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La noche del 19 y 20 de febrero, Yanukóvich y los principales líderes de la

oposición (Vitali Klichkó, Arseni Yatseniuk y Oleh Tiagnibok) acordaron una tregua,
y el desarme de las barricadas colocadas en la plaza de capital anteriormente como
medida de contención a las fuerzas policiales. El 21 de febrero —tras el llamado
“Jueves Negro” (20 de febrero) en el que murieron más de 60 manifestantes—,73 se
aprobó un acuerdo entre ambas partes para adelantar las elecciones, formar un
gobierno de transición, volver a la Constitución de Ucrania de 2004 y frenar la
violencia. En la madrugada del 21 al 22 de febrero Yanukóvich, sin informar al
parlamento, abandonó la capital y desapareció en dirección desconocida —según
declararía más adelante, lo hizo al temer por su vida y la de su familia—74. El 22
de febrero, por la mañana, la Rada Suprema lo destituyó de su cargo por "abandono
de sus funciones constitucionales" y tomó el control del país votando, por mayoría
constitucional, la vuelta a la Constitución de 2004, acordada el día anterior.75
Sólo después de dicha vuelta al sistema político parlamentario, en lugar del
presidencial, Oleksandr Turchínov asumió la presidencia del parlamento, previa
renuncia por escrito del presidente anterior. Al día siguiente, Turchínov fue
nombrado primer ministro en funciones con el fin de realizar la coordinación de
tareas de gobierno. El 28 de febrero, Yanukóvich reapareció en Rostov del Don
(Rusia), donde denunció un presunto golpe de Estado.76

La víspera del Euromaidán, la población ucraniana se encontraba virtualmente


dividida: un 38,0 % de los ucranianos apoyaba una asociación con Rusia, mientras
que el 37,8 % prefería una con Europa.77 Al mismo tiempo, el 41 % de los ucranianos
consideraban que la prioridad para Ucrania tenía que ser la integración con la UE y
el 33 %, por el contrario, se mostraba partidario de una unión aduanera con
Rusia.78 El mayor apoyo hacia la integración con la UE se encontraba en Kiev
(alrededor de 75 %) y en el oeste de Ucrania (81 %);79 el apoyo se reducía al 56 %
en el centro de Ucrania, al 30 % en el sur y en Crimea (sede de la Flota del Mar
Negro) y al 18 % en el este.79
Primera fase de la guerra ruso-ucraniana

Firma de la anexión de Crimea y Sebastopol a la Federación de Rusia.


Estos párrafos son un extracto de Primera fase de la guerra ruso-ucraniana.[editar]
La primera fase de la guerra ruso-ucraniana80 se refiere al periodo comprendido
entre 2014 y 2015 en los inicios de dicho conflicto. Tras esta etapa se desarrolló
una fase de alto el fuego a la que siguió un recrudecimiento del conflicto a partir
de 2021. Inicialmente se trató de una crisis diplomática internacional que
sobrevino en febrero de 2014 tras la destitución del presidente ucraniano Víktor
Yanukóvich como resultado de las protestas del Euromaidán —realizadas
principalmente en la zona occidental del país para apoyar el acercamiento hacia la
Unión Europea— que fueron rechazadas por comunidades rusófilas de la zona
suroriental del país, compuestas en su mayoría por rusos étnicos y ucranianos
rusófonos.

Tras el pedido del gobierno de Crimea a Rusia, el Consejo de la Federación aprobó


un envío de tropas que (según las autoridades del país) tenía como objetivo
garantizar la integridad de los habitantes de Crimea y las bases rusas estacionadas
allí, hasta que se normalizara la situación socio-política. Ello favoreció la
Declaración de Independencia de Crimea y Sebastopol que condujo a la proclamación
de la República de Crimea —reconocida solo por Rusia— previo restablecimiento de la
constitución de 1992 que consideraba al territorio como soberano —aunque delegaba
algunas competencias a Ucrania— con una ciudadanía y una policía propias.81 El
proceso finalmente condujo a la adhesión de Crimea a Rusia que fue oficializada el
18 de marzo de 2014, aunque no contó con el reconocimiento del gobierno ucraniano.

Pese al apaciguamiento alcanzado en Crimea, la situación degeneró en el Dombás


donde las fuerzas independentistas de las autoproclamadas Repúblicas Populares de
Donetsk (RPD) y Lugansk (RPL) se enfrentaron al gobierno de Ucrania agravando la
guerra en esta región. El 11 de mayo de 2014, ambas repúblicas celebraron
referéndums sobre su estatus político que resultaron en una proclamación de
independencia de las regiones en cuestión mientras que los combates continuaron a
pesar de los intentos de por detenerlos. No obstante, el 15 de febrero de 2015 —con
la entrada en vigencia del acuerdo Minsk II— se inicio un alto el fuego
incondicional.

Numerosos ciudadanos rusos ocuparon altos puestos entre los rebeldes y varios
países consideraron que Rusia proporcionó apoyo material y militar a los
separatistas.82 En este sentido, las reacciones internacionales fueron casi siempre
condenatorias de la decisión de Rusia de intervenir, y de apoyo a la soberanía e
integridad territorial de Ucrania. Es así que tras la adhesión de Crimea a Rusia,
varios países (encabezados por la Unión Europea y Estados Unidos) aplicaron una
serie de sanciones contra el entorno del gobierno ruso. Pero fue el voto de la
Resolución 68/262 de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la integridad
territorial de Ucrania, la acción que contó con la participación de países más
numerosa: a favor se pronunciaron cien naciones, once votaron en contra y 58 se
abstuvieron, con lo que la secesión de Crimea y Sebastopol fue declarada
«inválida».83
Relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012

Putin en las conversaciones del formato de Normandía en Minsk para encontrar una
solución a la situación en Ucrania en febrero de 2015.
Estos párrafos son un extracto de Relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012.
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Las relaciones Rusia-Unión Europea desde 2012 es un término que hace referencia a
las relaciones entre ambas partes a partir del tercer mandato presidencial de
Vladímir Putin en Rusia. Durante este periodo, iniciado en mayo de 2012, las
relaciones bilaterales se han visto afectadas principalmente por la guerra ruso-
ucraniana iniciada en 2014, un conflicto desarrollado en medio de una asociación
económica en la que el sector energetico representa un factor preponderante ya que
Rusia es el mayor proveedor para la Unión Europea. La situación provocó un cambio
de actitud de Putin, donde la UE pasó de ser el principal mercado para sus
exportaciones energéticas a ser un competidor.84

El principal punto de conflicto entre la UE y Rusia es la influencia que puede


ejercer cada parte sobre diversos países de la Europa Oriental (Armenia,
Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania). Es así que mientras Rusia
recurre a dispositivos económicos, militares y no militares, para mantener a estos
países en su esfera de influencia, la UE apoya ocasionalmente la integración de los
mismos en las instituciones “occidentales”, apostando por la cooperación dentro del
marco de la Política Europea de Vecindad.85

La primera fase de la guerra ruso-ucraniana —entre 2014 y 2015— se originó en la


cuestión sobre el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea que llevó
a los disturbios heterogéneos de índole europeísta y nacionalista del Euromaidán.
Posteriormente, la UE condenó la intervención rusa en Ucrania —adhesión de Crimea a
Rusia y guerra del Dombás— y suspendió el diálogo sobre las cuestiones relativas a
la política de visados y las negociaciones sobre un nuevo acuerdo bilateral. Desde
entonces la Unión aplica un enfoque de doble vía que combina sanciones con intentos
de encontrar una solución al conflicto en Ucrania.86

Por otra parte, el trato reservado por el gobierno ruso a la disidencia —en el caso
Skripal la UE expulsó diplomáticos rusos— y a la oposición en su país —caso de
Alekséi Navalni—87 también ha provocado tensiones entre las partes. No obstante, la
participación rusa en la labor del grupo de países para celebrar un acuerdo nuclear
con Irán permitió albergar esperanzas respecto a una mayor cooperación a escala
internacional. No obstante, la intervención militar rusa en la guerra civil siria
desde septiembre de 2016, en apoyo al presidente Bashar al-Ásad, eventualmente
agravó las tensiones con la UE.86 Sin embargo, la negativa tanto de Rusia como de
la UE de seder a la presión estadounidense por romper las relaciones con Irán
permitió al gobierno de Putin eludir parcialmente las sanciones impuestas.88

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