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Inmunología de la mucosa oral

El sistema inmunológico es el encargado de proteger al organismo humano de agentes


externos que pueden ocasionar diversas patologías a corto, mediano o largo plazo.

Por tal motivo, es que las distintas barreras anatómicas del sistema inmunitario son
también consideradas como barreras físicas o también llamadas "no específicas", y
serán las primeras en tener contacto con los agentes externos, por lo cual también se
las denomina, primarias. En este grupo de barreras podemos encontrar a la piel, o a
aquellas que deben su respuesta inmunológica a sus mucosas y a las secreciones que
las acompañan evitando el ingreso bacteriano, como la vía respiratoria, la vía digestiva
y la cavidad oral, enfocándonos en esta última.

La cavidad oral (Figura 1.1) es la puerta de entrada al aparato digestivo y respiratorio,


por donde entran numerosos microorganismos que generalmente no ocasionan
enfermedad, y se le considera un sitio privilegiado, pues en esta fluyen dos vías del
sistema inmunitario:

a) La vía local, a través de las glándulas salivales.

b) La vía sistémica por el fluido gingival que se acumula en el surco de la unión


del epitelio gingival.

Su anatomía está diseñada de tal


manera que, siendo una de las
principales vías de la entrada de
antígenos, cubre los aspectos
anatómicos, bioquímicos e inclusive
mecánicos para su protección; el
principal tejido que le ofrece
protección al tracto gastrointestinal
es el tejido linfoide asociado a
mucosa.

El sistema inmunitario de la boca


forma parte del tejido linfoide
asociado a mucosa y junto con la integridad de la mucosa, la presencia de ganglios
linfáticos intra y extraorales, el mecanismo de lavado por saliva y los tipos de
microorganismos que la colonizan, desempeñan un papel importante en el
mantenimiento de la salud oral y, por consiguiente, de la salud sistémica.
La defensa inmunológica de la cavidad bucal contra microorganismos extraños que
podrían desencadenar algún tipo de enfermedad está dada principalmente por:

1. Mucosa

La mucosa es un tejido húmedo que reviste las cavidades fisiológicas que tienen
contacto con el exterior, secretan una sustancia viscosa llamada moco, la cual, en gran
parte le da su carácter húmedo. La mucosa bucal está constituida por el epitelio y el
tejido conectivo, separados por la membrana basal (MB).

La principal función de la membrana mucosa (Figura 1.2) es evitar la penetración de


microorganismos hacia los tejidos subyacentes; la manera en que este proceso de
protección inmunológica se lleva a cabo se debe a:

● La presencia de queratina que es relevante en el proceso, sin embargo, se


encuentra únicamente en la mucosa de la encía y paladar duro. La capa basal de
queratinocitos, está
proliferando continuamente y
su progenie de células en
maduración se desplaza hacia
arriba y se diferencia hasta
formar varias capas diferentes.
En la capa superior, llamada
estrato córneo, las células
sufren una muerte programada,
con lo que se forma una barrera
impermeable rica en queratina
y lípidos que es importante
para la protección contra los
microbios, así como contra factores físicos y químicos perjudiciales.

● Las células de la capa granular del epitelio bucal, las cuales liberan gránulos al
espacio intercelular, funcionando como barreras físicas que dificultan el avance
de microorganismos y/o antígenos hacia capas más profundas del mismo.

● Formación de complejos [Ag-Ac] en la mucosa que desencadenan la activación


de distintos mecanismos de protección, como la activación del sistema de
complemento por la vía clásica o la fagocitocis, que se da gracias a la
opsonización de este complejo.

● La membrana basal del epitelio también funciona como barrera y la presencia


de linfocitos en la lámina propia subyacente a esta, destruyen los
microorganismos que burlan las cuatro barreras anteriores.

● La descamación del epitelio.

2. Tejido linfoide

El tejido linfoide asociado a mucosa en cavidad oral se clasifica de dos formas:


nódulos linfáticos extraorales y tejido linfático intraoral

1. Nódulo linfático extraoral: se van a encontrar la mucosa de la lengua, piso de la


boca, paladar, carrillo, labio y encía en donde superficialmente se van a tener
cordones linfáticos. Estos cordones se van a unir a otros formando una red de
alto calibre qué a su vez se unen a otros vasos originados en el espesor del
músculo lingual y otras estructuras. Estas agrupaciones se drenan hacia los
nódulos linfáticos submandibular, submental, cervicales profundos superiores y
retrofaríngeos.

Si un antígeno llega a penetrar el epitelio bucal, será drenado al nódulo


linfático correspondiente penetrando el ganglio linfático o siendo transportado
por un macrófago. Se activará la respuesta inmunitaria

2. Tejido linfático intraoral: es una serie de tejido linfático asociado a la mucosa,


mal organizado y representado por amígdalas palatinas, faríngeos y linguales.
Esto también se le conoce como anillo de amigdalino de Waldeyer.
● Amígdalas palatinas: son dos y se encuentran ubicados entre la boca y la
faringe. Están recubiertas por epitelio plano estratificado, siendo
permeable al material extraño, por debajo de el se encuentran linfocitos
y células reticulares. Cada amígdala tiene de 12 a 15 criptas amigdalinas
profundas

El área folicular nodular contiene las células B, y la perifolicular


contiene células T. Los macrófagos se encuentran en la zona
perifolicular. Los linfocitos B proliferan en los centros germinales donde
migran a la periferia en forma de células plasmáticas las células B
productoras de IgG son las más frecuentes, siguiéndole en orden las IgA
(las amígdalas no la producen), IgM, IgD e IgE (la más escasa).

Los antígenos son fagocitados por los macrófagos para que se dé la


respuesta inmunitaria. Los anticuerpos y células activadas pueden
atravesar el epitelio y tener una función local de protección

● Amígdalas linguales: pequeñas elevaciones lisas presentes en el epitelio


qué recubre el tercio posterior de la lengua, a un lado de las papilas
circunvaladas. Cubiertas por epitelio escamoso, el cual forma criptas al
introducirse al tejido linfoide. Los conductos de las glándulas mucosas
abren estas criptas proveyendo de un barrido mecánico a las amígdalas y
manteniéndose libres de desperdicios de infecciones.

Al igual que las amígdalas palatinas estas se organizan en nódulos


linfoides, con o sin centro germinal.

● Amígdalas faríngeas: reciben también el nombre de adenoides. Son


masas de tejido linfoide ubicadas por debajo de la mucosa nasofaríngea.
Aunque anatómicamente se hallan fuera de la cavidad oral se clasifican
como intraorales porque completan el anillo de Waldeyer qué separa la
nariz y la boca de la faringe.
● Amígdalas tubáricas: son de menor tamaño y se encuentran rodeando la
trompa de Eustaquio y en la fosa de Rosenmüller en forma de rodete,
conocidas como rodetes de Gerlach.

Imagen tomada de Archivos de Alergía e inmunología clínica https://bit.ly/3VwetoY


3. Tejido linfoide de glándulas salivales

Las glándulas salivales se clasifican en mayores y menores. Las mayores se ubican


fuera de la cavidad oral y son la parótida, submandibular y sublingual; la glándula
paratiroidea junto con la submandibular produce el 90% de la saliva y la
sublingual el 5%. Las glándulas menores son múltiples y se nombran como
glándulas labial, lingual, palatal, bucal, glosopalatina y retromolar. La saliva
conforma, junto con el líquido gingival, el llamado fluido oral.

Las glándulas salivales mayores y menores contienen en su interior linfocitos y


células plasmáticas. Los linfocitos pueden organizarse en pequeños racimos
adyacentes a los conductos o pueden estar dispersos entre los acinos. Las células
plasmáticas secretan principalmente IgA y muy pocas IgM e IgG. Esta IgA
secretada en las glándulas es dimérica. Las glándulas serosas segregan una
solución acuosa que contiene enzimas (por ejemplo amilasa y lisozima), IgA y
lactoferrina.

4. Tejido linfoide gingival

La encía clínicamente sana contiene un infiltrado de células linfoides,


principalmente neutrófilos, asociados al epitelio de unión y linfocitos en el
tejido conectivo subyacente. En esta etapa, la exudación de líquido que
contiene proteínas plasmáticas de los vasos forma líquido gingivo-crevicular,
presente en el surco gingival. Además de neutrófilos y linfocitos, la encía posee
una cantidad favorable de monocitos, macrófagos y células plasmáticas
dispersas. Estas células se encuentran tanto en el epitelio de unión como en el
tejido conectivo.

Los neutrófilos predominan en la región del surco y parecen migrar continuamente


a través del epitelio de unión. Con el depósito de más placa bacteriana hay un
incremento de los leucocitos en la zona. A medida que el proceso inflamatorio
avanza el número de linfocitos y células plasmáticas aumenta.

Se han mencionado dos posibles fuentes de este infiltrado linfoide en la encía.


Primero que dichas células son atraídas por la persistente estimulación
quimiotáctica de la placa bacteriana desde los vasos y segundo, que se originan
de los nódulos linfáticos regionales. Así, en el surco gingival se encuentran
anticuerpos de origen sistémico y local.

La primera línea de defensa la constituyen los macrofagos y leucocitos


polimorfonucleares. Estos fagocitan los antígenos y funcionan como células
presentadoras de antígenos (CPA). Otras células que funcionan como CPA son
las células dendríticas de los nódulos linfoides y células de Langerhans de la
mucosa. Las CPA procesan el antígeno para los linfocitos T y B. De esta
manera, los linfocitos T liberan citocinas que estimulan a las células B a
diferenciarse en células plasmáticas y, consecuentemente a producir
anticuerpos específicos.

Otras de las funciones de estas citocinas son activar a los fagocitos y a los
linfocitos T citotóxicos. Los anticuerpos producidos pueden iniciar la respuesta
inflamatoria al interactuar con el complemento, e inducir la liberación de
mediadores (citocinas) por fagocitosis y median la toxicidad celular de los
linfocitos T citotóxicos.

La mayoría de las células plasmáticas son productoras de IgG. También se hallan


IgA de forma significativa y las IgM ocupan el total del 1% de las
inmunoglobulina. El hecho de que la mayoría de las inmunoglobulinas sean
IgG corrobora el patrón característico de una respuesta secundaria.

Algunas de las células plasmáticas son capaces de secretar inmunoglobulinas


específicas contra los antígenos específicos. Sin embargo, la placa bacteriana es
fuente tanto de antígenos específicos como inespecíficos (por ejemplo
lipopolisacáridos). Por lo tanto, los anticuerpos específicos se diluyen,
haciéndose incapaces de activar una respuesta inmunitaria efectiva.

5. Saliva

La saliva es una secreción mucosa-serosa


(Figura 1.3) que tiene un pH de 6.7-7.4,
cuya función principal es la de limpieza,
lubricación, humedecimiento, arrastre de
los alimentos, bacterias y leucocitos
provenientes de fluido gingival.

La saliva tiene un mecanismo protector


debido a su efecto de barrido mecánico
y a los componentes humorales y
celulares que contiene; además lubrica
las superficies mucosas gracias a las glucoproteínas que contiene, manteniéndolas en
su estado fisiológico. Por otra parte, actúa como amortiguador del pH por su
contenido de bicarbonato y fosfato, los cuales funcionan como antiácidos.
La secreción salival permite una limpieza mecánica, pues sirve como lubricante a los
movimientos de los carrillos, lengua y labios, además permite tragar las bacterias y los
restos alimenticios al estómago, donde son inactivados.

Clasificación de la mucosa oral

Estructuralmente la mucosa oral al igual que la piel, presenta diferentes regiones, estas
se remiten al espesor y al grado de queratinización del epitelio recubridor, a la
disposición de las superficies limítrofes de tejido conjuntivo del epitelio y a la
constitución de la lámina propia y la submucosa.

Según la propuesta de Orban y Sicher la mucosa oral se puede clasificar en mucosa de


revestimiento, masticatoria y especializada, de las cuales hablaremos a continuación:

● Mucosa de revestimiento

La mucosa de revestimiento tiene un epitelio plano estratificado no queratinizado. Al


igual que la epidermis, muestra un estrato basal de una capa y un estrato espinoso. No
aparecen estrato granuloso ni córneo, en lugar de éstos, existe superficialmente una
zona de concentración desde la que se descaman las células que todavía contienen
núcleo.

La mucosa de revestimiento del piso de la boca y de la mejilla cumple además con las
funciones de absorción, donde los elementos absorbidos llegan, evitando la
circulación de la vena porta y sobre la vena cava superior, al corazón y de allí a la
periferia;este mecanismo tiene importancia clínica para el suministro de
medicamentos de emergencia (aplicación sublingual).

● Mucosa masticatoria

La mucosa masticatoria se encuentra en las zonas de esfuerzo mecánico elevado como


la encía y la mucosa del paladar duro. Posee un estrato córneo como signo de
queratinización progresiva. A través de una lámina propia rica en fibra de colágeno y
celular, se mantiene bien unida firme y directamente al periostio o como en partes del
paladar duro sobre una submucosa.

Aproximadamente en dos terceras partes de la población se produce en las encías


sanas una paraqueratinización (escamas córneas lisas con núcleos celulares en
descomposición y restos de orgánulos citoplasmáticos); en el tercio restante se
produce una ortoqueratinización (escamas córneas muy lisas, que ya no poseen
núcleos celulares), también presente en la mucosa del paladar duro.

La renovación completa de las células del epitelio se efectúa más rápidamente en la


encía. La tasa de renovación de estas células desde la basal hasta la superficie
asciende a aproximadamente de 6 hasta 12 días, lo que es correlativo temporalmente
con la regeneración del epitelio en la cicatrización.

● Mucosa especializada
En el dorso de la lengua se encuentra la mucosa especializada. El epitelio grueso y
rico en capas, de la mucosa dorsal de la lengua asienta la musculatura de ésta sobre
una lámina propia delgada, pero resistente, rica en vasos y nervios y no deslizante.

El sentido del gusto está ligado a la mucosa especializada del dorso de la lengua, ya
que en esta se van a encontrar las papilas linguales y los corpúsculos gustativos

Histología

Paladar duro

En esta microfotografía de un corte histológico de


un paladar duro normal podemos observar:

● Epitelio plano estratificado queratinizado


● Epitelio plano estratificado
paraqueratinizado
● Células que contienen gránulos de
queratohialina

Papilas linguales

Se muestran microfotografías de cortes


histológicos de las papilas linguales:
Papilas filiformes

● Proyecciones cónicas del epitelio que


están curvadas hacia atrás
● Carecen de corpúsculos gustativos
● Epitelio plano estratificado queratinizado
Papilas fungiformes

● Estructuras sobre elevadas


● Un poco redondeadas
● Se distribuyen entre las papilas
filiformes
● Tejido conjuntivo vascularizado
en el centro

Papilas foliadas

● Distribuidas en hileras
● Revestidas de epitelio plano estratificado
no queratinizado
● Corpúsculos gustativos en las superficies
laterales

Papilas caliciformes

● Epitelio plano estratificado poco


queratinizado
● Corpúsculos gustativos en la
paredes papilares laterales
● Superficie dorsal lisa

Glándulas salivales

Se muestran microfotografías de cortes


histológicos de glándulas salivales
normales:
Glándula parótida

● Acino seroso
● Conducto excretor
● Adipocitos distribuidos

Glándula submandibular

● Acinos mucosos y serosos


● Conductos estriados e interlobulillares

Glándula sublingual

● Elementos serosos y mucosos


● Conductos excretores

Encia
Microfotografía de un corte histológico de la
encía normal donde se puede observar:

Epitelio plano estratificado paraqueratinizado


Apoyado en la lámina propia de tejido conectivo
con grandes cantidades de fibras de colágeno
En la derecha se encuentra la estructura dental
En la izquierda se observa la encía

Paladar blando
● Parte superior región de la nasofaríngeo (epitelio respiratorio)
● Parte inferior se encuentra el límite posterior de la cavidad oral (epitelio
mucoso )
● Músculo esquelético estriado

Adenoma pleomorfo de la glándula parótida

Se muestra una microfotografía de un corte histológico de un


adenoma pleomorfo de la glándula parótida

● El tejido parotideo normal está de color Basofilo y se


encuentra infiltrado por nódulos formados por un tejido de
aspecto conjuntivo que se parece a la matriz extracelular del
cartílago (region eosinofila)

En las siguiente imágenes tenemos una microfotografía de un corte histológico de


paladar duro en el cual se observa un melanoma amelánico.

En la microfotografía del lado izquierdo (1) se muestra una mucosa oral normal, en
cambio, en la imagen de la derecha (2) se muestra una hiperplasia fibroepitelial
inflamatoria oral.
Composición de la saliva

El 99% de la saliva es agua y el 1% restante son componente orgánicos e inorgánicos


entre los cuales se pueden encontrar componentes humorales y celulares como:

● Lisozima: es una enzima con acción bactericida ya que rompe los enlaces
N-acetilglucosamida y el N-acetilmurámico de la pared bacteriana.

● Peroxidasa: la liberación de peróxido de hidrógeno explica su acción


antimicrobiana y es una enzima con acción antimicrobiana contra los
Lactobacillus acidophilus al inhibir su uso de lisina y contra algunos
estreptococos al inhibir sus enzimas glucolíticas.

● Lactoferrina: es una glicoproteína ligadora de hierro y bloquea la adhesión de


las bacterias a las células epiteliales; además contiene un amplio espectro
antibacteriano y reduce la concentración de hierro a niveles incompatibles con
el crecimiento bacteriano.

● Aglutininas: son un conjunto de anticuerpos capaces de producir


inmovilización o la aglutinación de las bacterias o de las células específicas
que estimulan su producción, facilitando su remoción.

● Proteínas del complemento: los componentes del complemento se encuentran


en la saliva, aunque en cantidades no significativas.

● IgA secretora (dimérica): la inmunoglobulina A (IgA) es considerada la


primera línea de defensa de las superficies cubiertas por moco; diariamente se
secretan 500 ml de saliva, de los cuales el 20% (100 ml) está constituida por
IgA.

Las células epiteliales secretoras de los acinos de las glándulas producen la IgA
dimérica localmente en las glándulas salivales, en donde se unen con una
cadena J y las piezas secretoras para ser luego excretada a través de los
conductos salivales a la cavidad oral; gracias a sus componentes secretores la
IgA es la inmunoglobulina más resistente a la degradación proteolítica.

Una diferencia entre este sistema linfoide de las mucosas con el del resto del
cuerpo es la alta concentración de IgA que se sintetiza, por lo que tampoco
posee memoria inmunológica bien definida. Las células plasmáticas
productoras de IgA presentes en las glándulas salivales derivan de los linfocitos
de las Placas de Peyer en el intestino.

Las principales funciones biológicas de la IgA secretora son:

➢ Inhibición de la adherencia bacteriana.


➢ Inactivación de las enzimas y toxinas bacterianas.
➢ Sinergismo con otros mecanismos de defensa.
➢ Neutralización del virus.
➢ Activación del complemento, vía alterna.
➢ Mediar funciones de la inmunidad celular dependientes de la IgA.
Por ejemplo, la IgA induce la citotoxicidad celular dependiente
de Ac.

También podemos llegar a encontrar, aunque en menor cantidad, otro tipo de


inmunoglobulinas en la saliva, como por ejemplo la IgG de la cual se hallan 7 mg o la
IgM con 1 mg por día.

● Leucocitos: un buen número de leucocitos se hallan en la saliva, se calcula que


migran aproximadamente un millón por minuto provenientes del torrente
sanguíneo, atravesando el surco gingival. Entre sus funciones podemos
encontrar:
➢ Fagocitosis.
➢ Lisis bacteriana.
➢ Liberación de lisozimas, hidrolasas y superóxido.

Fluido gingival crevicular:


Es una mezcla de varios factores derivados del suero, de las células inflamatorias
como los neutrófilos polimorfonucleares, endotoxinas bacterianas, células
estructurales del periodonto, productos finales del metabolismo bacteriano como lo
son el ácido butírico y el ácido propiónico, las enzimas bacterianas como las
colagenasas y las hialuronidasas
Contiene marcadores locales y sistemáticos derivados de la enfermedad periodontal
que son la base para la evaluación de biomarcadores para la periodontitis y otras
enfermedades.
Es beneficiosas para la determinación del estado actual periodontal ya que detecta
alteraciones subclínicas en el metabolismo del tejido, en el reclutamiento de células
inflamatorias y en el remodelado del tejido conectivo, tabúes es muy útil para ir
monitoreando la respuesta al tratamiento

Componentes de la placa dental


La placa dental se clasifica por su localización en supragingival y subgingival, por sus
propiedades en adherente y no adherente, por su potencial patógeno en cariogénica y
periodonto patogénica, llega a generar varios procesos complejos que involucran una
gran cantidad de bacterias y componentes de la cavidad bucal del hospedero, dando
lugar a la formación de la película sobre la superficie del diente, seguida de la
colonización por microorganismos específicos adheridos sobre la película y
finalmente la formación de la matriz de la placa.

La placa dental supragingival se encuentra en superficies dentales, constituida


principalmente por flora bacteriana sacarolítica Gram positiva, en donde se pueden
encontrar microorganismos cariogénicos; pero es demasiado probable que esta placa
se extienda hasta el fondo del surco gingival y entre en contacto con la encía,
volviéndose una placa marginal.

La placa dental subgingival se encuentra dentro del surco gingival o de los sacos
periodontales, constituida de flora bacteriana proteolítica Gram negativa, donde se
pueden encontrar microorganismos periodontopatógenos.

Algunos mecanismos por las cuales las bacterias se adhieren son gracias a moléculas
específicas, llamadas adhesinas, presentes en la superficie bacteriana que se unen con
receptores específicos de la película; por medio de estructuras proteicas fibrosas,
llamadas fimbrias que se fijan a la película; por formación de puentes de calcio
(Ca++) y magnesio (Mg++) con carga positiva permitiendo la unión de componentes
bacterianos cargados negativamente, que también tienen una carga negativa; también
por polisacáridos extracelulares sintetizados a partir de la sacarosa, que permiten la
unión de polisacáridos bacterianos a la superficie de la película.
Streptococcus sanguis, es el primer microorganismo que se adhiere a la superficie,
iniciando con la colonización microbiana en la formación de placa dental
supragingival, consecuentemente se adhiere a Actinomyces viscosus. Se dice que S.
sanguis y A. viscosus son los microorganismos de la colonización de la placa dental,
la asociación de estas bacterias con la superficie del diente es la causante de la
colonización posterior de Veillonella y Fusobacterium. Otras bacterias que inician el
proceso de colonización son Streptococcus del grupo oralis (S. oralis, S. mitis),
Actinomyces sp., Neisserias sp., y Haemophilus sp.

Placa dental y respuesta inmune


Las enfermedades orales normalmente recaen en aquellas que se desarrollan por un
agente etiológico no específico, de tal manera que toda la placa es patógena, a otras
donde la presencia de un agente patógeno específico origina la enfermedad. Como ya
se mencionó la placa dental es una comunidad microbiana que se encuentra sobre la
superficie dental formando una biopelícula embebida en una matriz de polímeros de
origen bacteriano y salival.
La capacidad de un agente para producir infección o enfermedad se debe a las
características del huésped. Un agente coloniza a un huésped cuando su presencia en
ese huésped no causa una respuesta inmune específica ni una infección. Sin embargo,
si la relación entre el agente y el huésped cambia, puede producir una infección. Este
tipo de infección es conocida como endógena siendo la caries dental un claro ejemplo
de ello. En otro caso, si el agente es transportado desde una fuente externa hasta el
huésped y el equilibrio entre el agente y el huésped favorece al agente por lo general
se desarrolla la infección

Conclusión

La defensa de la cavidad bucal contra microorganismos se da a través de mecanismos


como la mucosa, la saliva y el tejido linfoide. La mucosa es esencial para el sistema
inmune, debido a la importancia que tiene para evitar la penetración de los antígenos
hacia otros tejidos. Las múltiples enzimas que se encuentran en la saliva
constituyendo os componentes orgánicos de esta, nos van a ayudar a combatir
patógenos, la importancia de la saliva radica en su influencia protectora que tiene a
través de la capa de mucina y de la inmunoglobulina (principalmente |gA).

Los distintos tipos de mucosa que se van a encontrar en la cavidad bucal


desempeñarán distintas funciones entre las cuales están la trituración y mezcla de
alimentos, iniciando así el proceso de digestión, el sentido del gusto, y la insalivación
de alimentos.

Para conocer lo anormal primero debemos saber que es lo normal, por lo tanto,
consideramos importante saber identificar una mucosa bucal sana y normal de una que
está sufriendo alguna patología. Para saber cómo se observa una mucosa bucal normal
se deben de tener la bases, nosotros como futuros cirujanos dentistas debemos conocer
la mucosa bucal tanto a nivel microscópico como a nivel macroscópico, por ello la
importancia de saber cómo se observa su histología, como actúa y como lo
observamos clínicamente.

Por último, la mucosa oral además de sus funciones sensoriales y fisiológicas, cumple
una función como órgano secretor, esto gracias a las glándulas salivales. La relevancia
inmunológica que tiene la mucosa oral sería la de protección, esto debido a las muchas
funciones protectoras que tienen la saliva, la mucosidad y la IgA, ya que, estas al
complementarse, aseguran la integridad inmunológica del organismo junto con la
defensa celular y humoral.
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