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Mitos y creencias sobre la sexualidad

A lo largo de nuestra historia contemporánea, la


sexualidad ha sido entendida como algo que debe
guardarse para la intimidad y lo privado. Esto ha llevado
a la sexualidad a permanecer en la oscuridad
creándose por tanto una idea de tabú sobre ello.
No obstante, lo prohibido es algo que a la gente le atrae
por lo que, a pesar de que se ha tratado de tapar, la
gente intentaba hablar de ello, pero siempre a escondidas. Esto ha creado un sinfín
de mitos y creencias sobre la sexualidad. No es de extrañar, ya que, si se carece de la
información necesaria, las conclusiones que se sacan muchas veces no son las
acertadas.
¿En qué consisten?
Los mitos sobre la sexualidad son todas aquellas creencias, afirmaciones, narraciones,
tradiciones que empezaron a ser comunes y a circular entre las personas, pero que
pueden implicar algún riesgo en la salud o integridad de cada una de las personas.
Los seres humanos tienen derecho a vivir libremente su sexualidad, sin embargo, hay
mitos que a veces lo impiden. Conócelos y toma decisiones informadas. Que las personas
desconozcan los derechos sexuales y reproductivos, y, además, solo escuchen mitos o
conceptos erróneos, es probable que se incurra en prácticas sexuales en condición de
riesgo, por lo tanto, es importante brindar herramientas para el desarrollo de una vida
sexual y reproductiva responsable, con autonomía y conocimiento del cuerpo.

Algunos de ellos son:


1. Con condón no se siente placer: Este mito es falso. Es una de las afirmaciones más
usadas en los jóvenes, sin embargo, el placer sexual no depende del condón, si bien
la sensación puede no ser la misma, al usar condón te proteges y evitas adquirir
enfermedades de transmisión sexual.

2. La pastilla del día después es un método para planificar: Falso, la pastilla del día
después es un método de emergencia para cuando se tienen relaciones sexuales sin
protección, pero no debe ser usado como un anticonceptivo permanente ya contiene
una carga hormonal alta y si es usado de manera recurrente, puede dejar de
funcionar.

3. Después de los 50 años, ya no hay deseo sexual. Falso, el deseo sexual depende
de diferentes factores como los biológicos: relacionados al estado de salud de las
personas, procesos de vida o las características de su cuerpo; psicológicos: aquí se
tiene en cuenta cómo la persona ha vivido su sexualidad, cómo ha sido su vida su
cuerpo; y por último los aspectos socioculturales, pues el entorno influye en la visión
de los sujetos frente al desarrollo sexual. Sin importar la edad hombres y mujeres
deben lograr expresar sus deseos sexuales sin ningún impedimento.
4. Tomar alcohol o emborracharse garantiza tener mejor sexo: Este mito es falso,
incluso, puede llegar a dificultar la excitación y el orgasmo. Además, si ese consumo
es crónico es probable que cause otras afectaciones, una de ellas es que impide la
toma consciente de decisiones, como lo es el uso del condón.

5. Los hombres sienten más deseo sexual que las mujeres. Mentira. El deseo sexual
nace de una suma de elementos físicos (cerebro, hormonas), psicológica y social. El
hombre y la mujer tienen la misma capacidad de sentir deseo sexual, pero por una
cuestión cultural en sociedades como la nuestra se estimula que los hombres
expresen más abiertamente sus deseos sexuales, mientras que a muchas mujeres se
les enseña que deben sentir vergüenza y temor de hacerlo, con lo cual se reprimen.
Todos tenemos el mismo derecho de expresar nuestros sentimientos y deseos
sexuales y no existe ningún estudio que demuestre que el deseo sexual tenga
diferencias por sexo.

6. La vasectomía y la ligadura de trompas causan impotencia o frigidez. Falso. Al


momento de realizar una vasectomía, no es posible que se cause algún daño a los
vasos sanguíneos y nervios que producen la erección. Después de una ligadura de
trompas, puede haber cambios hormonales, pero de ninguna manera se afecta el
deseo sexual de la mujer.

7. Masturbarse es malo para la salud y puede causar infertilidad. Falso. Es una


práctica natural de los seres humanos para lograr conocer, explorar y satisfacer su
deseo sexual. Actualmente no existen investigaciones científicas que demuestren que
esta práctica produzca enfermedades físicas o psicológicas.

8. Importancia de la longitud del pene. El tamaño del pene realmente no implica mayor
o menor satisfacción durante las relaciones sexuales. Este tipo de creencias son
producto de una concepción errónea sacada del porno. En realidad, la longitud del
pene no determina el placer que se siente durante la penetración, sino más bien la
penetración y cómo de firme es la erección.

9. “No se pueden tener relaciones sexuales durante el embarazo”. La sexualidad en


la mujer durante el embarazo sigue siendo parte de su vida. Tener relaciones sexuales
durante el embarazo no genera problemas de gestación, ya que la musculatura del
útero y el líquido amniótico protege al bebé. Puede ser un momento donde la relación
sexual se libere de la necesidad de usar métodos anticonceptivos, si mantienes una
relación de pareja estable y no temes enfermedades de transmisión sexual.

10. No te puedes quedar embarazada con la regla. Sí es posible que te quedes


embarazada durante el ciclo menstrual, y, aunque las posibilidades sean
menores, debes tomar precauciones de cualquier modo. Los primeros 10 días antes
de que te baje la regla se produce la ovulación, después el endometrio se hace más
grueso para preparar el útero para el posible embarazo. Si el óvulo no es fecundado,
este pasa al útero y el endometrio va cayendo, produciendo lo que conocemos como
menstruación. Si mantienes relaciones sexuales durante este periodo, aunque el óvulo
ya no sea fértil, el esperma puede permanecer en tu útero hasta cinco días, haciendo
que puedas quedarte embarazada igualmente.

11. El himen se rompe durante la primera vez. A diferencia de lo que llevamos


creyendo durante mucho tiempo, el himen no se rompe en la primera penetración,
desmintiendo todos los mitos que han atentado contra la “pureza” o la virginidad de las
mujeres. El himen es un tejido que se presenta de diversas formas en las mujeres, ya
que en unas es más grande que otras. Al no haber un estándar de tamaño, no es
posible relacionar el tener el himen roto o no con la virginidad.

12. Los hombres no pueden controlar sus impulsos sexuales. Falso: claro que los
pueden controlar. Este mito también proviene de una cultura machista y está bastante
generalizado, incluso entre las mujeres. Creencias como estas justifican que un
hombre violente o agreda sexualmente a una mujer.

13. La doble protección es usar dos condones, uno encima de otro. La doble
protección es usar un preservativo y un método anticonceptivo temporal (pastillas
anticonceptivas o un dispositivo intrauterino, entre otras opciones). Es decir, la doble
protección es protegerse de dos situaciones: un embarazo no planeado y las
infecciones de transmisión sexual (ITS). Tampoco es cierto que usar dos condones
sirva para protegerse mejor. Todo lo contrario, pues hay mayor riesgo de que se
rompan o se deslicen cuando se usan al tiempo. Basta con usar un condón de manera
adecuada.

14. Tomar Coca-Cola con Alka Seltzer antes de la relación sexual evita el
embarazo. No. Ninguna de estas sustancias tiene efectos anticonceptivos para evitar
un embarazo. Lo que realmente funciona es el uso de métodos anticonceptivos o,
directamente, la abstención.

15. Luego de la primera relación sexual, a las mujeres le crecen los senos y las
caderas. Mentira. El cuerpo de la mujer no cambia después de su primera relación
sexual. El crecimiento de los senos, el ensanchamiento de las caderas y el aumento
de la estatura están determinados genéticamente.

16. Es imposible tratar las infecciones de transmisión sexual (ITS). Falso. Para todas
las ITS existe tratamiento. Lo que sí sucede es que no todas son curables, como el
VIH. Los expertos recomiendan acudir a un especialista ante cualquier cambio en el
cuerpo, como la aparición de brotes externos o verrugas en los órganos genitales,
flujos, pérdida de peso u otras señales.

17. El VIH se transmite por darle la mano a una persona infectada o por tomar del
mismo vaso. El VIH tiene unos mecanismos muy claros de transmisión que nada
tienen que ver con compartir la comida, la piscina o el baño con una persona
portadora del virus. O con la picadura de un mosquito o un beso en la boca. El VIH
solo se transmite de tres maneras: a través de relaciones sexuales no protegidas,
vaginales o anales; durante la gestación, el parto o la lactancia, cuando una mujer
embarazada es portadora del virus; y cuando se usan agujas, jeringas o cualquier
material cortopunzante que antes entró en contacto con la sangre o los fluidos
corporales de una persona infectada (eso incluye transfusiones de sangre, la
realización de tatuajes y el uso de máquinas de afeitar y cepillos de dientes, entre
otras cosas).

18. Si un integrante de la pareja tiene VIH, es imposible evitar que infecte a la otra
persona. Falso. Se puede tener una vida sexual segura y plena si uno de los
miembros de la pareja es portador del virus. En términos médicos a esa pareja se la
conoce como serodiscordante (uno vive con VIH y el otro no). Por supuesto, hay que
usar condón en todas las relaciones sexuales como primer método de protección y
luego también se puede usar un método conocido como PrEP (profilaxis
preexposición), que aunque todavía no está regulado en Colombia, puede pedirse y
permite que la persona que no tiene el virus tome medicamentos contra el VIH todos
los días (lo cual reduce hasta en un 90% las posibilidades de contagio en relaciones
sexuales vaginales, por ejemplo).

19. Tragarse el semen en una relación sexual oral es malo para la salud. Mentira. El
semen está compuesto por tres líquidos: seminal (95%), prostático (3%) y espermático
(2%) y mantiene a los espermatozoides a una temperatura estable para que vivan.
Cuando una persona se toma el semen este es digerido por los ácidos del estómago.
El único riesgo para la salud está en el intercambio de semen infectado por alguna
ITS, incluido el VIH/Sida.

20. A partir de cierta edad, ¿el sexo ya no es importante?. Falso totalmente. El deseo
sexual disminuye con el tiempo, me refiero al deseo sexual que es dependiente de las
hormonas masculinas o femeninas; tengamos en cuenta que en ambos hay hormonas
encargadas de estimular ese deseo y son esas hormonas las que con el tiempo van
declinando.

21. La masturbación solo se relaciona con hombres solteros: el placer de la


autoestimulación es un factor importante de la sexualidad de las personas y un punto
fundamental de aprendizaje, aprender cómo llegar al orgasmo y qué le gusta a uno
mismo para poder transmitirlo a la pareja. Tanto disfrutan de la masturbación los niños
como los adultos, hombres y mujeres, en etapa de soltería como en pareja.

22. Sacar el pene de la vagina antes de eyacular impide la fecundación: creencia


errónea, ya que el líquido pre-seminal que se libera en la excitación masculina posee
espermatozoides que son factibles de producir la fecundación. No solo se puede
quedar embarazada, sino que también es posible la infección de enfermedades de
transmisión sexual si no se usa el preservativo correctamente desde el principio de la
relación sexual.

23. “El embarazo es cosa de la mujer. El hombre no debe preocuparse por esto.”
Realidad: esto es falso. El embarazo es cosa de dos, y ambos, hombre y mujer, deben
preocuparse de poner los medios para que no se produzca un embarazo no deseado,
que puede afectar negativamente a la mujer, pero también al hombre.
24. “No es adecuado que una mujer que lleve encima preservativos.” Esto no es
cierto. La mujer puede y debe cuidar de su salud, y de la salud de su pareja, evitando
enfermedades y embarazos no deseados. Una mujer que lleva encima preservativos
si piensa que los va a necesitar, es una mujer responsable, que se cuida, se quiere y
se protege, y a su vez respeta y protege a su pareja en ese momento.

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