Está en la página 1de 4

El Euromaidán47 (en ucraniano, Євромайда́н, Yevromaidán; «Europlaza»)48 es el nombre

dado a una serie de manifestaciones y disturbios heterogéneos de índole europeísta,


independentista y nacionalista de Ucrania.

Tras la huida del presidente de Ucrania Víktor Yanukóvich en dirección desconocida el 21


de febrero de 2014,49 la Rada Suprema destituyó del cargo a Yanukóvich por «el abandono
de sus funciones constitucionales».50 El 23 de febrero de 2014, el jefe del grupo
parlamentario del Partido de las Regiones que lideraba Yanukóvich, Oleksandr Yefrémov,
responsabilizó a Yanukóvich del saqueo del país y del derramamiento de sangre.51

Sin embargo, sorprendentemente, el Gobierno ucraniano, encabezado por Mikola Azárov,


publicó el 21 de noviembre de 2013 una nota oficial en la que informaba que el proceso de
preparación de la firma del acuerdo quedaba «suspendido».52 Las razones esgrimidas fueron
la caída en la producción industrial y el mantenimiento de relaciones con los países de la
Comunidad de Estados Independientes. Yanukóvich asistió a la cumbre de la UE los días
28 y 29, tal como estaba previsto antes de la suspensión unilateral, pero solo para declinar
la última oferta europea, de 600 millones de euros, por considerarla «humillante».53 Por su
parte, Azárov reprochó a la UE y al Fondo Monetario Internacional la falta del apoyo
económico que hubiera compensado el «divorcio comercial» con Rusia, a la vez que
admitía que había sido Moscú quien había conminado a Kiev a no sellar el pacto.54

A partir del 21 de noviembre, se producen en Kiev varias concentraciones en la plaza de la


Independencia (en ucraniano, Maidán Nezalézhnosti) exigiendo al gobierno retomar el
diálogo con la UE. La concentración aglomeró a cientos de miles de personas con discursos
diarios de líderes políticos opositores, así como íconos culturales ucranianos y extranjeros.
Entre los principales gestores se encontraban: organizaciones sociales, la oposición política
—incluido el grupo ultra-nacionalista y de extrema derecha Sector Derecho, uno de los
principales organizadores del movimiento en Kiev e instigador de los disturbios, y el
partido parlamentario de extrema derecha Svoboda—55 y las Iglesias ucranianas —como la
Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Kiev—, con excepción de la Iglesia ortodoxa
ucraniana del Patriarcado de Moscú.56 En las manifestaciones también participaron
representantes de minorías étnicas (rusos, chechenos, tártaros de Crimea,57 judíos,58
georgianos, armenios y otros) y ciudadanos de otros países (Polonia, Bielorrusia, Georgia,
Rusia y otros).59

Primera fase de la guerra ruso-ucraniana

Firma de la anexión de Crimea y Sebastopol a la


Federación de Rusia.
Estos párrafos son un extracto de Primera fase de la guerra ruso-ucraniana.[editar]

La primera fase de la guerra ruso-ucraniana60 se refiere al periodo comprendido entre 2014


y 2015 en los inicios de dicho conflicto. Tras esta etapa se desarrolló una fase de alto el
fuego a la que siguió un recrudecimiento del conflicto a partir de 2021. Inicialmente se trató
de una crisis diplomática internacional que sobrevino en febrero de 2014 tras la destitución
del presidente ucraniano Víktor Yanukóvich como resultado de las protestas del
Euromaidán —realizadas principalmente en las zonas occidental y central del país para
apoyar el acercamiento hacia la Unión Europea— que fueron rechazadas por comunidades
rusófonas de la zona suroriental del país, compuestas en su mayoría por rusos étnicos y
ucranianos rusófonos.

Consecuentemente, el parlamento asumió el poder Ejecutivo y propuso derogar la ley sobre


la cooficialidad de los idiomas de las minorías a nivel municipal y provincial. Como
respuesta, diversos grupos prorrusos se manifestaron en contra del nuevo gobierno nacional
y proclamaron sus anhelos de estrechar sus vínculos (o inclusive integrarse) con Rusia.
Estas protestas se concentraron en Crimea y algunas óblast en la zona fronteriza entre Rusia
y Ucrania donde se produjeron una serie de revueltas militares, incluyendo tanto tropas
locales como tropas rusas. En medio del levantamiento, las autoridades de Crimea
convocaron a un referéndum para el 16 de marzo siguiente con el propósito de adherirse a
la Federación Rusa.

Tras el pedido del gobierno de Crimea a Rusia, el Consejo de la Federación aprobó un


envío de tropas que (según las autoridades del país) tenía como objetivo garantizar la
integridad de los habitantes de Crimea y las bases rusas estacionadas allí, hasta que se
normalizara la situación sociopolítica. Ello favoreció la Declaración de Independencia de
Crimea y Sebastopol que condujo a la proclamación de la República de Crimea —
reconocida solo por Rusia— previo restablecimiento de la constitución de 1992 que
consideraba al territorio como soberano —aunque delegaba algunas competencias a
Ucrania— con una ciudadanía y una policía propias.61 El proceso finalmente condujo a la
adhesión de Crimea a Rusia que fue oficializada el 18 de marzo de 2014, aunque no contó
con el reconocimiento del gobierno ucraniano.

Pese al apaciguamiento alcanzado en Crimea, la situación degeneró en el Dombás donde las


fuerzas independentistas de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk (RPD) y
Lugansk (RPL) se enfrentaron al gobierno de Ucrania agravando la guerra en esta región.
El 11 de mayo de 2014, ambas repúblicas celebraron referéndums sobre su estatus político
que resultaron en una proclamación de independencia de las regiones en cuestión mientras
que los combates continuaron a pesar de los intentos de por detenerlos. No obstante, el 15
de febrero de 2015 —con la entrada en vigencia del acuerdo Minsk II— se inició un alto el
fuego incondicional.

Numerosos ciudadanos rusos ocuparon altos puestos entre los rebeldes y varios países
consideraron que Rusia proporcionó apoyo material y militar a los separatistas.62 En este
sentido, las reacciones internacionales fueron casi siempre condenatorias de la decisión de
Rusia de intervenir, y de apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania. Es así que
tras la adhesión de Crimea a Rusia, varios países (encabezados por la Unión Europea y
Estados Unidos) aplicaron una serie de sanciones contra el entorno del gobierno ruso. Pero
fue el voto de la Resolución 68/262 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre
la integridad territorial de Ucrania, la acción que contó con la participación de países más
numerosa: a favor se pronunciaron cien naciones, once votaron en contra y 58 se
abstuvieron, con lo que la secesión de Crimea y Sebastopol fue declarada «inválida».63

Relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012

Putin en las conversaciones del formato de Normandía en


Minsk para encontrar una solución a la situación en Ucrania en febrero de 2015.
Estos párrafos son un extracto de Relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012.[editar]

Las relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012 es un término que hace referencia a las
relaciones entre ambas partes a partir del tercer mandato presidencial de Vladímir Putin en
Rusia. Durante este periodo, iniciado en mayo de 2012, las relaciones bilaterales se han
visto afectadas principalmente por la guerra ruso-ucraniana iniciada en 2014, con sanciones
internacionales de la UE hacia Rusia, siendo un conflicto desarrollado en medio de una
asociación económica en la que el sector energetico representaba un factor de vital
importancia al ser Rusia el mayor proveedor para la Unión Europea (hasta agosto de 2023
fecha en que la UE dejó dicha dependecia atrás).64 Hasta la actualidad, donde las sanciones
masivas impuestas por la UE en respuesta a la Invasión rusa de Ucrania provocaron un
cambio total en la actitud de Putin, donde la UE pasó de ser el principal mercado para sus
exportaciones energéticas a estar en la lista de países/territorios hostiles hacia Rusia que
amenazan la seguridad del país.

El principal punto de conflicto entre la UE y Rusia es la influencia que puede ejercer cada
parte sobre diversos países de la Europa Oriental (Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia,
Georgia, Moldavia y Ucrania). Es así que mientras Rusia recurre a dispositivos
económicos, militares y no militares, para mantener a estos países en su esfera de
influencia, la UE apoya ocasionalmente la integración de los mismos en las actividades
“occidentales”, apostando por la cooperación dentro del marco de la Política Europea de
Vecindad.65

La primera fase de la guerra ruso-ucraniana —entre 2014 y 2015— se originó en la


cuestión sobre el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea que llevó a los
disturbios heterogéneos de índole europeísta y nacionalista del Euromaidán.
Posteriormente, la UE condenó la intervención rusa en Ucrania —adhesión de Crimea a
Rusia y guerra del Dombás— y suspendió el diálogo sobre las cuestiones relativas a la
política de visados y las negociaciones sobre un nuevo acuerdo bilateral. Desde entonces la
Unión aplica un enfoque de doble vía que combina sanciones con intentos de encontrar una
solución al conflicto en Ucrania.66

Por otra parte, el trato reservado por el gobierno ruso a la disidencia —en el caso Skripal la
UE expulsó diplomáticos rusos— y a la oposición en su país —caso de Alekséi Navalni—67
también ha provocado tensiones entre las partes. No obstante, la participación rusa en la
labor del grupo de países para celebrar un acuerdo nuclear con Irán permitió albergar
esperanzas respecto a una mayor cooperación a escala internacional. No obstante, la
intervención militar rusa en la guerra civil siria desde septiembre de 2016, en apoyo al
presidente Bashar al-Ásad, finalmente agravó las tensiones con la UE.66 Sin embargo, la
negativa tanto de Rusia como de la UE de ceder a la presión estadounidense por romper las
relaciones con Irán permitió al gobierno de Putin eludir parcialmente las sanciones
impuestas

También podría gustarte