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Azzi, Daniel Andrés vs. More Gelato S.A. y otro s.

Despido
CNTrab. Sala I; 06/07/2021; Rubinzal Online; RC J 3894/21

Sumarios de la sentencia
Contrato de franquicia - Subcontratación y delegación - Responsabilidad
solidaria del franquiciante - Procedencia

Teniendo en cuenta lo dispuesto en el art. 1520, Código Civil y Comercial, y que


fue la propia accionada -Freddo S.A.- la que reconoció que celebró un contrato
de franquicia con la firma empleadora donde se acordó la entrega del producto
ya elaborado para la venta y comercialización, con la finalidad de lograr su
expansión y aumentar las ventas, resulta válida la consideración acerca de que
la actividad objeto de la contratación se enmarca dentro de la calificación de
actividad principal de la comitente. Máxime cuando de la página web de Freddo
-www.freddo.com.ar- surge como una de las sucursales el local donde el
accionante prestaba tareas y que allí se venden los productos comestibles que
fabrica la codemandada como actividad "normal y específica propia" que
coadyuvan al objetivo final (arts. 6 y 30, LCT). Conforme las constancias de
autos la franquiciante no sólo entregaba el producto desligándose expresamente
de su ulterior procesamiento, elaboración y distribución, además, le exigía una
serie de requisitos en beneficio de que la "marca se propague". De allí que
resulte solidariamente responsable Freddo S.A., conjuntamente con el
franquiciado codemandado, en los términos del art. 30, LCT.

Contrato de franquicia

Las previsiones del art. 1520, Código Civil y Comercial, en sus incs. a y b deben
ser armonizadas con las normas del régimen laboral -atento el carácter de orden
público de éste-, especialmente porque existen disposiciones que imponen
responsabilidades por las cuales deben responder los cedentes, como el caso
del art. 30, LCT.

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Texto completo de la sentencia
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los días del mes de 2021, reunida la
Sala Primera de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, para dictar
sentencia en la causa del epígrafe, y de acuerdo al correspondiente sorteo, se
procede a votar en el siguiente orden:
La Dra. Gabriela Alejandra Vázquez dijo:
I.-La Señora Jueza de grado rechazó en lo principal la demanda. Para así
decidir, luego de evaluar las pruebas producidas en autos, concluyó que el actor
no acreditó ninguno de los incumplimientos imputados a la empresa empleadora
para colocarse en situación de despido indirecto. No obstante, condenó a la
demandada More Gelato S.A. al pago de los salarios por los días laborados del
mes de despido, Sac y vacaciones proporcionales del año 2016, y Sac y
vacaciones del año 2015. Finalmente, dispuso que las costas sean soportadas
en un 90 % por la parte actora y 10 % por la parte demandada.
Tal decisión fue apelada por el accionante a tenor del memorial de agravios
presentado digitalmente el día 18.08.2020, que fue contestado por sus contrarias
(v. escritos virtuales del 21.08.2020). Por su parte, los letrados de las
demandadas, por derecho propio, objetan los honorarios que le fueron regulados
a su favor por estimarlos bajos (v. presentaciones digitales del 6 y 18 de agosto
del 2020).
II.- Llega firme a esta instancia que el actor, Daniel Andrés AZZI, prestaba tareas
para la demandada MORE GELATO S.A. como personal dependiente de
mostrador en el local ubicado en la calle Charcas 3.401 -y Bulnes- de CABA, y
que la relación laboral finalizó el día 14.03.2016.
Recuerdo que el accionante manifestó que la relación laboral se encontraba
incorrectamente registrada en cuanto a la remuneración y la fecha de ingreso.
Aseguró haber comenzado a trabajar el día 01.12.2014 y que le abonaban la
suma de $ 1.000 por fuera de recibo. También dijo que las horas extras no le
eran abonadas y que se le adeudaban el SAC y las vacaciones del 2015 y 2016.
Afirmó que reclamó tales irregularidades e incumplimientos a ambas
demandadas por considerar que eran solidariamente responsables en los
términos del artículo 30 de la LCT, y ante la respuesta negativa de las
accionadas, hizo efectivo el apercibimiento allí dispuesto y se consideró

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despedido.
III.- El actor se agravia por el valor probatorio otorgado a la prueba testimonial
por él ofrecida. Aduce que no puede quitársele fuerza suasoria por el sólo hecho
de que tuvieran juicio pendiente.
A su entender, la sentenciante debió aplicar la presunción prevista en el artículo
55 de la LCT puesto que la demandada no entregó el libro de sueldo y de los
horarios ala perita contadora. Sostiene que con tales medios de prueba surgen
acreditadas las irregularidades registrales reclamadas.
En primer término, destaco que, en el sistema de apreciación de la prueba
testimonial, el que resulta de los artículos 90 de la Ley 18345 y 386 del CPCCN,
la circunstancia de que el/la testigo/a tenga juicio pendiente -o lo haya tenido- no
lo/a excluye de valor probatorio, en tanto en nuestro derecho adjetivo no existen
tachas absolutas. Como lo ha dicho la jurisprudencia: "La circunstancia de que
los testigos tengan juicio pendiente con el demandado, no invalida sus dichos,
sino que en todo caso se deben apreciar con mayor rigurosidad y estrictez, pues,
el hecho de que unos declaren en el juicio de otros o sean dependientes de la
demandada o compañeros de trabajo del actor, no podría descalificarlos, dado
que tal criterio llevaría a que ni trabajadores ni empleadores pudieran disponer
nunca de la prueba testimonial, cuando son precisamente esos testigos los
únicos que conocen la situación que se vivía en el medio laboral, y se llegaría al
absurdo de que sólo podrían declarar quienes son ajenos al vínculo laboral lo
que generaría testimonios débiles y por lo tanto de escaso valor" (CNAT, sala VI,
29/02/2016, "Romero Flores, Mary Luz c. So Ro Kim y otros s/ despido", L. L.
Online AR/JUR/6616/2016).
En ese marco, lo relevante es el análisis contextual de las testificales y desde
esa perspectiva esta sala tiene dicho que: "El material probatorio debe ser
apreciado en su conjunto, por la concordancia o discordancia que ofrezcan los
distintos elementos acompañados, así, declaraciones testimoniales que
individualmente consideradas pueden ser objeto de reparos, ser débiles o
imprecisas, en muchos casos se complementan entre sí de modo tal que,
unidas, llevan al ánimo del juez la convicción de la verdad de los hechos"
(CNAT, sala I, 29/11/2017, "Díaz Barberini, Luis Alberto c. Lanero S.A. y otros s/
despido", L. L. Online AR/JUR/90762/2017; ídem., íd., 19/09/2017, "Acosta,
Darío J. c. Precon SRL s/ despido", L. L. Online AR/JUR/65303/2017).
En tal sentido, si bien el y la testigo/a que comparecieron a instancia de la parte
actora (v. fs. 199 y 200/201) mantenían juicio pendiente con la demandada al
momento de su declaración, lo que me lleva a valorar sus dichos con un criterio
estricto, lo cierto es que, a mi juicio, y más allá de las impugnaciones
formuladas, sus declaraciones resultan coherentes y concordantes en el punto

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en debate. Los relatos rendidos resultan específicos, objetivos, provienen de
compañeros/as de trabajo que se desempeñaban en el mismo establecimiento y
durante los mismos horarios de labor que correspondían al actor y revelan un
conocimiento personal y directo de los hechos ocurridos durante la vigencia de la
relación laboral.
El Señor Domínguez declaró haber ingresado a trabajar en diciembre del 2014, y
la Señora Cabezas a principios del 2015. Si bien no especificaron la fecha
exacta de ingreso, ambos aseguraron que cuando ellos comenzaron a trabajar,
el actor ya prestaba tareas en el lugar. Por otro lado, y en cuanto a la
remuneración abonada, el primer testigo manifestó que se les pagaba a todos en
mano y al igual que la segunda, declararon que los pagos en efectivo se hacían
en la parte de atrás, en una oficina. El y la testigo/a se fueron coincidentes en
cuanto a que el actor percibía una parte de la remuneración por fuera de recibo,
y que la misma podía ser "más o menos" entre mil, dos mil y dos mil quinientos
pesos. Observo que tanto el Señor Domínguez como la Señora Cabezas
afirmaron que el actor trabajaba seis veces a la semana de 18 a 2 de la mañana,
y si bien dijeron que los horarios eran rotativos, aseguraron que el actor tenía fijo
el turno de la noche. Datos que coinciden con lo aseverado por el Señor AZZI en
su escrito inaugural. Además, manifestaron que el accionante realizaba horas
extras.
Del examen y valoración de las declaraciones reseñadas, conforme a las reglas
de la sana crítica (arg. art. 386 CPCCN y art. 90 LO), considero que las mismas
tienen suficiente fuerza suasoria y eficacia para acreditar los extremos invocados
por el actor.
Sumado a ello de la prueba pericial contable y su aclaración (v. fs. 221/228 y
232) surge que la demandada no puso a disposición del experto el libro de
sueldos y jornadas. Tal circunstancia genera la presunción del art. 55 de la LCT,
la que según las constancias aportadas a la causa no mereció prueba en
contrario. Además, cuando se le pregunta a la experta, la fecha de ingreso y
egreso que figura en el libro pertinente, dijo que la información fue extraída de la
constancia de alta y baja de AFIP y de los recibos de sueldo. Por lo que la
información no fue correctamente suministrada y tales documentos son
anotaciones unilaterales de la accionada, sin contralor del trabajador, por lo que
se le debe dar menor valor probatorio que a las declaraciones testimoniales
precedentemente reseñadas, las que se contraponen con la información
constatada por la perita contadora.
Finalmente, si alguna duda cupiese en el caso, la controversia debe resolverse a
favor de la postura del actor, tal como dispone el artículo 9º de la LCT -texto
según Ley 26428-, que establece que, en los casos de duda sobre la apreciación

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de la prueba, la judicatura debe decidirse en el sentido más favorable a la
persona trabajadora.
En definitiva, conforme las valoraciones efectuadas, corresponde tener por
probado que el Señor AZZI ingresó a trabajar el 01.12.2014, que percibía una
parte de su remuneración por fuera de recibo, y que realizaba horas extras. La
negativa de la empleadora de regularizar y cumplir con lo requerido por el actor,
constituyó injuria suficiente en los términos del artículo 242 de la LCT que
impidió la prosecución del vínculo.
A mayor abundamiento, cabe señalar que la Señora Jueza de grado tuvo por
acreditada la falta de pago del SAC y vacaciones del año 2015, hechos que
también fueron invocados por el actor para considerarse despedido.
Por ello, propongo modificar lo decidido en grado y admitir las indemnizaciones
laborales (artículo 232, 233 y 245 de la LCT) y el incremento dispuesto en el art.
2° de la Ley 25323, porque el actor intimó de modo fehaciente mediante el
telegrama de fecha 14.03.2016, a fin de que le pagaran las indemnizaciones
legales por despido y el incumplimiento lo obligó a iniciar la presente acción (v.
fs. 49 e informativa al correo de fs. 254/267). También corresponde admitir el
reclamo por las multas previstas en la Ley 24013 (artículos 9°, 10 y 15), por
encontrarse acreditadas las irregularidades registrales y toda vez que el
accionante dio cumplimiento con lo requerido por el artículo 11 de dicho cuerpo
normativo (v. fs. 24 e informe del correo de fs. 146/159).
El reclamo por las horas extraordinarias laboradas y no abonadas (v. fs. 16/vta.),
tendrá favorable acogida toda vez que se demostró que el Señor Azzi laboró de
martes a domingo de 18.00 a 2.00 hs. (artículo 200 y 201 de la LCT). De este
modo, realizó 40 minutos extra por día en atención a que desarrolló una jornada
en horario nocturno por el cual debían adicionarse 8 minutos a cada hora a partir
de las 21 horas. Por ello, devengó diariamente un excedente de cuarenta
minutos extras a calcular con un incremento del 50 % (martes, miércoles, jueves
y viernes) y del 100 % (sábado y domingo).
En atención a que la relación se prolongó por 15 meses, entiendo que el actor
laboró 150 horas (40 minutos por día x 4 días a la semana x 15 meses) al 50 % y
75 horas al 100 % (40 minutos por día x 2 días a la semana x 15 meses).
Teniendo en cuenta que el valor hora asciende a la suma de $ 59,455
(remuneración de convenio $ 11.891 / 200), corresponde establecer que el rubro
por horas extras impagas al 50 % procede por la suma de $ 13.377,37 [(59,455
+ 50 %) x 150 horas] y, en concepto de horas extras al 100 % por $ 8.918,25
[(59,455 + 100 %) x 75 horas].
IV.- El agravio relativo a cuestionar la procedencia del recargo previsto por el
artículo 80 de la LCT no tendrá recepción por mi intermedio. Hago esta

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afirmación puesto que, de las constancias telegráficas acompañadas a la causa,
no surge acreditado que el trabajador hubiera cumplido con el requisito de
intimación previa al empleador dentro del plazo previsto por el art 3° del Decreto
146/01, es decir transcurridos 30 días luego de la extinción del vínculo, requisito
que es constitutivo de la obligación que tiene el empleador de hacer entrega de
tales instrumentos y tal omisión obsta a la viabilidad del recargo en cuestión. No
obstante, se debe condenar a la demandada a entregar al actor las
certificaciones correspondientes con ajuste a los extremos de hecho reconocidos
en el presente pronunciamiento.
En cuanto al planteo sobre la constitucionalidad del decreto 146/01, destaco que
esta Sala ha expresado que "la exigencia del mencionado decreto no es
inconstitucional porque, lejos de someter la aplicación de la Ley 25345 a un
requisito restrictivo, permite, mediante la simple manifestación documentada,
otorgar certeza a la exigibilidad de los certificados, y aventar las innumerables
cuestiones que podrían ser planteadas, de buena o mala fe, sin ese recaudo.
Esa manifestación no puede ser suplida por su mención en la audiencia de
conciliación o en el escrito de demanda porque, al integrar el elenco de
pretensiones, su existencia como crédito debe ser preexistente a los actos
constitutivos del proceso" (Sala VIII, C.N.A.T. "Soto, Nilda c/ Consorcio de
Propietarios del Edificio Senillosa 927 s/ Despido" SD 32541 del 20/05/05", v.
"Verón Juan Marcelo c/ Núñez González Julio s/ despido", SD 84.645 del
28/8/2007, del registro de esta Sala).
Propongo, pues, confirmar este segmento de la decisión impugnada.
V.-En cuanto a la extensión de condena, recuerdo que el actor endilgó
responsabilidad solidaria a la codemandada FREDDO S.A. en el marco de los
artículos 14 y 30 de la LCT. Por tal motivo, emplazó a ambas accionadas para
que corrigieran las irregularidades registrales y abonaran los saldos adeudados
(v. fs. 21/32). La demandada FREDDO S.A. negó tener vínculo alguno con el
actor y dijo desconocer las características de la relación laboral habida entre las
partes. Asimismo, denunció el acuerdo comercial de franquicia celebrado con la
empleadora, con la finalidad de poder ampliar la colocación de los productos que
fabrica y comercializa, en cuyo marco entrega batales productos ya elaborados
para su venta (ver fs. 55/60). Por su parte, MOREGELATO S.A. reconoció ello a
fs. 98 vta.
Sin perjuicio de que las accionadas no adjuntaron el contrato de franquicia que
habrían firmado, de la prueba pericial contable, se desprende que la demandada
FREDDO S.A. le exhibió dicho contrato a la experta. Sin embargo, la contadora
no aportó información relevante para comprender las características del acuerdo
comercial que vinculaba a las accionadas. Únicamente expresó, que la dirección

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del local donde se desarrolló la actividad era "Charcas 3.401 de CABA", que el
franquiciante era FREDDO S.A., el franquiciado era MORE GELATO S.A., y el
operador era Gastón Federico Sirota, que el contrato tenía una vigencia de 120
meses entre los años 2014 y 2016. Además, mencionó la cláusula nueve del
mismo, donde se acordó que el franquiciado era el único responsable de las
obligaciones laborales y de la seguridad social (v. fs. 221/228).
Ahora bien, independientemente de lo acordado entre las demandadas, que es
ajeno al accionante, es de resaltar que el artículo 1.520 del Código Civil y
Comercial vigente, que regula los contratos de franquicia, establece que: "... Las
partes del contrato son independientes, y no existe relación laboral entre ellas.
En consecuencia: a) el franquiciante no responde por las obligaciones del
franquiciado, excepto disposición legal expresa en contrario; b) los dependientes
del franquiciado no tienen relación jurídica laboral con el franquiciante, sin
perjuicio de la aplicación de las normas sobre fraude laboral...".
Teniendo en cuenta la normativa citada, y que fue la propia accionada -FREDDO
S.A.- la que reconoció que celebró un contrato con MORE GELATO S.A. donde
se acordó la entrega del producto ya elaborado para la venta y comercialización,
con la finalidad de lograr su expansión y aumentar las ventas -a mi modo de ver-
resulta válida la consideración acerca de que la actividad objeto de la
contratación se enmarca dentro de la calificación de actividad principal de la
comitente (v. fs. 55/56). Máxime cuando de la página web de Freddo
-www.freddo.com.ar- surge como una de las sucursales el local donde el
accionante prestaba tareas y que allí se venden los productos comestibles que
fabrica la codemandada como actividad "normal y específica propia" que
coadyuvan al objetivo final (arts. 6 y 30 de la LCT). Y conforme las constancias
de autos la franquiciante no sólo entregaba el producto desligándose
expresamente de su ulterior procesamiento, elaboración y distribución, además,
le exigía una serie de requisitos en beneficio de que la "marca se propague" (v.
fs. 55 vta.). De allí que resulte solidariamente responsable FREDDO S.A.,
conjuntamente con el franquiciado codemandado, en los términos del art. 30 de
la LCT (v. SD "Nuñez Sergio Hernán c/Madejo SA y otros s/despido, de fecha
18/02/14, de los registros de la SALA IV; SD "FicaGarzarella Johanna Anabella
c/ TheBabus SRL y otros s/ Despido, de fecha 08/10/2020, de los registros de la
SALA VIII).
Por lo tanto, considero que las previsiones del art. 1.520 del Código Civil y
Comercial de la Nación en sus incisos a) y b) deben ser armonizadas con las
normas del régimen laboral -atento el carácter de orden público de éste-,
especialmente porque existen disposiciones que imponen responsabilidades por
las cuales deben responder los cedentes, como el citado art. 30 de la LCT.

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VI.- En atención a lo propuesto, corresponde efectuar la liquidación conforme los
siguientes parámetros: fecha de ingreso (01.12.2014), fecha de egreso
(14.03.2016) y mejor remuneración mensual normal y habitual de $ 13.377,37 ($
11.891, del mes de noviembre 2015 más el proporcional mensual de horas
extras - $ 594,55 y $ 891,82).
1) Ind. por antigüedad: $ 26.754,74 (13.377,37 x 2)
2) Ind. sustitutiva de preaviso más Sac: $ 14.492,15 (13.377,37 + 1.114,78)
3) Ind. integración mes del despido más Sac: $ 6.077,35 (5.609,87 + 467,48)
4) Días trabajados: $ 7.767,50 (13.377,37 x 18 / 31)
5) Sac y Vacaciones proporcionales más sac 2016: $ 4.298,58 (2.675,47 +
1.498,26 + 124,85)
6) Horas Extras: $ 22.295,62 (13.377,37 + 8.918,25)
7) Sac y Vacaciones más sac 2015: $ 21.492,97 (13.377,37 + 7.491,32 +
624,28)
8) Art. 2 Ley 25323: $ 23.662,12 (26.754,74 + 14.492,15 + 6.077,35 / 2)
9) Art. 9 ley 24.013: $ 3.344,34 ($13.377,37 x 1 mes /4)
10) Art. 10 Ley 24013: $ 3.750 ($1.000 x 15 meses / 4)
11) Art. 15 Ley 24013: $ 47.324,24 (26.754,74 + 14.492,15 + 6.077,35)
Total: $ 181.258,61
En consecuencia, el monto de condena asciende a la suma de $ 181.259,61,
más los intereses previstos en grado.
VII.-A influjo de lo normado por el art. 279 CPCCN, corresponde emitir un nuevo
pronunciamiento en materia de costas y honorarios, tornándose abstracto el
tratamiento de los agravios vertidos en su relación.
En cuanto a las primeras, propongo declararlas, en ambas instancias, a cargo de
las demandadas vencidas (art. 68 CPCCN).
En materia arancelaria, de conformidad con el mérito y eficacia de los trabajos
cumplidos, el valor económico del juicio, el resultado obtenido, las facultades
conferidas al Tribunal por el art. 38 de la Ley 18345 y disposiciones arancelarias
de aplicación y vigentes a la época de las tareas ponderadas a los fines
regulatorios (arts.1º, 6º, 7º, 8º, 9º, 19 y 37 de la Ley 21839; cfr. arg. CSJN, in re
"Francisco Costa e Hijos Agropecuaria c/ Provincia de Buenos Aires s/daños y
perjuicios", sentencia del 12/9/1996, publicada en Fallos: 319: 1915, doctrina
reiterada en "Establecimiento Las Marías SACIFA c/ Misiones Provincia de s/
acción declarativa" de 04/09/2018, considerando 3º, CSJN 32/2009 45-E/CS1,
Fallos 341:1063), propongo que se regulen los honorarios por los trabajos
efectuados en grado de la representación letrada del actor, de las demandadas,
y la perita contadora en 16 %, 14 %, 14 % y 6 % respectivamente, porcentajes
que deberán calcularse sobre el monto total de condena (capital más intereses).

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Asimismo, corresponde regular los honorarios de la representación letrada del
actor y demandadas, por sus tareas ante esta instancia en el 30 % para cada
uno de ellos, de lo que les corresponda percibir por los trabajos de la primera
instancia (art. 30 de la Ley 27423).
VIII.- En síntesis, de prosperar mi voto correspondería:1) Modificar el fallo de
grado y condenar a las demandadas solidariamente a pagar al actor la suma de
$ 181.258,61, más los intereses fijados en grado; 2) Dejar sin efecto la
distribución de las costas y las regulaciones de los honorarios; y 3) Establecer
las costas de ambas instancias y honorarios según lo dispuesto en el
considerando VII.
La Dra. María Cecilia Hockl dijo:
Que adhiero a la solución propuesta por mi distinguida colega Dra. Gabriela
Vázquez por compartir sus fundamentos y conclusiones.
A mérito de lo que resulta del precedente acuerdo,
RESUELVE:
1) Modificar el fallo de grado y condenar a las demandadas solidariamente a
pagar al actor la suma de Total: $ 181.258,61, más los intereses previstos en
grado;
2) Dejar sin efecto la distribución de las costas y las regulaciones de los
honorarios;
3) Establecer las costas de ambas instancias y honorarios según lo dispuesto en
el considerando VII, y
4) Hacer saber a las partes que la totalidad de las presentaciones deberán
efectuarse en formato digital (CSJN, punto N 11 de la Ac. 4/2020, reiterado en
los Anexos I y II de la Ac. 31/2020).
Regístrese, notifíquese, oportunamente comuníquese (art.4º, Acordada CSJN Nº
15/13) y devuélvase.
Gabriela Alejandra Vázquez - María Cecilia Hockl.

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