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4° JUZGADO FAMILIA - SEDE CENTRAL

EXPEDIENTE : 00727-2021-0-1501-JR-FP-04
MATERIA : INFRACCION CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL
JUEZ : MACHUCA URBINA DANIEL
ESPECIALISTA : BALDARRAGO ESCURRA MARGOTH GUILIANA
ABOGADO : HUAMAN FLORES, ROXANA
MARTINEZ ROMANI, RUTH
FISCALIA : 4TA FISCALIA CIVIL Y FAMILIA DE HUANCAYO,
INFRACTOR : SULLCA ROBERTO, JUAN ANGELO
AGRAVIADO : S H, Y Y

SENTENCIA N° 029 - 2023-4°JFHYO/CSJJU

Resolución Nro. Dieciséis.-


Huancayo, veintisiete de marzo
Del dos mil veintitrés.-

I. IDENTIFICACIÓN DEL PROCESADO:

Revisado la causa, al retorno de las vacaciones judiciales SE AVOCA al conocimiento del presente
proceso el señor Juez Titular de este Juzgado. La presente investigación es seguida contra el
adolescente:

 JUAN ANGELO SULLCA BARRETO, de 17 años de edad al momento de la comisión de


los hechos; nacido el 02 de enero del 2003, siendo sus padres Juan Ignacio Sullca Grabiel
y Gloria Angélica Roberto Huamaní, por lo que se encuentra acreditada su minoría de edad
al momento de suscitarse los hechos, tal como consta del documento que corre a folios 42,
por lo que se encuentra debidamente individualizado.

II. ANTECEDENTES DEL PROCESO:

 Denuncia Fiscal: El señor Fiscal de la Cuarta Fiscalía Provincial Civil y de Familia de


Huancayo, a mérito de sus actuados que corren de folios 01 a 153, formaliza denuncia
contra el adolescente JUAN ANGELO SULLCA BARRETO, por la presunta Infracción a la
Ley Penal contra la Libertad Sexual en la modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación
sexual o actos libidinosos en agravio de menores, tipificado en el artículo 176°-A del Código
Penal, en agravio de la menor de iniciales Y.Y.S.H (12).

 Auto que promueve Acción: Que, en mérito de la denuncia Fiscal de folios 154 a 159, se
promueve acción a favor del adolescente relacionado, por presunta infracción a la ley penal
contra la Libertad Sexual en la modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación sexual o
actos libidinosos en agravio de menor, dictándose como medida de protección a favor del
investigado la ENTREGA EN CUSTODIA, conforme se aprecia del auto de folios 162 a 164.

 Dictamen Fiscal: De folios 284 a 288, obra el Dictamen Fiscal - Segunda Fiscalía Provincial
de Familia de Huancayo, OPINANDO por la responsabilidad del adolescente investigado,
como autor de la comisión de infracción a la ley penal contra la Libertad Sexual en la
modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación sexual o actos libidinosos en agravio de
menor, SOLICITANDO se le imponga la medida socioeducativa de LIBERTAD
RESTRINGIDA por el lapso de UN AÑO.
III. MEDIOS PROBATORIOS VALORADOS:

 Acta de Intervención Policial Transcrita de folios 11 a 12.


 Acta de Intervención Policial a folios 13.
 Declaración del adolescente Juan Ángelo Sullca Roberto de folios 17 a 18.
 Certificado Médico Legal N° 014324-L-R-R del adolescente infractor a folios 25.
 Informe Pericial Toxicológico – Dosaje Etílico N° 11286-11287/2020 practicado al
adolescente infractor a folios 30.
 Informe Pericial de Examen Biológico N° 1373/20, practicado al adolescente infractor a
folios 33.
 Certificado Médico Legal practicado a la menor agraviada Y.Y.S.H a folios 47.
 Declaración de Roxana Huamán Flores progenitora de la agraviada de folios 61 a 63.
 Acta de declaración de Jean Carlos Flores Fernández de folios 64 a 65.
 Acta de declaración de Rolando Silvestre Espinoza de folios 66 a 69.
 Acta de no evaluación psicológica forense de Jean Carlos Flores Fernández a folios 70.
 Informe Pericial Toxicológico- Dosaje Etílico practicado a la agraviada Y.Y.S.H a folios 81.
 Informe Pericial de Examen Biológico practicado a la ropa interior del infractor a folios 86.
 Acta de desistimiento de evaluación psicológica del infractor a folios 90.
 Acta de Entrevista Única en Cámara Gessell de la agraviada Y.Y.S.H de folios 123 a 136.
 Protocolo de Pericia Psicológica N° 014770-2020-PSC y 014931-2020-PSC practicado a la
agraviada de folios 137 a 146.
 Declaración ampliatoria de Roxana Huamán Flores a folios 15.
 Informe Social N° 284-2021-SIGEM-ATS-/EM-CSJJU/PJ practicado al adolescente
investigado JUAN ANGELO SULLCA BARRETO (18), de folios 180 a 182.
 Informe Educativo N° 238-2022-EM-Educ/CSJU/PJ practicado al adolescente investigado
JUAN ANGELO SULLCA BARRETO (19), de folios 266 a 269.
 Informe Médico N° 399-2022-MED/EM/MF/CSJJU/PJ practicado al adolescente investigado
JUAN ANGELO SULLCA BARRETO (19), de folios 272 a 274.
 Informe Psicológico N° 271-2022-PS-CSC/CSJJU/PJ practicado al adolescente investigado
JUAN ANGELO SULLCA BARRETO (19), de folios 277 a 281.

IV. CONSIDERANDOS, EVALUACIÓN DE LOS HECHOS Y PONDERACIÓN PROBATORIA:

PRIMERO.- La cuarta disposición final y transitoria de la norma constitucional establece que, “Las
normas relativas a los derechos y a las libertades, reconocidas por la Constitución Política del
Estado, se interpretan de conformidad con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y
con los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias, sobre las que el Estado
Peruano forma parte”.
Asimismo, el artículo 4° de la Constitución Política, concordante con el artículo II, VII y IX del Título
Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, son específicos al señalar que, “los niños y
adolescentes son sujetos de derechos y por lo mismo les corresponde las medidas de protección
específica cuando se han visto inmersos en la comisión de infracción a la ley penal” . Es por ello
que, “en toda medida que adopte el Estado a través del Poder Judicial considerará el Interés
Superior de los adolescentes y el respeto a sus derechos, resolviendo lo más favorable para ellos y
tratando a los hechos en que se encuentran inmersos como problemas humanos”1.
1
CODIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
Artículo IX.- Interés superior del niño y del adolescente.-
En toda medida concerniente al niño y al adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la
acción de la sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus
derechos.
Con la dación del Decreto Legislativo 1348, que aprueba el Código de Responsabilidad Penal de
Adolescentes y con la publicación de su respectivo Reglamento el 24 de marzo del 2018, mediante
Decreto Supremo 004-2018-JUS, se derogan los capítulos III, IV, V, VI, VII y VII-A del Título II del
Libro IV del Código de Los Niños y Adolescentes y se deroga el Decreto Legislativo 1204, y en su
lugar adquieren vigencia, sin perjuicio de la implementación del citado Código a nivel nacional, los
artículos comprendidos en los Títulos I y II de la Sección VII, así como los Títulos I y II de la Sección
VIII del Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes. Norma de índole procesal que se debe
aplicar al caso concreto a tenor de lo establecido por las mismas normas citadas y por lo prescrito
por el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Penal de aplicación supletoria a los
autos.
En base a ello; al adolescente que comete un hecho tipificado como delito o falta, de acuerdo con la
legislación penal y que se entiende por infracción a la ley penal, se le puede imponer medidas
socioeducativas señaladas en el Código en forma alternativa, indistinta o conjuntamente y en tanto
permitan su ejecución simultánea; entre ellas, tenemos a las medidas no privativas de libertad que
contempla a la amonestación, libertad asistida, prestación de servicios a la comunidad y libertad
restringida; y, la medida socioeducativa de internación en un centro juvenil.
Tenemos también a las medidas accesorias, que contemplan fijar un lugar de residencia
determinado o cambiar de lugar de residencia a la actual; también contempla no frecuentar
determinadas personas, no frecuentar bares, discotecas o determinados centros de diversiones
espectáculos u otros lugares que considere el Juez; no ausentarse del lugar de residencia sin
autorización judicial, matricularse en una institución educativa a efectos de generarse un oficio o
profesión; desempeñar una actividad laboral o formativa laboral, no consumir o ingerir bebidas
alcohólicas ni drogas o internar al adolescente en un centro de salud público o privado para un
tratamiento desadictivo, participar en programas educativos o de orientación y otras que el Juez
considere adecuadas, dejando en claro que la internación en un centro juvenil es la medida
socioeducativa más grave y es de carácter excepcional y se debe de aplicar como último recurso ,
como lo prescribe el artículo 162° del citado Código.
Bajo este contexto, uno de los cambios en la justicia penal para el adolescente infractor, que a
criterio de la suscrita, permitirá lograr con mayor certeza la resocialización del infractor con respeto
del Principio del Interés Superior del Niño y Adolescente; es cuando estipula que la medida
impuesta puede modificarse o darse por cumplida a las dos terceras partes de la misma, siempre
que el adolescente participe de los programas de tratamiento o cumpla las medidas accesorias
establecida por el Juez, incluso, contrario sensu, una medida no privativa de libertad, por
responsabilidad del sentenciado, se puede variar a una privativa de libertad, todo ello conforme a
los artículos 154° y 155° del citado Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes y
obviamente cuando precisa que las medidas socioeducativas pueden imponerse en forma
alternativa, indistinta o conjuntamente y en tanto permitan su ejecución simultánea; así como que
también se involucra a los padres, tutores o responsables del infractor como responsables solidarios
por los daños y perjuicios ocasionados y por el cumplimiento de las medidas socioeducativas.
Ahora bien, todas estas medidas socioeducativas si bien es cierto están de alguna manera
programadas para imponerse bajo ciertas circunstancias o características, llámese mínimo o
máximo de la pena o la naturaleza del delito cometido si serían mayores de edad o gravedad al
poner en peligro la vida o integridad de las personas, nada impide que estas medidas
socioeducativas se apliquen a otros casos y de diferente manera, incluso menos gravosas, toda vez
que debe de primar siempre el Principio del Interés Superior del Niño y Adolescente, tomando cada
caso desde la perspectiva que es un problema humano, como se tiene prescrito en los artículo IX y
X del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, así como, la aplicación de los
artículos 191° y 192° del mismo código, concordados con el Código actual citado para adolescentes
Artículo X.- Proceso como problema humano.-
El Estado garantiza un sistema de administración de justicia especializada para los niños y adolescentes. Los casos
sujetos a resolución judicial o administrativa en los que estén involucrados niños o adolescentes serán tratados como
problemas humanos.-
en conflicto con la Ley penal, teniendo siempre en cuenta que la internación es como último recurso
y las circunstancias particulares de índole sociológica, educativa, cultural, familiar y económica
dentro de las cuales se desarrolla el adolescente infractor.

SEGUNDO.- La ley y la democracia para los niños y los adolescentes, han significado el vuelco de
ser considerados objetos de tutela y represión bajo el dominio de la vieja “ doctrina de la situación
irregular” a ser reconocidos como sujetos plenos de derechos y responsabilidades por la nueva
“doctrina de la protección integral”. La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño-
culminación de las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de
Menores, conocidas como Reglas de Beijing, de las Reglas de las Naciones Unidas para la
Protección de los Menores Privados de Libertad y de las Directrices de las Naciones Unidas para la
Prevención de la Delincuencia Juvenil, conocidas como Directrices de Riad - establece
obligatoriamente tres tipos de derechos y responsabilidades para todos los niños y los
adolescentes, siendo el que nos atañe que: Los jóvenes (de menos de 18 años) autores de un acto
infractor contra la ley penal tienen derecho a las garantías procesales básicas y a las medidas
socioeducativas cuando se encuentran responsables de un determinado delito o contravención.
El sistema de responsabilidad penal juvenil debe ser integral, descentralizado y participativo; es
necesario que esté guiado por el principio del “interés superior” de los niños y adolescentes cuyo
único propósito es su recuperación como personas y ciudadanos, luego de haber estado inmerso en
actos infractores y no se conviertan en futuros delincuentes; es por ello que, para imponer una
sanción se deben de tener en cuenta ciertas consideraciones como la edad del infractor, sus
circunstancias personales, así como su situación psicológica, educativa, familiar y sociocultural
según el informe del equipo multidisciplinario; la magnitud del daño causado, el nivel de intervención
en los hechos, la capacidad para cumplir una sanción, las circunstancias agravantes o atenuantes
reguladas en el Código Penal o leyes especiales, la proporcionalidad, racionalidad e idoneidad de la
sanción y los esfuerzos del adolescente por reparar directa o indirectamente los daños ; todo ello,
como lo contempla la Ley especial de la materia; consideraciones que también deben de ser
entendidas y aplicadas desde la perspectiva de entender que estos procesos de infracción a la Ley
penal no tienen como finalidad imponer un castigo al infractor, ni alejarlo de la sociedad; sino todo lo
contrario, son procesos que se instauran a favor del infractor para resocializarlo, en concordancia
con uno de los objetivos del último Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia que ha
redactado el Perú para el periodo 2012 a 2021, que es “ reducir la tasa de adolescentes que se
encuentran en conflicto con la Ley Penal”, incluyendo componentes de prevención, atención y
reinserción familiar y social y de sensibilizar a la comunidad para que se le permitan a estos
infractores nuevamente reintegrarse a ella, sin ser considerados motivo de burla o recelo dentro de
ella. Es decir, debe de primar siempre el Principio de Protección al menor de edad y la finalidad
rehabilitadora hacia el adolescente.
En ese sentido, desde el punto de vista legal; para efectos de imponer una medida socioeducativa o
ahora llamada sanción, resulta imperativo que el juzgador llegue a la convicción de la
responsabilidad del adolescente investigado; sustentando su razonamiento final en los hechos que
emerjan del proceso investigatorio, respetando el debido proceso, sobre todo el derecho de defensa
y contradicción, la apreciación de la confesión o no del investigado, versiones contradictorias o no
convincentes y demás pruebas actuadas (testimonios, peritajes, inspección, etc.) según lo previsto
por la actuación y apreciación de los medios probatorios según la Ley Procesal Penal aplicable
supletoriamente al caso concreto.
Asumida esta convicción, y como siguiente paso, recién se interpondrá una medida socioeducativa.
En esa razón, es evidente que no estamos ante un proceso penal propiamente dicho, sino que nos
encontramos ante un proceso de infracción a la ley penal donde el Estado no está ejerciendo su
poder punitivo sancionador, sino, a través de una justicia especializada, de protección a favor del
adolescente (infractor a la Ley penal) en aras de su educación y rehabilitación, en concordancia con
lo previsto por el artículo 4º de la Constitución Política y los artículos IX y X del Título Preliminar del
Código de los Niños y Adolescentes.
En ese orden de ideas, teniendo señalado el artículo 191º del Código de los Niños y Adolescentes
que el Sistema de Justicia en estos procesos se orienta a la rehabilitación del adolescente y
encaminarlo a su bienestar y que la medida que se tome al respecto no deberá de basarse
únicamente en el examen de la gravedad del hecho sino también en las circunstancias personales
que lo rodean; y, siendo ello el objetivo de las medidas socioeducativas que no tiene carácter
sancionador propiamente dicho, sino de protección al tener una finalidad primordialmente educativa
y socializadora basada en el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales,
debiendo tenerse en cuenta el principio de protección al menor y la finalidad rehabilitadora hacia el
adolescente.
Por ello; para la calificación y cuantificación de la medida socio educativa, corresponde efectuar un
análisis integral siempre tendiente a lo que sea más favorable a la rehabilitación del adolescente ,
señalado en el artículo 191º de la norma aludida dado que: “La medida tomada al respecto no solo
deberá basarse en el examen de la gravedad del hecho; sino también a las circunstancias
personales que lo rodean”, respecto a las cuales se tiene un acercamiento en base a la intervención
de los profesionales que integran nuestro equipo multidisciplinario.

TERCERO.- En el caso concreto, fluye de la denuncia fiscal de folios 154 y siguientes: “...El día 04
de noviembre de 2020, aproximadamente a las 09:00 de la noche J.J.S.H. salió de su casa con su
amigo y ex inquilino de nombre JEAN CARLOS FLORES FERNANDEZ (ADULTO), a hacer hora,
sin decirle a nadie, se encontraron cerca a su casa de la agraviada, y se pusieron a caminar y luego
JEAN CARLOS le dijo voy a estar aquí nomas-cerca al estadio de Coto Coto- con mis amigos
cuatro varones, a quien Y.Y. no los conocía, nunca los había visto, y se comportaban medio raritos
–como mujercitas- chistosos-, y JEAN CARLOS le dice Y.Y. no te vayas a incomodar, luego de eso
le invitaron gaseosa, le dicen toma gaseosita, y después ella se quiso ir y los chicos se fueron a
comprar más, y le dijeron ven amiguita vamos a tomar gaseosita nomas, hasta las 11:00 pm
estuvieron tomando, y la cabeza le estaba doliendo a Y.Y.; y en ese momento apareció serenazgo y
todos salieron corriendo, y a JEAN CARLOS y su amigo los persiguieron hasta la chacra donde
JEAN CARLOS escondió el celular de Y.Y. porque decía si le encontraban dos celulares le iban a
decir que había robado, Y.Y. le había hecho guardar porque no tenía bolsillo; luego se los llevaron a
la comisaria y regresaron, JEAN CARLOS y JUAN ANGELO, con quienes la agraviada se fue a su
casa, porque los otros dos ya se habían ido, aproximadamente a las 04:00 de la mañana del día 05
de noviembre del 2020, siendo que no podía abrir la puerta principal de su casa por lo que toco la
otra puerta, por donde salió su tía y le dijo pasa, y le pregunto ¿Dónde has ido? Por ahí no más le
respondió, ¿tu mamá dónde está? Esta durmiendo con mi hermanito tía le dijo, haya entonces entra,
y su tía no vio a JEAN CARLOS ni JUAN DIEGO, Y.Y. después les abrió la puerta y subieron hasta
el tercer piso donde se ubica la habitación de la agraviada, ella les dijo que durmieran en el segundo
nivel del camarote, pero ellos no quisieron, le dijeron como pues Y.Y. somos tu visita como nos vas
hacer así, entonces ella se cambio de ropa porque se había mojado, y se echaron los tres en la
cama, ella al medio, ellos no se quitaron la ropa, y ANGELO se estaba riendo y la empezó a tocar
por encima de la ropa y ella le dijo no me toques, y él se puso a dormir, y luego JEAN CARLOS le
beso y la volteo y penetro por el ano. Luego aproximadamente a las 5:00 de la mañana se fueron
los dos chicos, y ella se quedo dormida, y su tía le aviso a la mamá de Y.Y. que había llegado en la
madrugada, y su mamá le pregunto y fueron a la casa de JEAN CARLOS y no estaba, y en la tarde
ellos fueron a la casa de Y.Y., y arrodillándose dijeron que no le habían hecho nada. Asimismo, el
mismo día doña Roxana Huamán Flores –mamá de la agraviada-, habiendo tomado conocimiento
de lo sucedido fue a buscar a Jean Carlos (quien era su inquilino hace meses), no encontrándolo,
pero como a las 15:00 horas Jean Carlos Flores Fernández, Juan Ángelo Sullca Roberto (17) y
Rolando Silvestre Espinoza fueron a la casa de la agraviada y le dijeron a la mamá que “querían
arreglar y no los denuncie y se pusieron a llorar”, ello conforme consta en la declaración de Roxana
Huamán Flores de Fs. 62/63, y con el Acta de Entrevista Única en Cámara Gessell y el Acta de
Intervención Policial a Fs. 13, donde se dejo constancia que los nombrados al momento de la
intervención se encontraban al interior del domicilio de la agraviada”.

CUARTO.- Ante dicha sindicación tenemos que el adolescente JUAN ANGELO SULLCA ROBERTO
(17), en su declaración referencial brindada en la Audiencia Única de Esclarecimiento de los Hechos
de folios 235 a 241, niega los hechos de agresión sexual que se le atribuyen y señala que se
encontraba ebrio, y le roso la pierna al querer taparse con la frazada y que ella le reclamo diciendo
porque me agarras y después se disculpo y le explico que quería taparse con la frazada.

QUINTO.- En consecuencia; la sindicación formulada por la menor agraviada en contra del


adolescente investigado JUAN ANGELO SULLCA ROBERTO (17), nos sitúa en lo que la doctrina
se denomina declaración testifical de víctima, correspondiendo en tal virtud, remitirnos a los
parámetros que al respecto ha sido establecido en el Acuerdo Plenario N° 02-2005/CJ-116, en
cuanto a que tratándose de las declaraciones de un agraviado, aún cuando sea el único testigo de
los hechos, tiene entidad para ser considerada prueba válida de cargo y, por ende, virtualidad
procesal para desvirtuar la presunción de inocencia del imputado, siempre y cuando no se adviertan
razones objetivas que invaliden sus afirmaciones, siendo las garantías de certeza, entorno a
aquella, las siguientes: (a) Ausencia de incredibilidad subjetiva – ausencia de odio, resentimiento,
enemistad u otras circunstancias entre agraviado e imputado -, (b) Verosimilitud –coherencia y
solidez de la declaración y su corroboración periférica-, y (c) Persistencia en la incriminación.

SEXTO.- La Incredibilidad Subjetiva en autos no se han incorporado elementos que determinen que
la imputación de la menor víctima se encuentre motivada por sentimientos de odio o rencor
concebidos por la menor o su familia u otras circunstancias análogas, pues del relato de la menor se
aprecia características de espontaneidad, pues no lo conocía al adolescente infractor recién lo
conoció por primera vez, además la misma agraviada incluso acepto que hizo ingresar a su
habitación al adolescente.

SÉPTIMO.- Respecto, a la coherencia del relato de la menor agraviada Y.Y.S.H (12)-Verosimilitud


Interna-, se subyace en una versión de los hechos con referencias fácticas precisas que descartan
un relato con datos manifiestamente inverosímiles y contraídos a la lógica, tal y como emerge el
siguiente detalle: a) En su entrevista única en Cámara Gesell de la menor agraviada –véase folios
123 a 135 prestada por la menor en referencia, señala “(…) mi tía vive en mi casa, pero mi portón
principal no podía abrir y después me he ido atrás donde vive mi tía, le he tocado, tía por favor
ábreme, (…), mi tía no los vio a los dos chicos, ellos estaban por ahí y después he ido, he abierto mi
puerta principal (…) estábamos yendo a mi cuarto y les digo: duermen pe en el camarote, como yo
tenía camarote suben arriba, no Yadi aquí nomas nos vamos a quedar a dormir y su amigo también,
si acá nomas si somos tu visita no pues ¿yo donde voy a dormir? arriba, no pues este es mi cama
suban arriba ya pues Yadi, ya pues Yadi me dicen, corran suban arriba con mi zapato le estaba
tirando, suban arriba corre, oh Yadi y en ahí se han quedado nomas, sálguense ya, suban arriba
este es mi cama le digo (….) yo me he cambiado, estaba ahí todo mojada, haya en Coto Coto todo
el pasto estaba mojado y me he cambiado todo (…) me puse un short y así como polito así nada
mas (…) ¿tú te pusiste al costado de quien para dormir? No, en el medio me he puesto porque no
quería dormir al costado de alguien o al costado del otro (…) ya entonces tú estabas durmiendo
¿Quién es el que te comenzó a tocar?, el Ángelo, ¿Te toco por encima de tu ropa o por debajo de tu
ropa? Por encima, así nomas como estaba con short nomas, por encima me estaba tocando y yo le
he dicho, no me toques le he dicho así y se ha puesto después de mi y después el Jean pues me
beso así (…) ¿tú sabes cuántos años tiene Ángelo? Dice tiene 22 ¿Quién dice? en la Comisaría
dice le han sacado sus cálculos y tiene 22, ¿Tú no sabias antes? No, ¿Tú alguna vez lo has
conocido? ¿Lo has visto en algún sitio?, No recién es la primera vez que lo veo (….)”; de donde se
advierte los requisitos de persistencia, espontaneidad y coherencia, por lo que su versión
incriminatoria es válida conforme a los presupuestos establecidos por el Acuerdo Plenario N° 02-
2005 (fundamento 10).

OCTAVO.- Sobre la Persistencia en la incriminación, debe indicarse que se encuentra acreditada


con la Entrevista Única en Cámara Gesell de la menor agraviada, donde narra la forma y
circunstancia en que, en horas de la madrugada del día 05 de noviembre del 2020 fue víctima de
tocamientos indebidos por parte del adolescente investigado, cuando se encontraban durmiendo en
la habitación de la menor agraviada, donde siente que el investigado Juan Ángelo Sullca Roberto
(17) a quien conocía como “Ángelo” le empezó a tocar con su mano por encima de su ropa y en su
pierna izquierda con su mano, ante ello la agraviada le reclamo que no le tocara ante lo cual el
“ANGELO” se puso a dormir.

Al respecto, no existe duda alguna de que en efecto el adolescente investigado habría realizado
tocamientos indebidos a la menor agraviada, momentos en que conjuntamente con otro adolescente
se encontraban durmiendo en la habitación de la agraviada, donde siente que el investigado Juan
Ángelo Sullca Roberto a quien conocía como “Ángelo” le empezó a tocar con su mano por encima
de su ropa y en su pierna izquierda con su mano, ante ello la agraviada le reclamo que no le tocara,
ante lo cual el investigado se puso a dormir, hecho que es corroborado por el propio investigado,
quien en su declaración referencial brindada en la Audiencia Única de Esclarecimiento de los
Hechos señala que se encontraba ebrio, y le roso la pierna al querer taparse con la frazada y que
ella le reclamo diciendo porque me agarras y después se disculpo y le explico que quería taparse
con la frazada. Siendo que lo expresado por éste no causa certeza por cuanto del informe pericial
toxicológico- dosaje etílico que obra a folios 30 se tiene que dichos exámenes arrojo 0.00 g alcohol
etílico/L sangre, lo que implica que se califico un estado normal. Además; se tiene corroboración
testimonial de carácter indirecto de la persona de Rolando Silvestre Espinoza (22) otro de los que
tomaron previamente licor junto a la adolecente agraviada, quien expreso en respuesta a la
pregunta 15 de su declaración de fecha 05 de noviembre del 2020 que obra a folios 66 que “( …)
cuando estábamos detenidos en el calabozo de Chilca, el Jean Carlos me dijo que le había
penetrado poco a la menor y que el Ángelo le había tocado sus partes y todo eso había pasado en
la casa de la menor (…)”. Más aun que del Informe Psicológico N° 271-2022-PS-CSJJU/P realizado
al investigado en el rubro de conclusiones se tiene que : “evidencia deseo deliberado de ocultar de
sus características con el objetivo de dar una imagen positiva de sí mismo ( tendencia a la mentira)”.

En suma, del análisis y compulsa de los elementos de juicio reunidos en la presente investigación,
se encuentra plenamente acreditado, tanto la materialidad del ilícito penal instruido, así como la
responsabilidad penal del adolescente infractor.

NOVENO.- Para efectos de la determinación de la medida socio educativa, resulta pertinente


aplicar lo previsto en la Sección VII del Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes,
considerando que se trata de una norma procesal de aplicación inmediata que se encuentra
vigente. Sobre todo, si se considera que la misma resulta más beneficioso para el adolescente
infractor, considerando lo previsto en el numeral 11) del artículo 139° de la Constitución Política.

9.1. La determinación de los límites de edad constituye una de las opciones de política criminal
más importantes a la hora de diseñar el sistema de responsabilidad penal de los menores, es así
que nuestro ordenamiento jurídico ha fijado como límite mínimo para exigir responsabilidad penal
juvenil a aquellos adolescentes menores de 18 y mayores de 14 años de edad, será pasible de
medidas socio- educativas, el juez impone la medidas socio- educativas.
9.2. Estando acreditado la responsabilidad del adolescente Juan Ángelo Sullca Roberto (17) de
conformidad a lo previsto por el artículo 150° del Código de Responsabilidad Penal de
Adolescentes, corresponde aplicar la sanción por la conducta asumida. En ese sentido, debe
quedar claro que las sanciones tienen una finalidad primordialmente educativa y socializadora
para los adolescentes en conflicto con la ley penal, basada en el respeto de los derechos
humanos y las libertades fundamentales. En ese sentido, a efectos de aplicar la medida socio
educativa idónea al adolescente, conforme a lo opinado por el representante del Ministerio
Público en su dictamen fiscal de folios 284/288, habiéndose acreditado los hechos objeto de
denuncia, con las pruebas actuadas, por lo que resulta pertinente aplicar la medida socio
educativa de L I B E R T A D R E S T R I N G I D A , de conformidad a los criterios establecidos en el
artículo 153° del Código de Responsabilidad Penal del Adolescente, esto es:

i) La gravedad de la infracción. En cuanto a la gravedad de los hechos materia de proceso, de


los actuados se aprecia que se le procesa al investigado por tocamientos indebido, actos de
connotación sexual o actos libidinosos que se sanciona con pena privativa de libertad no menor
de nueve ni mayor de quince años.

ii) La gravedad del daño causado. Al respecto, se debe considerar que en el presente caso,
producto de la conducta asumida por el adolescente, se ha causado a la agraviada afectación
conductual y cognitiva (un síndrome ansioso) este último producto de la situación vivida, conforme
se desprende del Protocolo de Pericia Psicológica N° 014770-2020-PSC, que obra a folios 137 y
Protocolo de Pericia Psicológica N° 14931-2020-PSC, practicado a la agraviada a folios 144.

iii) La edad del adolescente, sus circunstancias personales, así como la situación educativa,
familiar y sociocultural, se verifica que el adolescente Juan Ángelo Sullca Roberto al momento que
ocurrieron los hechos contaba con 17 años de edad, por tanto, es pasible de aplicar medidas socio
educativas, por los hechos denunciados, conforme se verifica de la copia de la ficha de
RENIEC (Folios 42), donde data su fecha de nacimiento 02 de enero del 2003. En cuanto a las
circunstancias personales, el adolescente no ha recibido adecuada orientación por parte de
sus padres, situación que hacen, sea merecedor de guía u orientación necesaria a fin de que no
llegue a la adultez sin tratamiento alguno y se evite la continuación de este tipo de conductas.

iv) El nivel de intervención en los hechos. Dentro de la ejecución del acto infractor de
tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos, el infractor ha tenido una
participación activa para la perpetración de los hechos, conforme ha quedado establecido a lo
largo de la actuación de las pruebas, lo que demuestra que el nivel de intervención del
adolescente ha sido en su calidad de autor.

v) La capacidad para cumplir la sanción . El presunto infractor no presenta ninguna


enfermedad física ni mental, para cumplir la medida socioeducativa a imponerse, asimismo, se
debe precisar que el adolescente a la fecha cuenta con más de veinte años de edad.

vi) La proporcionalidad e idoneidad de la medida socio educativa. La proporcionalidad e


idoneidad de la sanción: Al respecto, teniendo en cuenta la infracción penal que se le acusa de
tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos, el mismo que es un hecho
reprochable, resulta proporcional, racional e idónea, por la gravedad de los hechos la medida
socio educativa de libertad restringida.

vii) Las circunstancias agravantes o atenuantes reguladas en el Código Penal o leyes especiales,
en lo que corresponda. En el presente caso se presentan circunstancias de atenuación tipificadas
en el literal a) y d) del numeral 1, del artículo 46° del Código Penal, consistentes en: a) La
carencia de antecedentes penales, del supuesto infractor tiene la condición de primario,
careciendo de antecedentes (Oficio de folios 171); d) La influencia de apremiantes circunstancias
personales o familiares en la ejecución de la conducta punible; siendo que procede de una familia
monoparental, tras la separación de sus padres hace 11 años, conforme fluye del Informe Social N°
284-2021-SIGEM-ATS/EM-CSJJU/PJ de folios 180 a182, practicado al adolescente investigado
Juan Ángelo Sullca Roberto.

9.3. En ese escenario, resulta necesario tener en consideración lo siguiente:


i) El adolescente Juan Angelo Sullca Roberto, en el momento que ocurrieron los
hechos, contaba con 17 años de edad.
ii) El adolescente, NO registra antecedentes de sanciones o medidas socio educativas
que se le hubiera impuesto (ver folios 171).
iii) El adolescente proviene de una familia mono parental, con padres separados, su
madre ha ejercido la crianza de sus hijos luego de la separación con su ex
conviviente, conforme fluye del INFORME SOCIAL N° 284-2021, de folios 180 a182;
así como, el Informe Psicológico N° 271-2022-Ps-CSJJU/PJ, de folios 277/281, que
concluye, "(...) El evaluado evidencia intelecto dentro del promedio (capacidad
intelectual). El evaluado ha consolidado un estilo de personalidad con tendencia a la
extroversión (personalidad). La evaluada evidencia deseo deliberado de ocultar sus
características con el objetivo de dar una imagen positiva de sí mismo (tendencia a la
mentira). El evaluado tiende a prevenir la experiencia y expresión externa de su ira así
como en calmar y reducir su ira tan pronto como sea posible (agresividad). El evaluado
tiende a sentir confusión y desagrado frente a sus pensamientos y sentimientos
referidos a su sexualidad así como a mostrar inquietud por sus impulsos y temor a la
expresión de su sexualidad (conducta psicosexual)".
iv) Respecto a sus estudios, se debe considerar que el adolescente a nivel académico se
evidencia que el aprendizaje se encuentra en logro previsto y no presenta retraso;
conforme fluye del Informe Educativo N° 238-2022-EM/Educ/CSJJU/PJ, del
adolescente (folios 266 a 269).

9.4. Aunado a ello, se debe considerar que el señor Fiscal de Familia-Segunda Fiscalía,
en su dictamen de folios 284 y siguientes, ha OPINADO porque se le imponga la medida socio
educativa de Libertad restringida, teniendo en cuenta su condición de agente primario (no
registra medida socio educativa alguna), por el término de doce meses.

De modo que, la sanción debe reflejar la aplicación del principio de proporcionalidad que prevé el
artículo VII del Título Preliminar del Código Penal de aplicación supletoria, que es principal
estándar que debe atender el Juez para determinar la sanción concreta; considerando
además el principio constitucional de reincorporación del penado a la sociedad, previsto en el
inciso 22) del artículo 139° de la Constitución Política del Estado, el mismo que concuerda
con el artículo 150° del Código de Responsabilidad Penal, establece que: “150.1 Las medidas
socioeducativas deben contener una función pedagógica positiva y formativa, con la finalidad de
facilitar la resocialización y reintegración a la sociedad. (…)”.

Razones por la cual, al amparo del principio del interés superior del niño y adolescente,
atendiendo el nuevo paradigma de Justicia Restaurativa Juvenil que propone un enfoque
educativo formativo hacia los adolescentes que han infringido la ley penal, siguiendo éstos
preceptos, se hace necesario aplicar una sanción proporcional y razonable a la edad y a la
naturaleza en que sucedieron los hechos; por tanto, debe aplicarse la medida socio educativa
de libertad restringida por el término de un año.

DECIMO.- DETERMINACIÓN DE LA REPARACIÓN CIVIL.


10.1. Cabe señalar que la perpetración de una infracción penal, acompaña la medida
socioeducativa además la reparación civil del daño. Empero, debe tenerse presente que no toda
sentencia condenatoria que acaba imponiendo una sanción, supone que se haya producido de
manera efectiva un daño, que es el presupuesto básico para la fijación de la reparación civil. La
responsabilidad consagrada en el artículo 92° y siguiente del Código Penal, emana del daño que
pueda, según el caso, producir la infracción penal, y no de la infracción penal misma; siendo que la
reparación civil exige la constatación de un daño causado, además la reparación debe guardar
proporción con la magnitud del perjuicio irrogado a la agraviada.
10.2. En el caso de autos, cabe señalar que por la modalidad de la infracción investigada, se
establece inobjetablemente que existe un perjuicio para la adolescente agraviada de identidad
reservada, quien al haber sido víctima de tocamientos indebidos, por parte del adolescente se ha
visto afectada, generándole un daño en la afectación conductual y cognitiva (un síndrome ansioso),
como consecuencia de la conducta del citado adolescente, situación que indudablemente amerita
establecer un importe indemnizatorio con criterio equitativo, observándose el grado de lesividad de
la menor agraviada, no obstante, también se debe considerar la situación personal del
adolescente, no ha recibido la debida orientación de sus padres.
10.3. Entonces, la obligación del pago de reparación civil debe ser satisfecha a través de sus
padres de forma solidaria, situación que amerita señalar un monto prudente por concepto de
reparación civil, ya que a tenor del artículo 92° del Código Penal de aplicación supletoria, la
reparación civil se rige por el principio del daño causado, cuya unidad procesal civil y penal
protege el bien jurídico en su totalidad, así como a la víctima. Ello, atendiendo que se ha
acreditado la responsabilidad del adolescente Juan Ángelo Sullca Roberto, por la infracción a la ley
penal contra la libertad sexual en la modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación sexual o
actos libidinosos sin consentimiento, en agravio de una menor de edad; en consecuencia, debe
fijarse la suma de quinientos soles como monto de reparación civil, a favor de la parte agraviada.

V. PARTE RESOLUTIVA:

Por los fundamentos expuestos, y en aplicación de las normas antes invocadas, con el criterio de
conciencia que la ley autoriza y la Independencia Jurisdiccional, conforme al Dictamen Fiscal de
folios 284 y siguientes; Administrando Justicia a nombre de la Nación; SE RESUELVE:

1°). Declarar RESPONSABLE al adolescente JUAN ANGELO SULLCA ROBERTO (19), de 17


años de edad a la fecha de ocurridos los hechos, por la Infracción a la Ley Penal contra la Libertad
Sexual en la modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación Sexual o actos libidinosos sin
consentimiento, en agravio de la menor de iniciales Y.Y.S.H (12); en consecuencia: IMPONGASE
la MEDIDA SOCIOEDUCATIVA de LIBERTAD RESTRINGIDA, POR EL TÉRMINO DE UN AÑO,
que deberá ser ejecutada por el Servicio de Orientación al Adolescente (SOA), con cuyo fin:
CÚRSESE OFICIO para que el adolescente infractor participe obligatoriamente de los programas
de intervención diferenciados de enfoque formativo – educativo que orientarán y controlarán sus
actividades en la manera que mejor lo determine el SOA y la frecuencia acorde a Ley, conforme al
artículo 161° y siguientes del Código de Responsabilidad Penal de Adolescentes que sean
pertinentes; con la supervisión del cumplimiento de la medida dictada, y además en coordinación
con los padres y la familia del adolescente cumplirá con la orientación, supervisión y promoción del
adolescente y su familia; debiendo informar a este juzgado en forma TRIMESTRAL, bajo
responsabilidad funcional y penal sobre el avance y la evolución de la conducta del adolescente y
su familia respecto a la reinserción social de éste y si cumple con la media impuesta y las normas
que para dicho fin imponga el SOA, y si sus padres están involucrados.
2°). Asimismo, de manera simultánea, el infractor JUAN ANGELO SULLCA ROBERTO, deberá
también CUMPLIR con las siguientes reglas de conducta (mandatos y prohibiciones): a). Asistir a
las terapias psicológicas sin falta ni dilación alguna; b) No consumir licor ni otras drogas, de
ninguna índole y abstenerse de frecuentar amistades peligrosas, esto es, amistades que
consuman licor, que no trabajen, que no estudien; c) No ausentarse de su lugar de residencia en
esta ciudad de Huancayo, sin previa autorización de este Juzgado; d) Desempeñar una actividad
laboral o continuar con sus estudios de cualquier naturaleza de manera satisfactoria, o ambos de
ser posible.

3°). FÍJESE el monto de REPARACIÓN CIVIL, la suma de S/500.00 (QUINIENTOS CON 00/100
SOLES) que deberá pagar el adolescente JUAN ANGELO SULLCA ROBERTO (17 años de edad
al momento de los hechos), a favor de la agraviada de iniciales Y.Y.S.H (12 años de edad al
momento de los hechos), con sus bienes propios y libres en ejecución de sentencia.

4°). CONSENTIDA O EJECUTORIADA sea la presente, CÚRSESE OFICIO al Jefe del Registro
del Adolescente Infractor de la Corte Superior de Justicia de Junín, a efectos de la anotación
respectiva. - - - NOTIFIQUESE.

4° JUZGADO FAMILIA - SEDE CENTRAL


EXPEDIENTE : 00172-2020-0-1501-JR-FP-04
MATERIA : INFRACCION CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL
JUEZ : RUCABADO ROMERO BLANCA NORMA
ESPECIALISTA : CARRION RODRIGUEZ ANA MARIA DEL PILAR
ABOGADO : MARTINEZ ROMANI, RUTH
MINISTERIO PUBLICO : QUINTA FISCALIA PROVINCIAL CIVIL Y DE
FAMILIA ,
INFRACTOR : COTACHE CALZADA, JOHN MISAEL
AGRAVIADO : C C, Z E
------------------------------------------------------------------------------------------------------------

SENTENCIA N° - 2021-4°JFHYO/CSJJU

RESOLUCIÓN NUMERO 23:


Huancayo, veintisiete de octubre
Del dos mil veintiuno.-

I. IDENTIFICACIÓN DEL PROCESADO:

La presente investigación es seguida contra el adolescente:

 JOHN MISAEL COTACHE CALZADA, de 15 años de edad al momento de


la comisión de los hechos; nacido el 07 de setiembre de 2004, siendo sus padres
Emerson Misael y Mariam Luz, por lo que se encuentra acreditada su minoría de
edad al momento de suscitarse los hechos, tal como consta del documento que
corre a fojas 66, por lo que se encuentra debidamente individualizado.

II. ANTECEDENTES DEL PROCESO:

 Denuncia Fiscal: Que, el señor Fiscal de la Quinta Fiscalía Provincial Civil y de


Familia de Huancayo, a mérito de sus actuados que corren de fojas 01 a 80, a folios
81 a 88, formaliza denuncia contra el adolescente referido por la presunta
Infracción a la Ley Penal contra la Libertad Sexual en la modalidad de
Tocamientos, Actos de Connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento,
tipificado en el Segundo Párrafo del artículo 176° del Código Penal, en agravio de
la menor de iniciales Z.E.C.C (16).

 Auto que promueve Acción: Que, en mérito de la denuncia Fiscal de folios 81 a


88, se promueve acción contra el adolescente relacionado, por presunta infracción a
la ley penal contra la Libertad Sexual en la modalidad de Tocamientos, Actos de
Connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento, dictándose como
medida de protección a favor del investigado la ENTREGA EN CUSTODIA,
conforme se aprecia del auto de folios 89 a 94.

 Dictamen Fiscal: De folios 220 a 249, obra el dictamen fiscal en el que se opina
por la responsabilidad del adolescente investigado, como autor de la comisión de
infracción a la ley penal contra la Libertad Sexual en la modalidad de Tocamientos,
Actos de Connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento,
SOLICITANDO se le imponga la medida socioeducativa de AMONESTACION
con medidas accesorias y como pago de Reparación Civil que comprende
únicamente la indemnización de daños y perjuicios, el monto de QUINIENTOS
SOLES que debería ser asumido en forma solidaria con sus padres o responsables.

III. MEDIOS PROBATORIOS VALORADOS:


 Acta de Intervención Policial de folios 04.
 Declaración del padre de la agraviada Rubén Víctor Canchanya Machuca a folios
08 a 09.
 Declaración referencial del adolescente infractor Jhon Misael Cotache Calzada de
folios 10 a 13.
 Certificado Médico Legal N° 002781-IS de folios 14.
 Informe Psicológico Forense N° 45/2020 del adolescente infractor Jhon Misael
Cotache Calzada de folios 19 a 23.
 Acta de entrevista Única de Cámara Gessell practicado a la menor agraviada de
folios 25 a 28.
 Oficio N° 301-2020-RMI-RDJJU-USJ-CSJJU/PJ de folios 100.
 Informe Social N° 032-2020-ATS/EM-CSJJU/PJ del adolescente infractor Jhon
Misael Cotache Calzada, de folios 129 a 131.
 Informe Interdisciplinario N° 034-2020-Interdisc del adolescente infractor Jhon
Misael Cotache Calzada, de folios 147 a 151.
 Informe Psicológico N° 159-2021-Ps-CSC/CSJJU/PJ practicado al adolescente
infractor Jhon Misael Cotache Calzada de folios 209 a 212.

IV. CONSIDERANDOS, EVALUACIÓN DE LOS HECHOS Y PONDERACIÓN


PROBATORIA:

PRIMERO.- La cuarta disposición final y transitoria de la norma constitucional establece


que, “Las normas relativas a los derechos y a las libertades, reconocidas por la
Constitución Política del Estado, se interpretan de conformidad con la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, y con los tratados y acuerdos internacionales sobre
las mismas materias, sobre las que el Estado Peruano forma parte”.
Asimismo, el artículo 4° de la Constitución Política, concordante con el artículo II, VII y
IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, son específicos al señalar
que, “los niños y adolescentes son sujetos de derechos y por lo mismo les corresponde las
medidas de protección específica cuando se han visto inmersos en la comisión de
infracción a la ley penal”. Es por ello que, “en toda medida que adopte el Estado a través
del Poder Judicial considerará el Interés Superior de los adolescentes y el respeto a sus
derechos, resolviendo lo más favorable para ellos y tratando a los hechos en que se
encuentran inmersos como problemas humanos”2.
Con la dación del Decreto Legislativo 1348, que aprueba el Código de Responsabilidad
Penal de Adolescentes y con la publicación de su respectivo Reglamento el 24 de marzo
del 2018, mediante Decreto Supremo 004-2018-JUS, se derogan los capítulos III, IV, V,
VI, VII y VII-A del Título II del Libro IV del Código de Los Niños y Adolescentes y se

2
CODIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
Artículo IX.- Interés superior del niño y del adolescente.-
En toda medida concerniente al niño y al adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la
acción de la sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus
derechos.
Artículo X.- Proceso como problema humano.-
El Estado garantiza un sistema de administración de justicia especializada para los niños y adolescentes. Los casos
sujetos a resolución judicial o administrativa en los que estén involucrados niños o adolescentes serán tratados como
problemas humanos.-
deroga el Decreto Legislativo 1204, y en su lugar adquieren vigencia, sin perjuicio de la
implementación del citado Código a nivel nacional, los artículos comprendidos en los
Títulos I y II de la Sección VII, así como los Títulos I y II de la Sección VIII del Código de
Responsabilidad Penal de Adolescentes. Norma de índole procesal que se debe aplicar al
caso concreto a tenor de lo establecido por las mismas normas citadas y por lo prescrito por
el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Penal de aplicación supletoria a
los autos.
En base a ello; al adolescente que comete un hecho tipificado como delito o falta, de
acuerdo con la legislación penal y que se entiende por infracción a la ley penal, se le puede
imponer medidas socioeducativas señaladas en el Código en forma alternativa, indistinta
o conjuntamente y en tanto permitan su ejecución simultánea; entre ellas, tenemos a
las medidas no privativas de libertad que contempla a la amonestación, libertad asistida,
prestación de servicios a la comunidad y libertad restringida; y, la medida socioeducativa
de internación en un centro juvenil.
Tenemos también a las medidas accesorias, que contemplan fijar un lugar de residencia
determinado o cambiar de lugar de residencia a la actual; también contempla no frecuentar
determinadas personas, no frecuentar bares, discotecas o determinados centros de
diversiones espectáculos u otros lugares que considere el Juez; no ausentarse del lugar de
residencia sin autorización judicial, matricularse en una institución educativa a efectos de
generarse un oficio o profesión; desempeñar una actividad laboral o formativa laboral, no
consumir o ingerir bebidas alcohólicas ni drogas o internar al adolescente en un centro de
salud público o privado para un tratamiento desadictivo, participar en programas
educativos o de orientación y otras que el Juez considere adecuadas, dejando en claro que
la internación en un centro juvenil es la medida socioeducativa más grave y es de
carácter excepcional y se debe de aplicar como último recurso, como lo prescribe el
artículo 162 del citado Código.
Bajo este contexto, uno de los cambios en la justicia penal para el adolescente infractor,
que a criterio de la suscrita, permitirá lograr con mayor certeza la resocialización del
infractor con respeto del Principio del Interés Superior del Niño y Adolescente; es cuando
estipula que la medida impuesta puede modificarse o darse por cumplida a las dos terceras
partes de la misma, siempre que el adolescente participe de los programas de tratamiento o
cumpla las medidas accesorias establecida por el Juez, incluso, contrario sensu, una
medida no privativa de libertad, por responsabilidad del sentenciado, se puede variar a una
privativa de libertad, todo ello conforme a los artículos 154 y 155 del citado Código de
Responsabilidad Penal de Adolescentes y obviamente cuando precisa que las medidas
socioeducativas pueden imponerse en forma alternativa, indistinta o conjuntamente y en
tanto permitan su ejecución simultánea; así como que también se involucra a los padres,
tutores o responsables del infractor como responsables solidarios por los daños y
perjuicios ocasionados y por el cumplimiento de las medidas socioeducativas.
Ahora bien, todas estas medidas socioeducativas si bien es cierto están de alguna manera
programadas para imponerse bajo ciertas circunstancias o características, llámese mínimo
o máximo de la pena o la naturaleza del delito cometido si serían mayores de edad o
gravedad al poner en peligro la vida o integridad de las personas, nada impide que estas
medidas socioeducativas se apliquen a otros casos y de diferente manera, incluso menos
gravosas, toda vez que debe de primar siempre el Principio del Interés Superior del Niño y
Adolescente, tomando cada caso desde la perspectiva que es un problema humano,
como se tiene prescrito en los artículo IX y X del Título Preliminar del Código de los
Niños y Adolescentes, así como, la aplicación de los artículos 191 y 192 del mismo código,
concordados con el Código actual citado para adolescentes en conflicto con la Ley penal,
teniendo siempre en cuenta que la internación es como último recurso y las circunstancias
particulares de índole sociológica, educativa, cultural, familiar y económica dentro de las
cuales se desarrolla el adolescente infractor.

SEGUNDO.- La ley y la democracia para los niños y los adolescentes, han significado el
vuelco de ser considerados objetos de tutela y represión bajo el dominio de la vieja
“doctrina de la situación irregular” a ser reconocidos como sujetos plenos de derechos y
responsabilidades por la nueva “doctrina de la protección integral”. La Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño―culminación de las Reglas Mínimas de las
Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores, conocidas como
Reglas de Beijing, de las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los
Menores Privados de Libertad y de las Directrices de las Naciones Unidas para la
Prevención de la Delincuencia Juvenil, conocidas como Directrices de Riad- establece
obligatoriamente tres tipos de derechos y responsabilidades para todos los niños y los
adolescentes, siendo el que nos atañe que: Los jóvenes (de menos de 18 años) autores de
un acto infractor contra la ley penal tienen derecho a las garantías procesales básicas y
a las medidas socioeducativas cuando se encuentran responsables de un determinado
delito o contravención.
El sistema de responsabilidad penal juvenil debe ser integral, descentralizado y
participativo; es necesario que esté guiado por el principio del “interés superior” de los
niños y adolescentes cuyo único propósito es su recuperación como personas y
ciudadanos, luego de haber estado inmerso en actos infractores y no se conviertan en
futuros delincuentes; es por ello que, para imponer una sanción se deben de tener en
cuenta ciertas consideraciones como la edad del infractor, sus circunstancias
personales, así como su situación psicológica, educativa, familiar y sociocultural según
el informe del equipo multidisciplinario; la magnitud del daño causado, el nivel de
intervención en los hechos, la capacidad para cumplir una sanción, las circunstancias
agravantes o atenuantes reguladas en el Código Penal o leyes especiales, la
proporcionalidad, racionalidad e idoneidad de la sanción y los esfuerzos del adolescente
por reparar directa o indirectamente los daños; todo ello, como lo contempla la Ley
especial de la materia; consideraciones que también deben de ser entendidas y aplicadas
desde la perspectiva de entender que estos procesos de infracción a la Ley penal no
tienen como finalidad imponer un castigo al infractor, ni alejarlo de la sociedad; sino
todo lo contrario, son procesos que se instauran a favor del infractor para
resocializarlo, en concordancia con uno de los objetivos del último Plan Nacional de
Acción por la Infancia y la Adolescencia que ha redactado el Perú para el periodo 2012 a
2021, que es “reducir la tasa de adolescentes que se encuentran en conflicto con la Ley
Penal”, incluyendo componentes de prevención, atención y reinserción familiar y social y
de sensibilizar a la comunidad para que se le permitan a estos infractores nuevamente
reintegrarse a ella, sin ser considerados motivo de burla o recelo dentro de ella. Es decir,
debe de primar siempre el Principio de Protección al menor de edad y la finalidad
rehabilitadora hacia el adolescente.
En ese sentido, desde el punto de vista legal; para efectos de imponer una medida
socioeducativa o ahora llamada sanción, resulta imperativo que el juzgador llegue a la
convicción de la responsabilidad del adolescente investigado; sustentando su
razonamiento final en los hechos que emerjan del proceso investigatorio, respetando el
debido proceso, sobre todo el derecho de defensa y contradicción, la apreciación de la
confesión o no del investigado, versiones contradictoria o no convincentes y demás
pruebas actuadas (testimonios, peritajes, inspección, etc.) según lo previsto por la
actuación y apreciación de los medios probatorios según la Ley procesal Penal aplicable
supletoriamente al caso concreto.
Asumida esta convicción, y como siguiente paso, recién se interpondrá una medida
socioeducativa. En esa razón, es evidente que no estamos ante un proceso penal
propiamente dicho, sino que nos encontramos ante un proceso de infracción a la ley penal
donde el Estado no está ejerciendo su poder punitivo sancionador, sino, a través de una
justicia especializada, de protección a favor del adolescente (infractor a la Ley penal) en
aras de su educación y rehabilitación, en concordancia con lo previsto por el artículo
4º de la Constitución Política y los artículos IX y X del Título Preliminar del Código de
los Niños y Adolescentes.
En ese orden de ideas, teniendo señalado el artículo 191º del Código de los Niños y
Adolescentes que el sistema de justicia en estos procesos se orienta a la rehabilitación
del adolescente y encaminarlo a su bienestar y que la medida que se tome al respecto
no deberá de basarse únicamente en el examen de la gravedad del hecho sino también
en las circunstancias personales que lo rodean; y, siendo ello el objetivo de las medidas
socioeducativas que no tiene carácter sancionador propiamente dicho, sino de protección al
tener una finalidad primordialmente educativa y socializadora basada en el respeto de los
derechos humanos y las libertades fundamentales, debiendo tenerse en cuenta el principio
de protección al menor y la finalidad rehabilitadora hacia el adolescente.
Por ello; para la calificación y cuantificación de la medida socio educativa, corresponde
efectuar un análisis integral siempre tendiente a lo que sea más favorable a la
rehabilitación del adolescente, señalado en el artículo 191º de la norma aludida dado que:
“La medida tomada al respecto no solo deberá basarse en el examen de la gravedad del
hecho; sino también a las circunstancias personales que lo rodean”, respecto a las cuales
se tiene un acercamiento en base a la intervención de los profesionales que integran nuestro
equipo multidisciplinario.

TERCERO.- En el caso concreto, fluye de la denuncia fiscal de folios 81 y siguientes:


“...Que, el día cinco de febrero de 2020, siendo las 19:50 horas aproximadamente,
cuando la adolescente de iníciales C.C.Z.E. (16 años), se encontraba caminando por el Jr.
Catalina Huanca, muy cerca del canal de regadío para llegar a su domicilio ubicado en el
pasaje Lazo S/N Saños Chico-Acuario-El Tambo, acorta dicho camino ingresando por un
pasaje del lado izquierdo del canal mencionado, en dichas circunstancias y de manera
sorpresiva, aparece el adolescente investigado Jhon Misael Cotache Calzada (15 años), el
mismo que se le acerca a la agraviada por la espalda y le abraza con toda su fuerza y le
dice soy “COTACHI” e inmediatamente con una de sus manos realiza tocamientos en
distintas partes del cuerpo, sus pechos (senos), parte intima (vagina y trasero) de la
agraviada, este hecho lo realizo por encima de la ropa, por lo que en ese momento la
agraviada intenta escapar, sin embargo el investigado le coge fuertemente de su brazo
izquierdo cerca al codo ocasionándole una lesión; por lo que la agraviada no pudo
escapar, ante esto, la agraviada intenta por segunda vez escapar, lográndose escapar ya
que una señora pasaba por dicho lugar, e inmediatamente se va corriendo al domicilio de
sus primos para contarles lo sucedido, después solicita a una de sus primas que le
acompañe hasta su casa, el mismo que está muy cerca de dicho lugar”.

La sindicación formulada en contra del adolescente investigado John Misael Cotache


Calzada (15) por la menor agraviada, nos sitúa en lo que la doctrina denomina declaración
testifical de víctima, correspondiendo en tal virtud, remitirnos a los parámetros que al
respecto ha sido establecidos en el Acuerdo Plenario N°02-2005/CJ-116, en cuanto a que
tratándose de las declaraciones de un agraviado, aún cuando sea el único testigo de los
hechos, tiene entidad para ser considerada prueba válida de cargo y, por ende, virtualidad
procesal para desvirtuar la presunción de inocencia del imputado, siempre y cuando no se
adviertan razones objetivas que invaliden sus afirmaciones, siendo las garantías de certeza,
entorno a aquella, las siguientes: (a) Ausencia de incredibilidad subjetiva – ausencia de
odio, resentimiento, enemistad u otras circunstancias entre agraviado e imputado -, (b)
Verosimilitud –coherencia y solidez de la declaración y su corroboración periférica-, y (c)
Persistencia en la incriminación.

- En relación a la incredibilidad subjetiva en autos no se han incorporado elementos que


determinen que la imputación de la menor víctima se encuentre motivada por sentimientos
de odio o rencor concebidos por la menor o su familia u otras circunstancias análogas, pues
del relato de la menor se aprecia características de espontaneidad, pues solo conocía de
vista al adolescente infractor.

- Respecto, a la Verosimilitud tenemos que se aprecia coherencia del relato de la menor


agraviada Z.E.C.C (16) -Verosimilitud Interna-, se subyace en una versión de los hechos
con referencias fácticas precisas que descartan un relato con datos manifiestamente
inverosímiles y contraídos a la lógica, tal y como emerge el siguiente detalle: la menor
agraviada en el Acta de Entrevista Única de Cámara Gesell obrante a folios 25 a 28,
sostiene "(...) de ayer lo que me paso por la noche cuando estaba regresando a casa,
cuando casi cerca casa cuando estaba llegando el joven se acerco y me abrazo
fuertemente e intento abusar de mi pero no me deje; pero si me manoseo mis partes
intimas por encima de la ropa y me asuste y más adelante esta una señora al intentar la
señora de voltear él del miedo me soltó y me lastimo, acá tengo moretones (señala su
codo), y ahí es donde intente escapar mas rápido. Casi llegando a casa, llegue casi
llegando a casa de mis primos y les llame y les dije que me intentaron abusar y ellos
salieron corriendo a buscar al lugar donde paso y ya no se encontraba el joven (...)
cuando me recordé y llegue a su casa vi que el chibolo me agarro desprevenida y me
había olvidado su apellido por eso por estar preocupada al agarrarme me dijo, yo me
asuste y le dijo ¿quién eres? y me dijo Cotachi, me acorde por su apellido porque ese
chico representaba a su salón en el colegio y más le conocía por Cotachi (...)". De donde
se advierte los requisitos de persistencia, espontaneidad y coherencia, por lo que su versión
incriminatoria es válida conforme a los presupuestos establecidos por el Acuerdo Plenario
N° 02-2005 (fundamento 10).
En el análisis relativo a la Verosimilitud Externa, se suman corroboraciones periféricas,
concomitantes y plurales que trascienden del proceso, lo que genera certeza respecto de la
atribución criminal que efectúa la menor contra el encausado, habiéndose acreditado en el
proceso signos materiales o físicos en la anatomía de la menor, así como secuelas en su
personalidad que reflejan haber padecido de abuso sexual. Entre las importantes cabe
destacar el Certificado Médico Legal N° 002781-IS obrante a folios 14, donde en sus
conclusiones señala “1. Examen de integridad física (piel paragenital y piel extragenital):
tumefacción de 5cmx5cm con equimosis de 2cmx1cm en la cara interna del codo
izquierdo. (...) conclusiones: 1. piel: producido por agente contuso (...) 4. Calificación
medico legal por lesiones en piel. Atención facultativa: 02 (dos) incapacidad médico legal:
06 (seis) días salvo complicaciones (...)".

- Sobre la Persistencia en la incriminación, debe indicarse que se encuentra acreditada


con la entrevista única en cámara Gesell de la menor agraviada, donde narra la forma y
circunstancia en que, en horas de la noche del día 05 de febrero del 2020 fue víctima de
tocamientos indebidos por parte del adolescente investigado, cuando éste la abrazo
fuertemente por la parte de atrás y comenzó a realizar tocamientos indebidos en las partes
intimas de la adolescente, y como consecuencia de ello, al tratar de escapar se lesionó el
codo y logrando huir inmediatamente corrió a su domicilio donde conto lo sucedido a su
padre y hermanos, ante lo cual el padre de la menor agraviada se constituyo al domicilio
del investigado conjuntamente con un efectivo policial y retuvieron al mencionado
adolescente, corroborado con la declaración del padre denunciante en su declaración de
folios ocho y nueve, de igual modo contamos a folios cuatro el acta de Intervención
Policial donde existe uniformidad en la imputación sobre tocamientos indebidos que fue
víctima la agraviada.

Al respecto, no existe duda alguna de que en efecto el adolescente investigado habría


realizado tocamientos indebidos a la menor agraviada, momentos en que se encontraba
caminando de regreso a su casa cuando de manera sorpresiva el investigado se le acerca
por la espalda y la abraza con fuerza para posteriormente realizarle tocamientos en sus
pechos, y partes intimas y trasero por encima de la ropa, que al intentar escapar la menor
agraviada éste la coge con fuerza de su brazo izquierdo ocasionándole una lesión, por lo
que intenta una segunda vez logrando escapar aprovechando que una señora paso por el
lugar.

En suma, del análisis y compulsa de los elementos de juicio reunidos en la presente


investigación, se encuentra plenamente acreditado, tanto la materialidad del ilícito penal
instruido, así como la responsabilidad penal del adolescente infractor.

CUARTO: Para efectos de la determinación de la medida socio educativa, resulta


pertinente aplicar lo previsto en la Sección VII del Código de Responsabilidad Penal de
Adolescentes, considerando que se trata de una norma procesal de aplicación inmediata
que se encuentra vigente. Sobre todo, si se considera que la misma resulta más
beneficioso para el adolescente infractor, considerando lo previsto en el numeral 11) del
artículo 139 de la Constitución Política.
4.1. La determinación de los límites de edad constituye una de las opciones de política
criminal más importantes a la hora de diseñar el sistema de responsabilidad penal de los
menores, es así que nuestro ordenamiento jurídico ha fijado como límite mínimo para
exigir responsabilidad penal juvenil a aquellos adolescentes menores de 18 y mayores
de 14 años de edad, será pasible de medidas socio- educativas, el juez impone la medidas
socio- educativas.
4.2. Estando acreditado la responsabilidad del adolescente John Misael Cotache
Calzada (15) de conformidad a lo previsto por el artículo 150° del Código de
Responsabilidad Penal de Adolescentes, corresponde aplicar la sanción por la conducta
asumida. En ese sentido, debe quedar claro que las sanciones tienen una finalidad
primordialmente educativa y socializadora para los adolescentes en conflicto con la ley
penal, basada en el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
En ese sentido, a efectos de aplicar la medida socio educativa idónea al adolescente,
conforme a lo opinado por la representante del Ministerio Público en su dictamen fiscal
de folios 220/249, habiéndose acreditado los hechos objeto de denuncia, con las
pruebas actuadas, por lo que resulta pertinente aplicar la medida socio educativa de
A M O N E S T A C I O N , de conformidad a los criterios establecidos en el artículo 153° del
Código de Responsabilidad Penal del Adolescente, esto es:

i) La gravedad de la infracción. En cuanto a la gravedad de los hechos materia de


proceso, de los actuados se aprecia que se le procesa al investigado por tocamiento,
actos de connotación sexual o actos libidinosos que se sanciona con pena privativa de
libertan no menor de seis ni mayor de nueve años.

ii) La gravedad del daño causado. Al respecto, se debe considerar que en el presente
caso, producto de la conducta asumida por el adolescente, ha causado daño a la
adolescente agraviada en su integridad personal, como un daño psicológico, físico y
sexual, que ha sufrido la menor, conforme se desprende del Certificado Médico Legal de
folios catorce, generando así un menoscabo en la integridad física y emocional de la
agraviada.

iii) La edad del adolescente, sus circunstancias personales, así como la situación
educativa, familiar y sociocultural, se verifica que el adolescente John Misael Cotache
Calzada al momento que ocurrieron los hechos contaba con 15 años de edad, por tanto,
es pasible de aplicar medidas socio educativas, por los hechos denunciados, conforme se
verifica de la copia de la ficha de RENIEC (Folio 66), donde data su fecha de
nacimiento 07 de setiembre del 2004. En cuanto a las circunstancias personales, el
adolescente no ha recibido adecuada orientación por parte de sus padres, situación que
hacen, sea merecedor de guía u orientación necesaria a fin de que no llegue a la adultez
sin tratamiento alguno y se evite la continuación de este tipo de conductas.
iv) El nivel de intervención en los hechos. Dentro de la ejecución del acto infractor
de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos, el infractor ha tenido
una participación activa para la perpetración de los hechos, conforme ha quedado
establecido a lo largo de la actuación de las pruebas, lo que demuestra que el nivel de
intervención del adolescente ha sido considerable, en su calidad de autor.
v) La capacidad para cumplir la sanción . El presunto infractor no presenta
ninguna enfermedad física ni mental, para cumplir la medida socioeducativa de
amonestación, asimismo, se debe precisar que el adolescente a la fecha cuenta con más de
dieciséis años de edad.
vi) La proporcionalidad e idoneidad de la medida socio educativa. La
proporcionalidad e idoneidad de la sanción: Al respecto, teniendo en cuenta la infracción
penal que se le acusa de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos, el
mismo que es un hecho reprochable, resulta proporcional, racional e idónea, por la
gravedad de los hechos la medida socio educativa de amonestación.
vii) Las circunstancias agravantes o atenuantes reguladas en el Código Penal o leyes
especiales, en lo que corresponda. En el presente caso se presentan circunstancias de
atenuación tipificadas en el literal a) y d) del numeral 1, del artículo 46 del Código Penal,
consistentes en: a) La carencia de antecedentes penales, del supuesto infractor tiene la
condición de primario, careciendo de antecedentes (Oficio de folios 100); d) La
influencia de apremiantes circunstancias personales o familiares en la ejecución de la
conducta punible; ya que la razón de la comisión del ilícito que se le atribuye, habría
sido producto de la falta de orientación y cuidado adecuado por parte de los padres.

4.3. En ese escenario, resulta necesario tener en consideración lo siguiente:


i) El adolescente John Misael Cotache Calzada, en el momento que ocurrieron
los hechos, contaba con 15 años de edad.
ii) El adolescente, NO registra antecedentes de sanciones o medidas socio
educativas que se le hubiera impuesto (ver folio 100).
iii) El adolescente conforma una familia monoparental, actualmente cursa el
cuarto grado de educación secundaria en una institución educativa estatal
militar Juan Valer, con rendimiento académico regular, condición
económica media, mantiene contacto y buenas relaciones intrafamiliares con
los integrantes de su familia, conforme a los ingresos de la madre quien
supervisa con mayor frecuencia sus actividades, conforme fluye del
INFORME SOCIAL N° 032-2020, de folios 129/131; como el INFORME
PSICOLÓGICO FORENSE N° 45/2020, de folios 19/23, de donde se tiene
que el adolescente se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales,
pudiendo percibir y evaluar la realidad adecuadamente, clínicamente denota
un nivel intelectual normal dentro del promedio, psicosexualmente
heterosexual; refiere que aun no ha experimentado una experiencia coital;
Informe Psicológico N° 159-2021-Ps-CSC/CSJJU/PJ, de folios 209/212,
que concluye, (...) que el adolescente infractor tiende a mostrarse cauteloso,
desconfiado y a ocultar como resultado de experiencias negativas vividas en
el pasado, lealtad hacia la familia formando coalición paterno-filial,
infantilidad en el plano sexual por lo que tiende a preocuparse en el poder
físico y tiende a reprimir sus impulsos sexuales, ausencia de factores de
riesgo y/o vulnerabilidad.
iv) Respecto a sus estudios, se debe considerar que el adolescente a nivel
académico no presenta retraso, y se encuentra dentro del logro previsto;
conforme fluye del Informe Interdisciplinario N° 034-2020, del
adolescente (folios 147 a 151).

4.4. Aunado a ello, se debe considerar que la señora Fiscal en su dictamen fiscal
de folios 220 y siguientes, ha OPINADO porque se le imponga la medida socio
educativa de amonestación, teniendo en cuenta su condición de agente primario (no
registra medida socio educativa alguna).

De modo que, la sanción debe reflejar la aplicación del principio de proporcionalidad


que prevé el artículo VII del Título Preliminar del Código Penal de aplicación
supletoria, que es principal estándar que debe atender el Juez para determinar la
sanción concreta; considerando además el principio constitucional de reincorporación
del penado a la sociedad, previsto en el inciso 22) del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado, el mismo que concuerda con el artículo 150 del Código de
Responsabilidad Penal, establece que: “150.1 Las medidas socioeducativas deben
contener una función pedagógica positiva y formativa, con la finalidad de facilitar la
resocialización y reintegración a la sociedad. (…)”.

Razones por la cual, al amparo del principio del interés superior del niño y adolescente,
atendiendo el nuevo paradigma de Justicia Restaurativa Juvenil que propone un enfoque
educativo formativo hacia los adolescentes que han infringido la ley penal, siguiendo
éstos preceptos, se hace necesario aplicar una sanción proporcional y razonable a la
edad y a la naturaleza en que sucedieron los hechos; por tanto, debe aplicarse la medida
socio educativa de amonestación.

QUINTO: DETERMINACIÓN DE LA REPARACIÓN CIVIL.


5.1. Cabe señalar que la perpetración de una infracción penal, acompaña la medida
socioeducativa además la reparación civil del daño. Empero, debe tenerse presente que no
toda sentencia condenatoria que acaba imponiendo una sanción, supone que se haya
producido de manera efectiva un daño, que es el presupuesto básico para la fijación de la
reparación civil. La responsabilidad consagrada en el artículo 92° y siguiente del Código
Penal, emana del daño que pueda, según el caso, producir la infracción penal, y no de la
infracción penal misma; siendo que la reparación civil exige la constatación de un daño
causado, además la reparación debe guardar proporción con la magnitud del perjuicio
irrogado a la agraviada.
5.2. En el caso de autos, cabe señalar que por la modalidad de la infracción investigada,
se establece inobjetablemente que existe un perjuicio para la adolescente agraviada de
identidad reservada, quien al haber sido víctima de tocamientos indebidos, por parte del
adolescente se ha visto afectada, generándole un daño psicológico, así como un daño en su
integridad física y emocional, como un daño moral, como consecuencia de la conducta del
citado adolescente, situación que indudablemente amerita establecer un importe
indemnizatorio con criterio equitativo, observándose el grado de lesividad de la menor
agraviada, no obstante, también se debe considerar la situación personal del adolescente,
no ha recibido la debida orientación de sus padres.
5.3. Entonces, la obligación del pago de reparación civil debe ser satisfecha a través de
sus padres de forma solidaria, situación que amerita señalar un monto prudente por
concepto de reparación civil, ya que a tenor del artículo 92 del Código Penal de aplicación
supletoria, la reparación civil se rige por el principio del daño causado, cuya unidad
procesal civil y penal protege el bien jurídico en su totalidad, así como a la víctima. Ello,
atendiendo que se ha acreditado la responsabilidad del adolescente por la infracción a la
ley penal contra la libertad sexual en la modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación
sexual o actos libidinosos sin consentimiento, en agravio de una menor de edad; en
consecuencia, debe fijarse la suma de quinientos soles como monto de reparación civil, a
favor de la parte agraviada.

VIII. PARTERESOLUTIVA:
Por los fundamentos expuestos, y en aplicación de las normas antes invocadas, con el
criterio de conciencia que la ley autoriza y la Independencia Jurisdiccional, conforme al
Dictamen Fiscal de folios 220 y siguientes; Administrando Justicia a nombre de la
Nación, SE RESUELVE:

1°). Declarar RESPONSABLE al adolescente JOHN MISAEL COTACHE


CALZADA (15) por la Infracción a la Ley Penal contra la Libertad Sexual en la
modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación Sexual o actos libidinosos sin
consentimiento, en agravio de la menor de iniciales Z.E.C.C (16); en consecuencia:
IMPONGASE la MEDIDA SOCIOEDUCATIVA de AMONESTACION.

2°). Asimismo, de manera simultánea, el infractor deberá también CUMPLIR con las
siguientes reglas de conducta (mandatos y prohibiciones): a). Asistir a las terapias
psicológicas sin falta ni dilación alguna; b) No consumir licor ni otras drogas, de ninguna
índole y abstenerse de frecuentar amistades peligrosas, esto es, amistades que consuman
licor, delincuentes, que no trabajen, que no estudien; c) no ausentarse de su lugar de
residencia en esta ciudad de Huancayo, sin previa autorización de este Juzgado; d)
desempeñar una actividad laboral o continuar con sus estudios de cualquier naturaleza de
manera satisfactoria, o ambos de ser posible.

3°). FÍJESE el monto de REPARACIÓN CIVIL, la suma de S/. 500.00


(QUINIENTOS CON 00/100 SOLES) que deberá pagar el adolescente JOHN
MISAEL COTACHE CALZADA (15), a favor de la agraviada de iniciales Z.E.C.C
(16); de forma solidaria conjuntamente con sus progenitores, con sus bienes propios y
libres en ejecución de sentencia.

4°). CONSENTIDA O EJECUTORIADA sea la presente, CÚRSESE OFICIO al Jefe


del Registro del Adolescente Infractor de la Corte Superior de Justicia de Junín, a
efectos de la anotación respectiva. NOTIFIQUESE.-

4° JUZGADO FAMILIA - SEDE CENTRAL


EXPEDIENTE : 00172-2020-0-1501-JR-FP-04
MATERIA : INFRACCION CONTRA LA LIBERTAD SEXUAL
JUEZ : RUCABADO ROMERO BLANCA NORMA
ESPECIALISTA : CARRION RODRIGUEZ ANA MARIA DEL PILAR
ABOGADO : MARTINEZ ROMANI, RUTH
MINISTERIO PUBLICO : QUINTA FISCALIA PROVINCIAL CIVIL Y DE
FAMILIA ,
INFRACTOR : COTACHE CALZADA, JOHN MISAEL
AGRAVIADO : C C, Z E
------------------------------------------------------------------------------------------------------------

SENTENCIA N° - 2021-4°JFHYO/CSJJU

RESOLUCIÓN NUMERO 23:


Huancayo, veintisiete de octubre
Del dos mil veintiuno.-

I. IDENTIFICACIÓN DEL PROCESADO:

La presente investigación es seguida contra el adolescente:

 JOHN MISAEL COTACHE CALZADA, de 15 años de edad al momento de


la comisión de los hechos; nacido el 07 de setiembre de 2004, siendo sus padres
Emerson Misael y Mariam Luz, por lo que se encuentra acreditada su minoría de
edad al momento de suscitarse los hechos, tal como consta del documento que
corre a fojas 66, por lo que se encuentra debidamente individualizado.

II. ANTECEDENTES DEL PROCESO:

 Denuncia Fiscal: Que, el señor Fiscal de la Quinta Fiscalía Provincial Civil y de


Familia de Huancayo, a mérito de sus actuados que corren de fojas 01 a 80, a folios
81 a 88, formaliza denuncia contra el adolescente referido por la presunta
Infracción a la Ley Penal contra la Libertad Sexual en la modalidad de
Tocamientos, Actos de Connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento,
tipificado en el Segundo Párrafo del artículo 176° del Código Penal, en agravio de
la menor de iniciales Z.E.C.C (16).

 Auto que promueve Acción: Que, en mérito de la denuncia Fiscal de folios 81 a


88, se promueve acción contra el adolescente relacionado, por presunta infracción a
la ley penal contra la Libertad Sexual en la modalidad de Tocamientos, Actos de
Connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento, dictándose como
medida de protección a favor del investigado la ENTREGA EN CUSTODIA,
conforme se aprecia del auto de folios 89 a 94.

 Dictamen Fiscal: De folios 220 a 249, obra el dictamen fiscal en el que se opina
por la responsabilidad del adolescente investigado, como autor de la comisión de
infracción a la ley penal contra la Libertad Sexual en la modalidad de Tocamientos,
Actos de Connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento,
SOLICITANDO se le imponga la medida socioeducativa de AMONESTACION
con medidas accesorias y como pago de Reparación Civil que comprende
únicamente la indemnización de daños y perjuicios, el monto de QUINIENTOS
SOLES que debería ser asumido en forma solidaria con sus padres o responsables.

III. MEDIOS PROBATORIOS VALORADOS:


 Acta de Intervención Policial de folios 04.
 Declaración del padre de la agraviada Rubén Víctor Canchanya Machuca a folios
08 a 09.
 Declaración referencial del adolescente infractor Jhon Misael Cotache Calzada de
folios 10 a 13.
 Certificado Médico Legal N° 002781-IS de folios 14.
 Informe Psicológico Forense N° 45/2020 del adolescente infractor Jhon Misael
Cotache Calzada de folios 19 a 23.
 Acta de entrevista Única de Cámara Gessell practicado a la menor agraviada de
folios 25 a 28.
 Oficio N° 301-2020-RMI-RDJJU-USJ-CSJJU/PJ de folios 100.
 Informe Social N° 032-2020-ATS/EM-CSJJU/PJ del adolescente infractor Jhon
Misael Cotache Calzada, de folios 129 a 131.
 Informe Interdisciplinario N° 034-2020-Interdisc del adolescente infractor Jhon
Misael Cotache Calzada, de folios 147 a 151.
 Informe Psicológico N° 159-2021-Ps-CSC/CSJJU/PJ practicado al adolescente
infractor Jhon Misael Cotache Calzada de folios 209 a 212.

IV. CONSIDERANDOS, EVALUACIÓN DE LOS HECHOS Y PONDERACIÓN


PROBATORIA:

PRIMERO.- La cuarta disposición final y transitoria de la norma constitucional establece


que, “Las normas relativas a los derechos y a las libertades, reconocidas por la
Constitución Política del Estado, se interpretan de conformidad con la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, y con los tratados y acuerdos internacionales sobre
las mismas materias, sobre las que el Estado Peruano forma parte”.
Asimismo, el artículo 4° de la Constitución Política, concordante con el artículo II, VII y
IX del Título Preliminar del Código de los Niños y Adolescentes, son específicos al señalar
que, “los niños y adolescentes son sujetos de derechos y por lo mismo les corresponde las
medidas de protección específica cuando se han visto inmersos en la comisión de
infracción a la ley penal”. Es por ello que, “en toda medida que adopte el Estado a través
del Poder Judicial considerará el Interés Superior de los adolescentes y el respeto a sus
derechos, resolviendo lo más favorable para ellos y tratando a los hechos en que se
encuentran inmersos como problemas humanos”3.
Con la dación del Decreto Legislativo 1348, que aprueba el Código de Responsabilidad
Penal de Adolescentes y con la publicación de su respectivo Reglamento el 24 de marzo
del 2018, mediante Decreto Supremo 004-2018-JUS, se derogan los capítulos III, IV, V,
3
CODIGO DE LOS NIÑOS Y ADOLESCENTES
Artículo IX.- Interés superior del niño y del adolescente.-
En toda medida concerniente al niño y al adolescente que adopte el Estado a través de los Poderes Ejecutivo, Legislativo
y Judicial, del Ministerio Público, los Gobiernos Regionales, Gobiernos Locales y sus demás instituciones, así como en la
acción de la sociedad, se considerará el Principio del Interés Superior del Niño y del Adolescente y el respeto a sus
derechos.
Artículo X.- Proceso como problema humano.-
El Estado garantiza un sistema de administración de justicia especializada para los niños y adolescentes. Los casos
sujetos a resolución judicial o administrativa en los que estén involucrados niños o adolescentes serán tratados como
problemas humanos.-
VI, VII y VII-A del Título II del Libro IV del Código de Los Niños y Adolescentes y se
deroga el Decreto Legislativo 1204, y en su lugar adquieren vigencia, sin perjuicio de la
implementación del citado Código a nivel nacional, los artículos comprendidos en los
Títulos I y II de la Sección VII, así como los Títulos I y II de la Sección VIII del Código de
Responsabilidad Penal de Adolescentes. Norma de índole procesal que se debe aplicar al
caso concreto a tenor de lo establecido por las mismas normas citadas y por lo prescrito por
el artículo VII del Título Preliminar del Código Procesal Penal de aplicación supletoria a
los autos.
En base a ello; al adolescente que comete un hecho tipificado como delito o falta, de
acuerdo con la legislación penal y que se entiende por infracción a la ley penal, se le puede
imponer medidas socioeducativas señaladas en el Código en forma alternativa, indistinta
o conjuntamente y en tanto permitan su ejecución simultánea; entre ellas, tenemos a
las medidas no privativas de libertad que contempla a la amonestación, libertad asistida,
prestación de servicios a la comunidad y libertad restringida; y, la medida socioeducativa
de internación en un centro juvenil.
Tenemos también a las medidas accesorias, que contemplan fijar un lugar de residencia
determinado o cambiar de lugar de residencia a la actual; también contempla no frecuentar
determinadas personas, no frecuentar bares, discotecas o determinados centros de
diversiones espectáculos u otros lugares que considere el Juez; no ausentarse del lugar de
residencia sin autorización judicial, matricularse en una institución educativa a efectos de
generarse un oficio o profesión; desempeñar una actividad laboral o formativa laboral, no
consumir o ingerir bebidas alcohólicas ni drogas o internar al adolescente en un centro de
salud público o privado para un tratamiento desadictivo, participar en programas
educativos o de orientación y otras que el Juez considere adecuadas, dejando en claro que
la internación en un centro juvenil es la medida socioeducativa más grave y es de
carácter excepcional y se debe de aplicar como último recurso, como lo prescribe el
artículo 162 del citado Código.
Bajo este contexto, uno de los cambios en la justicia penal para el adolescente infractor,
que a criterio de la suscrita, permitirá lograr con mayor certeza la resocialización del
infractor con respeto del Principio del Interés Superior del Niño y Adolescente; es cuando
estipula que la medida impuesta puede modificarse o darse por cumplida a las dos terceras
partes de la misma, siempre que el adolescente participe de los programas de tratamiento o
cumpla las medidas accesorias establecida por el Juez, incluso, contrario sensu, una
medida no privativa de libertad, por responsabilidad del sentenciado, se puede variar a una
privativa de libertad, todo ello conforme a los artículos 154 y 155 del citado Código de
Responsabilidad Penal de Adolescentes y obviamente cuando precisa que las medidas
socioeducativas pueden imponerse en forma alternativa, indistinta o conjuntamente y en
tanto permitan su ejecución simultánea; así como que también se involucra a los padres,
tutores o responsables del infractor como responsables solidarios por los daños y
perjuicios ocasionados y por el cumplimiento de las medidas socioeducativas.
Ahora bien, todas estas medidas socioeducativas si bien es cierto están de alguna manera
programadas para imponerse bajo ciertas circunstancias o características, llámese mínimo
o máximo de la pena o la naturaleza del delito cometido si serían mayores de edad o
gravedad al poner en peligro la vida o integridad de las personas, nada impide que estas
medidas socioeducativas se apliquen a otros casos y de diferente manera, incluso menos
gravosas, toda vez que debe de primar siempre el Principio del Interés Superior del Niño y
Adolescente, tomando cada caso desde la perspectiva que es un problema humano,
como se tiene prescrito en los artículo IX y X del Título Preliminar del Código de los
Niños y Adolescentes, así como, la aplicación de los artículos 191 y 192 del mismo código,
concordados con el Código actual citado para adolescentes en conflicto con la Ley penal,
teniendo siempre en cuenta que la internación es como último recurso y las circunstancias
particulares de índole sociológica, educativa, cultural, familiar y económica dentro de las
cuales se desarrolla el adolescente infractor.

SEGUNDO.- La ley y la democracia para los niños y los adolescentes, han significado el
vuelco de ser considerados objetos de tutela y represión bajo el dominio de la vieja
“doctrina de la situación irregular” a ser reconocidos como sujetos plenos de derechos y
responsabilidades por la nueva “doctrina de la protección integral”. La Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño―culminación de las Reglas Mínimas de las
Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores, conocidas como
Reglas de Beijing, de las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los
Menores Privados de Libertad y de las Directrices de las Naciones Unidas para la
Prevención de la Delincuencia Juvenil, conocidas como Directrices de Riad- establece
obligatoriamente tres tipos de derechos y responsabilidades para todos los niños y los
adolescentes, siendo el que nos atañe que: Los jóvenes (de menos de 18 años) autores de
un acto infractor contra la ley penal tienen derecho a las garantías procesales básicas y
a las medidas socioeducativas cuando se encuentran responsables de un determinado
delito o contravención.
El sistema de responsabilidad penal juvenil debe ser integral, descentralizado y
participativo; es necesario que esté guiado por el principio del “interés superior” de los
niños y adolescentes cuyo único propósito es su recuperación como personas y
ciudadanos, luego de haber estado inmerso en actos infractores y no se conviertan en
futuros delincuentes; es por ello que, para imponer una sanción se deben de tener en
cuenta ciertas consideraciones como la edad del infractor, sus circunstancias
personales, así como su situación psicológica, educativa, familiar y sociocultural según
el informe del equipo multidisciplinario; la magnitud del daño causado, el nivel de
intervención en los hechos, la capacidad para cumplir una sanción, las circunstancias
agravantes o atenuantes reguladas en el Código Penal o leyes especiales, la
proporcionalidad, racionalidad e idoneidad de la sanción y los esfuerzos del adolescente
por reparar directa o indirectamente los daños; todo ello, como lo contempla la Ley
especial de la materia; consideraciones que también deben de ser entendidas y aplicadas
desde la perspectiva de entender que estos procesos de infracción a la Ley penal no
tienen como finalidad imponer un castigo al infractor, ni alejarlo de la sociedad; sino
todo lo contrario, son procesos que se instauran a favor del infractor para
resocializarlo, en concordancia con uno de los objetivos del último Plan Nacional de
Acción por la Infancia y la Adolescencia que ha redactado el Perú para el periodo 2012 a
2021, que es “reducir la tasa de adolescentes que se encuentran en conflicto con la Ley
Penal”, incluyendo componentes de prevención, atención y reinserción familiar y social y
de sensibilizar a la comunidad para que se le permitan a estos infractores nuevamente
reintegrarse a ella, sin ser considerados motivo de burla o recelo dentro de ella. Es decir,
debe de primar siempre el Principio de Protección al menor de edad y la finalidad
rehabilitadora hacia el adolescente.
En ese sentido, desde el punto de vista legal; para efectos de imponer una medida
socioeducativa o ahora llamada sanción, resulta imperativo que el juzgador llegue a la
convicción de la responsabilidad del adolescente investigado; sustentando su
razonamiento final en los hechos que emerjan del proceso investigatorio, respetando el
debido proceso, sobre todo el derecho de defensa y contradicción, la apreciación de la
confesión o no del investigado, versiones contradictoria o no convincentes y demás
pruebas actuadas (testimonios, peritajes, inspección, etc.) según lo previsto por la
actuación y apreciación de los medios probatorios según la Ley procesal Penal aplicable
supletoriamente al caso concreto.
Asumida esta convicción, y como siguiente paso, recién se interpondrá una medida
socioeducativa. En esa razón, es evidente que no estamos ante un proceso penal
propiamente dicho, sino que nos encontramos ante un proceso de infracción a la ley penal
donde el Estado no está ejerciendo su poder punitivo sancionador, sino, a través de una
justicia especializada, de protección a favor del adolescente (infractor a la Ley penal) en
aras de su educación y rehabilitación, en concordancia con lo previsto por el artículo
4º de la Constitución Política y los artículos IX y X del Título Preliminar del Código de
los Niños y Adolescentes.
En ese orden de ideas, teniendo señalado el artículo 191º del Código de los Niños y
Adolescentes que el sistema de justicia en estos procesos se orienta a la rehabilitación
del adolescente y encaminarlo a su bienestar y que la medida que se tome al respecto
no deberá de basarse únicamente en el examen de la gravedad del hecho sino también
en las circunstancias personales que lo rodean; y, siendo ello el objetivo de las medidas
socioeducativas que no tiene carácter sancionador propiamente dicho, sino de protección al
tener una finalidad primordialmente educativa y socializadora basada en el respeto de los
derechos humanos y las libertades fundamentales, debiendo tenerse en cuenta el principio
de protección al menor y la finalidad rehabilitadora hacia el adolescente.
Por ello; para la calificación y cuantificación de la medida socio educativa, corresponde
efectuar un análisis integral siempre tendiente a lo que sea más favorable a la
rehabilitación del adolescente, señalado en el artículo 191º de la norma aludida dado que:
“La medida tomada al respecto no solo deberá basarse en el examen de la gravedad del
hecho; sino también a las circunstancias personales que lo rodean”, respecto a las cuales
se tiene un acercamiento en base a la intervención de los profesionales que integran nuestro
equipo multidisciplinario.

TERCERO.- En el caso concreto, fluye de la denuncia fiscal de folios 81 y siguientes:


“...Que, el día cinco de febrero de 2020, siendo las 19:50 horas aproximadamente,
cuando la adolescente de iníciales C.C.Z.E. (16 años), se encontraba caminando por el Jr.
Catalina Huanca, muy cerca del canal de regadío para llegar a su domicilio ubicado en el
pasaje Lazo S/N Saños Chico-Acuario-El Tambo, acorta dicho camino ingresando por un
pasaje del lado izquierdo del canal mencionado, en dichas circunstancias y de manera
sorpresiva, aparece el adolescente investigado Jhon Misael Cotache Calzada (15 años), el
mismo que se le acerca a la agraviada por la espalda y le abraza con toda su fuerza y le
dice soy “COTACHI” e inmediatamente con una de sus manos realiza tocamientos en
distintas partes del cuerpo, sus pechos (senos), parte intima (vagina y trasero) de la
agraviada, este hecho lo realizo por encima de la ropa, por lo que en ese momento la
agraviada intenta escapar, sin embargo el investigado le coge fuertemente de su brazo
izquierdo cerca al codo ocasionándole una lesión; por lo que la agraviada no pudo
escapar, ante esto, la agraviada intenta por segunda vez escapar, lográndose escapar ya
que una señora pasaba por dicho lugar, e inmediatamente se va corriendo al domicilio de
sus primos para contarles lo sucedido, después solicita a una de sus primas que le
acompañe hasta su casa, el mismo que está muy cerca de dicho lugar”.

La sindicación formulada en contra del adolescente investigado John Misael Cotache


Calzada (15) por la menor agraviada, nos sitúa en lo que la doctrina denomina declaración
testifical de víctima, correspondiendo en tal virtud, remitirnos a los parámetros que al
respecto ha sido establecidos en el Acuerdo Plenario N°02-2005/CJ-116, en cuanto a que
tratándose de las declaraciones de un agraviado, aún cuando sea el único testigo de los
hechos, tiene entidad para ser considerada prueba válida de cargo y, por ende, virtualidad
procesal para desvirtuar la presunción de inocencia del imputado, siempre y cuando no se
adviertan razones objetivas que invaliden sus afirmaciones, siendo las garantías de certeza,
entorno a aquella, las siguientes: (a) Ausencia de incredibilidad subjetiva – ausencia de
odio, resentimiento, enemistad u otras circunstancias entre agraviado e imputado -, (b)
Verosimilitud –coherencia y solidez de la declaración y su corroboración periférica-, y (c)
Persistencia en la incriminación.

- En relación a la incredibilidad subjetiva en autos no se han incorporado elementos que


determinen que la imputación de la menor víctima se encuentre motivada por sentimientos
de odio o rencor concebidos por la menor o su familia u otras circunstancias análogas, pues
del relato de la menor se aprecia características de espontaneidad, pues solo conocía de
vista al adolescente infractor.

- Respecto, a la Verosimilitud tenemos que se aprecia coherencia del relato de la menor


agraviada Z.E.C.C (16) -Verosimilitud Interna-, se subyace en una versión de los hechos
con referencias fácticas precisas que descartan un relato con datos manifiestamente
inverosímiles y contraídos a la lógica, tal y como emerge el siguiente detalle: la menor
agraviada en el Acta de Entrevista Única de Cámara Gesell obrante a folios 25 a 28,
sostiene "(...) de ayer lo que me paso por la noche cuando estaba regresando a casa,
cuando casi cerca casa cuando estaba llegando el joven se acerco y me abrazo
fuertemente e intento abusar de mi pero no me deje; pero si me manoseo mis partes
intimas por encima de la ropa y me asuste y más adelante esta una señora al intentar la
señora de voltear él del miedo me soltó y me lastimo, acá tengo moretones (señala su
codo), y ahí es donde intente escapar mas rápido. Casi llegando a casa, llegue casi
llegando a casa de mis primos y les llame y les dije que me intentaron abusar y ellos
salieron corriendo a buscar al lugar donde paso y ya no se encontraba el joven (...)
cuando me recordé y llegue a su casa vi que el chibolo me agarro desprevenida y me
había olvidado su apellido por eso por estar preocupada al agarrarme me dijo, yo me
asuste y le dijo ¿quién eres? y me dijo Cotachi, me acorde por su apellido porque ese
chico representaba a su salón en el colegio y más le conocía por Cotachi (...)". De donde
se advierte los requisitos de persistencia, espontaneidad y coherencia, por lo que su versión
incriminatoria es válida conforme a los presupuestos establecidos por el Acuerdo Plenario
N° 02-2005 (fundamento 10).
En el análisis relativo a la Verosimilitud Externa, se suman corroboraciones periféricas,
concomitantes y plurales que trascienden del proceso, lo que genera certeza respecto de la
atribución criminal que efectúa la menor contra el encausado, habiéndose acreditado en el
proceso signos materiales o físicos en la anatomía de la menor, así como secuelas en su
personalidad que reflejan haber padecido de abuso sexual. Entre las importantes cabe
destacar el Certificado Médico Legal N° 002781-IS obrante a folios 14, donde en sus
conclusiones señala “1. Examen de integridad física (piel paragenital y piel extragenital):
tumefacción de 5cmx5cm con equimosis de 2cmx1cm en la cara interna del codo
izquierdo. (...) conclusiones: 1. piel: producido por agente contuso (...) 4. Calificación
medico legal por lesiones en piel. Atención facultativa: 02 (dos) incapacidad médico legal:
06 (seis) días salvo complicaciones (...)".

- Sobre la Persistencia en la incriminación, debe indicarse que se encuentra acreditada


con la entrevista única en cámara Gesell de la menor agraviada, donde narra la forma y
circunstancia en que, en horas de la noche del día 05 de febrero del 2020 fue víctima de
tocamientos indebidos por parte del adolescente investigado, cuando éste la abrazo
fuertemente por la parte de atrás y comenzó a realizar tocamientos indebidos en las partes
intimas de la adolescente, y como consecuencia de ello, al tratar de escapar se lesionó el
codo y logrando huir inmediatamente corrió a su domicilio donde conto lo sucedido a su
padre y hermanos, ante lo cual el padre de la menor agraviada se constituyo al domicilio
del investigado conjuntamente con un efectivo policial y retuvieron al mencionado
adolescente, corroborado con la declaración del padre denunciante en su declaración de
folios ocho y nueve, de igual modo contamos a folios cuatro el acta de Intervención
Policial donde existe uniformidad en la imputación sobre tocamientos indebidos que fue
víctima la agraviada.

Al respecto, no existe duda alguna de que en efecto el adolescente investigado habría


realizado tocamientos indebidos a la menor agraviada, momentos en que se encontraba
caminando de regreso a su casa cuando de manera sorpresiva el investigado se le acerca
por la espalda y la abraza con fuerza para posteriormente realizarle tocamientos en sus
pechos, y partes intimas y trasero por encima de la ropa, que al intentar escapar la menor
agraviada éste la coge con fuerza de su brazo izquierdo ocasionándole una lesión, por lo
que intenta una segunda vez logrando escapar aprovechando que una señora paso por el
lugar.

En suma, del análisis y compulsa de los elementos de juicio reunidos en la presente


investigación, se encuentra plenamente acreditado, tanto la materialidad del ilícito penal
instruido, así como la responsabilidad penal del adolescente infractor.

CUARTO: Para efectos de la determinación de la medida socio educativa, resulta


pertinente aplicar lo previsto en la Sección VII del Código de Responsabilidad Penal de
Adolescentes, considerando que se trata de una norma procesal de aplicación inmediata
que se encuentra vigente. Sobre todo, si se considera que la misma resulta más
beneficioso para el adolescente infractor, considerando lo previsto en el numeral 11) del
artículo 139 de la Constitución Política.
4.1. La determinación de los límites de edad constituye una de las opciones de política
criminal más importantes a la hora de diseñar el sistema de responsabilidad penal de los
menores, es así que nuestro ordenamiento jurídico ha fijado como límite mínimo para
exigir responsabilidad penal juvenil a aquellos adolescentes menores de 18 y mayores
de 14 años de edad, será pasible de medidas socio- educativas, el juez impone la medidas
socio- educativas.
4.2. Estando acreditado la responsabilidad del adolescente John Misael Cotache
Calzada (15) de conformidad a lo previsto por el artículo 150° del Código de
Responsabilidad Penal de Adolescentes, corresponde aplicar la sanción por la conducta
asumida. En ese sentido, debe quedar claro que las sanciones tienen una finalidad
primordialmente educativa y socializadora para los adolescentes en conflicto con la ley
penal, basada en el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
En ese sentido, a efectos de aplicar la medida socio educativa idónea al adolescente,
conforme a lo opinado por la representante del Ministerio Público en su dictamen fiscal
de folios 220/249, habiéndose acreditado los hechos objeto de denuncia, con las
pruebas actuadas, por lo que resulta pertinente aplicar la medida socio educativa de
A M O N E S T A C I O N , de conformidad a los criterios establecidos en el artículo 153° del
Código de Responsabilidad Penal del Adolescente, esto es:

i) La gravedad de la infracción. En cuanto a la gravedad de los hechos materia de


proceso, de los actuados se aprecia que se le procesa al investigado por tocamiento,
actos de connotación sexual o actos libidinosos que se sanciona con pena privativa de
libertan no menor de seis ni mayor de nueve años.

ii) La gravedad del daño causado. Al respecto, se debe considerar que en el presente
caso, producto de la conducta asumida por el adolescente, ha causado daño a la
adolescente agraviada en su integridad personal, como un daño psicológico, físico y
sexual, que ha sufrido la menor, conforme se desprende del Certificado Médico Legal de
folios catorce, generando así un menoscabo en la integridad física y emocional de la
agraviada.

iii) La edad del adolescente, sus circunstancias personales, así como la situación
educativa, familiar y sociocultural, se verifica que el adolescente John Misael Cotache
Calzada al momento que ocurrieron los hechos contaba con 15 años de edad, por tanto,
es pasible de aplicar medidas socio educativas, por los hechos denunciados, conforme se
verifica de la copia de la ficha de RENIEC (Folio 66), donde data su fecha de
nacimiento 07 de setiembre del 2004. En cuanto a las circunstancias personales, el
adolescente no ha recibido adecuada orientación por parte de sus padres, situación que
hacen, sea merecedor de guía u orientación necesaria a fin de que no llegue a la adultez
sin tratamiento alguno y se evite la continuación de este tipo de conductas.
iv) El nivel de intervención en los hechos. Dentro de la ejecución del acto infractor
de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos, el infractor ha tenido
una participación activa para la perpetración de los hechos, conforme ha quedado
establecido a lo largo de la actuación de las pruebas, lo que demuestra que el nivel de
intervención del adolescente ha sido considerable, en su calidad de autor.
v) La capacidad para cumplir la sanción . El presunto infractor no presenta
ninguna enfermedad física ni mental, para cumplir la medida socioeducativa de
amonestación, asimismo, se debe precisar que el adolescente a la fecha cuenta con más de
dieciséis años de edad.
vi) La proporcionalidad e idoneidad de la medida socio educativa. La
proporcionalidad e idoneidad de la sanción: Al respecto, teniendo en cuenta la infracción
penal que se le acusa de tocamientos, actos de connotación sexual o actos libidinosos, el
mismo que es un hecho reprochable, resulta proporcional, racional e idónea, por la
gravedad de los hechos la medida socio educativa de amonestación.
vii) Las circunstancias agravantes o atenuantes reguladas en el Código Penal o leyes
especiales, en lo que corresponda. En el presente caso se presentan circunstancias de
atenuación tipificadas en el literal a) y d) del numeral 1, del artículo 46 del Código Penal,
consistentes en: a) La carencia de antecedentes penales, del supuesto infractor tiene la
condición de primario, careciendo de antecedentes (Oficio de folios 100); d) La
influencia de apremiantes circunstancias personales o familiares en la ejecución de la
conducta punible; ya que la razón de la comisión del ilícito que se le atribuye, habría
sido producto de la falta de orientación y cuidado adecuado por parte de los padres.

4.3. En ese escenario, resulta necesario tener en consideración lo siguiente:


i) El adolescente John Misael Cotache Calzada, en el momento que ocurrieron
los hechos, contaba con 15 años de edad.
ii) El adolescente, NO registra antecedentes de sanciones o medidas socio
educativas que se le hubiera impuesto (ver folio 100).
iii) El adolescente conforma una familia monoparental, actualmente cursa el
cuarto grado de educación secundaria en una institución educativa estatal
militar Juan Valer, con rendimiento académico regular, condición
económica media, mantiene contacto y buenas relaciones intrafamiliares con
los integrantes de su familia, conforme a los ingresos de la madre quien
supervisa con mayor frecuencia sus actividades, conforme fluye del
INFORME SOCIAL N° 032-2020, de folios 129/131; como el INFORME
PSICOLÓGICO FORENSE N° 45/2020, de folios 19/23, de donde se tiene
que el adolescente se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales,
pudiendo percibir y evaluar la realidad adecuadamente, clínicamente denota
un nivel intelectual normal dentro del promedio, psicosexualmente
heterosexual; refiere que aun no ha experimentado una experiencia coital;
Informe Psicológico N° 159-2021-Ps-CSC/CSJJU/PJ, de folios 209/212,
que concluye, (...) que el adolescente infractor tiende a mostrarse cauteloso,
desconfiado y a ocultar como resultado de experiencias negativas vividas en
el pasado, lealtad hacia la familia formando coalición paterno-filial,
infantilidad en el plano sexual por lo que tiende a preocuparse en el poder
físico y tiende a reprimir sus impulsos sexuales, ausencia de factores de
riesgo y/o vulnerabilidad.
iv) Respecto a sus estudios, se debe considerar que el adolescente a nivel
académico no presenta retraso, y se encuentra dentro del logro previsto;
conforme fluye del Informe Interdisciplinario N° 034-2020, del
adolescente (folios 147 a 151).

4.4. Aunado a ello, se debe considerar que la señora Fiscal en su dictamen fiscal
de folios 220 y siguientes, ha OPINADO porque se le imponga la medida socio
educativa de amonestación, teniendo en cuenta su condición de agente primario (no
registra medida socio educativa alguna).

De modo que, la sanción debe reflejar la aplicación del principio de proporcionalidad


que prevé el artículo VII del Título Preliminar del Código Penal de aplicación
supletoria, que es principal estándar que debe atender el Juez para determinar la
sanción concreta; considerando además el principio constitucional de reincorporación
del penado a la sociedad, previsto en el inciso 22) del artículo 139 de la Constitución
Política del Estado, el mismo que concuerda con el artículo 150 del Código de
Responsabilidad Penal, establece que: “150.1 Las medidas socioeducativas deben
contener una función pedagógica positiva y formativa, con la finalidad de facilitar la
resocialización y reintegración a la sociedad. (…)”.

Razones por la cual, al amparo del principio del interés superior del niño y adolescente,
atendiendo el nuevo paradigma de Justicia Restaurativa Juvenil que propone un enfoque
educativo formativo hacia los adolescentes que han infringido la ley penal, siguiendo
éstos preceptos, se hace necesario aplicar una sanción proporcional y razonable a la
edad y a la naturaleza en que sucedieron los hechos; por tanto, debe aplicarse la medida
socio educativa de amonestación.

QUINTO: DETERMINACIÓN DE LA REPARACIÓN CIVIL.


5.1. Cabe señalar que la perpetración de una infracción penal, acompaña la medida
socioeducativa además la reparación civil del daño. Empero, debe tenerse presente que no
toda sentencia condenatoria que acaba imponiendo una sanción, supone que se haya
producido de manera efectiva un daño, que es el presupuesto básico para la fijación de la
reparación civil. La responsabilidad consagrada en el artículo 92° y siguiente del Código
Penal, emana del daño que pueda, según el caso, producir la infracción penal, y no de la
infracción penal misma; siendo que la reparación civil exige la constatación de un daño
causado, además la reparación debe guardar proporción con la magnitud del perjuicio
irrogado a la agraviada.
5.2. En el caso de autos, cabe señalar que por la modalidad de la infracción investigada,
se establece inobjetablemente que existe un perjuicio para la adolescente agraviada de
identidad reservada, quien al haber sido víctima de tocamientos indebidos, por parte del
adolescente se ha visto afectada, generándole un daño psicológico, así como un daño en su
integridad física y emocional, como un daño moral, como consecuencia de la conducta del
citado adolescente, situación que indudablemente amerita establecer un importe
indemnizatorio con criterio equitativo, observándose el grado de lesividad de la menor
agraviada, no obstante, también se debe considerar la situación personal del adolescente,
no ha recibido la debida orientación de sus padres.
5.3. Entonces, la obligación del pago de reparación civil debe ser satisfecha a través de
sus padres de forma solidaria, situación que amerita señalar un monto prudente por
concepto de reparación civil, ya que a tenor del artículo 92 del Código Penal de aplicación
supletoria, la reparación civil se rige por el principio del daño causado, cuya unidad
procesal civil y penal protege el bien jurídico en su totalidad, así como a la víctima. Ello,
atendiendo que se ha acreditado la responsabilidad del adolescente por la infracción a la
ley penal contra la libertad sexual en la modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación
sexual o actos libidinosos sin consentimiento, en agravio de una menor de edad; en
consecuencia, debe fijarse la suma de quinientos soles como monto de reparación civil, a
favor de la parte agraviada.

VIII. PARTERESOLUTIVA:
Por los fundamentos expuestos, y en aplicación de las normas antes invocadas, con el
criterio de conciencia que la ley autoriza y la Independencia Jurisdiccional, conforme al
Dictamen Fiscal de folios 220 y siguientes; Administrando Justicia a nombre de la
Nación, SE RESUELVE:

1°). Declarar RESPONSABLE al adolescente JOHN MISAEL COTACHE


CALZADA (15) por la Infracción a la Ley Penal contra la Libertad Sexual en la
modalidad de Tocamientos, Actos de Connotación Sexual o actos libidinosos sin
consentimiento, en agravio de la menor de iniciales Z.E.C.C (16); en consecuencia:
IMPONGASE la MEDIDA SOCIOEDUCATIVA de AMONESTACION.

2°). Asimismo, de manera simultánea, el infractor deberá también CUMPLIR con las
siguientes reglas de conducta (mandatos y prohibiciones): a). Asistir a las terapias
psicológicas sin falta ni dilación alguna; b) No consumir licor ni otras drogas, de ninguna
índole y abstenerse de frecuentar amistades peligrosas, esto es, amistades que consuman
licor, delincuentes, que no trabajen, que no estudien; c) no ausentarse de su lugar de
residencia en esta ciudad de Huancayo, sin previa autorización de este Juzgado; d)
desempeñar una actividad laboral o continuar con sus estudios de cualquier naturaleza de
manera satisfactoria, o ambos de ser posible.

3°). FÍJESE el monto de REPARACIÓN CIVIL, la suma de S/. 500.00


(QUINIENTOS CON 00/100 SOLES) que deberá pagar el adolescente JOHN
MISAEL COTACHE CALZADA (15), a favor de la agraviada de iniciales Z.E.C.C
(16); de forma solidaria conjuntamente con sus progenitores, con sus bienes propios y
libres en ejecución de sentencia.

4°). CONSENTIDA O EJECUTORIADA sea la presente, CÚRSESE OFICIO al Jefe


del Registro del Adolescente Infractor de la Corte Superior de Justicia de Junín, a
efectos de la anotación respectiva. NOTIFIQUESE.-

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