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Nombre: Delvi Hernández castillo

Matrícula: 100317218
Podríamos asegurar que desde hace unos meses el sistema inmune es la
parte del organismo más valorada. Nos defiende de peligros externos
como virus, bacterias, tóxicos ambientales, etc., intentando mantener un
equilibrio interno adecuado. Todo ello, gracias a una red de órganos y
células perfectamente coordinados entre sí y conectados por vasos
sanguíneos y linfáticos.

EL SISTEMA INMUNE CONTIENE UNA SERIE ÓRGANOS


SÓLIDOS QUE SE ENCARGAN DE:

• Órganos primarios: de producir y madurar las células linfoides


(linfocitos T, B, células Natural Killer, etc.) imprescindibles para la
respuesta. Los principales son:
o La médula ósea
o El timo
• Órganos secundarios o periféricos: de ser el lugar donde se
encuentran agresor y célula defensora para activar la respuesta
inmunitaria. Los principales son:
o Los nódulos o ganglios linfáticos, cúmulos de tejido linfático
aislados o agrupados en racimos y repartidos por todo el
cuerpo. Actúan como filtros para capturar antígenos.
o Amígdalas, extensiones de tejido linfoide situados en la
faringe y que constituyen el anillo de Waldeyer, protegiendo
la entrada de las vías respiratorias de la invasión bacteriana.
o Placas de Peyer, cúmulos de tejido linfático que recubren
interiormente las mucosas como las del intestino y las vías
respiratorias.
o El bazo, órgano situado en el cuadrante superior izquierdo de
la cavidad abdominal de gran importancia tanto en la
inmunidad celular como en la inmunidad humoral.
o Los tejidos linfoides asociados a mucosas
(MALT), agrupaciones de células linfoides sin organización o
estructura asociadas a diferentes localizaciones en el
organismo como por ejemplo bronquios, tubo digestivo o
nariz.
o La médula ósea, tejido localizado en el interior de los huesos
largos, pelvis, vértebras, etc. que también actúa como órgano
secundario en la respuesta inmune.
Están comunicados gracias al sistema linfático, una red de vasos por
donde circula la linfa que contiene los antígenos, que se han ido
recogiendo de diferentes tejidos, y las células linfoides. La linfa pasa por
los ganglios linfáticos, órganos secundarios, donde se producirá el
reconocimiento y neutralización del antígeno. De ahí que en ocasiones
se inflamen los ganglios como signo de que se está combatiendo una
infección. Allí también se activarán los linfocitos B, que como
consecuencia se multiplican y diferencian para producir anticuerpos.
Linfocitos y anticuerpos saldrán arrastrados por la linfa de los ganglios
alcanzando la circulación sanguínea que los distribuye por todo el
organismo. Si un antígeno escapa del ganglio linfático y pasa de nuevo a
circulación sanguínea podrá llegar al bazo, otro órgano linfoide
secundario, donde será retenido y neutralizado.

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