucionar, deben ser desechados de los procedimientos de almacenamiento debido a
las bajas tasas de supervivencia y de implantación que darán después de la descongelación.

Cada centro de FIV debe tener en marcha un programa de criopreservación de gametos y


embriones, con el objeto de:

• Criopreservar embriones sobrantes después de la transferencia.


• Retrasar la transferencia a un ciclo posterior si la paciente es incapaz de someterse a
la transferencia o si se encuentra en riesgo de desarrollar síndrome de
hiperestimulación ovárica.
• Almacenar embriones generados a partir de ovocitos donados con el fin de esperar
6 meses para que las donantes potenciales puedan ser controladas para
enfermedades infecciosas antes de la transferencia de embriones.
• Establecer un programa de preservación de la fertilidad mediante el almacenamiento
de gametos y embriones para su uso posterior, como en los casos de las pacientes
con cáncer o mujeres con riesgo de menopausia precoz.

En los laboratorios donde se criopreserva, debe existir un sistema para la detección de bajos
niveles de nitrógeno líquido en los tanques y de altos niveles de nitrógeno en el aire. Por
esta razón se recomienda mantener los tanques de nitrógeno controlados en zonas
especiales.

Existen varios protocolos de criopreservación en función de la etapa de desarrollo


embrionario, tipo de crioprotector y velocidad de enfriamiento.

Con el fin de minimizar los riesgos de transmisión de infección a través de nitrógeno


líquido, las muestras biológicas deben ser almacenadas en recipientes específicos sellados.

La transferencia de la muestra a dicho recipiente debe hacerse de modo que se evite la


contaminación de la superficie externa del recipiente, y el sellado se hará cuidadosamente
antes de la congelación.

Los pacientes cuyos gametos o embriones van a ser criopreservados deben cumplir los
requisitos que establece la Directiva Europea 17/2006/CE en el Anexo III en cuanto a VIH 1 y
2, y Hepatitis B y C. Cuando se conozca la positividad de un paciente para uno de estos
virus, debe almacenarse en un recipiente específico para ello.

La documentación sobre embriones almacenados debe incluir:


• Método de congelación y descongelación.
• Tipo de crioprotector y número de lote utilizado.
• Etapa de desarrollo del embrión.
• Número de embriones por vial.
• Número de viales almacenados por paciente.

Los viales deben estar etiquetados con claridad y de forma permanente.

Los datos del almacenamiento deben registrarse por un lado en la historia del paciente, y
por otro lado en el registro del banco de nitrógeno. Y debe realizarse una auditoría anual
cruzando los datos de ambos registros.

En la documentación del procedimiento de descongelación debe registrarse los cambios


morfológicos que se observen durante la descongelación, el número de células que
sobreviven a la descongelación y el periodo de tiempo de incubación antes de la
transferencia.

Eclosión asistida

Esta técnica ha sido diseñada con el objetivo de ayudar a la eclosión del embrión y
posiblemente a su implantación. Sin embargo, hay informes contradictorios sobre su eficacia
clínica y debe considerarse como un procedimiento experimental.

La eclosión asistida se puede realizar por tres técnicas diferentes: la técnica mecánica que es
la disección parcial de la zona con microagujas de vidrio; la técnica química usando ácido
tyrode, y la técnica por láser.

Durante el procedimiento se debe tener especial cuidado para evitar daños en el embrión, y
debe registrarse quién realiza la técnica, el tiempo utilizado, el estadio de desarrollo del
embrión, y la técnica utilizada.

Diagnóstico genético preimplantacional (DGP)

El objetivo del DGP es identificar embriones, generados in vitro, que llevan enfermedades
genéticas hereditarias o anomalías cromosómicas y excluirlos de la transferencia
embrionaria.

Los resultados obtenidos indican que el proceso no afecta negativamente al desarrollo del
embrión y a la implantación a pesar de su agresividad.
La principal ventaja derivada de su aplicación radica en ser una alternativa al aborto
terapéutico, debido a minimizar el riesgo de transferir embriones afectos.

En el año 2004, la Sociedad Internacional de PGD publicó directrices para las buenas
prácticas en el PGD, y al año siguiente fueron publicadas por el consorcio ESHRE PGD.

El consejo genético debe estar disponible para todas las parejas portadoras de una
enfermedad hereditaria conocida.

El procedimiento de biopsia puede llevarse a cabo por extracción del corpúsculo polar,
extracción de una o dos blastómeras en día 3, o por extracción de trofoectodermo en el
estadio de blastocisto.

Las células destinadas al estudio genético se extraen en el laboratorio de FIV utilizando


microagujas con un equipo de micromanipulación. El laboratorio de embriología es
responsable de proporcionar una identificación única que relacione el material biopsiado
con el embrión del que procede.

Todas las células y embriones para el estudio genético deben ser manejados
individualmente, estar cuidadosamente identificados y etiquetados, y realizar su seguimiento
durante todo el procedimiento. Durante estos pasos se recomiendan dobles controles de
identidad.

Se debe tener un cuidado especial para evitar daños en el embrión durante la biopsia,
además la integridad de la célula extraída es extremadamente importante para la exactitud
del análisis genético.

La muestra biopsiada debe analizarse en un laboratorio de genética.

El cribado de aneuploidías preimplantación se lleva a cabo de la misma forma que el PGD, y


se utiliza como un complemento a la selección morfológica ordinaria para la transferencia
de embriones. Se trata de un método usado para encontrar los embriones
cromosómicamente normales cuando no hay indicación genética hereditaria.

Control de calidad

Es obligatorio trabajar de acuerdo a un Sistema de Gestión de Calidad que cumpla la


Directiva de células y tejidos de la Unión Europea, lo que implica:

• Procedimientos escritos validados para cada paso del proceso.


• Siempre que sea posible, asegurarse de que todos los medios y materiales han
pasado un control de calidad utilizando un ensayo adecuado.
• Verificar la conformidad de las especificaciones.
• Tomar todas las medidas correctivas para mantener los procedimientos previstos en
la conformidad.
• Mantenimiento y calibración de equipos de forma periódica.

Como garantía de calidad se puede realizar un control sistemático del proceso, orientado a
la mejora de todo el proceso mediante la identificación de los problemas, errores o mejoras
que se hayan podido producir. Para este control de calidad interno los resultados deben ser
evaluados de manera regular, los indicadores deben ser objetivos y relevantes, y los
umbrales adecuados para este compromiso. Deben ser definidos los niveles críticos de
funcionamiento de los laboratorios para cada indicador.

Los siguientes indicadores deben revisarse, analizarse y discutirse periódicamente:

• Número y tipo de errores y eventos adversos.


• Tasa de ovocitos fecundados normalmente.
• Tasa de división.
• Tasa de embriones de buena calidad.
• Porcentaje de pacientes con fallo de fecundación.
• Tasa de embarazo clínico evolutivo.
• Tasa de embarazo múltiple.
• Tasa de implantación.
• Tasa de supervivencia de embriones después de la descongelación.

Para complementar los controles de calidad internos, se recomienda participar en controles


de calidad externos, ya sean comerciales o en colaboración con otros laboratorios.

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